jueves, 6 de noviembre de 2014

Libro I de la Historia de Heródoto: Arión y el delfín

XXIII. A Periandro... siendo señor de Corinto, le sucedió la más rara y maravillosa aventura: quiero decir la de Arión, natural de Metimna, cuando fue llevado a Ténaro sobre las espaldas de un delfín. Este Arión era uno de los más famosos músicos citaristas de su tiempo, y el primer poeta dityrámbico de que se tenga noticia; pues él fue quien inventó el dityrambo, y dándole este nombre lo enseñó en Corinto.

XXIV. La cosa suele contarse así: Arión, habiendo vivido mucho tiempo en la corte al servicio de Periandro, quiso hacer un viaje a Italia y a Sicilia, como efectivamente lo ejecutó por mar; y después de haber juntado allí grandes riquezas, determinó volverse a Corinto. Debiendo embarcarse en Tarento, fletó un barco corintio, porque de nadie se fiaba tanto como de los hombres de aquella nación. Pero los marineros, estando en alta mar, formaron el designio de echarle al agua, con el fin de apoderarse de sus tesoros. Arión entiende la trama, y les pide que se contenten con su fortuna, la cual les cederá muy gustosa con tal de que no le quiten la vida. Los marineros, sordos a sus ruegos, solamente le dieron a escoger entre matarse con sus propias manos, y así lograría ser sepultado después en tierra, o arrojarse inmediatamente al mar. Viéndose Arión reducido a tan estrecho apuro, pidióles por favor le permitieran ataviarse con sus mejores vestidos, y entonar antes de morir una canción sobre la cubierta de la nave, dándoles palabra de matarse por su misma mano luego de haberla concluido. Convinieron en ello los corintios, deseosos de disfrutar un buen rato oyendo cantar al músico más afamado de su tiempo; y con este fin dejaron todos la popa y se vinieron a oirle en medio del barco. Entonces el astuto Arión, adornado maravillosamente y puesto el pie sobre la cubierta con la cítara en la mano, cantó una composición melodiosa, llamada el Nomo orthio, y habiéndola concluido, se arrojó de repente al mar. Los marineros, dueños de sus despojos continuaron su navegación a Corinto, mientras un delfín (según nos cuentan) tomó sobre sus espaldas al célebre cantor y lo condujo salvo a Ténaro. Apenas puso Arión en tierra los pies, se fue en derechura a Corinto vestido con el mismo traje, y refirió lo que acababa de suceder. Periandro, que no daba entero crédito al cuento de Arión, aseguró su persona y le tuvo custodiado hasta la llegada de los marineros. Luego que ésta se verificó, los hizo comparecer delante de sí, y les preguntó si sabrían darle alguna noticia de Arión. Ellos respondieron que se hallaba perfectamente en Italia, y que lo habían dejado sano y bueno en Tarento. Al decir esto, de repente comparece a su vista Arión, con los mismos adornos con que se había precipitado en el mar; de lo que, aturdidos ellos, no acertaron a negar el hecho y quedó demostrada su maldad. Esto es lo que refieren los corintios y lesbios; y en Ténaro se ve una estatua de bronce, no muy grande, en la cual es representado Arión bajo la figura de un hombre montado en un delfín.

http://www.historiaclasica.com/2009/11/la-historia-del-delfin-que-salvo-al.html

 

Arión y el delfín
Ya en los escritos más antiguos de los que tenemos constancia, encontramos los mitos, historias en las que realidad y ficción se mezclan y confunden en una difusa franja que resulta imposible volver a separar. Esta costumbre, seguramente tan antigua como el hombre, donde plasma sus valores, inquietudes, anhelos, miedos y pasiones no se ha perdido aún hoy. Desde pequeños ya aprendemos historias sobre Papá Noel y el hombre del saco. Más tarde descubrimos toda clase de héroes, superhéroes y los más extraordinarios mundos fantásticos o de los sueños. Hasta observar con más o menos curiosidad y credulidad las leyendas o creencias sobre el más allá o la vida después de la muerte. La literatura y el cine de hoy recurren con asiduidad a estas historias. Ninguna de las artes ha dejado de tocar estos temas, y la música no ha sido menos
En los tiempos de la música barroca, la mitología griega y romana era la principal fuente de inspiración para los libretos de las óperas así como de las cantatas profanas. Podemos encontrar a casi todos los antiguos dioses, diosas, ninfas, musas, sátiros y héroes puestos en boca de “Castratti”, sopranos, altos, tenores y bajos. Algo ensombrecido por la fama del renombrado Orfeo, aparecía entre ellos un músico con una bella leyenda llamado Arión.

 

Arion fue un famoso músico ejecutante de cítara en la antigua Grecia; un poeta dionisíaco le atribuye la invención del ditirambo: "Como una composición literaria para coro ditirambo fue la creación de Arion de Corinto:"
Los isleños de Lesbos lo reclamaron como su hijo nativo, pero Arion encontró un patrón de Periandro, tirano de Corinto. Aunque destaca por sus inventos musicales, Arion es recordado principalmente por el fantástico mito de su secuestro por piratas y milagroso rescate de delfines, un motivo de cuento.
Herodoto dice "Arion era insuperable de la lira en su tiempo y también fue el primer hombre que conocemos en componer, dar nombre al ditirambo y enseñarlo en Corinto". Sin embargo J.H. Sleeman observa del ditirambo o coro circular ", se menciona por primera vez por Arquíloco.  Arion floreció al menos 50 años más tarde; probablemente le dio una forma más artística, la adición de un coro de 50 personas, sátiros personificados que bailaban alrededor de un altar de Dionisio. Era, sin duda, el primero en introducir el ditirambo en Corinto ".
Arion también se asocia con el origen de la tragedia: de Solón Juan el Diácono informa: "Arion de Methymna introdujo por primera vez el drama de la tragedia, como Solón indicó en su poema titulado Elegías”.

La leyenda de Arión.

Arión, hijo de Poseidón e Ino y originario de la isla de Lesbos, cantaba y tañía la lira o cítara con tal maestría que fue considerado como el mejor de su tiempo (s.VII a.C.). Periandro, rey por entonces de Corinto, donde residió Arión la mayor parte de su vida, le tenía en gran estima y le brindaba amistad y sustento. A pesar de ello, Arión decidió un buen día ampliar horizontes y probar su arte allende su lugar de origen. Así pues embarcó hacia Italia. Allí y en Sicilia deleitó con su arte por doquier obteniendo gran éxito y fortuna.
Pero fue de regreso a su tierra cuando sucedió lo fantástico de su historia. A pesar de contratar una nave corintia para su regreso porque sus compatriotas le inspiraban mayor confianza, la tripulación tramó deshacerse de él con el fin de apropiarse de sus riquezas acumuladas tras exhibiciones y concursos. Según dicen algunos avisado en sus sueños por Apolo, Arión hizo uso de su don para intentar librarse de su fatal destino. Cuando los traidores mostraron sus intenciones, éste les pidió un último deseo: Vestirse con sus mejores galas y terminar su vida honrando a la música a la que había servido, cantando. No fue difícil convencer a los piratas, seducidos por la idea de deleitarse con el último canto de tan prestigioso músico. Arión, engalanado, vistiendo su túnica púrpura y una corona triunfal que consideraba su más noble premio, de pie en el extremo de la cubierta, comenzó a cantar su “Canción conmovedora”, de la que dicen que exigía tales agudos que muy pocas voces podían ejecutarla. Los poetas dicen que cuando cantaba en el bosque, el cordero y el lobo permanecían juntos escuchando, el ciervo y el león, la liebre y los perros, mientras que arriba la paloma y el halcón escuchaban en el aire. En esta ocasión, sus bellos sonidos no solo conmovieron a los hombres de la tripulación, también a un grupo de delfines que acudieron a escuchar escoltando la embarcación. Cuando Arión terminó, se echó al mar como había convenido con los traidores para dejar este mundo por su pie.
Lo que ellos no sabían es que aquí no feneció su vida, sino que uno de los delfines lo llevó sano y salvo hasta tierra firme asido a su lomo.

Regresó Arión a Corinto donde el rey, no sabiendo si su fantástica historia era cierta o se trataba de un impostor, aguardó hasta la llegada del navío. Cuando los marineros tomaron tierra y fueron llamados por el Rey, interrogados acerca de Arión respondieron con engaños. Cuando de pronto éste apareció vestido tal y como lo vieron por última vez con su lira en mano, lo tomaron por un dios y se humillaron ante él pidiendo clemencia. Pero el rey les impuso el más severo castigo. Luego mandó erigir un monumento de bronce del delfín cabalgado por Arión.
Cuando Arión murió, Apolo colocó su figura en el firmamento junto con la del delfín que le salvó, formando ambos la constelación del delfín.
Cuenta Pausanias, un viajero, geógrafo e historiador griego del siglo II, en su “Descripción de Grecia”, que él mismo vio el monumento al delfín. Añade que conoció a un joven que en una ocasión atendió y curó las heridas que un delfín había sufrido a manos de un pescador, y que ese delfín lo llevaba en su lomo por el mar cuando el joven deseaba.

La historia de Heródoto  se recogió en otra literatura. Luciano de Samosata ingeniosamente imaginó el diálogo entre Poseidón y el delfín que llevaba Arion.
Agustín de Hipona afirma que los paganos "creían en lo que leen en sus libros" y tomaron a Arion como un individuo histórico. "No hay una historicidad en esta historia", también de acuerdo con Eunice Burr Stebbins, y Arion y los delfines se dan como un ejemplo de "un motivo folklórico especial asociado con Apolo" de Irad Malkin.
 Sin embargo, hay muchos más relatos históricos o menos fiables de muchos períodos de la gente de ser salvado por delfines.
Erasmus citaba a Arion como uno de los temas del poeta tradicional que suenan como Historia en lugar de fábulas, aunque recordaba que Agustín no había tomado la historia de Arion como un ser histórico.

Paralelismos mitológicos

El episodio puede ser visto como un doblete del destino de Melicertes, donde el salto al mar era el de su madre, Ino. transformada en la "diosa blanca" Leucothea; Melicertes se llevó más muerto que vivo a las costas, donde se celebran los Juegos del Istmo en su honor, en la que ganadores fueron coronados con una corona de abeto estéril. Se transformó en el héroe Palaimon,
Otro paralelismo es el mito de Dionisio y los marineros, se relata en los himnos homéricos: piratas del Tirreno intentan atacar el dios en el mástil, pero la madera en sí comienza a brotar y el mástil está entrelazada con la hiedra, los marineros saltan en el mar y son transformados en delfines. Esto es especialmente interesante porque Arion se le atribuye la invención del ditirambo, una canción dionisíaca.

Interpretaciones académicas

A la luz de los paralelos anteriores, Walter Burkert interpreta la historia como un acontecimiento importante en la historia del culto dionisíaco: "Liberado de este panorama sombrío, la leyenda alegre y liberadora del siglo VI desarrolló aún más la imagen de los delfines piloto en el marco del colores de la renovación del culto de Dionisio. ". CM Bowra atado al mito del período posterior a la expulsión de Corinto del Bacchiadae aristocrática, que remonta su descendencia de Dionisio: "el culto del dios tuvo que desarrollar nuevas y más formas democráticas."
Stewart Flory identificó uso característico de Heródoto del episodio en un contexto  de historización como un ejemplo de lo que Flory llama sus "valientes gestos", un hombre frente a la muerte se presenta con tranquila dignidad, realizando algún gesto enérgico pero innecesario que demuestra desprecio por el peligro.

Usos posteriores

Existen otras variaciones de la historia.
En 1994, fue adaptado por Vikram Seth y Alec Roth para la ópera Arion y el delfín, encargado por la Ópera Nacional de Inglés para los artistas profesionales con la comunidad coro y coro de niños. Se estrenó en Plymouth en 1994 bajo la dirección de Nicholas Kok y directora Rebecca Meitlis.
Arion es aludido en la República de Platón a 453d, donde Sócrates dice: "Entonces, también, debemos nadar y tratar de escapar del mar de la argumentación con la esperanza de que, o bien alguna de delfines nos llevará en la espalda ..."
Arion se menciona en el acto 1, escena ii Noche de Reyes de Shakespeare, donde el capitán asegura a Viola que su hermano todavía puede estar vivo después del naufragio, porque "Arion como en el lomo del delfín, le vi celebrar conocimiento de las olas."
Arion se menciona en la primera estrofa de Soledades de Luis de Góngora.
"Arion" es un poema de Alexander Pushkin.
Arion es una revista de humanidades y los clásicos publicados en la Universidad de Boston.
Jimmy Buffett canción en su canción "Jolly Mon" se basa en esta fábula.
Hay una cantata creada por el barroco francés compositor André Campra  para contar la historia de Arion
Arion en el delfín es la huella de Houghton Mifflin Harcourt, los editores con sede en Boston y Nueva York, la cifra fue utilizado anteriormente por el siglo XVI Basilea impresora Johannes Oporinus como su dispositivo.
Desde noviembre de 2009, el banco islandés Nja Kauping desde que fue adquirida por el Estado islandés ha sido rebautizado como Arion Banki.
Una cantata para coro y piano de los niños, 'Arion y el delfín', por el compositor inglés Philip Godfrey, se realizó por primera vez en 2003.

http://centrodeartigo.com/articulos-educativos/article_2620.html



http://cantosdearion.es/2011/la-leyenda-de-arion/













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