Alcestes (Gluck)
Alcestes (título original en italiano, Alceste)
es una ópera en
tres actos con música de Christoph
Willibald Gluck y libreto en
italiano de Ranieri de Calzabigi,
estrenada en Viena en 1767.
Una segunda versión, revisada, más conocida hoy en día, fue estrenada en París en 1776.
Historia
Se estrenó
en el Burgtheater de Viena el 26 de diciembre de 1767.
La presentación de Alceste en París, en 1774,
supuso una total remodelación de la ópera, hasta el punto de que casi son dos
óperas distintas: los personajes no son exactamente los mismos y las escenas se
ordenan de forma diferente. La versión parisina es considerada superior a la
italiana y es esta versión, a menudo traducida al alemán, al italiano o
al inglés, que se representó en el siglo XX en
los principales teatros de ópera.
Se conocen
algunos de los cantantes del estreno en Viena (1767) y en París
Admeto, tenor, en Viena, Giuseppe Tibaldi; en París,
Admète fue Joseph Le Gros.
Alceste, soprano, Antonia Bernasconi / Rosalie
Levasseur.
Sumo sacerdote, barítono, Laschi /
Gélin.
Hércules, en París, barítono Henri Larrivée.
Apolo, en París, barítono Moreau.
Evandro, tenor Pilloni / Tirot.
Eumelio y Aspasia, los hijos de
Alceste, en Viena, niños cantores.
Esta
ópera forma parte del repertorio, a pesar de que plantea tres problemas: “la
falta de garra para el espectador actual del tratamiento hierático de la trama,
el anticlímax musical que es todo el acto III, y la dificultad de encontrar una
auténtica soprano dramática que además cuente con la verdadera técnica belcantista que
exige el papel principal” (J. M.ª Martín Triana).
Maria Callas protagonizó Alceste en La Scala en 1954.
La Metropolitan Opera ha presentado Alceste en tres temporadas diferentes, con
cuatro sopranos interpretando un total de dieciocho representaciones. El
estreno en el Met fue el 24 de enero de 1941,
con Marjorie Lawrence. Hubo otras cuatro
representaciones esa temporada, dos con Lawrence y dos con Rose Bampton. En la temporada de 1951-52, Kirsten Flagstad canto Alceste en cinco
representaciones, incluyendo su despedida de la compañía el 1 de abril de 1952.
El 6 de diciembre de 1960, Eileen Farrell debutó en el Metropolitan cantando
Alceste; lo cantó un total de ocho veces esa temporada. Su última
representación del papel fue el 11 de febrero de 1961.
La Ópera Lírica de
Chicago abrió la
temporada de 1990 con una representación de Alceste cantada por Jessye Norman.
De
enero a marzo de 2006,
Catherine Naglestad apareció en diez interpretaciones de Alceste con la Ópera Estatal de
Stuttgart. Esta ópera rara vez se representa en la actualidad; en
las estadísticas
de Operabase aparece
con sólo 6 representaciones para el período 2005-2010.
Argumento
La
historia tiene lugar en Tesalia, en época mítica.
Acto I
El rey
Admeto se halla gravemente enfermo y próximamente morirá. Su mujer Alceste se
dirige al templo para consultar a los dioses. El Oráculo dice que el rey morirá
salvo que alguien acepte reemplazarlo. Alcestes acepta morir en lugar de su
amado esposo.
Acto II
El
pueblo celebra la salvación de su soberano. El rey se entera de que, para ello,
otro ha aceptado morir en su lugar, pero no averigua quién es hasta que llega
su esposa y el talante entristecido de esta se lo da a entender. Entonces se
niega a seguir viviendo si ella tiene que morir, y decide seguirla.
Acto III
El
pueblo se lamenta de la suerte de Alcestes. Llega Hércules, amigo de los
esposos, y al enterarse de lo que ocurre, jura que los salvará. Alcestes se
dirige a las puertas del hades. Detrás de ella viene su esposo Admeto, para
morir en su lugar. Ambos discuten, pretendiendo morir uno en lugar del otro.
Llega incluso Hércules, amenazando a los dioses del Averno. Los dioses del
Olimpo, conmovidos por el amor conyugal, deciden perdonar a ambos. Al final,
Admeto, Alcestes y Hércules cantan en el atrio del palacio elogios a Apolo. El
pueblo lo celebra.
Análisis
musical
Libreto
El
libreto de la versión italiana es de Ranieri de' Calzabigi. Para la
presentación en París Gluck se basó en un texto nuevo de Le Blanc du Roullet.
Se basa en la obra Alcestis de Eurípides.
Piezas destacadas
La
obertura es famosa, introduce al ambiente y tono de la obra.
El aria
más famosa es la “Ombre, larve” (“Divinités du Styx” en la versión francesa),
de Alcestes; es un aria poderosa para una cantante fuerte, que se ve acompañada
por el sonido típico de tres trombones. Este personaje tiene otras dos arias de
gran belleza en el Acto II: O
dieux! Soutenez, de gran dificultad vocal, pues debe cantarse las notas
altas en pianissimo; yAh! Malgré moi.
La
instrumentación con tres trombones destaca en otros momentos de la obra, con su
carácter siniestro y fúnebre.
En esta
obra destacan los coros, como elemento de origen griego que busca la
revitalización del género.
Valoración
Es la
segunda ópera “de reforma”, después de Orfeo
ed Euridice, en la que el compositor y libretista pretendían introducir
cambios en el género, en busca de una ópera más dramática y menos sometida a
los caprichos de los cantantes.
“La
ópera llamó la atención por su poderosa envergadura, mucho mayor que la de su
precursora Orfeo ed Euridice y, aunque ha tenido menos difusión que
ésta, sigue siendo una obra que se emprende con sumo respeto por su calidad y
su severa grandeza vocal, orquestal y teatral” (R. Alier). Esta obra no ha
conocido el mismo éxito que Orfeo
ed Euridice por la debilidad
de su acción dramática.
Con
ocasión de la publicación del libreto en 1769, Calzabigi añadió un prefacio
firmado por Gluck, en el que definió las características de su reforma de la
ópera, limitar la música a su verdadera función, que era servir a la poesía,
evitando ornamentos superfluos. “Era la primera vez en la historia de la música
en la que un compositor explicaba al público el sentido de su obra y sus
propósitos al realizarla” (R. Alier):
Cuando me dispuse a escribir la música de Alceste me propuse desnudarla enteramente de
todos esos abusos que, introducidos por la vanidad mal entendida de los
cantantes, o por una complacencia exagerada de los maestros, desfiguran desde
hace tiempo la ópera italiana, y que la convierten, del más pomposo y bello de
los espectáculos, en el más ridículo y aburrido.
Christoph
Willibald Gluck, citado en La
discoteca ideal de la ópera
La
opera, en particular en su versión parisina, reúne los rasgos expuestos en su
manifiesto, en particular:
· Arias da capo: muy
pocas o ninguna.
· Ninguna oportunidad
para improvisaciones vocales o muestras de virtuosismo vocal.
· Nada de largos
melismas.
· Palabras más
inteligibles.
· Menos repeticiones del
texto dentro de un aria.
· Era menos clara la
distinción entre recitativo y aria, entre pasajes líricos y declamatorios, con
menos recitativos en total.
· Recitativos
acompañados, en lugar de secos.
· Líneas melódicas más
simples y fluidas.
· Una obertura unida por
su tema o carácter a la acción posterior.
· Mayor preeminencia del
coro, dándole, a imitación del drama griego clásico, una papel importante
comentando los sucesos que se desarrollaban en la escena.
Es la
más “griega” de todas sus óperas de reforma.
Otro de
sus rasgos novedosos es que no tiene ningún papel para voz de castrato, aunque Gluck volvería a usar un
castrato en su siguiente ópera, Paride ed Elena.
Pese a
toda su pasión e intensidad, está narrada con melodías que fluyen calmadamente
y armonías serenas que parecen, paradójicamente, aumentar en vez de disimular
la fuerza emocional. Su espíritu se acerca a las tragedias clásicas francesas
de Corneille y Racine. (McLeish)
Wikipedia
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