Este mes tiene más significancia en los lenguajes
germánicos donde el mes empieza con "jan". Toma su nombre del
dios Janus, el dios de dos caras. Este dios era el dios de las puertas,
portones, principios y finales -razón por la cual se lo ve representado en
tantas puertas-. Como Enero, que en Latín presenta un nombre relativo a
Janus, es el mes que abre el año, se honró a dicho dios nombrando al mes.
Febrero
A Februo (Plutón).
FEBRVUARIVS (Februarius)
Proviene de la palabra en Latín "Februare", la
cual nace de Februo, que significa "limpiarse". Este mes fue
nombrado de esta manera ya que en Febrero los romanos realizaban ciertos
ritos religiosos, dedicados a Plutón, que tenian una finalidad de conseguir
pureza.
Marzo
Al dios Marte.
MARTIVS (Martius)
Proviene de Marte, dios de la guerra. Si bien no es del
todo claro, varios investigadores del tema creen que es porque en marzo se
celebraron algunas batallas históricas de significante importancia.Este era
el primer mes en el calendario antiguo.
Abril
Por aperio (abrir) o Afrodita.
APRILIS
Proviene de "aperio", que significa abrir. Se
dio este nombre a dicho mes ya que en abre es cuando las plantas comienzan
a florecer -ubicándonos en la geografía de Italia-. Si bien un gran número
de estudiosos señala que también puede estar tomado de los griegos que lo
dedicaban a la diosa Afrodita.
Mayo
A la diosa Maia.
MAIVS (Maius)
Proviene de la diosa Maia, una de las diosas más
ancianas de Roma que también era la diosa de la primavera. Los sacrificios
a Maia, madre, se ofrecían el primero de Mayo.
Junio
A la diosa Juno
IVNONIVS (Iunonius)
Nombrado en honor a a la diosa Juno, Diosa del matrimonio.
Julio
El quinto mes / En honor a
César.
QVINTILIS / IVLIVS (Julius)
Primeramente conocido como Quintilis, debido a que este
era el quinto mes. Luego ya con el calendario Juliano fue renombrado en
honor a Julio César por ser este el mes de su nacimiento. Julius y Augustus
no fueron aceptados rápidamente entre la población. Esto se puede notar en
varios escritos medievales donde Quintilis y Sextilis siguieron siendo
utilizados hasta bien entrado el medioevo.
Agosto
El sexto mes / En honor a Augusto.
SIXTILIS / AVGVSTVS
Como con Quintilis este mes primeramente tenia un
sentido numerico, Sextilis el sexto mes, pero fue luego renombrado a
Augustus en honor a un emperador.
Septiembre
El septimo mes.
SEPTEMBRI / SEPTEMBRIS
Semptembris proviene de septem, siete. Esto es porque
contando desde Marzo, mes que iniciaba el año para los romanos. Septiembre
caía en el séptimo lugar entre los meses.
Octubre
El ocatvo mes.
OCTOBRI / OCTOBRE
Otro de los meses que retuvo su origen numérico. Octo,
ocho en Latín. Recuerden siempre ubicarse en Marzo como referencia de
principio de año o mes base.
Origen de los nombres de: los días de la semana y los planetas del sistema solar
Las diferentes unidades de medida del tiempo y los nombres por las que las conocemos no son cosa de ayer. Desde antiguo hemos dividido el tiempo en las mismas porciones y los nombres actuales provienen de los de antaño. Y no obedecen a decisiones arbitrarias sino que están basadas en los conocimientos astronómicos de los pueblos de la Edad Antigua que han llegado hasta nuestros días a través del filtro de la roma clásica.
La diferenciación entre el día y la noche es la más obvia de realizar, siendo el siguiente paso el agruparlos en una unidad de tiempo que abarca un ciclo de luz-oscuridad. Después se unen en grupos de siete días llamados semanas (de sept- siete en latín). Y son siete los días de la semana pues siete eran los astros móviles sobre el fondo fijo de un firmamento de estrellas que observaban los primitivos astrónomos. A saber: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Luna y Sol. Comoquiera que estos pueblos mantenían cultos politeístas, identificaron algunas de sus deidades con estos cuerpos que, majestuosamente, se desplazaban de constelación en constelación. Por ello dedicaron un día a la honra o adoración de cada uno de ellos y, una vez completado el ciclo de siete días, volvían a repetirlo. Diferentes han sido los nombres como diferentes han sido los pueblos pero, merced al poder integrador de la cultura romana, nos han llegado hasta la actualidad con un nombre único.
El orden viene dado por proximidad y por unos valores que la antigua astronomía calculaba a partir de su posición en la bóveda celeste. Comenzaron por el más próximo a la Tierra según la concepción Toloméica del Universo, la vigente en esos días.
Así consideraban que el astro más cercano era el Sol (sol, solis- en latín) al que dedicaron el primero de los días. Nótese a este respecto que la semana comienza en domingo y acaba en sábado, día que el pueblo judío dedicaba al descanso al final de la misma. Así se dice cap de setmana (cabeza de semana en catalán) al conjunto de días festivos del actual fin de semana. Algunos idiomas corroboran el origen del nombre, como es el caso del inglés sunday (dies solis- día del Sol en latín). Posteriormente, con la cristianización del Imperio Romano se dedicó el día al Señor y le llamamos domingo (de dies Dominica- día del Señor en latín). También se le colocó en último lugar de la semana como correspondía al día del descanso.
El siguiente astro fue el consagrado a Selene, diosa griega que simbolizaba la Luna. El lunes (dies Lunae, día de la Luna en latín) también muestra más clara su procedencia en el monday inglés o en el montag alemán.
El martes (dies Martis, día de Marte en latín) fue dedicado a Marte, dios romano de la guerra. El conocido por planeta rojo fue asimilado al dios guerrero precisamente por su color, el de la sangre y el fuego. El nombre de sus satélites Phobos y Deimos corresponden al de los hijos del dios, que conducían su carro de combate.
El miércoles (dies Mercurii, día de Mercurio en latín) fue asimilado a Mercurio, dios romano de la velocidad, precisamente por ser éste el planeta con el movimiento aparente más rápido de los siete. Otras lenguas mantienen la misma raíz latina, como el dimecres catalán o el mercoledì italiano.
El jueves (dies Jovis, día de Júpiter en latín) fue dedicado a Júpiter, el mayor de los dioses del panteón romano. El planeta que simbolizaba al dios por su tamaño y por su lento movimiento aparente, enseñoreándose del firmamento.
El viernes (dies Veneris, día de Venus en latín) fue consagrado a Venus, diosa de la belleza, precisamente por esta cualidad, la belleza del lucero del alba. Otras lenguas mantienen la misma raíz latina como el vendredi francés o el venerdì italiano.
Y finalmente, el sábado (dies Saturnus, día de Saturno en latín) fue asimilado a Saturno por la gran cantidad de satélites que posee, como la gran cantidad de hijos del dios de la agricultura. De nuevo podemos constatar la similitud con el saturday inglés, en donde no se cambió la denominación, como en otras lenguas, por la del sabbatum latino, que deriva a su vez del shabbath (descansar en hebreo) y que era el día de descanso antes de que el cristianismo lo cambiase por el domingo.
Si ya se han acabado los días de la semana no ha ocurrido así con los planetas del Sistema Solar. A los descubiertos en fechas mucho más recientes se le ha seguido nombrando siguiendo la tradición clásica. Urano fue llamado Georgium Sidus (estrella de Jorge, en latín) por su descubridor William Herschel en honor a su mecenas real Jorge III, pero posteriormente se le llamó con el nombre actual. Si tras Júpiter venía su padre Saturno, tras éste debía venir el propio: Urano, padre de los titanes y de entre ellos el más poderoso Cronos, dios griego asimilado al Saturno romano. Neptuno es el siguiente. Hermano de Júpiter y dios de los mares, asimilado al planeta de tonos verdeazulados. Y después Plutón, hermano de Júpiter y de Neptuno, dios de los muertos y del inframundo. Nombre adecuado para el planeta más alejado del Sol, el que vaga por las más inhóspitas regiones de nuestro sistema en compañía de Caronte, su satélite.
Y, para finalizar, una curiosidad. El género de todos los planetas y satélites es el masculino, incluso para Venus que simboliza a una diosa; lo que se podría explicar con el género de las palabras planeta y satélite, también masculino. Pero la regla se rompe con La Tierra y La Luna, de género femenino. ¿Por qué este uso del género? Quizá la explicación al primer caso sea la comparación con una madre. Es decir, la madre Tierra que, como la propia, nos provee de cobijo y alimento y pone a nuestra disposición lo necesario para cubrir nuestras necesidades. Y quizá la explicación del segundo esté en sus fases y su ciclo de 28 días, y la relación de éste con el ciclo femenino y con los aspectos de fertilidad que lleva asociados.
http://personal5.iddeo.es/haro/1de3
domingo, 2 de noviembre de 2014
El Mito de Hera (Juno romanos)
Hera es la diosa con
mayor rango en el Olimpo, pues es esposa y hermana de Zeus, el dios de los
dioses en la mitología griega.
Esta diosa es la hija
mayor de Cronos y Rea, y como todos sus hermanos fue tragada por su padre, hasta
que Zeus fue salvado de las terribles fauces paternas y, luego, pudo entonces
liberar a todos sus hermanos.
Durante la lucha que
hubo entre Zeus y los titanes, la diosa fue criada -según unas versiones- por
Océano y Tetis, con quienes ella quedó muy agradecida, por lo que cuando ellos
riñeron, ella trató de reconciliarlos. Otros narran que fue criada por las
Horas, por el héroe Témeno e incluso por las hijas de Asterión.
Una vez que Zeus ganó la
gran batalla y se estableció el poder olímpico, éste contrajo matrimonio con
Hera. Se cuenta que ella era su tercera esposa, después de Metis y Tetis, no
obstante el amor entre Hera y Zeus era anterior incluso a la batalla con los
titanes. La boda fue más que suntuosa, y de acuerdo a la tradición, se indica
como lugar de la celebración el jardín de las Hespérides (aunque a veces se
dice que las manzanas de este jardín fueron sólo el regalo de Gea a Hera el día
de su casamiento, y que la diosa las cembró en su jardín). En la Ilíada se
cuenta que la boda se llevó a cabo en la cumbre del Ida de Frigia. También, se
ha mencionado que se realizó más bien en el lugar místico de Eubea. La divina
unión tuvo como frutos cuatro hijos: Hefesto, Ares, Ilitía y Hebe.
Como esposa del líder de
los dioses, Hera se convirtió en la protectora de todas las mujeres casadas.
Por ello, se la representa como mujer celosa, vengativa y violenta, pues Zeus
-que le era infiel constantemente- provocaba sus iras, de las que hacía
víctimas no sólo a las amantes sino a los hijos producto de los amores
prohibidos.
Fue así como Heracles
cayó en desgracia con Hera, pues era hijo de Zeus y Alcmena, y fue tal vez el
que más sufrió la cólera de la diosa. A ella se le ocurrió la idea de los doce
trabajos a los que se sometió al semidios, y lo persiguió sin límite hasta el
fin de sus días.
Sin embargo, estos
ataques de celos también le costaban caros a la diosa, pues Zeus siempre
protegía a sus hijos y a sus amantes de la venganza de Hera. Por ejemplo,
cuando Heracles se vio envuelto en una tormenta enviada por Hera cuando él
regresaba de tomar Troya, Zeus la suspendió del Olimpo y le ató un yunque en
cada pie. Hera más tarde se reconcilió con Heracles.
Las leyendas en que esta
importante diosa interviene son muchas. Por ejemplo, persigue a Io, la
convierte en vaca y convence a los Curetes de desaparecer a su hijo, interviene
en el trágico origen de Sémele, produce la locura de Tamante e Ino por haber
criado a Dionisios, hijo bastardo de Zeus con Sémele. Aconseja a Artemisa para
que asesine a Calisto, e intenta impedir el parto de Leto, de dónde nacieron
Apolo y Artemisa.
Sin embargo, la ira de
Hera no siempre se relaciona con los celos, a veces también lucha por poder.
Por ejemplo, castigó a Tiresias y lo dejó ciego, por darle la razón a Zeus en
una discusión que entabló la pareja sobre quién gozaba más de los placeres del
amor, si el hombre o la mujer.
Además, participó en el
concurso de las manzanas para averiguar cuál diosa era la más bella, donde
Paris fue árbitro. Como éste eligiera a Afrodita, su cólera cayó sobre él y
sobre Troya, por lo que la balanza se inclinó por los griegos o aqueos, hecho
que se confirmaba porque Hera naturalmente estaba designada como la protectora
de Aquiles, héroe griego hijo de Tetis, a quien Hera le debía tanto, como ya
dijimos. Incluso, la diosa extendió su protección a Menelao, y lo hizo
inmortal. Anteriormente, Hera había protegido a los Argonautas, y ayudó a que
salieran bien librados de las Rocas Cianeas y de los pasos de Caribdis y
Escila.
Por otro lado, se sabe
que la diosa participó en la lucha contra los Gigantes y que fue perseguida y
atacada por Porfirión que se había enamorado de ella. Éste intentó hacerla suya
por la fuerza, pero mientras le arrancaba los vestidos, Zeus llegó en auxilio
de la diosa y le envió un rayo al atacante que fue asesinado completamente por
un flechazo de Heracles. De igual forma, Ixión también la atacó con un deseo
incontrolable y violento, pero Zeus una vez más la protegió mediante una nube
que modeló para engañar al pérfido.
Sus atributos comunes
eran el pavo real, cuyo plumaje pasaba por ser los ojos de Argos, el guardián
que Hera le asignara a Io, la vaca y el león; y sus plantas eran el helicriso,
la granada (símbolo de la fértil sangre y la muerte), la amapola y el lirio. En
la mitología latina o romana fue conocida como Juno.
El culto dedicado a Hera fue muy popular. Su principal
centro de culto estaba en la isal de Samos, pero también había santuarios en
esparte, Micenas y Argos, donde se celebraban las Hereas, fiestas anuales en su
honor en que las jóvenes organizaban carreras de atletismo para agradecerle su
protección sobre los matrimonios. Olimpia, Corinto, Tirinto y Delos también
contaban con templos dedicados a esta gran diosa olímpica.
El
pavo real quejándose a Juno – Fábulas de La Fontaine
El pavo real elevaba sus quejas a la
diosa Juno.
“No me quejo sin motivo, oh Diosa, decía.
La voz que me habéis dado disgusta a
todos, mientras que el ruiseñor mezquino animalejo, canta de una manera tan
deliciosa, que es gala y honor de la primavera.”
Juno, irritada, respondióle:
“Ten la lengua, ave celosa: ¿Cómo
envidias la voz del ruiseñor, tú que adornas la garganta con los brillantes
esplendores del iris, y te pavoneas, desplegando una cola tan magnifica, que
parece el escaparate de un lapidario?
¿Hay ave alguna más hermosa que tú?
Ningún ser reúne todas las perfecciones.
Os hemos distribuido diversas prendas:
animales ha a quienes cupo en el reparto la fuerza y la corpulencia; el halcón
es ligero; valerosa el águila; agorera la corneja: y cada cual ha de
contentarse con su suerte. No te quejes, pues, o te quitaré en castigo tu
plumaje.”
martes, 7 de octubre de 2014
Tanaquil, reina etrusca de Roma
GRIEGOS Y ETRUSCOS EN LOS ORIGENES MITICOS DE ROMA
Tanaquil era la esposa de Tarquinio Prisco, quinto rey de Roma, hijo de un refugiado corintio llamado Demaratos.
Tanaquil y Tarquinio tenían cuatro hijos, dos hijas y dos hijos. Una de las hijas (Tarquinia) fue la esposa a Servio Tulio, el sucesor de Tarquinio Prisco, llamado también Tarquinio el Antiguo.
Según Festo, ella cambió su nombre a Gaia Cecilia (llamada Gaia Cyrilla en el libro de Boccaccio, “Mujeres famosas” ) cuando llegó a Roma, aunque algunos historiadores romanos también la llamaron Caia Cecilia o Caia Cyrilla.
Tanaquil era miembro de una poderosa familia etrusca en Tarquinii, Etruria y pensó que su marido sería a un buen líder, pero puesto era el hijo de un inmigrante griego, Tarquinio no tendría posibilidades de conseguir una posición política superior en Tarquinii, donde vivían.
Sabiendo esto, Tanaquil le animó a inmigrar a Roma.
TANAQUIL, LA ADIVINA TEJEDORA
Ella tenía un talento para hacer girar la rueca y tejer, pero se la conoce también por sus capacidades proféticas, que le ayudaron a instalar Tarquinio como rey de Roma, sucesor de Tulio Hostilio y Anco Marcio,que a su vez era nieto del segundo rey, Numa Pompilio, por parte materna, y fue el último rey de origen sabino. Su madre se llamaba Pompilia.
Los reyes de Roma
Nombre Período
Rómulo
753 a. C. – 716 a. C.
Numa Pompilio
715 a. C. – 674 a. C.
Tulio Hostilio
673 a. C. – 642 a. C.
Anco Marcio
642 a. C. – 617 a. C.
Tarquino Prisco
616 a. C. – 579 a. C.
Servio Tulio
578 a. C. – 535 a. C.
Tarquinio el Soberbio
535 a. C. – 509 a. C.
LOS PRESAGIOS DE TANAQUIL
Cuenta la leyenda que cuando en el camino a Roma, un águila voló sobre Tarquinio, Tanaquil interpretó ésto como muestra de que los dioses querían que él fuese rey.
Plinio dice que le dedicaron a Tanaquil una estatua como Gaia Cecilia en el templo de Semo Sancus y que la profecía de Tanaquil fue determinante para la actuación posterior de Tarquinio.
Cuando murió el rey Anco Marcio, antes de que sus hijos fueran bastante mayores para sucederle en el trono, Tarquinio utilizó su renombre en el Comitium para que se le eligiera como quinto rey de Roma.
Él gobernó de 578- 535 según algunas fuentes.
TANAQUIL Y SERVIO TULIO
Tanaquil también desempeñó un papel en la subida al trono de Servio Tulio, el sexto rey de Roma, que según la tradición era originario de Vulci e hijo de una sierva llamada Ocresia (de ahí su nombre Servius ,siervo)
Educándolo como su propio hijo, Tanaquil hizo que Servio fuese el siguiente sucesor al trono romano.
LA VISIÓN PROFÉTICA DE TANAQUIL
La reina Tanaquil tuvo un día la visión de que alrededor de la cabeza de Servio, que estaba dormido, unas llamas bailaban alrededor de su cabeza sin dañarle.
Y cuando Servio despertó, el fuego desapareció.
Tomando ésto como presagio del futuro glorioso de niño, Tanaquil entendió y supo que Servio, un día, sería rey.
Cuando Tarquinio fue asesinado, Tanaquil ocultó su muerte y presentó a Servio como heredero de su esposo y su sustituto en caso de muerte, lo que permitió a Servio ganarse el respeto de los romanos antes de anunciar la muerte de Tarquinio.
SUEGRA Y REINA MADRE
Tanaquil tenía una hija, (Tarquinia) que casó Servio Tulio, y dos hijos, Lucio Tarquinio el Soberbio y Arruns Tarquinio, que casarían con Tulia, la hija de Servio Tullio, con lo que el poder de Roma quedaba en familia.
TANAQUIL Y LA DIOSA GAIA EN EL MATRIMONIO ROMANO
Ambas partes del nombre Caia ( o Gaia) Cecilia vienen de una raíz etrusca que significa feliz”.” Y en latín el nombre masculino común correspondiente fue Gaius, “alegre”, un nombre que expresaba el deseo de sus padres y parientes de que el bebé fuese dichoso a los largo de su vida.
El nombre Caia Cecilia , con dos partes, es una excepción a la regla, ya que generalmente la forma de nombrar a las mujeres romanas era con sólo un nombre, que era la forma femenina del de su padre , lo que explica por qué las hijas de Servio Tulio se llamaban Tulia .
Infrecuentemente, las mujeres recibían otro nombre tras su matrimonio, que entonces sería la forma femenina del nombre de su marido. Así, de Terencio, Terencia.
Tanaquil no tomó ni uno ni otro, y de hecho se la considera a veces más famosa y de mayor poder que su marido el rey, ya que ella le había conseguido el trono.
A su muerte, Tanaquil fue deificada y quizás fue asimilada a una diosa anterior llamada Caia o Gaia , una diosa del hogar adorada junto con los lares y Vulcano, una forma antigua de Vesta, también diosa del fuego del hogar.
UBI TU GAIUS EGO GAIA
Caia-Gaia, como diosa de las mujeres, tenía una parte en la ceremonia de boda romana. Como parte del ritual, la novia y el novio intercambiaban los votos sagrados con la fórmula “Ubi tu Gaius, ego Gaia, significando ” Donde tu eres Gaius, yo soy Gaia “, que puede también interpretarse como “Si tu eres feliz, yo soy feliz”, pensando que esta asimilación con la diosa del matrimonio y la felicidad , y que la invocación del nombre de Gaia traería la buena suerte a esta unión. Y después de que la novia ya estuviera casada, pero antes de que entrase en su nuevo hogar, se l e preguntaba su nombre. Y ella contestaba: ” Mi nombre es Gaia”.
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Bodas Aldobrandinas (Biblioteca Vaticana).
Dentro del espíritu helenístico hay que situar el fragmento de la llamada copia romana de principios del Imperio de un original griego de Etión. Posiblemente simbolizaba las bodas de Alejandro Magno con la princesa oriental Roxana. Peitos, la diosa de la persuasión, habla dulcemente a la esposa, pálida y conmovida, cubierta aún con sus galas nupciales. Mientras, sentado al pie del lecho, coronado de pámpanos como un joven Baco, el novio espera impaciente el final de la conversación. El cromatismo, claro y alegre, potencia la tierna espera de la escena, fuertemente plástica, donde prevalece el gusto por el detalle propio del arte helenístico. La alegoría es, sin embargo, es una reminiscencia clásica.
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Los romanos honraron a Gaia/Tanaquil por sus habilidades domésticas, como su ideal de mujer, y en uno de los templos dedicados Fortuna en Roma se conservaba una toga que ella había tejido para Servio Tulio.
Asimismo, en el templo de Semo Sancus (dios de los orígenes de los Sabinos) se conservaron su huso y su rueca (herramientas usadas en el hilado de la lana) al lado de la estatua de bronce de Gaia Cecilia. Limaduras de esta estatua se creía que tenían poder curativo.
Además, Gaia Cecilia estaba conectada con Tiberio, dios del río de Tiber, que discurre a través de Roma. También la ligan a la isla en el medio del Tiber, y pudo haber tenido una pequeña capilla allí con Tiberio, donde se les hacían ofrendas el octavo de diciembre.
¿FUE TANAQUIL UNA DIOSA ETRUSCA DEL FUEGO?
Caia Cecilia, también llamada Gaia Cecilia, era una diosa romana del fuego, del hogar, de la salud y de las mujeres. Con dos nombres diferentes aunque ligados en última instancia, las diosas eran conocidas como Caia: Caia Taracia, y Caia Cecilia, también conocida como Tanaquil, una reina romana arcaica (algunos dicen que Caia Tanaquil’ o Cecilia era la reina deificada y Tanaquil misma).
Caia Taracia era una Virgen que era recordada para dar una gran cantidad de tierra a la ciudad de Roma; como Acca Larentia, la honraron después de su muerte, y le dedicaron una estatua .
Hay evidencia de que las historias de Acca Larentia y de Caia Taracia son de la misma raíz–uno de los territorios (ager) dados por Acca Larentia a Roma fue llamado el Ager Turax, y ” Turax” es una versión del ” Taracia”.
Caia Cecilia era el nombre latino de la famosa reina Tanaquil, esposa de Tarquinio Prisco, rey de Roma
En etrusco, Tanaquil” , significa ” el regalo de Gracia” , tal vez corrompido de ” Taracia”.
Tanaquil según la leyenda romana, era una mujer ambiciosa e inteligente que nació de una familia noble, y estaba instruída en medicina y matemáticas, y altamente – experta en la “disciplia etrusca ” del augurio y de la profecía.
Se asegura que consiguió el trono de Roma para su marido y predijo su reinado y el de su yerno y sucesor, Servio Tulio.
De camino a Roma, una gran águila voló bajo y asió el sombrero de Tarquinio y después de que volar muy alto, se lo devolvió, lo que Tanaquil interpretó correctamente esto pues significaba que él alcanzaría grandes cosas.
Tanaquil también interpretó otros presagios referentes al poder:
Un día que su criado a Ocrisia ofrecía unas tortas a los lares (dioses del hogar) en el hogar de la familia, dentro de las llamas la reina vio una visión de un dios en forma de falo de fuego.
Tanaquil le dijo que se vistiese como una novia y se encerrarse en aquel lugar.
Por la noche Ocrisia fue visitada por dios (algunos dicen que Vulcano, dios del fuego, algunos dicen uno de los lares), y la muchacha quedó embarazada, dando luego a luz a un muchacho, sobre cuya cabeza la reina observó una vez unas llamas que bailaban por lo que Tanaquil reconoció este presagio también, y predijo que él era el futuro rey de Roma.
TITO LIVIO, AB URBE CONDITA, Capitulo 34
(4) Lucumoni contra, omnium heredi bonorum, cum divitiae iam animos facerent, auxit ducta in matrimonium Tanaquil, summo loco nata et quae haud facile iis in quibus nata erat humiliora sineret ea quo innupsisset.
(5) Spernentibus Etruscis Lucumonem exsule advena ortum, ferre indignitatem non potuit, oblitaque ingenitae erga patriam caritatis dummodo virum honoratum videret, consilium migrandi ab Tarquiniis cepit.
(6) Roma est ad id potissima visa: in novo populo, ubi omnis repentina atque ex virtute nobilitas sit, futurum locum forti ac strenuo viro; regnasse Tatium Sabinum, arcessitum in regnum Numam a Curibus, et Ancum Sabina matre ortum nobilemque una imagine Numae esse.
(7) Facile persuadet ut cupido honorum et cui Tarquinii materna tantum patria esset. Sublatis itaque rebus amigrant Romam.
(8) Ad Ianiculum forte ventum erat; ibi ei carpento sedenti cum uxore aquila suspensis demissa leviter alis pilleum aufert, superque carpentum cum magno clangore volitans rursus velut ministerio divinitus missa capiti apte reponit; inde sublimis abiit.
(9) Accepisse id augurium laeta dicitur Tanaquil, perita ut volgo Etrusci caelestium prodigiorum mulier. Excelsa et alta sperare complexa virum iubet: eam alitem ea regione caeli et eius dei nuntiam venisse; circa summum culmen hominis auspicium fecisse; levasse humano superpositum capiti decus ut divinitus eidem redderet.