George
Bernard Shaw
(Dublín, 26/07/1856 - Ayot Saint
Lawrence, Reino Unido, 02/11/1950)
Dramaturgo y periodista irlandés.
Perteneciente a una familia de la burguesía protestante irlandesa, empezó a
trabajar a los dieciséis años, por lo que terminó su formación de modo
autodidacto. Cuando sus padres se separaron fue a vivir a Londres con sus
hermanas y su madre, que era profesora de música (1876). En los años
siguientes trabajó como periodista y crítico teatral y de música para
diversos periódicos, al tiempo que publicaba novelas por entregas, si bien
sin éxito; sus ingresos eran muy parcos, por lo que vivió en una relativa
penuria.
Tras entrar en contacto con la obra de Marx,
se hizo socialista (1884) y pasó a formar parte de la Sociedad Fabiana,
contraria al empleo de métodos revolucionarios para la transformación de la
sociedad. La doctrina marxista se convirtió a partir de entonces en el
principal referente de la brillante y ácida crítica social lo mismo de sus
artículos que de sus obras literarias. En 1898 contrajo matrimonio con la
irlandesa Charlotte Payne-Towshend, que procedía de una familia adinerada.
Sus trabajos como crítico teatral en el
Saturday Review le dieron cierto renombre, gracias a sus críticas a los modos
y las ideas del teatro victoriano, y su defensa del teatro de Ibsen; su
capacidad como crítico musical se puso así mismo de relieve a través de sus
elogiosos análisis de Wagner.
Por esta época orientó su producción
literaria hacia el teatro, género en el que encontraría la mejor fórmula para
desarrollar sus intenciones críticas y didácticas, y también el que le
reportaría sus mayores éxitos. Su primera obra para la escena, Casas de viudos (1892), reflejaba claramente el
influjo de Ibsen; en ella resulta evidente la
intención didáctica que guiaría toda la obra de Shaw, cuyas piezas
constituyen siempre, en cierto sentido, «dramas de ideas», y su finalidad
crítica con las hipocresías y las injusticias sociales.
Lo mismo sucede con La profesión de la señora Warren(1894),
donde el mundo de la prostitución le brinda la ocasión para su crítica al
capitalismo; a pesar del tema y la intención de ambas obras, el tratamiento
no adopta en ningún momento un tono trágico, sino que la trama y las ideas se
aderezan con un humor ácido e incisivo, que será característico de su extensa
obra dramática, y gracias al cual logró atraer a sus piezas a un amplio
público, en su mayor parte procedente de las mismas clases medias que
constituían el objeto de sus críticas.
En 1905, expuso en Hombre y superhombre su teoría de la humanidad como
estadio más avanzado de la evolución de la «fuerza vital» hacia formas más
espirituales. Divulgador de las ideas de pensadores como Nietzsche o Bergson,
su teatro tenía más éxito en el continente que en su propio país, donde no
logró el reconocimiento público hasta la representación de La isla de John Bull (1904).
A menudo se considera que la mejor comedia
de Shaw es Pigmalión,
cuya intención didáctica era inicialmente popularizar la fonética, pero que
se convierte en una aguda crítica del sistema de clases inglés, a través del
experimento del protagonista, Henry Higgins, quien pretende hacer pasar a una
florista por una dama, para la cual le enseña dicción y, naturalmente,
«buenas maneras».
La agudeza de los diálogos y el realismo que
domina la mayor parte de las obras de Shaw le dieron una gran popularidad,
por lo que al final de su vida se había convertido, paradójicamente, en toda
una institución del incorformismo y de la extravagancia. Tras la vertiente
humorística de sus obras, sin embargo, aflora siempre una conciencia crítica
y pesimista, que sirvió a su vez durante largo tiempo como conciencia de sus
contemporáneos.
Fue ganador del Premio Nobel de Literatura en 1925
y del Óscar l al mejor guión adaptado. (Pygmalion) en 1938.
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http://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/shaw.htm
Pigmalión – George Bernard Shaw
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