domingo, 31 de agosto de 2014

Las Indias Galantes (suite), de Rameau



 Escuchemos Las Indias Galantes, una ópera-ballet que fue, de algún modo, una novedad por su temática y su estructura… La música es amable, ingeniosa, lógicamente bailable, variadísima… realmente deliciosa, en fin, cuarenta minutos del tipo de música necesaria para triunfar en los salones de la corte más ceremoniosa y protocolaria de que se tenga noticia, una música evocadora de otros tiempos y otras costumbres…
Vamos a seguir la Suite de las Indias Galantes en la versión de La Orquesta del Siglo XVIII, dirigida por Frans Brüggen. Se trata de una “Suite”, es decir, una selección de números de la obra, no la obra entera. Sí, ya sé que yo siempre pongo obras completas, pero en esta Suite se han eliminado los números cantados (en realidad, la mayoría son recitativos acompañados del clave), dejando sólo los números instrumentales, es decir, los dedicados al ballet.
En cuanto a la orquesta, se trata de una de tantas orquestas fundadas en toda Europa en los años setenta del siglo pasado, siguiendo las nuevas tendencias “historicistas”. La orquesta toca con instrumentos originales (o copias lo más perfectas posibles de los originales, porque originales-originales de verdad del Siglo XVIII… pues no hay tantos). En algún otro artículo anterior comenté que no tenía postura sobre si es mejor la música de los historicistas o los de tradición romántica… hay ocasiones, y obras, en que me gustan más las versiones de los unos, y otras, las de los otros. En este caso, el resultado de esta Orquesta del Siglo XVIII es excepcional. La música es deliciosa, el fruto de una época despreocupada, refinada, feliz y dedicada en cuerpo y alma a la galantería y el protocolo.
El argumento es sencillo: tras un prólogo de estructura muy formal y convenientemente mitológico (Hebe y Bellone, el amor y la guerra, tienen una confrontación muy educada que sirve como excusa a lo que viene a continuación), la obra se divide en cuatro actos que nos cuentan cuatro historias de amor galante que ocurren en “Las Indias”, lugar exótico y genérico que en el Siglo XVIII venía a significar “cualquier cosa fuera de Europa”. Los actos están ambientados respectivamente en Turquía, Perú, Persia y América del Norte; cuatro jóvenes de cuatro naciones “civilizadas” (y aliadas en la época): Francia, Italia, España y Polonia, son arrastrados a la guerra y acaban de no sé qué forma, supongo que por mediación de los dioses olímpicos, en “las Indias”, dando origen a cada uno de los cuatro actos.
La obra está dividida en tres videos con fotos fijas del Palacio de Versalles y sus jardines, fotos que al menos son adecuadas al tema. El primer video tiene el Prólogo, el segundo, los actos primero y segundo, y el tercer video, los actos tercero y cuarto.
Prólogo:
Comienza comme il faut, con una bella Ouverture, que, como toda buena obertura que se precie, da entrada a la obra; en el minuto 2:50 termina esta obertura y se produce la “Entrée des quatre nations” (Entrada de las cuatro naciones) donde los cuatro jóvenes de las cuatro diferentes naciones se presentan solemnemente al público.
Vienen a continuación una serie de piezas bailables, muy bailables. La primera, en el minuto 5:25, Air pour les esclaves africains (Aire para los esclavos africanos).[6] En el minuto 6:55, el Air vif (Aire vivo), donde el metal responde en canon a la cuerda en un alarde muy típico de Rameau. Sigue con una Musette en rondeau (Musette en corro; una musette es un tipo de danza barroca) en el minuto 8:55, pieza con una curiosa intervención de gaitas escocesas o irlandesas. En el minuto 10:10 viene el tranquilo Air pour les amants et les amantes (Aire para los amantes y las amantes) y en el minuto 11:20, un Air pour deux Polonais (Aire para dos polacos) en el que es fácil imaginarse a los susodichos polacos ataviados con sus chorreras y sus pelucas empolvadas haciéndose reverencias el uno al otro.
En el minuto 13:05 viene un minueto: Menuets I-II (Minuetos I-II; un minueto, o minué, es quizá la más característica danza barroca, ésa tan conocida en que las parejas van tomados por los deditos de la mano y se mueven por el salón como en un desfile y tal), y por fin, en el minuto 15:35, la vigorosa Contredanse final (la contradanza es otro tipo de danza barroca ejecutado por muchas parejas a la vez).
Tras esta última contradanza termina el Prólogo, y con él, el video. Para ver los dos actos siguientes (Le Turc généreux yLes Incas du Pérou), debemos cambiar de video:
Le Turc généreux (El Turco generoso) ocurre en cierta isla turca, y comienza con un corto Ritournelle pour le Turc généreux(Ritornelo para el Turco generoso, es decir, una especie de obertura para el acto). En el minuto 1:00 comienza la Forlane des Matelots (Forlane de los marineros; una forlane es otra danza barroca, claro está, que esta vez ejecutan los marineros turcos… no me imagino yo a los galeotes del Gran Turco bailando semejante danza, pero a los cortesanos franceses les debía parecer normal y todo…), y en el minuto 2:55, la última pieza de este acto, Tambourins I-II, una nueva y alocada danza de brillante factura que finaliza el acto, y que, para mi gusto, es de lo mejorcito de toda la obra. Oídla. Si conseguís no mover los pies mientras lo hacéis, enhorabuena. Bueno, o no.
En el minuto 4:30 comienza, sin solución de continuidad en el video, el tercer acto, Les Incas du Pérou (Los Incas del Perú, obviamente), el acto de mayor dramatismo de la obra, entendiendo “dramatismo” en el sentido wagneriano del término (aunque aún faltaran ochenta años para que naciera Richard Wagner) es decir, como “espectáculo total”, con los mayores alardes musicales y escenográficos posibles para representar la adoración del Sol y la erupción de un volcán en plena fiesta inca. Cómo se podría representar la erupción de un volcán en un escenario en 1735 es para mí un misterio.
El acto empieza inevitablemente con el inevitablemente corto Ritournelle pour les Incas du Pérou, de obvia traducción. En el minuto 5:33 está el Air des Incas (Aire de los Incas), con la gran solemnidad que el desfile del Gran Inca que se dirige al Templo del Sol requiere, y en el minuto 7:45, el Air pour l’adoration du soleil (Aire para la adoración del sol), con el ambiente necesariamente íntimo y recogido que es preciso para la ocasión. La última pieza del acto, en el minuto 10:05, es una nueva y espectacular gavota, otra danza barroca más: Gavottes I-II, que finaliza de forma brillante el acto… y el video.
Por fin, para ver los dos últimos actos (Les Fleurs y Les Sauvages), hay que cambiar de video:
Este tercer acto, Les Fleurs (Las Flores), tiene lugar durante la “Fiesta de las Flores” en algún lugar de Persia, y de forma sorprendente comienza con un nuevo ritornelo: Ritournelle pour la fête persane (Ritornelo para la fiesta persa), seguido en el minuto 1:05 de una Marche o Marcha para ambientar el desfile de los persas en su fiesta, y en el minuto 3:05, de un Air pour Zéphire (Aire para Zéphire, la protagonista del cuadro), donde la melodía de la flauta piccolo solista representa a la tal Zéphire enamorando a su amado. Apenas un minuto más tarde viene el Air pour Borée et la Rose (aire para Boreas y la Rosa), mucho más movido, que da fin al acto.
En el minuto 5:30 comienza el cuarto y último acto: Les Sauvages (Los Salvajes), acto que fue añadido con posterioridad a la obra, pues se estrenó ocho meses después del estreno de la obra en sí, para el que Rameau reutilizó música compuesta previamente. Sólo dos números tenemos de este acto en la Suite, pero ¡qué números, de lo mejor de toda la obra! En el minuto 5:30 está el magnífico Air pour les Sauvages (Aire para los salvajes), maravillosa pieza cuya base musical servirá para la Gran Danza de la Pipa de la Paz que cierra la obra y que no está en esta Suite, pues es una pieza cantada (la única de las piezas para voz realmente espectacular de la obra). A falta del canto de esta Gran Danza, el video se cierra con otra estupenda danza barroca, una chacona: Chaconne I-II, que comienza en el minuto 7:10. Cinco minutos perfectos de chacona para cerrar brillantemente la obra, y el video con ella.
Espero que os hayáis engalanado convenientemente para marcaros unos pasitos de baile, un baile muy galante, con la música de Rameau…

. http://eltamiz.com/elcedazo/2012/06/17/historia-de-un-ignorante-ma-non-troppo-las-indias-galantes-suite-de-rameau/

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