LA MÚSICA QUE
INSPIRÓ EDGAR ALLAN POE
En la
madrugada del 3 de
diciembre de 18 49, un tipógrafo descubrió en una calle de Baltimore
el cuerpo inanimado de Edgar Allan Poe. Llevado al hospital, murió allí cuatro
días más tarde minado por el alcohol pero, sobre todo, por una terrible
angustia. El año anterior, el joven poeta Charles Baudelaire había publicado su
primera traducción de un cuento de Poe titulado Revelación magnética.
Entusiasmado con el poeta norteamericano, en el cual reconocía un verdadero hermano
de elección, Baudelaire, poco a poco, traduciría su obra en prosa que aparece
publicada entre 1856 y 1865. Sin embargo, Baudelaire muere dos años después sin
haber logrado traducir los poemas con excepción de tres de los más célebres,
incluidos El cuervo y El palacio atormentado. El desafío es retomado por
Mallarmé, quien había emprendido entre 1862 la traducción de Ulalume. A través
de las traducciones, la obra de Poe adquirió en Francia una audiencia superior
a aquella de que gozaba en su país de origen.
Muy pronto, los compositores se sintieron atraídos por la
potencia de su universo poético. La mayor parte de estas partituras musicales,
incluyendo la Sinfonía de las campanas, de Rachmaninoff, aparecen en las dos
primeras décadas del presente siglo. En el ámbito francés, encontramos tres
obras unidas por el núcleo que será C. Debussy: de A. Caplet, confidente y
asistente cercano es la pieza titulada Cuento fantástico F. Schmitt se inspira,
a su vez, en el poema Palacio atormentado que aparece, igualmente, en la ópera
breve de Debussy titulada La caída de la casa de Usher. Caplet fue el único y
auténtico discípulo de Debussy y una de las historias más terroríficas de Poe
encuentra en este músico un exégeta sensible e inspirado en un estudio
sinfónico para arpa cromática y orquesta de cuerdas, que presiente el cercano
cataclismo de la Primera Guerra Mundial.
Su maestro, por su parte, había trabajado durante quince años en
un proyecto de dos óperas en un acto con textos de Poe, el cual fue abandonado
después de Pélleas y Melisande. Durante 60 años, los fragmentos de la partitura
inconclusa permanecieron olvidados hasta los 400 compases que reconstruye el
chileno J.A. Blin estrenados en Francfort en 1979. Debussy convierte el relato
de Poe en un libreto de virtudes eminentemente teatrales.
En nuestros días, la
influencia de Poe se manifiesta en la suite de Guy Reibel.
En alguna ocasión el
propio Poe escribiría: La música es la perfección del alma .
No hay comentarios.:
Publicar un comentario