El sol de mi guitarra huyó
desolada quedé,
y sola sin el SOL
en Mi traté de descubrir
adonde el Sol se fue
y el Mi se fue con él.
El Fa no pudo contestar
de soledad tal vez
vivía entre los dos.
El Si, por fin dijo no sé
ni el Do, ni el La, ni el Re
pudieron responder.
De repente una mañana
de mi pecho se escapó
una voz que me decía
por aquí esta el Sol
y empezamos andar
entre telarañas de un viejo disfraz
y rostros de amores que ya no están.
Siento que remonto vuelo
y voy planeando en espiral
sobre muertos no olvidados
sobre el bien y el mal
y la niña que fui
se alegra de verme llegar al final
donde el Sol
va a dar a luz el amor.
Y canta ...
Aunque no lo veamos
el sol siempre está.
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