Acuérdate, Barbara,
Llovía sin cesar en Brest aquel día
Y te encaminabas sonriente
espléndida encantada empapada
bajo la lluvia
Acuérdate, Barbara
Llovía sin cesar en Brest
Y contigo me crucé en la calle de Siam
Tú sonreías
y yo te sonreía
Acuérdate Barbara
Tú a quien yo no conocía
Tú que no me conocías
Acuérdate
Acuérdate aún de aquel día
No lo olvides
Un hombre se resguardaba en un soportal
Y gritó tu nombre
Barbara
Corriste hacia él bajo la lluvia
Empapada encantada espléndida
Y te arrojaste en sus brazos
Acuérdate Barbara
Y no te enfades si te tuteo
Hablo de tú a quienes amo
Aunque los haya visto una sola vez
Hablo de tú a todos los que se aman
Aunque no los conozca
Acuérdate Barbara
No olvides
Aquella lluvia sabia y feliz
en tu rostro feliz
En aquella ciudad feliz
Esa lluvia sobre el mar
Sobre el arsenal
Sobre el barco de Ouessant
Oh Barbara
Qué gilipollez la guerra
Qué habrá sido de ti
Bajo esta lluvia de hierro
De fuego de acero de sangre
Y aquel que te estrechaba en sus brazos
Cariñosamente
Estará muerto desaparecido o quizá viva
Oh Bárbara
Llueve sin cesar en Brest
Como llovía antes
Pero no es lo mismo y todo se echa a perder
Es una lluvia de terrible luto y desolación
Ni siquiera es una tormenta
De hierro de acero de sangre
Son simplemente nubes
Que revientan como perros
Unos perros que desaparecen
Bajo la corriente de Brest
Y se pudrirán lejos
A lo lejos muy lejos de Brest
Donde ya no queda nada
Jacques Prévert (Paroles, 1946).
Traducción de Alfonso Salazar
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