Un siglo con ‘Platero y
yo’
Las editoriales lanzan nuevas ediciones de 'Platero y yo' de Juan Ramón Jiménez, el poeta que hace 100 años dio a conocer el mundo de Moguer
“Platero
es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón,
que no lleva huesos. Come de todo y los del pueblo dicen que tiene acero...”.
Estas palabras publicadas hace un siglo en Platero
y yo, de Juan Ramón Jiménez (Moguer, Huelva,
1881-San Juan, Puerto Rico, 1958), son historia de la literatura
universal. Es uno de los libros más traducidos en los últimos cien años,
después de La Biblia y El Quijote. La Fundación
Juan Ramón Jiménez ha
preparado para 2014 un centenar de actividades entre las que se incluye la
publicación de una nueva edición de Platero y yo. El ejemplar no saldrá a la
venta, se repartirá gratuitamente entre todos aquellos ciudadanos que acudan a
lo largo del año a Moguer, el lugar de nacimiento del poeta y donde se
encuentra la Fundación Zenobia, dedicada al estudio y la investigación en todo
lo relativo al escritor. Será una edición especial, según los responsables, en
la que se seguirán los criterios estéticos y tipográficos que marcó el autor.
También se podrá escuchar una reproducción sonora del capítulo La
púa, leído por Zenobia Camprubí, esposa del poeta.
Influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses, Juan
Ramón Jiménez contó en ese libro centenario la amistad entre un burro y un
poeta. El autor hace una exaltación de la naturaleza, y presenta al
hombre en contacto y armonía con su entorno, a través de un lenguaje repleto de
símbolos y metáforas. Platero y yo
pertenece a la primera de las tres etapas en las que los expertos en la obra
del poeta estructuran su trabajo. En ese libro destacan las precisas
descripciones del paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la
música, el color, los recuerdos y ensueños amorosos y la muerte.
La profesora de
Filología y adaptadora de clásicos para ediciones infantil y juvenil Rosa
Navarro Durán es una ardua defensora de la lectura de los clásicos en todas las
edades para poder adquirir una cultura sobre la que asentarse en la edad
adulta. ¿Por qué hace estas adaptaciones? "En un intento de que no
desaparezcan. Los clásicos son un patrimonio que poseemos. Si dejan de leerse
las nuevas generaciones terminarán olvidándose de ellos. Hay libros que con 13
o 14 años todavía no se pueden leer porque los jóvenes no los entenderían, pero
sí deben conocer su existencia". Navarro puntualiza que está descubriendo
en la Universidad e incluso jóvenes que ya han acabado la carrera que
desconocen la existencia de libros que deberían haber formado parte de su
cultura. "Es impensable que los franceses o los británicos desconozcan a
sus clásicos".
En el libro adaptado para la editorial Edebé con
ilustraciones del artista Francesc Rovira, la filóloga se ha salido del texto
para no usurpar la voz del poeta. Juan Ramón Jiménez y su Platero es
"una adaptación fiel al texto. No añado nada de mi cosecha. He
seleccionado una serie de capítulos para que el lector disfrute y goce de la
naturaleza. El poeta muestra un friso pictórico de la naturaleza con
descripciones maravillosas del paso de las estaciones".
Michael P. Predmore,
especialista en la obra de Juan Ramón, ofrece en el volumen de Cátedra un texto
cuidado de la edición alargada (1917), cuatro apéndices y un estudio de esta
obra clave de la literatura del siglo XX. En Anaya Juvenil, han publicado una
edición con motivo del centenario con ilustraciones de Thomas Docherty. Platero y los niños (Bruño) es
un trabajo de adaptación de Mercedes Figuerola e ilustrado por Juan Ramón
Alonso.Sus autores explican que "se trata de un álbum, basado en el libro
de Platero y yo, en
el que un narrador imaginario cuenta su infancia en Moguer, cuando paseaba con
Platero por el pueblo. Con un lenguaje muy poético y cercano a los niños, se
recrean los episodios más significativos de la obra de Juan Ramón
Jiménez". Además en este año se publica una edición de Platero
y yo (Editorial 33)
con ilustraciones de los humoristas gráficos Patxi e Idígoras.
La primera
edición
La primera publicación de Platero y yo la realizó en 1914 la editorial La
Lectura. En aquella ocasión se publicaron 63 de los 138 capítulos de los que
consta la obra. Tal y como recoge la Fundación Juan Ramón Jiménez, el Nobel
tardó siete años es escribirlo. Esa primera edición se publicó en 1914 con el
título Elegía Andaluza y la completó en 1917. La primera
estaba destinada a formar parte de la colección Biblioteca de la Juventud. Al
autor no le gustó la edición porque “estaba descuidada y no le gustaron las
ilustraciones”. Tampoco le entusiasmaba el título y planteó otros alternativos
como Platero residente, Platero,
Primer Platero, Otra vida de Platero, Último Platero. Y asegura en
algunos escritos que las páginas de esa obra, escritas a los 24 años, no le
llevaron más de 10 minutos.
La obra del poeta, según el director de la
Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez Antonio Ramírez Almansa,
"supone el comienzo de la luz y el color en la literatura. Con ella se
pone fin a los negros de Goya, a los grises de Zuloaga y comienza una nueva
configuración que va a inspirar luego a las Generaciones del 14 y del 27 y, en
definitiva, a la poesía absolutamente intemporal que ofrece la prosa lírica de
Juan Ramón Jiménez”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/17/actualidad/1395057935_228193.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario