Canciones
con historia: “It
Must Have Been Love” Roxette
“Esta canción nos llevó desde la fría Suecia,
hasta el caluroso Hollywood” comenta Per Gessle antes
de interpretar “It Must Have Been Love”, el clásico de Roxette que por estos días cumple 25 años de vida. Fue
un 5 de mayo especial para el dúo sueco que se presentó en nuestro país por
segunda vez en menos de un año. Anteriormente había sido el Movistar Arena,
esta vez un Teatro Caupolicán repleto que albergó una jornada de hits y karaoke
masivo.
Importante habrá sido para algunos
fanáticos nacionales poder ver a Roxette nuevamente sobre los escenarios y
después de tan poco tiempo, sin embargo, algo casi seguro es la mayúscula
importancia que tiene para Marie Fredriksson estar sobre esa tarima cantando para
todos nosotros.
Con su característico pelo corto y a
estas alturas más blanco que blondo, Marie de 53 años se ve débil sobre el
escenario. Su poder interpretativo sigue siendo altísimo a momentos, pero en
general hoy su voz carece de la potencia característica de antaño. Se mueve
poco, a menudo pierde el equilibrio (durante su presentación en el Teatro
Caupolicán estuvo a segundos de perder el equilibrio por completo y caer al
suelo) y necesita ayuda para caminar fuera del escenario. Estos rasgos no solo
parecen extraños para una persona de 53 años, sino que se acentúan aún más al
ver la vitalidad de su compañero Per Gessle, quien con su guitarra colgada al
hombro, aún se mueve como en un mejores años.
La situación antes descrita esconde un
enorme sufrimiento desconocido para muchos, y que convierte a cada presentación
de Roxette, en un
milagro. Fue en el otoño de 2002, cuando a la vocalista de Roxette se le diagnostica un tumor cerebral que la
mantuvo más de cuatro años alejada de los escenarios y con un estricto
itinerario de rehabilitación. Fueron días difíciles para la intérprete de “Joyride”, quien
de pronto comenzó con episodios en los cuales no podía hablar. Rápidamente se
le diagnosticó el tumor cerebral que la obligó a someterse a una delicada
operación e iniciar un largo camino hacia la recuperación.
Durante los cuatro años siguientes, Marie debió
aprender a leer y a contar nuevamente y algunas de sus funciones motoras se
vieron afectadas. Poco a poco los avances en su recuperación comenzaron a
mezclarse con la música, bastión fundamental en el proceso de curación. Sumado
a la música, Marie comenzó
a dibujar, y así ambas terapias alternativas empezaron a contribuir en su
recuperación casi total, como la vemos hoy en día.
El Regreso
Si bien previo a 2009 Marie Fredriksson y Per Gessle hicieron algunas breves apariciones
públicas como Roxette, el
regreso definitivo fue en 2009, seis años y medio después de diagnosticada la
enfermedad a uno de sus miembros.
“Circus”, en Estocolmo, fue elegido
como el lugar donde Roxette regresó para presentarse frente a
familiares, fanáticos y amigos. En primera fila estaba su marido Mikael Bolyos
e hijos Josefin y Oscar, que terminaron de pié y con lágrimas en sus ojos.
Finalmente no fueron solo ellos quienes
se emocionaron, sino que Suecia completo. Evidencia de lo anterior es el
titular del diario “Expressen” al día siguiente: “It Must Have Been Love” (Tuvo que ser amor), acompañada de una
gran foto de Marie recuperada.
http://www.guioteca.com/musica-pop/roxette-la-impactante-historia-de-su-vocalista/
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