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domingo, 9 de noviembre de 2014

BARBARA - JACQUES PRÉVERT

Acuérdate, Barbara,
Llovía sin cesar en Brest aquel día
Y te encaminabas sonriente
espléndida encantada empapada
bajo la lluvia

Acuérdate, Barbara
Llovía sin cesar en Brest
Y contigo me crucé en la calle de Siam
Tú sonreías
y yo te sonreía

Acuérdate Barbara
Tú a quien yo no conocía
Tú que no me conocías
Acuérdate
Acuérdate aún de aquel día
No lo olvides

Un hombre se resguardaba en un soportal
Y gritó tu nombre
Barbara
Corriste hacia él bajo la lluvia
Empapada encantada espléndida
Y te arrojaste en sus brazos

Acuérdate Barbara
Y no te enfades si te tuteo
Hablo de tú a quienes amo
Aunque los haya visto una sola vez
Hablo de tú a todos los que se aman
Aunque no los conozca

Acuérdate Barbara
No olvides
Aquella lluvia sabia y feliz
en tu rostro feliz
En aquella ciudad feliz
Esa lluvia sobre el mar
Sobre el arsenal
Sobre el barco de Ouessant

Oh Barbara
Qué gilipollez la guerra
Qué habrá sido de ti
Bajo esta lluvia de hierro
De fuego de acero de sangre
Y aquel que te estrechaba en sus brazos
Cariñosamente
Estará muerto desaparecido o quizá viva

Oh Bárbara
Llueve sin cesar en Brest
Como llovía antes
Pero no es lo mismo y todo se echa a perder
Es una lluvia de terrible luto y desolación
Ni siquiera es una tormenta
De hierro de acero de sangre

Son simplemente nubes
Que revientan como perros
Unos perros que desaparecen
Bajo la corriente de Brest
Y se pudrirán lejos
A lo lejos muy lejos de Brest
Donde ya no queda nada

Jacques Prévert (Paroles, 1946).
Traducción de Alfonso Salazar


martes, 21 de octubre de 2014



Desayuno – Jacques Prévert

Echó café
en la taza.
Echó leche
en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche.
Con la cucharilla
lo revolvió.
Bebió el café con leche.
Dejó la taza
sin hablarme.
Encendió un cigarrillo.
Hizo anillos
de humo.
Volcó la ceniza
en el cenicero
sin hablarme.
Sin mirarme 
se puso de pie.
Se puso 
el sombrero.
Se puso 
el impermeable
porque llovía.
se marchó
bajo la lluvia.
Sin decir palabra.
Sin mirarme.
Y me cubrí
la cara con las manos.
Y lloré.


miércoles, 2 de julio de 2014

PARA HACER EL RETRATO DE UN PÁJARO

Pintar primero una jaula
con la puerta abierta
pintar después algo bonito
algo simple, algo bello,
algo útil para el pájaro.
Apoyar después la tela contra un árbol
En un jardín, en un soto
o en un bosque esconderse tras el árbol
Sin decir nada, sin moverse
A veces el pájaro llega enseguida
Pero puede tardar años
antes de decidirse.
No hay que desanimarse
Hay que esperar
Esperar si es necesario durante años
La celeridad o la tardanza
En la llegada del pájaro
No tiene nada que ver
Con la calidad del cuadro.
Cuando el pájaro llega, si llega
observar el más profundo silencio
esperar que el pájaro entre en la jaula
y una vez que haya entrado
cerrar suavemente la puerta con el pincel.

Después borrar uno a uno todos los barrotes
cuidando de no tocar ninguna pluma del pájaro.

Hacer acto seguido, el retrato del árbol,
escogiendo la rama más bella para el pájaro,
Pintar también el verde follaje
Y la frescura del viento,
El polvillo del sol
y el ruido de los bichos de la hierva en el calor estival
y después esperar
que el pájaro se decida a cantar.

Si el pájaro no canta, mala señal,
Señal de que el cuadro es malo,
Pero si canta es buena señal,
Señal de que podéis firmar.
Entonces arrancadle delicadamente
una pluma al pájaro
Y escribid vuestro nombre
En un ángulo del cuadro.

Jacques Prévert