lunes, 18 de agosto de 2014

                                                     Elefante pintando un elefante

¿Por qué los elefantes son tan inteligentes?

Los elefantes son uno de los mamíferos más inteligentes del planeta y en Biolandia nos adentramos hoy un poco más en el fascinante mundo de estos extraordinarios animales. El gran filósofo griego Aristóteles llegó a definirlos como “la bestia que sobrepasa a todos en ingenio y capacidad mental”.

El cerebro del elefante es el más grande de todos los animales, ya que aunque las ballenas puedan superar su tamaño 20 veces, su cerebro solo ocupa la mitad. Con un peso de 5 Kg, la gran prueba de que supera la media de inteligencia de un animal normal, es la estructura de su neocortex, igual de compleja que en los seres humanos, simios y algunos delfines. La corteza de su cerebro es gruesa y está repleta de neuronas. Sin embargo, al igual que los humanos, los elefantes nacen sin instinto de supervivencia y deberán aprender a lo largo de su infancia y adolescencia a sobrevivir por sí mismos. Su cerebro está especialmente diseñado para tal efecto. Las lecciones aprendidas incluyen cómo alimentarse, usar herramientas o comprender su lugar en la estructura social.

Cuando decimos “tienes memoria de elefante” a una persona que goza de esta cualidad, estamos completamente en lo cierto. Estos paquidermos tienen el hipocampo muy desarrollado y esto les proporciona una especial sensibilidad a las emociones y memoria, entre otras cosas. Está científicamente probado que los elefantes sufren estrés post-traumático tras situaciones dolorosas.

Además, los elefantes son capaces de aprender nuevos comportamientos, imitar los sonidos que oyen, automedicarse, jugar con sentido del humor, realizar actividades artísticas etc etc

El conocimiento y la inteligencia del elefante es particularmente digno de notar en su capacidad para llorar a sus muertos. Este comportamiento sólo se ha observado previamente en los seres humanos. Los elefantes recientemente fallecidos reciben una ceremonia a modo de funeral, mientras que los que ya se han reducido a un esqueleto tienen un pequeño homenaje de otros elefantes cuando pasan junto a su cuerpo. La ceremonia del entierro está marcada por bramidos profundos, mientras que el cadáver es acariciado por las trompas de los miembros de su manada.

La inteligencia también se manifiesta en la capacidad de los elefantes para automedicarse. Cuando una elefanta está embarazada y cerca de dar a luz, masca hojas de árboles de la especie Boraginaceae para inducir el parto.

Otra habilidad que indica una inteligencia superior en estos animales es su capacidad de jugar y mostrar sentido del humor. Sus habituales juegos incluyen lanzar un palo a un determinado objeto, pasar un objeto de un animal a otro, o hacer una especie de “fuentes” expulsando agua por su trompa, entre otros. En algún que otro zoo se han visto elefantes robando gorras y sombreros de los visitantes y esconderlas con la única intención de jugar burlándose de ellos.

La habilidad de imitar sonidos es otra muestra de la grandiosa inteligencia de estos animales. Los elefantes pueden imitar los sonidos de los camiones que pasan cerca de su hábitat y hasta reproducir numerosos sonidos humanos.

Los elefantes son capaces de utilizar herramientas o instrumentos para llevar a cabo tareas que no pueden realizar por sí mismos. Se los ha visto cavar hoyos para lograr agua potable, para ello moldean la corteza de un árbol en forma de bola y la colocan en la parte superior del agujero, cubriéndolo con ramas y arena para evitar la evaporación. También utilizan palos para rascarse la espalda cuando su trompa no llega y se han conocido casos en los que han tirado piedras sobre cercas eléctricas para dañarlas.

Las habilidades para resolver problemas del elefante son otra impresionante faceta de su inteligencia sin límites. Aunque parezca increíble, el elefante es capaz de cambiar su comportamiento basado en una situación dada. Bandula, un elefante asiático en cautiverio, aprendió a liberar el complejo gancho de sus grilletes y ayudó al resto de elefantes cautivos a liberarse de su cautiverio.

La conciencia que tienen los elefantes sobre sí mismos es otro indicio de la gran capacidad para el pensamiento y la inteligencia que tienen gracias a su gran cerebro. Ellos pueden, de hecho, reconocerse en un espejo, algo que es muy raro en el reino animal.

Estas capacidades no son más que la punta del iceberg de lo que la actividad mental del elefante puede representar. Tal vez sigamos descubriendo por qué son tan sensibles e inteligentes y se termine de una vez por todas cualquier encierro o actividad lucrativa con estos animales.

http://www.blog.biolandia.es/elefantes-inteligentes/


No hay comentarios.:

Publicar un comentario