A veces esto de la música esconde mucho más de lo que a oído desnudo se puede apreciar. Tras de sí, entre bastidores, late toda una historia digna de ser contada. Como ya dije en una ocasión debiera no quedarse marginada la trayectoria de un disco hasta el momento de su publicación.
Sobradamente conocida, natural de Pasadena, en California, Kim Carnes se defendió más que inteligentemente en el rock suave de los últimos setenta y buena parte de los ochenta. Curiosamente desde los 90 está más centrada en el country. Su voz terrada la dota de una sensualidad sin límite.
En 1974 cayó en sus manos un tema compuesto por Donna Weiss and Jackie DeShannon de nombre "Bette Davis Eyes". Como su propio nombre indica (qué bien queda eso) se refiere a la actriz Bette Davis, la diva del cine en blanco y negro. Mujer con carácter dentro y fuera de escena y con una mirada inquietante. Pero Carnes no gustó del ritmo original de la composición. Se trataba de una polka.
Siete años después le presentaron una nueva instrumentación del tema. La grabó en directo en una sola toma en el estudio, ¡quién dijo miedo!. El resultado es el conocido. Kim jamás obtuvo un éxito mayor en toda su carrera que con este tema.
Fue nº 1 en 31 países y se alzó con dos Grammys de relumbrón, el de mejor grabación del año y mejor tema del año. Y estuvo nueve semanas en el Billboard Hot 100.
Se cuenta que la propia Bette Davis se erigió como fan absoluta de "Bette Davis Eyes". Incluso llegó a remitir una carta personal a la Carnes felicitándole por la labor y lo bien que le había quedado.
Lo que son las cosas, allí dónde menos imaginas te espera un éxito inmediato. Sólo es cuestión de tiempo. Y si estás predeterminado te perseguirá como a Kim Carnes "Bette Davis Eyes".
http://pedro-casquel.blogspot.com.ar/2009/02/una-cancion-con-historia.html
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