domingo, 1 de febrero de 2015

Música con historia: Serrat, 30 años 'En tránsito'


En tránsito supuso la renovación del sonido de Serrat, obra de Rafael Moll, que se convirtió en el primer y único productor del cantante, quien hasta entonces sólo había contado con directores musicales o arreglistas, como Juan Carlos Calderón. La aparición de Moll, que luego producirá los primeros discos de El Último de la Fila, coincidió con lo que Serrat describe como "la desaparición de mi censura interior, que me hace volverme quizá más satírico, con un lenguaje más duro".
El álbum arranca con A quien corresponda, una asombrosa canción escrita con lenguaje de instancia oficial en la que Serrat manifiesta su disconformidad con el estado del mundo, desde la degradación de los mares -tema, el ecologismo, que ya había tratado en Pare ocho años antes ("Pare, que el riu ja no és el riu)"- al olvido de los viejos.
Este lenguaje administrativo hace pensar inevitablemente en una de las cimas de la poesía del peruano César Vallejo, Considerando en frío, imparcialmente, escrita también al modo de los textos jurídicos ("Considerando también / que el hombre es en verdad un animal / y, no obstante, al voltear, me da con su tristeza en la cabeza..."). Resulta pasmoso el denso clima emocional conseguido por uno y otro utilizando un estilo tan frío.
El segundo corte es A usted, en la que, con aire festivo, Serrat interpela a un triunfador y le sugiere salir de su rutina, reconquistar espacios de libertad. Llama la atención el dominio del verso terminado en esdrújula, algo nada habitual en el mundo de la canción e incluso en la poesía ("A usted que corre tras el éxito, / ejecutivo de película, / hombre agresivo y enérgico / con ambiciones políticas"). Un texto que recuerda también otra de las cimas del uso del verso esdrújulo en la canción en castellano, Mazúrquica modérnica, de Violeta Parra, sólo que en el caso de la creadora chilena se trata de un esdrújulo forzado, artificial ("Me han preguntádico muchas persónicas...").
A continuación viene Porque la quería, himno a los modos amorosos posteriores al 68, que rechazaban las ceremonias, los contratos de matrimonio. En su momento llamó la atención por esta manera libre de ver las relaciones de pareja; hoy se revela como una gran canción de amor. La letra está muy bien llevada: Serrat insiste en que el protagonista de la canción "no quiso papeles" porque no se fiaba de él mismo ("y quiso estar seguro / que cotidianamente / tendría que ganarla / con el sudor de su frente"), y al final hace una pirueta: el protagonista se marcha antes de verse decepcionado... por ella. Se trata de "poner a salvo aquella imagen", un final que recuerda al de la película El marido de la peluquera, estrenada 9 años después, pero sin suicidio por el medio.
La cuarta pieza del disco es Una de piratas. Con leves aires tropicales, Serrat evoca a los piratas como personajes idealizados del cine y la literatura. En la gira conjunta con Joaquín Sabina -Dos pájaros de un tiro-, la cantan con la La del pirata cojo, la canción sabiniana del mismo tema, pero la de Serrat le gana en todo. Es uno de esos cortes que pueden parecer menores, pero resulta delicioso.
Luego aparece Las malas compañías, una de las cumbres del álbum. Es un retrato generacional, donde Serrat evoca su faceta más lúdica y gamberra, fuera de esa imagen de impecable ciudadano que se le ha ido adhiriendo con el paso de los años ("Mis amigos son unos sinvergüenzas / que palpan a las damas el trasero"). Pero también es uno de los mayores himnos a la amistad de la canción en castellano ("Si les roza las muerte, disimulan, / que para ellos la amistad es lo primero"). El cantautor catalán ya había escrito en 1974 otra preciosa pieza sobre este tema: Decir amigo.
A Las malas compañías le sigue Esos locos bajitos, otra de las cimas del disco. Se trata de una reflexión penetrante sobre los ambiguos placeres de la paternidad, hecha con la misma delicadeza con la que se debe tratar a un hijo. Serrat se pone coloquial en el estribillo ("Niño, deja ya de joder con la pelota"), pero en las estrofas no puede ser más profundo ni certero ("Cargan con nuestros dioses y nuestro idioma, / nuestros rencores y nuestro porvenir, / por eso nos parece que son de goma / y que les bastan nuestros cuentos / para dormir").
En Uno de mi calle me ha dicho... -el siguiente tema-, Serrat reivindica la fantasía como solución personal, el hombre que rompe las convicciones y es reprimido, con un el lenguaje ("Uno de mi calle me ha dicho / que tiene un amigo que dice (...) Y me han dicho que dicen que dijo ...") que a veces recuerda a un famoso trabalenguas ("Me han dicho que has dicho un dicho que han dicho que he dicho yo").
El penúltimo corte es No hago otra cosa que pensar en ti, una de las canciones de amor más memorables de Serrat. Lo curioso es que aquí el cantautor catalán hace una gran canción de casi nada; incluso el estar aburrido le sirve para crear una canción. Es una broma sobre la inspiración, donde se van desgranando ocurrencias triviales mientras se repite que todos los esfuerzos están consagrados a la presunta destinataria.
El álbum acaba con Hoy puede ser un gran día, una invitación - con arrebato mediterráneo- a vivir plenamente, sin miedo ni complejos ("Hoy puede ser un gran día, / imposible de recuperar, / un ejemplar único. / No lo dejes escapar"). Una canción con la que deberíamos despertarnos todas las mañanas.
Sí, En tránsito es un gran disco, uno de los mejores de Serrat, y ha crecido con el paso del tiempo. Termino con una confesión personal: cuando tenía 15 años, lo compré para mi hermana Concha, que me lo había encargado. En la tienda coincidí con un compañero de colegio, que, al ver lo que estaba adquiriendo, hizo un comentario irónico. Yo me avergoncé e insistí mucho en que era para mi hermana. Eran los años de la movida y Serrat, para un adolescente como nosotros, estaba pasadísimo. Menos mal que crecí. La que pasó fue la movida y Serrat se ha revelado intemporal y de permanente actualidad.

http://www.paginasdigital.es/v_portal/informacion/informacionver.asp?cod=2530&te=19&idage=4845



Viaje - Alfonsina Storni

Hoy me mira la luna
blanca y desmesurada.

Es la misma de anoche,
la misma de mañana.

Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.

Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.

Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.

Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.

¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.

¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:

«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!

Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.

Alma -gato nocturno-
sobre la luna salta.

Va por los cielos largos
triste y acurrucada.

Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.




Sigismund Thalberg

 (Suiza, 1812-1871)

Sigismund Thalberg nació en una familia acaudalada en 1812 y se crió en los castillos y palacios de su abuelo paterno, el príncipe Franz Joseph von Dietrichstein. A sus venticinco años ya era considerado el único rival serio que tenía Liszt como pianista. Un famoso “duelo de pianos” se llevó a cabo en el salón de la princesa Belgiojoso en 1837, para determinar cuál de los dos era el mejor instrumentista. El veredicto: en el mundo del piano, Thalberg era único pero Liszt era el único.

Aristócrata de nacimiento, de crianza, de aspecto, Thalberg era un músico culto y sofisticado, de impecables gustos y modales. Karl Halle lo escuchó en 1837 y escribió sesenta años después: “Con un estilo totalmente diferente al de Chopin o al de Liszt, resultaba admirable e intachable a su manera... Sus interpretaciones solían ser completas y precisas, dando la impresión de que una nota falsa era algo imposible. Su sonido era manifiestamente robusto, hermoso; sus frases claras como el cristal... y no buscaba emoción que no fuera la maravilla”.

La innovación en composición musical más famosa de Thalberg consistía en tocar una melodía en el centro del teclado alternando las manos (con frecuencia solo usaba los dos pulgares); dejaba libre la mano derecha para hacer adornos elaborados, y la mano izquierda para el bajo y la armonía, combinando todo con un uso inteligente del pedal. Era algo que embriagaba los oídos, y creaba la ilusión de que había tres o cuatro manos tocando. La gente se paraba sobre los asientos para ver cómo lo hacía. El invento fue empleado por Thalberg en la mayoría de sus treinta fantasías operáticas, convirtiéndose en su sello característico. 

Aquellas fantasías asombraron al público y, aunque hoy nadie las recuerda, fueron bastante más populares que cualquier cosa que Chopin estuviera escribiendo por esa época. ¿Por qué entonces han sido olvidadas? Porque cuando Liszt incursionó en el género de la fantasía operática fue más ingenioso y armónicamente arriesgado (por no mencionar su Sonata para piano en si menor, que pertenece a un nivel creativo muy lejano de la única sonata que escribió Thalberg); porque Thalberg era percibido como un ilusionista de un solo truco (lo cual no es necesariamente cierto, pero su apodo era “Arpegio Viejo”); porque no pudo avanzar con los cambios propios del tiempo. Hizo una fortuna con sus giras por el continente americano entre 1855 y 1858, regresó a Europa y se retiró a una casa de campo en Posillipo para dedicarse a los viñedos. Antes de su muerte en 1871, el mundo de la música ya lo tenía olvidado.

El rumor que nos ha llegado es que la música para piano de Thalberg no es apta para el consumo. Es una opinión transmitida de maestros a discípulos a través de las generaciones, y pocos se han tomado la molestia de investigar por sí mismos. Admitamos que no toda su música es de primera, aunque debo decir que ninguna pieza es menos que un hermoso ejercicio para las manos. Pero lo mejor de Thalberg es infaliblemente mágico y, escuchando las grabaciones de Raymond Lewenthal, Earl Wild, Michael Ponti o Marc-André Hamelin, se puede comprobar lo efectiva y brillante que es esta música: sus fantasías sobre las óperas Don Pascual, Moisés, El barbero de Sevilla y La sonámbula; las variaciones sobre Dios salve al rey y Los hugonotes con su brillante variación en octavas. En lugar de confiar en veredictos reciclados, los pianistas deberían explorar directamente las partituras y, luego de una selección, agregarían una o dos piezas a su arsenal de sorpresas para el público.

http://www.elmalpensante.com/articulo/2623/los_compositores_olvidados

Operas of Gaetano Donizetti ( fantasias by Sigismond Thalberg )




viernes, 30 de enero de 2015

Canciones con historia: Spandau Ballet - True

 

 

"True" es una canción de la banda inglesa Spandau Ballet, que fue publicada como single en 1983 logrando acaparar buenas críticas de la prensa y un éxito rotundo en los rankings de las radios británicas y Norteamericanas.
Esta canción, escrita por el guitarrista 
Gary Kemp, es una de las principales piezas musicales de su gran disco, titulado al igual que la canción, True y que fue el responsable de dejar a la banda en la "cresta de la ola de la fama".

La historia cuenta que 
Kemp estaba buscando alguna idea para escribir una balada, ya que eso era éxito seguro en plena época ochentera. Pero él no queria una simple y vaga melodía, lo que quería era hacer una canción como esas que dejaron sus ídolos musicales como Al Green o Marvin Gaye.
Un día, tirado en su cama, mirando televisión y rasgando su guitarra , llegó a la melodía que luego daría vida musical a 
"True". Kemp llegó a saltar de alegría por lograr su proposito y rápidamente llamó por telefono a su hermano Martín, que era el bajista de la banda, para que este fuera a su casa a escuchar la nueva melodía que había creado.

Luego venía la etapa de crear la letra de esta canción. Para ello, 
Gary Kemp se inspiró en la idea de escribir acerca de esas personas que no saben si ese amor que le demuestra su pareja es verdadero, ya que para ellos es dificil poner en manifiesto sus sentimientos y les dá hasta verguenza hacerlo frente a la persona que realmente quieren y aman. Además, la letra fue la forma con que el guitarrista logró plasmar toda su tristeza, ya que en esos días sufría mucho por un amor no correspondido... Ese dato es "very important"para la historia de la canción.
En una entrevista para 
su página oficial, Gary Kemp dió mas pistas sobre la inspiración de la lírica: "La letra fue delicadamente influenciada por Lolita de Nabakov, que era uno de los libros que ella (la chica que lo tenía triste y meláncolico) me había dicho que leyera alguna vez. Lamentablemente lo hice tarde, y lo leí luego de que lo nuestro se había acabado". Además recalca el secreto para el éxito de esta canción: " Nunca tomamos en serio el potencial de esta canción hasta cuando empezamos a grabarla en Compass Point. Me acuerdo que estábamos escuchándola luego de regrabarla y nos dimos cuenta de toda la energía que contenía, a tal punto que antes de que terminara de sonar, todos los allí presentes, desde los miembros del grupo hasta los asistentes del productor, estaban cantando junto a mí. En ese momento supe que la canción tenía algo especial."

Lo mismo recalcó el productor 
Tony Swain en una entrevista para el libro 1000 UK #1 Hits de Jon Kutner y Spencer Leigh: "Grabamos el álbum True en las Bahamas, y estoy seguro que mucha de la energía de ese lugar quedó plasmada en el disco. Es cierto que esta canción no fue algo complicado, pero tiene ese "que sé yo"... Tiene algo raro. Es que la canción sigue viviendo día a día, tiene cerca de dos millones de reproducciones por año en las radios de Estados Unidos y se utiliza en escenas de bodas en varias películas. Es agradable sentir que trabajaste en un disco que duró años y eso siempre lo llevo con orgullo". 

Es cierto lo que dice 
Swain, es que "True" fue un éxito a nivel mundial y aunque pasen los años, las modas y los estilo musicales, esta hermosa balada siempre estará en el soundtrack de muchas relaciones amorosas por su simpleza y hermosa letra. Y eso no lo hacen muchos...
La canción fue número uno en el UK Singles Charts en la primavera de 1985 y estuvo ahí durante cuatro semanas e hizo lo mismo en varios rankings de otros paises europeos.
En Estados Unidos el éxito fue igual e incluso más importante, ya que llegó al casillero #4 del Billboard Hot 100 y logró quitarle fama a una de las bandas que le hacían "collera" en hits y popularidad en esos años. Nos referimos a los 
Duran Duran... Pero eso es otra historia y para otra canción.


http://detrasdelacancion.blogspot.com.ar/2010/02/true-spandau-ballet.html




Zeus

Griego antiguo
Ζεύς
Equivalente romano
Júpiter
Padre
Madre
Tipo

Zeus. El más grande de los dioses del panteón helénico. Soberano de hombres y dioses, reina en las alturas luminosas del cielo, el Olimpo, la región étera donde moraban los dioses.

Iconografía de Zeus

Se le representa con un rayo, un cetro y/o un águila, o en alguna de las metamorfosis en que se transformó. 
Descendencia
·                     Con Alcmena
o                               Heracles
·                     Con Antíope
o                               Anfión

o                             Zeto
·                     Con Calisto
o                               Arcas
·                     Con Deméter
o                               Perséfone
·                     Con Eris
o                               Até
·                     Con Hera
o                               Ares

o                             Hebe

o                             Hefesto

o                             Ilitía
·                     Con Leto
o                               Apolo

o                             Ártemis
·                     Con Maya
o                               Hermes
·                     Con Metis
o                               Atenea
·                     Con Sémele
o                               Dionisio
·                     Con Temis
o                               Astrea

Mitología de Zeus

Zeus preside no sólo las manifestaciones celestes (provoca la lluvia y lanza el rayo y el relámpago), sino que, fundamentalmente, mantiene el orden y la justicia en el mundo. También es el encargado de purificar a los homicidas de la mancha de la sangre, vela por el mantenimiento de los juramentos y por el respeto de los deberes con los huéspedes; es garante del poder real y, en general ,de la jerarquía social, tanto en lo que se refiere a los hombres como en el seno de la sociedad de los dioses. El propio Zeus se halla sometido a los Hados, de los que es intérprete y a los cuales defiende contra las fantasías de los demás dioses. Consciente de su responsabilidad por las razones que hemos citado, es el único Dios que no se deja dominar por sus caprichos -a excepción de los amorosos-. Es el dispensador de bienes y males. 

Cabe decir que esta concepción de Zeus como potencia universal se ha desarrollado con los poemas homéricos y se ha asimilado, en los filósofos helenísticos, con la concepción de una Providencia única: Zeus, como el símbolo del Dios único que encarna el Cosmos. Nos hallamos, pues, en los límites de la mitología que se difuminan para pertenecer a la Teología y la historia de la Filosofía.

Zeus pertenece a la segunda generación divina, hijo del titán Crono y de Rea. Crono, que había sido advertido que uno de sus hijos lo destronaría, trataba de impedir la realización de esta amenaza devorando a sus hijos a medida que Rea iba pariendo. Sin embArgo, al sexto, Rea dio de luz de noche y en secreto, y por la mañana llevó a Crono una piedra envuelta en pañales. Crono la devoró creyendo que era un niño. Zeus se salvó. Nació en Creta, o bien en Arcadia, según difieren las tradiciones. Su nodriza fue la ninfa -o la cabra- Amaltea, que le dio su leche. Se contaba que al morir esta cabra, Zeus cogió su piel como armadura (la égida). El niño también fue alimentado por la miel de las abejas del Ida, que la destilaron expresamente para él.

Cuando Zeus llegó a la edad adulta, quiso hacerse con el poder que detentaba Crono, y pidió consejo a Metis (la Prudencia); ésta le dio una droga gracias a la cual Crono vomitó los niños que había devorado y, con el apoyo de sus hermanos, Zeus atacó a Crono y a los titanes. La lucha duró diez años. Al final vencieron Zeus y los Olímpicos -los titanes fueron arrojados del cielo-. Los cíclopes dieron a Zeus el trueno y el rayo como recompensa por haberlos liberado del Tártaro, que estaban recluídos por orden de Crono. Una vez victoriosos, los dioses se repartieron el poder, echándolo a suertes: Zeus obtuvo el cielo, además de la preeminencia sobre el universo; Posidón, el mar y Hades, el mundo subterráneo. Sin embargo, La Tierra estaba irritada al ver que sus hijos, los titanes, estaban encerrados en el Tártaro. Por eso, los Olímpicos tuvieron que luchar contra los gigantes, excitados contra ellos por la Tierra -la Gigantomaquia-. Finalmente, Zeus tuvo que acabar con Tifón, y fue el más duro de los combates.

Es larga la lista de uniones amorosas que tuvo Zeus. Cronológicamente, su primera esposa fue Metis que, para escapar a las asechanzas del dios, adoptó diferentes formas, aunque todo resultó vano. Rendida, concibió una hija, pero Gea predijo a Zeus que si Metis daba a luz una hija, ella engendraría luego un hijo que destronaría a su padre. Por eso Zeus se tragó a Metis y, cuando llegó la hora del parto, Prometeo -o Hefesto, según difieren las versiones- partió el cráneo a Zeus de un hachazo y salió la diosa Atenea, completamente armada.

Zeus se casó más tarde con Temis, una de las Titánides, y tuvo con ella varias hijas: las Estaciones (las Horas), y luego las Moiras, que son los agentes del Destino. También se unió con Dione, una de las titánides, y con ella engendró a Afrodita; De Eurínome, hija de Océano, engendró las Gracias, espíritus de la vegetación (Áglae, Eufrósine y Talía); de Mnemósine, otra titánide, que simboliza la Memoria, tuvo las Musas; finalmente con Leto engendró a Apolo y Ártemis. Del enlace sagrado con Hera, su propia hermana, y considerada como su esposa por excelencia, nacieron Hebe, Ilitía y Ares. Con Deméter, otra hermana, tuvo una hija, Perséfone.

Éstas son las uniones de Zeus con diosas, pero sus uniones pasajeras con mortales son innumerables: los Heráclidas descienden de la unión de Zeus y Alcmena; Aquiles y Áyax descienden de Zeus por la ninfa Egina, mientras que el antepasado de Agamenón y Menelao, Tántalo, pasaba por ser hijo de Zeus y de Pluto. Los cretenses se decían descendientes de Europa y de los tres hijos que había tenido de Zeus: Minos, Sarpedón y Radamantis; etcétera. 

Aunque los mitógrafos, sobre todo desde la época cristiana, justifiquen estas uniones como actos de libertinaje, los poetas y mitógrafos anteriores se esfuerzan por reconocer las razones profundas que llevaron al dios a dar hijos a las mortales: el nacimiento de Helena se explica con el fin de disminuir la población excesiva de Grecia y Asia provocando la Guerra de Troya; el nacimiento de Heracles tuvo por objeto suscitar un héroe capaz de librar a la tierra de monstruos maléficos... De hecho, muchas de esas uniones se habían desarrollado bajo formas animales u otras varias: con Europa, bajo la forma de un toro; con Leda, bajo la de un cisne; con Dánae, bajo la de una lluvia de oro...

Estas aventuras han expuesto con frecuencia a Zeus a la cólera de Hera. Según los antiguos, las metamorfosis del dios se explicaban como el deseo de oculatarse de su esposa, aunque se trate de una afabulación tardía a las leyendas de metamorfosis. Asimismo, las amantes de Zeus han adoptado con frecuencia formas animales: Io, en vaca; Calisto, osa;...<br><br> Zeus interviene en un gran número de leyendas: la Ilíada cuenta una conjura tramada contra él por Hera, Atenea y Posidón, que tenía por objetivo encadenarlo; en otra ocasión arroja Hefesto al vacío y lo deja cojo para siempre, como castigo por haberse puesto al lado de Hera; restableció el orden en el mundo después del robo de Prometeo, clavando a éste en el Cáucaso;... Ante la maldad de los humanos, decide enviarles el gran diluvio, del que la raza humana no conseguirá salvarse sino gracias a Deucalión.

También vemos intervenir Zeus en las querellas que surgen por doquier: entre Apolo y Heracles sobre el trípode de Delfos; entre Atenea y Posidón, que se disputaban el Ática;... Castiga también a cierto número de criminales y sacrílegos; lo vemos intervenir en los trabajos de Heracles, dándole armas contra sus enemigos o retirándolo de sus manos cuando cae herido. También se cuenta que Zeus pasó por raptar al joven Ganimedes, en Tróade, y haberlo convertido en su copero particular.

El culto a Zeus

Dios de la luz, del cielo sereno y del rayo, aunque no se identifica con el Sol, del mismo modo que Poseidón no se identifica con el Mar ni Apolo con el Sol. En el pensamiento helénico, los dioses han perdido el valor cósmico que pudieron tener en otro momento de su evolución, y es asimilado como el símbolo del Dios único que encarna el Cosmos. En Roma, Zeus fue identificado con Júpiter, como el dios del cielo luminoso y dios protector de la ciudad, en su templo del Capitolio.



                                                   


























El Futuro - Julio Cortázar

Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos en los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.
Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré los sueños que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.
No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.



Rigoletto - Verdi

Ópera compuesta por Giuseppe Verdi y que inició la trilogía que le haría definitivamente popular aunque ya había cosechado algunos logros anteriores como Nabucco, Ernani o Macbeth. En una Italia convulsa, camino de lo que sería, dos décadas después, la unificación del país trasalpino, Verdi comenzó a ser considerado un héroe gracias a coros tan famosos como el "Va,pensiero!"(Nabucco),"Patria oppressa"(Macbeth) o "Un patto,un giuramento" considerados como verdaderos gritos de libertad  del pueblo italiano deseoso de librarse del yugo del Imperio Austro-húngaro en el norte  o los Borbones en el sur. Así, de boca en boca, el acróstico VERDI (Vittorio Emanuele Re D'Italia) era una manera de evocar también a un compositor  que no cesaba tampoco de dejar esa ilusión unificadora que, diez años después(1.861) le llevó a ser senador en Turín.
             La ópera se estrenó en el Teatro de  la Fenice en 1.851 obteniendo gran éxito popular desde el estreno. Basada en la obra del francés Victor Hugo, "Le roi s'amuse", tuvo grandes problemas con la censura por considerarla como inmoral y obscena. Tras un tira y afloja entre los censores y el compositor, éste consiguió mantener lo fundamental y sólo cambió el emplazamiento de la obra de Francia al ducado de Mantua y otras cosas menores.
 Acto I
            Tras un preludio de gran intensidad dramática se alza el telón con la vista puesta en una fiesta que realiza el duque de Mantua en el que se encuentra toda la gente noble  de la zona. Por una de las puertas se observa la llegada del duque y Borsa que conversan amigablemente. En este punto surge una de las melodías más brillantes de la ópera que es entonada por el duque: la balada "Questa o quella", un canto al amor libertino que firmaría hasta el mismísimo Don Giovanni. Tras un breve cortejo del duque a la condesa de Ceprano  hace aparición el protagonista, Rigoletto, el bufón jorobado de la corte, todo ello  dentro de un ambiente festivo. Como era de esperar, el bufón también es objeto de las burlas de algunos de los cortesanos como Marullo que se ríe de que Rigoletto pueda tener una amante("gran nuova, gran nuova"). Tras el cortejo frustrado, aparece el duque molesto con el propio conde de Ceprano a lo que Rigoletto trata de ridiculizar a éste último tratando de enumerar los posibles castigos que le podría  hacer. Esta actitud del bufón provoca que los cortesanos se unan  contra él mientras que el duque le advierte del peligro  que puede  sufrir de persistir en esa actitud. Llega Monterone con el objetivo de alterar los ánimos , Rigoletto trata de ridiculizarlo pero lo que consigue  a cambio es una maldición para él y para el duque. Mientras que el bufón se siente maldecido ("che sento!, Horrore!") los guardias del duque arrestan a Monterone y el resto de invitados lo increpa.
 Aunque no consta en Rigoletto la división de este acto en dos cuadros es preciso hacerlo para explicarlo mejor
 Escena 2 (callejón cercano a la casa de Rigoletto)
Con el recuerdo de esa maldición, marcha el bufón de vuelta a su casa cuando se encuentra con un sicario llamado Sparafucile. Este dúo, que será el primero de los tres consecutivos, tiene la relevancia de que tendrá significado especial en el tercer acto. Cuando se despiden, se queda Rigoletto pensando en su parecido con el sicario ("Pari siamo!...Io, la ligua egli ha el pugnale!."..¡Iguales somos!,  Yo tengo la lengua, él el puñal). Es un fragmento de gran valía puesto que vemos, por primera vez, al Rigoletto como ser humano que sufre ...y la demostración es como le sigue mortificando el tema de la maldición.
 Una vez llegado a casa le recibe su hija Gilda con lo que podemos disfrutar de uno de los mejores dúos compuesto por el maestro de Bussetto. Con una primera parte de gran vivacidad, una segunda más sentimental donde el bufón explica quién es la madre de ella, una pobre mujer que murió y que alcanza unos momentos de emotividad difíciles de no ser sentidos por el oyente ("Deh, non parlarte al misero del suo perduto bene..." Ah, no habléis al infeliz de su perdido bien), y una última parte donde también interviene Giovanna, una ama de llaves, de gran nivel musical. Con la mente aún puesta en la maldición, el bufón, pide al ama que trate de velar a su hija para que nadie ni nada pueda dañarla. Tras la despedida, ambas mujeres se quedan hablando y Gilda le comenta sobre cierto joven que le siguió a la iglesia. Cuando comenta que le daría igual que fuese pobre o rico, surge el duque que ha oído la conversación  e inician el último dúo lleno de romanticismo cuya cumbre es, sin duda, el fragmento "È il sol dell'anima, la vita è amore..." El amor es la vida y luz del alma). Se da a conocer como Gualtier Maldé ya que ella desconoce como se llama; en ese momento aparece Giovanna advirtiendo de unos rumores de pasos...antes de partir se despiden("Addio,speranza ed anima sol tu sarai per me" ...Adiós,adiós, tu sólo serás mi esperanza y mi vida).
 Ella se queda sola recordando el nombre de su amado en una aría, que no dejará impasible al oyente por su belleza y sentimiento ("Caro nome che il mio cor"...Querido nombre que mi corazón..."), mientras se oye la presencia de Ceprano, Marullo, Borsa y demás cortesanos que van a raptarla ya que es la amante de Rigoletto (Marullo y compañía aún creen que es la amante de Rigoletto, error que se mantienen hasta casi el final del segundo acto). Sin embargo, se quedan de piedra cuando llega Rigoletto. Para evitar que sospeche, le comentan que van a secuestrar a la condesa de Ceprano y se une a ellos aunque ellos le imponen que debe enmascararse a lo que acepta gustoso. Una vez con la máscara y una venda puesta lo llevan hasta su propia casa y secuestran a su hija mientras que él sostiene la escalera...sólo al final se da cuenta de que ha sido objeto de burla mientras que oye un lejano grito de socorro. Con el recuerdo puesto en la maldición no puede más que exclamar un angustioso "Ah, la maledizione!"

Acto II
 Tras haber vuelto para ver a Gilda y encontrarse la puerta abierta y la casa vacía, llega el Duque a su palacio lleno de ira hacia los raptores y de sentir hacia la adorada que él la imaginaba con lágrimas ("Ella mi fu rapita...Parmi veder le lagrime..." Me la han raptado...Me pareció ver brotar las lágrimas). En este momento llegan los cortesanos comentando que habían raptado la amante de Rigoletto y, mientras escuchaba la narración del rapto, va confirmándose en su corazón que esa raptada era Gilda y siente una alegría en su interior ("Possente amor mi chiama"... Un poderoso amor me llama, una bonita cabaletta  que le gustará nada más escucharla)
 Llega Rigoletto apesadumbrado por el rapto y tratando de buscar cualquier objeto, cualquier cosa que le revele que Gilda está allí puesto que sabe de que pueda estar allí. Un paje buscando al duque y las respuestas de los cortesanos ya confirman a Rigoletto que su hija está allí. Los cortesanos le piden que buscar a otra amante por ahí...hasta que Rigoletto estalla ("io vo mia figlia!..."yo quiero a mi hija) y profiere gritos amenazantes ("Cortigiani,vil razza dannata!..." Cortesanos, vil raza maldita). Esta aria es uno de los principales momentos, quizás el más impactante, del personaje de Rigoletto; tiene  dos partes una primera más enrabietada ante los cortesanos mientras que la segunda es más de compasión hacia un padre que sólo tiene a su hija.
 El reencuentro entre Gilda y Rigoletto  es más amargo que en el primer acto ya que ella ya ha descubierto cuál es la verdadera cara del duque y él se siente molesto ante su protector y empezando a albergar ideas sobre cierta conversación con el sicario. La irrupción de Monterone, que va a la prisión lamentando que la maldición que le soltó al duque haya caído en saco roto, le hace que se confirme en cumplir la venganza contra su protector, contra aquél que deshonró a su hija. Un deseo de venganza que se manifiesta a través de un pequeño dueto con Gilda ("Sì, vendetta, tremenda vendetta"..., Si venganza, tremenda venganza)

Acto III
 Llegan  tanto Gilda como Rigoletto a una casa a las afueras de la ciudad ya que  en ésta se encuentra hospedado el duque "gracias" a sus anfitriones Sparafucile y Maddalena. Mientras que bebe vino vuelve a tratar el tema de las mujeres como ya lo hizo en el primer acto,  con la balada, pero de forma más popular con el celebérrimo  "La donna è mobile..." La mujer es voluble. Por atrás, Rigoletto empieza a reunirse con el sicario para acordar la muerte del duque. En la sala principal, mientras tanto, el duque empieza a cortejar a Maddalena ante la mirada atónita de Gilda que observa, otra vez, cómo es de verdad el duque (un gran cuarteto que le maravillará  por su música..."Un dí ,se ben rammentomi"...-más bien un dúo que se convierte en cuarteto cuando Gilda y Rigoletto comentan lo sucedido dentro). Rigoletto le pide a Gilda que abandone el lugar y se dirija a Verona mientras que él se debe quedar allí. Una vez ha marchado su hija, se encuentra con Sparafucile para arreglar el crimen mientras que, en el interior, sigue el intento de seducción del duque a Maddalena. Cuando se retira a descansar el duque, se quedan Maddalena y Sparafucile preparando el puñal y el saco para meter el cuerpo del duque una vez que fuese asesinado. Durante la conversación  Maddalena le pide que mate al bufón  y no al duque  a lo que se niega Sparafucile porque Rigoletto es el que el paga y le será fiel ("mi paga quest'uomo,fedele m'avrà"...me paga este hombre, le seré fiel). Sparafucile le dice que si alguien llega  en la media hora que queda para la medianoche ocupará el lugar del duque mientras que Maddalena se molesta porque no es posible la llegada de alguien con ese tiempo infernal. Gilda, que escucha la conversación de los dos hermanos, decide suicidarse por la vida de aquel que la traicionó y por la pena de la otra mujer que llora con lo que se hace pasar por un mendigo. Al entrar en la casa es asesinada por el sicario mientras que Maddalena la mete en el saco a la espera de que llegue Rigoletto. Los dos tríos, que se desarrollan de forma paralela, son de gran intensidad que impacta en aquel que empieza a aficionarse en la ópera.
 Rigoletto llega a medianoche, se encuentra con el sicario y le paga la otra mitad pactada recibiendo el saco con el cuerpo inerte. Cuando se queda sólo con el cuerpo se dirige al río mientras que disfruta del gran momento ya que tiene delante el cuerpo del duque...hasta que escucha la voz del duque no muy lejos de allí y se empieza a preguntar quién está dentro del saco hasta que un rayo le revela la terrible verdad...la cara de su hija Gilda. Ella sigue viva aunque próxima a morir lo que va a dar lugar al tercer último dúo entre padre e hija en un ambiente más funesto ya que la muerte de ella se percibe en cada nota. Lo más memorable es el último tramo del dúo, quizás más emotivo, destacando ese "Lassù in ciel,vicina a la madre, in eterno per voi ...preguerò" de Gilda , rezando por él en el cielo junto a la madre y el tono dramático de Rigoletto que siente su soledad y le pide que no muera. Al final, ella expira mientras que Rigoletto vuelve a exclamar esa frase que le ha marcado en toda la ópera: "Ah, la maledizione!!!"


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