jueves, 14 de agosto de 2014


Jacques Offenbach I: Orphée aux Enfers


Culminamos nuestro ciclo de los Orfeos, claro que no agotamos la cantidad de obras ya sean ópera, ballet o música instrumental, sobre esta historia de amor truncado por la muerte. Con una Ópera Bufa, o sea una comedia. Offenbach puso música a una parodia sobre la historia de Orfeo, en esta parodia, Orfeo y Euridice se detestan, en realidad Euridice está enamorada de Aristeo ( otro pastor que en realidad es el mismo dios Plutón, quien la mata para raptarla ), Orfeo al encontrar a su mujer muerta salta de alegría, pero aparece la Opinión Pública ( el que dirán ) y esta obliga a Orfeo a ir primero al Olimpo para solicitar ayuda a los decadentes y aburridos Dioses.

Con su estreno de Orphée aux enfers el 21 de octubre de 1858 en el Théâtre des Bouffes-Parisien, por supuesto en París, Offenbach comenzó su exitosa carrera como compositor de óperas y -más importante aun- inició un nuevo género musical que seguiría dando deliciosos frutos hasta entrado el siglo XX, otra vez el tema de Orfeo comienza una nuevo capítulo en la historia de la música.

El propio tema de los dioses mitológicos 'desmitificados', los 'héroes en zapatillas', se convertirían en un recurso típico y tópico, que había sido relativamente popular en época greco-romana, pero que había desaparecido a favor de una visión heroica que llega hasta la actualidad

Sobre el tema de 'Orfeo', tan importante musicalmente, Offenbach hace una parodia del mito que se convierte al mismo tiempo en una sátira del régimen de Napoleón III a base sobre todo de 'travestir' a los personajes, lo que quiere decir vestir a los personajes con un vestuario que no es el suyo y les proporciona un rol distinto al original. Pero por supuesto esa parodia no tiene sentido si al mismo tiempo no es posible seguir siendo conscientes del rol primitivo o esperable. Así que la 'Opinión Pública' se convierte en una señora que va a la compra, que es una de las ocasiones aptas para escuchar a la opinión pública, aunque por supuesto habla como el coro griego al que está parodiando, con un vocabulario culto y términos latinos entreverados. Y 'travestida' está también la historia, de forma que aunque sigue siendo ella, también es al mismo tiempo la historia moderna, que transcurre en época napoleónica y con un argumento muy típico del siglo XIX, que tiene poco que ver con los intereses clásicos.

Claro que en el montaje de Wernicke esto se complica aun más, porque la historia pretende moverse en un triple espacio temporal y argumental: además de mantener reconocible el mundo de los dioses griegos, y el napoleónico, también se hace una obra de la actualidad. El 'travestismo' es doble, los personajes mezclan en sus ropas y comportamientos el siglo XIX con la actualidad, pero manteniendo reconocible también la historia clásica. ¡Menos mal que la ópera es una obra de 'arte total' y permite mezclar un telón de fondo de figuras clásicas, con una música decimonónica y un vestuario que podría ser de finales del siglo XX!. Y permite además que el telón de fondo no sea exactamente copia de uno romano o griego, sino un evidente pastiche estilo finales del XIX, aunque este tipo de murales aun se sigan usando en decoraciones actuales.

http://benditalamusica.blogspot.com.ar/2010/04/jacques-offenbach-i-orphee-aux-enfers.html


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