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domingo, 21 de diciembre de 2014

Origen de los nombres de los Meses y los Días


Español
Explicacion
Latín
Enero
Al dios Janus.
IANVARIVS (Januarius)
Este mes tiene más significancia en los lenguajes germánicos donde el mes empieza con "jan". Toma su nombre del dios Janus, el dios de dos caras. Este dios era el dios de las puertas, portones, principios y finales -razón por la cual se lo ve representado en tantas puertas-. Como Enero, que en Latín presenta un nombre relativo a Janus, es el mes que abre el año, se honró a dicho dios nombrando al mes.
Febrero
A Februo (Plutón).
FEBRVUARIVS (Februarius)
Proviene de la palabra en Latín "Februare", la cual nace de Februo, que significa "limpiarse". Este mes fue nombrado de esta manera ya que en Febrero los romanos realizaban ciertos ritos religiosos, dedicados a Plutón, que tenian una finalidad de conseguir pureza.
Marzo
Al dios Marte.
MARTIVS (Martius)
Proviene de Marte, dios de la guerra. Si bien no es del todo claro, varios investigadores del tema creen que es porque en marzo se celebraron algunas batallas históricas de significante importancia.Este era el primer mes en el calendario antiguo.
Abril
Por aperio (abrir) o Afrodita.
APRILIS
Proviene de "aperio", que significa abrir. Se dio este nombre a dicho mes ya que en abre es cuando las plantas comienzan a florecer -ubicándonos en la geografía de Italia-. Si bien un gran número de estudiosos señala que también puede estar tomado de los griegos que lo dedicaban a la diosa Afrodita.
Mayo
A la diosa Maia.
MAIVS (Maius)
Proviene de la diosa Maia, una de las diosas más ancianas de Roma que también era la diosa de la primavera. Los sacrificios a Maia, madre, se ofrecían el primero de Mayo.
Junio
A la diosa Juno
IVNONIVS (Iunonius)
Nombrado en honor a a la diosa Juno, Diosa del matrimonio.
Julio
El quinto mes / En honor a César.
QVINTILIS / IVLIVS (Julius)
Primeramente conocido como Quintilis, debido a que este era el quinto mes. Luego ya con el calendario Juliano fue renombrado en honor a Julio César por ser este el mes de su nacimiento. Julius y Augustus no fueron aceptados rápidamente entre la población. Esto se puede notar en varios escritos medievales donde Quintilis y Sextilis siguieron siendo utilizados hasta bien entrado el medioevo.
Agosto
El sexto mes / En honor a Augusto.
SIXTILIS / AVGVSTVS
Como con Quintilis este mes primeramente tenia un sentido numerico, Sextilis el sexto mes, pero fue luego renombrado a Augustus en honor a un emperador.
Septiembre
El septimo mes.
SEPTEMBRI / SEPTEMBRIS
Semptembris proviene de septem, siete. Esto es porque contando desde Marzo, mes que iniciaba el año para los romanos. Septiembre caía en el séptimo lugar entre los meses.
Octubre
El ocatvo mes.
OCTOBRI / OCTOBRE
Otro de los meses que retuvo su origen numérico. Octo, ocho en Latín. Recuerden siempre ubicarse en Marzo como referencia de principio de año o mes base.
Noviembre
El noveno mes.
NOVEMBRIS / NOVEMBRE
De novem, nueve en Latín. 
Diciembre
El decimo mes.
DECEMBRIS / DECEMBER
De Decem, diez en Latín.
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Significado de los nombres de los días
Nombre original
Significado
Nombre en Español
dies Solis
Día de Saturno
día Domingo
dies Lunae
Día de la Luna
día Lunes
dies Martis
Día de Marte
día Martes
dies Mercuris
Día de Mercurio (Hermes)
día Miércoles
dies Iovis
Dia de Júpiter / Juevo
día Jueves
Dies Veneris
Dia de Venus
día Viernes
dies Saturni
Dia de Saturno
día Sábado



jueves, 18 de diciembre de 2014

Origen de los nombres de: los días de la semana y los planetas del sistema solar

Las diferentes unidades de medida del tiempo y los nombres por las que las conocemos no son cosa de ayer. Desde antiguo hemos dividido el tiempo en las mismas porciones y los nombres actuales provienen de los de antaño. Y no obedecen a decisiones arbitrarias sino que están basadas en los conocimientos astronómicos de los pueblos de la Edad Antigua que han llegado hasta nuestros días a través del filtro de la roma clásica.

La diferenciación entre el día y la noche es la más obvia de realizar, siendo el siguiente paso el agruparlos en una unidad de tiempo que abarca un ciclo de luz-oscuridad. Después se unen en grupos de siete días llamados semanas (de sept- siete en latín). Y son siete los días de la semana pues siete eran los astros móviles sobre el fondo fijo de un firmamento de estrellas que observaban los primitivos astrónomos. A saber: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter, Saturno, Luna y Sol. Comoquiera que estos pueblos mantenían cultos politeístas, identificaron algunas de sus deidades con estos cuerpos que, majestuosamente, se desplazaban de constelación en constelación. Por ello dedicaron un día a la honra o adoración de cada uno de ellos y, una vez completado el ciclo de siete días, volvían a repetirlo. Diferentes han sido los nombres como diferentes han sido los pueblos pero, merced al poder integrador de la cultura romana, nos han llegado hasta la actualidad con un nombre único.

El orden viene dado por proximidad y por unos valores que la antigua astronomía calculaba a partir de su posición en la bóveda celeste. Comenzaron por el más próximo a la Tierra según la concepción Toloméica del Universo, la vigente en esos días.

Así consideraban que el astro más cercano era el Sol (sol, solis- en latín) al que dedicaron el primero de los días. Nótese a este respecto que la semana comienza en domingo y acaba en sábado, día que el pueblo judío dedicaba al descanso al final de la misma. Así se dice cap de setmana (cabeza de semana en catalán) al conjunto de días festivos del actual fin de semana. Algunos idiomas corroboran el origen del nombre, como es el caso del inglés sunday (dies solis- día del Sol en latín). Posteriormente, con la cristianización del Imperio Romano se dedicó el día al Señor y le llamamos domingo (de dies Dominica- día del Señor en latín). También se le colocó en último lugar de la semana como correspondía al día del descanso.

El siguiente astro fue el consagrado a Selene, diosa griega que simbolizaba la Luna. El lunes (dies Lunae, día de la Luna en latín) también muestra más clara su procedencia en el monday inglés o en el montag alemán.

El martes (dies Martis, día de Marte en latín) fue dedicado a Marte, dios romano de la guerra. El conocido por planeta rojo fue asimilado al dios guerrero precisamente por su color, el de la sangre y el fuego. El nombre de sus satélites Phobos y Deimos corresponden al de los hijos del dios, que conducían su carro de combate.

El miércoles (dies Mercurii, día de Mercurio en latín) fue asimilado a Mercurio, dios romano de la velocidad, precisamente por ser éste el planeta con el movimiento aparente más rápido de los siete. Otras lenguas mantienen la misma raíz latina, como el dimecres catalán o el mercoledì italiano.

El jueves (dies Jovis, día de Júpiter en latín) fue dedicado a Júpiter, el mayor de los dioses del panteón romano. El planeta que simbolizaba al dios por su tamaño y por su lento movimiento aparente, enseñoreándose del firmamento.

El viernes (dies Veneris, día de Venus en latín) fue consagrado a Venus, diosa de la belleza, precisamente por esta cualidad, la belleza del lucero del alba. Otras lenguas mantienen la misma raíz latina como el vendredi francés o el venerdì italiano.

Y finalmente, el sábado (dies Saturnus, día de Saturno en latín) fue asimilado a Saturno por la gran cantidad de satélites que posee, como la gran cantidad de hijos del dios de la agricultura. De nuevo podemos constatar la similitud con el saturday inglés, en donde no se cambió la denominación, como en otras lenguas, por la del sabbatum latino, que deriva a su vez del shabbath (descansar en hebreo) y que era el día de descanso antes de que el cristianismo lo cambiase por el domingo.

Si ya se han acabado los días de la semana no ha ocurrido así con los planetas del Sistema Solar. A los descubiertos en fechas mucho más recientes se le ha seguido nombrando siguiendo la tradición clásica. Urano fue llamado Georgium Sidus (estrella de Jorge, en latín) por su descubridor William Herschel en honor a su mecenas real Jorge III, pero posteriormente se le llamó con el nombre actual. Si tras Júpiter venía su padre Saturno, tras éste debía venir el propio: Urano, padre de los titanes y de entre ellos el más poderoso Cronos, dios griego asimilado al Saturno romano. Neptuno es el siguiente. Hermano de Júpiter y dios de los mares, asimilado al planeta de tonos verdeazulados. Y después Plutón, hermano de Júpiter y de Neptuno, dios de los muertos y del inframundo. Nombre adecuado para el planeta más alejado del Sol, el que vaga por las más inhóspitas regiones de nuestro sistema en compañía de Caronte, su satélite.

Y, para finalizar, una curiosidad. El género de todos los planetas y satélites es el masculino, incluso para Venus que simboliza a una diosa; lo que se podría explicar con el género de las palabras planeta y satélite, también masculino. Pero la regla se rompe con La Tierra y La Luna, de género femenino. ¿Por qué este uso del género? Quizá la explicación al primer caso sea la comparación con una madre. Es decir, la madre Tierra que, como la propia, nos provee de cobijo y alimento y pone a nuestra disposición lo necesario para cubrir nuestras necesidades. Y quizá la explicación del segundo esté en sus fases y su ciclo de 28 días, y la relación de éste con el ciclo femenino y con los aspectos de fertilidad que lleva asociados.

http://personal5.iddeo.es/haro/1de3


domingo, 2 de noviembre de 2014

El Mito de Hera (Juno romanos)

Hera es la diosa con mayor rango en el Olimpo, pues es esposa y hermana de Zeus, el dios de los dioses en la mitología griega.
Esta diosa es la hija mayor de Cronos y Rea, y como todos sus hermanos fue tragada por su padre, hasta que Zeus fue salvado de las terribles fauces paternas y, luego, pudo entonces liberar a todos sus hermanos.
Durante la lucha que hubo entre Zeus y los titanes, la diosa fue criada -según unas versiones- por Océano y Tetis, con quienes ella quedó muy agradecida, por lo que cuando ellos riñeron, ella trató de reconciliarlos. Otros narran que fue criada por las Horas, por el héroe Témeno e incluso por las hijas de Asterión.
Una vez que Zeus ganó la gran batalla y se estableció el poder olímpico, éste contrajo matrimonio con Hera. Se cuenta que ella era su tercera esposa, después de Metis y Tetis, no obstante el amor entre Hera y Zeus era anterior incluso a la batalla con los titanes. La boda fue más que suntuosa, y de acuerdo a la tradición, se indica como lugar de la celebración el jardín de las Hespérides (aunque a veces se dice que las manzanas de este jardín fueron sólo el regalo de Gea a Hera el día de su casamiento, y que la diosa las cembró en su jardín). En la Ilíada se cuenta que la boda se llevó a cabo en la cumbre del Ida de Frigia. También, se ha mencionado que se realizó más bien en el lugar místico de Eubea. La divina unión tuvo como frutos cuatro hijos: Hefesto, Ares, Ilitía y Hebe.
Como esposa del líder de los dioses, Hera se convirtió en la protectora de todas las mujeres casadas. Por ello, se la representa como mujer celosa, vengativa y violenta, pues Zeus -que le era infiel constantemente- provocaba sus iras, de las que hacía víctimas no sólo a las amantes sino a los hijos producto de los amores prohibidos.
Fue así como Heracles cayó en desgracia con Hera, pues era hijo de Zeus y Alcmena, y fue tal vez el que más sufrió la cólera de la diosa. A ella se le ocurrió la idea de los doce trabajos a los que se sometió al semidios, y lo persiguió sin límite hasta el fin de sus días.
Sin embargo, estos ataques de celos también le costaban caros a la diosa, pues Zeus siempre protegía a sus hijos y a sus amantes de la venganza de Hera. Por ejemplo, cuando Heracles se vio envuelto en una tormenta enviada por Hera cuando él regresaba de tomar Troya, Zeus la suspendió del Olimpo y le ató un yunque en cada pie. Hera más tarde se reconcilió con Heracles.
Las leyendas en que esta importante diosa interviene son muchas. Por ejemplo, persigue a Io, la convierte en vaca y convence a los Curetes de desaparecer a su hijo, interviene en el trágico origen de Sémele, produce la locura de Tamante e Ino por haber criado a Dionisios, hijo bastardo de Zeus con Sémele. Aconseja a Artemisa para que asesine a Calisto, e intenta impedir el parto de Leto, de dónde nacieron Apolo y Artemisa.
Sin embargo, la ira de Hera no siempre se relaciona con los celos, a veces también lucha por poder. Por ejemplo, castigó a Tiresias y lo dejó ciego, por darle la razón a Zeus en una discusión que entabló la pareja sobre quién gozaba más de los placeres del amor, si el hombre o la mujer.
Además, participó en el concurso de las manzanas para averiguar cuál diosa era la más bella, donde Paris fue árbitro. Como éste eligiera a Afrodita, su cólera cayó sobre él y sobre Troya, por lo que la balanza se inclinó por los griegos o aqueos, hecho que se confirmaba porque Hera naturalmente estaba designada como la protectora de Aquiles, héroe griego hijo de Tetis, a quien Hera le debía tanto, como ya dijimos. Incluso, la diosa extendió su protección a Menelao, y lo hizo inmortal. Anteriormente, Hera había protegido a los Argonautas, y ayudó a que salieran bien librados de las Rocas Cianeas y de los pasos de Caribdis y Escila.
Por otro lado, se sabe que la diosa participó en la lucha contra los Gigantes y que fue perseguida y atacada por Porfirión que se había enamorado de ella. Éste intentó hacerla suya por la fuerza, pero mientras le arrancaba los vestidos, Zeus llegó en auxilio de la diosa y le envió un rayo al atacante que fue asesinado completamente por un flechazo de Heracles. De igual forma, Ixión también la atacó con un deseo incontrolable y violento, pero Zeus una vez más la protegió mediante una nube que modeló para engañar al pérfido.
Sus atributos comunes eran el pavo real, cuyo plumaje pasaba por ser los ojos de Argos, el guardián que Hera le asignara a Io, la vaca y el león; y sus plantas eran el helicriso, la granada (símbolo de la fértil sangre y la muerte), la amapola y el lirio. En la mitología latina o romana fue conocida como Juno.
El culto dedicado a Hera fue muy popular. Su principal centro de culto estaba en la isal de Samos, pero también había santuarios en esparte, Micenas y Argos, donde se celebraban las Hereas, fiestas anuales en su honor en que las jóvenes organizaban carreras de atletismo para agradecerle su protección sobre los matrimonios. Olimpia, Corinto, Tirinto y Delos también contaban con templos dedicados a esta gran diosa olímpica.





El pavo real quejándose a Juno – Fábulas de La Fontaine


El pavo real elevaba sus quejas a la diosa Juno.
 “No me quejo sin motivo, oh Diosa, decía.
La voz que me habéis dado disgusta a todos, mientras que el ruiseñor mezquino animalejo, canta de una manera tan deliciosa, que es gala y honor de la primavera.”

Juno, irritada, respondióle:

“Ten la lengua, ave celosa: ¿Cómo envidias la voz del ruiseñor, tú que adornas la garganta con los brillantes esplendores del iris, y te pavoneas, desplegando una cola tan magnifica, que parece el escaparate de un lapidario?
¿Hay ave alguna más hermosa que tú? Ningún ser reúne todas las perfecciones.
Os hemos distribuido diversas prendas: animales ha a quienes cupo en el reparto la fuerza y la corpulencia; el halcón es ligero; valerosa el águila; agorera la corneja: y cada cual ha de contentarse con su suerte. No te quejes, pues, o te quitaré en castigo tu plumaje.”




martes, 7 de octubre de 2014



Tanaquil, reina etrusca de Roma

GRIEGOS Y ETRUSCOS EN LOS ORIGENES MITICOS DE ROMA

Tanaquil era la esposa de Tarquinio Prisco, quinto rey de Roma, hijo de un refugiado corintio llamado Demaratos.

Tanaquil y Tarquinio tenían cuatro hijos, dos hijas y dos hijos. Una de las hijas (Tarquinia) fue  la esposa a Servio Tulio, el sucesor de Tarquinio Prisco, llamado también Tarquinio el Antiguo.

Según Festo, ella cambió su nombre a Gaia Cecilia (llamada Gaia Cyrilla en el libro de Boccaccio, “Mujeres famosas” ) cuando  llegó a Roma, aunque algunos historiadores romanos también  la llamaron Caia Cecilia o Caia Cyrilla.

Tanaquil  era miembro de  una poderosa familia etrusca  en Tarquinii, Etruria y  pensó que su marido sería  a un buen líder, pero puesto  era el hijo de un inmigrante griego, Tarquinio no tendría posibilidades de conseguir una posición política superior en Tarquinii, donde vivían.
Sabiendo esto, Tanaquil le animó a inmigrar a Roma.

TANAQUIL, LA  ADIVINA TEJEDORA

Ella tenía un talento para hacer girar la rueca y tejer, pero se  la conoce también por sus  capacidades proféticas, que le ayudaron a instalar Tarquinio como  rey de Roma, sucesor de  Tulio Hostilio y Anco Marcio,que a su vez era nieto del segundo rey, Numa Pompilio, por parte materna, y fue el último rey de origen sabino. Su madre se llamaba  Pompilia.

Los reyes de Roma

Nombre Período
Rómulo
753 a. C. – 716 a. C.
Numa Pompilio
715 a. C. – 674 a. C.
Tulio Hostilio
673 a. C. – 642 a. C.
Anco Marcio
642 a. C. – 617 a. C.
Tarquino Prisco
616 a. C. – 579 a. C.
Servio Tulio
578 a. C. – 535 a. C.
Tarquinio el Soberbio
535 a. C. – 509 a. C.

LOS PRESAGIOS DE TANAQUIL

Cuenta la leyenda que cuando  en  el camino a Roma, un águila voló sobre  Tarquinio,  Tanaquil interpretó ésto como muestra  de que los dioses querían que él fuese rey.
Plinio dice que  le dedicaron a Tanaquil una estatua como Gaia Cecilia en el templo de Semo Sancus  y que la profecía de Tanaquil fue determinante para la actuación posterior de  Tarquinio.
Cuando murió el rey Anco Marcio, antes de que sus hijos fueran bastante mayores  para sucederle en el  trono, Tarquinio  utilizó su renombre en el Comitium  para que se  le eligiera   como quinto  rey de Roma.
Él gobernó  de 578- 535 según algunas fuentes.

TANAQUIL Y SERVIO TULIO

Tanaquil también desempeñó un papel en la subida al trono de  Servio Tulio, el sexto rey de Roma, que según la tradición era originario de Vulci e hijo de una sierva llamada Ocresia (de ahí su nombre Servius ,siervo)
Educándolo como su propio hijo, Tanaquil hizo que  Servio fuese el siguiente sucesor  al trono romano.

LA VISIÓN PROFÉTICA DE TANAQUIL

La reina Tanaquil tuvo un día la visión de que alrededor de la cabeza de Servio,  que estaba dormido, unas  llamas   bailaban alrededor de su cabeza sin dañarle.
Y  cuando Servio despertó, el fuego desapareció.
Tomando ésto como presagio del futuro glorioso de niño, Tanaquil  entendió y supo que Servio, un día, sería rey.
Cuando Tarquinio  fue asesinado, Tanaquil ocultó su muerte  y presentó a Servio como heredero de su esposo y su sustituto en caso de muerte, lo que permitió a Servio ganarse el respeto de los romanos antes de anunciar la muerte de Tarquinio.

SUEGRA Y REINA MADRE

Tanaquil tenía una hija, (Tarquinia) que casó Servio Tulio, y dos hijos, Lucio Tarquinio el Soberbio y  Arruns Tarquinio, que casarían  con Tulia, la hija de Servio Tullio, con lo que el poder de Roma quedaba en familia.

TANAQUIL Y LA DIOSA GAIA EN EL MATRIMONIO ROMANO

Ambas partes del nombre Caia ( o Gaia) Cecilia vienen de una raíz etrusca que significa feliz”.”  Y en  latín  el nombre masculino común correspondiente fue Gaius, “alegre”, un nombre que expresaba el deseo de sus padres y parientes de que el bebé fuese dichoso a los largo de su vida.
El nombre  Caia Cecilia , con dos partes, es una excepción a la regla, ya que  generalmente la forma de nombrar a las mujeres romanas era con sólo un nombre, que era la forma femenina del de su padre  , lo  que explica por qué las hijas de Servio Tulio se llamaban Tulia .
Infrecuentemente, las mujeres recibían  otro nombre tras su  matrimonio, que entonces sería la forma femenina del nombre de  su marido. Así, de Terencio, Terencia.
Tanaquil no tomó ni uno ni otro, y de hecho se la considera a veces más famosa y de mayor poder que su marido el rey, ya que ella le había conseguido el trono.
A su muerte, Tanaquil  fue deificada y quizás fue asimilada a una diosa anterior llamada Caia o Gaia , una diosa del hogar adorada junto con los lares y Vulcano, una forma antigua de Vesta, también diosa del fuego del hogar.

UBI TU GAIUS EGO GAIA

Caia-Gaia, como diosa de las  mujeres, tenía una parte en la ceremonia de boda romana. Como parte del ritual, la novia y el novio intercambiaban los votos  sagrados con la fórmula  “Ubi tu Gaius, ego Gaia, significando  ” Donde tu eres Gaius, yo soy Gaia “, que puede  también interpretarse  como “Si tu eres feliz, yo soy feliz”, pensando que esta asimilación con la diosa del matrimonio y la felicidad , y que la invocación del nombre de Gaia traería  la  buena suerte a esta  unión. Y después de que la novia ya estuviera casada, pero antes de que entrase en su nuevo hogar, se l e preguntaba su nombre. Y ella  contestaba: ” Mi nombre es Gaia”.
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Bodas Aldobrandinas (Biblioteca Vaticana).
Dentro del espíritu helenístico hay que situar el fragmento de la llamada copia romana de principios del Imperio de un original griego de Etión. Posiblemente simbolizaba las bodas de Alejandro Magno con la princesa oriental Roxana. Peitos, la diosa de la persuasión, habla dulcemente a la esposa, pálida y conmovida, cubierta aún con sus galas nupciales. Mientras, sentado al pie del lecho, coronado de pámpanos como un joven Baco, el novio espera impaciente el final de la conversación. El cromatismo, claro y alegre, potencia la tierna espera de la escena, fuertemente plástica, donde prevalece el gusto por el detalle propio del arte helenístico. La alegoría es, sin embargo, es una reminiscencia clásica.
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Los romanos honraron  a Gaia/Tanaquil por sus habilidades domésticas, como  su ideal de mujer, y  en uno de los templos dedicados  Fortuna en Roma se conservaba una toga que ella había tejido para Servio Tulio.

Asimismo, en el templo de Semo Sancus (dios de los orígenes de los  Sabinos)  se conservaron su huso y su rueca (herramientas usadas en el hilado de la lana) al lado de la  estatua de bronce de Gaia Cecilia. Limaduras de esta estatua  se creía que tenían poder  curativo.

Además, Gaia Cecilia estaba  conectada con Tiberio, dios del río de Tiber, que discurre a través de Roma. También la ligan a la isla en el medio del Tiber, y pudo haber tenido una pequeña capilla allí con Tiberio, donde  se les hacían ofrendas el  octavo de diciembre.

¿FUE TANAQUIL UNA DIOSA ETRUSCA DEL FUEGO?

Caia Cecilia, también llamada Gaia Cecilia, era una diosa romana del fuego, del hogar, de la salud  y de  las mujeres. Con dos nombres diferentes aunque ligados en última instancia, las diosas eran conocidas como Caia: Caia Taracia, y Caia Cecilia, también conocida como Tanaquil, una reina romana arcaica (algunos dicen que  Caia Tanaquil’ o  Cecilia era la reina  deificada y  Tanaquil misma).
Caia Taracia era una Virgen  que era recordada para dar una gran cantidad de tierra a la ciudad de Roma; como Acca Larentia, la honraron  después de su muerte, y  le dedicaron una estatua .

Hay evidencia de que las historias de Acca Larentia y de Caia Taracia son de la misma raíz–uno de los territorios (ager) dados por Acca Larentia a Roma fue llamado el Ager Turax, y ” Turax” es una versión del ” Taracia”.
Caia Cecilia era el nombre latino de la famosa  reina Tanaquil, esposa de Tarquinio Prisco, rey de Roma
En etrusco, Tanaquil” , significa  ” el regalo de Gracia” , tal vez  corrompido de  ” Taracia”.
Tanaquil  según la leyenda romana, era una mujer ambiciosa e inteligente que nació de una familia noble, y estaba  instruída en medicina y matemáticas, y  altamente – experta en la “disciplia etrusca ” del augurio y de la profecía.
Se asegura que consiguió  el  trono  de Roma para su marido y predijo su  reinado y el de su yerno y sucesor, Servio Tulio.
De camino a Roma, una gran águila voló bajo y asió el  sombrero de Tarquinio y después de que volar muy alto, se lo devolvió, lo que  Tanaquil interpretó correctamente esto pues significaba que  él alcanzaría grandes cosas.
Tanaquil también interpretó otros presagios referentes al poder:
Un día que su criado a Ocrisia ofrecía unas  tortas a los lares (dioses del hogar) en el hogar de la familia, dentro de las llamas la reina  vio una visión de un dios en forma de falo de fuego.
Tanaquil le dijo que se vistiese como una novia y  se  encerrarse en aquel lugar.
Por la noche Ocrisia fue visitada por dios (algunos dicen que Vulcano, dios del fuego, algunos dicen uno de los lares), y  la muchacha quedó  embarazada, dando luego a luz a un muchacho, sobre cuya cabeza  la reina observó una vez unas llamas que bailaban por lo que Tanaquil reconoció este presagio también, y predijo que él era el  futuro rey de Roma.

TITO LIVIO, AB URBE CONDITA, Capitulo 34
(4) Lucumoni contra, omnium heredi bonorum, cum divitiae iam animos facerent, auxit ducta in matrimonium Tanaquil, summo loco nata et quae haud facile iis in quibus nata erat humiliora sineret ea quo innupsisset.
(5) Spernentibus Etruscis Lucumonem exsule advena ortum, ferre indignitatem non potuit, oblitaque ingenitae erga patriam caritatis dummodo virum honoratum videret, consilium migrandi ab Tarquiniis cepit.
(6) Roma est ad id potissima visa: in novo populo, ubi omnis repentina atque ex virtute nobilitas sit, futurum locum forti ac strenuo viro; regnasse Tatium Sabinum, arcessitum in regnum Numam a Curibus, et Ancum Sabina matre ortum nobilemque una imagine Numae esse.
(7) Facile persuadet ut cupido honorum et cui Tarquinii materna tantum patria esset. Sublatis itaque rebus amigrant Romam.
(8) Ad Ianiculum forte ventum erat; ibi ei carpento sedenti cum uxore aquila suspensis demissa leviter alis pilleum aufert, superque carpentum cum magno clangore volitans rursus velut ministerio divinitus missa capiti apte reponit; inde sublimis abiit.
(9) Accepisse id augurium laeta dicitur Tanaquil, perita ut volgo Etrusci caelestium prodigiorum mulier. Excelsa et alta sperare complexa virum iubet: eam alitem ea regione caeli et eius dei nuntiam venisse; circa summum culmen hominis auspicium fecisse; levasse humano superpositum capiti decus ut divinitus eidem redderet.

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