Era todo lo opuesto a una estrella de rock. Mientras los otros sacaban a relucir movimientos de pelvis, botas de gamuza, pantalones ajustados, camisas deslumbrantes, tupés monumentales, Roy Orbison se mostraba así: camisa discreta con el cuello religiosamente abotonado, pantalones sin tentaciones y un par de gafas negras nada atractivas. Sin embargo, este hombre sin "look" vivió un momento de popularidad extraordinario a principios de los años sesenta. No fue una carrera fácil la suya, en la época dorada de Presley, Richard y Lewis, pero cuando finalmente alcanzó la cima de las listas de éxitos, permaneció durante bastante tiempo en cabeza, destilando con su voz tranquila y serena canciones de sabor eterno, sabiamente arregladas. La historia de Roy Kelton Orbison se inició el 23 de abril de 1936, en Vernon, Texas. Orbison creció escuchando mucha música country en las radios locales y siendo aún un niño empezó a tocar la guitarra.
De adolescente formó su primer grupo country, The Wink Westerners, con el que dio muchos conciertos en los locales de la zona y conquistó la programación de la radio KVWC. The Wink Westerners alternaban canciones country con música de baile: esto les daba la posibilidad de tocar con más frecuencia y dé ganar más dinero. Las cosas funcionaron bien hasta que Elvis irrumpió en escena. Orbison recordaba así aquella época: "Teníamos un contrato en Odessa, Texas, y un repertorio sobre todo de canciones country. Pero llegó Presley y todo cambió. Advertí que también existía otro tipo de canciones, más rítmicas y excitantes". Una de las consecuencias del cambio de dirección musical de Orbison fue el cambio de nombre: los demasiado campestres The Wink Westerners fueron sepultados a favor de los más modernos Teen Kings. En este momento todo estaba listo para dar el gran salto en el mundo de la música. Sólo faltaba grabar algunas canciones para hacerlas circular por las compañías discográficas.
The Teen Kings se trasladaron a Clovis, cerca de la frontera de Nuevo México. Allí, en un pequeño estudio, el grupo grabó 'Ooby dooby' y 'Tryin' to get to you', que en seguida fueron publicadas, pero con escaso éxito. Pero aquellas canciones le sirvieron a Orbison como tarjeta de presentación para nuevas producciones, y en 1956 el grupo fue reclamado en Memphis por la prestigiosa Sun de Sam Phillips, el descubridor de Presley, Lewis, Cash y Perkins. Roy Orbison grabó una nueva versión de 'Ooby dooby', con The Teen Kings reducidos al papel de simples acompañantes. Las relaciones con Phillips duraron cerca de un año, sin gran entusiasmo por parte de ninguno de los dos; no congeniaban ni en el plano artístico ni en el personal. En 1958 Orbison dejó la Sun y se trasladó a Nashville, llamando a diferentes puertas como cantante y autor de canciones. La primera puerta que se le abrió fue la de The Everly Brothers, un dúo romántico muy popular en aquella época que grabó 'Claudette', una composición suya dedicada a su mujer.
'Claudette' aparece como cara B de su afortunadísimo single 'All I have to do is dream'. El éxito como autor volvió a poner de actualidad el nombre de Orbison como cantante, y RCA lo contrató para grabar el tema 'Almost 18'. Le siguieron 'Paper boy' y otras canciones que progresivamente llevaron a Orbison hasta un discreto grado de popularidad. Pero el gran éxito llegó con el tema 'Only the lonely', que conquistó la cabeza de las listas de éxitos tanto en Gran Bretaña como en Estados Unidos. De 'Only the lonely' en adelante Orbison conquistó un lugar absolutamente único en el mercado americano. Después de aquel vendidísimo single (más de un millón de copias) llegaron 'Blue angel' y 'Running seared', ambos a la cabeza de las listas y con ventas excepcionales. Pero, dejando aparte los discos vendidos, la excepcionalidad de Orbison residía en su calidad musical, gracias a la cual conquistó el corazón del más refinado público inglés.
Cuando el fenómeno Beatles explotó en todo el mundo, Orbison fue el único artista americano que siguió escalando repetidamente las listas británicas. Por otra parte, los mismos Beatles manifestaron muchas veces su reconocimiento a Orbison, requiriendo expresamente su presencia como apoyo en su primera gran gira por Estados Unidos, en 1965. De 1965 en adelante, la carrera de Orbison registró un natural declive. Sus canciones ya no se convertían automáticamente en grandes éxitos. Tampoco fue muy afortunada una incursión cinematográfica: The fastest guitar alive. Además, en 1966, el cantante sufrió una gran pérdida, al morir su adoradísima mujer, 'Claudette', en un accidente de coche. Dos años después, sus hijos perecieron en el incendio de su casa, mientras su padre estaba en Inglaterra realizando una serie de conciertos. Estas tremendas tragedias volvieron aún más sombrío e introvertido el carácter del cantante.
Artísticamente, las consecuencias fueron un cierto deslucimiento de su vena creativa y un regreso de Orbison al filón country. Los años ochenta supusieron el gran regreso de Orbison: más gordo, con sus inolvidables gafas negras, Orbison fue llamado por Jerry Lee Lewis, Johnny Cash y Chuck Berry para sustituir al desaparecido Presley en la reconstrucción del famoso "Million Dollar Quartet". El director David Lynch incluyó algunas de sus canciones en la película Terciopelo azul. En 1987 se publicó 'In dreams', un álbum doble con una selección antológica de sus mejores canciones. En la contraportada se lee una apasionada dedicatoria de Bruce Springsteen, eterno fan de Orbison: "En 1970 tuve que viajar 15 horas en el remolque de un camión para tocar en una fiesta en Nashville en la que actuó también Orbison. Tenía veinte años, era una noche oscura y él llegó con sus gafas negras, su traje oscuro para cantar canciones tristes... Cuando en 1975 iba a grabar 'Born to run', decidí que haría un disco con el tipo de letra que usaba Dylan, el tipo de sonido de Phil Spector y también decidí que quería cantar como Roy Orbison. Ahora todos saben que nadie puede cantar como Roy Orbison".
Más tarde en 1988, Orbison entró a formar parte del quinteto "fantasma" The Travelling Wilburys, nombre detrás del cual se esconden, además de Orbison, Bob Dylan, Tom Petty, George Harrison y Jeff Lynne. Juntos grabaron 'Travelling Wilburys, vol.1', un álbum de canciones entre lo "revivalístico" y lo melancólico. En la historia de Roy Orbison, efectivamente, hay algo triste, algo trágico, pero envuelto por una sensibilidad artística austera, seria. Sus canciones pueden considerarse como el sueño de un triste muchacho tejano enamorado del rock. Sueño que terminó bruscamente la noche del 6 de diciembre de 1988, cuando Orbison murió de un infarto. La posterior edición del álbum 'Mystery Girl', que cuenta con las colaboraciones de miembros de U2, entre otros, y la del vídeo 'A Black & White Night', que recoge un concierto en su homenaje celebrado en Los Angeles con la participación de Elvis Costello, Tom Waits y Bruce Springsteen, han elevado el nombre de Roy Orbison al olimpo de los dioses del rock.
http://historiasderock.es.tl/Roy-Orbison.htm
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