martes, 26 de agosto de 2014

 Sinfonía N° 6 de Ludvig van Beethoven
La Sinfonía Pastoral fue compuesta principalmente en 1808, aunque hay bosquejos que datan de 1806. Beethoven dirigió la obra en su estreno, realizado en Viena el 22 de diciembre de 1808, en un programa que incluía también el estreno de la Quinta Sinfonía. Ambas sinfonías aparecieron designadas con sus números invertidos. Cuando empezó a bosquejar la Pastoral, Beethoven anotó varias ideas acerca de la música de programa: "Se debe permitir que los oyentes descubran las situaciones por sí mismos." "La gente no necesitará de títulos para reconocer que la intención general es más una cuestión de sentimiento que de pintura sonora."

Entre las primerísimas obras de Beethoven se encuentra un conjunto de tres sonatas para piano, que escribió cuando tenía doce años. Cuando fueron editadas dos años más tarde, la publicación fue anunciada en el periódico musical de Bossler. En la misma página del periódico aparecía una noticia sobre una nueva sinfonía de un tal Justin Heinrich Knecht.

La sinfonía de Knecht estaba subtitulada Retrato Musical de la Naturaleza. Sus movimientos estaban descritos de la siguiente forma:
1.   "Un hermoso campo donde brilla el sol, soplan suaves brisas, arroyos que cruzan los valles, las aves gorjean, murmura una cascada, un pastor toca su flauta, las ovejas brincan y la pastora deja oír su suave voz."
2.   "Súbitamente, se oscurece el cielo, todos respiran con dificultad y sienten temor, las nubes negras se amontonan, el viento produce un sonido ululante, ruge el trueno en la lejanía, lentamente desciende la tormenta."
3.   "La tormenta, con el sonido del viento y el ímpetu de la lluvia, ruge con toda su fuerza, las copas de los árboles murmuran y el torrente desciende con un ruido aterrador."
4.   "La tormenta se aquieta poco a poco, las nubes se dispersan y el cielo se aclara."
5.   "La naturaleza, en un transporte de alegría, eleva su voz al cielo y agradece a su Creador, con un canto suave y agradable."
Como los anuncios de las obras de Beethoven y de Knecht aparecieron juntos, es razonable suponer que Beethoven conocía la sinfonía de Knecht, típico intento del período clásico de producir una pintura sonora literal. Beethoven hasta bien puede haber estudiado la obra. Por sus cuadernos de apuntes sabemos que Beethoven había pensado mucho y profundamente acerca de los desafíos de la música programática. ¿En qué medida debería depender el significado musical del conocimiento de los oyentes de lo que se estaba retratando? En otras palabras, ¿la pintura sonora tenía que ser tan literal como aparentemente creía Knecht?

Cuando empezó a bosquejar la Pastoral, Beethoven anotó varias ideas acerca de la música de programa: "Se debe permitir que los oyentes descubran las situaciones por sí mismos." "La gente no necesitará de títulos para reconocer que la intención general es más una cuestión de sentimiento que de pintura sonora." "Sinfonía Pastoral: no es un cuadro, sino un juego en que se expresan las emociones que nacen del placer del campo." "Toda pintura en la música instrumental, si se la lleva demasiado lejos, resulta un fracaso." "Sinfonía característica, o una remembranza de la vida campestre."

De acuerdo con el musicólogo F. E. Kirby, a lo que probablemente se estaba refiriendo Beethoven al decir "sinfonía característica" es:
"Una composición que posee ciertos rasgos típicos que la señalan como perteneciente a un género o tipo en particular. Tal pieza, entonces, debe utilizar un estilo musical que tenga asociaciones explícitas con un carácter expresivo definido... Por lo tanto, cuando Beethoven utilizó la denominación de sinfonía característica o, más tarde, sinfonía pastorella, es obvio que se refería a una clase particular de obra característica, una relacionada con el carácter pastoral... Como elementos principales del estilo pastoral podemos mencionar los temas de cantos de pájaros, temas de cornos de caza, flautas de pastores (pifa opifferari) y llamadas de pastores (ranz des vaches o canto al estilo tirolés), danzas campestres, la representación del flujo del agua y del balido de las ovejas y la imitación de ese instrumento característico de la vida campesina, la gaita con su bajo zumbido."

La Sexta Sinfonía fue terminada casi un cuarto de siglo después que la obra de Knecht, pero su programa es notablemente similar. La deuda de Beethoven hacia Knecht (en el patrón programado y en el formato de cinco movimientos) resulta evidente, pero las diferencias son igualmente significativas. Beethoven evitó las descripciones programáticas detalladas de su antecesor. La sinfonía de Knecht estaba encuadrada rígidamente dentro de la tradición ele la representación literal, una tradición que incluía a la música de Bach, Vivaldi, Boccherini, Handel (hay una "Sinfonía Pastoral" en El Mesías;  en Egipto se dibujan mosquitos, ranas y una tormenta de granizo), Haydn (oímos el rugido de un león, el relincho de un caballo y los pesados pasos de animales en La Creación) y -veinte años después de la Pastoral- Rossini (la Obertura de Guillermo Tell cuenta con cuatro secciones, que describen respectivamente el amanecer, una tormenta, una escena pastoral y una marcha ligera). Pero el objetivo de Beethoven difería de las intenciones de estos compositores.

"Más una expresión de sentimiento que pintura sonora", escribió en la página del título. Esta sencilla declaración constituye la síntesis de todas sus reflexiones referidas a la estética durante la composición de la Pastoral. El autor temía que la representación excesivamente literal pudiera hacer a su música demasiado trivial. Pero no cumplió con sus intenciones enteramente. Los cantos de pájaros hacia el cierre del segundo movimiento, la banda pueblerina del scherzo, el tema con canto estilo tirolés del final, los zumbidos como de gaita de los movimientos externos y la tormenta, son tanto una pintura sonora como una expresión de sentimiento. Beethoven no logró trascender totalmente la tradición de la música pastoral.

¿Cómo intentó transmitir los sentimientos característicos así como los sonidos del campo? Consideremos el primer movimiento. Todo es sereno, como la vida del campo. La pieza se desenvuelve sin prisa. Las armonías en su mayor parte son simples y la música permanece en cada área armónica durante un tiempo bastante prolongado. Esto significa que hay muchos pasajes con tonos sostenidos largos (los zumbidos de gaitas) o notas repetidas. Además, hay gran cantidad de repetición de pequeños temas, melodías completas y hasta secciones enteras. El ritmo tranquilo de la aparentemente interminable repetición queda establecido poco después del principio, donde una figura para cuerdas se oye diez veces seguidas sin otro cambio que un crescendo y luego un diminuendo (sutilmente Beethoven agrega los fagotes sólo para la repetición más fuerte). Aunque hay varios pasajes para la orquesta completa, no hay mucha sensación de climax. Aun en la recapitulación, donde en muchas de sus otras obras Beethoven produce una gran liberación de tensión, la música sigue moviéndose con suavidad. Un oyente actual, que no conozca el título de la sinfonía, tal vez no logre darse cuenta de la inspiración campesina de este movimiento (aunque un oyente de 1808 probablemente reconocería con facilidad las convenciones de la música pastoral), pero el carácter suave es inconfundible. Este movimiento, por lo menos, ejemplifica perfectamente la preferencia de Beethoven por la expresión en vez de la representación sonora.

El segundo movimiento es algo más literal, donde las ondulaciones penetrantes de las semicorcheas representan el arroyo murmurante. Hacia el final emergen pinturas sonoras explícitas, con los cantos de los pájaros. Beethoven designa a la parte de flauta como "ruiseñor", al oboe como "codorniz" y a los clarinetes como "cucú".

Hay una pintura sonora literal de otro tipo en el tercer movimiento. A Beethoven le gustaba oír las bandas populares que tocaban las danzas folclóricas austríacas, aun cuando su interpretación fuera menos que lograda. 

Su amigo Antón Schindler anotó en 1819: "Beethoven me preguntó si no había notado cómo los músicos de pueblo a menudo tocaban dormidos, a veces dejaban caer sus instrumentos y se quedaban muy quietos, luego se despertaban con un sobresalto, dando algunos vigorosos soplidos o golpes, generalmente en el tono correcto y, después, volvían a quedarse dormidos. Había tratado de retratar a esta pobre gente en la Sinfonía Pastoral" La diversión comienza justo después de la llamada de los cornos. Primero oímos una figura de acompañamiento inanemente simple en los violines. Luego entra el oboe con la melodía, pero un compás más tarde, como si el ejecutante no hubiera estado totalmente listo para su entrada. Cuatro compases después aparentemente se despierta el (¡segundo!) fagot, entra inesperadamente tocando tres notas, luego vuelve a caer dormido, sólo para despertarse cinco compases después. La melodía pasa al clarinete -todavía fuera de tiempo- que de repente es acompañado por las violas y por los violonchelos, aparentemente un compás más tarde. Es como si el ejecutante de la viola se despertara de pronto y comenzara a tocar y su entrada despertara al violonchelista. Luego, la melodía pasa al ejecutante del corno, quien también entra fuera de tiempo. Finalmente, se despiertan los bajos y, por último, el primer fagot, uniéndose con notas sostenidas. El gentil humor de este movimiento se ensombrece hacia el final, para simbolizar la acumulación de nubes de tormenta.

La tormenta (cuarto movimiento) inicia su amenaza ominosa mediante un cambio inesperado hacia una tonalidad distante. El scherzo no termina, sino que la tormenta lo interrumpe con esta modulación. La violencia de la tormenta está descrita por el rugir de los timbales, trémolos de cuerdas y disonancias estridentes. Finalmente la tempestad se calma y el movimiento final sigue sin ninguna pausa.

El himno del pastor del final nos hace regresar a la atmósfera sin prisa del primer movimiento. Un clarinete y después un corno tocan figuras de canto tirolés sobre zumbidos de gaita en las cuerdas, antes de oír el tema principal. La melodía, que es introducida por los violines (el zumbido pasa a los clarinetes y a los fagotes), es en realidad una tonada suiza de canto tirolés. Cada vez que se oye esta melodía se la repite, generalmente dos veces. Esta repetición sugiere tanto una atmósfera apacible, como en el primer movimiento, así como los versos sucesivos del himno cantados con la misma música. El movimiento finaliza con un gesto pastoral típico: modulación al estilo tirolés del corno acompañado por un zumbido de vientos.

 http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/obras-maestras/sinfonia-n-6-de-ludvig-van-beethoven/


FANTASIA: La Consagración de la Primavera de Igor Stravinski


Considerada por muchos la parte más inquietante de Fantasía al mismo tiempo que la más tediosa, nadie niega su espectacularidad e impresionante calidad artística. Su música inusual y disonante, fue considerada una obra tan atrevida como inmoral y provocadora cuando fue interpretada por primera vez en un teatro en París en 1913. Se escribió para un ballet que representaba el sacrificio de una virgen a los dioses rusos de origen prehistórico.

Disney pensó que la música del Ballet se ajustaba perfectamente a su idea de representar en pantalla el nacimiento de la tierra y su evolución hasta la desaparición de los dinosaurios, una era tan caótica como la obra de Igos Stravinski.

Los artistas de Disney no se involucraron en este trabajo a ciegas. El estudio minucioso de la flora y fauna prehistóricos así como el asesoramiento de astrónomos y paleontólogos les ayudó a reconstruir las eras proteozoica, paleozoica y mesozoica.

Walt Disney invitó a Stravinski a visitar los estudios para que diera su visto bueno a lo que estaban haciendo. El compositor se mostró emocionado y complacido con lo que pudo ver, a pesar de que después del estreno de la película se mostró un desagrado incomprensible para Walt.


http://clasicosdisney.blogspot.com.ar/2008/03/fantasia-la-consagracin-de-la-primavera.html




La Consagración de la Primavera IGOR STRAVINSKI

Parte I. La adoración de la Tierra

Introducción
Los augurios primaverales
Danza de los adolescentes
Juego del rapto
Rondas primaverales
Juegos entre tribus rivales
Procesión del sabio
Danza de la tierra

Parte II. El sacrificio

Introducción
Danza de los círculos misteriosos
Glorificación de la Elegida
Evocación de los antepasados
Ritual de los antepasados
Danza sagrada

Orquesta Filarmónica de Londres

Director: Bernard Haitink

La consagración de la primavera (original en francés, Le Sacre du printemps; en inglés, The Rite of Spring; en ruso, Весна священная) es un ballet en dos actos basado en la Rusia pagana (L'adoration de la terre y Le sacrifice), con música del compositor ruso Ígor Stravinski y coreografía de Vaslav Nijinsky creado para los Ballets Rusos de Sergéi Diágilev. Es una de las obras más revolucionarias y trascendentales de toda la música clásica por sus innovaciones en armonía, ritmo y timbre. Fue estrenada en París en el Théâtre des Champs-Élysées el 29 de mayo de 1913 con Pierre Monteux como director de orquesta. Tuvo gran rechazo en su época, provocando que en el segundo acto se tuviera que contener al público.
El título en español se traduce de la versión original francesa: Le sacre du printemps, con el que fue estrenado. No obstante, su título en ruso es: Весна священная, que significa, literalmente: Primavera sagrada. En la partitura se agrega al título la siguiente frase: "Imágenes de la Rusia pagana". El escándalo que acompañó a esta representación fue célebre y se criticó tanto la música de Stravinski como la coreografía de Nijinski.

Argumento

Primera parte
En una colina sagrada se reúnen las tribus eslavas para celebrar los rituales de la llegada de la primavera. Una hechicera predice los augurios, un sabio anciano se aproxima y un grupo de adolescentes empieza a bailar la danza en honor del dios Yarilo. Los chicos y las mujeres se les unen en un frenesí intenso. Vuelve la calma y se emparejan mientras los miembros de la tribu buscan una virgen para el sacrificio. Las danzas se tornan cada vez más violentas. Un anciano besa la tierra en la que empiezan a aparecer brotes de vegetación. Las tribus muestran entusiasmo por la renovación de la vida que supone.

Segunda parte

En el crepúsculo reina la tranquilidad. Las vírgenes danzan formando círculos. Una de ellas será la elegida para el sacrificio bailando hasta la muerte para resarcir al mundo de la fuerza que la juventud le ha robado. El anciano, cubierto con una piel de oso, dirige los rituales de las tribus. En una especie de trance la virgen elegida baila su última danza hasta que muere y es conducida al montículo sagrado, donde será inmolada al dios Yarilo. La primavera ha sido consagrada.

Instrumentación.

Cuerdas: Violín I, Violin II, Violas, Violonchelos, Contrabajos.
Maderas: Flautín, tres flautas (la tercera también toca el piccolo 2), Flauta en sol, Cuatro oboes (el cuarto también toca el corno inglés 2), Corno inglés, Clarinete en re (también toca el clarinete en mi♭) , Dos clarinetes en si♭, Clarinete en la (también toca el clarinete bajo), Clarinete bajo , Cuatro fagotes (el cuarto también toca el contrafagot), Contrafagot.
Metales: Ocho trompas en fa (la séptima y la octava también tocan los bombardinos), Trompeta en re, Cuatro trompetas en do (la cuarta también toca la trompeta baja en mi♭), Tres trombones, Dos tubas
Percusión: Tres juegos de tres timbales (también adaptado para dos juegos de timbales, un instrumentista toca 5 y otro toca 4), Bombo, Tam-tam, Triángulo, Pandereta, Güira (instrumento musical), Dos crótalos en la♭ y si♭
Stravinsky orquestó esta obra usando todos los registros de los instrumentos desde el grave hasta el sobreagudo, explorando los timbres poco usados. El ejemplo más claro de esto es al comienzo de la obra con el solo de fagot en el registro sobreagudo.
También usó instrumentos que rara vez integraban una orquesta sinfónica, incluyendo la flauta contralto, trompeta piccolo, trompeta baja, Tuba Wagner, y güiro. El uso de estos instrumentos, junto con la manipulación de los registros antes mencionados instrumental, dio a la pieza un sonido distintivo.


lunes, 25 de agosto de 2014

Bonnie Tyler - Eclipse total del corazón

-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo, me siento un poco sola,
y tú nunca estás por aquí.
-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo, me siento un poco cansada
de escuchar el sonido de mis lágrimas.
-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo me pongo un poco nerviosa,
porque los mejores años de mi vida han pasado.
-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo me aterrorizo un poco,
y entonces veo la mirada en tus ojos.
-Date la vuelta, ojos brillantes-
Cada cierto tiempo, me derrumbo.
-Date la vuelta, ojos brillantes-
Cada cierto tiempo, me derrumbo.
-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo me pongo un poco inquieta (o impaciente),
y sueño con algo salvaje.
-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo, me siento un poco indefensa,
y reposo como un niño en tus brazos.
-Date la vuelta-
Cada cierto tiempo, me enfado un poco,
y sé que tengo que salir y gritar.
-Date la vuelta-
Every now and then I get a little bit terrified
And then I see the look in your eyes
-Date la vuelta, ojos brillantes-
Cada cierto tiempo, me derrumbo.
-Date la vuelta, ojos brillantes-
Cada cierto tiempo, me derrumbo.
Y ahora, esta noche te necesito,
y te necesito más que nunca,
y si simplemente me abrazas fuerte,
estaremos abrazados para siempre,
y solo lo haremos bien,
porque nunca estaremos equivocados.
Juntos podemos llevarlo hasta la última parada,
tu amor es como una sombra sobre mí todo el tiempo
-todo el tiempo-.
Y no sé que hacer, y siempre estoy en la oscuridad,
vivimos en un barril de pólvora y soltamos chispas,
de verdad que esta noche te necesito,
el "para siempre" va a empezar esta noche,
el "para siempre" va a empezar esta noche.
Érase una vez en la que me enamoraba (cayendo en el amor),
pero ahora, simplemente me derrumbo (caigo en pedazos),
nada que pueda hacer, un eclipse total del corazón.
Érase una vez en la que había luz en mi vida,
pero ahora solo hay amor en la oscuridad,
nada que pueda decir, un eclipse total del corazón.
-Date la vuelta, ojos brillantes-
Cada cierto tiempo, me derrumbo.
-Date la vuelta, ojos brillantes-
Cada cierto tiempo, me derrumbo,
y ahora, esta noche te necesito,
y te necesito más que nunca,
y si simplemente me abrazas fuerte,
estaremos abrazados para siempre,
y solo lo haremos bien,
porque nunca estaremos equivocados.
Juntos podemos llevarlo hasta la última parada,
tu amor es como una sombra sobre mí todo el tiempo
-todo el tiempo-.
Y no sé que hacer, y siempre estoy en la oscuridad,
vivimos en un barril de pólvora y soltamos chispas,
de verdad que esta noche te necesito,
el "para siempre" va a empezar esta noche,
el "para siempre" va a empezar esta noche.
Érase una vez en la que me enamoraba,
pero ahora, simplemente me derrumbo,
nada que pueda hacer, un eclipse total del corazón.
Érase una vez en la que había luz en mi vida,
pero ahora solo hay amor en la oscuridad,
nada que pueda decir, un eclipse total del corazón,
un eclipse total del corazón.


Cosas - Gabriela Mistral

A Max Daircaux.

Amo las cosas que nunca tuve
Con las otras que ya no tengo:
Yo toco un agua silenciosa,
Parada en pastos friolentos,
Que sin un viento tiritaba
En el huerto que era mi huerto.

La miro como la miraba;
Me da un extraño pensamiento,
Y juego, lenta, con esa agua
Como con pez o con misterio.

Pienso en umbral donde dejé
Pasos alegres que ya no llevo,
Y en el umbral veo una llaga
Llena de musgo y de silencio.

Yo busco un verso que he perdido,
Que a los siete años me dijeron.
Fue una mujer haciendo el pan
Y yo su santa boca veo.

Viene un aroma roto en ráfagas;
Soy muy dichosa si lo siento;
De tan delgado no es aroma,
Siendo el olor de los almendros.

Me vuelve niños los sentidos;
Le busco un nombre y no lo acierto,
Y huelo el aire y los lugares
Buscando almendros que no encuentro.

Un río suena siempre cerca.
Ha cuarenta años que lo siento.
Es canturía de mi sangre
O bien un ritmo que me dieron.

O el río Elqui de mi infancia
Que me repecho y me vadeo.
Nunca lo pierdo; pecho a pecho,
Como dos niños nos tenemos.

Cuando sueño la Cordillera,
Camino por desfiladeros,
Y voy oyéndoles, sin tregua
Un silbo casi juramento.

Veo al remate del Pacífico
Amoratado mi archipiélago,
Y de una isla me ha quedado
Un olor acre de alción muerto...

Un dorso, un dorso grave y dulce,
Remata el sueño que yo sueño.
Es al final de mi camino
Y me descanso cuando llego.

Es tronco muerto o es mi padre,
El vago dorso ceniciento.
Yo no pregunto, no lo turbo.
Me tiendo junto, callo y duermo.

Amo a una piedra de Oaxaca
O Guatemala, a que me acerco,
Roja y fija como mi cara
Y cuya grieta da un aliento.

Al dormirme queda desnuda;
No sé por qué yo la volteo.
Y tal vez nunca la he tenido
Y es mi sepulcro lo que veo...

Cosas - Gabriela Mistral
Canciones con historia: Rock argentino "Amanece en la ruta"  Suéter
La tragedia hecha alegre canción

A principios de la década del 80, y apadrinados por el mismísimo Charly García quien los invitara a ser teloneros de la presentación de su primer álbum solista, surge en Argentina la agrupación new wave Suéter, el mismo género musical con el que Virus por los mismos años asomarían renovando la escena. Suéter dejaría con el paso del tiempo pocas pero indelebles huellas musicales en el imaginario popular. "Amanece en la ruta" es una de ellas, como así también "Vía México", que hablaba sobre la ilegalidad del divorcio discutida entonces en la Argentina.
”Say no More” y el arte de saber escuchar

Muchas veces, a fuerza de estar condenados como críticos y fans a buscar la novedad constante, se pierden de vista verdaderas obras de arte en el género del rock en español por la pereza de no “viajar” en el tiempo y aprender a escuchar. El propio Charly García, en un reportaje televisivo reciente para la Televisión Pública argentina, explicaba el “concepto constante” del Say No More, tan pronunciado por él durante años. "Say No More", decía García, es “cállate y escucha”. Pues bien, tomando prestada la fórmula del “bigote bicolor”, vamos a detenernos un instante en la letra de “Amanece en la ruta”, de la agrupación Suéter liderada por Miguel Zavaleta, y que también grabara y editara Fabiana Cantilo en el álbum de covers Inconsciente Colectivo (2005) que le sirviera como un nuevo impulso vital en su carrera. No resultó casual la inclusión de esta canción por la bella solista argentina, ya que la misma Fabiana Cantilo había formado parte de Suéter como corista junto a Claudia Puyó, ambas partícipes además como coristas del álbum de Fito Páez El amor después del amor algunos años más tarde.

La serena sonoridad de un viaje sin peligros
Si bien Suéter ya venía tocando desde los primeros años 80, en el año 84 aparece la canción “Amanece en la ruta”, perteneciente al álbum Lluvia de Gallinas. A partir de una composición armónica y de ritmo relativamente lento, “Amanece en la ruta” despierta de entrada en el oyente una sensación a la vez de movimiento y serenidad. No hay golpes bruscos ni cambios de ritmo que puedan alterar el tempo marcado desde un inicio. El juego vocal de su cantante, por momentos interpretando un dibujo melódico con notas sostenidas y bien afinadas, también aportan para configurar la sensación de transitar por una “ruta” exenta de peligros.

La letra de la muerte como un nuevo amanecer
Mucho se ha hablado de la letra de “Amanece en la ruta”. Hay quienes dicen que la misma narra la experiencia de la dictadura militar en la Argentina. Pero lo cierto, y más allá que en el arte cualquiera puede pensar y sentir lo que quiera, es que el propio cantante y líder Miguel Zavaleta se ha encargado de desmentir estos rumores. Según cuenta Zavaleta, el relato está dedicado a un primo hermano suyo quien muere en un accidente en la ruta. De esta manera, la letra se pone en el lugar de esa víctima y en las sensaciones que pudo haber sentido al experimentar la muerte. La canción cuenta con aguda sutileza literaria un viaje en automóvil por una ruta donde las vivencias de experimentar la muerte se entremezclan con un sentido de lo real y de lo imaginario. De entrada la canción va construyendo y “engañando” al oyente de que la misma trata de un sueño en el que el personaje se ve a sí mismo en un auto “prendido fuego y roto en su interior”. ”Amanece en la ruta, no me importa dónde estoy, me he dormido viajando, he soñado tan intenso. Y en ese sueño yo me veía en ese auto pero no, no era el mismo porque estaba todo roto en su interior”. En la próxima estrofa se describe la percepción del protagonista que entremezcla el sentido de lo real con lo imaginario ”Este paisaje es tan extraño, se parece al de un tren eléctrico, estos árboles tienen contornos, darme cuenta es algo hermoso. Y en ese sueño yo me veía en ese auto pero no, no era el mismo porque tenía fuego en su interior, en su interior”.

El sueño real de vivir con felicidad la muerte
A partir de su desarrollo el oyente comienza a darse cuenta de que el sueño narrado no es tal, sino que se trata de la percepción real de la muerte del propio protagonista que sufre el accidente en el auto. Al promediar la canción, una estrofa de la letra reproduce la sensación del protagonista que muere, ” en un soplo ve como un film proyectada toda su vida”. Ahí comienza a descubrirse el trasfondo de su contenido. El estribillo muy pegadizo y efectivo ”Dónde estoy, dónde voy, quién soy yo, qué hora es, dónde estaré” también puede ser recortado del relato general como metáfora de búsqueda existencial que todo ser humano por momentos siente. Por eso, la proyección de su vida como un film hace como si fuera un racconto acelerado de las imágenes de su paso por la vida. Este fragmento en la letra, de repasar en segundos toda una vida, hace recordar a la canción y el videoclip de “Yo no”, de la mexicana Ely Guerra quien también en su videoclip expresa su propia muerte y un paneo acelerado por imágenes del mundo. Al finalizar "Amanece en la ruta", en la última estrofa, se revela el secreto de cómo vive y descubre al fin la muerte el protagonista. ”Y ahora todo es una luz tan clara que a mi lado ya no hay nada, sólo alegría, paz y armonía y esa luz que es tan tibia. Y ahora comprendo que eso no era un sueño, en ese auto estaba yo, y ese auto estaba roto y con fuego en su interior”.

Relato literario hecho bella canción
Muy logradas son las metáforas y los versos que sirven para expresar estas sensaciones tan íntimas. Podría decirse que “Amanece en la ruta” es un relato literario hecho bella canción, porque el oyente escucha su letra cantada como si leyera un libro en el que se van sucediendo las imágenes introspectivas. El viaje es interior y el oyente lo comparte con el personaje central. Una canción de antología es “Amanece en la ruta”. En fin, vale la pena entonces decirnos a nosotros mismos como Charly “Say No More”, cerrar los ojos, y aprender a escucharla.

http://rockenespanol.about.com/od/Letras/a/Amanece-En-La-Ruta-O-La-Tragedia-Hecha-Alegre-Canci-On.htm


Reino Medio de Egipto

El Reino Medio, también llamado Imperio Medio (c. 2050 - 1750 a. C.), se inicia con la reunificación de Egipto bajo Mentuhotep II, a mediados de la dinastía XI, dando fin al denominado primer periodo intermedio de Egipto. Está época comprende la segunda parte de la dinastía XI y ladinastía XII.. Le siguió el segundo periodo intermedio de Egipto. En este Imperio se vuelve a dividir Egipto.

Mentuhotep II: el primer intento de sometimiento de los monarcas
A pesar de la unificación, bajo los gobernantes tebanos, los nomarcas seguían teniendo bastante poder dentro de sus tierras en los comienzos del periodo. El primer objetivo de Mentuhotep, después de conquistada la ciudad de Heracleópolis, fue lograr la dominación efectiva en todo el reino. Para ello realizó una serie de intervenciones políticas en los nomos, deponiendo a gobernadores desleales o rebeldes, reemplazándolos por hombres fieles, directamente designados por el faraón, o asegurándose la sumisión de otros, sin destituirlos, y premiando a los adictos. Subordinó el nomo de Heracleóplis (rival de Tebas durante el periodo intermedio) al de la ciudad vecina de Heliópolis, antiguo centro religioso.
También impuso presencia militar y organizó el sistema administrativo: restituyó a los inspectores reales (especialmente en Heracleópolis) y al cargo de Chaty (primer ministro), y nombró gobernadores directos en el Bajo Egipto, en el desierto oriental y en la frontera con Nubia. A pesar de todo, en muchos nomos, principalmente del Egipto Medio, solo logró establecer un sistema de tipo casi feudal, es decir, de simple lazo de fidelidad nomarca-faraón, sin un gobierno central directo, además el rey era asesorado por el llamado Consejo de Grandes; todo esto hacía imposible un verdadero poder absoluto, como el del Imperio Antiguo, no lográndose tampoco una dominación plena. Mentuhotep intentó dar la imagen de rey de todo Egipto, como entidad política y cultural, mediante la adopción de símbolos del Imperio Antiguo, como considerarse hijo deRa. En cuanto a su actividad militar, centró sus campañas en Nubia, con el objetivo de restablecer las rutas comerciales y la explotación minera. El otro foco de atención exterior fue reforzar las fronteras del delta del Nilo para impedir infiltraciones de pueblos nómadas.

Amenemhat I: el proceso de centralización
La dinastía XI desapareció después de una sucesión de reyes débiles, desatándose una crisis sucesoria. El chaty Amenemhat, originario del Alto Egipto, logró finalmente imponerse tras derrotar a un pretendiente al trono surgido en la región de Nubia.
Amenemhat I (1991-1962 a. C.) justificó su ascensión mediante la denominada Profecía de Neferti:

"Entonces un rey vendrá del sur, Ameny de nombre, hijo de la mujer de Ta-Seti, hijo del Alto Egipto".

Amenemhat I reforzó activamente el centralismo monárquico, tanto modificando la extensión de los nomos y deponiendo nomarcas a su antojo, como modificando o suprimiendo las antiguas instituciones políticas y judiciales en las que tenía cabida la nobleza. Se trasladó la capital de Tebas a Itytauy, próxima a El Lisht, en el Egipto Medio. Esto le permitió imponer un gobernador no hereditario en Tebas, la capital de la anterior dinastía, y contener las ambiciones de la nobleza del Alto Egipto y del clero de Amón en Tebas.
Amenemhat I, en su año 20º de reinado, nombró corregente a su hijo Sesostris I (Senusert), para evitar problemas sucesorios y que el relevo de mando fuera paulatino. Así se estableció la pauta de sucesión seguida por la dinastía. De todos modos el final del reinado de Amenemhat I fue violento, ya que murió asesinado por una conspiración del harén. No obstante Sesostris I, que se encontraba combatiendo contra los libios, se impuso y la línea dinástica no se interrumpió. Este hecho sería inspiración de varias obras: Instrucciones de Amenemhat I a su hijo Senusert I (análisis político) y El relato de Sinuhé, obra culmen de la literatura egipcia.

Kush (Nubia)
La actividad militar exterior comenzó a desarrollarse plenamente hacia el final del reinado de Amenemhat I (durante la corregencia de su hijo Sesostris I), una vez apaciguados los conflictos internos. En Kush se realizaban campañas periódicas en las que se tomaban los enclaves de acceso a las minas de oro, cobre y piedra (alabastro, diorita) estableciéndose guarniciones militares permanentes y colonias egipcias, iniciándose así el proceso de penetración cultural. El faraón más activo en cuanto a la expansión hacia Kush fue Sesostris I (1962-1928), alcanzando la tercera catarata. La principal fortaleza y guarnición se construyó en Buhen, a la altura de la segunda catarata. Sesostris III (1878-1842) a su vez dirigió activamente la construcción de fortalezas. La provincia de Kush dependía del gobernador de Siena, esto en el punto más austral del Alto Egipto. Más tarde, a raíz de las reformas administrativas de Sesostris III, Kush dependería de un visir propio.

El Fayum
El Fayum es el nombre moderno de un lago que surge al oeste del río Nilo a partir de uno de sus brazos. Sus nombres egipcios eran Mer-Uer (traducido al griego como Moeris) y Sha-resy. Uno de los principales objetivos económicos de la dinastía XII fue potenciar su rendimiento agrícola. Ya el traslado de la capital a Itytauy, bajo Amenemhat I, refleja el especial interés por la región, y desde Sesostrist I (c. 1962-1928) hay constancia de la expansión agrícola, paralelamente a la realización de obras de regadío y regulación de las aguas, y a la construcción de nuevas ciudades. Gracias a las obras de regadío se alcanzó un gran desarrollo en el cultivo de trigo, lino y vid;3 también destacaba la explotación pesquera. El más ambicioso proyecto de irrigación data del reinado de Sesostris II (c. 1895-1878), que incluía un dique con esclusas para el drenaje, y actividad urbanística. El proyecto hidráulico sería finalizado durante el reinado de Amenemhat III (Amenemes III) (c. 1842-1797). Este último es el más próspero de la dinastía XII, debido en gran parte a las grandes inundaciones que se registraron en él. La principal ciudad de El Fayum era Cocodrilópolis (nombre griego) o Per-Sebek (nombre egipcio; ambos significan Ciudad del Cocodrilo). Era el principal centro de culto a Sobek, el dios cocodrilo; de hecho el lago poseía una importante cantidad de cocodrilos. El especial interés de Amenemhat III por esta zona se vio reflejado en la construcción de su propio complejo funerario (muy admirado por los griegos, y conocido por ellos como El Laberinto) no muy lejos de la zona, o en la erección de dos estatuas suyas a la entrada del canal que unía el lago con el Nilo.

Características culturales y artísticas
La principal característica del Imperio Medio, contrastando con periodos anteriores, fue que a pesar del centralismo político, se observa en las expresiones artísticas, una tendencia hacia una representación "humanizada" de la realeza. El arte del Imperio Medio se caracteriza por el mayor realismo en general, y en particular en los retratos, y este mismo criterio lo imitó la nobleza egipcia.

Cambios religiosos
En religión, se observa el gran ascenso de los dioses venerados en Tebas (la nueva capital), y sobre todo de Amón. Cada ciudad solía tener una tríada de dioses: en Tebas eran Amón, Muty Jonsu (en general, una tríada divina constaba de un padre, una madre y un hijo). Amón se convirtió en dios protector de la monarquía y del Estado, adquiriendo gran influencia los sumos sacerdotes de Amón.

Actividad comercial
Destaca la relación con los dos centros comerciales más importantes del Mediterráneo Oriental: la isla de Creta (en la actual Grecia) y la ciudad de Biblos (en el actual Líbano). Creta era la principal potencia naval de la época, y su principal producción era la cerámica, muy estimada en Egipto. Biblos, abastecía de madera a Egipto, y su relación oscilaba entre la alianza comercial y el vasallaje. De hecho Sesostris III (1878-1842 a. C.) realizó campañas militares contra Biblos, permitiendo el establecimiento de la hegemonía egipcia en la región.
Otra de las principales rutas comerciales era el mar Rojo; el principal cliente era Punt(identificado con la actual Somalia), país productor de incienso, que llegaba a Egipto a través de los puertos del mar Rojo. En el reinado de Sesostris I (c. 1962-1928 a. C.) se construyó un canal que unía el mar Rojo con uno de los brazos del delta del Nilo, posibilitándose la conexión entre los mares Rojo y Mediterráneo.
También se promovió la actividad comercial con Kush, aunque el principal interés de los egipcios era su explotación minera.
El reinado de Amenemhat II (c. 1928-1895 a. C.) es considerado el más próspero de la dinastía XII en cuanto a comercio internacional.

Wikipedia

Sinuhé, el egipcio - Mika Waltari
http://bdigital.bnjm.cu/docs/libros/PROC2-3224/Sinhue,%20el%20egipcio.pdf