La palabra “lombardo”, originaria del dialecto romanesco italiano, significa ladrón, delincuente. Con el devenir de los tiempos, se transformó en “lumbardo” y finalmente quedó en “lunfardo”, como se conoce hasta nuestros días.
Los delincuentes, adoptaron este término para designar al modo de hablar entre ellos, a fin de no ser entendido por las distintas fuerzas del orden. Definían al “lunfardo” como el “debute chamuyar canero”. Debute, significa bueno, excelente; Chamuyar: es hablar en voz baja y Canero: alude a las personas que están “en cana” o sea, están en prisión. Por lo cual, se podría traducir como “el buen hablar en voz baja de los que están presos”.
Esta forma de comunicación, originaria de los delincuentes dedicados al robo y al hurto, pasa luego a ser utilizada por los estafadores y cuenteros y finalmente por los delincuentes en general. Más tarde, adopta este vocabulario el “compadrito”, individuo del suburbio porteño, provocador, pendenciero, vanidoso, de andar afectado y vestimenta llamativa. Esta vestimenta consistía en pantalón “a la francesa”(piernas ajustadas), saco corto y ajustado, ribeteado con “trencilla”; sombrero de ala ancha y baja por delante y botines con taco “militar”.
Con el paso del tiempo, comienza a hablarse en el centro de la Ciudad y por último, termina siendo una forma popular y coloquial porteña de comunicación que cubre todas las clases sociales y si bien no se habla masivamente, se comprende en su gran parte.
En el año l897, y a los fines de ser comprendido este dialecto por la totalidad de las fuerzas policiales, se confecciona el primer diccionario “lunfardo-español”, diccionario que se irá completando en los años sucesivos.
En el año l926, nueve individuos “no recomendables”(tres españoles, dos italianos, dos portugueses, un francés y un chileno) se congregan en París y de sus deliberaciones, nace el primer “código formal delictivo internacional”. Seguidamente, fue traducido a los distintos idiomas de los participantes y fue remitido a Buenos Aires en portugués.
Esta forma de comunicación, toma distintos nombres según sea el país de aplicación. En Francia se llama “argot”, en Inglaterra y EE.UU: ”slang”; en España:”germanía”, “hampa”,”caló”,”bribia” y “jerigonza”. En Italia: ”gergo”; en Brasil:” giria dos gatunos”, en Alemania: ”gaunersprache” o “rothwelsch”; en Holanda: ”bargoens”; en China: ”hiant-chang” y en India: ”balaibalan”.
Este dialecto, está formado principalmente por aportes de voces provenientes de españolismos, galicismos, italianismos, germanismos, lusitanismos, inglesismos, francesismos y judaísmos, como así también por voces provenientes de lenguas aborígenes, como ser: Guaraní, Quichua, Araucano, Mapuche, etc.
Se enriquece con aportes del “vesre”(hablar invirtiendo las sílabas: ”café = feca”, “macho-choma”) que deviene en “verre” con el correr del tiempo debido a ser más fácil
su pronunciación.
El tango, como no podía ser de otra manera, toma esta forma de hablar, para darle a sus letras un sentido particular y un sabor distinto. Como ejemplo de esta aplicación, pasamos a considera el tango “El Ciruja”, cuya letra corresponde a Francisco A. Marino y la música a Ernesto de la Cruz, y que fuera estrenado en el año l926.
“Como con bronca y junando de rabo de ojo a un costado,
sus pasos ha encaminado derecho pa’l arrabal.
Lo lleva el presentimiento de que, en aquel potrerito,
no existe ya el bulincito que fue su único ideal.
Recordaba aquellos días de garufa cuando minga de laburo se pasaba
meta pungía, al codillo escolaseaba y en los burros se ligaba un metejón;
cuando no era tan junado por los tiras, la lanceaba sin tener el manyamiento,
una mina le solfeaba todo el vento y jugó con su pasión.
Era un mosaico diquero que yugaba de quemera,
hija de una curandera, mechera de profesión
pero vivía engrupida de un cafiolo vidalita
y le pasaba la guita que le shacaba al matón.
Frente a frente, dando muestra de coraje, los dos guapos se trenzaron en el bajo
y el ciruja que era listo para el tajo, al cafiolo le cobró caro su amor.
Hoy, ya libre’e la gayola y sin la mina, campaneando un cacho’e sol en la vedera
piensa un rato en el amor de su quemera y solloza en su dolor.
Vocabulario Breve
Junando: Mirando
Arrabal: Suburbio, afueras de la zona céntrica
Bulincito: Diminutivo de “bulín”, habitación o vivienda pequeña y precaria
Garufa: Fiesta, jolgorio
Minga: Nada, falta de.
Laburo: Trabajo
Punguía: Hurtar con los dedos o unas pinzas especiales de picos aplanados
Escolaseaba: Jugar a las cartas por dinero
Burros: Carrera de caballos
Metejón: Enamoramiento fulminante
Tiras: Policías
Lanceaba: Acción de “punguiar”
Manyamiento: Tomar conocimiento de algo
Vento: Dinero
Mosaico: Deformación de “moza”(mujer linda)
Yugaba: Trabajaba
Quemera: Mujer que trabajaba en la “quema”, lugar donde se incineraban los residuos.
Mechera: Mujer que se dedicaba a hurtar en tiendas, mediante el descuidismo.
Engrupida: Creída
Cafiolo: Individuo que vivía de la prostitución de “sus” mujeres.
Vidalita: De vida fácil
Shacar: Sacar dinero con engaño.
Ciruja: Individuo que hurgaba en la basura para extraer objetos que luego vendía (como metales, cartones, papeles, etc.)
http://www.rincondeltango.com/chamuyo/textos/aproximacionlunfardo.htm
Lunfardo y tango
En la segunda mitad del siglo XIX, se produce el nacimiento del Tango, coincidiendo con la paulatina formación de conglomerados alrededor de la joven ciudad de Buenos Aires , todavía "gran aldea" al decir de Lucio V. López.
Estos habitantes, gente llegada del interior, inmigrantes y porteños de escasos recursos, constituyeron un núcleo social que fue creando sus propias manifestaciones culturales que los identificara, con elementos propios de los arrabales porteños, en sus orígenes nacido entre guapos y malevos, prostitutas y gente del lupanar, pero que poco a poco el género se fue depurando, fue llegando al centro; comenzó a representar una manifestación artística, y su danza se bailó tanto en las importantes ciudades del exterior, como en los salones de Buenos Aires… Y se transformó en la música representativa del folclore ciudadano argentino.
Y en las letras de los tangos, el lenguaje tomó características especiales, pues se utilizaron modismos populares y vocablos de carácter inmigratorio, usados en los estratos bajos de la sociedad del arrabal porteño, enriquecido con aportes autóctonos, y que se fueron incorporando al habla cotidiana de la ciudad.
Y así, se reconoce a un argentino de la zona bonaerense, por ciertas expresiones como:
apoliyar: dormir
atorrante: vago
bacán: hombre adinerado
berretín: fantasía, ilusión
Boliche: bar
cana: policía
cachada: broma
piba: chica
mina: mujer
acanalar: herir con arma blanca
afanar: robar
alzar: tomar vuelo, llevarse a la mujer
amurar: abandonar
apoliyar: dormir
araca: cuidado, atención
arranyar: arreglar
atorrante: vago, que vivía en los caños
bacán: hombre adinerado
bataclana: bailarina, mujer de cabaret
batir: "cantar", confesar, contar
beguén: capricho amoroso
berretín: fantasía, ilusión
biyuya: plata, dinero, billetes, pesos
boliche: bar
bute: excelencia, gran calidad, clase
cachada: broma
Calá: mirá
camba: inversión silábica de bacán
cana: policía
canero: relativo a la cárcel, llamativo
canflia: rufianismo
cantar: "batir", dar datos a la policía, informar
canusa: afectivo de policía, cárcel
capelún: aumentativo de capelo, sombrero
caturo: agarro, tomo, capturo, comprendo
chamuyar: Hablar en voz baja, convencer o hablar de amores a una mujer
choreo: robo, hurto
chorro: ladrón
dique: importancia, valor
diquero: fanfarronada, que sirve para darse corte
darique: inversión silábica de diquero
embromar: molestar, engañar
encurdelarse: embriagarse
engrupir: engañar, grupear
engrupida/o: creída/o en más
escolasear: jugar por dinero
espiante: partida, retirada súbita, huída
esquiyo: enojo
estrilar: enojar, rabiar
farabute: fanfarrón, exagerado y presuntuoso
firulete: adorno prolijo, contorsiones aparatosas en el baile
funche: sombrero
funyi: sombrero
garaba: garabita: muchacha
gavión: Galán, tenorio
gili: corrido, astuto, experimentado
grela: mujer
grillar: cosechar, hacer ganancia
guita: centavos, pesos
gurda: excelencia
jailaife: petimetre (Viene de high-life)
laburar: trabajar
lengue: pañuelo de cuello
leones: pantalones
marchanta (a la): A la suerte, a cualquier lado, rebatiña
marroco: pan
marrusa: golpiza
mina: mujer
minga: nada
mishe: hombre adinerado que paga los favores de una mujer
mishiadura: pobreza
misho: pobre
mistongo/a: deslucido, de poco valor, pobre
morlaco: peso, unidad monetaria
nuria: voz infrecuente de significado incierto
pacoy: paco, paquete
paica: mujer
pamela: tonta
papusa: afectivo de papa, mujer hermosa
piba: chica
pierna: experimentado, cómplice de aventuras
pinta: casta, linaje. Arreglo notorio en la ropa
punguia: hurto diestro de los bolsillos de la víctima
Purria: podrá
quemera: Mujer que trabaja en la quema
rafa: farra
rante: vago, mal entretenido, deriva de atorrante
rantifusa: despreciable, vil
ranún: astuto, rana
robreca: de cabrero
sacar la chala: obtener dinero
sagra: inversión silábica de grasa
Shussheta: petimetre
tagai: inversión silábica de gaita (referido a un gallego o español)
taquero: Policía de alto grado, comisario
tarro: calzado de cuero
Taura: valiente, guapo
Vento: dinero
Yurno: el día
Y muchísimos términos que podríamos enumerar aquí, extraídos de la poesía del tango, y del habla porteña. Quien quiera adentrarse en el estudio de este fenómeno lingüístico, puede recurrir a los estudios y diccionario de lunfardo, que realiza una institución dedicada a la investigación de este lenguaje popular: la Academia Porteña del Lunfardo, fundada en 1962.
Renombrados escritores argentinos han realizado obras destinadas al estudio de este fenómeno popular: el tango ("Tango, discusión y clave" de E. Sábato) y su lenguaje ("El lenguaje de Buenos Aires y el lenguaje de los argentinos" de J. L. Borges).
http://www.redargentina.com/buenosaires/lunfardo.asp
Oscar Conde: "El lunfardo en la letra de tango: un vínculo perdurable".
http://www.youtube.com/watch?v=1Nsyzl7BmLo
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