sábado, 20 de septiembre de 2014

Michel Camilo
(1954/04/04 - Unknown)

Nació el 4 de abril de 1954 en Santo Domingo, República Dominicana.

Compuso su primera canción a los 5 años. Cursó estudios durante 13 años en el Conservatorio Nacional, donde obtuvo el título de Licenciado en Música y a los dieciséis años se convirtió en miembro de la Orquesta Sinfónica Nacional de su país. Michel Camilo se inició tocando el acordeón que cambió por el piano cuando contaba 16 años.

Virtuoso del piano, aderezando sus interpretaciones con ritmos caribeños, acompañados de un velocísimo estilo, a veces espontáneo, con el que conforma un universo de plenitud rítmica. En 1979 viaja a Nueva York, y allí continuó sus estudios en las Escuelas de Música Mannes y Julliard. Su "Why Not?" interpretada por Manhattan Transfer llegó a ser un éxito. Hizo su debut en el Carnegie Hall en 1985 con su trío, y en 1986 en los festivales europeos. Desde entonces se ha convertido en una figura prominente actuando regularmente en USA, el Caribe, Japón y la escena jazz europea. Actuó junto a Paquito D'Rivera's band durante tres años. Junto a Tomatito, el guitarrista de Camarón de la Isla, graba Spain.

En el 2010 la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) le otorga el titulo Honoris causa por su excelente trayectoria musical.

http://www.buscabiografias.com/bios/biografia/verDetalle/7000/Michel%20Camilo


                                                      Concierto Michel Camilo

viernes, 19 de septiembre de 2014

A un extraño –  Walt Whitman

¡Desconocido que pasas!
No sabes con cuánto ardor te contemplo.

Debes ser el que busco, o la que busco
(esto me viene como en sueños),

Seguramente he vivido contigo
en alguna parte una vida de gozo.

Todo se evoca al deslizarnos
el uno cerca del otro, fluidos,
afectuosos, castos… maduros.

Tú creciste conmigo,
fuiste un muchacho conmigo
o una muchacha conmigo.

He comido contigo y he dormido contigo,
tu cuerpo ha dejado de ser sólo tuyo
y ha impedido que mi cuerpo sea sólo mío.

Tú me das el placer de tus ojos,
de tu rostro, de tu carne, al pasar;

tú me tocas la barba, el pecho, las manos,
en cambio…no debo hablarte.

Debo pensar en ti cuando esté sentado
solo o me despierte, solo, en la noche.

Debo esperar,…
no dudo que te encontraré otra vez.
Debo cuidar de no perderte.



Canciones con historia: «Papa Don't Preach» Madonna

A pocos años de la legalización del aborto en Estados Unidos, la joven superestrella pop Madonna logró el número 1 de los rankigs musicales con una canción definitivamente provida.


«Papa Don't Preach» es un tema bailable en el que Madonna cuenta la historia de una joven de la clase trabajadora que ha sido criada por su padre (interpretado por el super actor de hollywood Danny Aiello) con quien compartió un amoroso hogar y al llegar la adolescencia se deslumbra por el amor y resulta con un embarazo no deseado.  Madonna le pide a su padre que en vez de sermonearla le dé un buen consejo y apoye su decisión. El video de excelente factura, es una verdadero cortometraje que relata magistralmente la historia y su contexto.

«Papa Don't Preach» sucede justamente en el contexto de una sociedad donde aún el embarazo de una chica soltera y adolescente era muy criticado y rechazado por los padres y la sociedad en general. Esta dramática realidad que llevó a miles de jóvenes a buscar el aborto inspiró otras canciones íconos tal como "Cuando Agosto era 21" de Fernando Ubiergo en Chile, donde se muestra la soledad y cuestionamiento frente al hecho de la maternidad adolescente y su dramático final.

Asi es que en una parte la canción va "... pero mis amigos siguen diciendome que renuncie a todo, que todavía soy muy joven, que debo vivir la vida, lo que necesito ahora es un buen consejo..."
La propia Madonna explicó que la canción profundiza contra el aborto, tal como declara la frase "I'm gonna keep my baby" (Voy a quedarme con mi bebé).  El tema fue un llamado a los padres a no abandonar a sus hijas y darles apoyo frente al nacimiento de ese hijo.

El video generó ácidas críticas de los sectores proabortistas justamente cuando la legalización del aborto hasta los nueves meses en 1973 ya se había instalado en la sociedad y el negocio de las clínicas abortistas estaba en su mayor apogeo.  Este video justamente atacaba la decisión de sus principales víctimas, las adolescentes embarazadas.

Madonna, cuya vida siempre ha generado todo tipo de apasionadas polémicas y 30 años después sigue siendo una exitosa estrella musical dio por el inicio de su carrera un empujón gigantesco a la causa provida (prolife en EEUU). Este tema sin duda salvo miles de vidas de jóvenes madres quienes dijeron I'm gonna keep my baby".

 El video

«Papa Don't Preach» está compuesta personalmente por Brian Elliot y Madonna modificó parte de la letra agregándole toques personales.  Fue publicada como el segundo sencillo de su tercer álbum de estudio, True Blue, el 11 de junio de 1986. El sencillo anterior, «Live to Tell», se había lanzado como anticipo del álbum, por lo que «Papa Don't Preach» fue la canción que coincidió con la salida del álbum al mercado. Fue inmediatamente un éxito, alcanzando la posición número uno en Estados Unidos y el Reino Unido, aunque provocó críticas dispares. Además de ganar el premio al "Best Female Video" (Mejor Video Femenino) en los premios MTV Video Music Awards.

Este video fue rodado por el director James Foley, quien también participó en el rodaje de los videos de «Live to Tell», «True Blue» y la película Who's That Girl, protagonizado por Madonna.

 En 2002, 16 años después, la cantante punk, Kelly Osbourne, realizó un cover de "Papa Don't Preach" como primer sencillo de su álbum Shut Up, consiguiendo el #3 en las listas del Reino Unido y Australia.
Recientemente se conoce la versión acustica en la superproducción Glee.

 Papá No Me Regañes

Papá sé que estás molesto Porque yo siempre fuí tu pequeña niña Pero deberías saber ahora Que no soy un bebé
 Tú siempre me ensañaste el bien del mal Necesito tu ayuda, papi por favor sé fuerte Tal vez sea un joven corazón Pero sé lo que estoy diciendo Tú solo me has educado Tú solo dijiste lo que debía y no debía hacer
Estamos en una situación horrible y no quiero decir tal vez- por favor
Papá no me regañes, estoy en serios problemas Papá no me regañes, he estado perdiendo el sueño Pero he ordenado mis pensamientos, voy a quedarme con mi mi bebe, oh Voy a tener a mi bebé, mmm...
 Él dice que nos vamos a casar
Podemos hacer una pequeña familia Talvez estaremos muy bien Es un sacrificio
Pero mis amigos siguen diciéndome que lo olvide Dicen que soy demasiado joven, que todavía necesito vivir Lo que necesito ahora es un buen consejo, por favor
Papá no me regañes, estoy en serios problemas Papá no me regañes, he estado perdiendo el sueño Pero he ordenado mis pensamientos, voy a quedarme con mi mi bebe, oh Voy a tener a mi bebé, mmm...
Papi, papi si tan solo pudieras ver Lo bien que él me ha estado tratando Nos darias tu bendición de inmediato Porque estamos enamorados, estamos enamorados, así que por favor

http://quieronacerchile.blogspot.com.ar/2012/10/madonna-y-su-cancion-contra-el-aborto.html





El lago encantado - Les Luthiers

Texto de carátula del disco: Adoramos la música de ballet. Cada vez que incluimos en nuestro espectáculo el ballet leído "El lago encantado" sentimos que se nos van los pies (para cualquier lado), que se nos va el alma (a los pies) y, sobre todo, que se nos va el público. Y esto es lo que más sentimos. En la grabación, en vez de cinco músicos con instrumentos informales, toca una sinfónica de 72 músicos. Si la escucha con oído atento, usted notará que esta versión es el doble de suntuosa, el triple de brillante y 14.4 veces más numerosa.

Marcos Mundstock:
Hoy se representa el ballet de Mastropiero "El Lago Encantado". El director de orquesta ya ocupa el podio. Va a comenzar la obertura.

El lago encantado refiere la historia de las doncellas embrujadas por el gran hechicero, quien sólo por las noches las libera del hechizo; durante el día las convierte en marineros. Narra el amor de la doncella Malixendra y el Príncipe Vasili, así llamado por su carácter dubitativo.

Se levanta el telón, la escena a orillas del lago encantado, es de noche. Roboflecto, el salvaje esclavo negro del gran hechicero, vestido sólo con un taparrabos de plumas multicolores, da vueltas alrededor de la escena girando sobre sí mismo. Aparece la primera bailarina, detrás aparecen la segunda, la tercera, la cuarta, son como cuarenta. Las doncellas cautivas ocupan el escenario bailando en puntas, tal vez para no despertar al gran hechicero. En los ceñidos tutús de raso blanco que visten las doncellas, como es usual en las bailarinas clásicas, no hay nada que se destaque especialmente.

Roboflecto vigila a las doncellas girando a su alrededor. Las doncellas oyen que alguien se aproxima y apresuradamente se internan entre los juncos. Roboflecto realiza una sucesión de "grand piruet", vertiginosos giros sobre una pierna y también desaparece entre los juncos.

Entran de cacería el Príncipe Vasili, su amigo Renaldo y un grupo de aldeanos. Los cazadores comentan la ruda jornada transcurrida dando pequeños saltos y diciéndose cosas al oído. Vasili y Renaldo visten atuendos de color gris perla, la capa del Príncipe es celeste y tiene las borlas doradas, los aldeanos usan rústicas vestimentas en la gama de los fucsias, los trajes son muy ajustados y marcan claramente las diferencias sociales. Roboflecto aparece girando en lo alto de un peñasco y espía a los cazadores. El Príncipe Vasili duda un instante, ordena detener la marcha para descansar, inician el descanso y el príncipe tras vacilar un momento, se dirige al centro de la escena. Ahora comienza a desplazarse velozmente con sucesivos "grand jetés", enormes saltos con las piernas extendidas. Renaldo y los aldeanos responden con elásticos saltos en "assemblé". Todos realizan violentos entechatsis batiendo las piernas en el aire vertiginosamente. El Príncipe se detiene y da por terminado el descanso. Ordena reanudar la marcha, pero Renaldo y los aldeanos, agotados, se niegan. Vasili, dubitativo, se cubre el rostro con las manos. Renaldo y los aldeanos aprovechan para dispersarse entre los juncos. El Príncipe cuenta hasta 30 y sale a buscarlos. Pero la salida de Vasili es interceptada por la aparición de la hermosa doncella Malixendra. Roboflecto se arroja desde el peñasco en espiral, y sale girando a informar al gran hechicero.

La hermosa doncella Malixendra ha aparecido erguida y con las manos unidas sobre su cabeza, o sea, en quinta posición de la danza clásica. El Príncipe, deslumbrado, duda un instante, hasta que por fin la saca a bailar. Malixendra va hacia Vasili y le ruega que libere a las doncellas. El Príncipe la recibe en segunda posición, es decir, con los brazos abiertos. Ambos bailan un romántico y ardiente "Pas de deux" en el que se expresan mutuamente su amor con gran variedad de desplazamientos y en todas las posiciones. El "Pas de deux" es interrumpido por el Gran Hechicero, todo de negro y con lentejuelas, con su esclavo Roboflecto girando salvajemente a su alrededor. El brujo, presa de la ira, se incorpora a la danza en un tenso "Pas de trois". Ahora Roboflecto se agrega girando velozmente y los cuatro bailan un dramático "Pas de quatre". Entran Renaldo, los aldeanos y las doncellas, todos bailan un impresionante "Paspartout". Faltan algunos aldeanos y doncellas que se han demorado entre los juncos.

El gran hechicero desafía a Vasili a una pelea a muerte. El Príncipe, enamorado profundamente de Malixendra, por una vez no vacila y, decididamente, rechaza el desafío. De pronto, de las aguas del lago, envuelta en gasas plateadas surge el Hada Axágata, helada, Axágata, surge como por arte de magia, toca el brazo del Príncipe con su varita mágica y lo inmuniza contra maleficios por tres años. Ahora sí, sabiéndose protegido, Vasili duda un instante y corre a batirse con el Gran Hechicero sobre el enorme peñasco. Renaldo consuela a la desesperada Malixendra. Sobre el peñasco se divisan las siluetas del Príncipe y del Gran Hechicero en interesante pelea. Renaldo consuela a Malixendra cada vez más. La toma por la cintura y la sienta sobre sus hombros. Malixendra se deja levantar. Comienza a amanecer. Roboflecto vigila a las doncellas girando incansablemente a su alrededor, sobre el peñasco persiste la lucha y Malixendra sigue alzada.

A medida que va amaneciendo, las doncellas, en virtud del hechizo, comienzan a convertirse en marineros. El Gran Hechicero sigue ocupado en su lucha con el Príncipe y Roboflecto continúa girando, ya un poco cansado. Aprovechando esto los marineros que van surgiendo forman parejas con las doncellas que todavía no se han transformado. Los marineros bailan con las doncellas. Con las primeras claridades del día van saliendo de entre los juncos algunos aldeanos que, con gran estupor, traen de la mano a sendos marineros. Algunos aldeanos llegan incluso huyendo despavoridos. El Príncipe arrastra al gran hechicero hasta el borde del peñasco, vacila brevemente y lo arroja al vacío. Con la derrota del brujo se desvanece el hechizo y todos los marineros recuperan su forma de doncellas, menos tres que resultan ser marineros de verdad. Eufóricos y felices las doncellas y los aldeanos bailan en una pierna, los tres marineros se retiran discretamente, el Príncipe baja del peñasco y se arroja en brazos de Malixendra, pero allí,en brazos de Malixendra, esta Renaldo. Vasili duda del amor de Malixendra, duda de la amistad de Renaldo, y ya no le cabe la menor duda. Todos se alejan del atormentado Vasili. Asoma el sol. El salvaje Roboflecto, extenuado, da vueltas en derredor buscando a su amo el Gran Hechicero. Pese a estar ya totalmente mareado se lanza a girar desenfrenadamente y choca contra el peñasco. Va cayendo el telón. Un tenue rayo de sol ilumina a Vasili agobiado por la duda y a Roboflecto rodando hacia al lago.

(Abucheos, silbidos)
Carlos López Puccio: Señores tranquilidad por favor, tranquilidad señores un momentito, inmediatamente vamos a representar otro final del ballet, silencio por favor y no rompan nada.

Marcos Mundstock:

Todos vuelven a su lugar, se va representar el otro final del ballet "El Lago Encantado".

Vasili duda del amor de Malixendra, duda de la amistad de Renaldo, pero Malixendra arrepentida va al encuentro del Príncipe y los tres se abrazan emocionados. Renaldo y los aldeanos inician una despreocupada danza con un grupo de doncellas. Ahora desaparecen con ellas detrás del peñasco. En medio de la alegría nadie repara en que el Gran Hechicero está volviendo en sí, lanza una diabólica mirada a su alrededor, se yergue vigorosamente ante varias desprevenidas doncellas y las conduce gentilmente hacia el peñasco. Al ver esto Roboflecto entusiasmado por primera vez deja de girar, sale corriendo y también desaparece detrás del peñasco. Vasili y Malixendra festejan el reencuentro en una danza exultante. Desde el peñasco vuelven algunas doncellas despeinadas, con las ropas en desorden y sonriendo con placidez. Las doncellas que quedan, mejor dicho, las que quedan doncellas, forman fila a la vera del peñasco.

(Aplausos)

http://www.lesluthiers.org/verversion.php?ID=52


El templo de Hathor en Dendera

Época: Egipto Grecorromano
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

La divinidad y la fisonomía de Hathor se perfilan ya en época predinástica, donde su cabeza de diosa-vaca asoma por dos veces en el ático de la Paleta de Narmer. Su remota antigüedad explica que con el tiempo sus atribuciones se diversificasen según sus lugares de culto, ocho de los cuales parecen haber estado representados en los célebres grupos de Mikerinos. Su nombre significa "Mansión de Horus", dios del que ella era esposa y amante, y por lo mismo, diosa del amor y del firmamento en que Horus reside. En Kom Ombo tenía Hathor, al sur del recinto del templo, una capilla aislada en la que una mujer de época romana, Petronia, le dedica una inscripción en griego donde la llama Afrodita.

En Tebas se la representa en forma de vaca, aunque no sabemos que hubiera allí una vaca sagrada, equivalente al toro Apis de Menfis. En una de las criptas de Dendera se halló una vaca momificada, lo que ya es un indicio más positivo. Pero aquí se la adoraba también como diosa del trigo, la dorada espiga, lo que es compatible, como en el caso de Perséfona, con ciertas atribuciones en el mundo de los muertos, bien acreditadas en Deir el-Bahari.

Inscripciones de las criptas del templo de Dendera que mencionan a Keops y a Pepi I delatan la antigüedad de los cultos en aquel lugar. Hay constancia de obras de restauración realizadas por Tutmés III, de modo que el culto y los edificios dedicados al mismo debían de tener muchos siglos cuando Nectanebo I edificó su "mammisi" y los últimos Ptolomeos y todos los Julio-Claudios optaron por construir un templo de nueva planta, conforme al criterio y al gusto de los tiempos.

La planta del de Dendera se parece mucho a la de Edfú con la diferencia de que aquél nunca llegó a tener el patio porticado y el pílono monumental que anteceden a éste. De modo que hoy se llega directamente a un estupendo pronaos, cerrado hasta media altura de las columnas por los muros habituales en los intercolumnios de la época. Levantando la vista hacia la cornisa, se distingue en ella una inscripción en griego que nos dice que el constructor de la fachada fue el emperador Tiberio. Esto significa que hasta época de Augusto, el templo tenía como vestíbulo la llamada Sala de la Aparición, situada a continuación y sustentada en seis columnas con capiteles dactiliformes con dados hathóricos. Estos capiteles se pusieron de moda entonces y el arquitecto de los Julio-Claudios disfrutó colocando veinticuatro de ellos, con cuatro cabezas hathóricas cada uno, en los enormes capiteles del pronaos.

El templo de Hathor no está orientado hacia el este, como de costumbre, porque en esta zona el Nilo corre de este a oeste y no de sur a norte, de modo que el arquitecto se atuvo en este punto a lo que en la práctica se venía haciendo: enfilar el curso del Nilo, aunque a la hora de hablar de los ritos, el lado norte fuese el lado oriental, y el sur, donde se levantó el templo de Isis, el lado oeste. En los relieves delpronaos están representados como faraones todos los miembros de la dinastía reinante en Roma, sobre todo Nerón, que debió ser el que dio remate a la obra. En las cartelas de la puerta de la muralla exterior del recinto se cita a Domiciano y a Trajano (a éste con los "cognomina" de Germánico y Dácico), pero no se sabe que estos dos hayan hecho nada en el templo de Hathor.

Uno de los mayores encantos de este templo es su aire de misterio, perceptible ya en el sombrío pronaos y que se va haciendo más sensible conforme uno se adentra en el santuario y en las muchas cámaras anejas. Tiene razón la "Guía Azul" cuando recomienda a sus usuarios ir provistos de una linterna. Los lucernarios que aquí y allá dejan pasar unos rayos de luz no bastan para sentirse cómodos sin ella ni en esta zona, ni en las criptas, ni en las escaleras.
Es obligado hacer uso de éstas porque las terrazas del templo no sólo ofrecen elementos arquitectónicos interesantes, sino un bellísimo panorama de la Tebaida, del río y de los montes marginales.
 A lo lejos, al otro lado del Nilo, se divisan Kene, el inicio del Wadi Hammamat y las tierras de Negade y Ballas, el crisol del Egipto más antiguo.

En la terraza se eleva un quiosco sustentado en doce columnas de preciosos capiteles hathóricos. Hasta aquí arriba se traía el día de Año Nuevo la estatua de Hathor, custodiada en el naos, para la ceremonia de su Unión al Disco, que consistía en desvelarla y ponerla en contacto con el sol naciente. Los sacerdotes, rapados y vestidos de blanco, la transportaban en andas por las escaleras, cuyos relieves representan al rey y a su séquito de sacerdotes subiendo y bajando por ellas en procesión.

Merece la pena rodear el edificio y contemplar por fuera el testero del templo de Hathor, donde una cabeza de la diosa, hoy bárbaramente mutilada, señalaba el lugar que por dentro correspondía al naos y a la estatua de culto. Llegar hasta aquel lugar era el consuelo que les quedaba a los no invitados a la fiesta de Año Nuevo, presidida por el rey o por su sacerdote vicario. En la tibia mañana de aquel día correría como hoy el fresquecillo habitual en estas fechas, atemperado por un sol amable.

Frente a los restos del vecino templo de Isis, diminuto en comparación, se alza el altísimo retablo esculpido en la cabecera del santuario de Hathor. Las grandes figuras del friso principal están picadas con saña por los fanáticos de una religión iconoclasta; pero éstos no alcanzaron a la parte alta, que ahora parece vengarse de la afrenta reluciendo al sol como acabada de hacer. En medio de sus relieves sobresalen de la pared dos cabezas de arquitrabes de la estructura interna del edificio. Acostados sobre ellas, dos de los enormes leones de las gárgolas otean el horizonte.

http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/2284.htm














LOS CUATRO ELEMENTOS - Jorge Guillén

Los hombres -pobres hombres-
Mantienen convivencia necesaria
Con ese alrededor que los sostiene:
La tierra más el agua, fuego y aire.

Esa nutricia tierra
Que a todo sin cesar le da su hondura.
El agua de los mares, de los ríos,
De creaciones líquidas.

Los fuegos y sus llamas nos alumbran,
Caldean y destruyen.
Oh luz con sus penumbras y sus sombras
De una puntualidad bien dirigida.

En una relación siempre inmediata,
El aire: brisa, viento, vendaval.
Brisa, deleite, viento acosador
Y ya enemigo.

Ahí está la natura prodigiosa,
Algo como una madre, como un padre.
Sin ellos no hay presente ni futuro.
¿Y arriba a gran altura el primer Móvil?


IVANHOE – Walter Scott

«Scott nos inventó a todos» (George Simenon).

Cuando era joven (bueno, un poco menos que ahora), es decir en mi niñez, mi Olimpo literario estaba conformado, y sigue estándolo, por cientos de personajes a los que debo horas y horas de entretenimiento gratis, a la vez que gloriosas tardes de lluvia arrobado entre cálidas mantas. No les pedí nunca nada a cambio, cosa que en su justa medida podían haberme demandado, pero gracias a ellos amueblé mi cabeza con increíbles historias en lugares lejanos, a la vez que aprendí cientos de cosas, como por ejemplo el valor de la amistad junto al brillo del acero en Los Tres Mosqueteros; el precio que hay que pagar por el ansia de venganza al lado de un resentido Edmundo Dantes… ¡Fatalidad!; o a buscar el brillo del oro a bordo de la Hispaniola, mientras en un barco paralelo alguien gritaba aquello de ¡Por allí resopla!. Y todo ello decorado e iluminado con los colores brillantes de un Tintín en busca del Cetro de Ottokar, o un Asterix estimulado por la poción mágica. Todo un universo de primeras lecturas y ensueños en los que el yo adulto, baqueteado ahora por el devenir de la vida actual, todavía envidia al yo de antes.

Una de aquellos relatos que me hacían soñar con tiempos pretéritos de armaduras brillantes y relucientes pendones al sol, fue sin lugar a dudas Ivanhoe, del cojo Walter Scott (como curiosidad indicarles que cojeaba de la pierna derecha). Escrita en 1819, es sin lugar a dudas la obra más célebre de este escritor, a la vez que le catapultó al inmortal Parnaso de los grandes escritores. Ambientada en plena Edad Media, en concreto en el siglo XII, el autor centra su historia en un mundo donde dos comunidades, los sometidos sajones y los vencedores normandos, luchan por la supremacía de la frondosa Inglaterra. Es en este preciso instante cuando hace su aparición un joven e impetuoso caballero llamado Wilfredo de Ivanhoe, hijo de un caudillo sajón llamado Cedric que regresa de las cruzadas. En cuanto pisa tierra anglosajona se da cuenta de que su mundo está del revés pues desde que Ricardo Corazón de León ha sido apresado por el archiduque de Austria su envidioso hermano Juan Sin Tierra ha usurpado el trono haciendo de toda la isla coto privado para los soberbios normandos. Claro está, nuestro buen caballero no duda en ofrecer su espada a los oprimidos sajones y se declara en franca rebeldía contra el pérfido hermano del león de Plantagenet.

Decidido a mostrar su gallardía, y a recuperar la mano de su amada Lady Rowena, se presenta al gran torneo de caballeros en Ashby de la Zouche y de esta manera humillar a los altivos normandos. Para no revelar su identidad se apunta con el nombre de El Caballero Desheredado (pues fue su padre quien le desterró al saber sus amores con Rowena ya que ésta estaba destinada a Athelstane, último descendiente de los sajones). Entre lanzas hechas astillas, gritos de heridos y suspiros de vírgenes y lúbricas damas, Ivanhoe gana a todos sus adversarios, incluido al templario Bois-Guilbert (el malo del libro). Cuando tiene que presentar sus respetos a las autoridades revela su identidad pero poco le dura el gozo del triunfo pues una de sus heridas le hace perder el sentido. Rápidamente es llevado por los judíos de York a la ciudad, y es justamente en ese momento cuando Rebeca, hija de Isaac de York, se enamora del caballero, aunque éste solo tenga miras hacia su idealizada Lady Rowena. Lo que no sabe ninguno de ellos es que el taimado Bois-Guilbert también se ha enamorado, a pesar de las duras leyes antijudías que existen, de la bella Rebeca (no le culpo de ello pues en el film de 1952 Elisabeth Taylor esta despampanante en comparación con la mantequillosa Joan Fontaine). La lucha por el honor y el amor están servidos.

Como diría una presentadora de televisión, ¡hasta aquí puedo leer!, ya que no les quiero destripar el final de la historia, pero puede informarles que desde aquí la acción es trepidante, en el que incluso aparecerá un rebelde arquero llamado Locksley o un Corazón de León disfrazado con ganas de pasar cuentas con el taimado de su hermano Juan sin Tierra. Aun así, lo que sí puedo asegurarles es que nos encontramos con una de los grandes libros de la literatura universal. Tanta importancia tiene que es justo reconocer que Scott, gracias a su Ivanhoe, fijó el género de la novela histórica y en concreto del best-seller actual, pues sin esta obra no habríamos disfrutado con los grandes folletines del XIX, y otras sublimes obras como Nuestra Señora de París o cualquier novela histórica que actualmente gozamos. Es decir que escritores como Dumas, Víctor Hugo, Tolstoi, Waltari, Follett o Pérez-Reverte, entre tantos cientos, le deben cada uno de los renglones que han escrito.

Walter Scott aplica en esta novela histórico-romántica todas las claves actuales de la novela (o que deberían tener): narración estructurada y metódica, personajes bien definidos, acción a raudales e historias paralelas que se funden al final en una sola; sorpresas que hacen que el lector quiera saber qué pasará en el siguiente capítulo; o lenguaje que rememora la época en que esta centrada la historia, en este caso la Edad Media. Es curioso, pero si leen, o releen este libro y nadie les dice que esta escrito en otro siglo seguramente les parecerá que es una obra nueva, actual, fresca y muy directa a los sentimientos del lector. Esta es la magia de Ivanhoe, y de otras obras inmortales, que son totalmente atemporales ya que tienen el encanto de encandilar a cientos y cientos de lectores a través de los siglos.

Con respecto a lo de que Scott centre su historia en el siglo XII tiene su importancia. Que no es poca. Ya que gracias a esta novela histórica el autor vuelve a redescubrir la pasión por la Edad Media a muchos de los lectores de su tiempo. Recordemos que nos encontramos en la llamada época romántica y que el retorno al pasado, en este caso los siglos anteriores al Renacimiento, es aceptado con gusto no solo por los críticos literarios sino también por cientos de hordas de lectores. Se ponen de moda los castillos, los caballeros, las justas, las nieblas entre las ruinas… el perseguido, el personaje oscuro y humillado cobra valor frente al intrépido héroe inmaculado.

Como se podrá ver muchos de estos ingredientes están fijados en las paginas de esta obra, u otras de Scott como por ejemplo El pirata. Pues bien, nuestro autor teje un tapiz histórico con todos estos elementos, y también buena parte de tópicos existentes sobre el medioevo. Pero aunque algunas veces pueda faltar algo a la realidad histórica, Scott lo prefiere así pues sacrifica en algunos momentos la veracidad en aras del entretenimiento enriqueciendo de esta manera la receta hasta conseguir una acción apasionante a la vez que inolvidable. En este punto hay que recordar al mismísimo Dumas cuando le acusaron de falsear la realidad y éste respondió aquello de: Es cierto he violado la historia, pero he procreado algunos hijos hermosos. Pues lo mismo hizo Walter Scott al plasmar el marco de manera perfecta e introducir algunas modificaciones en el lienzo, consiguiendo una obra maravillosa.

Bueno… ¿qué más se puede decir de este libro? Esencialmente que si lo han leído deberían volver a echarle un ojo y repetir la experiencia otra vez. Y si nunca han tenido el honor de abrir sus páginas, pues que ya están tardando en hacerlo pues se encontraran con una de esas novela irrepetibles y apasionantes que les marcarán de por vida.

 Acompañen a Wilfredo de Ivanhoe en su búsqueda de honor y amor eternos; bajen la visera del yelmo para no sufrir heridas en las justas medievales; y sobre todo no se dejen deslumbrar con el brillo de su espada pues no pueden permitir que una ceguera temporal les impida apreciar todos los detalles y aventuras de esta gran novela histórica.

http://www.hislibris.com/ivanhoe-walter-scott/

Ivanhoe - Walter Scott
http://www.medellindigital.gov.co/Mediateca/repositorio%20de%20recursos/Scott,%20Walter/Scott_Walter-Ivanhoe.pdf


Ivanhoe – película 1952

Ivanhoe es una película de coproducción angloestadounidense de 1952, basada en la novela del mismo título escrita en 1819 por Sir Walter Scott.
La película, que contó con la dirección de Richard Thorpe y con la actuación de Robert Taylor (Ivanhoe), Elizabeth Taylor (Rebecca), Joan Fontaine (Rowena), George Sanders (Brian De Bois-Guilbert) y Finlay Currie (Cedric).
Sinopsis: Al regresara a Inglaterra de las Cruzadas, Ivanhoe encuentra una recepción fría pero cordial con su distanciado padre Cedric, un sajón que desprecia al rey normando Ricardo Corazón de León. Dejando el castillo de su padre, Ivanhoe rescata al judío rico Isaac de una banda de antisemitas normandos. En agradecimiento, la hermosa hija de Isaac, Rebecca, financia la entrada de Ivanhoe en un torneo en el cual su padre se había negado a ayudarle a participar tras enterarse de que planeaba utilizar el dinero del premio como rescate para recuperar al capturado rey Ricardo. En el torneo, un Ivanhoe disfrazado resulta fácil vencedor y dedica la victoria a Rebecca, lo cual da pie a toda una serie de cotilleos. Mientras, el malvado hermano del rey, el príncipe Juan Sin Tierra, elabora un plan para desacreditar a Ivanhoe y que así nunca pueda llegar a pagar el rescate.

http://gloria.tv/media/y3XuWuK18Q5