martes, 7 de octubre de 2014



DIAMANTES , UNA HISTORIA DE LUJO, DUREZA Y SANGRE (PRIMERA PARTE)

"Los diamantes son el mejor amigo de una mujer" cantaba la actriz Marilyn Monroe en la película de 1953 "Los caballeros las prefieren rubias", algo con lo que se mostraba de acuerdo otra actriz, Zsa Zsa Gabor(1917), que con ironía declaraba que "Nunca he odiado a un hombre lo suficiente como para devolverle su diamante" y algo debía saber la actriz de origen húngaro porque se ha casado en nueve ocasiones. No daba tanto valor a estas piedras brillantes el que fuera secretario de estado de los Estados Unidos , Henry Kissinguer(1923), que señalaba que para él los diamantes no eran más que "un pedazo de carbón que se ha formado bajo presión" y como veremos más adelante no se puede decir que le faltar razón en esta definición, pero es evidente que el valor y significado de los diamantes va mucho más allá del conocimiento de su origen natural  y  han ejercido a lo largo de la historia una poderosa fascinación sobre el ser humano que no ha hecho más que acentuarse durante el pasado siglo XX y hasta nuestros días. Otra legendaria actriz, Elisabeth Taylor(1932-2011), relataba en una entrevista como los diamantes la cautivaron desde sus primeros días de vida "Mi madre decía que no abrí los ojos hasta los ocho días de vida, pero que cuando lo hice, lo primero que vi fue su anillo de compromiso. ¡Quedé enganchada!" y añadía que "Las chicas grandes necesitan diamantes grandes", un mensaje que el actor británico Richard Burton(1925-1984), que fuera su esposo en dos ocasiones, supo entender muy bien porque en 1968 la regaló el fastuoso diamante Krupp que costó en aquel momento el equivalente a un millón de euros y que la actriz británica vendería en la década de los ochenta por casi el triple de esta cantidad, dedicando los beneficios obtenidos a financiar causas benéficas.

Este es el lado luminoso de de los diamantes, aquel que relacionamos con el lujo, el glamour, la belleza y también como símbolo del amor gracias al marketing de la más poderosa compañía de diamantes, De Beers, pero también hay otro lado más sombrío, el de la historia de los millones de personas que han vivido esclavizadas para  extraerlos del corazón de la tierra o de las aguas de los ríos, el de las guerras financiadas con su venta, el de los criminales y genocidas que lograron el poder y se enriquecieron a través de los beneficios que obtenían de la explotación de los yacimientos de diamantes mientras que sus pueblos no recibían nada más que sufrimiento y explotación. Es la historia de los llamados Diamantes de Sangre, esos mismos diamantes quedecenas de miles de parejas han utilizado para sus anillos de compromiso sin sospechar el sufrimiento que se escondía detrás del brillo de aquella piedra preciosa con la que pretendían simbolizar la duración eterna de su unión porque, como reza uno de los eslóganes más conocidos de la historia de la publicidad, "un diamante es para siempre". A lo largo de este relato trataré de mostraros los dos lados de la industria del diamante y creo que la mejor forma de empezar es conociendo su origen y para ello tendremos que viajar hacia el interior de nuestro planeta. Atravesaremos la corteza terrestre , la capa de roca más externa de la Tierra , que se extiende desde el suelo que pisan nuestros pies y se prolonga hasta un máximo de cincuenta a setenta kilómetros de profundidad.

Dividida en placa o corteza continental, sobre la que se asientan los continentes, y placa o corteza oceánica, la que se halla bajo los océanos que cubren tres cuartas partes del planeta, es comprendida y sostenida por la litosfera , palabra que procede del griego y significa "esfera de piedra" y que se extiende entre los cincuenta y los trescientos kilómetros de profundidad. Es en ella donde se encuentran las placas tectónicas , fragmentos de litosfera que flotan como si se trataran de grandes barcos en el mar, sobre la capa inmediatamente inferior, la astenosfera , que se prolonga hasta los más de seiscientos kilómetros de profundidad y  compuesta por materiales que están fundidos o semifundidos, formando una superficie liquida que permite que las placas tectónicas floten sobre ella desplazándose por la superficie del planeta en un movimiento denominado deriva continental. Las colisiones de las placas tectónicas entre sí se hallan en el origen de los terremotos y las erupciones volcánicas y también son las que permiten que afloren a la superficie nuestros protagonistas, los diamantes. En la litosfera, a una profundidad de entre ciento cuarenta kilómetros y hasta los trescientos kilómetros en el interior de la Tierra, contemperaturas que oscilan entre los 900ºC y los 1300ºC y una presión que puede superar más de cincuenta veces la presión de la Fosa de las Marianas, la más profunda de los océanos terrestres,los átomos de carbono se unen lentamente formando cristales de gran tamaño , que pueden alcanzar las dimensiones de un balón de fútbol , adoptando generalmente la forma de un octaedro, es decir, un cuerpo geométrico de ocho caras. Posiblemente la litosfera contenga millones de diamantes, pero sólo una pequeña cantidad de ellos llegarán a la superficie, y eso es lo que luego les hará ser tan valiosos para el ser humano.

Pero este proceso de cristalización de los átomos de carbono en diamantes requiere de millones de años para su formación y la mayoría de diamantes que hoy extraemos de la tierra o de las aguas de los ríos tienen una antigüedad que oscila entre los mil millones y los tres mil trescientos millones de años, lo que teniendo en cuenta que nuestro planeta tiene una edad aproximada de cuatro mil cuatrocientos setenta millones de años , lo convierte en uno de los materiales más antiguos del planeta.¿Cómo alcanzan estos diamantes  la superficie desde la profundidad de la tierra? Ya hemos visto que el movimiento de las placas tectónicas, donde se encuentran los diamantes, es la causa de terremotos y erupciones volcánicas.  Cuando el material fundido o semifundido sobre el que flotan y se desplazan las placas tectónicas, llamado magma,asciende a la superficie, provoca las erupciones volcánicas. Este magma asciende por chimeneas volcánicas que llevan estos materiales fundidos hasta la superficie  , siendo expulsados por los cráteres de los volcanes en forma de lava. Dentro de estas chimeneas volcánicas hay una a la que los geólogos han bautizado como Chimeneas de Kimberlita ,que producen erupciones muy violentas y verticales. Estas chimeneas tienen forma de zanahoria y expulsan al exterior todo tipo de materiales, entre ellas las rocas de kimberlita, que contiene en su interior los codiciados diamantes a los que ahora les queda esperar a ser descubiertos por el hombre . Aunque el nombre diamante procede del griego "Adámas" que tiene el significado de "indomable", "inalterable"o "irrompoble" haciendo referencia a su extrema dureza, parece que  el primer lugar donde se conoció su existencia fue la India , donde abunda no en yacimientos bajo tierra, sino en los ríos, en depósitos aluviales donde habrían sido arrastrados y depositados por las corrientes de ríos como el Godavari, uno de los principales cursos fluviales de India después del Ganges y el Indo.

Fue en  India donde los diamantes comenzaron a utilizarse para decorar sus ídolos religiosos  y también sería India la primera en abastecer de diamantes a otros pueblos. Pero ¿qué hacía tan especial a los diamantes? En primer lugar un diamante es el material natural más duro que se conoce, no puede alterarse ni rayarse con ningún material que no sea otro diamante.  Este grado de dureza es determinado por la Escala de Dureza de Mohs, ideada por el geólogo alemánFriedrich Mohs (1773-1839) , que la dio a conocer en 1825 con la publicación de su libro"Tratado de Mineralogía". La Escala permitía clasificar  los minerales del uno al diez en función de su grado de dureza,  utilizando para ello diez minerales como referencia y dando el número uno al de mEnor dureza y el diez al de máxima dureza. El uno correspondió al talco, que puede ser rayado con una uña, el cinco al apatito, un mineral que exige utilizar un  cuchillo para rayarlo y el diez para el de mayor dureza de todos ellos, el diamante. En los últimos años se ha estudiado una forma similar al diamante, la Lonsdaleíta, que a diferencia de los diamantes no es un octaedro sino un hexaedro, tiene seis caras, y que no se halla en la Tierra sino que es traído por los meteoritos que caen a nuestro planeta. Según los estudios realizados sobre ella tendría un grado de dureza un 58% superior al del diamante. Pero dejando a la Londaleíta al margen, sin duda la resistencia del diamante y la casi imposibilidad de rayarlo sino es con otro diamante, contribuyó a su fama como piedra preciosa , ya que podía ser utilizado en la vida cotidiana sin temor a que se deteriorara y ya a partir del siglo XX serían muy apreciados por su uso industrialpara cortar, tallar y perforar otros materiales formando parte de sierras y brocas.

Los diamantes se pueden clasificar por su color utilizando hoy la desarrollada en los años cincuenta por el GIA, siglas en inglés del Instituto Gemológico Americano , que diferencia los diamantes por su color en una escala que va de la D la Z y diferencia los diamantes en incoloros, los casi incoloros, amarillos pálidos, amarillos muy claros y amarillos claros . Aquellos diamantes cuya coloración se encuentra fuera de esta escala entran dentro de otra clasificación, la de los colores de fantasía que incluye veintisiete tonalidades diferentes divididas en estos nueve grupos de color  Pálido, Muy claro, Claro, De fantasía claro, De fantasía intenso, De fantasía oscuro, De fantasía profundo y De fantasía vívido. Con independencia de los diferentes matices de su coloración por naturaleza los diamantes sólo tienen nueve colores posibles que son el gris acero, blanco, azul, amarillo, naranja, rojo, verde, rosa a púrpura, marrón y negro. Los más comunes son los incoloros o blancos, mientras que los más excepcionales son los de color rojo , aunque el más caro vendido hasta nuestros días ha sido un diamante azul de 35,56 quilates , el Wittelsbach , procedente de las minas indias de Kollur donde fue extraído en el siglo XVII y por el que en 2008 se pagó en una subasta veinticinco millones de dólares. He mencionado su peso refiriéndome a sus quilates. Un quilate es el nombre que recibe la unidad que mide la pasa de perlas y diamantes y equivale a doscientos miligramos , por lo que un diamante de cinco quilates sería equivalente a un gramo de peso. Al igual que sucede con el nombre del diamante, quilate procede del griego Keration, que significaba algarroba , ya que eran las semillas de este fruto del árbol algarrobo las que se utilizaban para pesar los diamantes.

Y ahora que ya conocemos un poco más sobre el origen y naturaleza de los diamantes , cuyo valor viene determinado por las llamadas Cuatro Ces en inglés carat, cut, colour y clarity que se traducen en castellano por peso, talla, color y pureza, viajaremos hasta la India porque ya sabemos que de allí procedieron casi todos los diamantes que llegaron a Europa hasta el siglo XVIII, y en concreto de la que ya he mencionado anteriormente, la Mina de Kollur, que se hallaba en el antiguo reino indio de Golconda , en el territorio que hoy ocupa el estado de Andhra Pradesh, en la costa este de India a orillas del Golfo de Bengala. El reino de Golconda existió como reino independiente desde 1512 hasta 1687 , cuando fue ocupado por el Imperio Mogolgobernado en aquel momento por el último de sus grandes emperadores, Aurangzeb(1618-1707) . Ya para entonces se habían extraído de Mina Kollur, explotada desde el siglo XV, algunos de los diamantes más celebres de la historia . De India, aunque no conocemos el origen exacto , es el más antiguo de los diamantes conocidos , el Briolette de  India, de la que sabemos que su primera dueña fue la duquesa de Aquitania, reina consorte de Francia y luego reina consorte de Inglaterra, Leonor de Aquitania (1122-1203) . Habría estado en posesión de su hijo , el también rey de Inglaterra Ricardo Corazón de León (1157-1199) . Después de tres  siglos sin noticias lo encontramos en Francia, cuando el rey Enrique II de Francia(1519-1559) se lo regaló a su amanteDiana de Poitiers (1499-1566), aunque a la muerte del rey en 1559 la esposa de Enrique, Catalina de Médicis (1519-1589) habría obligado a Diana a devolverlo a la corona francesa. El Briolette saldría de nuevo a la luz a comienzos del siglo XX cuando los joyeros franceses y hermanosLouis Cartier(1875-1942), Pierre Cartier(1878-1964) y Jacques Cartier (1885-1942), nietos del fundador en 1847 de la Casa Cartier, Louis François Cartier(1819-1904). , cortaron el Briolette y lo vendieron al banquero alemán de origen judío George Blumenthal (1858-1941).

Décadas después el Briolette fue adquirido por el joyero norteamericano Harry Winston (1896-1978). Después de venderlo y volverlo a adquirir, Winston exhibió el Briolette en 1970  en Nueva York, justo un año antes de venderlo a un coleccionista privado de nombre desconocido ydesde entonces no se ha vuelto a ver al legendario Briolette y a sus 90,38 quilates. Pero si el Briolette procedía de la India pero no de la Mina de Kollur , si fue extraído de esta mina el diamante más celebre de la historia, el Diamante Hope, también conocido como Joya de Mar y rodeado por la leyenda de una maldición que recaería sobre sus sucesivos poseedores. El actual Hope procedería de otro diamante extraído de la Mina Kollur, de color azul y de 115 quilates , equivalente a 22 gramos. En el siglo XVII el aventurero francés Jean Baptiste Tavernier(1605-1689) dedicaría gran parte de su vida a recorrer el mundo , viajando a los lugares más remotos y convirtiéndose en un pionero en las relaciones comerciales entre Francia e India,permaneciendo en la corte del Gran Mogol y visitando también el Reino de Golconda donde habría conocido la Mina de Kollur y adquirido el gran diamante de 115 quilates que según le habían relatado fue robado en la antigüedad del ojo de una estatua de la diosa hindú Sita.Tavernier lo adquirió en 1660 o 1661 y  recibiría en su honor el nombre de Tavernier Blue, el Tavernier Azul. El aventurero se lo entregó al rey Luis XIV de Francia (1638-1715), siendo tallado de nuevo para rebajar  su tamaño hasta los 67 quilates y formar parte de una joya que lucía el rey en determinas ceremonias. A partir de entonces comenzó a ser conocido como Diamante Azul de la Corona.

Ya en el siglo XVIII el rey Luis XVI(1754-1793) se lo regaló a su esposa María Antonieta(1755-1793). En 1789 estallaba la Revolución Francesa y tres años después, cuando los monarcas ya estaban prisioneros el Diamante Azul fue robado. En 1793 los reyes fueron guillotinados y comenzó a construirse la leyenda sobre la maldición que el diamante traía a sus poseedores. El diamante fue llevado por uno de los ladrones a Londres . En 1824 el diamante reaparecer en la historia al ser adquirido por el banquero holandés Henry Phiilip Hope para añadirlo a su colección de joyas. A partir de ahora sería conocido como Diamante Hope por el apellido del banquero que fallecería en 1839 y desde entonces y hasta el año 1901 permaneció en poder de la familia Hope , cuando fue vendido. En los años siguientes cambió en varias ocasiones de dueño hasta que en 1910 acabó en manos de los hermanos Cartier, que lo tallaron denuevo dejándolo en 45 quilates y que se encargaron de alimentar la leyenda de la maldición del Hope para aumentar el interés por el diamante que fue adquirido en 1911 por la rica heredera estadounidense Evalyn Walsh McLean (1886-1947) por 180.000 dólares. La desgraciada vida de Evalyn no hizo sino incrementar la leyenda sobre el Hope. Su esposo perdió la razón y fue internado en una institución mental, su hijo mayor murió en un accidente de coche, su hija murió de una sobredosis y el periódico familiar , el Washington Post, fue a la quiebra. Cuando Evalyn murió en 1947 el Hope fue heredado por sus nietos que también heredaron todas sus deudas y tuvieron que vender el Hope  para poder saldarlas.
El comprador del diamante en 1949 fue un joyero al que ya conocemos, Harry Winston, el mismo que había adquirido el Briolette, y nueve años después lo donó al Museo Nacional de Historia Natural, el más conocido como Smithsonian donde hoy el Diamante Hope puede ser visitado sin temor a su maldición. Otro de los diamantes míticos procedentes de Mina Kollur es el Diamante Orlov, de 67,5 quilates, que al igual que el Hope habría estado en su origen colcoado en la estatua de un dios hindú en un templo situado en la isla de Sri Rangam, situada en el río Kaverí, en el sur de India. De allí habría sido robado por un mercenario francés que habría fingido su conversión al hinduismo para penetrar en el templo y robar la preciada joya  hacia el año 1750. Posteriormente logró huir a la ciudad de Madrás, bajo dominio británico, donde vendió el diamante. En los años siguientes fue cambiando de manos hasta que llegó a manos de un aristócrata ruso,  el conde  Grigory Grigoryevich Orlov (1734–1783), que había sido amante de la zarina Catalina II la Grande (1729-1796) a la que Orlov regaló el diamante con la pretensión de recobrar el afecto perdido de la gobernante rusa y fue la zarina la que daría al diamante el nombre del conde. Desde entonces permanecería en poder de la familia real rusa incorporado alCetro Imperial. de Rusia donde hoy sigue el Orlov. Algunos expertos creen que el Orlov formaba parte de otro diamante de mayores dimensiones, el Gran Mogol , hallado en la Mina Kollur a mediados del siglo XVII y que con sus 797 quilates se convertiría en el diamante más grande extraído de las minas de India. Fue bautizado con ese nombre por el emperador mogol Sha Jahan (1592-1666), padre de Aurangzeb, el conquistador del reino de Golconda donde estaba la mina Kollur , y al que seguro que conocéis como el artífice del célebre Taj Mahal en Agra.

El Gran Mogol desaparece de la historia en 1739 cuando la ciudad de Delhi es saqueada por el emperador persa Nader Shah (1688-1747) . Nada se sabe del destino del Gran Mogol aunque lo más probable es que fuera robado y debido a su gran tamaño lo dividieran en diamantes más pequeños para su venta por separado. Otro de los diamantes más célebres extraídos de la Mina Killur  es el Koh-i- Noor , nombre persa que significa "Montaña de Luz", una denominación muy apropiada para este deslumbrante diamante de ciento cinco quilates. Su historia no puede ser más legendaria, pues parece que ya se conoce su existencia desde el 3000 a.C y es mencionado en antiguos textos escritos en sánscrito, la lengua sagrada de India, mientras que la mitología afirma que habría estado en manos del propio Krishna , uno de los dioses principales del nutrido panteón hindú. Pero abandonando el terreno de la mitología el Koh-i-Noor es mencionado por primera vez por su nombre por el fundador del Imperio Mogol , el Gran Mogol Babur (1483-1530), que refiere además que el diamante había estado en posesión de un rajá, título de los antiguos soberanos de los reinos de India, en el siglo XIII y habría permanecido en manos de los sucesivos gobernantes del Sultanato de Delhi, que se extendía por todo el norte de India, hasta su conquista por Babur en 1526 cuando se hizo con el preciado diamante. El Koh-i-Noor permanecería en los siglos siguientes en poder de los gobernantes del Imperio Mogol, Shah Jahan lo incrustaría en su trono y en 1739 Nader Shah, al que ya conocemos como conquistador de Delhi, se haría con el diamante que pasaría a formar parte del trono de los emperadores persas, el denominado Trono del Pavo Real. Además habría sido Nader Shah quién le dio su actual nombre, cuando al contemplarlo no pudo evitar exclamar "Oh¡Koh-i-Noor!", ¡Oh, Montaña de Luz!" No era para menos.

Nader Shah murió asesinado en 1747 y el diamante pasó a manos de un gobernante afgano y luego terminaría en manos del Maharajá Ranjit Singh (1780-1839), que gobernaba el Imperio Sij, en lo que hoy es el Punjab , fronterizo con Pakistán y en territorio de India. Antes de  su muerte en 1839 Ranjit Singh quiso que el Koh-i Noor fuera llevado a un templo de Krishna , pero los británicos invadieron el Punjab  y en virtud del Tratado de Lahore de 1849 el Koh-i-Noor pasaba a formar parte de las joyas de la corona británica . La joya le fue entregada a la reinaVictoria I de Inglaterra(1819-1901) en 1850 en Inglaterra por el hijo y sucesor de Ranjit Singh . Desde entonces  permanece en poder de los sucesivos monarcas de Inglaterra y es custodiada junto con las demás joyas de la corona en la Torre de Londres a pesar de los intentos de India por recuperar la joya. Por supuesto, y como es una constante en estas joyas, está rodeada también de una maldición que, curiosamente, sólo afectaría a sus poseedores masculinos y no a los femeninos, pues en un texto del siglo XIV  que podría referirse al Koh-i-Noor se dice que "Quién posea este diamante dominará el mundo, pero también conocerá todas sus desgracias . Solo Dios, o una mujer , pueden llevarlo con impunidad." Por suerte, desde 1952 el diamante está en manos de una mujer , la reina Isabel II de Inglaterra(1926). El Koh-i-Noor tiene un hermano gemelo, el Darya-ye-Noor, otro poético nombre persa que significa "Océano de Luz" y que  supera a su hermano en tamaño, ya que se estima su peso en 182 quilates. En poder de los emperadores mogoles , al igual que el Koh-i-Noor, fue a manos de Nader Shah en 1739 adornando el Trono del Pavo Real persa que, por cierto, también robaron a los mogoles . La leyenda decía que el diamante había pertenecido al antiguo emperador persa Ciro II el Grande, que gobernó entre el 559 y el 530 a.C, que fundó el Imperio Persa y lo convirtió en el reino más grande de su tiempo.

http://chrismielost.blogspot.com.ar/2013/10/diamantes-una-historia-de-lujo-dureza-y.html











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