lunes, 13 de octubre de 2014


Alcestes (Gluck)

Alcestes (título original en italiano, Alceste) es una ópera en tres actos con música de Christoph Willibald Gluck y libreto en italiano de Ranieri de Calzabigi, estrenada en Viena en 1767. Una segunda versión, revisada, más conocida hoy en día, fue estrenada en París en 1776.

Historia

Se estrenó en el Burgtheater de Viena el 26 de diciembre de 1767. La presentación de Alceste en París, en 1774, supuso una total remodelación de la ópera, hasta el punto de que casi son dos óperas distintas: los personajes no son exactamente los mismos y las escenas se ordenan de forma diferente. La versión parisina es considerada superior a la italiana y es esta versión, a menudo traducida al alemán, al italiano o al inglés, que se representó en el siglo XX en los principales teatros de ópera.
Se conocen algunos de los cantantes del estreno en Viena (1767) y en París
Admeto, tenor, en Viena, Giuseppe Tibaldi; en París, Admète fue Joseph Le Gros.
Alceste, soprano, Antonia Bernasconi / Rosalie Levasseur.
Sumo sacerdote, barítono, Laschi / Gélin.
Hércules, en París, barítono Henri Larrivée.
Apolo, en París, barítono Moreau.
Evandro, tenor Pilloni / Tirot.
Eumelio y Aspasia, los hijos de Alceste, en Viena, niños cantores.
Esta ópera forma parte del repertorio, a pesar de que plantea tres problemas: “la falta de garra para el espectador actual del tratamiento hierático de la trama, el anticlímax musical que es todo el acto III, y la dificultad de encontrar una auténtica soprano dramática que además cuente con la verdadera técnica belcantista que exige el papel principal” (J. M.ª Martín Triana).
Maria Callas protagonizó Alceste en La Scala en 1954.
La Metropolitan Opera ha presentado Alceste en tres temporadas diferentes, con cuatro sopranos interpretando un total de dieciocho representaciones. El estreno en el Met fue el 24 de enero de 1941, con Marjorie Lawrence. Hubo otras cuatro representaciones esa temporada, dos con Lawrence y dos con Rose Bampton. En la temporada de 1951-52, Kirsten Flagstad canto Alceste en cinco representaciones, incluyendo su despedida de la compañía el 1 de abril de 1952. El 6 de diciembre de 1960, Eileen Farrell debutó en el Metropolitan cantando Alceste; lo cantó un total de ocho veces esa temporada. Su última representación del papel fue el 11 de febrero de 1961.
La Ópera Lírica de Chicago abrió la temporada de 1990 con una representación de Alceste cantada por Jessye Norman.
De enero a marzo de 2006, Catherine Naglestad apareció en diez interpretaciones de Alceste con la Ópera Estatal de Stuttgart. Esta ópera rara vez se representa en la actualidad; en las estadísticas de Operabase aparece con sólo 6 representaciones para el período 2005-2010.

Argumento

La historia tiene lugar en Tesalia, en época mítica.

Acto I

El rey Admeto se halla gravemente enfermo y próximamente morirá. Su mujer Alceste se dirige al templo para consultar a los dioses. El Oráculo dice que el rey morirá salvo que alguien acepte reemplazarlo. Alcestes acepta morir en lugar de su amado esposo.

Acto II

El pueblo celebra la salvación de su soberano. El rey se entera de que, para ello, otro ha aceptado morir en su lugar, pero no averigua quién es hasta que llega su esposa y el talante entristecido de esta se lo da a entender. Entonces se niega a seguir viviendo si ella tiene que morir, y decide seguirla.

Acto III

El pueblo se lamenta de la suerte de Alcestes. Llega Hércules, amigo de los esposos, y al enterarse de lo que ocurre, jura que los salvará. Alcestes se dirige a las puertas del hades. Detrás de ella viene su esposo Admeto, para morir en su lugar. Ambos discuten, pretendiendo morir uno en lugar del otro. Llega incluso Hércules, amenazando a los dioses del Averno. Los dioses del Olimpo, conmovidos por el amor conyugal, deciden perdonar a ambos. Al final, Admeto, Alcestes y Hércules cantan en el atrio del palacio elogios a Apolo. El pueblo lo celebra.

Análisis musical

Libreto

El libreto de la versión italiana es de Ranieri de' Calzabigi. Para la presentación en París Gluck se basó en un texto nuevo de Le Blanc du Roullet. Se basa en la obra Alcestis de Eurípides.

Piezas destacadas

La obertura es famosa, introduce al ambiente y tono de la obra.
El aria más famosa es la “Ombre, larve” (“Divinités du Styx” en la versión francesa), de Alcestes; es un aria poderosa para una cantante fuerte, que se ve acompañada por el sonido típico de tres trombones. Este personaje tiene otras dos arias de gran belleza en el Acto II: O dieux! Soutenez, de gran dificultad vocal, pues debe cantarse las notas altas en pianissimo; yAh! Malgré moi.
La instrumentación con tres trombones destaca en otros momentos de la obra, con su carácter siniestro y fúnebre.
En esta obra destacan los coros, como elemento de origen griego que busca la revitalización del género.

Valoración

Es la segunda ópera “de reforma”, después de Orfeo ed Euridice, en la que el compositor y libretista pretendían introducir cambios en el género, en busca de una ópera más dramática y menos sometida a los caprichos de los cantantes.
“La ópera llamó la atención por su poderosa envergadura, mucho mayor que la de su precursora Orfeo ed Euridice y, aunque ha tenido menos difusión que ésta, sigue siendo una obra que se emprende con sumo respeto por su calidad y su severa grandeza vocal, orquestal y teatral” (R. Alier). Esta obra no ha conocido el mismo éxito que Orfeo ed Euridice por la debilidad de su acción dramática.
Con ocasión de la publicación del libreto en 1769, Calzabigi añadió un prefacio firmado por Gluck, en el que definió las características de su reforma de la ópera, limitar la música a su verdadera función, que era servir a la poesía, evitando ornamentos superfluos. “Era la primera vez en la historia de la música en la que un compositor explicaba al público el sentido de su obra y sus propósitos al realizarla” (R. Alier):
Cuando me dispuse a escribir la música de Alceste me propuse desnudarla enteramente de todos esos abusos que, introducidos por la vanidad mal entendida de los cantantes, o por una complacencia exagerada de los maestros, desfiguran desde hace tiempo la ópera italiana, y que la convierten, del más pomposo y bello de los espectáculos, en el más ridículo y aburrido.
Christoph Willibald Gluck, citado en La discoteca ideal de la ópera
La opera, en particular en su versión parisina, reúne los rasgos expuestos en su manifiesto, en particular:
· Arias da capo: muy pocas o ninguna.
· Ninguna oportunidad para improvisaciones vocales o muestras de virtuosismo vocal.
· Nada de largos melismas.
· Palabras más inteligibles.
· Menos repeticiones del texto dentro de un aria.
· Era menos clara la distinción entre recitativo y aria, entre pasajes líricos y declamatorios, con menos recitativos en total.
· Recitativos acompañados, en lugar de secos.
· Líneas melódicas más simples y fluidas.
· Una obertura unida por su tema o carácter a la acción posterior.
· Mayor preeminencia del coro, dándole, a imitación del drama griego clásico, una papel importante comentando los sucesos que se desarrollaban en la escena.
Es la más “griega” de todas sus óperas de reforma.
Otro de sus rasgos novedosos es que no tiene ningún papel para voz de castrato, aunque Gluck volvería a usar un castrato en su siguiente ópera, Paride ed Elena.
Pese a toda su pasión e intensidad, está narrada con melodías que fluyen calmadamente y armonías serenas que parecen, paradójicamente, aumentar en vez de disimular la fuerza emocional. Su espíritu se acerca a las tragedias clásicas francesas de Corneille y Racine. (McLeish)


Wikipedia


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