El concierto es una forma instrumental que apareció durante las dos últimas décadas del siglo XVII, y que se convirtió en una de las formas instrumentales más importantes del Barroco. En el concierto se resumen todas las características de la música barroca: el contrate de movimientos rápidos y lentos, la oposición de timbres e intensidades, el estilo concertato en la confrontación del conjunto de instrumentos de la orquesta con el solista o los solistas.
Dentro del concierto barroco podemos distinguir el concierto grosso, género representativo de la música instrumental barroca y precursor del concierto para solista y de la orquestra moderna.
El concierto es una forma para un instrumento solista o varios instrumentos solistas y la orquesta, el solista es el protagonista de la obra y tiene que mostrar tanto la capacidad técnica del instrumento como su capacidad expresiva.
Está estructurado en tres movimientos: rápido-lento-rápido. En el primer movimiento así como en el tercero, es la orquesta quien comienza con su tema, dejando paso posteriormente al solista o los solistas, a partir de ahí se inicia un diálogo entre ambos: orquesta-solista. En el segundo es el solista o los solistas los protagonistas del movimiento, aunque también pueda ser estructurado como el primero y el tercero.
En el barroco el instrumento rey por excelencia era el violín y por tanto la mayor parte de los conciertos fueron escritos para él, aunque también ocuparon el puesto de concertino cellos, oboes, trompetas, flautas, claves u órganos.
Muchos son los compositores que aportaron al desarrollo de esta forma en el barroco (Albinoni, Marcello, Tartini....etc.) pero sin duda alguna el experto por excelencia y más prolífico(425 conciertos) fue el italiano Antonio Vivaldi. que estableció su forma definitiva determinando como norma el ciclo en tres movimientos Rápido-Lento-Rápido.
Al escuchar cualquier concierto de Vivaldi podemos observar como la introducción en tutti, determina el “tema” principal, el carácter y el tempo del movimiento al que nos refiramos. Este tema principal suele reaparecer a lo largo del movimiento y esto es conocido con el nombre de ritornello. Con Vivaldi quedan establecidos en modo y número, los ritornellos que alternan (en una u otra modalidad) con el solo del concertino.
No obstante, el concierto barroco alcanzó con Bach su máximo esplendor, al combinar los elementos más tradicionales, con su extraordinaria habilidad armónica y contrapuntística, y explotar el desarrollo motívico de los ritornellos.
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/iesmateoaleman/musica/documentos/3eso/form_instr_barr.htm
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