martes, 7 de octubre de 2014



Tanaquil, reina etrusca de Roma

GRIEGOS Y ETRUSCOS EN LOS ORIGENES MITICOS DE ROMA

Tanaquil era la esposa de Tarquinio Prisco, quinto rey de Roma, hijo de un refugiado corintio llamado Demaratos.

Tanaquil y Tarquinio tenían cuatro hijos, dos hijas y dos hijos. Una de las hijas (Tarquinia) fue  la esposa a Servio Tulio, el sucesor de Tarquinio Prisco, llamado también Tarquinio el Antiguo.

Según Festo, ella cambió su nombre a Gaia Cecilia (llamada Gaia Cyrilla en el libro de Boccaccio, “Mujeres famosas” ) cuando  llegó a Roma, aunque algunos historiadores romanos también  la llamaron Caia Cecilia o Caia Cyrilla.

Tanaquil  era miembro de  una poderosa familia etrusca  en Tarquinii, Etruria y  pensó que su marido sería  a un buen líder, pero puesto  era el hijo de un inmigrante griego, Tarquinio no tendría posibilidades de conseguir una posición política superior en Tarquinii, donde vivían.
Sabiendo esto, Tanaquil le animó a inmigrar a Roma.

TANAQUIL, LA  ADIVINA TEJEDORA

Ella tenía un talento para hacer girar la rueca y tejer, pero se  la conoce también por sus  capacidades proféticas, que le ayudaron a instalar Tarquinio como  rey de Roma, sucesor de  Tulio Hostilio y Anco Marcio,que a su vez era nieto del segundo rey, Numa Pompilio, por parte materna, y fue el último rey de origen sabino. Su madre se llamaba  Pompilia.

Los reyes de Roma

Nombre Período
Rómulo
753 a. C. – 716 a. C.
Numa Pompilio
715 a. C. – 674 a. C.
Tulio Hostilio
673 a. C. – 642 a. C.
Anco Marcio
642 a. C. – 617 a. C.
Tarquino Prisco
616 a. C. – 579 a. C.
Servio Tulio
578 a. C. – 535 a. C.
Tarquinio el Soberbio
535 a. C. – 509 a. C.

LOS PRESAGIOS DE TANAQUIL

Cuenta la leyenda que cuando  en  el camino a Roma, un águila voló sobre  Tarquinio,  Tanaquil interpretó ésto como muestra  de que los dioses querían que él fuese rey.
Plinio dice que  le dedicaron a Tanaquil una estatua como Gaia Cecilia en el templo de Semo Sancus  y que la profecía de Tanaquil fue determinante para la actuación posterior de  Tarquinio.
Cuando murió el rey Anco Marcio, antes de que sus hijos fueran bastante mayores  para sucederle en el  trono, Tarquinio  utilizó su renombre en el Comitium  para que se  le eligiera   como quinto  rey de Roma.
Él gobernó  de 578- 535 según algunas fuentes.

TANAQUIL Y SERVIO TULIO

Tanaquil también desempeñó un papel en la subida al trono de  Servio Tulio, el sexto rey de Roma, que según la tradición era originario de Vulci e hijo de una sierva llamada Ocresia (de ahí su nombre Servius ,siervo)
Educándolo como su propio hijo, Tanaquil hizo que  Servio fuese el siguiente sucesor  al trono romano.

LA VISIÓN PROFÉTICA DE TANAQUIL

La reina Tanaquil tuvo un día la visión de que alrededor de la cabeza de Servio,  que estaba dormido, unas  llamas   bailaban alrededor de su cabeza sin dañarle.
Y  cuando Servio despertó, el fuego desapareció.
Tomando ésto como presagio del futuro glorioso de niño, Tanaquil  entendió y supo que Servio, un día, sería rey.
Cuando Tarquinio  fue asesinado, Tanaquil ocultó su muerte  y presentó a Servio como heredero de su esposo y su sustituto en caso de muerte, lo que permitió a Servio ganarse el respeto de los romanos antes de anunciar la muerte de Tarquinio.

SUEGRA Y REINA MADRE

Tanaquil tenía una hija, (Tarquinia) que casó Servio Tulio, y dos hijos, Lucio Tarquinio el Soberbio y  Arruns Tarquinio, que casarían  con Tulia, la hija de Servio Tullio, con lo que el poder de Roma quedaba en familia.

TANAQUIL Y LA DIOSA GAIA EN EL MATRIMONIO ROMANO

Ambas partes del nombre Caia ( o Gaia) Cecilia vienen de una raíz etrusca que significa feliz”.”  Y en  latín  el nombre masculino común correspondiente fue Gaius, “alegre”, un nombre que expresaba el deseo de sus padres y parientes de que el bebé fuese dichoso a los largo de su vida.
El nombre  Caia Cecilia , con dos partes, es una excepción a la regla, ya que  generalmente la forma de nombrar a las mujeres romanas era con sólo un nombre, que era la forma femenina del de su padre  , lo  que explica por qué las hijas de Servio Tulio se llamaban Tulia .
Infrecuentemente, las mujeres recibían  otro nombre tras su  matrimonio, que entonces sería la forma femenina del nombre de  su marido. Así, de Terencio, Terencia.
Tanaquil no tomó ni uno ni otro, y de hecho se la considera a veces más famosa y de mayor poder que su marido el rey, ya que ella le había conseguido el trono.
A su muerte, Tanaquil  fue deificada y quizás fue asimilada a una diosa anterior llamada Caia o Gaia , una diosa del hogar adorada junto con los lares y Vulcano, una forma antigua de Vesta, también diosa del fuego del hogar.

UBI TU GAIUS EGO GAIA

Caia-Gaia, como diosa de las  mujeres, tenía una parte en la ceremonia de boda romana. Como parte del ritual, la novia y el novio intercambiaban los votos  sagrados con la fórmula  “Ubi tu Gaius, ego Gaia, significando  ” Donde tu eres Gaius, yo soy Gaia “, que puede  también interpretarse  como “Si tu eres feliz, yo soy feliz”, pensando que esta asimilación con la diosa del matrimonio y la felicidad , y que la invocación del nombre de Gaia traería  la  buena suerte a esta  unión. Y después de que la novia ya estuviera casada, pero antes de que entrase en su nuevo hogar, se l e preguntaba su nombre. Y ella  contestaba: ” Mi nombre es Gaia”.
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Bodas Aldobrandinas (Biblioteca Vaticana).
Dentro del espíritu helenístico hay que situar el fragmento de la llamada copia romana de principios del Imperio de un original griego de Etión. Posiblemente simbolizaba las bodas de Alejandro Magno con la princesa oriental Roxana. Peitos, la diosa de la persuasión, habla dulcemente a la esposa, pálida y conmovida, cubierta aún con sus galas nupciales. Mientras, sentado al pie del lecho, coronado de pámpanos como un joven Baco, el novio espera impaciente el final de la conversación. El cromatismo, claro y alegre, potencia la tierna espera de la escena, fuertemente plástica, donde prevalece el gusto por el detalle propio del arte helenístico. La alegoría es, sin embargo, es una reminiscencia clásica.
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Los romanos honraron  a Gaia/Tanaquil por sus habilidades domésticas, como  su ideal de mujer, y  en uno de los templos dedicados  Fortuna en Roma se conservaba una toga que ella había tejido para Servio Tulio.

Asimismo, en el templo de Semo Sancus (dios de los orígenes de los  Sabinos)  se conservaron su huso y su rueca (herramientas usadas en el hilado de la lana) al lado de la  estatua de bronce de Gaia Cecilia. Limaduras de esta estatua  se creía que tenían poder  curativo.

Además, Gaia Cecilia estaba  conectada con Tiberio, dios del río de Tiber, que discurre a través de Roma. También la ligan a la isla en el medio del Tiber, y pudo haber tenido una pequeña capilla allí con Tiberio, donde  se les hacían ofrendas el  octavo de diciembre.

¿FUE TANAQUIL UNA DIOSA ETRUSCA DEL FUEGO?

Caia Cecilia, también llamada Gaia Cecilia, era una diosa romana del fuego, del hogar, de la salud  y de  las mujeres. Con dos nombres diferentes aunque ligados en última instancia, las diosas eran conocidas como Caia: Caia Taracia, y Caia Cecilia, también conocida como Tanaquil, una reina romana arcaica (algunos dicen que  Caia Tanaquil’ o  Cecilia era la reina  deificada y  Tanaquil misma).
Caia Taracia era una Virgen  que era recordada para dar una gran cantidad de tierra a la ciudad de Roma; como Acca Larentia, la honraron  después de su muerte, y  le dedicaron una estatua .

Hay evidencia de que las historias de Acca Larentia y de Caia Taracia son de la misma raíz–uno de los territorios (ager) dados por Acca Larentia a Roma fue llamado el Ager Turax, y ” Turax” es una versión del ” Taracia”.
Caia Cecilia era el nombre latino de la famosa  reina Tanaquil, esposa de Tarquinio Prisco, rey de Roma
En etrusco, Tanaquil” , significa  ” el regalo de Gracia” , tal vez  corrompido de  ” Taracia”.
Tanaquil  según la leyenda romana, era una mujer ambiciosa e inteligente que nació de una familia noble, y estaba  instruída en medicina y matemáticas, y  altamente – experta en la “disciplia etrusca ” del augurio y de la profecía.
Se asegura que consiguió  el  trono  de Roma para su marido y predijo su  reinado y el de su yerno y sucesor, Servio Tulio.
De camino a Roma, una gran águila voló bajo y asió el  sombrero de Tarquinio y después de que volar muy alto, se lo devolvió, lo que  Tanaquil interpretó correctamente esto pues significaba que  él alcanzaría grandes cosas.
Tanaquil también interpretó otros presagios referentes al poder:
Un día que su criado a Ocrisia ofrecía unas  tortas a los lares (dioses del hogar) en el hogar de la familia, dentro de las llamas la reina  vio una visión de un dios en forma de falo de fuego.
Tanaquil le dijo que se vistiese como una novia y  se  encerrarse en aquel lugar.
Por la noche Ocrisia fue visitada por dios (algunos dicen que Vulcano, dios del fuego, algunos dicen uno de los lares), y  la muchacha quedó  embarazada, dando luego a luz a un muchacho, sobre cuya cabeza  la reina observó una vez unas llamas que bailaban por lo que Tanaquil reconoció este presagio también, y predijo que él era el  futuro rey de Roma.

TITO LIVIO, AB URBE CONDITA, Capitulo 34
(4) Lucumoni contra, omnium heredi bonorum, cum divitiae iam animos facerent, auxit ducta in matrimonium Tanaquil, summo loco nata et quae haud facile iis in quibus nata erat humiliora sineret ea quo innupsisset.
(5) Spernentibus Etruscis Lucumonem exsule advena ortum, ferre indignitatem non potuit, oblitaque ingenitae erga patriam caritatis dummodo virum honoratum videret, consilium migrandi ab Tarquiniis cepit.
(6) Roma est ad id potissima visa: in novo populo, ubi omnis repentina atque ex virtute nobilitas sit, futurum locum forti ac strenuo viro; regnasse Tatium Sabinum, arcessitum in regnum Numam a Curibus, et Ancum Sabina matre ortum nobilemque una imagine Numae esse.
(7) Facile persuadet ut cupido honorum et cui Tarquinii materna tantum patria esset. Sublatis itaque rebus amigrant Romam.
(8) Ad Ianiculum forte ventum erat; ibi ei carpento sedenti cum uxore aquila suspensis demissa leviter alis pilleum aufert, superque carpentum cum magno clangore volitans rursus velut ministerio divinitus missa capiti apte reponit; inde sublimis abiit.
(9) Accepisse id augurium laeta dicitur Tanaquil, perita ut volgo Etrusci caelestium prodigiorum mulier. Excelsa et alta sperare complexa virum iubet: eam alitem ea regione caeli et eius dei nuntiam venisse; circa summum culmen hominis auspicium fecisse; levasse humano superpositum capiti decus ut divinitus eidem redderet.

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