viernes, 9 de enero de 2015

Zóser, El Magnífico

Cuando ocupa el trono el faraón Zóser (o Djeser) se inicia el Antiguo Imperio egipcio. Estamos en el siglo XXVII a. De J.C. en el principio de la III dinastía. Zóser reina del 2640 al 2575 o del 2625 al 2605. El Egipto de la Antigüedad va a conocer uno de los periodos más brillantes de su historia y se habla, con mucha razón del "siglo de Zóser".

Algo más que un Rey
Según A. H. Gardiner, se pude considerar a Zóser como el verdadero fundador de esta III dinastía que, como veremos, dará un giro decisivo en la evolución religiosa, artística y probablemente social del antiguo Egipto. Un pequeño detalle nos mostrará hasta que punto la época inaugurada por Zóser introduce novedades: en la lista real de Turín, que presenta una sucesión de faraones, el nombre de Zóser se distingue inmediatamente. El escriba ha empleado tinta roja para él, un hecho totalmente excepcional.
 
Poca cosa, en realidad, para señalar el extraordinario reinado de uno de los más grandes faraones egipcios, por no decir el más grande. Zóser reinó en un Egipto unificado. Podemos estar seguros de ello por que para edificar el complejo de Saqqara hace falta un poderoso poder central. El Alto y Bajo Egipto, aún conservando su originalidad y sus instituciones particulares, se reúnen en la "doble corona". Las luchas triviales y partidistas, han terminado. Todo Egipto se reconoce en la persona de su caudillo, la paz interior es ya una realidad profundamente enraizada. Zóser era un hombre de voluntad férrea y autoridad, basta con recordar su impresionante cara en la estatua de Saqqara, pero este rey autoritario, también fue un hombre justo. A lo largo de toda la historia de Egipto se le rindió homenaje y las generaciones posteriores conservan de él el recuerdo de un hombre sabio, inteligente y competente.

Imhotep "El Divino"
La obra de Zóser fue de orden arquitectónico; para conseguir crear el conjunto arquitectónico de Saqqara, recurrió a un arquitecto genial, Imhotep. El sacerdote Manetón dice acerca de Imhotep que, a causa de su ciencia médica es considerado por los egipcios como Escapulario; a el se debe el procedimiento de la piedra tallada para la construcción de monumentos y también se dedicó a las letras. Imhotep, primer ministro y amigo personal de Zóser el magnifico, es uno de los genios más grandes de la historia. Es el artífice de una revolución artística de un alcance considerable, puesto que fue el primer arquitecto en construir en piedra un conjunto monumental tan importante como el de Saqqara. Imhotep, según una inscripción encontrada en Uadi Hammamat, era hijo de Kanefer, que tenía el titulo de "jefe de las obras del país del sur y del norte"; dicho de otro modo, era el maestro de obras del reino nombrado directamente por el faraón. Así, tenia de donde aprender, y probablemente aprendió el oficio de su padre y en los talleres de Menfis, la capital de Egipto.
Según la tradición, Imhotep no poseía solamente las cualidades de un arquitecto; también era médico, mago, astrólogo, escritor y filósofo. Se trata de aptitudes que también se atribuyen a muchos grandes maestros de obras, sobre todo en la edad media, de Oriente y Occidente.
Imhotep, empezó tallando vasijas de piedra dura en los sótanos de Saqqara. Después fue escultor, arquitecto, y ocupó las funciones administrativas y religiosas más altas. Administrativas al ser portador del sello real, es decir, un alto dignatario capaz de tomar decisiones comprometedoras para el destino del estado egipcio; religiosas al ser sumo sacerdote de Heliópolis, la ciudad santa por excelencia, la ciudad del dios sol. Imhotep, disponía de la casi totalidad de los poderes civiles y religiosos y trabajaba bajo la responsabilidad directa del faraón. Como Imhotep, era también jefe de la justicia, superintendente de los archivos reales, "vigilante" de lo que aportan el cielo y la tierra del Nilo, "vigilante" de todo el país, jefe de los magos, y portador de las formulas que hacen eficaces los ritos, se constata que gozaba de las prerrogativas del visir. En la historia de Egipto, el visir será el segundo personaje del estado, el confidente del faraón, el hombre del ejecutivo. Sin llevar el título, Imhotep creó su función y definió su campo de responsabilidades.
A partir de la XXVI dinastía, que admiró tanto al Imperio Antiguo, se crearon estatuillas de bronce que representaban a Imhotep. Aparece sentado, en una postura severa, con un rollo de papiro sobre sus rodillas. Lleva la cabeza rapada y va vestido con un traje largo. Todo en él es calma y serenidad. Su fama no cesa de aumentar. Se le adjudica un cuerpo especial de sacerdotes, por que Imhotep se convierte en dios, incluso forma parte de una "triada", Imhotep es hijo del dios Ptah, patrón de los artesanos, y de la diosa Sekmet. Se trata pues de un "dios hijo" venerado hasta la época de los Ptolomeos. Bajo la ocupación de Dario el Persa, los egipcios honran la memoria de Imhotep maestro de obras y le atribuyen la creación del plano del inmenso templo de Edfu, en el alto Egipto. Se construyeron templos en honor al divinizado Imhotep en Karnak, en Dayr el-Bahary, en Dayr el-Medineh, en la isla de File y probablemente en otros muchos lugares. Pero su santuario mas famoso fue una capilla en Saqqara.
El arqueólogo británico W.B. Emery estaba convencido de que la tumba del gran sabio se había cavado en el sector norte de Saqqara. Buscándola, descubrió un pozo funerario de la III dinastía, la de Zóser e Imhotep. Lleno de esperanza, llego hasta un verdadero laberinto a más de diez metros bajo el suelo. Es ese lugar había amontonadas miles de momias de ibis. El pájaro sagrado de Toth no está relacionado con Imhotep, que veneraba al dios de la cabeza de ibis, patrón de los escribas y de los magos. Ese laberinto subterráneo era un homenaje indirecto a la memoria del maestro de obras. Si bien la momia y la tumba de Imhotep no han sido encontrados, su obra esencial permanece viva y bien visible.

El complejo funerario de Saqqara
Al igual que Luxor, Karnak, Abydos o Edfu, Saqqara es un paraje mágico donde se respira el espíritu egipcio en toda su pureza. Sobre esa llanura desértica, donde casi se puede palpar el genio de la vieja civilización faraónica, nos vemos bruscamente transportados muy lejos de El Cairo, muy lejos de nuestra época. Se tiene la impresión de comunicar con esos hombres que, a pesar de los siglos, siguen cerca de nosotros. La pirámide escalonada de Zóser y de Imhotep, recinto sagrado del complejo funerario, los monumentos que se levantan hacia el cielo, no nos resultan extraños, son parte integrante de nuestro paisaje interior, son creaciones de tal fuerza que nuestra mirada nunca las podrá olvidar.
El emplazamiento de Saqqara fue redescubierto por un general prusiano, Van Minutoli en 1821, El ingeniero J.S. Perring empezó las excavaciones en 1837; una primera exploración sistemática se realizó en 1842-1843 por el arqueólogo alemán Richard Lepsius. En 1851, Auguste Mariette descubrió el Sarapeum, y hace recaer la atención del mundo en Saqqara. En cuanto al conjunto de Zóser, hay que esperar la campaña de excavaciones dirigida por Cecil M. Firth, de 1924 a 1927. En el mes de Enero de 1924 empezó a explorar el complejo funerario y, para su gran sorpresa, descubrió los cimientos de una fachada de piedra tallada con columnas acanaladas. Al principio, no puede pensar que se trate de una obra egipcia y piensa que se trata de una muestra de arquitectura griega. Firth tuvo que rendirse enseguida ante la evidencia: se trata de una construcción de la época faraónica.
El arqueólogo francés Jean-Philippe Lauer se vinculó a la exploración arqueológica de la obra de Zóser. Empezó a trabajar en Saqqara en diciembre de 1926, y actualmente aún continúa ocupándose de los monumentos.
Saqqara se encuentra en el desierto, en el límite de la llanura libia, frente a tierras cultivadas y a los palmerales donde se han encontrado escasos restos de la gloriosa Menfis. El paraje elegido por Imhotep dominaba la capital de Zóser; no estaba muy lejos de la necrópolis de los faraones de la I y II dinastía, con lo que se garantizaba una especie de continuidad espacial.

Empiezan las obras
Imhotep hizo quitar la arena y allanar la superficie calcárea. Después se cavaron pozos en la piedra hasta veinticinco metros de profundidad, y en el fondo se puso granito. Ahora bien, no hay canteras de granito cerca de Menfis; la piedra de mejor calidad se encuentra en la zona de la primera catarata, a ochocientos kilómetros de Saqqara. Sin embargo, los bloques de granito se llevaron en barco hasta la región de Menfis. El faraón no se vuelve atrás ante una dificultad técnica.
Saqqara es ante todo la pirámide escalonada, se encuentra en el centro de la superficie de quince hectáreas ocupada por el terreno funerario, es también, el punto central del admirable ideal de Zóser: subir al utilizando esa gigantesca escalera de piedra, acceder al paraíso celeste por las gradas de la pirámide para vivir en compañía de sus hermanos, los dioses.
Entre los numeroso y complicados edificios concebidos por Imhotep, la pirámide escalonada se impone inmediatamente a la mirada. Bajo esta pirámide se depositó el cuerpo mortal del faraón; en su cima, confundido con el sol, se encuentra el cuerpo inmortal, brillando para siempre como una estrella para iluminar a las generaciones futuras.
Una inmensa tapia rodeaba el conjunto funerario: medía más de mil quinientos metros de largo y unos once metros de alto. Cada cuatro metros, mas o menos, se marcaba el ritmo de la muralla por una especia de baluarte, adornado con una puerta falsa con dos batientes. Ese dispositivo de protección estaba marcado por una alternancia de partes salientes y entrantes que le daban el aspecto de una "fachada de palacio" fortificada. Probablemente, Zóser quiso reproducir la famosa "muralla blanca" que rodeaba Menfis y cuya construcción decidió Menes. De ese modo rendía homenaje a su más ilustre predecesor y magnificaba la unidad del Doble País.
El hecho más sobresaliente es el nacimiento de la forma piramidal. Por primera vez en la historia egipcia, un arquitecto crea una formula monumental, tan poderosa y particular, los niveles o gradas de la pirámide son, al mismo tiempo, mastabas superpuestas y escalones de una escalera que une el cielo y la tierra. Todo sucede como si el arquitecto arrancara la materia del suelo, como si el peso de la piedra no fuera obstáculo para él, sino, una posibilidad de elevación. Con el nacimiento de la pirámide, Egipto sale del marco estrecho de una civilización primitiva para entrar en la historia universal.

La obra de Zóser no ha sido construida para los mortales
Para acceder a ella hay que encontrar primero la entrada de la parte reservada a Zóser. Imaginemos la tapia en su estado primitivo. Nos encontramos por todas partes, con baluartes, puertas falsas que parecen estar abiertas pero que , en realidad, son efectos engañosos en la piedra; se encuentran en todas partes menos cerca del ángulo sur del lado este del recinto. En este lugar se encuentra el único acceso, abierto en una puerta monumental de seis metros de alto por un metro de ancho, no tiene ninguna cerradura; es una curiosa paradoja ya que si bien las fortificaciones se edificaban con todo lujo de precauciones, la única entrada posible tiene como única defensa su estreches.
Lo que sucede es que , la gran obra de Zóser, no ha sido construida para los mortales, solamente el alma puede penetrar por esta abertura. Al franquear esa puerta, notamos que atravesamos la frontera de otro mundo, para Zóser, era el umbral del Más Allá, trasladado y manifestado en la tierra de los vivos. Una vez dentro, descubrimos por una admirable columnata de cincuenta y cuatro metros de largo, una alameda primitivamente cubierta y bordeada de cuarenta columnas, es además, el primer espacio abierto de columnas que se conoce. En el ángulo suroseste hay una pared rematada con un friso de cobras enfurecidas, pero, acerquémonos a la pirámide y a sus seis gradas desiguales que se elevan a más de sesenta metros de altura. Su núcleo central fue una mastaba de forma totalmente excepcional con una base cuadrada. Por consiguiente, Imhotep, se liberó del pasado y manifestó su genio innovador. Los cuatro lados de la pirámide, cada uno de una longitud de unos sesenta y dos metros, están orientados a los cuatro puntos cardinales, hay que ver en ello una motivación religiosa.
Lo que sorprende en el aspecto de esta primera pirámide de la historia egipcia es la fuerza de un nacimiento. Todo es coherencia, todo es unidad en la pirámide escalonada de Zóser.

El mundo subterráneo; las cámaras funerarias de Zóser
Cuando Lauer, a veintiocho metros de profundidad, perturbó por primera vez el silencio de esos lugares, descubrió una verdadera ciudad-laberinto formada por la tumba del rey, sus dependencias, la tumba de las reinas, galerías, pasillos y habitaciones de diversos tamaños; se trataba de una ciudad de piedra eterna. La exploración arqueología no ha resuelto ni mucho menos todos los enigmas. Todavía no podemos explicar la totalidad de ese complicado dispositivo. Sin embargo, algunos puntos de referencia permiten percibir las intenciones de Zóser.
La decoración de algunas partes de esas cámaras funerarias es esmerada, resalta la presencia de placas de loza azul imitando las esteras de caña que adornaban las paredes del palacio menfita del rey. Además parece ser, que imhotep, quiso reproducir en la piedra elementos vegetales como cañas o palmeras y elementos de madera. Nos espera una maravillosa revelación, por que Zóser estáfísicamente presente en sus posesiones subterráneas. No está presente en su momia, de la que solo se encontró un pie, sino por las estelas en que se muestra a Zóser efectuando actos rituales. Se le ve sobre todo corriendo, mostrando una potente musculatura, con el flagellum en una mano y el mekes en la otra. El flagellum es una insignia de gobierno, el mekes es un estuche que contiene el testamento por el que los dioses legan al faraón la tierra de Egipto para que éste le dé felicidad y prosperidad.
Existe otro enigma que bloquea nuestra comprensión de las cámaras funerarias subterráneas de Zóser. El faraón se había reservado dos tumbas: la que se encuentra bajo la pirámide y otra bajo el macizo del recinto sur, a más de doscientos metros de su momia. Esa tumba del sur imita, además, el panteón situado bajo la pirámide; se encuentra allí la representación de Zóser celebrando los mismo ritos. Solamente las creencias religiosas pueden explicar lo extraño de un dispositivo de este tipo. Una de las tumbas de Zóser estaba destinada a uno de los aspectos de su ser, probablemente lo que se podría llamar su cuerpo mortal, mientras que la otra era reservada a su cuerpo imperceptible.
Otra de las sorpresas de los arqueólogos fue descubrir una gran cantidad de vasijas de piedra dura amontonadas el algunas habitaciones. Se cuentas al menos cuarenta mil en alabastro, pizarra, diorita, dolerita, granito, etc. Varias de ellas tenían grabado el nombre de faraones de la I y la II dinastía y de personajes importantes. Hay una vasija que destaca, ofreciendo una de las claves del conjunto: servia de soporte a un texto que desea a Zóser un millón de fiestas de sed, es decir, que su reinado se renueve eternamente. La acumulación de esas vasijas es un acto mágico.

Volvemos a la superficie
Salgamos ahora de la zona subterránea y volvamos a la superficie. Nuestra atención se centra fundamentalmente en dos edificios rectangulares de techo abombado, la "casa del norte" y la "casa del sur" edificios que corresponden a las dos partes de Egipto y que desempañan un papel importante en la celebración de la fiesta sed para la que se concibió la compleja red de monumentos situados en el interior del recinto. Experimentaremos una intensa emoción al dirigirnos hacia el patio del sirdab, frente al extremo este de la cara norte de la pirámide escalonada. En el Sirdab, esa cámara ciega que contiene las efigies del muerto, nos espera Zóser. Está ahí, inmortalizado para toda la eternidad en una extraordinaria estatua de piedra. En la actualidad un molde reemplaza el original que se conserva en el museo de El Cairo, pero la representación del faraón ha conservado toda su fuerza.
Zóser va vestido con un traje ritual largo, y sólo se ven sus manos y sus pies. Lleva una larga peluca cubierta con una tela plisada y la barba postiza, considerada en sí como una divinidad. Los ojos de cristal de roca, que estaban engarzados en alvéolos de cobre, han desaparecido. Sin embargo, la mirada de Zóser sigue presente. Sigue dando vida a esa cara de una gran severidad, con pómulos salientes, subraya la actitud hierática del faraón, con la mano izquierda extendida sobre el muslo y la mano derecha cerrada sobre el pecho.

Una última mirada a Saqqara
A pesar de su carácter funerario, se nota hasta que punto, todo rezuma aquí una fuerza naciente, una juventud de una civilización, una pasión del descubrimiento y de la novedad. La eficacia mágica no es una palabra vana: Zóser ha vencido la prueba del tiempo, ha dado a Egipto una fuerza que durará durante varios milenios, ha creado la forma piramidal, sin lugar a dudas la más pura y la más perfecta de todas las visiones arquitectónicas del hombre.
Hay que tener presente la voluntad de Zóser de vincular de manera indisoluble lo divino y lo humano. En Saqqara construyó su tumba pero reprodujo también su palacio real, El lugar de su existencia terrestre. Utiliza la piedra, el material aparentemente más opaco, pero lo hace trasparente para la misteriosa circulación del alma. Y no olvidemos sobre todo que Saqqara es el lugar de una fiesta.
En realidad Zóser no fue muerto; trasmitió la vida mediante la piedra. Tras las fachadas de su palacio del Más Allá, cuidadosamente labradas, solamente hay un montón de grava. Al franquear el recinto, pasamos al otro lado del espejo, entramos en el paisaje del alma, en la realidad de una fiesta eterna.

http://www.egiptologia.com/historia/349-zoser-el-magnifico.html

La pirámide del faraón Djoser - Arquitecturas, 2008














Música con historia: "AIR" ... BACH

Esta pequeña pieza de fama universal  forma parte de la Suite para orquesta nº 3 BWV 1068 y que se conoce como Air.

En clase solemos definir la Suite como una forma instrumental surgida en el Barroco y consistente en la sucesión de un número indeterminado de danzas o piezas danzables (de ahí que también se le llame "suite de danzas"). Estas piezas (o danzas) contrastaban en ritmo y carácter y se iban alternando de forma sucesiva. Estudiamos también las danzas básicas que la componían - Alemana, Courante, Zarabanda y Giga- y otras que se le fueron añadiendo.
Con el tiempo, la denominación se hizo extensiva a aquellas obras constituidas por varias piezas independientes destinadas a interpretarse todas seguidas.
Juan Sebastián Bach compuso cuatro maravillosas suites orquestales; la pieza que nos ocupa es solo una pequeña muestra de su grandeza y consta de dos secciones claramente diferenciadas que se repiten.

Esta música sublime ha sido utilizada con multitud de fines en diversos medios y ocasiones (me refiero a filmes y publicidades varias ) y de ella se han hecho numerosos arreglos y versiones a lo largo de la historia. Una de las mas conocidas, reconocidas y apreciadas fue la adaptación para trío de Jazz que realizó en 1959 el músico francés Jacques Loussier.

http://abmusicaymas.blogspot.com.ar/2010/01/air-bach.html



Toma esta rosa -amable cual tú eres... Pierre de Ronsard

Toma esta rosa -amable cual tú eres;
rosa entre rosas bellas la más rosa;
diosa en flor entre flores la más diosa
de las Musas, la Musa de Citeres.

Recíbela y ofrécele piadosa
tu seno, pues mi corazón no quieres...
(Corazón, rosa mustia, nada esperes;
sangre sin fin tu herida dolorosa.

La rosa y tú han sólo una semblanza:
no más un sol la rosa tendrá vida;
¡mil soles tú pervives de esperanza!

Si al menos, corazón, rosa transida,
marchitarte pudieras en bonanza,
cual la rosa en su pecho recogida! )


Concierto para dos pianos y orquesta de Félix Mendelssohn

En el verano de 1822, el joven Mendelssohn (tenía trece años de edad) participó en un extenso viaje familiar que le permitió conocer un buen número de ciudades alemanas y que finalmente lo llevó hasta Suiza.  Durante este viaje, el compositor tuvo uno más de sus encuentros (en la ciudad de Weimar) con Johann Wolfgang von Goethe.  Como consecuencia de este fructífero viaje, Mendelssohn dio certeros pasos hacia la madurez de su estilo y de su lenguaje, una madurez reflejada claramente en las composiciones creadas a su regreso de Suiza.

Entre ellas se encuentran dos cuartetos con piano (el primero de los cuales es la primera obra numerada de su catálogo), varias sinfonías para cuerdas (en algunas de las cuales es posible hallar melodías populares suizas), una Sonata para violín y piano, la primera de sus sinfonías para orquesta, el doble concierto para violín y piano, y los dos conciertos para dos pianos.

Mendelssohn terminó la composición del Concierto para dos pianos en mi mayor el 17 de octubre de 1823. Su primera ejecución tuvo como solistas al propio compositor y a su talentosa hermana Fanny.

Al inicio de la década de los 1830, el compositor retomó la partitura de su Concierto para dos pianos en mi mayor y llevó a cabo una amplia revisión del primer movimiento. Al parecer, esta revisión es la que se interpreta usualmente.

Hoy es posible conocer las intenciones originales de Mendelssohn gracias a la existencia de una copia de la partitura realizada, antes de la revisión, por su maestro, amigo y colega Ignaz Moscheles.

http://www.hjck.com/musicos/estreno-del-concierto-para-dos-pianos-y-orquesta-de-felix-mendelssohn/20141007/nota/2314943.aspx


Canciones con historia: Lady - Kenny Rogers

"LADY" es el título de una canción escrita por Lionel Richie , y grabado por el artista de música country Kenny Rogers .

Fue lanzado en septiembre de 1980 como un solo inédito en el álbum, Kenny Rogers Greatest Hits .

La canción fue grabado en 1980, y se encuentra entre los mayores éxitos de Kenny Rogers. Rogers dijo una vez en una entrevista: "La idea era que Lionel vendría de R & B y me gustaría venir de un país, y nos volveríamos a encontrarnos en algún lugar en el pop."

El éxito de "Lady" también impulsó la carrera de Richie. El trabajo de producción en la canción era su primera vez fuera de los Commodores y presagió su éxito como solista durante la década de 1980.

Rogers también fue un vocalista en " We Are the World ", co-escrita por Richie. Richie interpretó la canción por sí mismo en su álbum de 1998, Tiempo , y él y Rogers realizaron la canción a dúo en 2012  en la creación de Richie: " Tuskegee "

http://retro-concepcionpy.blogspot.com.ar/2013/12/lady-kenny-rogers.html



Memorias de África (Out of Africa)

El objetivo de estas líneas es comparar, de forma muy resumida, las películas con los libros en los que se basan. El cine ha bebido de la literatura desde siempre y puede resultar interesante ver cuáles son las similitudes y diferencias entre las dos representaciones de una misma obra: veremos finales que se cambian, cómo algunos personajes desaparecen, aparecen o cambian, los giros en la trama para que teóricamente ésta resulte más interesante en pantalla, qué se corta, qué se alarga y qué se añade, etc. Para ello tendremos a veces que contar detalles que es mejor no desvelar a aquellos que no han visto la película o leído el libro pero bueno, ya estáis avisados…
Isak Dinesen es el pseudónimo que utilizó la baronesa Karen Blixen en su libro “Memorias de África” . En él  narra de forma nostálgica pero sin sentimentalismo, su experiencia en Kenia cultivando café durante 17 años (desde 1914 hasta 1931). Su prosa es tersa, pausada y no carente de sentido del humor. Se asemeja a un diario en el que la autora quisiera recoger todo lo bueno de su estancia en Keniapara no olvidarlo y poder leerlo en el futuro. Su obra nos describe las distintas personas que pasaron por su vida durante esos años, las costumbres y la manera particular de entender la vida de los masai, somalíes y kikuyu y sus sinsabores financieros con la plantación de café. Todo ello aderezado con reflexiones y pasajes claramente poéticos como los que encontramos en la sección titulada “Fragmentos del diario de un inmigrante”. A diferencia de la película, Blixen no intenta hilvanar una historia en orden cronológico. No existe principio, trama y desenlace, sino que ofrece imágenes y descripciones que parecen concebidos para que el lector pueda, no sólo imaginar, sino “sentir” Kenia tal y como la veía la autora.Pasado y futuro se suceden en este viaje por los recuerdos de una aristócrata danesa que, para muchos, encarna lo peor del Africa colonial.
Una diferencia fundamental entre el libro y la película del mismo titulo dirigida en el año 1985 por Sydney Pollack es que, mientras que Blixen intenta recrear Kenia, Pollack hace lo propio pero con Blixen (Meryl Streep). Y este cambio de enfoque influye tanto en el resultado final como en la manera de percibir la historia por el público.Esta perspectiva diferente es el origen de todas las desviaciones que se pueden observar entre los dos formatos. Para dotar al texto de un hilo conductor, imagino que Pollack fue insertando a modo de puzzle, detalles de  la vida de la protagonista en esta etapa a los que la autora ni siquiera alude. El libro por ejemplo, no menciona su llegada a Kenia y posterior boda y recibimiento por la alta sociedad que formaba parte de la colonia británica en el país, sino que directamente nos ubica en su plantación de café. Tampoco encontramos detalles de su situación personal. Así, a su marido tan sólo le dedica una brevísima reseña al comentar que debe llevarle víveres en una ocasión y guarda silencio sobre todo lo demás, incluyendo su divorcio en 1921 y el hecho de que gracias a él, contrajera la sífilis. Tampoco es su marido quien le da la noticia de la muerte de Denys Finch-Hatton (Robert Redford) en un accidente de avioneta, sino una amiga.
Pollack, en su intento de que conozcamos mejor a la escritora, añadió muchos detalles y situaciones que no aparecen en el texto. Por ejemplo, la escena del beso en una fiesta de fin año, la que nos muestra cómo un club de Nairobi exclusivamente masculino sirve a Blixen un whisky, el ruego (con genuflexión incorporada) al nuevo gobernador para que los kikuyu tuvieran dónde vivir cuando ella se fuera,  o aquélla en la que conoce a Berkeley Cole. He mencionado tan sólo algunos ejemplos ya que, realmente, no hay mucho material del texto original en la adaptación realizada por Pollack. El director de cine en cambio, no presta la atención que el libro dedica a las relaciones entre las distintas tribus y sus costumbres, a la feroz lucha entre la iglesia católica y la presbiteriana por ganar fieles entre los nativos o a la triste historia del cocinero Esa. Tampoco se hace referencia a la muerte de dos niños kikuyu en dos accidentes distintos (en un caso, una niña atropellada por un carro de bueyes y en el otro la muerte de un niño tras el disparo fortuito de un rifle). En cambio Blixen rememora una y otra vez dichas muertes. Ello le da la oportunidad de explicar la idea de justicia que tienen los kikuyu, las relaciones jerárquicas y familiares y su propio papel en calidad de “juez”.
El director de cine, de forma bastante comprensible si su objetivo era ofrecer una visión romántica de Kenia, suprime algunos pasajes que a la audiencia de hoy en día le costaría aceptar. Me refiero a aquéllos en los que se describe la caza de leones. En la película tanto Finch-Hatton como Blixen disparan sólo cuando son atacados y no queda otra opción. Aun más controvertido sería aludir al pasaje en el que la autora compara  a Kamante (el niño con las llagas en las piernas que llegaría a ser su cocinero) con un “perro civilizado acostumbrado a vivir entre personas”.
Como hemos dicho anteriormente, la vida de Blixen y sus relaciones personales (las amorosas en particular) constituyen el tema principal en la película de Pollack. Este intento de atraer al público utilizando la historia de amor entre los dos protagonistas parece trascender incluso al libro en ediciones posteriores al año de estreno de la película. De hecho la edición que tengo reproduce parte de una crítica de “The Times” que reza “una historia de pasión”. Efectivamente es una historia de pasión, pero pasión por Kenia (el trocito que Blixen conoció) y no por el señor Finch-Hatton. La escritora lo menciona pero como uno más de sus invitados y no como interés romántico. Y no aparece hasta aproximadamente la mitad del libro.
En lo relativo a los personajes, el único que se ajusta perfectamente al descrito en el libro es Farah, el sirviente somalí de la baronesa. Robert Redford representa bien al noble inglés Denys Finch-Hatton, si no somos demasiado puntillosos en cuanto a su nacionalidad y acento americano. En cambio, con Berkeley Cole, Pollack se tomó varias licencias : en primer lugar no tenía relaciones con una somalí (a la que Imán da vida en la película) pero tenía a Jama, un sirviente de la misma etnia al que no le dolían prendas a la hora de devolver un bofetón a su propio amo. Tampoco murió de malaria, sino de una dolencia cardiaca que el libro no especifica.
Del marido de Blixen ya hemos hablado; ella casi ni lo menciona en su libro. Es la película quien nos lo presenta como un aristócrata sin recursos y mujeriego que recurría a su mujer de cuando en cuando para conseguir dinero. Por otra parte, Blixen describió una galería de personajes a los que Pollack no tiene en cuenta para su historia como por ejemplo, el viejo marino Knudsen al que ella acoge en su casa, el herrero Poora Singh, el buscavidas Emmanuelson, la cervatilla Lulu, su vecina Ingrid Lindstrom, el comerciante Choleim Hussein, y otros a los que la autora conoció durante su vida en Kenia.
Tampoco el final se ajusta del todo al del texto. En la película, ella debe regresar a Europa después de que un incendio arruinara la cosecha de café. En cambio en el libro, la protagonista pasa sinsabores varios tales como oscilaciones en el precio del café, plagas de langosta, incendios y otras desgracias que, al final, la obligan a venderlo todo y dejar el país. Coincido con Pollack en que el incendio es bastante más dramático y por tanto, encaja mejor con el tono de la película. El director de cine filmó una obra destacable, aunque en mi opinión, se centra demasiado en la relación entre los dos protagonistas y abandona otros aspectos que en el libro son esenciales.
Curiosidades:
El brindis que en español se tradujo como “Por la cándida adolescencia” es en inglés “Rose-lipped maidens, light foot lads” (algo así como “Doncellas de labios rosados, muchachos de pies ligeros”). Se trata de un verso del poema “With rue my heart is laden” (“Mi corazón está lleno de pesar”) de A.E. Housman, uno de los autores favoritos de Denys Finch-Hatton. Pollack utilizó en la escena del funeral de Denys otro de los poemas de Housman: “To an athlete dying young” (“A un joven atleta moribundo”),  escrito en honor de los soldados caídos en las guerras de los Boer.
La casa en la que vivió Karen Blixen durante su estancia en Kenia sigue en pie, ahora convertida en un museo. La tumba de Denys Finch-Hatton también se puede visitar pero está en terreno privado y su dueño cobra por admisión.
El personaje de Felicity fue en la vida real Beryl Markham, la primera mujer en en cruzar el Atlántico en avioneta de este a oeste. Tal y como se ve en la película, conoció a Karen Blixen e incluso estuvo saliendo con Denys cuando la relación entre él y Karen comenzó a deteriorarse.
El texto leído en voz en off por Blixen al final de la película está extraído del libro pero en lugar de la frase “debo recordar decírselo a Denys cuando le vea” Blixen realmente escribió algo bastante menos romántico: “El mismo Lord Nelson en Trafalgar Square tiene leones, pero son de piedra”.

http://www.bandejadeplata.com/articulos-de-cine/yo-vengo-aqui-a-hablar-del-libro-memorias-de-africa-out-of-africa/













Escipión el Africano según Francesco Petrarca
   
Francesco Petrarca concibió y elaboró el poema épico titulado Africa esperando que se convirtiera en su opus magnum, es decir la obra que le otorgaría fama y reconocimiento como poeta et historicus ante la posteridad. Precisamente en la epístola Posteritati, Petrarca dice: “Illis in montibus vaganti, sexta quadam feria maioris hebdomade, cogitatio incidit, et valida, ut de Scipione Africano illo primo, cuius nomen mirum inde a prima michi etate carum fuit, poeticum aliquid de heroico carmine scriberem -sed, subiecti de nomine Africe nomen libro dedi […]”, este viernes santo debió ser el de 1338 o el de 1339. El primer período de elaboración del Africa duró dos o tres años aproximadamente, el poeta transcurrió estos años en Vaucluse, lugar en el que poseía una villa donde estuvo en diversos momentos de su vida, en ella escribió una buena cantidad de sus obras latinas, así como el Canzoniere, una colección de trescientos sesenta y seis poemas en lengua vulgar. Posteriormente hubo un segundo período de tiempo, el comprendido de 1341 a 1345, en el que retomó la composición del Africa en Parma y Selvapiana, justamente después de su coronación como poeta en el Capitolio de Roma. Es importante mencionar que uno de los motivos fundamentales de dicha coronación fue la empresa poética del Africa del cual aún no se conocía un solo verso, de hecho antes de la muerte del poeta solamente fue dado a la luz un pequeño fragmento que narra la muerte de Magón, hermano de Aníbal, este pasaje fue muy criticado por la mayoría de sus lectores por el hecho de que Magón ostentaba valores cristianos que no eran propios de un pagano. El resto de la obra fue editado y publicado por Pier Paolo Vergerio en 1395, veintiún años después de la muerte de Petrarca.

Todas las épicas han pretendido superar a aquellas que les antecedieron, el Africa no es una excepción, Petrarca tuvo la intención de que su epopeya se convirtiera en la más importante de todas, pero el proyecto fue abandonado después de su estancia en Parma y nos restan de él exactamente 6729 hexámetros, distribuidos en nueve cantos; dos lagunas considerables interrumpen el relato, la primera de ellas en la transición del canto cuarto al quinto y la segunda aproximadamente a la mitad del canto noveno y último.

El Africa narra las hazañas militares de Escipión el Africano durante la segunda guerra púnica y su victoria frente a los cartagineses, comandados por Aníbal. Escipión fue considerado por Petrarca durante muchos años el máximo ejemplo de virtud entre los romanos, además del Africa hay otras dos obras en las que el Africano ocupa un papel preponderante. En primer lugar el De viris illustribus, obra compuesta por un catálogo de biografías de personajes romanos que comienza desde Rómulo y termina con el emperador Tito, aunque en posteriores procesos de reestructuración y revisión se incluyeron también biografías de personajes del Antiguo Testamento. El De viris illustribus es igual que el Africa una obra inconclusa, la elaboración de ambas se efectúo simultáneamente, y al final las dos fueron abandonadas por Petrarca. El vínculo entre el Africa y el De viris illustribus es muy profundo, el primero es la parte poética y el segundo su complemento histórico, esto significa que fueron concebidas como una unidad. En segundo lugar está la Collatio inter Scipionem, Alexandrum, Hanibalem, et Pyrrum, texto que pretende establecer quién de estos cuatro generales fue el más sobresaliente, obviamente en primer lugar se encuentra Escipión. La importancia de Escipión en la obra petrarquesca es tal que se puede comparar a la que tiene Laura, la mujer que el poeta amó y a quien dedicó la mayor parte de los poemas incluidos en el Canzoniere.

Volviendo al Africa, Petrarca utilizó diversas fuentes para su elaboración, la obra retoma el relato de los hechos de la segunda guerra púnica a partir de la tercera década del Ab urbe condita de Tito Livio. En cuanto a las fuentes épicas, Petrarca sigue las bases sentadas por Virgilio, Ovidio, Lucano e incluso Estacio; se podría pensar también en Silio Itálico que escribió en XVIII cantos sus Punica, mas este autor definitivamente fue desconocido para Petrarca. Es interesante señalar el hecho de que cuando Jean-Baptiste Lefebvre de Villebrune en el siglo XVIII se encontró con unos versos del Africa, justamente el pasaje de la muerte de Magón, pensó de inmediato que formaban parte de la obra de Silio Itálico y los insertó en su edición como parte del libro XVI, añadiendo una nota en la que acusaba a Petrarca de plagio.

Por otro lado los primeros dos libros del Africa recuperan una gran cantidad de elementos del Somnium Scipionis, episodio fragmentario que forma parte del De re publica de Cicerón, si bien leído a través de Macrobio, quien fue el encargado de transmitir este fragmento de la obra en el comentario que hizo de él, comentario que fue muy leído a lo largo de la Edad Media y que claramente Petrarca conocía. Recordemos que la editio princeps del De re publica vio la luz hasta el siglo XVIII.

El contenido del Africa es sumariamente el siguiente: en los cantos I y II Escipión Africano el mayor sueña con su padre Publio, quien le muestra los más famosos eventos y personajes de la historia romana en una reseña que concluye con una reflexión sobre la vanidad de la gloria terrenal.

En el canto III sucede un encuentro entre Sifax y Lelio, quienes departen en un banquete y escuchan a un poeta que canta algunas leyendas cartaginesas; posteriormente Lelio le responde celebrando ciertos episodios de la historia romana. El canto IV comienza con una alabanza que el mismo Lelio hace de Escipión y aquí nos encontramos con la primera laguna, la cual ya hemos mencionado.

El canto V se ocupa de narrar la infeliz historia de amor entre Sofonisba, hermana de Asdrúbal, y Masinisa, rey de los masilios en Numidia, quien primero luchó a favor de los cartagineses mas después se alistó en las filas romanas. Este relato recupera algunos de los caracteres de Paolo y Francesca, personajes centrales del canto V del Inferno dantesco. En el canto VI Sofonisba muere y desciende a los infiernos; además Aníbal retorna a su patria, asimismo su hermano Magón quien muere en el viaje de regreso.

En los cantos VII y VIII Escipión y Aníbal tienen un encuentro previo a la batalla de Zama, la cual marcará el triunfo definitivo de los romanos sobre los cartagineses. El combate se reinicia y Aníbal huye después de ser vencido. Al final de la guerra, una embajada cartaginesa llega a Roma en donde se acuerda la paz.

En el canto IX Escipión Africano después de la travesía, regresa vencedor a Italia y hace su entrada triunfal en Roma. El poema termina con la dedicatoria del poema al rey de Nápoles, Roberto de Anjou.
Ahora bien, detengámonos en el noveno canto del Africa. Escipión se encuentra ya en el regreso a Roma, victorioso y revestido de fama, en la nave viaja también Enio, aquel poeta que fue el primero en escribir versos hexámetros en Roma, el cual fue leído en las escuelas hasta la aparición de Virgilio, y de quien se decía que era la reencarnación de Homero.

Es importante mencionar que Enio escribió dos obras en donde el argumento es la segunda guerra púnica, éstas son el Scipio y los Annales, la primera no nos ha llegado y de la segunda restan sólo algunos fragmentos, es difícil precisar si Petrarca pudo leerlas, al menos fragmentariamente, pero sí es posible afirmar que conocía la tradición que asociaba a Enio con el círculo de lo Escipiones, tradición que tiene su origen en el Pro Archia donde Cicerón dice: “Carus fuit Africano Superiori noster Ennius itaque etiam in sepulcro Scipionum putatur is esse constitutus ex marmore;”. Asimismo hay otros autores que corroboran esta tradición, entre ellos Tito Livio, Ovidio y Claudiano.

Así pues, Enio, identificado con Homero mediante la doctrina pitagórica de la metémpsicosis, es el personaje central del canto IX del Africa junto con Escipión. En un primer momento Petrarca lo presenta de esta manera: “Puppe ducis media tacitus meditansque sedebat / Ennius, assiduus rerum testisque comesque;”. En seguida Escipión lo incita para que rompa el silencio, y el poeta inicia un encomio del gran capitán, le anuncia que su fama crecerá paulatinamente y que su nombre será recordado hasta los últimos tiempos. Entonces Escipión hace una nueva petición, quiere saber cuáles son los límites que el poeta tiene y cuál es el significado del laurel, atributo propio de poetas y capitanes. Respecto al primer punto Enio responde que antes de escribir es conveniente establecer los más firmes cimientos de verdad, es decir de verosimilitud, después apoyándose en ellos es posible ocultarse debajo de una nube agradable y variopinta, reuniendo para el lector una labor extensa y placentera, a fin de que el pensamiento sea más difícil al buscarse, pero más dulce al ser encontrado, las afirmaciones que hace Enio, evidencian la concepción poética de Francesco Petrarca, expresada casi en los mismos términos en el discurso que escribió para su coronación donde dice “Eo tamen dulcior fit poesis, quo laboriosus quesita veritas magis atque magis inventa dulcescit […]”. Por otro lado, en cuanto al laurel responde: “Immortale decus viror immortalis utrisque / Indicat et longe promittit tempora vite”, la tradición que asocia las victorias poéticas y militares con el laurel comienza con Apolo, quien transforma a Dafne en laurel para conservarla consigo eternamente, más tarde se instituye que en los certámenes poéticos los vencedores sean coronados con laureles, así como los capitanes después de que han obtenido una victoria.

Tras este coloquio, Escipión todavía insatisfecho, exige al poeta que prosiga, entonces éste decide narrarle un sueño en el que Homero apareció frente a él, este episodio es introducido por Petrarca ya que sabía que al inicio de los Annales, en medio de una visión Homero se presentó ante Enio.

Homero en la versión de Petrarca aparece como un viejo ciego, de barba y cabellos ralos,el cual, vistiendo una toga despedazada se presenta ante Enio, lo saluda como el único amigo que tiene en el Lacio, por el hecho de que continúa con la tradición épica, y lo guía a través de regiones insondables, el final de ese largo viaje es un paraje boscoso en el que florecen laureles, en él hay un joven sentado en medio de ellos que medita sobre la elaboración de un poema épico titulado Africa, el nombre de tal joven evidentemente es Francesco Petrarca. Homero se presenta ante Enio fundamentalmente para anunciarle una profecía: la de que Francesco Petrarca será laureado en el Capitolio de Roma y escribirá el Africa, epopeya que hará patentes las grandes hazañas militares llevadas a cabo por Escipión.

En este punto podemos pensar nuevamente en la Divina Commedia, específicamente en el canto cuarto del Inferno, donde Dante y Virgilio antes de penetrar en el nobile castello que es el limbo, se encuentran precisamente con Homero, que porta una espada, y que es seguido por Horacio, Ovidio y Lucano, Dante que es consciente de la trascendencia de su Commedia sigue la fila y se coloca ahí como el sexto detrás de estos grandes poetas de la Antigüedad, esto quiere decir que su Commedia continúa con la tradición poética occidental.

Petrarca hace lo propio cuando pone en escena a Homero, como el príncipe de los poetas que es; en seguida a Enio, quien inauguró la poesía épica en Roma; finalmente él mismo, que es también un continuador de esa tradición puesto que está escribiendo el Africa. La pretensión de Petrarca es tal que se incluye como un personaje más de su obra, dentro de la visión que tiene Enio, diciendo que él en el siglo XIV escribirá una obra que conmemorará al Africano y que será recordada y celebrada por las generaciones futuras.

Además Petrarca tiene ya en mente algo que más tarde los humanistas adoptarán como ideología, el hecho de que ellos no sólo son estudiosos y conocedores de la Antigüedad clásica, sino que la superan. Es por ello que Petrarca ha sido considerado por muchos como el primer humanista, no está demás recordar aquí aquel famoso pasaje de los Rerum memorandarum libri donde dice: “Ego itaque, cui nec dolendi ratio deest nec ignorantie solamen adest, velut in confinio duorum populorum constitutus ac simul ante retroque prospiciens”. A partir de esta afirmación resulta evidente que el poeta tenía plena consciencia de su papel como mediador entre el pasado y el futuro.

Así pues, hemos podido ver la manera en que Petrarca se vale de las fuentes antiguas y de las tradiciones contenidas en ellas para construir su discurso poético y para anunciar, en su condición de vate, el prestigio y fama que le esperan con el paso del tiempo, aunque en realidad la gloria eterna se la proporcionó su poesía en lengua vulgar y no el Africa que es en última instancia un opus imperfectum.

http://www.comfil.edu.mx/interaccion/texto.php?id=246

Africa - Petrarca
https://archive.org/details/lafrica00petr

El Africa de Petrarca y su elaboración
http://www.academia.edu/6193668/El_Africa_de_Petrarca_y_su_elaboraci%C3%B3n

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