domingo, 7 de septiembre de 2014

 NUT 

Antes de que el mundo existiera, todo estaba fundido en un océano caótico, denominado Nun.  Allí se encontraba Atum (el Sol) diluido, que al tomar conciencia de sí mismo gritó, surgiendo se este grito Ra.
Ra crea el aire, Shu, y la humedad, Tefnut, (el principio masculino y femenino que es el símbolo de la creación y la generación para los egipcios), antepasados del resto de los dioses.
De esta pareja, nacen Nut “la bóveda celeste”, representada como una mujer desnuda, con el cuerpo arqueado a modo de bóveda celeste, revestida de estrellas, algunas veces se la representa también como una vaca; y Geb “la Tierra”, representado como un hombre verde oscuro coronado, con una oca en la cabeza.
Ra había prohibido la unión de Nut y Geb, pero ellos se casaron si su consentimiento. Enojado, Ra los castigó condenándolos a no estar juntos jamás. Para ello ordenó al padre de estos, Shu, que los separara.
De este modo, Geb, la tierra, permaneció separado de Nut, el cielo; y entre ellos se extendía Shu, el aire. Así se representa a Geb tumbado, Nut arqueada sobre él y Shu entre ambos; de este modo se creó el espacio necesario para la aparición del mundo que conocemos, con todos los seres vivientes, incluida la humanidad que nace de las lágrimas de Atum.
Además de este terrible castigo, Ra le prohibió a Nut tener descendencia de Geb en ningún mes del año.
Pero el dios Thoth se compadeció de ellos y decidió ayudarlos. Era sobradamente conocida su inteligencia, así que logró convencer a la Luna para que  jugara un juego con él. El premio sería la luz de la misma Luna.
Thoth ganó tanta luz que la Luna tuvo que agregar cinco días más al calendario oficial, los llamados días epagómenos, que en realidad no pertenecían a ningún mes en concreto.
De este modo, en estos días, pudieron por fin nacer los cinco dioses: Osíris, Rey del Más Allá; Isis, Trono de Egipto; su hijo Horus, Rey de Egipto; Seth, El caos, el desierto; y Neftis, la noche, la muerte.
Seth y Neftis no tuvieron hijos, pero ella concibió con Osiris a Anubis, encargado de acompañar a los muertos al más allá.
Osiris, Isis, Seth y Neftis tenían numerosos templos y se celebraban sus fiestas durante los cinco días epagómenos, al finalizar el año.
Geb es una de las deidades más antiguas. Príncipe de los Dioses, hereda el trono de su padre Shu, luego legó la autoridad sobre la Tierra a Osiris, después pasó a Horus y finalmente al faraón, denominado heredero de Geb.
Nut, “La Grande que parió a los dioses”, es la diosa del cielo, creadora del universo y los astros. Sus extremidades simbolizaban los cuatro pilares sobre los que se apoya el cielo. Nut, diariamente paría al Sol que viajando sobre su cuerpo llegaba hasta su boca, desapareciendo en el interior (o en la Duat), renaciendo al día siguiente.
Protectora de los muertos, que acudían a ella para obtener alimento y protección, daba a los difuntos la facultad de renacer. Su morada era un sicómoro (higuera) en Heliópolis y sus ramas eran refugio de las almas cansadas.

Nut era el gran cielo cuya "risa" era el "trueno", y sus "lágrimas" la lluvia; además era "la madre" de todos los cuerpos celestes que se creía entrababan por su boca y salían por su útero. Su cuerpo protegía como una bóveda la tierra y sus cuatro extremidades tocaban el suelo en los cuatro puntos cardinales.
El sol viajaba a través del cuerpo de la diosa durante las horas nocturnas y las estrellas durante el día. Se piensa que Nut también presentaba la Via Láctea.

Nut también estaba asociada con el concepto de la resurrección, llegándose a creer que los muertos se convertían en estrellas dentro de su cuerpo. Protegía los muertos en su viaje al otro mundo y los alimentaba con comida y bebida producido por el árbol "sicomore".

Normalmente se le muestra de perfíl, desnuda y arqueada por encima del dios de la tierra, Geb, y en ocasiones, sostenida por Shu, dios del aire, con los brazos y las piernas hacia abajo tocando los horizontes con manos y pies. Su cuerpo está cubierto de estrellas y la piel es de color azul del cielo.

Se le representa en los techos de templos y tumbas y también en la parte inferior de las tapas de los sarcófagos que contenía el muerto. La pintura presentaba el cuerpo de la diosa Nut, ella lo llevaba al otro mundo, para que luego podía nacer otra vez.


Nut no poseía templos ni cultos propios, no lo necesitaba, siempre era presente, en la tierra, en el agua, en el cielo, de noche y de día.
* * *

Nota: La Diosa Nut era una de los grandes Dioses de Egipto y una de las mas grandes e influyentes mujeres que existía en el tiempo de los faraones. Entonces las mujeres tenían los mismos derechos que los hombres, su gran sensualidad no se cuestionaba. No había palabras que describían las partes del cuerpo humano que eran vetados. Se vivía con naturalidad (casi primitiva) y sin complejos de la prohibición. Las mujeres y los hombres tienen lo que hace falta para la procreación y estos símbolos están presentes en todo lo que presenta la vida, la religión y la escritura.






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