viernes, 26 de diciembre de 2014

Santa Claus y Washington Irving

Washington Irving, el escritor estadounidense del siglo XIX, fue el primero de muchos escritores en ejercer una influencia importante en el desarrollo de la imagen moderna de Santa. A Irving y a su círculo social les preocupaba que la época navideña fuera, para muchos, una temporada para beber en exceso y romper las reglas, para llegar a los hogares de los ricos y exigir favores y refrigerios (“¡Oh! Por favor, sírvanos un poco de pudín navideño y una copa de alegría”), y para amenazar a los malos anfitriones con actos de vandalismo.

Con grandes esperanzas de transformar a los apáticos alborotadores que plagaban la temporada, Irving escribió sobre la alegría de otro tipo de celebración en su sátira, Knickerbocker’s History of New York from the Beginning of the World to the End of the Dutch Dynasty.

En sus atractivas historias el popular escritor estableció una base firme para el Santa Claus estadounidense al describir con imaginación encantadoras escenas domésticas y al relacionarlas con San Nicolás (o Sinterklaas, su sobrenombre holandés). Encabezó el cambio en la apariencia tradicional de Nicolás de un escultural hombre santo que vestía una larga bata y era mitra de un obispo, a un pequeño hombre rechoncho usando pantalones bombachos hasta la rodilla y un sombrero.

También presentó a San Nicolás como el santo patrono de Nueva York y, hablando con nostalgia sobre sus primeros días como Nueva Ámsterdam, le atribuyó algunas características que ahora nos son familiares: “En los nemorosos días de Nueva Ámsterdam, el buen San Nicolás aparecía a menudo en su amada ciudad, la tarde de un día festivo, andando alegremente entre las copas de los árboles o sobre los tejados de las casas, sacando de vez en cuando espléndidos regalos de los bolsillos de sus bombachos pantalones y lanzándolos dentro de las chimeneas de sus favoritos”.

Del cuento de Irving también surge una tradición de que Sinterklaas acompañó en el siglo XVII a los inmigrantes de los Países Bajos hacia Nueva Ámsterdam. En un ingenioso intento por desviar el día festivo de sus asociaciones paganas, describió el tope del barco original: “El arquitecto, ...lejos de decorar la embarcación con ídolos paganos, tales como Júpiter, Neptuno o Hércules, cuyas idólatras abominaciones —no tengo duda— ocasionan las desgracias y naufragios de muchos nobles navíos, él, les digo, por el contrario, erigió plausiblemente en la proa una hermosa imagen de San Nicolás”.

Después de 1822 un “duende viejo y bueno” del tamaño de una pinta, volando de chimenea en chimenea “en la víspera de Navidad” en un trineo miniatura tirado por ocho pequeños renos con nombre y un saco de juguetes colgado sobre su hombro, se convirtió en la norma gracias al recién publicado poema “La noche antes de Navidad” (Account of a Visit From St. Nicholas).

Sin duda la inmediata y duradera popularidad de este poema (atribuido a Clement Clarke Moore) siempre estará en deuda con la inclusión de elementos de numerosas culturas. El autor combinó las innovadoras descripciones de Irving con antiguas tradiciones escandinavas, germánicas, inglesas y rusas. Incluso los escoceses y los irlandeses podían identificarse con la pequeña criatura, similar a los duendes, “enanos” o elfos de sus países natales.

http://www.visionjournal.es/visionmedia/article.aspx?id=4118

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Cuentos del viejo Nueva York - Washington Irving

Washington Irving (Manhattan, 1785-1859) fué un gran escritor romántico estadounidense y un estupendo cuentista, como atestigua el libro que reseñamos hoy. Comprende siete deliciosos cuentos, incluyendo dos de los más famosos, «Rip van Winkle»  y el inefable«Sleepy Hollow», sobre la leyenda del jinete sin cabeza, magistralmente llevado al cine por Tim Burton en 1999. Ameno, ligero, con un suave sentido del humor de fondo, su escritura se desliza página a página desgranando con agilidad historias que nos cautivan y nos fascinan. Irving supo recoger leyendas e historias populares y reescribirlas con un encanto y un atractivo que las convierten en clásicos.

Nuestro hombre nacio en la gran manzana cuando era todavía un pueblecillo. Hijo de un rico comerciante escocés, estudió derecho, pero pronto comenzó a trabajar como periodista e inició una carrera diplomática que le facilitó el poder dedicarse a sus dos grandes pasiones: viajar y escribir. Con solo 17 años quedó tan hondamente impresionado por la muerte de su prometida que ya no volvió a pensar en la pareja y permaneció soltero toda su vida.

Escribió una Historia de Nueva York que tuvo un gran éxito y viajó tanto a España y le dedicó tanto tiempo que acabó por ser un gran hispanista. Fué el primer estadounidense que alcanzó éxito y fama como escritor. Murió en Nueva York y está enterado en el cementerio del pueblo de Sleepy Hollow.

Muy recomendable para todo tipo de lectores, es uno de los escritores clásicos estadounidenses, ameno, entretenido e irónico, una maravilla.

http://laantiguabiblos.blogspot.com.ar/2011/07/cuentos-del-viejo-nueva-york-washington.html

Cuentos del viejo Nueva York – Washington Irving pdf
http://webmail.compartelibros.com/libro/cuentos-del-viejo-nueva-york/41507


La Historia de la Navidad

25 de Diciembre y las fiestas paganas

El día de Navidad es el 25 de diciembre, cuando se conmemora el Nacimiento de Jesucristo en Belén según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año eclesiástico.
Como los evangelios no mencionan fechas, no es seguro que Jesús naciera ese día. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianzeno se proclamó el 25 de diciembre como fecha de la Natividad.
De esta manera seguía la política de la Iglesia primitiva de absorber en lugar de reprimir los ritos paganos existentes, que desde los primeros tiempos habían celebrado el solsticio de invierno y la llegada de la primavera.
La fiesta pagana más estrechamente asociada con la nueva Navidad era el Saturnal romano, el 19 de diciembre, en honor de Saturno, dios de la agricultura, que se celebraba durante siete días de bulliciosas diversiones y banquetes.
Al mismo tiempo, se celebraba en el Norte de Europa una fiesta de invierno similar, conocida como Yule, en la que se quemaban grandes troncos adornados con ramas y cintas en honor de los dioses para conseguir que el Sol brillara con más fuerza.

Edad Media,nacimientos y villancicos

Una vez incorporados estos elementos, la Iglesia añadió posteriormente en la Edad Media el nacimiento y los villancicos a sus costumbres. En esta época, los banquetes eran el punto culminante de las celebraciones. Todo esto tuvo un abrupto final en Gran Bretaña cuando, en 1552, los puritanos prohibieron la Navidad. Aunque la Navidad volvió a Inglaterra en 1660 con Carlos II, los rituales desaparecieron hasta la época victoriana.

Siglo XIX, árbol y postales de Navidad
La Navidad, tal como la conocemos hoy, es una creación del siglo XIX. El árbol de navidad, originario de zonas germanas, se extendió por otras áreas de Europa y América. Los villancicos fueron recuperados y se compusieron muchos nuevos (la costumbre de cantar villancicos, aunque de antiguos orígenes, procede fundamentalmente del siglo XIX). Las tarjetas de navidad no empezaron a utilizarse hasta la década de 1870, aunque la primera de ellas se imprimió en Londres en 1846.

Santa Claus y el Espíritu de Navidad
La familiar imagen de Santa Claus, con el trineo, los renos y las bolsas con juguetes, es una invención estadounidense de estos años, aunque la leyenda de Papá Noel sea antigua y compleja, y proceda en parte de San Nicolás y una jovial figura medieval, el espíritu de navidad. En Rusia lleva tradicionalmente un cochinillo rosa bajo el brazo.

Navidad hoy día
Actualmente, la Navidad es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares.
En Occidente se celebra la Misa del gallo en iglesias y catedrales. En los países de América Latina, de arraigada tradición católica, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platos, postres y bebidas tradicionales.
También se acostumbra asistir a la Misa del gallo y celebrar con cohetes y fuegos artificiales.

Agradecemos la colaboración de Juan M. Ballesteros, de Campanillas en Málaga, España en la recopilación de la información y elaboración del material arriba presentado.
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Lo que dicen las enciclopedias

La palabra "Navidad" es una contracción de "natividad", que significa natalicio. Esta fiesta hizo su aparición en la Iglesia Católica y de allí se extendió al protestantismo y al resto del mundo.

Ahora bien, de donde la recibió la Iglesia Católica? No fue de las enseñanzas del Nuevo Testamento. No fue de la Biblia ni de los apóstoles quienes habían sido instruidos personalmente por Jesucristo. La Navidad se introdujo en la Iglesia durante el siglo cuarto, proveniente del paganismo.

Puesto que la celebración de la Navidad fue introducida en el mundo por la Iglesia Católica Romana y no tiene otra autoridad que la de ella misma, veamos lo que dice al respecto la Enciclopedia Católica (edicion de 1911):
"La Navidad no estaba incluida entre las primeras festividades de la Iglesia... los
primeros indicios de ella provienen de Egipto... Las costumbres paganas relacionadas con el principio de enero se centraron en la fiesta de la Navidad.

En la misma enciclopedia, bajo "Día Natal", encontramos que Orígenes, uno de los padres de la Iglesia, reconoció la siguiente verdad:
 "...No vemos en las Escrituras que nadie haya guardado una fiesta ni celebrado un gran banquete el día de su natalicio. Solo los pecadores (como Faaraon y Herodes) celebraban con gran regocijo el día en que nacieron en este mundo".

La Encyclopedia Británica, edicion de 1946, dice:  "La Navidad no se contaba entre las antiguas festividades de la Iglesia... " No fue instituida por Jesucristo ni por los apóstoles, ni por autoridad bíblica. Fue tomada más tarde del paganismo.

La Enciclopedia Americana, edición 1944, dice: "La Navidad... de acuerdo con muchas autoridades no se celebró en los primeros siglos de la Iglesia Cristiana, ya que la costumbre del cristianismo en general era celebrar no el natalicio sino la muerte de personas importantes.
 La Pascua, instituida por autoridad bíblica en el Nuevo Testamento, es una conmemoración de la muerte de Cristo. En el siglo quinto, la Iglesia Occidental dio orden de que fuese celebrada para siempre, en el mismo día de la antigua festividad romana en honor del nacimiento del sol, ya que no se conocía la fecha exacta del nacimiento de Cristo".

Estas autoridades históricas demuestran que durante los primeros dos o tres siglos de nuestra era, los cristianos no celebraban la Navidad. Esta fiesta fue introducida en la Iglesia Romana en el siglo cuarto de nuestra era y no fue hasta el siglo quinto que la establecieron oficialmente como fiesta cristiana.

Cualquier enciclopedia u otra autoridad nos puede confirmar el hecho de que Cristo no nació un 25 de diciembre. La enciclopedia Católica lo dice claramente.
La fecha exacta del nacimiento de Jesucristo es totalmente desconocida. Las sagradas escrituras no revelan este acontecimiento.

La nueva enciclopedia de conocimiento religioso, de Schaff-Herzog, lo explica claramente en su artículo sobre la Navidad: "No puede determinarse con precisión hasta que punto la fecha de de esta festividad dependió de la pagana Brumalia (25 de diciembre), que seguía a la Saturnalia (17-24) de diciembre y conmemoraba el día más corto del año y el nuevo sol.

Para más referencias podrías recopilar más datos en la Enciclopedia Británica, edición 11, volumen 19, páginas 648-649 acerca del origen de San Nicolás. También en Biblioteca Sacra, volumen 12, páginas 153-155 referente a la tradición de intercambio de regalos, característico de la Saturnalia.

http://www.navidadlatina.com/historia/


Luces de Navidad - Coldplay

La noche de Navidad, otra pelea
Las lágrimas que lloramos; una inundación
Tengo todo tipo de veneno en, en mi sangre
Llevé mis pies, a la calle Oxford, tratando de corregir un error
Las ventanas dicen "vas tan lejos y a pie?, 
Pero no puedo creer que ella se haya ido.

Cuando estás a la espera de que caiga la nieve
En realidad no parece que fuera del todo, Navidad

Un grupo de cámaras parpadean, ¡Oh parpadean y fluyen!
Y yo estoy aquí a la espera de todos esos candelabros de esperanza
Al igual que unos cuantos borrachines cantando Elvis, voy a cantar fuera de tono
Voy a cantar como si siempre te hubiera amado querida, siempre lo haré.

Oh, cuando estoy a la espera de que caiga la nieve
En realidad no parece que fuera del todo, Navidad
Todavía espero de que la nieve caiga, 
No parece que fuese Navidad del todo

Esas luces de Navidad,
Iluminan las calles
Allá abajo, donde el ciudad y el mar se unen
Puede que... tus problemas se esfumen pronto
Oh, luces de Navidad, sigan brillando
Esas luces de Navidad, iluminen las calles
A lo mejor, logran traerla de regreso a mí
En ese entonces todos mis problemas se irán
Oh, luces de Navidad, sigan brillando
Oh, luces de Navidad, iluminen la calle
Enciendan los fuegos artificiales en mí
Puede que... tus problemas se esfumen pronto
Oh, luces de Navidad, sigan brillando.



NACIMIENTO DE CRISTO, EN QUE SE DISCURRIÓ LA ABEJA - Sor Juana Inés de la Cruz

De la más fragante Rosa
nació la Abeja más bella,
a quien el limpio rocío
dio purísima materia.

Nace, pues, y apenas nace,
cuando en la misma moneda,
lo que en perlas recibió,
empieza a pagar en perlas.

Que llore el Alba, no es mucho,
que es costumbre en su belleza;
mas quién hay que no se admire
de que el Sol lágrimas vierta?

Si es por fecundar la Rosa,
es ociosa diligencia,
pues no es menester rocío
después de nacer la Abeja;

y más, cuando en la clausura
de su virginal pureza,
ni antecedente haber pudo
ni puede haber quien suceda.

Pues a ¿qué fin es el llanto
que dulcemente le riega?
Quien no puede dar más Fruto,
¿qué importa que estéril sea?

Mas ¡ay! que la Abeja tiene
tan íntima dependencia
siempre con la Rosa, que
depende su vida de ella;

pues dándole el néctar puro
que sus fragancias engendran,
no sólo antes la concibe,
pero después la alimenta.

Hijo y madre, en tan divinas
peregrinas competencias,
ninguno queda deudor
y ambos obligados quedan.

La Abeja paga el rocío
de que la Rosa la engendra,
y ella vuelve a retornarle
con lo mismo que la alienta.

Ayudando el uno al otro
con mutua correspondencia,
la Abeja a la Flor fecunda,
y ella a la Abeja sustenta.

Pues si por eso es el llanto,
llore Jesús, norabuena,
que lo que expende en rocío
cobrará después en néctar.


Johann Sebastian Bach I: Oratorio de Navidad BWV 248 - Cantata

 “Tu llevas en ti mismo un amigo sublime que no conoces. Porque Dios reside  en el interior de todo hombre, pero pocos saben encontrarle. El hombre que hace sacrificio de sus deseos y de sus obras al Ser de donde proceden los principios  de toda las cosaa y por quien el Universo ha sido formado, obtienen por tal sacrificio la perfección. Porque quien encuentra en sí mismo su felicidad, su gozo, y en sí mismo también su luz, es uno con Dios, y sábelo: el alma que ha encontrado a Dios se libra del renacimiento y de la muerte, de la vejez y del dolor, y bebe el agua de la inmortalidad” (del Bhagavad Gita, transcrito por Edouard Schure, en su obra “Misterios del antiguo Oriente”, página 95).

"En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo". Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin". María dijo al Ángel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?" El Ángel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios". María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Ángel se alejó.
Evangelio de San Lucas Cap.1 Ver. 26-38

Y si, estamos casi en Navidad, y no podemos evitar caer en el lugar común de postear alguna obra de Navidad de las tantas que hay, después de todo es una de las festividades más populares del mundo, incluso ha traspasado su sentido religioso, y se ha convertido en una hermosa fiesta para algunos, especialmente para los niños, y en una obligación social para otros.

La Navidad, la celebración del nacimiento de Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre, ha sido uno de los más queridos de festivales en el calendario de la iglesia desde tiempos antiguos. Realmente tiene sus raíces en el pueblo y es fácilmente comprensible por la gente, incluso más simple, aunque sólo sea porque el parto es una de las repiten con frecuencia "natural" de los acontecimientos en casi todas las familias. Desde el comienzo de la Edad Media, la fiesta de Navidad ha sido especialmente tratados con simpatía y generosamente en la música. Incluso el canto gregoriano para la Navidad, que se remontan al primer milenio DC, se distingue por un estilo accesible, especialmente, a veces rayana en lo sentimental. Los villancicos de este festival, algunos de los cuales datan desde tan temprano como el siglo XII, son extraordinariamente melodiosos y variados.

Desde el Renacimiento los compositores han escrito un sinnúmero de arreglos de Navidad para varias voces, ya sea a base de estos villancicos o invenciones libres. Como Kantor en St. Thomas, Johann Sebastian Bach, también compuesto por numerosas obras para la Navidad, de los cuales el denominado "Oratorio de Navidad", que ha sido uno de los pináculos del repertorio universal desde que fue redescubierta en el siglo XIX, se encuentra entre las obras vocales de su creación más representadas.

Weihnachts-Oratorium BWV 248
Oratorio de Navidad
El término "Oratorio" de esta obra de Bach es engañosa, sin embargo. Si tomamos un oratorio en su sentido de inspirado en textos bíblicos en el estilo italiano o Handeliano, representado y realizado como una unidad, esta definición no se aplica a la pieza de Bach. Aquí se trata más bien de seis cantatas independientes, vinculadas entre sí en su contenido por la idea del nacimiento de Cristo, cada uno de ellas se realizó como parte de los servicios litúrgicos de Leipzig, el día de Navidad, Día de San Esteban, el tercer día de Navidad, Año Nuevo, el domingo después de Año Nuevo, y, por último, la Noche de Reyes (Epifanía). De la datación de la partitura autógrafa, así como el texto impreso a disposición especialmente para este desempeño, sabemos que las tres primeras cantatas fueron escritas probablemente en 1734. Y las otras tres cantatas probablemente en enero de 1735. El autor del texto, sin embargo, sigue siendo desconocida, aunque se piensa podría ser Christian Friedrich Henrici.

Otra peculiaridad del Oratorio de la "Navidad", es el uso de "préstamos." En efecto, la mayoría de los coros y arias, que componen esta obra son revisiones y arreglos, de las cantatas profanas que había escrito  Bach recientemente en honor de la casa real de Sajonia. Para él y sus contemporáneos, las revisiones de este tipo eran en parte una técnica de economía de trabajo, ya este respecto cabe recordar que la Misa en si menor, también, en gran parte proviene de sus propias obras anteriores, igualmente revisadas. Ni la Misa ni el "Oratorio de Navidad" se ven disminuidas por estos procedimientos, que en cualquier caso dejan pocas marcas para el oyente. Pues la música de Bach no estaba vinculado a los objetos, ya que en su esencia era emoción, un movimiento del espíritu. La modificación del texto y el cambio de orientación, en el caso de los fines religiosos, no cambia la esencia de la música en sí, la emoción, en todo caso, es posible ajustar la composición a un nuevo entorno con los colores de tono, matices particulares de la dicción o instrumentos adicionales. De todos modos Bach, como Lutero, consideran lo religioso y lo secular , como lo expresó el padre de la Iglesia, San Agustín, diciendo que, "desde un principio", estos mundos no estaban separados, sino simplemente  son dos facetas diferentes de una misma cosa.

Aunque el oratorio se realizó en seis domingos y días festivos separados entre si, es posible detectar algunas características que unen a las partes individuales textual y musicalmente. Muy a menudo las palabras de las cantatas se dividen en lectura (recitativo), la contemplación (con recitativo continuo o con orquesta), la oración (aria), y la expresión de la congregación (coral).

http://benditalamusica.blogspot.com.ar/2009/12/johann-sebastian-bach-i-oratorio-de.html


Oratorio de Navidad, op. 12   C. Saint-Saëns

El Oratorio de Noël de Camille Saint-Saëns es sin duda uno de los más importantes títulos del repertorio navideño. Su estructura en diez movimientos contiene como participantes cinco solistas, coro mixto en cuatro partes, quinteto de cuerdas, arpa y órgano. Toma textos de pasajes de ambos Testamentos (Evangelios de Lucas y de Juan, Salmos) y de la liturgia romana para Navidad.

Obra de depurada escritura, con armonías suaves y delicadas que premonizan a Fauré y Ravel, más cercana al intimismo lírico que a las grandes explosiones dramático-jubilares, presenta un uso de la orquesta casi camerístico (escúchese el preludio para cuerdas y órgano) y un uso vocal cercano a la sencillez monódica, silábica, antes que al uso inmoderado del melisma. Quizá son estas las razones que han hecho de este Oratorio de Navidad, tan ajeno a la retórica grandilocuente eclesiástica, una pieza muy querida para los aficionados a la música religiosa.

1.        Prelude (al estilo de Bach)  
                                                 
2.        Recitativo y coro: Et Pastores erant – Gloria(coro)
                     
3.        Aria: Expectants expectavi Dominum(soprano)                              

4.        Aria: Domine, ego credidi (tenor, coro)                                                

5.        Duo: Benedictus qui venit (soprano, barítono)                                    

6.        Quare fremuerunt gentes(coro)                                                          

7.         Trío: Tecum principium (soprano, tenor, barítono)                              

8.        Cuarteto: Alleluia (soprano, mezzo, alto, barítono)                                

9.         Quinteto y coro: Consurge, Filia Sion (soprano, mezzo, alto, tenor, barítono y coro)

10.       Tollite hostias (coro)    

 http://gesmanagement.asksa.es/inicio.php?modo=detalle&compaId=68


Lo irremediable - Charles Baudelaire

I

Una Idea, una Forma, un Ser
Surgido del azur y caído
En una Estigia cenagosa y plomiza
Donde ninguna mirada del Cielo penetra;

Un Ángel, imprudente viajero
Que ha tentado el amor de lo informe,
En el fondo de una pesadilla enorme
Debatiéndose como un nadador,

Y luchando, ¡angustias fúnebres!
Contra un gigantesco remolino
Que va cantando como los locos
Y pirueteando en las tinieblas;

Un desdichado hechizado
En sus tanteos fútiles,
Para huir de un lugar lleno de reptiles,
Buscando la luz y la clave;

Un condenado descendiendo sin lámpara
Al borde de un abismo cuyo olor
Traiciona la húmeda profundidad,
De eternas escaleras sin peldaños,

Donde velan monstruos viscosos
Cuyos enormes ojos fosforescentes
Hacen una noche más negra todavía
Dejándoles visibles sólo a ellos;

Un navío apresado en el polo,
Como en una trampa de cristal,
Buscando por qué estrecho fatal
Ha caído en aquel calabozo;

—Emblemas nítidos, cuadro perfecto
De una fortuna irremediable,
¡Qué hace pensar que el Diablo
Realiza siempre bien cuanto él hace!

II

¡Coloquio sombrío y límpido
De un corazón convertido en su espejo!
Pozo de la Verdad, claro y negro,
Donde tiembla una estrella lívida,

Un faro irónico, infernal,
Antorcha de gracias satánicas,
Consuelo y gloria únicos,
—¡La conciencia en el Mal!