EURÍPIDES
Eurípides (c. 480-406 a.C.), dramaturgo griego, el tercero junto con Esquilo y Sófocles de los tres grandes poetas trágicos de Ática. Su obra, enormemente popular en su época, ejerció una influencia notable en el teatro romano. Posteriormente su influencia se advierte en el teatro del renacimiento como en los dramaturgos franceses Pierre Corneille y Jean Baptiste Racine. Según la tradición, Eurípides nació en Salamina, un 23 de septiembre probablemente del año 480 a.C., el día de la gran batalla naval entre los griegos y los persas. Sus padres, según afirman ciertos expertos, pertenecían a la nobleza; en opinión de otros, sin embargo, eran de origen humilde. Su hijo, en cualquier caso, recibió una esmerada educación. Las obras de Eurípides comenzaron a representarse en los festivales dramáticos de Ática durante el año 454 a.C., pero hasta el año 442 a.C. el autor no obtuvo el primer premio. Esta distinción, pese a su prolífico talento, no recayó sobre él más que en cuatro ocasiones. Además de sus escritos se interesó muy especialmente por la filosofía y la ciencia.
Si bien Eurípides no se identificó personalmente con una determinada escuela filosófica, recibió la influencia de los sofistas y de filósofos como Protágoras, Anaxágoras y Sócrates. Fue un hombre austero, y se consideraba incomprendido por sus contemporáneos, conclusión que, por lo demás, no carece de fundamento, pues fue frecuentemente objeto de ataques por parte de los escritores atenienses de comedia: Aristófanes lanzó contra él una sátira en Las ranas (405 a.C.). Las obras de Eurípides eran criticadas por su carácter anticonvencional, por sus diálogos naturales (sus héroes y príncipes hablaban un lenguaje cotidiano) y por su independencia de los valores morales y religiosos tradicionales. A pesar de todo, sus obras se hicieron famosas en toda Grecia. Al final de su vida abandonó Atenas y se instaló en Macedonia.
a) Una nueva conciencia:
A diferencia de Esquilo y Sófocles, Eurípides representaba los nuevos movimientos morales, sociales y políticos surgidos en Atenas hacia finales del siglo V a.C. Fue éste un periodo enormemente fructífero en el plano intelectual, durante el cual el conocimiento era considerado como el mayor de los logros terrenales. Anaxágoras acababa de demostrar que el aire era un elemento y que el Sol no era una divinidad, sino pura materia. Se establecían nuevas verdades en todos los campos del saber y Eurípides, sumamente receptivo a todas ellas, introdujo una nueva conciencia en la tragedia. Se interesó ante todo por el pensamiento y las experiencias del ser humano ordinario, más que por las figuras legendarias del pasado heroico.
Si bien bebió en las fuentes de la mitología antigua, Eurípides trataba a sus personajes de un modo realista: ya no eran símbolos idealizados y ajenos a la vida normal, sino que se comportaban como sus contemporáneos atenienses. Eurípides compartió el escepticismo intelectual de su época y arremetió en sus obras contra los dogmas morales y religiosos del pasado, que aún gozaban de cierto crédito entre el pueblo llano. Su actitud y su estado de ánimo se movían entre ambos extremos, a veces incluso dentro de una misma obra. Era capaz de demostrar la corrupción y la debilidad humana con amargura y hondo realismo, y al mismo tiempo de reflejar en sus obras un profundo respeto por el heroísmo humano, la dignidad y la pasión. Eurípides asignó un lugar destacado en su obra a los personajes femeninos y el protagonista de sus dramas era con frecuencia una heroína del crimen o la virtud.
b) Estructura dramática:
La estructura de las obras de Eurípides se ha tachado a menudo de imperfecta por el uso del coro como un elemento independiente de la acción, y por el hecho de que sus obras se basan con frecuencia en brillantes episodios inconexos, que no constituyen una unidad coherente para el desarrollo gradual de la trama. Sin embargo, en obras como Medea (431 a.C.), la trama se desarrolla sin obstáculos hasta alcanzar su clímax devastador. También se le ha criticado el uso de un prólogo explicativo en el que pone en conocimiento de los espectadores sucesos anteriores al comienzo de la obra y a menudo esboza también los acontecimientos futuros. Aristófanes lo ridiculizó por el uso mecánico y exagerado de este recurso, normalmente cargado de largas historias acerca de los personajes dramáticos. Otros de sus recursos eran el deus ex machina, o introducción inesperada de un dios para facilitar o provocar el desenlace, y la alteración de las leyendas en función de las necesidades de la trama.
c) Argumentos:
Eurípides extrajo sus tramas de las mismas fuentes que los demás dramaturgos griegos. Los mitos y leyendas griegos llamaron poderosamente su atención, en particular las aventuras de héroes atenienses como Teseo. También buscó nuevos temas de inspiración, inclinándose de manera especial por aquéllos que sugerían emociones violentas y actos románticos. Tales fueron las historias de los héroes Belerofonte y Faetón, que Eurípides fue el primero en tratar dramáticamente. En Las bacantes también se pone de manifiesto el aspecto liberador de la religión dionisíaca, y los peligros que entraña la pérdida del control y la razón: presas de un frenesí báquico, Agave y las mujeres de Tebas descuartizan a Penteo, sin que Agave sea consciente de que la víctima es en realidad su propio hijo.
d) Dramas conservados:
De las numerosas obras atribuidas a Eurípides se conservan diecisiete tragedias y un drama satírico, Los cíclopes. Entre las tragedias de fecha conocida figuran Alcestes (438 a.C.), Medea (431 a.C.), Hipólito (428 a.C.), Las troyanas (415 a.C.), Helena (412 a.C.), Orestes (408 a.C.), Ifigenia en Áulide y Las bacantes(ambas representadas póstumamente en el 405 a.C.). Entre las obras de fecha incierta destacan Andrómaca, Hércules, Hécuba, Los suplicantes, Electra, Hércules loco, Ifigenia entre los tauros, Ión y Las fenicias.
http://www.iesfuente.org/departamentos/latin/Clasica/mito7.htm
'MEDEA' de Eurípides
http://www.youtube.com/watch?v=jlGfctojeOw
Las troyanas - Eurípides
miércoles, 8 de octubre de 2014
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Cleopatra VII, la última Reina del Nilo
Los Antecesores de Cleopatra
Cleopatra descendía de una familia de faraones, la Lágida, que no tenía origen en Egipto sino en Macedonia, Grecia y que gobernó desde el año 305 a.C. hasta el año 30 a.C. El fundador de esta dinastía fue Ptolomeo I Soter, uno de los generales de Alejandro Magno.
Tras la huida y muerte de Darío III, jefe de los persas que había sido expulsado de Egipto tras ser derrotado por Alejandro, éste último obtiene sus tierras. Pero luego de una expedición a la India, Alejandro contrae malaria mediante la picadura de un mosquito y muere, en junio del año 323 a.C..
Es entonces cuando comienzan desenfrenadas luchas entre sus generales para obtener el poder, que finalmente condujeron a que Ptolomeo I Sóter ocupara el trono de Egipto (en el año 305 a.C.). Los Ptolomeos gobernaron desde Alejandría, que había sido establecida como capital por Alejandro y se había convertido en el centro de comercio más importante de la época en Egipto debido a su puerto ubicado sobre el Mediterráneo y el Nilo. También fue una de las ciudades más importantes en el aspecto intelectual y artístico. Recordemos que allí Ptolomeo I mandó construir la biblioteca más grande de Egipto, que tendría la mayor cantidad de volúmenes de escritos históricos y que sería utilizada por los grandes filósofos, médicos, etc. de la época.
Aunque respetaban los cultos egipcios, los Ptolomeos conservaron la cultura y el idioma Griego, y solo Cleopátra VII Filópator se identificó con su pueblo y habló el idioma egipcio.
Cleopatra (CLEOPATRA FILOPATOR NEA THEA) fue hija de Ptolomeo XII (PTOLOMEO NEOS DIONYSO AULETTES) y de Cleopatra V (CLEOPATRA V TRIFENA I). Ptolomeo XII llegó al poder en el año 80 a.C.. Aparentemente no era muy respetado y era un gobernante bastante malvado para con su pueblo, su sobrenombre AULETTES, que en griego significa «flautista», era porque, según se decía, Ptolomeo XII le dedicaba más tiempo a la música que a gobernar.
Los hijos de Ptolomeo XII fueron: Berenice IV, Cleopatra VI, Cleopatra VII, Arsinoe IV, Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV.
Durante una revuelta en el año 58 a.C. Berenice IV aprovechó el odio que sentían los egipcios hacia Ptolomeo XII por su maldad y su despreocupación hacia el pueblo y envió al exilio a su padre; gobernando junto a su madre durante un año. A la muerte de Cleopatra V, Berenice gobernó como regente única y se casó con Seleucus Kybiosaktes. Después de algunos días, Berenice mandó a estrangular a su marido y se casó con Archelaus.
Ptolomeo XII consiguió el apoyo de Roma luego de haber pagado a Pompeyo una gran suma de dinero y prometerle que durante años le pagaría tributos. Contando con lo romanos de aliados Ptolomeo XII consiguió derrotar al ejército de Archelaus y fue devuelto al trono. Uno de sus primeros actos fue mandar a ejecutar a su hija Berenice IV, esto ocurrió en el año 55 a.C. Durante el reinado de Berenice IV, Cleopatra VI, una de sus hermanas, aparentemente desapareció o fue asesinada, ya que no se encuentran más registros de ella a partir de esta época.
Ptolomeo XII Aulettes reinó desde ese día hasta su muerte en el año 51 a.C. Dejándole el trono a su hija Cleopatra VII y a su hijo Ptolomeo XIII.
Nacimiento e Infancia de la Reina del Nilo
Cleopatra nació en el año 69 a.C. tuvo dos hermanas mayores, Berenice IV y Cleopatra VI, una hermana menor Arsinoe IV y dos hermanos menores, Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV.
Cleopatra y sus hermanos fueron educados durante su niñez bajo la cultura Helénica, sus principales fuentes de estudio eran los poemas homéricos, la retórica de Demóstenes, etc. A pesar de haber recibido una educación puramente griega, Cleopatra fue la primera faraona de la era Ptolemaica en hablar el idioma egipcio.
Al presentarse por primera vez en público, tenia 14 años, ya entonces era famosa por su sabiduría. Se dice que podía hablar 7 u 8 idiomas entre ellos griego, hebreo, sirio, egipcio y arameo, conocía de música, historia y ciencias políticas. Además era muy buena en matemáticas, literatura, astronomía y medicina. Se dice que conocía y entendía a la perfección el latín, pero esto no se ha podido probar.
Era impulsiva, caprichosa, ingenua, espontánea, apasionada, diplomática y constante.
Plutarco dijo de ella: «Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje».
La llegada al Trono
Cleopatra VII Filópator (69-30 a.C.) subió al trono en el año 51 a.C. cuando contaba con 18 años de edad, heredó el trono de su padre Ptolomeo XII Aulettes y se vio obligada por el testamento de éste y por la ley que regía en Egipto a casarse y compartir el trono con su hermano Ptolomeo XIII Dionisio II (51-47 a.C.) de apenas 10 años de edad. Ptolomeo XII dejó como tutor de ambos al regente de Roma que en ese momento era Pompeyo, y éste debería hacer cumplir el testamento y casar a los hermanos. Claro que esta unión era puramente legal ya que según se dice Cleopatra dejaba fuera de todas las decisiones a su hermano.
Políticamente, ella era muy ambiciosa, gobernó con la ayuda de su primer ministro Dioiketes y vigiló de cerca a los gobernadores griegos que estaban en el control de otras partes del país. Tuvo que hacer frente a una situación delicada porque Egipto se había convertido en una pista burocrática sacudida por los alborotos (50 a.C.).
Instauró nuevas leyes, devaluó el dinero un tercio para las exportaciones. Y hasta modificó las leyes religiosas en favor de su propia gente.
Al subir al trono ella intentó rápidamente solucionar un conflicto existente con el imperio romano. Un año atrás habían asesinado a dos hijos del cónsul romano en Alejandría. Para demostrar buena voluntad, Cleopatra entregó a los presuntos asesinos a Pompeyo, que intentaba obtener el poder absoluto de Roma. Su opositor era Julio César. Cleopatra también ofreció soldados egipcios a Pompeyo. Toda la condolencia que ella había mostrado hasta ahora para con el imperio romano se convirtió en el tema de discusiones en Alejandría.
Esta ayuda a los Romanos realmente no fue apreciada, y los enemigos de Cleopatra, entre ellos sus tres consejeros Pothinus, Achillas y Theodotus y hasta su propia hermana, Arsinoe IV, que deseaban obtener el poder, aprovecharon esta situación para tramar un plan en su contra.
En el tercer año de su reinado Cleopatra fue obligada a exiliarse en Siria, derrocada por un grupo comando enviado por Ptolomeo XIII comandado por sus consejeros Pothinus y Achillas. Desde allí ella reúne un ejército e intenta invadir Egipto, pero no lo logra. Es entonces cuando se entera que Pompeyo ha sido derrocado en Pharsalus por el ejército de Julio Cesar y decide tratar de unirse a este.
El César y la Reina
Julio César había estado ausente de Roma por diez años, durante la guerra contra las Galias, en este tiempo Pompeyo, su rival, había tramado bajarlo del mando y había preparado todo un ejército para enfrentarle, sin embargo César logra derrotarlo en la batalla de Pharsalus durante el año 48 a.C.
Luego de la derrota, Pompeyo huye a Egipto buscando el apoyo y ayuda de Ptolomeo XIII.
En lugar del refugio buscado, Pompeyo encuentra la muerte el 28 de agosto del año 48 a.C. en Alejandría, bajo las manos de Lucius Septimius, antiguo servidor suyo, enviado por Ptolomeo XIII quien bajo el consejo de Pothinus decidió decapitarlo y enviarle la cabeza a César para así obtener su simpatía.
Sin embargo César lloró la muerte de su rival y amigo, y no miró con buenos ojos el acto de Ptolomeo XIII tomándolo como una traición.
Es allí cuando entra en escena Cleopatra, que viendo la oportunidad de recuperar su trono decide llegar hasta César. Estando él en el palacio real le es entregada una alfombra que era enviada por la exiliada Reina, y al desenrollarla se encontró con ella misma dentro.
Se dice que César quedó prendado de la belleza exuberante y la gran audacia de Cleopatra, en aquel mismo instante, y vio una gran oportunidad de mantener a Egipto dominado si ella volvía a ser Reina. Cleopatra a su vez supo que si enamoraba a César iba a tener de su lado a Roma, y no tendría que temer una invasión por parte de los romanos.
Julio César y Cleopatra pasaron la noche juntos. Al día siguiente Ptolomeo XIII fue citado ante el César para que éste intentara un arreglo entre hermanos en calidad de testamentario de Ptolomeo XII Aulettes. Al llegar Ptolomeo se percató de la situación entre César y su hermana y decidió huir del palacio haciendo correr el rumor entre los egipcios, que había sido traicionado, intentando despertar a la multitud de Alejandría contra Cleopatra, pero pronto fue capturado por los soldados de César.
Para calmar los ánimos, César da a Ptolomeo XIII la isla de Creta y a Ptolomeo XIV y Arsinoe IV Chipre. Arsinoe considera que ella debería reinar Egipto y se une a la causa de su hermano.
Pothinus y Achillas organizaron a 20.000 soldados y rodearon la ciudad, es entonces cuando la guerra entre Cleopatra y Ptolomeo se transformó en la guerra de Arsinoe IV y Ptolomeo XIII contra el César.
Julio César mantiene el control del puerto gracias a que capturó el faro de la isla de Pharos a pesar de los 20.000 hombres que rodeaban la ciudad e incendió todas las naves. Pero el fuego se extiende hacia parte de la ciudad y es allí donde gran parte de la biblioteca de Alejandría se quemó.
Arsinoe IV escapó del palacio y se unió a Achillas, el ejército la proclamó reina de Egipto. Durante la batalla Achillas fue asesinado y César ejecutó a Pothinus él mismo, en venganza por la muerte de Pompeyo. Ptolomeo XIII aparentemente murió ahogado cuando intentaba escapar. Arsinoe IV fue tomada presa por Cesar para exhibirla en Roma, como trofeo de guerra. Esto fue en el año 47 a.C.
Debido a la muerte de Ptolomeo XIII Cleopatra fue proclamada reina absoluta de Egipto y César la obligó a casarse con su hermano menor, de tan solo 12 años, Ptolomeo XIV.
Puesto que Arsinoe IV estaba considerada como traidora, Cleopatra obtuvo el mando de Chipre, junto con su hermano Ptolomeo XIV.
Ptolomeo XV Cesarión
César deja tres legiones romanas para proteger Alejandría y emprende una travesía por el Nilo junto a Cleopatra, a quien pareció la mejor forma de mostrarle la belleza de su país. Hay muy pocos documentos de esta travesía, pero aparentemente duró unos dos meses. Pararon en Dandara donde adoraban a Cleopatra como Faraona. César nunca tendría este honor y no podía bajar del barco. El solo bajó para atender un importante negocio en Siria.
Pero la travesía terminó, César debió marcharse hacia Hispania en los últimos avatares de la contienda civil.
Semanas después de la partida de César, el 23 de junio del año 47 a.C., Cleopatra dio a luz al hijo de ambos, Ptolomeo XV César, llamado por el pueblo egipcio Cesarión (pequeño César). El niño es validado rápidamente por los egipcios como hijo de Amon-Ra.
Durante julio del año 46 a.C., luego de varias luchas en Asia Menor y otras áreas, César volvió a Roma. En una de estas victorias, más precisamente en Zela, fue que acuñó su frase “llegué, observé y conquisté”. En Roma le dieron muchos honores y una dictadura de diez años, fue proclamado Imperator. Durante la marcha de la gloria y las victorias sobre otros países apareció encadenada y marchando junto a otros prisioneros, Arsinoe IV la hermana traidora de Cleopatra. Esta no fue ejecutada como la mayoría de los prisioneros al salir de Roma, fue enviada a la isla de Efeso. Estas celebraciones se extendieron de septiembre a octubre y César trajo a Cleopatra y a su hijo desde Egipto y los estableció en uno de sus palacios. Esto hizo que los republicanos conservadores se ofendieran bastante. Las maneras sociales de la Reina no hicieron que la situación mejorara. Cleopatra había comenzado a llamarse la nueva Isis y vivía con un lujo exuberante, ella permaneció en Roma cerca de 2 años.
César era popular en ese entonces, él había extendido increíblemente el imperio romano. Entre el año 46 y 44 a.C., el crecimiento de Roma, gracias a las batallas ganadas por César mantuvo a los romanos bajo su influencia.
César demandó abiertamente a Cesarión como su hijo. Esto enfureció a los Romanos, sobre todo porque César ya estaba casado con Calpurnia, muchos pensaron que él planeaba casarse con Cleopatra sin importar las leyes de bigamia y las uniones con los extranjeros que regían en Roma.
En febrero del 44, él se proclama ‘ dictador eterno ‘. Entonces comienzan a correr rumores que César se proponía ser el rey del imperio romano con Cleopatra como reina. La aristocracia no desea a un rey como jefe del imperio romano, y planean asesinar a César. Si César muere, Cesarión se convertiría en el regente del imperio romano y del reino egipcio, pero esto será solamente posible si el senado romano valida el testamento de César.
El 15 de marzo del 44 a.C., César es asesinado a la salida del edificio del senado en Roma. La mayoría de los senadores pensaron que él planteó una amenaza al bienestar de la republica y tenía que ser eliminado. Con la muerte de César, Roma entra en un período de crisis, Octavio (hijo adoptivo de César) y Marco Antonio son sus sucesores, porque éste fue asesinado antes de que impusiera a Cesarión como su hijo legítimo.
La batalla para el control de Roma comienza entre Antonio y Octavio. Ante el asesinato de César, Cleopatra sintió que su vida, así como la de su niño, estaban en gran peligro y decidió volver a Alejandría. Antes de irse, ella pidió a Marco Antonio su protección. El ya había protegido anteriormente a Cleopatra a pedido de César.
Marco Antonio
Tras su regreso a Egipto Cleopatra, temiendo que su hermano y marido Ptolomeo XIV que ya contaba con 15 años de edad quisiera tener más poder del que ella le otorgaba, lo envenena y establece a Cesarión como su corregente a la edad de cuatro años. Ella encontró a Egipto sufriendo por las plagas y por el hambre. Los canales del Nilo habían sido descuidados durante su ausencia y esto hizo que las cosechas fueran malas y las inundaciones no fueran bien aprovechadas. Esto ocurrió a partir del año 43 hasta el 41 a.C.
El imperio romano ahora estaba dividido en dos, los viejos partidarios de César y los republicanos (quienes pidieron su muerte). Los republicanos se estaban acercando a Egipto, ellos eran perseguidos por los partidarios de César. Cleopatra no deseaba dar su ayuda a cualquier persona de los ejércitos luchadores. Todavía había tropas romanas en Alejandría, las que puso César para protegerla, así que ella no deseaba tener problemas con ellos, tomando alguna decisión equivocada.
Sin embargo, para lograr el reconocimiento de Cesarión como legítimo rey ante el ex-teniente de César, Dolabella, Cleopatra le envió las cuatro legiones. Cassius capturó estas legiones y Dolabella se suicidó en Laodicea durante el verano del 43 a.C. Con la muerte de Dolabella, Cleopatra decidió unirse a las fuerzas de Marco Antonio y Octavio (quien pasó a llamarse Augusto).
En la batalla de Philippi en el año 42 a.C. los asesinos de César, Brutus y Cassius, fueron derrotados y asesinados. En Roma se formó un Triunvirato entre Antonio, Octavio y Lepidus. Un Triunvirato era una dictadura donde 3 personas tenían el poder de todo Roma en común por cinco años. Antonio estaba a cargo de las provincias del este, Octavio estaba a cargo de Roma y de la Galia, y Lepidus estaba a cargo de África del Norte. En 42 a.C. Ledipus perdió una parte de su gobierno (aunque seguía estando en el Triunvirato) porque era sospechoso de dar asilo a un enemigo de la república (y señalado como pirata): Pompeyo Sextus, hijo de Pompeyo el grande.
Es la segunda vez que tal acuerdo ocurre en el imperio romano. Antonio ahora es el amo de la parte del este del imperio, él derrota rápidamente a los republicanos opuestos a Cleopatra. Para mantener su poder en el Este, Antonio recorre una a una cada provincia y restablece la paz que estaba quebrada por los republicanos. Lentamente se va acercando a Egipto, ya que desea aliarse a Cleopatra porque Egipto sigue siendo una nación de gran alcance y riquezas.
Antonio estaba en la necesidad del dinero para lanzar una campaña contra Persia, y él esperaba que Cleopatra le diera ese dinero, pero ella no confiaba en él, y rechazó tener una reunión fuera de Egipto.
Sin embargo Octavio volvió a Italia muy enfermo, y al ver las conquistas y el poder que Antonio estaba ganando, Cleopatra decide encontrar una solución e intentar reunirse con él. Su hijo ganó el derecho de ser rey cuando César fue divinizado oficialmente en Roma el 1 de enero del 42 a.C.. El objetivo principal de esto fue la promoción de Octavio, pero el Triunvirato sabía de la ayuda de Cleopatra a Dolabella.
Finalmente Cleopatra acepta tener una reunión con Marco Antonio fuera de Egipto, pero si esta se lleva a cabo en su nave egipcia, que se considera como una parte de su territorio. En el año 41 a.C. Marco Antonio y Cleopatra se encuentran en Tarsus donde él la había convocado.
Ella sabía ya bastante sobre él para poder conseguirle. Conocía sus capacidades estratégicas y tácticas limitadas, su sangre azul, su hábito de beber, su afición a las mujeres, su vulgaridad y su ambición. Aunque Egipto estaba en el borde del derrumbamiento económico, Cleopatra navegó con los remos de plata, las velas púrpuras y todo el lujo con el que ella vivía, hasta se vistió como Afrodita, la diosa del amor.
La reunión duró cuatro días enteros, y durante ésta se convirtieron en amantes. Cleopatra acordó proveerle el dinero a condición de que ejecute a su hermana Arsinoe IV. Ella probablemente se sentía muy amenazada por su existencia, y Antonio estaba convencido que Arsinoe había ayudado a sus enemigos en la batalla de Philippi, por lo que el acuerdo le pareció perfecto y Arsinoe IV fue ejecutada.
Antonio decide ir a Egipto con Cleopatra. Consiguió adaptarse rápidamente a las costumbres egipcias: la comida, las bebidas, las fiestas. Cleopatra y Antonio pasaron el invierno del 41 al 40 juntos en Alejandría.
En el año 40 a.C., obligan a Antonio a salir de Egipto porque una parte de su territorio había sido conquistada por Persia. Seis meses más adelante, Cleopatra dio a luz a sus gemelos: Cleopatra Selene y Alexander Helios.
Él no volvió a ver a Cleopatra hasta después de cuatro años. Mientras tanto la esposa de Antonio, Fulvia había realizado un movimiento serio contra Octavio y tuvo que huir a Grecia donde enfermó y murió. Antonio se vio obligado a arreglar sus conflictos con Octavio casándose con su hermana, Octavia. Ella era una hermosa e inteligente mujer que había enviudado recientemente y tenía tres niños de su primera unión. El primer hijo de Antonio y Octavia fue niña.
Octavio le propuso a Antonio que después de que el Triunvirato terminara los dos gobernarían el mundo romano, aunque permitieron que Lepidus permaneciera en el Norte de África y que gobernara el área. Octavio sostuvo todo Europa occidental y Antonio obtuvo el extremo Este del mundo romano.
Durante la ausencia de Antonio, Cleopatra comenzó un conflicto entre ella y Herodes de Judea. Este era uno de los más ricos, inteligentes y capaces clientes de Roma y era un gran amigo de Antonio. Pero en el 40 a.C. Cleopatra trató de seducirlo, claro que Herodes no le siguió el juego y al ver su fracaso, ella comenzó a odiarlo. Cuando se encontró con Antonio, lo persuadió para que le dé las porciones grandes de Siria y del Líbano e incluso parte de las arboledas del bálsamo de Jericó. Con esto lo único que logró fue que Herodes y Antonio se distanciaran. Cuando el senado romano le declaró la guerra, la capacidad y los recursos de Herodes hubieran sido esenciales para su victoria. Desafortunadamente, Herodes rechazó ayudar a su amigo gracias a Cleopatra.
En el año 36 a.C. Marco Antonio deja Italia en una expedición contra Persia. Octavia había tenido otra hija y viajó con él hasta Corcyra. Pero allí Antonio se excusó de llevarla a Persia diciéndole que no deseaba exponerla a los peligros de las batallas y la envió a Roma, su hogar. Le dijo que ella le era más útil en Roma cuidando la paz con Octavio.
Sin embargo, lo primero que hizo cuando alcanzó Antioch, fue enviar por Cleopatra. Allí le fueron entregados sus gemelos y los reconoció. Pero Cleopatra todavía estaba enojada, por el casamiento de Antonio y Octavia, y mucho más aún porque juntos tenían dos niñas. Entonces le pide a Antonio territorio de sus conquistas, para entregárselo a sus hijos.
Aproximadamente en el año 36 a.C. Cleopatra y Antonio se casaron, y aunque la bigamia era ilegal en Roma, esto insultaba no solamente a Octavia y Octavio sino a todo el imperio. Ella también dio a luz a otro niño de Antonio, Ptolomeo Philadelphus.
Cuando Antonio invadió Armenia en el 34 a.C., llevó a cabo la marcha del triunfo en Alejandría. Como parte de las festividades hubo banquetes y distribuciones públicas de dinero. Antonio quiso tener un completo festejo romano en Egipto, pero los romanos sentían que ellos debían recibir el alimento y el dinero que en ese momento era entregado a los Egipcios, esto hizo que la reputación de Antonio en Roma empeorara.
Octavio seguía con sus ansias de conquistar el mundo, tomó el territorio de Lepidus: África y se convirtió en una amenaza directa para Egipto. Cleopatra preocupada por esta situación intenta persuadir a Antonio para que se quede en Egipto y la proteja. Ella logra su objetivo, logrando al mismo tiempo distanciar un poco más a Antonio de los Romanos.
Antonio le concedió el deseo a Cleopatra y dio tierras y títulos a sus hijos, incluyéndose él en el reparto. Se presentó como el nuevo Dionisio, como parte de su sueño de gobierno Greco-Romano.
Nombró a Cleopatra Selene, de seis años de edad, reina de Creta y de Cyrenaica (en la costa norteña de África). Alexander Helios, también de seis años, fue declarado Gran rey de Armenia y del imperio de Seleucid. El más joven, Ptolomeo Philadelphus (de tan solo dos años), fue nombrado rey de Siria y de Asia Menor. Cleopatra obtuvo el título de Reina de Reyes, que era la posición más alta de los cargos y Ptolomeo XV César fue nombrado Rey de Reyes y fue hecho corregente junto a su madre. Ahora el imperio Ptolomeico cubrió una porción grande del mundo mediterráneo del Este. Estas donaciones no ayudaron a las reputaciones de Antonio y de Cleopatra en Roma.
En el año 31 a.C., Antonio finalmente se divorció de Octavia, lo que obligó a la parte occidental del mundo a reconocer su lazo con Cleopatra. él incluso había puesto su nombre y cara en una moneda romana, el denario de plata. Este circuló bastante por todo el mediterráneo. Cosa que indignó a Octavio quien declaró que Antonio había roto sus lazos con Roma.
Mientras tanto los rumores seguían creciendo en Roma, Antonio ya no era más un romano. Ahora era considerado bajo la influencia de Cleopatra.
Antonio deseaba evitar un conflicto mundial pero, debido a lo acaecido con su amigo Julio César, temía por su vida cuando estaba en Roma, por lo que decidió instalarse definitivamente en Egipto. El ejército de Cleopatra continuó haciéndose más y más grande. A algunos viejos amigos de Antonio no les gustó que el poder de Cleopatra se ampliara y decidieron retornar a Roma, ellos conocían el testamento de Antonio y sabían que él deseaba ser enterrado en Alejandría, no en Roma. Ese pequeño detalle fue suficiente para declarar la guerra a Antonio y a Cleopatra. Para los Romanos, significaba que Antonio ya no era romano o lo que era peor, ya no quería serlo.
La Trágica muerte de la última Reina del Nilo
En el año 32 a.C. Octavio acusa a Cleopatra públicamente por uso de magia, incesto, adoración animal, droga, embriaguez y lujuria desenfrenada. Declarándole la guerra, el nombre de Antonio no se mencionaba en ninguna parte de la declaración oficial. Los romanos creían que era mucho mejor declarar la guerra a la reina egipcia que influenciaba a Antonio, que a Antonio mismo.
Ambos bandos comienzan a recolectar a todas sus fuerzas. Cleopatra tiene un ejército mucho más grande que el de Octavio, con Antonio al frente. Esta batalla es decisiva pues de ambos lados están utilizando todas sus tropas. La superioridad egipcia era muy obvia pero tenían algunas dificultades para proveer el alimento a tantos hombres debido a que las tropas romanas cercaron las naves de Antonio. Las naves de la fuente eran demasiado lentas y tuvieron que ser quemadas para ir más rápidamente.
Los problemas persiguen a los amantes, Dellius (uno de los amigos de Antonio) huye con los planes de batalla. Antonio selecciona sus mejores naves y decide atacar con ellas aunque sean muchas menos de las que tiene Octavio. Después de cuatro días, la batalla final ocurre en Actium, Grecia.
La batalla ocurrió en el año 31 a.C., día a día Marco Antonio perdía aliados romanos y sus fuerzas se debilitaban. Por el contrario Octavio estaba cada vez más seguro de su victoria, ya que lo superaba en ejército.
Y la victoria llegó, Cleopatra viendo que las fuerzas de Antonio estaban perdiendo, salió en retirada y lo abandonó huyendo hacia Alejandría, posiblemente ellos ya habían planeado esto, ya que tras Cleopatra partió Antonio hacia Alejandría, abandonando a todas sus fuerzas en batalla. Esto trae la desorganización en el ejército egipcio, Octavio tiene la victoria en sus manos. La marina de Octavio derrotó a Antonio en Actium, Grecia, el 2 de septiembre de 31 a.C.
Antonio y Cleopatra están en Egipto. Antonio intenta recolectar nuevas tropas pero no tiene éxito, todavía lleva la responsabilidad de la derrota en Actium, y desea suicidarse, pero sus amigos lo disuaden. Cleopatra sabe que las tropas romanas pronto llegarán a Alejandría, y decide ocultar todos los tesoros lejos del mar mediterráneo, pero las naves son interceptadas por los árabes (bajo el mando de Octavio).
Cleopatra planeó enviar a Cesarión lejos, quizás a la India, así podría escapar de Octavio y conservar el trono de Egipto. Arregló para que las naves fueran desde el Nilo al Mar Rojo, pero este plan fracasó.
Octavio se acercaba más y más, Egipto estaba prácticamente cercado. Cleopatra deseaba encontrar un acuerdo pacífico y tanto ella como Antonio enviaron sobornos a Octavio para lograr la paz, pero ninguno fue aceptado.
Cleopatra construyó un mausoleo donde ella amontonó su abundancia y planeó pasar la eternidad. Octavio le mandó mensajes diciendo que sería tratada bien por los romanos, por temor a que Cleopatra quemara todos sus tesoros. Cuando Octavio llegó a Alejandría, Cleopatra se encerró en su mausoleo con dos de sus criadas, Iras y Charmion.
Los generales de Marco Antonio le informan que Cleopatra había muerto en su mausoleo, y éste al saber a su amante muerta, se suicidó con su propia espada. Según se dice, en su agonía Marco Antonio fue llevado hasta el mausoleo donde se encontraba Cleopatra, y allí ella lo vio morir en sus brazos.
Entonces Cleopatra es apresada por los soldados de Octavio y trasladada al palacio, en donde se dice que intentó desde sobornarlo hasta seducirlo, sin obtener éxito alguno.
Octavio quería llevar a Cleopatra viva a Roma, para mostrar su superioridad y su victoria. También mandó capturar a los niños de Cleopatra, excepto a Cesarión que huyó al Sur. Cleopatra se percató del plan de Octavio de llevarla a Roma, sabía que la visualizarían como esclava en las ciudades que ella misma había gobernado. Decidió que no viviría de esta manera, así que a tres días de la salida hacia Roma, pidió a sus criadas Iras y Charmion que le traigan una cesta con frutas y en ella un áspid (cobra egipcia). Mientras tanto ella escribía una carta a Octavio en la cual le pidió que la pongan junto a Antonio después de su muerte.
Corría el 12 de agosto del año 30 a.C. cuando Octavio recibe la carta, pero ya era demasiado tarde, al entrar al cuarto donde se hallaba Cleopatra, de tan solo 39 años de edad, la encontró ya muerta sobre su cama de oro, con su traje real y sus joyas puestas, junto a sus dos criadas.
Cesarión fue traicionado cuando huía de Egipto por su profesor particular, Rhodon, y fue asesinado bajo las órdenes de Octavio. El resto de los hijos de Cleopatra fueron criados por la esposa de Octavio. Cleopatra Selene se casó con el rey Juba II de Mauritania. Tuvieron un hijo al que nombraron Ptolomeo que ganó el trono en el 23 d.C. y gobernó hasta que Calígula lo mató 40 años más tarde. Alexander Helios y Ptolomeo Philadelphus pudieron haber ido a vivir con su hermana en Mauritania pero no se sabe exactamente qué les sucedió.
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César y Cleopatra (1945) Película en Español
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Marco Antonio y Cleopatra Película completa Español
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Los Antecesores de Cleopatra
Cleopatra descendía de una familia de faraones, la Lágida, que no tenía origen en Egipto sino en Macedonia, Grecia y que gobernó desde el año 305 a.C. hasta el año 30 a.C. El fundador de esta dinastía fue Ptolomeo I Soter, uno de los generales de Alejandro Magno.
Tras la huida y muerte de Darío III, jefe de los persas que había sido expulsado de Egipto tras ser derrotado por Alejandro, éste último obtiene sus tierras. Pero luego de una expedición a la India, Alejandro contrae malaria mediante la picadura de un mosquito y muere, en junio del año 323 a.C..
Es entonces cuando comienzan desenfrenadas luchas entre sus generales para obtener el poder, que finalmente condujeron a que Ptolomeo I Sóter ocupara el trono de Egipto (en el año 305 a.C.). Los Ptolomeos gobernaron desde Alejandría, que había sido establecida como capital por Alejandro y se había convertido en el centro de comercio más importante de la época en Egipto debido a su puerto ubicado sobre el Mediterráneo y el Nilo. También fue una de las ciudades más importantes en el aspecto intelectual y artístico. Recordemos que allí Ptolomeo I mandó construir la biblioteca más grande de Egipto, que tendría la mayor cantidad de volúmenes de escritos históricos y que sería utilizada por los grandes filósofos, médicos, etc. de la época.
Aunque respetaban los cultos egipcios, los Ptolomeos conservaron la cultura y el idioma Griego, y solo Cleopátra VII Filópator se identificó con su pueblo y habló el idioma egipcio.
Cleopatra (CLEOPATRA FILOPATOR NEA THEA) fue hija de Ptolomeo XII (PTOLOMEO NEOS DIONYSO AULETTES) y de Cleopatra V (CLEOPATRA V TRIFENA I). Ptolomeo XII llegó al poder en el año 80 a.C.. Aparentemente no era muy respetado y era un gobernante bastante malvado para con su pueblo, su sobrenombre AULETTES, que en griego significa «flautista», era porque, según se decía, Ptolomeo XII le dedicaba más tiempo a la música que a gobernar.
Los hijos de Ptolomeo XII fueron: Berenice IV, Cleopatra VI, Cleopatra VII, Arsinoe IV, Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV.
Durante una revuelta en el año 58 a.C. Berenice IV aprovechó el odio que sentían los egipcios hacia Ptolomeo XII por su maldad y su despreocupación hacia el pueblo y envió al exilio a su padre; gobernando junto a su madre durante un año. A la muerte de Cleopatra V, Berenice gobernó como regente única y se casó con Seleucus Kybiosaktes. Después de algunos días, Berenice mandó a estrangular a su marido y se casó con Archelaus.
Ptolomeo XII consiguió el apoyo de Roma luego de haber pagado a Pompeyo una gran suma de dinero y prometerle que durante años le pagaría tributos. Contando con lo romanos de aliados Ptolomeo XII consiguió derrotar al ejército de Archelaus y fue devuelto al trono. Uno de sus primeros actos fue mandar a ejecutar a su hija Berenice IV, esto ocurrió en el año 55 a.C. Durante el reinado de Berenice IV, Cleopatra VI, una de sus hermanas, aparentemente desapareció o fue asesinada, ya que no se encuentran más registros de ella a partir de esta época.
Ptolomeo XII Aulettes reinó desde ese día hasta su muerte en el año 51 a.C. Dejándole el trono a su hija Cleopatra VII y a su hijo Ptolomeo XIII.
Nacimiento e Infancia de la Reina del Nilo
Cleopatra nació en el año 69 a.C. tuvo dos hermanas mayores, Berenice IV y Cleopatra VI, una hermana menor Arsinoe IV y dos hermanos menores, Ptolomeo XIII y Ptolomeo XIV.
Cleopatra y sus hermanos fueron educados durante su niñez bajo la cultura Helénica, sus principales fuentes de estudio eran los poemas homéricos, la retórica de Demóstenes, etc. A pesar de haber recibido una educación puramente griega, Cleopatra fue la primera faraona de la era Ptolemaica en hablar el idioma egipcio.
Al presentarse por primera vez en público, tenia 14 años, ya entonces era famosa por su sabiduría. Se dice que podía hablar 7 u 8 idiomas entre ellos griego, hebreo, sirio, egipcio y arameo, conocía de música, historia y ciencias políticas. Además era muy buena en matemáticas, literatura, astronomía y medicina. Se dice que conocía y entendía a la perfección el latín, pero esto no se ha podido probar.
Era impulsiva, caprichosa, ingenua, espontánea, apasionada, diplomática y constante.
Plutarco dijo de ella: «Se pretende que su belleza, considerada en sí misma, no era tan incomparable como para causar asombro y admiración, pero su trato era tal, que resultaba imposible resistirse. Los encantos de su figura, secundados por las gentilezas de su conversación y por todas las gracias que se desprenden de una feliz personalidad, dejaban en la mente un aguijón que penetraba hasta lo más vivo. Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje».
La llegada al Trono
Cleopatra VII Filópator (69-30 a.C.) subió al trono en el año 51 a.C. cuando contaba con 18 años de edad, heredó el trono de su padre Ptolomeo XII Aulettes y se vio obligada por el testamento de éste y por la ley que regía en Egipto a casarse y compartir el trono con su hermano Ptolomeo XIII Dionisio II (51-47 a.C.) de apenas 10 años de edad. Ptolomeo XII dejó como tutor de ambos al regente de Roma que en ese momento era Pompeyo, y éste debería hacer cumplir el testamento y casar a los hermanos. Claro que esta unión era puramente legal ya que según se dice Cleopatra dejaba fuera de todas las decisiones a su hermano.
Políticamente, ella era muy ambiciosa, gobernó con la ayuda de su primer ministro Dioiketes y vigiló de cerca a los gobernadores griegos que estaban en el control de otras partes del país. Tuvo que hacer frente a una situación delicada porque Egipto se había convertido en una pista burocrática sacudida por los alborotos (50 a.C.).
Instauró nuevas leyes, devaluó el dinero un tercio para las exportaciones. Y hasta modificó las leyes religiosas en favor de su propia gente.
Al subir al trono ella intentó rápidamente solucionar un conflicto existente con el imperio romano. Un año atrás habían asesinado a dos hijos del cónsul romano en Alejandría. Para demostrar buena voluntad, Cleopatra entregó a los presuntos asesinos a Pompeyo, que intentaba obtener el poder absoluto de Roma. Su opositor era Julio César. Cleopatra también ofreció soldados egipcios a Pompeyo. Toda la condolencia que ella había mostrado hasta ahora para con el imperio romano se convirtió en el tema de discusiones en Alejandría.
Esta ayuda a los Romanos realmente no fue apreciada, y los enemigos de Cleopatra, entre ellos sus tres consejeros Pothinus, Achillas y Theodotus y hasta su propia hermana, Arsinoe IV, que deseaban obtener el poder, aprovecharon esta situación para tramar un plan en su contra.
En el tercer año de su reinado Cleopatra fue obligada a exiliarse en Siria, derrocada por un grupo comando enviado por Ptolomeo XIII comandado por sus consejeros Pothinus y Achillas. Desde allí ella reúne un ejército e intenta invadir Egipto, pero no lo logra. Es entonces cuando se entera que Pompeyo ha sido derrocado en Pharsalus por el ejército de Julio Cesar y decide tratar de unirse a este.
El César y la Reina
Julio César había estado ausente de Roma por diez años, durante la guerra contra las Galias, en este tiempo Pompeyo, su rival, había tramado bajarlo del mando y había preparado todo un ejército para enfrentarle, sin embargo César logra derrotarlo en la batalla de Pharsalus durante el año 48 a.C.
Luego de la derrota, Pompeyo huye a Egipto buscando el apoyo y ayuda de Ptolomeo XIII.
En lugar del refugio buscado, Pompeyo encuentra la muerte el 28 de agosto del año 48 a.C. en Alejandría, bajo las manos de Lucius Septimius, antiguo servidor suyo, enviado por Ptolomeo XIII quien bajo el consejo de Pothinus decidió decapitarlo y enviarle la cabeza a César para así obtener su simpatía.
Sin embargo César lloró la muerte de su rival y amigo, y no miró con buenos ojos el acto de Ptolomeo XIII tomándolo como una traición.
Es allí cuando entra en escena Cleopatra, que viendo la oportunidad de recuperar su trono decide llegar hasta César. Estando él en el palacio real le es entregada una alfombra que era enviada por la exiliada Reina, y al desenrollarla se encontró con ella misma dentro.
Se dice que César quedó prendado de la belleza exuberante y la gran audacia de Cleopatra, en aquel mismo instante, y vio una gran oportunidad de mantener a Egipto dominado si ella volvía a ser Reina. Cleopatra a su vez supo que si enamoraba a César iba a tener de su lado a Roma, y no tendría que temer una invasión por parte de los romanos.
Julio César y Cleopatra pasaron la noche juntos. Al día siguiente Ptolomeo XIII fue citado ante el César para que éste intentara un arreglo entre hermanos en calidad de testamentario de Ptolomeo XII Aulettes. Al llegar Ptolomeo se percató de la situación entre César y su hermana y decidió huir del palacio haciendo correr el rumor entre los egipcios, que había sido traicionado, intentando despertar a la multitud de Alejandría contra Cleopatra, pero pronto fue capturado por los soldados de César.
Para calmar los ánimos, César da a Ptolomeo XIII la isla de Creta y a Ptolomeo XIV y Arsinoe IV Chipre. Arsinoe considera que ella debería reinar Egipto y se une a la causa de su hermano.
Pothinus y Achillas organizaron a 20.000 soldados y rodearon la ciudad, es entonces cuando la guerra entre Cleopatra y Ptolomeo se transformó en la guerra de Arsinoe IV y Ptolomeo XIII contra el César.
Julio César mantiene el control del puerto gracias a que capturó el faro de la isla de Pharos a pesar de los 20.000 hombres que rodeaban la ciudad e incendió todas las naves. Pero el fuego se extiende hacia parte de la ciudad y es allí donde gran parte de la biblioteca de Alejandría se quemó.
Arsinoe IV escapó del palacio y se unió a Achillas, el ejército la proclamó reina de Egipto. Durante la batalla Achillas fue asesinado y César ejecutó a Pothinus él mismo, en venganza por la muerte de Pompeyo. Ptolomeo XIII aparentemente murió ahogado cuando intentaba escapar. Arsinoe IV fue tomada presa por Cesar para exhibirla en Roma, como trofeo de guerra. Esto fue en el año 47 a.C.
Debido a la muerte de Ptolomeo XIII Cleopatra fue proclamada reina absoluta de Egipto y César la obligó a casarse con su hermano menor, de tan solo 12 años, Ptolomeo XIV.
Puesto que Arsinoe IV estaba considerada como traidora, Cleopatra obtuvo el mando de Chipre, junto con su hermano Ptolomeo XIV.
Ptolomeo XV Cesarión
César deja tres legiones romanas para proteger Alejandría y emprende una travesía por el Nilo junto a Cleopatra, a quien pareció la mejor forma de mostrarle la belleza de su país. Hay muy pocos documentos de esta travesía, pero aparentemente duró unos dos meses. Pararon en Dandara donde adoraban a Cleopatra como Faraona. César nunca tendría este honor y no podía bajar del barco. El solo bajó para atender un importante negocio en Siria.
Pero la travesía terminó, César debió marcharse hacia Hispania en los últimos avatares de la contienda civil.
Semanas después de la partida de César, el 23 de junio del año 47 a.C., Cleopatra dio a luz al hijo de ambos, Ptolomeo XV César, llamado por el pueblo egipcio Cesarión (pequeño César). El niño es validado rápidamente por los egipcios como hijo de Amon-Ra.
Durante julio del año 46 a.C., luego de varias luchas en Asia Menor y otras áreas, César volvió a Roma. En una de estas victorias, más precisamente en Zela, fue que acuñó su frase “llegué, observé y conquisté”. En Roma le dieron muchos honores y una dictadura de diez años, fue proclamado Imperator. Durante la marcha de la gloria y las victorias sobre otros países apareció encadenada y marchando junto a otros prisioneros, Arsinoe IV la hermana traidora de Cleopatra. Esta no fue ejecutada como la mayoría de los prisioneros al salir de Roma, fue enviada a la isla de Efeso. Estas celebraciones se extendieron de septiembre a octubre y César trajo a Cleopatra y a su hijo desde Egipto y los estableció en uno de sus palacios. Esto hizo que los republicanos conservadores se ofendieran bastante. Las maneras sociales de la Reina no hicieron que la situación mejorara. Cleopatra había comenzado a llamarse la nueva Isis y vivía con un lujo exuberante, ella permaneció en Roma cerca de 2 años.
César era popular en ese entonces, él había extendido increíblemente el imperio romano. Entre el año 46 y 44 a.C., el crecimiento de Roma, gracias a las batallas ganadas por César mantuvo a los romanos bajo su influencia.
César demandó abiertamente a Cesarión como su hijo. Esto enfureció a los Romanos, sobre todo porque César ya estaba casado con Calpurnia, muchos pensaron que él planeaba casarse con Cleopatra sin importar las leyes de bigamia y las uniones con los extranjeros que regían en Roma.
En febrero del 44, él se proclama ‘ dictador eterno ‘. Entonces comienzan a correr rumores que César se proponía ser el rey del imperio romano con Cleopatra como reina. La aristocracia no desea a un rey como jefe del imperio romano, y planean asesinar a César. Si César muere, Cesarión se convertiría en el regente del imperio romano y del reino egipcio, pero esto será solamente posible si el senado romano valida el testamento de César.
El 15 de marzo del 44 a.C., César es asesinado a la salida del edificio del senado en Roma. La mayoría de los senadores pensaron que él planteó una amenaza al bienestar de la republica y tenía que ser eliminado. Con la muerte de César, Roma entra en un período de crisis, Octavio (hijo adoptivo de César) y Marco Antonio son sus sucesores, porque éste fue asesinado antes de que impusiera a Cesarión como su hijo legítimo.
La batalla para el control de Roma comienza entre Antonio y Octavio. Ante el asesinato de César, Cleopatra sintió que su vida, así como la de su niño, estaban en gran peligro y decidió volver a Alejandría. Antes de irse, ella pidió a Marco Antonio su protección. El ya había protegido anteriormente a Cleopatra a pedido de César.
Marco Antonio
Tras su regreso a Egipto Cleopatra, temiendo que su hermano y marido Ptolomeo XIV que ya contaba con 15 años de edad quisiera tener más poder del que ella le otorgaba, lo envenena y establece a Cesarión como su corregente a la edad de cuatro años. Ella encontró a Egipto sufriendo por las plagas y por el hambre. Los canales del Nilo habían sido descuidados durante su ausencia y esto hizo que las cosechas fueran malas y las inundaciones no fueran bien aprovechadas. Esto ocurrió a partir del año 43 hasta el 41 a.C.
El imperio romano ahora estaba dividido en dos, los viejos partidarios de César y los republicanos (quienes pidieron su muerte). Los republicanos se estaban acercando a Egipto, ellos eran perseguidos por los partidarios de César. Cleopatra no deseaba dar su ayuda a cualquier persona de los ejércitos luchadores. Todavía había tropas romanas en Alejandría, las que puso César para protegerla, así que ella no deseaba tener problemas con ellos, tomando alguna decisión equivocada.
Sin embargo, para lograr el reconocimiento de Cesarión como legítimo rey ante el ex-teniente de César, Dolabella, Cleopatra le envió las cuatro legiones. Cassius capturó estas legiones y Dolabella se suicidó en Laodicea durante el verano del 43 a.C. Con la muerte de Dolabella, Cleopatra decidió unirse a las fuerzas de Marco Antonio y Octavio (quien pasó a llamarse Augusto).
En la batalla de Philippi en el año 42 a.C. los asesinos de César, Brutus y Cassius, fueron derrotados y asesinados. En Roma se formó un Triunvirato entre Antonio, Octavio y Lepidus. Un Triunvirato era una dictadura donde 3 personas tenían el poder de todo Roma en común por cinco años. Antonio estaba a cargo de las provincias del este, Octavio estaba a cargo de Roma y de la Galia, y Lepidus estaba a cargo de África del Norte. En 42 a.C. Ledipus perdió una parte de su gobierno (aunque seguía estando en el Triunvirato) porque era sospechoso de dar asilo a un enemigo de la república (y señalado como pirata): Pompeyo Sextus, hijo de Pompeyo el grande.
Es la segunda vez que tal acuerdo ocurre en el imperio romano. Antonio ahora es el amo de la parte del este del imperio, él derrota rápidamente a los republicanos opuestos a Cleopatra. Para mantener su poder en el Este, Antonio recorre una a una cada provincia y restablece la paz que estaba quebrada por los republicanos. Lentamente se va acercando a Egipto, ya que desea aliarse a Cleopatra porque Egipto sigue siendo una nación de gran alcance y riquezas.
Antonio estaba en la necesidad del dinero para lanzar una campaña contra Persia, y él esperaba que Cleopatra le diera ese dinero, pero ella no confiaba en él, y rechazó tener una reunión fuera de Egipto.
Sin embargo Octavio volvió a Italia muy enfermo, y al ver las conquistas y el poder que Antonio estaba ganando, Cleopatra decide encontrar una solución e intentar reunirse con él. Su hijo ganó el derecho de ser rey cuando César fue divinizado oficialmente en Roma el 1 de enero del 42 a.C.. El objetivo principal de esto fue la promoción de Octavio, pero el Triunvirato sabía de la ayuda de Cleopatra a Dolabella.
Finalmente Cleopatra acepta tener una reunión con Marco Antonio fuera de Egipto, pero si esta se lleva a cabo en su nave egipcia, que se considera como una parte de su territorio. En el año 41 a.C. Marco Antonio y Cleopatra se encuentran en Tarsus donde él la había convocado.
Ella sabía ya bastante sobre él para poder conseguirle. Conocía sus capacidades estratégicas y tácticas limitadas, su sangre azul, su hábito de beber, su afición a las mujeres, su vulgaridad y su ambición. Aunque Egipto estaba en el borde del derrumbamiento económico, Cleopatra navegó con los remos de plata, las velas púrpuras y todo el lujo con el que ella vivía, hasta se vistió como Afrodita, la diosa del amor.
La reunión duró cuatro días enteros, y durante ésta se convirtieron en amantes. Cleopatra acordó proveerle el dinero a condición de que ejecute a su hermana Arsinoe IV. Ella probablemente se sentía muy amenazada por su existencia, y Antonio estaba convencido que Arsinoe había ayudado a sus enemigos en la batalla de Philippi, por lo que el acuerdo le pareció perfecto y Arsinoe IV fue ejecutada.
Antonio decide ir a Egipto con Cleopatra. Consiguió adaptarse rápidamente a las costumbres egipcias: la comida, las bebidas, las fiestas. Cleopatra y Antonio pasaron el invierno del 41 al 40 juntos en Alejandría.
En el año 40 a.C., obligan a Antonio a salir de Egipto porque una parte de su territorio había sido conquistada por Persia. Seis meses más adelante, Cleopatra dio a luz a sus gemelos: Cleopatra Selene y Alexander Helios.
Él no volvió a ver a Cleopatra hasta después de cuatro años. Mientras tanto la esposa de Antonio, Fulvia había realizado un movimiento serio contra Octavio y tuvo que huir a Grecia donde enfermó y murió. Antonio se vio obligado a arreglar sus conflictos con Octavio casándose con su hermana, Octavia. Ella era una hermosa e inteligente mujer que había enviudado recientemente y tenía tres niños de su primera unión. El primer hijo de Antonio y Octavia fue niña.
Octavio le propuso a Antonio que después de que el Triunvirato terminara los dos gobernarían el mundo romano, aunque permitieron que Lepidus permaneciera en el Norte de África y que gobernara el área. Octavio sostuvo todo Europa occidental y Antonio obtuvo el extremo Este del mundo romano.
Durante la ausencia de Antonio, Cleopatra comenzó un conflicto entre ella y Herodes de Judea. Este era uno de los más ricos, inteligentes y capaces clientes de Roma y era un gran amigo de Antonio. Pero en el 40 a.C. Cleopatra trató de seducirlo, claro que Herodes no le siguió el juego y al ver su fracaso, ella comenzó a odiarlo. Cuando se encontró con Antonio, lo persuadió para que le dé las porciones grandes de Siria y del Líbano e incluso parte de las arboledas del bálsamo de Jericó. Con esto lo único que logró fue que Herodes y Antonio se distanciaran. Cuando el senado romano le declaró la guerra, la capacidad y los recursos de Herodes hubieran sido esenciales para su victoria. Desafortunadamente, Herodes rechazó ayudar a su amigo gracias a Cleopatra.
En el año 36 a.C. Marco Antonio deja Italia en una expedición contra Persia. Octavia había tenido otra hija y viajó con él hasta Corcyra. Pero allí Antonio se excusó de llevarla a Persia diciéndole que no deseaba exponerla a los peligros de las batallas y la envió a Roma, su hogar. Le dijo que ella le era más útil en Roma cuidando la paz con Octavio.
Sin embargo, lo primero que hizo cuando alcanzó Antioch, fue enviar por Cleopatra. Allí le fueron entregados sus gemelos y los reconoció. Pero Cleopatra todavía estaba enojada, por el casamiento de Antonio y Octavia, y mucho más aún porque juntos tenían dos niñas. Entonces le pide a Antonio territorio de sus conquistas, para entregárselo a sus hijos.
Aproximadamente en el año 36 a.C. Cleopatra y Antonio se casaron, y aunque la bigamia era ilegal en Roma, esto insultaba no solamente a Octavia y Octavio sino a todo el imperio. Ella también dio a luz a otro niño de Antonio, Ptolomeo Philadelphus.
Cuando Antonio invadió Armenia en el 34 a.C., llevó a cabo la marcha del triunfo en Alejandría. Como parte de las festividades hubo banquetes y distribuciones públicas de dinero. Antonio quiso tener un completo festejo romano en Egipto, pero los romanos sentían que ellos debían recibir el alimento y el dinero que en ese momento era entregado a los Egipcios, esto hizo que la reputación de Antonio en Roma empeorara.
Octavio seguía con sus ansias de conquistar el mundo, tomó el territorio de Lepidus: África y se convirtió en una amenaza directa para Egipto. Cleopatra preocupada por esta situación intenta persuadir a Antonio para que se quede en Egipto y la proteja. Ella logra su objetivo, logrando al mismo tiempo distanciar un poco más a Antonio de los Romanos.
Antonio le concedió el deseo a Cleopatra y dio tierras y títulos a sus hijos, incluyéndose él en el reparto. Se presentó como el nuevo Dionisio, como parte de su sueño de gobierno Greco-Romano.
Nombró a Cleopatra Selene, de seis años de edad, reina de Creta y de Cyrenaica (en la costa norteña de África). Alexander Helios, también de seis años, fue declarado Gran rey de Armenia y del imperio de Seleucid. El más joven, Ptolomeo Philadelphus (de tan solo dos años), fue nombrado rey de Siria y de Asia Menor. Cleopatra obtuvo el título de Reina de Reyes, que era la posición más alta de los cargos y Ptolomeo XV César fue nombrado Rey de Reyes y fue hecho corregente junto a su madre. Ahora el imperio Ptolomeico cubrió una porción grande del mundo mediterráneo del Este. Estas donaciones no ayudaron a las reputaciones de Antonio y de Cleopatra en Roma.
En el año 31 a.C., Antonio finalmente se divorció de Octavia, lo que obligó a la parte occidental del mundo a reconocer su lazo con Cleopatra. él incluso había puesto su nombre y cara en una moneda romana, el denario de plata. Este circuló bastante por todo el mediterráneo. Cosa que indignó a Octavio quien declaró que Antonio había roto sus lazos con Roma.
Mientras tanto los rumores seguían creciendo en Roma, Antonio ya no era más un romano. Ahora era considerado bajo la influencia de Cleopatra.
Antonio deseaba evitar un conflicto mundial pero, debido a lo acaecido con su amigo Julio César, temía por su vida cuando estaba en Roma, por lo que decidió instalarse definitivamente en Egipto. El ejército de Cleopatra continuó haciéndose más y más grande. A algunos viejos amigos de Antonio no les gustó que el poder de Cleopatra se ampliara y decidieron retornar a Roma, ellos conocían el testamento de Antonio y sabían que él deseaba ser enterrado en Alejandría, no en Roma. Ese pequeño detalle fue suficiente para declarar la guerra a Antonio y a Cleopatra. Para los Romanos, significaba que Antonio ya no era romano o lo que era peor, ya no quería serlo.
La Trágica muerte de la última Reina del Nilo
En el año 32 a.C. Octavio acusa a Cleopatra públicamente por uso de magia, incesto, adoración animal, droga, embriaguez y lujuria desenfrenada. Declarándole la guerra, el nombre de Antonio no se mencionaba en ninguna parte de la declaración oficial. Los romanos creían que era mucho mejor declarar la guerra a la reina egipcia que influenciaba a Antonio, que a Antonio mismo.
Ambos bandos comienzan a recolectar a todas sus fuerzas. Cleopatra tiene un ejército mucho más grande que el de Octavio, con Antonio al frente. Esta batalla es decisiva pues de ambos lados están utilizando todas sus tropas. La superioridad egipcia era muy obvia pero tenían algunas dificultades para proveer el alimento a tantos hombres debido a que las tropas romanas cercaron las naves de Antonio. Las naves de la fuente eran demasiado lentas y tuvieron que ser quemadas para ir más rápidamente.
Los problemas persiguen a los amantes, Dellius (uno de los amigos de Antonio) huye con los planes de batalla. Antonio selecciona sus mejores naves y decide atacar con ellas aunque sean muchas menos de las que tiene Octavio. Después de cuatro días, la batalla final ocurre en Actium, Grecia.
La batalla ocurrió en el año 31 a.C., día a día Marco Antonio perdía aliados romanos y sus fuerzas se debilitaban. Por el contrario Octavio estaba cada vez más seguro de su victoria, ya que lo superaba en ejército.
Y la victoria llegó, Cleopatra viendo que las fuerzas de Antonio estaban perdiendo, salió en retirada y lo abandonó huyendo hacia Alejandría, posiblemente ellos ya habían planeado esto, ya que tras Cleopatra partió Antonio hacia Alejandría, abandonando a todas sus fuerzas en batalla. Esto trae la desorganización en el ejército egipcio, Octavio tiene la victoria en sus manos. La marina de Octavio derrotó a Antonio en Actium, Grecia, el 2 de septiembre de 31 a.C.
Antonio y Cleopatra están en Egipto. Antonio intenta recolectar nuevas tropas pero no tiene éxito, todavía lleva la responsabilidad de la derrota en Actium, y desea suicidarse, pero sus amigos lo disuaden. Cleopatra sabe que las tropas romanas pronto llegarán a Alejandría, y decide ocultar todos los tesoros lejos del mar mediterráneo, pero las naves son interceptadas por los árabes (bajo el mando de Octavio).
Cleopatra planeó enviar a Cesarión lejos, quizás a la India, así podría escapar de Octavio y conservar el trono de Egipto. Arregló para que las naves fueran desde el Nilo al Mar Rojo, pero este plan fracasó.
Octavio se acercaba más y más, Egipto estaba prácticamente cercado. Cleopatra deseaba encontrar un acuerdo pacífico y tanto ella como Antonio enviaron sobornos a Octavio para lograr la paz, pero ninguno fue aceptado.
Cleopatra construyó un mausoleo donde ella amontonó su abundancia y planeó pasar la eternidad. Octavio le mandó mensajes diciendo que sería tratada bien por los romanos, por temor a que Cleopatra quemara todos sus tesoros. Cuando Octavio llegó a Alejandría, Cleopatra se encerró en su mausoleo con dos de sus criadas, Iras y Charmion.
Los generales de Marco Antonio le informan que Cleopatra había muerto en su mausoleo, y éste al saber a su amante muerta, se suicidó con su propia espada. Según se dice, en su agonía Marco Antonio fue llevado hasta el mausoleo donde se encontraba Cleopatra, y allí ella lo vio morir en sus brazos.
Entonces Cleopatra es apresada por los soldados de Octavio y trasladada al palacio, en donde se dice que intentó desde sobornarlo hasta seducirlo, sin obtener éxito alguno.
Octavio quería llevar a Cleopatra viva a Roma, para mostrar su superioridad y su victoria. También mandó capturar a los niños de Cleopatra, excepto a Cesarión que huyó al Sur. Cleopatra se percató del plan de Octavio de llevarla a Roma, sabía que la visualizarían como esclava en las ciudades que ella misma había gobernado. Decidió que no viviría de esta manera, así que a tres días de la salida hacia Roma, pidió a sus criadas Iras y Charmion que le traigan una cesta con frutas y en ella un áspid (cobra egipcia). Mientras tanto ella escribía una carta a Octavio en la cual le pidió que la pongan junto a Antonio después de su muerte.
Corría el 12 de agosto del año 30 a.C. cuando Octavio recibe la carta, pero ya era demasiado tarde, al entrar al cuarto donde se hallaba Cleopatra, de tan solo 39 años de edad, la encontró ya muerta sobre su cama de oro, con su traje real y sus joyas puestas, junto a sus dos criadas.
Cesarión fue traicionado cuando huía de Egipto por su profesor particular, Rhodon, y fue asesinado bajo las órdenes de Octavio. El resto de los hijos de Cleopatra fueron criados por la esposa de Octavio. Cleopatra Selene se casó con el rey Juba II de Mauritania. Tuvieron un hijo al que nombraron Ptolomeo que ganó el trono en el 23 d.C. y gobernó hasta que Calígula lo mató 40 años más tarde. Alexander Helios y Ptolomeo Philadelphus pudieron haber ido a vivir con su hermana en Mauritania pero no se sabe exactamente qué les sucedió.
http://www.egiptomania.com/historia/cleo.htm
César y Cleopatra (1945) Película en Español
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Marco Antonio y Cleopatra Película completa Español
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Honestidad – Billy Joel
Si buscas ternura
No es difícil de encontrar
Puedes tener el amor que necesitas para vivir
Pero si buscas fidelidad
Podrías también ser solo ciego
Siempre parece ser tan duro entregar
“Honestidad” es una palabra tan solitaria
Todos son tan falsos
La honestidad apenas se escucha alguna vez
Y sobre todo es lo qué necesito de ti
Siempre podré encontrar a alguien
Para decir que le simpatizo
Si me abro y le muestro mi corazón
Pero no quiero alguna cara bonita
Para decirme mentiras
Lo único que quiero es a alguien en quien creer
“Honestidad” es una palabra tan solitaria
Todos son tan falsos
La honestidad apenas se escucha alguna vez
Y sobre todo es lo qué necesito de ti
Puedo encontrar a una amante
Puedo encontrar a una amiga
Puedo tener seguridad
Hasta el amargo final
Cualquier persona puede confortarme
Con promesas otra vez
Lo sé, yo sé
Cuando estoy en la profundidad de mi ser
No te involucres también
No pediré nada mientras me voy
Pero cuando quiero sinceridad
Dime a donde más puedo voltear
Porque tu eres la única de la cual dependo
“Honestidad” es una palabra tan solitaria
Todos son tan falsos
La honestidad apenas se escucha alguna vez
Y sobre todo es lo qué necesito de ti
No es difícil de encontrar
Puedes tener el amor que necesitas para vivir
Pero si buscas fidelidad
Podrías también ser solo ciego
Siempre parece ser tan duro entregar
“Honestidad” es una palabra tan solitaria
Todos son tan falsos
La honestidad apenas se escucha alguna vez
Y sobre todo es lo qué necesito de ti
Siempre podré encontrar a alguien
Para decir que le simpatizo
Si me abro y le muestro mi corazón
Pero no quiero alguna cara bonita
Para decirme mentiras
Lo único que quiero es a alguien en quien creer
“Honestidad” es una palabra tan solitaria
Todos son tan falsos
La honestidad apenas se escucha alguna vez
Y sobre todo es lo qué necesito de ti
Puedo encontrar a una amante
Puedo encontrar a una amiga
Puedo tener seguridad
Hasta el amargo final
Cualquier persona puede confortarme
Con promesas otra vez
Lo sé, yo sé
Cuando estoy en la profundidad de mi ser
No te involucres también
No pediré nada mientras me voy
Pero cuando quiero sinceridad
Dime a donde más puedo voltear
Porque tu eres la única de la cual dependo
“Honestidad” es una palabra tan solitaria
Todos son tan falsos
La honestidad apenas se escucha alguna vez
Y sobre todo es lo qué necesito de ti
El primer beso - Amado Nervo
Yo ya me despedía.... y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.
Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»
Schubert, un condenado que celebra la vida.
A fines de 1822 el
compositor contrajo sífilis, enfermedad vergonzante y rápidamente escondida para evitar
el desprecio social.
Muchas biografías de Schubert acallaron
esta dolencia y atribuyeron su temprana muerte a la fiebre tifoidea, lo cual no
es del todo falso: fue la causa determinante de su fallecimiento, pero hizo presa de un hombre de 31 años debilitado por la sífilis y las
curas altamente tóxicas basadas en mercurio.
En 1823 pasó temporadas en el Hospital
General de Viena —afortunadamente pionero de Europa en aquel momento— para
tratar las etapas tempranas de su mal. Debió usar peluca cuando sufrió la caída
temporal del cabello.
Su sensibilidad y bonhomía fueron paulatinamente trastornadas llevándolo a
períodos de fatiga y depresión (“melancolía severa” en el decir de sus cercanos) con otros de expansividad social y ebullición creativa.
En los últimos años de su vida el alcoholismo (válvula de
escape ante una enfermedad sin cura) había hecho mella en su carácter, disparando episodios de agresividad y haciéndolo descuidar su aspecto e
higiene.
Por su parte, la enfermedad venérea incubada en su
organismo le causaba fuertes cefaleas y dolores articulares que a veces le
impedían tocar el piano.
Pero nuestro creador nunca claudicó. Cuando
pasaban las horas amargas reanudaba sus labores y partía al encuentro de la
vida.
A poco de concluir el último año de su existencia, 1828, decidió tomar
clases de contrapunto con el propósito de ampliar sus recursos musicales, lo
cual sugiere planes para el futuro. Por entonces su ánimo había recuperado el
optimismo que supo plasmar en su última sinfonía, había presenciado un
concierto público dedicado exclusivamente a sus obras y llevaba un vigoroso
ritmo de trabajo.
Pero su salud se deterioró tras probar pescado en un
restorán el último día de octubre. Asistió
a la primera clase de contrapunto el 4 de noviembre, pero ya no acudió a
ninguna más. Su fatiga aumentó, cayó en cama y perdió el apetito.
El 14 de
noviembre todavía tiene energía para solicitar libros con que distraerse y
retoca el ciclo Viaje de invierno. El día 17 se agrava, el 18 recibe la extremaunción y el 19, sucumbe.
El repentino desenlace sorprende a todos. Pero Schubert atravesaba
entonces la fase terciaria de la sífilis, y es probable que la muerte prematura
le haya ahorrado el deterioro cerebral que padecieron otros, como Nietzsche, Lenin o Baudelaire.
Sobre la Sinfonía en Do Mayor, cito de nuevo a Arturo Reverter:
La Novena Sinfonía en do mayor,
denominada «La Grande», según parece, para
distinguirla de la Sexta
Sinfonía escrita en la misma
tonalidad, es sin duda la obra maestra de Schubert en este campo. Con ella quiso realizar una afirmación de
personalidad, de saber y de capacidad […]. La elección de la tonalidad mayor, algo
extraña conociendo sus métodos, resulta lógica si pensamos que por entonces la
identificaba con una percepción optimista del mundo. La Octava Sinfoníaintentaba
traducir sobre un plano sinfónico el trasfondo de un pensamiento introvertido.
La Novena Sinfonía resuelve, según la certera opinión de
Brigitte Massin, la contradicción que Schubert había tenido como
irreconciliable en aquella obra: traducir, una vez acostumbrado al ascetismo y
refinamiento psicológico del lied, el misterio de la interioridad en un lenguaje
sinfónico. […].
http://quinoff.blogspot.com.ar/2013/08/las-sinfonias-8-y-9-de-schubert-o.html
Schubert
o cuando un Condenado celebra la Vida
Pocas cosas debe haber
más difíciles que asumir el
término brusco de la propia vida. Y más cuando se ha vivido poco. Las puertas
del alma se astillarán a golpes de frustración, rebeldía, agobio, incertidumbre.
Aun así, pienso que esta fatalidad resulta psicológicamente más dura
para nosotros, hijos de un Occidente horrorizado con la muerte y enemigo del
dolor, que para nuestros bisabuelos. Antaño la muerte, aun
siendo la misma tragedia, no provocaba el mismo escándalo. La reacción estaba moderada por la costumbre, y
es que la medicina no tenía entonces tanto poder sobre enfermedades hoy
consignadas en los tratados como cosa antigua; antes al contrario, existir era toda una proeza al amparo de la Providencia.
Quizá ese palpar la propia fragilidad hacía de la vida un milagro
evidente, celebrado, como diría Borges, “con minucioso fervor”. Hasta los
lánguidos decenios del Romanticismo sabían abandonar sus nostalgias para
embriagarse con esta pletórica alegría de vivir, carpe diem que, no nos engañemos, tenía mucho de
trascendental.
Esa amalgama contradictoria entre dicha y fatalidad ocupa un espacio
central en el arte de Franz Peter SCHUBERT, uno de los grandes
músicos de todos los tiempos y ciertamente el más grande nacido en Viena. La
capital austríaca se constituyó durante mucho tiempo en “meca” europea de la
Música, atrayendo a quien quisiera labrarse una gran carrera. Allí llegaban y
se quedaban los creadores de fama mundial, agasajados por teatros, salones y palacios.
No obstante, para Schubert casi no hubo alfombras rojas. Nacido duodécimo hijo de una humilde familia, manifestó talento
soberano desde tierna edad. Sus profesores fueron declarando sucesivamente que nada más podían enseñarle al tímido chiquillo de
rizos abundantes. Poseyó una preciosa
voz infantil que le abrió las puertas del Coro de niños de la
Capilla de la Corte, institución predecesora de los “Niños Cantores de Viena”.
Eso le dio derecho a entrar en el “Stadtkonvikt”, colegio destinado
únicamente a los pequeños miembros del coro imperial. Allí recibió una esmerada
formación general, participó con ventaja en la pequeña orquesta organizada con
miembros del recinto y fue alumno del mismísimo Antonio Salieri. Aunque nunca se
avino con el régimen del establecimiento, fueron cinco años fructíferos para Schubert: de esta época
datan sus primeras obras vocales e instrumentales y el contacto con la obra
sinfónica de Mozart, Haydn y Beethoven.
Dueño de esas raras facultades que son el oído absoluto y el oído interno(vale decir,
identificar de inmediato cualquier sonido atribuyéndole la nota
correspondiente, y generar dentro de la propia cabeza los sonidos leídos en una
partitura), Schubert tuvo también una inspiración musical tan
arrebatadora como su genio para la melodía. Sabía ser espontáneo y profundo a
la vez, y nunca padeció falta de ideas frente a una página de papel pautado. Podríamos decir que su condición innata, su mismo
propósito existencial, era crear música.
Y así fue. Pese a las presiones de
su padre, quien quería verlo como maestro de escuela, se dedicó a la vida del
artista, la cual era su auténtica vocación.No disminuyó nunca su timidez pero
tampoco su fenomenal talento, y si no tuvo el carácter jupiterino de su
idolatrado Beethoven, bien podía
enseñarle a hacer amigos. Fueron éstos los primeros testigos (o causantes o
dedicatarios) de composiciones inmortales como el “Ave María” o la“Serenata”. Schubertíada (1868) / Moritz von
SchwindSchubert tenía un don para
escribir canciones. Era capaz de inventar una melodía que
capturara la frase poética, sostenerla en armonías que acompañaran el sentido
expresivo y en el proceso no perder una sola gota de naturalidad ni frescura, de manera que muy
a menudo, oyendo sus canciones, sentimos imposible otra posibilidad de
plasmarlas en música salvo aquélla. (Tiempo atrás, mi
querido amigo Fernando de León nos ofreció un repaso de varias
versiones musicales del lied Erlkönig, y habíamos de admitir que ni las
más meritorias podían hacer sombra a la genial propuesta de Schubert para tal poema de Goethe).
Hizo denodados intentos de triunfar en el escena lírica —lo cual aseguraba entonces la carrera de un
músico— y no conseguirlo fue su mayor
frustración. Hoy sabemos que la culpa recae en los pésimos libretistas y no en
la enorme calidad de su música. Los verdaderos dramas musicales schubertianos están contenidos en sus
prodigiosos lieder.
También compuso para la orquesta, y esa faceta la ilustraremos hoy. Dicen
algunos que sus dotes como orquestador no siempre brillan a la altura de su
genio; incluso Brahms, actuando como
supervisor de la edición oficial a fines del siglo XIX, se permitió “corregir”
los “cientos de errores” que a su modo de ver existían en esas partituras,
principalmente en los acentos y la dinámica instrumental. Nada de eso fue justo. Schubert fue un maestro consumado del difícil
género sinfónico, y curiosamente en este apartado se
muestra más conservador, tomando como modelos a Haydn y Mozart tanto o más que
a Beethoven. Así forjó un eslabón
nítido entre el Clasicismo y el Romanticismo.
La célebre Sinfonía Inconclusa procede
del año 1823.
A sólo un mes de empezada, el compositor se entera de que padece el mal
incurable. Ello podría explicar el abandono de la obra con dos movimientos
completos y apenas esbozos de un tercero. No obstante, el verdadero motivo de
este abandono queda abierto a la especulación; lo cierto es que esos dos únicos
movimientos son tan geniales y complementarios que bastan y sobran para erigir
esta sinfonía en obra maestra. Cuesta creer que casi nadie supo de su
existencia por décadas hasta su estreno en1865.
No me cabe la menor duda que si hubiera recibido difusión en su momento, habría
acelerado el desarrollo sinfónico de la segunda generación romántica.
Cito a Arturo
Reverter:
Los dos únicos
movimientos que componen la «Incompleta» poseen una unidad y una condensación
musical extraordinarias […]. Se pone de manifiesto
en esta obra la extraña atracción que sobre el músico ejercía el modo menor en
estos años […]. La orquestación es
muy rica, uniéndose al conjunto habitual un trío de trombones […]. El carácter de la melodía y el colorido
orquestal otorgan a la Octava Sinfonía una apariencia específicamente schubertiana que se
aprecia asimismo en el segundo tema
expuesto por los violoncelos en una amplia y bellísima frase de neto sabor
liederístico […]. Dulzura, serenidad, rasgos de íntima felicidad, lirismo son
carácteres propios de la obra […], pero están salpicadas de detalles de intenso valor
dramático que rompen y proporcionan extraña e irisada luz al conjunto. […] Alfred Einstein, refiriéndose al Allegro moderato [primer movimiento], dice que posee una gran concentración, sólo
comparable a la del primer movimiento de la Quinta Sinfonía de Beethoven.
El pesar del movimiento inicial y la esperanzada dulzura
del segundo crean un binomio irrepetible.
martes, 7 de octubre de 2014
Dale vida a los sueños - Mario Benedetti
no los confundas nunca con realidades vanas.
Y aunque tu mente sienta necesidad, humana,
de conseguir las metas y de escalar montañas,
nunca rompas tus sueños, porque matas el alma.
Dale vida a tus sueños aunque te llamen loco,
no los dejes que mueran de hastío, poco a poco,
no les rompas las alas, que son de fantasía,
y déjalos que vuelen contigo en compañía.
Dale vida a tus sueños y, con ellos volando,
tocarás las estrellas y el viento, susurrando,
te contará secretos que para ti ha guardado
y sentirás el cuerpo con caricias, bañado,
del alma que despierta para estar a tu lado.
Dale vida a los sueños que tienes escondidos,
descubrirás que puedes vivir estos momentos
con los ojos abiertos y los miedos dormidos,
con los ojos cerrados y los sueños despiertos.
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