Historia de la Sonata "Claro de Luna":
La pieza fue compuesta en 1801 y publicada por Giovanni Cappi en Viena en marzo de 1802, cuya primera edición apareció bajo el siguiente epígrafe:
«Sonata casi una fantasía para clavecín o piano, compuesta y dedicada a la señorita condesa Giulietta Guicciardi, de Ludwig van Beethoven. Op. 27, n.º 2.
Publicado en Viena por Giovanni Cappi, Michaelerplatz N º 5.»
La «damigella» o señorita a quién se refería la dedicatoria anterior era su alumna, la condesa Giulietta Guicciardi de 17 años y de quien se decía que estaba enamorado. Se trataba de la hija del conde Guicciardi, personaje triestino que en primavera de 1800 había sido trasladado a Viena como consejero de la Cancillería de Bohemia. La familia estaba emparentada con los Brunswick, muy amigos de Beethoven y el artista pronto contó a Giulietta entre sus discípulos aristocráticos, no aceptando ninguna remuneración por las lecciones en las que se mostraba muy exigente como profesor. En aquellos días se aproximaba el músico a los treinta años. Al cabo de algún tiempo, las relaciones entre profesor y alumna se convirtieron en un afecto más cálido. Esto se puede comprobar en su correspondencia, ya qué después de una carta muy melancólica escrita a Wegeler, el maestro le dirigió otra en la que le decía:
Sonata para piano n.º 14 de Beethoven, del pintor polaco Stanisław Masłowski, 1884.
«Ahora vivo más feliz. No podrás nunca figurarte la vida tan sola y triste que he pasado en estos últimos tiempos... Este cambio es obra de una cariñosa, de una mágica niña que me quiere y a quien yo amo».
Y continúa:
«Al cabo de dos años he vuelto a disfrutar de nuevo algunos instantes de felicidad y por primera vez creo que el matrimonio podría hacerme feliz, pero desgraciadamente no es ella de mi posición y no puedo pensar en casarme».
Efectivamente, en la familia de Giulietta habrá oposición a sus amores y aquella niña de diecisiete años de voluntad débil o inconstante muy poco después se casó con el conde Gllenberg, que era un músico "amateur" que escribía ballets bastante mediocres. La ruptura entre Giulietta y Beethoven se produjo inmediatamente después de ser publicada la sonata y el gran artista, solitario perpetuo que no nació para la felicidad ni el amor, lloró amargamente su desengaño.
La pieza fue compuesta en 1801 y publicada por Giovanni Cappi en Viena en marzo de 1802, cuya primera edición apareció bajo el siguiente epígrafe:
«Sonata casi una fantasía para clavecín o piano, compuesta y dedicada a la señorita condesa Giulietta Guicciardi, de Ludwig van Beethoven. Op. 27, n.º 2.
Publicado en Viena por Giovanni Cappi, Michaelerplatz N º 5.»
La «damigella» o señorita a quién se refería la dedicatoria anterior era su alumna, la condesa Giulietta Guicciardi de 17 años y de quien se decía que estaba enamorado. Se trataba de la hija del conde Guicciardi, personaje triestino que en primavera de 1800 había sido trasladado a Viena como consejero de la Cancillería de Bohemia. La familia estaba emparentada con los Brunswick, muy amigos de Beethoven y el artista pronto contó a Giulietta entre sus discípulos aristocráticos, no aceptando ninguna remuneración por las lecciones en las que se mostraba muy exigente como profesor. En aquellos días se aproximaba el músico a los treinta años. Al cabo de algún tiempo, las relaciones entre profesor y alumna se convirtieron en un afecto más cálido. Esto se puede comprobar en su correspondencia, ya qué después de una carta muy melancólica escrita a Wegeler, el maestro le dirigió otra en la que le decía:
Sonata para piano n.º 14 de Beethoven, del pintor polaco Stanisław Masłowski, 1884.
«Ahora vivo más feliz. No podrás nunca figurarte la vida tan sola y triste que he pasado en estos últimos tiempos... Este cambio es obra de una cariñosa, de una mágica niña que me quiere y a quien yo amo».
Y continúa:
«Al cabo de dos años he vuelto a disfrutar de nuevo algunos instantes de felicidad y por primera vez creo que el matrimonio podría hacerme feliz, pero desgraciadamente no es ella de mi posición y no puedo pensar en casarme».
Efectivamente, en la familia de Giulietta habrá oposición a sus amores y aquella niña de diecisiete años de voluntad débil o inconstante muy poco después se casó con el conde Gllenberg, que era un músico "amateur" que escribía ballets bastante mediocres. La ruptura entre Giulietta y Beethoven se produjo inmediatamente después de ser publicada la sonata y el gran artista, solitario perpetuo que no nació para la felicidad ni el amor, lloró amargamente su desengaño.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario