miércoles, 5 de noviembre de 2014

 Sinfonía N°. 4 en Fa menor, Op. 36


La obra está moldeada sobre la Quinta de Beethoven —escribió Tchaikovsky a su benefactora, Nadezhda von Meck— no en cuanto a contenido musical, sino como idea básica. ¿No advierte Ud. un programa en la Quinta?"
Habría sido harto más razonable que escribiera Tchaikovsky que su Cuarta Sinfonía era el polo opuesto de la Quinta de Beethoven, donde el programa —si es que existe alguno— es el coraje para enfrentar al Destino, el desafío individual de lo inevitable, el hombre con fuerza de voluntad napoleónica para apretar sus puños y agitarlos ante el rostro de los dioses. Con Tchaikovsky, en la Cuarta, estamos ante el reverso: el desamparo esencial del hombre ante el Destino.
Tchaikovsky estaba más que medianamente enamorado del Destino; estaba convencido en la predestinación. Más de una vez aquel le condujo por mal camino. El año de su Cuarta Sinfonía es la más notable de las ocasiones de su descarrío. Es el año de su desdichado matrimonio. "No podemos huir de nuestro Destino —escribió a Nadezhda von Meck— y hubo algo de fatalista en mi encuentro con esta muchacha."
Hubo asimismo algo de "autoescogido" en este episodio. Por entonces trabajaba en la ópera Eugenio Oneguin. En el texto de Alexander Pushkin en que se baso la ópera, la heroína Tatiana escribe a Onegin y le revela su amor. Onegin la desaira cruelmente. Rollo H. Myers, al escribir sobre la vida de Tchaikovsky, observa que "la anticaballeresca conducta de Onegin sacudió la naturaleza sensitiva de Tchaikovsky. Por consiguiente, en todo el transcurso de la ópera es evidente que sus simpatías están totalmente del lado de Tatiana."
En ese tiempo recibió una colección de ardientes cartas de amor de una jovencita, una discípula del Conservatorio llamada Antonina Ivanovna Miliukova. "Con su cabeza absorta en la historia de Pushkin —continúa Myers— Tchaikovsky hizo aquello que podía esperarse que hiciera, y visitó a la joven. Tan insistente se mostró ella, que finalmente el compositor accedió a casarse, previniéndole, sin embargo, que no la amaba."
Se casó, vivió con ella nueve semanas de horrible tormento, y a continuación trató de suicidarse sumergiéndose en el Río Neva. Fue rescatado y se salvó. Tras la convalecencia, vino como final la separación; jamás volvió a verla. Puede decirse al pasar que la mujer murió en un asilo.
Un "Destino" más apropiado a la delicada naturaleza de Tchaikovsky tomó entonces forma en la persona de Nadezhda von Meck, "Hada Madrina" del compositor. ¿Qué mejor deus ex machina podría uno imaginar para este hombre gentil, sensitivo, hiper imaginativo, que esta viuda remota y benévola, que solicitaba se le permitiera contribuir con grandes sumas mensuales a manera de beca? Su asignación era de 6.000 rublos anuales (además de esto, el Zar, le concedió una pensión de 3000 rublos de por vida), y de entrada quedó establecido que jamás trabarían encuentros personales. Todo el convenio se arregló en forma epistolar, sistema perfectamente atemperado a la manera de ser de Tchaikovsky, que era en esencia refractario a lo sociable. Por otra parte podía confiar en una carta, libremente (como lo hacía en el pupitre de composición), sentimientos demasiado vehementes para que resultaran oportunos en una reunión social.
"Soy salvaje por naturaleza, —escribió a Nadezhda von Meck— cada nueva amistad, cada contacto fresco con extraños ha sido fuente de agudo sufrimiento moral. Es difícil precisar la naturaleza de este padecimiento. Acaso nace de una timidez que se ha convertido en manía, tal vez de una absoluta indiferencia a la sociedad de mis amigos; o puede ser la dificultad de decir sin esfuerzo cosas, acerca de uno mismo, en las que uno no cree realmente, porque la relación social involucra esta obligación; en resumen, no sé realmente qué es."
Si bien este vínculo amistoso perduró hasta tres años antes de la muerte de Tchaikovsky, su final también fue amargo. Alegando dificultades financieras, Nadezhda von Meck suspendió repentinamente su ayuda. Su carta final indica que daba por sobreentendido que el fin de su apoyo significaba también la interrupción de su amistad, presunción que desilusionó aun más al compositor. Se sintió víctima voluntaria del capricho de una dama acaudalada. Se dice que en su lecho de muerte, reprochó en medio del delirio a su ido ángel guardián en términos que hacían presumir que su pasada generosidad no había despertado en él mayor sentimiento de gratitud que si la ayuda hubiera provenido de una institución gubernamental, un banco, o un pariente.
La Sinfonía N°. 4 en Fa menor, Op. 36 fue escrita entre 1877 y 1878, y estrenada en un concierto de la Sociedad Musical Rusa en San Petersburgo, el 10 de febrero (estilo antiguo), 22 de febrero (nuevo calendario) de 1878, con Nikolai Rubinstein como director.


Sus movimientos
Acerca de la Cuarta Sinfonía, Tchaikovsky envió a Nadezhda von Meck, la siguiente descripción:


Primer movimiento: Andante sostenuto — Moderato con anima — Moderato assai, quasi Andante — Allegro vivo (fa menor) 

"La Introducción es el germen, la quinta esencia, el principal pensamiento de toda la sinfonía" (Tema de apertura, a cargo de cornos y fagotes, Andante, Fa Menor, 3/4). Este es el Destino, el fatal poder que impide que el ansia de felicidad llegue a su meta, que cuida celosamente que la dicha y la paz no logren imponerse, que el cielo no esté libre de nubes: una fuerza que pende constantemente sobre nosotros como una espada de Damocles, y que incesantemente enturbia nuestro espíritu. Este Poder es todopoderoso e invencible. No nos queda otro recurso que someternos y lamentarnos en vano." (Tema para cuerdas, Moderato con anima, Fa Menor, 9/8). "El sentimiento de desaliento y desesperación acentúa su fuerza y se hace más apasionado. Es mejor apartarse de las realidades y arrullarse en sueños." (Solo de clarinete con acompañamiento de cuerdas) "¡Oh, alegría! ¡Qué bello, dulce sueño! Un ser radiante prometedor de felicidad, flota ante mí y me hace señas. El importuno primer tema del allegro se escucha ahora distante, y el alma está por entero transportada en sueños. No hay trazas de amargura y de tristeza. ¡Dicha! ¡Dicha! ¡Dicha! No: son sólo sueños, y el Destino los disipa. La vida no es sino una constante alternación entre la desalentadora realidad y los halagüeños sueños de dicha. No hay puerto de anclaje; seréis llevados de aquí a allí por las olas hasta que el mar os devore. Tal el programa, en sustancia, del primer movimiento."

Segundo movimiento: Andantino in modo di canzona (si bemol menor)

"El segundo movimiento muestra otra fase de la tristeza. Es el melancólico sentimiento que nos invade cuando estamos solos en casa, agobiados por la tarea. El libro que hemos tomado para leer cae de nuestras manos y viene un ejército de recuerdos. ¡Qué amargo resulta que tantas cosas hayan sido y huido; y sin embargo es un placer pensar en esos años primeros! Uno lamenta el pasado y no tiene ni coraje ni voluntad de comenzar una nueva vida. Uno está más bien harto de la existencia. Desea uno reunir sus fuerzas y mirar hacia atrás, revivir muchas cosas en la memoria. Pensar en las horas placenteras en que la sangre joven hervía y bullía, y en que uno se sentía satisfecho de la vida. Medítase también en los momentos amargos, en las pérdidas irrevocables. ¡Y todo está ahora tan distante, tan distante...! ¡Y es tan amargo y sin embargo tan dulce meditar en el pasado!"

Tercer movimiento: Scherzo: Pizzicato ostinato — Allegro (fa mayor)

"En el tercer movimiento no hay sentimiento determinado ni expresión cabal. Hay tan sólo caprichosos arabescos, figuras fugitivas que pasan por la imaginación cuando hemos bebido vino y nos sentimos achispados. El estado de ánimo es ora alegre ora triste. En nada pensamos; damos rienda suelta a la fantasía y se siente placer en el trazado de maravillosas líneas. De repente surge en la imaginación el cuadro de un paisano ebrio y una canción callejera. Se oye música marcial resonando a la distancia. Son postales inconexas que van y vienen en el cerebro adormilado. Nada tienen en común con la realidad; son ininteligibles, bizarras, distantes."

Cuarto movimiento: Finale: Allegro con fuoco (fa mayor) 

"Cuarto movimiento. Si no mora la alegría en nuestro interior, contemplemos en derredor nuestro. Vayamos hacia el pueblo. Veamos cómo sabe mostrarse alegre y entregarse cordialmente a sus sentimientos de felicidad. El cuadro de una fiesta popular. Apenas hemos olvidado nuestro dolor, apenas hemos tenido tiempo de asociarnos a la dicha de los otros, cuando el destino implacable anuncia una vez más su presencia. Las humanas criaturas no se ocupan de nosotros, no nos miran, no advierten que estamos solos y apenados. ¡Cómo gozan, qué felices son! ¡Y nosotros habíamos jurado que todo en este mundo es sombrío y triste! Hay aún felicidad, felicidad llana, primitiva."
"Esto es cuanto puedo decirle, mi querida amiga, acerca de la sinfonía. Alegrémonos con la dicha de los demás... y aún podremos vivir. Mis palabras, naturalmente, no son suficientemente claras y exhaustivas. Es el rasgo característico de la música instrumental, que no permite el análisis."
En el programa que legó a Nadezhda von Meck de su Cuarta Sinfonía, rezaba la leyenda (de mano del propio Tchaikovsky): "Dedicado a mi mejor amiga Nadezhda von Meck".



http://www.refinandonuestrossentidos.com/peter-ilich-tchaikovsky/sinfon%C3%ADa-n-4-en-fa-menor-op-36/



martes, 4 de noviembre de 2014

VUELO - Miguel Hernández


Sólo quien ama vuela. Pero, ¿quién ama tanto
que sea como el pájaro más leve y fugitivo?
Hundiendo va este odio reinante todo cuanto
quisiera remontarse directamente vivo.

Amar ... Pero, ¿quién ama? Volar ... Pero, ¿quién vuela?
Conquistaré el azul ávido de plumaje,
pero el amor, abajo siempre, se desconsuela
de no encontrar las alas que da cierto coraje.

Un ser ardiente, claro de deseos, alado,
quiso ascender, tener la libertad por nido.
Quiso olvidar que el hombre se aleja encadenado.
Donde faltaban plumas puso valor y olvido.

Iba tan alto a veces, que le resplandecía
sobre la piel el cielo, bajo la piel el ave.
Ser que te confundiste con una alondra un día,
te desplomaste otro como el granizo grave.

Ya sabes que las vidas de los demás son losas
con que tapiarte: cárceles con que tragar la tuya.
Pasa, vida, entre cuerpos, entre rejas hermosas.
A través de las rejas, libre la sangre afluya.

Triste instrumento alegre de vestir; apremiante
tubo de apetecer y respirar el fuego.
Espada devorada por el uso constante.
Cuerpo en cuyo horizonte cerrado me despliego.

No volarás. No puedes volar, cuerpo que vagas
por estas galerías donde el aire es mi nudo.
Por más que te debatas en ascender, naufragas.
No clamarás. El campo sigue desierto y mudo.

Los brazos no aletean. Son acaso una cola
que el corazón quisiera lanzar al firmamento.
La sangre se entristece de debatirse sola.
Los ojos vuelven tristes de mal conocimiento.

Cada ciudad, dormida, despierta loca, exhala
un silencio de cárcel, de sueño que arde y llueve
como un élitro ronco de no poder ser ala.
El hombre yace. EL cielo se eleva. El aire mueve.



 

Locomotion - Kylie Minogue

The Loco-Motion (o The Locomotion) es el sencillo debút de la cantante australiana Kylie Minogue. La canción es un cover de la canción de Little Eva para su primer álbum de estudio titulado con su mismo nombre Kylie.
Después de una improvisada presentación de la canción en un evento de caridad Australian rules football con el elenco de la telenovela australiana Neighbours, Minogue firmó un contrato con Mushroom Records para lanzar la canción como un sencillo. El sencillo fue lanzado el 28 de Julio de 1987 en Australia, Suecia e Italia bajo el título de "Locomotion". La canción fue un éxito en Australia, llegando a la posición #1 y quedándose ahí por siete semanas consecutivas. El éxito de la canción en su país natal resultó en su firma un contrato de grabación con PWL Records en Londres y para trabajar con el éxitoso equipo Stock, Aitken & Waterman, quien produció el sencillo.
Durante 1988 hubo una re-grabación y una versión remix de la cancion fue lanzado mundialmente con el título de "The Loco-Motion". Este nuevo lanzamiento fue un éxito más grande que el anterior, llegando al top 5 en el Reino Unido, los Estados Unidos y Canadá. La versión de Minogue apareció en la película Arthut 2: On The Rocks, protagonizada por Dudley Moore y Liza Minnelli.



http://cancioneshistoria.blogspot.com.ar/2010/07/locomotion-kylie-minogue.html



Dioniso (Baco)

Dioniso, hijo de Zeus y Semele, es el famoso dios del vino, sobre todo si lo tomamos en la forma de Baco, aunque su significación en la cultura griega es mayor. Como dios de la vegetación y del éxtasis, Dioniso fue uno de los dioses más importantes del panteón durante el periodo Helenístico (325-30 a.C.)
Dioniso era originalmente adorado en Tracia y en Frigia, donde cumpliría la misma función que Deméter. Hasta más tarde no empezó a introducirse su figura en la mitología griega. En la obra de Homero, que vivió sobre el 800 a.C, todavía se le trata como un dios menor, aunque posteriormente su culto es de los más exaltados. Sus principales discípulas, las Ménades («locas») o Bacantes, eran famosas por el fervor de su devoción. Con giros frenéticos alcanzaban el éxtasis vestidas con pieles de ciervo, mientras vagaban con antorchas y cayados llamados thyrus que estaban rematados con madera de pino y envueltos en hiedras y viñas. Incluso a veces devoraban animales vivos.
Dioniso fue concebido por Zeus y Semele, hija de Cadmo, fundador de Tebas. Zeus le hizo el amor en forma humana, pero después de sufrir el engaño de la celosa Hera, la joven quiso ver al dios en su forma verdadera. Zeus sabía las terribles consecuencias que acceder a su deseo podía conllevar, pero no se negó a ello. Cuando Semele vio a Zeus en todo su esplendor quedó abrasada (ver Semele), pudiendo el dios salvar a Dioniso del vientre de su madre justo a tiempo. Hizo una hendidura en su pierna e insertó al pequeño dios en ella. De esta manera nació Dioniso poco tiempo después. Ino, hermana de Semelé, se apiadó de él y lo cuidó un tiempo (ver Ino).
Dioniso fue criado por las ninfas y por Sileno, un anciano robusto que montaba en un burro o tenía que apoyarse en los sátiros muy a menudo, dado su estado de embriaguez. Pese a estar borracho con mucha frecuencia, Sileno era un hombre sabio con el don de profetizar el futuro. El anciano fue parte del séquito del dios cuando ya era adulto. El resto lo formaban las ninfas, los sátiros y las Ménades.
Los sátiros siempre han sido representados con pezuñas y cuernos, e incluso Dioniso tuvo aspecto de animal durante un tiempo. Cuando Hera le impuso condiciones de vida complicadas, Zeus -quizá Hermes- le transformó en una cabra y le puso a salvo con las ninfas en el monte Nysa. Según otras versiones, fue en esta montaña donde Dioniso descubrió el secreto del vino y de la viticultura que luego extendió por todo el mundo.
Hay otras versiones sobre el nacimiento y los primeros años de Dioniso, que aseguran que el muchacho era hijo de Deméter o de Perséfone, lo cual indicaría su papel en ciertos misterios y ritos religiosos para iniciados. En este caso, Zeus debería haber tomado la forma de una serpiente. Después de la muerte de Dioniso a manos de los titanes según las órdenes de Hera, Zeus le dio su corazón a Semele para que se lo comiese, tras lo cual nació de nuevo y empezó la historia de Zeus y la joven. Uno de los epítetos que se le dedica al dios es el de «dos veces nacido», lo que se explicaría también por haber sido concebido en el vientre de Semele y haber nacido de la pierna de Zeus.
Como recién llegado entre los dioses, Dioniso no fue muy bien recibido. Hera le odiaba, pero otros dudaban de su divinidad. Licurgo, rey de los Edones, intentó matarle, pero Tetis, la diosa del mar se apiadó de él y dejó ciego a Licurgo. Penteo, rey de Tebas, lugar donde nació Dioniso, no le reconocía como divinidad. Dioniso llegó entonces a la ciudad disfrazado de joven apuesto acompañado de las Ménades y Penteo le mandó a prisión. Pero las cadenas que le sujetaban se cayeron y las puertas de la cárcel se abrieron para el dios, que le dijo a Penteo que las Ménades y las tebanas representarían orgías espectaculares en el monte Cithaeron (Citerión) bajo su encantamiento, lo que despertó la curiosidad de Penteo. Para poder ser testigo de tales excesos debería disfrazarse de mujer y esconderse en lo alto de un árbol, donde fue descubierto por las Ménades que, en pleno éxtasis, creyeron ver un Icón y, siguiendo a Agave, su madre y una de las Ménades más fanáticas le bajaron del árbol y le destrozaron. Agave volvió en sí después y enterró a su hijo, tras lo cual se exilió junto a sus padres, Cadmo y Armonía.
Esta historia encierra parte del miedo y de la aversión que muchos aristócratas griegos adoradores de los viejos dioses del Olimpo sentían por el nuevo dios y sus discípulas enloquecidas. En diversas ciudades se narraban historias de gente que, debido a su fanática adoración de Dioniso, se había vuelto loca y sufría ataques peligrosos. Es exactamente lo que les sucedió a las hijas del rey Midas.
Dioniso le dio a la humanidad el vino, regalo que provocó diversas reacciones. Según el mito ateniense, había instruido en la viticultura a ícaro y a su hija Erígone. Pero cuando sus vecinos se emborracharon temieron que se les estuviese envenenando y mataron a ícaro. Erígone se suicidó al ver lo que le había ocurrido a su padre y, como resultado, Dioniso castigó con la locura a los atenienses, provocando que muchas mujeres se ahorcasen como había hecho Erígone. Cuando los atenienses fueron conscientes de la injusticia cometida, decidieron celebrar un festival en honor de las dos víctimas colgando retratos en los árboles.
En Aetolia (Etolia), Dioniso fue muy bien recibido. El rey Eneo, cuyo nombre se parece a la palabra oinos, que significa «vino» en griego, le ofreció a su esposa Altea. De su unión nació Deianeira, futura madre de Heracles. Dioniso, agradecido, le regaló al rey el don de la viticultura.
Dioniso se casó con Ariadna, hija del rey cretense Minos, que había ayudado antes a Teseo a acabar con el Minotauro. Según algunas versiones, Ariadna había quedado abandonada en la isla de Naxos al marcharse Teseo, con el que había huido de Creta, y Dioniso se apiadó de ella. Otras versiones cuentan que Dioniso la reclamó como esposa y Teseo tuvo que hacer el camino de regreso a Atenas en solitario (ver Ariadna y Teseo).
El culto a Dioniso se extendió gradualmente por toda Grecia y más allá, pues sus túnicas frigias y su carácter exuberante recordaban a todo lo foráneo. Durante los meses de invierno en Atenas se celebraban diversos festivales por Dioniso, siendo los más famosos el Major Dionysia y el Minor Dionysia. La Anthesteria, celebración de febrero, era un festival floral en el que se consumía el vino nuevo y se traía a Dioniso en un barco -carrus navalis para los romanos. Este es el origen de la fiesta de carnaval que precede a la Cuaresma en el cristianismo y que retiene elementos de la locura de las Ménades.
Durante los festivales dionisíacos de marzo había comedias, tragedias y juegos de sátiros en el teatro de Dioniso situado al pie de la Acrópolis. La tragedia -del término griego tragoidia que significa «canción de cabra»- se desarrolló a partir de canciones y bailes que representaban los granjeros disfrazados de cabras. Así, el culto a Dioniso dio origen a un género literario que se lee y se representa no sólo en su formato original, sino que se ha ido modernizando hasta llegar a ser lo que es hoy día con las tragedias de los autores contemporáneos.
Con todo el énfasis de la embriaguez y el éxtasis, Dioniso representaba un aspecto peculiar de la civilización griega que contrastaba con la personificación sensible, intelectual, artística y controlada del dios Apolo. Dioniso también era adorado en Delfos, centro del culto a Apolo. En invierno, cuando éste salía para morar con una tribu que vivía en el Norte helado, se celebraban las festividades dionisíacas. En primavera, con el regreso de Apolo, Dioniso moría para renacer al año siguiente.
El Orfismo, en el que se asocia a Orfeo con Dioniso, fue el comienzo de la adoración de este último, que se desarrolló en el refinamiento teológico del culto que emergió en Grecia alrededor del siglo vi a.C. Al principio los sacerdotes de Dioniso persiguieron a los practicantes de este culto, pero finalmente el Orfismo se mezcló con el culto dionisíaco (ver Orpheus).
Baco, el dios romano del vino, era representado sobre los sarcófagos durante el Imperio Romano como figura salvadora que surge entre los muertos y promete la vida eterna. Cuando el cristianismo sustituyó a los viejos dioses, la figura del dios del vino se vio reemplazada por otro personaje victorioso frente a la muerte que era Jesucristo. Muchos otros ritos «satánicos» posteriores, en los que los participantes llegan a un estado de éxtasis a través del alcohol y las drogas, mantienen semejanzas con los ritos dionisíacos y bacanales en los que el dios se aparecía a sus discípulos en forma de cabra.

http://mitosyleyendascr.com/mitologia-griega/dionisio/


SNOW - Loreena Mc Kennitt

Blancos son los llanos remotos,
Y blancos los bosques que se descoloran y crecen,
El viento muere cuando sube más alto,
Y mas denso que la nieve todavía,
Un peso que crece sobra la azotea y el árbol,
Que cae escaso de forma audible.

Los prados y las corrientes lejanas,
Se quedan inmóviles sin ningún sonido,
Como algún ministro suavemente en los sueños,
Las capuchas de nevada aquí a mi alrededor,
En la madera y en el agua, la tierra y el aire,
El silencio del aire esta en todas partes

Escribí mi ortografía sola,
En el trineo de algún agricultor, arrastrada,
Con corredores que crujen y campanas agudas,
Oscilaciones por mi parte y se van,
O de la basura vacía me entero,
Un sonido remoto y claro.

Los ladridos de un perro al ganado
Están bruscamente ahuyentando,
Llevada de algún camino o corral lejos,
Entonces todo se queda en silencio y la nieve cae,
Colocándose suave y lentamente

La tarde se hace más profunda y
Los pliegues grises están más cerca alrededor del cielo,
El mundo parece descubierto, hasta ahora lejos,
Su sueño de ruidos y tan secreto como yo,
enterré la corriente que anda a paso lento,
Mudamente sobre y en el sueño…

Yo sueño…
Yo sueño...
Yo sueño...
Yo sueño...


REFLEJO DE AGUA – Aneudis Pérez

Impresionismo hay en la tarde que tornasola
sobre un cristal de átomos su imagen quieta
y hace que la vista se pierda inmersa
en su policromía de cielo y agua.

El viento estático en el espacio reverbera
siluetas de luz esparcidas en la distancia,
vorágines de nubes en el claroscuro
sutil engaño cual se amalgama en ensueño.

En línea recta al horizonte penetra
un camino que aunado se hace universo paralelo,
de aquel lado la bruma, de este lado los sueños,
ficción y realidad compartiendo el silencio.

Con mirada de ave vuelo en el tiempo muerto,
al pretérito ufano, narrador de mis gestos,
responsable de amores, evocador del verbo,
de la acción que es continua en este raudo suelo.

El agua es espejo, reflejo del recuerdo,
el cielo con sus nubes… parte de mi momento,
pasivo en el instante, meditando por dentro,
acerca del futuro, del porque, y del tiempo.

La vida en su carroza avanza hacia lo eterno,
y yo hacia la ficción, a convertirme en eco,
quizás en remembranza, o en un talvez incierto,
lo cierto es que ya fui y aun seguiré siendo.


 

 

Turina, Joaquín

Siglo XX

España [1882-1949]
Compositor y pianista español. Hijo de un pintor italiano residente en Sevilla. A pesar de estar dotado para la música desde niño, probó suerte en la Facultad de Medicina. Pronto la abandonó y se dedicó a la música y a estudiar en su ciudad natal con Rodríguez y García Torres. Tras crecer como pianista, viajó a Madrid y después a París por consejo de Falla y Albéniz, donde estudió con Moszkovski y D'Indy en la Schola Cantorum. El estreno de La procesión del Rocío le abrió las puertas para volver a Madrid, donde dirigió el Teatro Real y enseñó en el Conservatorio, además de desempeñar labores administrativas. Su estilo denotó la influencia de Franck a la descripción de ambientes nacionalistas (especialmente sevillanos) alcanzando mayor popularidad en vida que el propio Falla.

Cronología

·                               1882 Nació el 9 de diciembre en Sevilla.
·                               1902 Se trasladó a Madrid.
·                               1905 Marchó a París e ingresó en la Schola Cantorum.
·                               1907 Estreno en París del Quinteto Op. 1.
·                               1913 Estreno en Madrid de La procesión del Rocío.
·                               1914 Fijó su residencia en Madrid.
·                               1926 Ganó el Premio Nacional de Música con el Trío Op. 35.
·                               1930 Fue profesor de composición en el Conservatorio de Madrid.
·                               1940 Ingresó en la Real Academia de las Bellas Artes.
·                               1941 Fue nombrado Comisario Nacional de la Música.
·                               1946 Escribió un Tratado de Composición.
·                               1949 Murió el 14 de enero en Madrid.

Principales Obras

·                                 1909 Sevilla Op. 2 (suite pintoresca).
·                                 1912 La procesión del Rocío(poema sinfónico).
·                                 1918 Poema en forma de canciones Op.19 (sobre textos de Campoamor).
·                                 1920 Danzas fantásticas, Sinfonía Sevillana.
·                                 1923 Jardín de Oriente (ópera).
·                                 1927 La oración del torero Op. 34 (cuerdas).
·                                 1931 Rapsodia sinfónica (piano y orquesta).
·                                 1936 En el cortijo Op. 92 (piano).

 

http://www.hagaselamusica.com/ficha-compositores/siglo-xx/turina-joaquin/


La procesión del rocío

Joaquín Turina

La procesión del Rocío es un poema sinfónico compuesto en 1912 y estrenado un año más tarde con gran éxito en Madrid, lo que le abrió las puertas para su retorno coincidiendo con el estallido de la Gran Guerra en 1914. 
La obra evoca una de las fiestas más conocidas de Andalucía y Sevilla, en la que la imagen de la Virgen es conducida por un carro con bueyes. 
El autor consigue transmitirnos el ambiente festivo y devocional de la procesión, desde la alegría de sus danzas espontáneas al fervor religioso, utilizando una gran paleta orquestal de colores brillantes y fastuosos.