lunes, 1 de diciembre de 2014

Qué leer : ¿Por qué a Khalil Gibrán?

Hay tres razones por las que recomiendo la lectura del escritor libanés Khalil Gibrán. La primera es que fue un revolucionario de su época. En segundo lugar, no se tragaba lo que la sociedad en la que vivió, en especial la burguesía y el clérigo, le intentaban imponer. Y la tercera, porque su forma de narrar le hace creer al lector que lo que está leyendo le pasó de verdad al autor.
Gribrán nació en el Líbano en enero de 1883, y murió en Nueva York (Estados Unidos) en abril de 1931. Su principal característica fue luchar por la idea de la espiritualidad, pero oponiéndose a la forma en que la iglesia proponía la aplicación de ésta.

Así es como nace una de sus obras más ricas en narrativa, que es Espíritus rebeldes. Este es un libro compuesto por, en una primera edición, dos cuentos: Khalil el hereje y El llanto de los sepulcros. En esta obra, publicada en 1908, el autor intenta rasgar las vestiduras de los obispos, quienes, denuncia Gibrán, se aprovechaban de los campesinos, explotándolos laboralmente y sin una paga justa.
En 1912 este escritor, que además fue poeta, pintor y filósofo (esta última faceta se puede comprobar en cada uno de sus libros), publica Alas rotas. Esta obra, a mi parecer, es la segunda mejor de Gibrán, después del consagrado Espíritus rebeldes.

Alas rotas es la historia de un hombre, se hace suponer que es el propio Gibrán, ya que el libro está narrado en primera persona, que a sus dieciocho años encuentra el amor en Selma, una joven “que es sentimental” y que todo lo ve “con los ojos del espítitu”, a como Gibrán la describe. Ambos muchachos se enamoran y se crean un mundo de fantasías impregnadas de ese sentimiento tan apetecido: el amor.
A lo largo del libro nos deleitamos con la riqueza de narración poética que posee Khalil. Frases llenas de sentimientos y descripciones que te adentran en cada estrofa del libro, más el dolor que no sabemos por qué, pero va apareciendo poco a poco, desde el prefacio, componen Alas rotas.

El libro es una historia de amor, pero no con el final feliz como los que los cuentos de hadas o las novelas mejicanas nos acostumbraron. La historia está hilvanada de poesía, de amor, de sentimentalismo puro. Pero al final… al final sucede lo que no nos imaginamos. Selma muere. ¿Cómo muere? Les invito a leer la historia completa.

Khalil Gibrán fue un escritor de obras bastantes cortas de tamaño, pero llenas de contenido y de poesía.

Les comento, ahora, sobre otras obras de este libanés:
El profeta: Un hombre, profeta, va ofreciendo conceptos sobre la vida y lo que en esta hay: amor, matrimonio, hijos, el trabajo, los alimentos, la bebida, etcétera, llenando de esperanza y de fe los oídos de las personas que le rodean. El pueblo sigue al profeta y ellos mismos le van pidiendo que les hablen acerca de los temas que forman la vida humana.
El loco: Está compuesto por una serie de relatos cortos, al estilo de microliteratura, que despojan de todo maquillaje o máscara los sentimientos de quien los lee. Los relatos están narrados con ironía, e incluso humor, que hacen de cada uno una lectura única y, además, promueven el pensamiento crítico de los actos del día a día.
Las Tempestades: Este libro es una recopilación de ensayos y poemas que Gibrán, inicialmente, escribió en árabe, y que luego fueron editados y traducidos. Estos textos contienen pensamientos profundos que raspan lo más hondo del ser humano. En este libro se logra ver más clara la parte filosófica de Khalil Gibrán.

http://www.confidencial.com.ni/articulo/12976/


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