Pero es otra, que nunca
fue tan grande y tan pálida.
Tiemblo como las luces
tiemblan sobre las aguas.
Tiemblo como en los ojos
suelen temblar las lágrimas.
Tiemblo como en las carnes
sabe temblar el alma.
¡Oh! la luna ha movido
sus dos labios de plata.
¡Oh! la luna me ha dicho
las tres viejas palabras:
«Muerte, amor y misterio...»
¡Oh, mis carnes se acaban!
Sobre las carnes muertas
alma mía se enarca.
Alma -gato nocturno-
sobre la luna salta.
Va por los cielos largos
triste y acurrucada.
Va por los cielos largos
sobre la luna blanca.
viernes, 23 de enero de 2015
Sábado - Alfonsina Storni
Me levanté temprano y anduve descalza
Por los corredores: bajé a los jardines
Y besé las plantas
Absorbí los vahos limpios de la tierra,
Tirada en la grama;
Me bañé en la fuente que verdes achiras
Circundan. Más tarde, mojados de agua
Peiné mis cabellos. Perfumé las manos
Con zumo oloroso de diamelas. Garzas
Quisquillosas, finas,
De mi falda hurtaron doradas migajas.
Luego puse traje de clarín más leve
Que la misma gasa.
De un salto ligero llevé hasta el vestíbulo
Mi sillón de paja.
Fijos en la verja mis ojos quedaron,
Fijos en la verja.
El reloj me dijo: diez de la mañana.
Adentro un sonido de loza y cristales:
Comedor en sombra; manos que aprestaban
Manteles.
Afuera, sol como no he visto
Sobre el mármol blanco de la escalinata.
Fijos en la verja siguieron mis ojos,
Fijos. Te esperaba.
domingo, 7 de diciembre de 2014
VERSOS A LA TRISTEZA DE BUENOS AIRES - Alfonsina Storni
Tristes calles derechas, agrisadas e iguales
por donde asoma, a veces, un pedazo de cielo,
sus fachadas oscuras y el asfalto del suelo
me apagaron los tibios sueños primaverales.
Cuánto vagué por ellas, distraída, empapada
en el vaho ggrisáseo, lento, que las decora.
De su monotonía mi alma padece ahora.
--¡Alfonsina! -- No llames, ya no respondo a nada.
Si en una de tus casas, Buenos Aires, me muero
viendo en días de otoño tu cielo prisionero,
no me será sorpresa la lápida pesada.
Que entre tus calles rectas, untadas de su rió
apagado, brumoso, desolante y sombrío,
cuando vagué por ellas, y estaba yo enterrada.
sábado, 6 de diciembre de 2014
EL RUEGO - Alfonsina Storni
Señor, Señor, hace ya tiempo, un día
soñé un amor como jamás pudiera
soñarlo nadie, algún amor que fuera
la vida toda, toda la poesía.
Y pasaba el invierno y no venía,
y pasaba también la primavera,
y el verano de nuevo persistía,
y el otoño me hallaba con mi espera.
Señor, Señor; mi espalda está desnuda,
¡haz estallar allí, con mano ruda
el látigo que sangra a los perversos!
Que está la tarde ya sobre mi vida,
y esta pasión ardiente y desmedida
la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!
martes, 25 de noviembre de 2014
"Esta tarde " – Alfonsina Storni
Ahora quiero amar algo lejano... Algún hombre divino Que sea como un ave por lo dulce, Que haya habido mujeres infinitas Y sepa de otras tierras, y florezca La palabra en sus labios, perfumada: Suerte de selva virgen bajo el viento...
Y quiero amarlo ahora. Está la tarde Blanda y tranquila como espeso musgo, Tiembla mi boca y mis dedos finos, Se deshacen mis trenzas poco a poco.
Siento un vago rumor... Toda la tierra Está cantando dulcemente... Lejos Los bosques se han cargado de corolas, Desbordan los arroyos de sus cauces Y las aguas se filtran en la tierra Así como mis ojos en los ojos Que estoy soñando embelesada...
Pero Ya está bajando el sol de los montes, Las aves se acurrucan en sus nidos, La tarde ha de morir y él está lejos... Lejos como este sol que para nunca Se marcha y me abandona, con las manos Hundidas en las trenzas, con la boca Húmeda y temblorosa, con el alma Sutilizada, ardida en la esperanza De este amor infinito que me vuelve Dulce y hermosa...
Oye - Alfonsina Storni
Yo seré a tu lado,
silencio, silencio,
perfume, perfume,
no sabré pensar,
no tendré palabras,
no tendré deseos,
sólo sabré amar.
Cuando el agua caiga monótona y triste
buscaré tu pecho para acurrucar
este peso enorme que llevo en el alma
y no sé explicar.
Te pediré entonces tu lástima, amado,
para que mis ojos se den a llorar silenciosamente,
como el agua cae sobre la ciudad.
Y una noche triste, cuando no me quieras,
secaré los ojos y me iré a bogar
por los mares negros que tiene la muerte,
para nunca más.
lunes, 24 de noviembre de 2014
El divino amor - Alfonsina Storni
Te ando buscando, amor que nunca llegas;
te ando buscando, amor que te mezquinas.
Me aguzo por saber si me adivinas;
me doblo por saber si te me entregas.
Las tempestades mías, andariegas,
se han aquietado sobre un haz de espinas;
sangran mis carnes gotas purpurinas
porque a salvarte, oh niño, te me niegas.
Mira que estoy de pie sobre los leños,
que a veces bastan unos pocos sueños
para encender la llama que me pierde
Sálvame, amor, y con tus manos puras
trueca este fuego en límpidas dulzuras
y haz de mis leños una rama verde.
viernes, 21 de noviembre de 2014
Dos palabras - Alfonsina Storni
Esta noche al oído me has dicho
dos palabras comunes.
Dos palabras cansadas de ser dichas.
Palabras que de viejas son nuevas.
Dos palabras tan dulces
que la luna que andaba
filtrando entre las ramas
se detuvo en mi boca.
Tan dulces dos palabras
que una hormiga pasea
por mi cuello y no intento
moverme para echarla.
Tan dulces dos palabras
que digo sin quererlo
-¡oh, qué bella, la vida!-
Tan dulces y tan mansas
que aceites olorosos
sobre el cuerpo derraman.
Tan dulces y tan bellas
que nerviosos, mis dedos,
se mueven hacia el cielo
imitando tijeras.
Oh, mis dedos quisieran
cortar estrellas.
sábado, 25 de octubre de 2014
DOLOR - Alfonsina Storni
Quisiera esta tarde divina de octubre
pasear por la orilla lejana del mar;
que la arena de oro, y las aguas verdes,
y los cielos puros me vieran pasar.
Ser alta, soberbia, perfecta, quisiera,
como una romana, para concordar
con las grandes olas, y las rocas muertas
y las anchas playas que ciñen el mar.
Con el paso lento, y los ojos fríos
y la boca muda, dejarme llevar;
ver cómo se rompen las olas azules
contra los granitos y no parpadear; ...
ver cómo las aves rapaces se comen
los peces pequeños y no despertar; ...
pensar que pudieran las frágiles barcas ,
hundirse en las aguas y no suspirar;
ver que se adelanta, la garganta al aire,
el hombre más bello, no desear amar...
Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar
Soy un alma desnuda en estos versos,
Alma desnuda que angustiada y sola
Va dejando sus pétalos dispersos.
Alma que puede ser una amapola,
Que puede ser un lirio, una violeta,
Un peñasco, una selva y una ola.
Alma que como el viento vaga inquieta
Y ruge cuando está sobre los mares,
Y duerme dulcemente en una grieta.
Alma que adora sobre sus altares,
Dioses que no se bajan a cegarla;
Alma que no conoce valladares.
Alma que fuera fácil dominarla
Con sólo un corazón que se partiera
Para en su sangre cálida regarla.
Alma que cuando está en la primavera
Dice al invierno que demora: vuelve,
Caiga tu nieve sobre la pradera.
Alma que cuando nieva se disuelve
En tristezas, clamando por las rosas
con que la primavera nos envuelve.
Alma que a ratos suelta mariposas
A campo abierto, sin fijar distancia,
Y les dice: libad sobre las cosas.
Alma que ha de morir de una fragancia
De un suspiro, de un verso en que se ruega,
Sin perder, a poderlo, su elegancia.
Alma que nada sabe y todo niega
Y negando lo bueno el bien propicia
Porque es negando como más se entrega.
Alma que suele haber como delicia
Palpar las almas, despreciar la huella,
Y sentir en la mano una caricia.
Alma que siempre disconforme de ella,
Como los vientos vaga, corre y gira;
Alma que sangra y sin cesar delira
Por ser el buque en marcha de la estrella.
Escrútame
los ojos, sorpréndeme la boca, sujeta entre tus manos esta cabeza loca, dame de beber veneno, el malvado veneno que te moja los labios a pesar de ser bueno. Pero no me preguntes nada de por qué lloré tanto en la noche pasada; las mujeres lloramos sin saber, porque sí: es esto de los llantos pasaje baladí. Bien se ve que tenemos adentro un mar oculto, un mar un poco torpe, ligeramente estulto, que se asoma a los ojos con bastante frecuencia y hasta lo manejamos como una dúctil ciencia. No preguntes, amado, lo debes sospechar; en la noche pasada no estaba quieto el mar. Nada más. Tempestades que las trae y las lleva Un viento que nos marca cada vez costa nueva. Si, vanas mariposas sobre jardín de Enero, nuestro interior es todo sin equilibrio y huero. Luz de cristalería, fruto de carnaval decorado en escamas de serpientes del mal. Así somos ¿no es cierto? Ya lo dijo el poeta: movilidad absurda de inconsciente coqueta, deseamos y gustamos la miel de cada copa y en el cerebro habemos un poquito de estopa. Bien; no, no me preguntes. Torpeza de mujer. Capricho amado mío, capricho debe ser. Oh déjame que ría... ¿no ves que tarde hermosa? Espínate las manos y córtame esa rosa.
Pasé por el tamiz de todos
los dolores
Y estoy purificada.¡Clamo por vida nueva!
¡Una vida que sea como un ritmo de seda!
¡Dulzura y más dulzura! La quietud de una tarde.
Deliciosa y de sol, la casita con hiedras
y un pedazo de cielo que el alma se enreda.
Ningún anhelo más que un anhelo infantil,
tener las golondrinas de una quietud eterna
¡y sentirme tan buena…¡tan hondamente buena!...
No leer nada, nada, más que en el libro pródigo,
infinito y precioso de la naturaleza
¡y sorber sus verdades con la esperanza abierta!...
Surgir a vida nueva. Realizar el milagro
de cubrir con jazmines la herida de mis venas
y hacer un canto blanco con restos de tragedia.
Tener el corazón hecho un lampo de luz,
tener el corazón hecho un nido de gemas
para que siempre se abran otras corolas nuevas.
Ir cruzando la vida con alas en el alma,
con alas en el cuerpo, con alas en la idea
y un ligero cariño a la muerte que llega.
Perdonar, perdonar, no tener rencor;
Darlo todo al olvido y llorar en la quieta
soledad de la noche con un llanto de perlas.
Perlas de anunciación, de olvido, de alegría,
de dulzura, y de gozo de sentirse serena
y comprender la vida como un ritmo de seda.
Hoy lo deseo así... hoy que es día de fiesta
y que tengo en el alma mucho de Noche Buena...
jueves, 25 de septiembre de 2014
Frente al mar de Alfonsina
Storni
Oh mar, enorme mar, corazón
fiero
de ritmo desigual, corazón malo,
yo soy más blanda que ese pobre palo
que se pudre en tus ondas prisionero.
Oh mar, dame tu cólera tremenda,
yo me pasé la vida perdonando,
porque entendía, mar, yo me fui dando:
"Piedad, piedad para el que más ofenda".
Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.
¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
me falta el aire y donde falta quedo,
quisiera no entender, pero no puedo:
es la vulgaridad que me envenena.
Me empobrecí porque entender abruma,
me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
allá en las tardes que la vida mía
bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.
Mírame aquí, pequeña, miserable,
todo dolor me vence, todo sueño;
mar, dame, dame el inefable empeño
de tornarme soberbia, inalcanzable.
Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza,
¡Aire de mar!... ¡Oh tempestad, oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.
Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y equivoca
pequeña vida que dolor provoca,
¡Que pueda libertarme de su peso!
Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
debió ser una arteria incontenible
y apenas es cicatriz que siempre duele.
Yo soy como la loba.
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada del llano.
Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley,
que yo no pude ser como las otras, casta de buey
con yugo al cuello; libre se eleve mi cabeza!
Yo quiero con mis manos apartar la maleza.
Mirad cómo se rien y cómo me señalan
porque lo digo así: (Las ovejitas balan
porque ven que una loba ha entrado en el corral
y saben que las lobas vienen del matorral).
¡Pobrecitas y mansas ovejas del rebaño!
¡No temáis a la loba, ella no os hará daño.
Pero tampoco riaís, que sus dientes son finos
y en el bosque aprendieron sus manejos felinos!
¡No os robará; la loba al pastor, no os inquieteís;
yo sé que alguien lo dijo y vosotros lo creéis
pero sin fundamento, que no sabe robar
esa loba; sus dientes son armas de matar!
Ha entrado en el corral porque sí, porque gusta
de ver cómo al llegar el rebaño se asusta,
y cómo disimula con risas su temor
bosquejando en el gesto un extraño escozor...
Id si acaso podéis frente a la loba
¡Y robadle el cachorro! no vayaís en la boba
conjunción de un rebaño ni llevéis un pastor...
¡Id solas! ¡Fuerza a fuerza oponed el valor!
Ovejitas mostradme los dientes. ¡Qué pequeños!
No podréis, pobrecitas, caminar sin los dueños
por la montaña abrupta, que si el tigre os acecha
no sabréis defenderos, moriréis en la brecha.
Yo soy como la loba. Ando sola y me río
del rebaño. El sustento me lo gano y es mío
donde quiera que sea, que yo tengo una mano
que sabe trabajar y un cerebro que es sano.
La que pueda seguirme que se venga conmigo,
pero yo estoy de pie, de frente al enemigo,
la vida, y no temo su arrebato fatal
porque tengo en el mano siempre pronto un puñal.
El hijo y después yo y después... ¡lo que sea!
aquello que me llame más pronto a la pelea.
A veces la ilusión de un capullo de amor
que yo sé malograr antes que se haga flor.
Yo soy como la loba.
Quebré con el rebaño
Y me fui a la montaña
Fatigada de llano.
A la memoria de mi desdichada amiga J.C.P. porque éste fue su verbo.
viernes, 15 de agosto de 2014
VOY A DORMIR – Alfonsina
Storni
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes...
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides... Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido...
Alfonsina Storni – película
Biográfica. Alfonsina Storni, Poetisa. primer film en Cinemascope, realizado en Argentina DIRECTOR: Kurt Land; INTERPRETES: Amelia Bence, Guillermo Murray, Dora Ferreiro, José de Angelis.
15 de Agosto de 1957: Se estrena en Buenos Aires el film "Alfonsina".
En el cine Hindú es estrenada la película de Kurt Land protagonizada por la actriz Amelia Bence y basada en la vida de la poeta Alfonsina Storni.
Alfonsina Storni - Biografía
Alfonsina Storni, poetisa contemporánea argentina, nació en 1892 en la ciudad de Laggagia, Suiza, y emigró con sus padres a la Argentina cuando era una niña. Durante su infancia vivió en la provincia de San Juan, trabajando desde temprana edad para ayudar a sus padres.
Se graduó como maestra, ejerciendo el magisterio al mismo tiempo que se dedicaba al periodismo, usando el seudónimo de Tao-Lao.
Sus colaboraciones fueron publicadas en el diario La Nación de Buenos Aires, diversas revistas y algunos diarios americanos.
Su obra poética nace de su gran sensibilidad anímica y abarca desde el pos-modernismo hasta una posición singular dentro de las corrientes vanguardistas de la época.
Nunca dio en sus poemas la sensación de naturaleza, ni tibieza de hogar, pero evocó mejor su ciudad, el tráfico de las calles, la monotonía de los altos edificios, los trenes, los parques urbanos.
No obstante, la nota más persistente en ella es el amor, entendido casi siempre como una especie de furor, contrastante sentimiento romántico con notas irónicas, la dualidad entre el ser y el no ser.
Todos sus sentimientos los confiesa sin veladuras en siete libros. Los cuatro primeros: "La inquietud del rosal" (1916), "El dulce daño" (1918), "Irremediablemente" (1919) y "Languidez" (1920), son íntimos y personales, mientras que los otros tres: "Ocre" (1925), "Mundo de siete pozos" (1936) y "Mascarilla y trébol" (1938), constituyen obras más reposadas y cerebrales, llenas de simbolismos y abstracciones.
Algunas de sus obras inéditas fueron publicadas en Buenos Aires, en el año 1960; tal es el caso de "Cinco Cartas y una golondrina" y "Poemas olvidados".
Aquejada de una enfermedad, entonces incurable, se suicidó, arrojándose al mar en la ciudad de Mar del Plata, República Argentina, en 1938.
Pocos días antes de su muerte escribió "Voy a dormir", poema que revela sus claros deseos de suicidio.
jueves, 14 de agosto de 2014
La caricia perdida - Alfonsina Storni
Se me va de los dedos la caricia sin causa,
se me va de los dedos... En el viento, al pasar,
la caricia que vaga sin destino ni objeto,
la caricia perdida ¿quién la recogerá?
Pude amar esta noche con piedad infinita,
pude amar al primero que acertara a llegar.
Nadie llega. Están solos los floridos senderos.
La caricia perdida, rodará... rodará...
Si en los ojos te besan esta noche, viajero,
si estremece las ramas un dulce suspirar,
si te oprime los dedos una mano pequeña
que te toma y te deja, que te logra y se va.
Si no ves esa mano, ni esa boca que besa,
si es el aire quien teje la ilusión de besar,
oh, viajero, que tienes como el cielo los ojos,
en el viento fundida, ¿me reconocerás?
viernes, 18 de julio de 2014
Resurgir Alfonsina Storni
Pasé por el tamiz de todos los dolores Y estoy purificada.¡Clamo por vida nueva! ¡Una vida que sea como un ritmo de seda! ¡Dulzura y más dulzura! La quietud de una tarde.
Deliciosa y de sol, la casita con hiedras y un pedazo de cielo que el alma se enreda. Ningún anhelo más que un anhelo infantil, tener las golondrinas de una quietud eterna ¡y sentirme tan buena…¡tan hondamente buena!...
No leer nada, nada, más que en el libro pródigo, infinito y precioso de la naturaleza ¡y sorber sus verdades con la esperanza abierta!...
Surgir a vida nueva. Realizar el milagro de cubrir con jazmines la herida de mis venas y hacer un canto blanco con restos de tragedia.
Tener el corazón hecho un lampo de luz, tener el corazón hecho un nido de gemas para que siempre se abran otras corolas nuevas.
Ir cruzando la vida con alas en el alma, con alas en el cuerpo, con alas en la idea y un ligero cariño a la muerte que llega.
Perdonar, perdonar, no tener rencor; Darlo todo al olvido y llorar en la quieta soledad de la noche con un llanto de perlas.
Perlas de anunciación, de olvido, de alegría, de dulzura, y de gozo de sentirse serena y comprender la vida como un ritmo de seda.
Hoy lo deseo así... hoy que es día de fiesta y que tengo en el alma mucho de Noche Buena...
martes, 15 de julio de 2014
Tú me quieres blanca Alfonsina Storni
Tú me quieres alba, me quieres de espumas, me quieres de nácar. Que sea azucena Sobre todas, casta. De perfume tenue. Corola cerrada .
Ni un rayo de luna filtrado me haya. Ni una margarita se diga mi hermana. Tú me quieres nívea, tú me quieres blanca, tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas las copas a mano, de frutos y mieles los labios morados. Tú que en el banquete cubierto de pámpanos dejaste las carnes festejando a Baco. Tú que en los jardines negros del Engaño vestido de rojo corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto conservas intacto no sé todavía por cuáles milagros, me pretendes blanca (Dios te lo perdone), me pretendes casta (Dios te lo perdone), ¡me pretendes alba!
Huye hacia los bosques, vete a la montaña; límpiate la boca; vive en las cabañas; toca con las manos la tierra mojada; alimenta el cuerpo con raíz amarga; bebe de las rocas; duerme sobre escarcha; renueva tejidos con salitre y agua:
Habla con los pájaros y lévate al alba. Y cuando las carnes te sean tornadas, y cuando hayas puesto en ellas el alma que por las alcobas se quedó enredada, entonces, buen hombre, preténdeme blanca, preténdeme nívea, preténdeme casta. Biografía Alfonsina Storni