Canciones con historia: Argentina: "Peluca
Telefónica" García-Aznar-Spinetta
“Juego de papel doblado que consiste en hacer,
componer una frase o un dibujo entre varias personas, sin que ninguna de ellas
pueda tener en cuenta la colaboración o las colaboraciones precedentes. El
ejemplo, convertido en clásico, que ha dado nombre al juego procede de la
primera frase: Le cadavre - exquis – boira- levin – nouveau (El cadáver-exquisito-beberá-el
vino-nuevo)”, dice el Diccionario de Surrealismo de André Breton en su
definición del cadáver exquisito. A mi me gusta más un término “zapada
literaria”, por el simple hecho de que da a la idea de algo más nuestro, como
si un jazzista se pusiera a jugar, pero con palabras y no con las notas de su
instrumento.
Justamente de esta mezcla de música y literatura, nacen algunos
temas del rock nacional que, aparte de estar buenísimos, son muy locos y han
quedado para siempre en la historia de nuestra música. Dos de ellos, a los que
en este post haremos referencia, tuvieron como autores al mismísimo Charly y a
Pedrito Aznar, uno acompañados con el Flaco Spinetta. “Peluca Telefónica” y
“Cucamonga Dance”, podrían ser parte de encuentros surrealistas, en los que
Breton y García Lorca se pusieran a soñar frases delirantes que parecen no
decir nada, y al final te dejan con una sonrisota en la cara.
“¿Ese es tu walkman?…
Qué moderno!”, decía al comienzo, dando cuenta de lo último en la tecnología de
la época. Y después, largaba con esa catarata de locuras: “No le debo nada a Entel, me cuido la nariz, el silencio termina
mañana, me voy a desvestir“. Por un momento tiene una luz de
cordura, y hasta invita a la reflexión con: “El
tiempo que yo soñé es la eternidad, es la dulce fe
de que sigas conmigo por siempre, por siempre por aquí“, pero no por mucho, porque vuelve a asegurar: “Y cuando encuentro un amigo lo tengo que buscar, y voy al supermercado buscando un capataz“.
de que sigas conmigo por siempre, por siempre por aquí“, pero no por mucho, porque vuelve a asegurar: “Y cuando encuentro un amigo lo tengo que buscar, y voy al supermercado buscando un capataz“.
El tema que Charly
incluyó en su “Yendo de la cama al living”, en 1982, unió a estos tres grandes
del rock nacional: García, Aznar y Spinetta, con frases para la historia como:
“Telefon, tirate ya del
trampolín. Papelón, sacáte la gomina, pelá la brillantina. Ya no tengo monedas
de nylon, perdí mi peluquín. Me sigo pavimentando y llegaré hasta el fin.
Alegría, quiero ver tu foto en los diarios riéndote por qué“. Y
para cerrar, una hermosa: “El sueño que yo soñé es la
humanidad“.
Casi 10 años después,
Charly y Aznar sacaron lo que fue el tercer disco como duo: “Tango 4″, después
de “Tango” y “Radio Pinti”. En el álbum del ’91 presentaron la canción
“Cucamonga Dance”, aún más pirada que “Peluca…”, con la intervención del gran
actor Jorge Luz. Lo del walkman moderno pareció aquí un ensayo del más grande
intelectual del momento al lado de estrofas como: “¿Qué hago en el desierto?, yo buscaba un puerto y se me aparece un
bar. Yendo a California me encontré a la momia que me invitó a pasar“.
“Dance… Cucamonga
dance”, invitaba a bailar la canción, que decía genialidades como: “Hay mozos en la pista. Se me va la vista. ¿Qué me dieron de tomar?
Me salieron tres cabezas, por nariz tengo una mesa, y no paro de girar. Yo era
un argentino, le daba sólo al vino, pero esto es otro plan (Rombo!)“.
La canción terminaba con una frase en inglés, la frutilla del postre, para
terminar con la locura: “There is a fine line between
travelling and becoming a monster (Hay
una delgada línea entre viajar y convertirse en un monstruo)”. Dicen que los
locos en realidad son genios incomprendidos…
http://www.puntal.com.ar/blogs/dichoencriollo/?tag=peluca-telefonica
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