Haydn - La creación
La experiencia del “Sturm und Drang” fue decisiva para la
música europea, en pro de la nueva concepción de la música culta, y que el
célebre teórico Heinrich Cristoph Koch, en su Musicalisches
Lexikon del 1802, sintetizaba
así: “La expresión de los sentimientos, en sus más variadas manifestaciones, es
lo verdadero, el último fin de la música y por esa razón el primero, requisito
fundamental de cada músico (...) La manifestación de nuestros sentimientos
(...) es una consecuencia de la representación de cuanto sentimos en nuestro
corazón.” Estos son algunos de los principales rasgos del “Sturm und Drang”, la
selección de tonalidades menores, el redescubrimiento del contrapunto, una
armonía clara, sin que ello implique un alejamiento del cromatismo tan
recurrente en la música de Bach, el empleo de la dinámica —cada vez más
evidente y desesperada— esquemas rítmicos sincopados, así como la presentación
temática al unísono por parte de toda la orquesta, son esos algunos medios que
ostensiblemente hallamos en las obras de Franz Joseph Haydn.
A Franz Joseph Haydn (Rohrau, 31 de marzo de 1732 Viena, 31 de mayo de 1809), junto con Mozart y Beethoven, se le
considera uno de los máximos exponentes del clasicismo vienés. Asimismo se le
distingue como el "padre" de la sinfonía e intrétpido renovador de la
sonata para piano y del cuarteto de cuerda. Su
obra, prolífica, contiene sinfonías, conciertos, música de cámara, obras
vocales y corales, misas y oratorios, entre otros géneros como las Stüke für Spieluhr.
En sus postreros años vieneses Haydn se dedicó a la
composición de misas y oratorios, como Las
siete últimas palabras de
Cristo en la cruz (1796), con
texto del barón Gottfried van Swieten, La
Creación (1798) y Las Estaciones (1801).
Fue
en su segundo viaje a Londres cuando Haydn conoció el texto que le serviría
para La Creación. Se trata
de una adaptación de Paradise
Lost (1663) (El Paraíso
perdido) del insigne poeta
británico John Milton; (sin duda alguna la gran
obra miltoniana que le ha
merecido fama internacional)—.. El
Paraíso perdido es una vasta
producción, tan épica como ditirámbica, que nos introduce a una visión muy
particular, compleja y gloriosa, de la Creación partiendo del relato del Génesis. Haydn solicitó de su amigo el barón
van Swieten la traducción del texto de Milton al alemán.
En La Creación de Haydn es relatada por los ángeles
Gabriel, Uriel y Rafael. Cuanto se creó en los seis días —en el séptimo Dios
descansó— se describe de forma concisa, breve y detallada, primeramente
(recitativos) para ser glosado a continuación (arias, dúos...). El final de
cada uno de los días es halagado y festejado por los coros de las milicias
celestiales (coro).
En
el final de la segunda parte se describe el cenit de la obra de Dios: la
creación del hombre.
La
tercera parte de la obra es una gran conclusión en la qué se narra la vida
placentera de nuestros primeros padres Adán y Eva, en el Paraíso.
«La
tensión fundamental del oratorio comprende desde la presentación del caos antes
de aparecer la luz de la razón, hasta la armonía pura, principio del tercer
acto (tres flautas, símbolo de la armonía y de la Trinidad)», según el director
de orquesta Jordi Mora.
Casi
tres años es lo que le comportó la elaboración de la partitura. A modo de
apostilla diremos que antes de comenzar a componer, se arrodillaba y pedía luz
y fuerza al Señor. Die
Schöpfung se
estrenó el 29 de
Abril de 17 98 bajo la dirección del propio Haydn.
«Esta
sorprendente obra —comenta el maestro Mora— es como un homenaje haydiniano a la
tradición barroca, donde se combinan genialmente la sencillez de los temas con
el más elaborado contrapunto utilizando además una cuidada y original
instrumentación. La Creación es el triunfo de la delicada combinación entre
simplicidad y calidad, el lenguaje musical es aquí tan universal como
comprensible, a semejanza del que Mozart obtuvo con Die Zauberflöte (La Flauta Mágica). Tras una
posible prohibición de ejecución, del oratorio que nos ocupa, en las iglesias,
por parte de un presbítero, Haydn argumentó “estoy convencido que tras escuchar La Creación, los corazones de
muchas personas estarán más movidos que después de oír un sermón de ese
personaje”».
El día 27 de marzo de 1808 en
Viena asistió Haydn a una audición de La
Creación dirigida por Antonio Salieri con el texto en italiano. En el teatro
había una delegación de músicos entre los que se encontraba Beethoven.
http://www.filomusica.com/filo79/haydn.html
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