sábado, 13 de diciembre de 2014

MACBETH (Macbeth, 1948)             
                       
La tragedia wellesiana

Shakespeare y Welles

Larga y fructuosa ha sido la obra del escritor inglés William Shakespeare sobre la vida y obra de Welles, tanto en el ámbito radiofónico, como en el teatral o el cineasta, que es el que realmente nos interesa. Si bien, desde siempre se ha hablado de la precocidad (y gran inteligencia) del joven Welles, que con nueve años ya montara una adaptación de El rey Lear (1), Welles ha llegado a interpretar y dirigir prácticamente la totalidad de las obras de Shakespeare:Enrique VI, Ricardo III, Romeo y Julieta, Ricardo II, El mercader de Venecia, Enrique IV, Enrique V, Las alegres comadres de Windsor,Julio César, Hamlet, Othello, Macbeth y El rey Lear (faltarían, entre otras, obras como Sueño de una noche de verano, Trabajos de amor perdidos o Coriolano -2-).

Así, la que sería su primera adaptación cinematográfica del maestro inglés, sería Macbeth, posiblemente, junto con Otelo yRicardo III, las obras más sangrientas y terribles de Shakespeare, con tres personajes claramente representativos de la encarnación del mal: Lady Macbeth, Iago y, el jorobado de Ricardo III. Como bien apunta Riambau, Welles en momentos de apuro recurría a materiales ya conocidos, como hiciera con El cuarto mandamiento tras la hecatombe de Ciudadano Kane (Citizane Kane, 1941) o en Campadas a medianoche (1962) tras la mala recepción de las hoy reconocidas obras maestras Sed de mal (Touch of Evil, 1958) y El proceso (Le procès, 1963). De esta manera entró entonces en el terreno de las adaptaciones de Shakespeare a la gran pantalla (de la que una vez el propio Welles llegó a renegar -3-), justo después del descalabro de su última producción, tras el sacrilegio de los distribuidores de Columbia encargados de La dama de Shanghai (The Lady from Shanghai, 1948), montándola a su gusto y creando así una mala impresión, tanto en el público como en el propio Welles.

Probablemente, sea de las tres adaptaciones de Shakespeare realizadas por Welles, Macbeth la más endeble, frente al mejor acabado de su Otelo (Othello, 1952) y las magnificencias de su Campanadas a medianoche. Y no es que la apropiación de las ideas de Shakespeare en el terreno Wellesiano se aborden mejor en Falstaff y Otelo que en Macbeth, si no más bien, la extrema simpleza en condiciones (tanto económicos como técnicos) que envolvió el rodaje del film, acabó por dejar una huella imborrable en este de sabor a poco aprovechada. En especial, viniendo del joven genio que había deslumbrado a todo el mundo con sus primeras y atrevidas obras.

Así Welles, dolido por la mala recepción que tuvo su Dama de Shanghai se cobijó bajo a un terreno conocido y quiso llevarlo a la pantalla lo más fidedignamente (y clásicamente) posible, lejos del, por lo visto, brutal Voodo Macbeth que realizara en 1936 con el Federal Theater de Nueva York.

Cinética del narcisismo: Welles-Kurosawa-Polanski
Welles contó con sólo 23 días de rodaje y un presupuesto nimio, totalmente ridículo, de 75000 dólares para llevar a cabo su adaptación. Dando constancia de tal masoquismo, el público de la época, en vez de aplaudir a Welles por su hazaña, se lo echó en cara, tal y como el mismo Welles afirma: «Los que se conocen este negocio saben que eso es rodar más que deprisa. La idea que me guiaba al hacer Macbeth no fue hacer un gran film y esto no es normal porque todo director, incluso cuando está rodando una estupidez, debería tener como meta hacer una gran película. Desgraciadamente ni un solo crítico en todo el mundo rindió tributo por mi rapidez. Pensaron que era un escándalo que se realizara en 23 días. Y tenían razón, pero no podía escribirles uno por uno y explicarles que no había quien me diera dinero para rodar un día más (...) No me avergüenzo de las limitaciones de la película»

El principal método de Welles en la adaptación basó en una escenografía rudimentaria, de cartón piedra, con armaduras y pieles totalmente rupestres, y cuernos y coronas de lo más estridentes y estrafalarias. De alguna manera el film de Welles es puramente teatral, ya no sólo por la falta de escenarios, si no por la adecuación de los pasajes, e incluso, por la tremenda focalización que Welles realiza sobre el propio Macbeth mucho más marcada que en la obra de Shakespeare (por algo era Welles quien la interpretaba), llegando prácticamente a borrar a los demás personajes, del que aún sigue sobresaliendo, obviamente, Lady Macbeth (una perfecta Jeanette Nolan), aunque en un grado ligeramente inferior al de la obra escrita.

Curiosamente, los otras veces que Macbeth ha sido llevada al cine, ha sido contemplada de una manera totalmente distinta. Si bien, mi preferida, es la brutal Trono de sangre (Kumohosojo, 1957) de Akira Kurosawa, posiblemente la menos fiel a la obra de Shakespeare, pero sin duda la más terrible a nivel psicológico y con una Lady Macbeth tan fría y distante que incluso su delirio final deviene en satisfacción para el espectador (algo que no ocurre en la obra de Welles, donde se acaba por sentir lástima de la desdichada Lady Macbeth). Kurosawa además, variaba de manera radical el final de la obra, al ser Macbeth asesinado en vez de por Macduff (con lo cual no adaptó una de las partes más sangrientas de la obra: aquella en que Macbeth acaba con la mujer e hijos de McDuff; todo lo contrario a lo que haría Polanski en el futuro), por sus propios hombres que habían dejado de creer en él. El Macbeth (Ídem, 1971) de Polanski, posiblemente el más endeble, pero también el más espectacular; es una excelente obra nacida de los infiernos del realizador (entre su anterior film, La semilla del diablo [Rosemary's Baby, 1968] y este, tuvo lugar la matanza de su mujer e hijo no nato a cargo del tristemente célebre Charles Manson), que se ven traducidos en el film en unas brutales escenas difíciles de aguantar para el espectador (en especial aquella en la que aparecen los cuerpos ensangrentados de los cuerpos de los hijos de Macduff, tras el brutal asesinato del primer hijo), incluso de manera muy tosca, como es el hecho de que el asesinato del rey Duncan sea representado, no estando así ni en la obra de Shakespeare. Sin duda Polanski, todos le conocemos, quiso acrecentar la maldad de Macbeth reflejando en vivo dicho asesinato. Si es necesario o no, casi es función de cada uno.

Volvamos a Welles, ¿qué nos ofrece así su menospreciado Macbeth? Para empezar, nos da, sin duda alguna, una de las mejores interpretaciones de Welles, a la altura de su increíble Quinlan o su no menos excelente Kane. Todo el metraje de la película, como he dicho antes, recae sobre sus hombros (hay muy pocas escenas en las que no aparece) y a Welles se le ve suelto entre tanta maldad y asesinato, disfrutando como un niño de un personaje, que por otra parte, se conoce muy bien. Su interpretación, contenida y estridente por igual, adornada por su maquillaje y su indumentaria vikinga, hacen del Welles de Macbeth el más feroz de todos los llevados a la gran pantalla. Seguramente, si Welles hubiera dispuesto de más dinero y tiempo habría hecho una obra significativamente diferente, pero las circunstancias fueron las que fueron, y pese a las pésimas condiciones del rodaje, a Welles le acabó quedando una excelente adaptación de la historia, y por tanto es digno de tantos elogios como cualquiera de sus otros films.

(1) La adaptación cinematográfica, precisamente de esta obra, sería el último sueño con el que moriría el realizador norteamericano.
(2) Hay una excelente relación de las obras de Shakespere realizadas por Welles en el magnífico libro sobre el cineasta que escribió Esteve Riambau: "El espectáculo sin límites". Colección Dirigido Por..., 1985. Barcelona.
(3) Hay unas declaraciones de Welles sobre la imposibilidad de las adaptaciones de Shakespeare por los norteamericanos, también perseguida por Al Pacino en su Looking for Richard, y es el hecho de la incapacidad de los americanos por entender la figura del rey. Según Welles, para ellos es una persona que un día se pone una corona y se sienta en un trono, y dice "Vamos a gobernar".
(4) Fragmento de la conferencia que diera Orson Welles en el curso de verano de la Escuela de Cine el British Film Institute recogida en las páginas de Nickel Odeon Nº16.                                 

http://www.miradas.net/0204/estudios/2002/08_owelles/macbeth.html

MacBeth (1948) Orson Welles Adaptation The Death of Macbeth


Macbeth  película
https://www.youtube.com/watch?v=8ZjDqPCJOaI

Macbeth – película española

https://www.youtube.com/watch?v=sX7SnFXbw7o




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