MACBETH
(Macbeth, 1948)
La tragedia
wellesiana
Shakespeare
y Welles
Larga y fructuosa ha sido la obra del escritor inglés
William Shakespeare sobre la vida y obra de Welles, tanto en el ámbito
radiofónico, como en el teatral o el cineasta, que es el que realmente nos
interesa. Si bien, desde siempre se ha hablado de la precocidad (y gran
inteligencia) del joven Welles, que con nueve años ya montara una adaptación de
El rey Lear (1), Welles ha llegado a interpretar y dirigir prácticamente la totalidad
de las obras de Shakespeare:Enrique VI, Ricardo III, Romeo y Julieta, Ricardo
II, El mercader de Venecia, Enrique IV, Enrique V, Las alegres comadres de
Windsor,Julio César, Hamlet, Othello, Macbeth y El rey Lear (faltarían, entre
otras, obras como Sueño de una noche de verano, Trabajos de amor perdidos o
Coriolano -2-).
Así, la que sería su primera adaptación cinematográfica del
maestro inglés, sería Macbeth, posiblemente, junto con Otelo yRicardo III, las
obras más sangrientas y terribles de Shakespeare, con tres personajes
claramente representativos de la encarnación del mal: Lady Macbeth, Iago y, el
jorobado de Ricardo III. Como bien apunta Riambau, Welles en momentos de apuro
recurría a materiales ya conocidos, como hiciera con El cuarto mandamiento tras
la hecatombe de Ciudadano Kane (Citizane Kane, 1941) o en Campadas a medianoche (1962) tras la mala
recepción de las hoy reconocidas obras maestras Sed de mal (Touch of Evil,
1958) y El proceso (Le procès, 1963). De esta manera entró entonces en el
terreno de las adaptaciones de Shakespeare a la gran pantalla (de la que una
vez el propio Welles llegó a renegar -3-), justo después del descalabro de su
última producción, tras el sacrilegio de los distribuidores de Columbia
encargados de La dama de Shanghai (The Lady from Shanghai, 1948), montándola a
su gusto y creando así una mala impresión, tanto en el público como en el
propio Welles.
Probablemente, sea de las tres adaptaciones de Shakespeare
realizadas por Welles, Macbeth la más endeble, frente al mejor acabado de su
Otelo (Othello, 1952) y las magnificencias de su Campanadas a medianoche. Y no es que la apropiación de las
ideas de Shakespeare en el terreno Wellesiano se aborden mejor en Falstaff y
Otelo que en Macbeth, si no más bien, la extrema simpleza en condiciones (tanto
económicos como técnicos) que envolvió el rodaje del film, acabó por dejar una
huella imborrable en este de sabor a poco aprovechada. En especial, viniendo
del joven genio que había deslumbrado a todo el mundo con sus primeras y
atrevidas obras.
Así Welles, dolido por la mala recepción que tuvo su Dama de
Shanghai se cobijó bajo a un terreno conocido y quiso llevarlo a la pantalla lo
más fidedignamente (y clásicamente) posible, lejos del, por lo visto, brutal
Voodo Macbeth que realizara en 1936 con el Federal Theater de Nueva York.
Cinética del narcisismo: Welles-Kurosawa-Polanski
Welles contó con sólo 23 días de rodaje y un presupuesto
nimio, totalmente ridículo, de 75000 dólares para llevar a cabo su adaptación. Dando
constancia de tal masoquismo, el público de la época, en vez de aplaudir a
Welles por su hazaña, se lo echó en cara, tal y como el mismo Welles afirma:
«Los que se conocen este negocio saben que eso es rodar más que deprisa. La
idea que me guiaba al hacer Macbeth no fue hacer un gran film y esto no es
normal porque todo director, incluso cuando está rodando una estupidez, debería
tener como meta hacer una gran película. Desgraciadamente ni un solo crítico en
todo el mundo rindió tributo por mi rapidez. Pensaron que era un escándalo que
se realizara en 23 días. Y tenían razón, pero no podía escribirles uno por uno
y explicarles que no había quien me diera dinero para rodar un día más (...) No
me avergüenzo de las limitaciones de la película»
El principal método de Welles en la adaptación basó en una
escenografía rudimentaria, de cartón piedra, con armaduras y pieles totalmente
rupestres, y cuernos y coronas de lo más estridentes y estrafalarias. De alguna
manera el film de Welles es puramente teatral, ya no sólo por la falta de
escenarios, si no por la adecuación de los pasajes, e incluso, por la tremenda
focalización que Welles realiza sobre el propio Macbeth mucho más marcada que
en la obra de Shakespeare (por algo era Welles quien la interpretaba), llegando
prácticamente a borrar a los demás personajes, del que aún sigue sobresaliendo,
obviamente, Lady Macbeth (una perfecta Jeanette Nolan), aunque en un grado
ligeramente inferior al de la obra escrita.
Curiosamente, los otras veces que Macbeth ha sido llevada al
cine, ha sido contemplada de una manera totalmente distinta. Si bien, mi
preferida, es la brutal Trono de sangre (Kumohosojo, 1957) de Akira Kurosawa,
posiblemente la menos fiel a la obra de Shakespeare, pero sin duda la más
terrible a nivel psicológico y con una Lady Macbeth tan fría y distante que
incluso su delirio final deviene en satisfacción para el espectador (algo que
no ocurre en la obra de Welles, donde se acaba por sentir lástima de la
desdichada Lady Macbeth). Kurosawa además, variaba de manera radical el final
de la obra, al ser Macbeth asesinado en vez de por Macduff (con lo cual no
adaptó una de las partes más sangrientas de la obra: aquella en que Macbeth
acaba con la mujer e hijos de McDuff; todo lo contrario a lo que haría Polanski
en el futuro), por sus propios hombres que habían dejado de creer en él. El
Macbeth (Ídem, 1971) de Polanski, posiblemente el más endeble, pero también el
más espectacular; es una excelente obra nacida de los infiernos del realizador
(entre su anterior film, La semilla del diablo [Rosemary's Baby, 1968] y este,
tuvo lugar la matanza de su mujer e hijo no nato a cargo del tristemente
célebre Charles Manson), que se ven traducidos en el film en unas brutales
escenas difíciles de aguantar para el espectador (en especial aquella en la que
aparecen los cuerpos ensangrentados de los cuerpos de los hijos de Macduff,
tras el brutal asesinato del primer hijo), incluso de manera muy tosca, como es
el hecho de que el asesinato del rey Duncan sea representado, no estando así ni
en la obra de Shakespeare. Sin duda Polanski, todos le conocemos, quiso
acrecentar la maldad de Macbeth reflejando en vivo dicho asesinato. Si es
necesario o no, casi es función de cada uno.
Volvamos a Welles, ¿qué nos ofrece así su menospreciado
Macbeth? Para empezar, nos da, sin duda alguna, una de las mejores
interpretaciones de Welles, a la altura de su increíble Quinlan o su no menos
excelente Kane. Todo el metraje de la película, como he dicho antes, recae
sobre sus hombros (hay muy pocas escenas en las que no aparece) y a Welles se
le ve suelto entre tanta maldad y asesinato, disfrutando como un niño de un
personaje, que por otra parte, se conoce muy bien. Su interpretación, contenida
y estridente por igual, adornada por su maquillaje y su indumentaria vikinga,
hacen del Welles de Macbeth el más feroz de todos los llevados a la gran
pantalla. Seguramente, si Welles hubiera dispuesto de más dinero y tiempo
habría hecho una obra significativamente diferente, pero las circunstancias
fueron las que fueron, y pese a las pésimas condiciones del rodaje, a Welles le
acabó quedando una excelente adaptación de la historia, y por tanto es digno de
tantos elogios como cualquiera de sus otros films.
(1) La adaptación cinematográfica, precisamente de esta
obra, sería el último sueño con el que moriría el realizador norteamericano.
(2) Hay una excelente relación de las obras de Shakespere
realizadas por Welles en el magnífico libro sobre el cineasta que escribió
Esteve Riambau: "El espectáculo sin límites". Colección Dirigido
Por..., 1985. Barcelona.
(3) Hay unas declaraciones de Welles sobre la imposibilidad
de las adaptaciones de Shakespeare por los norteamericanos, también perseguida
por Al Pacino en su Looking for Richard, y es el hecho de la incapacidad de los
americanos por entender la figura del rey. Según Welles, para ellos es una
persona que un día se pone una corona y se sienta en un trono, y dice
"Vamos a gobernar".
(4) Fragmento de la conferencia que diera Orson Welles en el
curso de verano de la Escuela de Cine el British Film Institute recogida en las
páginas de Nickel Odeon Nº16.
http://www.miradas.net/0204/estudios/2002/08_owelles/macbeth.html
MacBeth (1948) Orson Welles Adaptation The Death of Macbeth
Macbeth película
https://www.youtube.com/watch?v=8ZjDqPCJOaI
Macbeth –
película española
https://www.youtube.com/watch?v=sX7SnFXbw7o