Nacimiento de la obra
Actualmente La Flauta de Pan es interpretada sobre el escenario en un contexto de concierto como una de las obras más importantes del repertorio para flauta sola, pero originalmente fue creada como música incidental para el poema dramático en tres actos Psyché, de Gabriel Mourey. Correspondía ser ejecutada detrás de escena y debía representar “la última melodía que Pan toca antes de morir” , según las propias palabras de Mourey.
La correspondencia entre Debussy y Mourey ha sido de gran ayuda para registrar la relación artística que los unía, relación que se remonta a 1891. En una carta fechada el 20 de febrero de 1909 Debussy escribe:
“Tu idea es muy buena, esperaba algo así de ti; sin embargo le das mucho énfasis a la música [...] No tenemos necesidad que un cantante tome parte en el drama.” (
Mourey ya había realizado varios intentos por concretar un trabajo en conjunto con Debussy pero, por diferentes motivos, éstos no habían podido llevarse a cabo. En julio de 1907 el escritor le presentó a Debussy el libreto de Le Roman de Tristan, una ópera en cuatro actos, adaptación de Tristán de Joseph Bédier que el mismo Mourey había realizado. El propósito nunca pudo concretarse debido a una disputa relacionada a los exclusivos derechos sobre la adaptación teatral.
El 29 de marzo de 1909, Mourey volvió a sugerirle en una carta tres proyectos al compositor. Ellos fueron los libretos de las óperas Houn de Bordeaux, Le Marchand de Rêves y Le Chat Botté, que Debussy rechazó.
Finalmente se concreta la posibilidad de trabajar juntos en Psyqué. La correspondencia, sin embargo, refleja la inseguridad y la frustración de Debussy respecto a la composición de La Flauta de Pan, como en la carta del 25 de marzo de 1913, donde el músico responde a la pregunta de Mourey sobre quién iba a ser capaz de ejecutar la parte de flauta:
“Sólo conozco flautistas que tocan en orquestas y estarán muy ocupados en la próxima temporada [...] Discúlpame si La Flauta de Pan no se materializa, no puedo darte realmente nada [...]”
El estreno de la obra se realizaría el 1 de diciembre de ese año. Debido a la falta de tiempo, Debussy le consulta a Mourey en reiteradas oportunidades si existía la posibilidad de retrasar la fecha acordada. Esto se podrá observar claramente en el siguiente fragmento, perteneciente a una carta del 30 de octubre:
“¿Podría ser posible para Mme. Mors posponer las fechas que me dieron hasta el mes de diciembre? Aquí está el por qué: es materialmente imposible que la música esté lista, y no olvides que el tiempo de ensayo también debe ser incluido. Además, reflexionando, los pocos gemidos pronunciados por el coro van a parecer ridículos si esto es toda la música necesaria durante el segundo acto, por la simple razón de que van a estar conectados absolutamente a nada!
¿No ves que sería más razonable apuntar a tu primer idea de La flauta de Pan? El 14 de noviembre debo estar en Lausanne para ensayar y conducir un concierto que tiene lugar el lunes 17. Entonces puedes ver qué poco tiempo queda.”
El 17 de noviembre Debussy todavía no había finalizado la composición, expresando claramente en la siguiente carta su intención de realizar una pieza para flauta sola:
“Sr. Mourey,
Aún no he encontrado lo que buscaba... por la razón que una flauta cantando en el horizonte debe contener su emoción! Esto es que no hay tiempo para repeticiones, y exagerado artificio embrutecería la expresión desde la línea o el patrón melódico no puede descansar en una intervención de color. Por favor dime muy precisamente ¿Después de qué línea la música comienza?
Después de muchos intentos uno debe aferrarse a La Flauta de Pan sola sin acompañamiento. Esto es más difícil pero más lógico dada la naturaleza de las cosas.
Afectuosamente.
Claude Debussy”
Debussy le reitera al escritor, en una nueva carta con fecha del 24 de noviembre, que todavía no había concluido la obra faltando tan sólo una semana para el estreno:
“[...] Todo lo que queda por hacer es terminarla, lo cual es difícil de hacer.”
En las líneas siguientes pregunta a Mourey si ya había encontrado un flautista. Pero la situación tomó un giro positivo el 26 de noviembre, cuando el compositor le escribe a Mourey diciéndole:
“Ven mañana, si puedes, después de comer [...] No hay mucho que mostrar pero es realmente bueno.”
Debussy viajaba a Rusia el 30 de noviembre, por lo que se cree que la composición fue terminada entre los días 27 y 29 de ese mes.
El estreno
Psyché se estrenó en París, como estaba previsto, el día 1 de diciembre de 1913, con dos presentaciones adicionales los días 3 y 4 del mismo mes. Fue un espectáculo brindado por la sociedad Le Masque en el teatro particular del Sr. Louis Mors, una pequeña sala elegante de estilo gótico al fondo de la callejuela Passy.
Figura en el programa de la première que, en el tercer acto, se interpretaría una composición inédita de Claude Debussy, llamada La Flauta de Pan y que la ejecución estaría a cargo del flautista Louis Fleury.
Fleury fue quién difundió La flauta de Pan, interpretándola en giras de conciertos por Francia y otros países, y conservó el manuscrito de la partitura hasta el día de su muerte. Pero en sus presentaciones es él mismo quien comienza a ejecutar la composición como una obra solística, y no como música incidental de una representación teatral.
El éxito de Psyché fue mencionado en la prensa parisina, destacando la puesta en escena, las destacables interpretaciones de los actores y la música de Claude Debussy, que en el tercer acto fue escuchada con éxtasis. La velada del estreno fue muy aplaudida por el público presente, los críticos de arte, y el mundo literario parisino.
La Flauta de Pan. Música incidental
La Flauta de Pan figura como una de las obras más importantes en el repertorio flautístico. Desde la Sonata para flauta sola (1763) de C. F. E. Bach no se había compuesto música relevante para este instrumento solista y es la primera pieza para flauta sola en la que un renombrado compositor utiliza la moderna flauta Boehm creada en 1847.
Es una composición que tiene gran valor musical en sí misma. Incluso si desconociéramos que el objeto que movió a Debussy para componerla fue el de musicalizar el poema de Mourey, el contexto mitológico que la envuelve o el texto que se recita sobre ella, seguramente seguiría figurando entre las obras más importantes para flauta sola. Así mismo, el poema de Mourey, si bien no ha gozado de la difusión que ha tenido la composición de Debussy, resulta ser un poema construido con mucha habilidad, con cadencias musicales y armonía literaria. También encontramos en él valor literario independiente de la composición para flauta.
Tener conocimiento del poema y su contexto no sólo proporcionará al intérprete de flauta datos históricos sobre la obra, sino que le brindará seguridad en la elección de una interpretación que esté basada en el conocimiento de lo que se quiere expresar y no únicamente en el gusto personal. La reciprocidad entre la música y el poema renueva y enriquece la obra, en función del vínculo entre los sonidos, las significaciones y los estados anímicos que cada una de las partes generan individualmente.
Debussy traduce en música no sólo el significado de las palabras que recita la Náyade, sino también la estructura del poema y los cambios en el estado psíquico-emocional de la ninfa. Será muy valioso para el flautista, que está acostumbrado a escuchar la música sin el recitado, hacer el análisis de la composición partiendo de su unión con el texto.
Conclusiones
La flauta de Pan ha marcado un antes y un después en el repertorio de la flauta solista. Si causa un gran impacto sonoro en quien lo escucha o lo interpreta sin poseer conciencia del discurso que alberga en su interior, más aún será el asombro que cause en aquellos que la desgranen en busca de una intención expresiva y de los motivos que movieron a Debussy en el proceso compositivo.
Definitivamente el magnífico poema y la sublime composición musical se potencian entre sí, gestando una armonía perfecta entre los sonidos de la flauta y los sonidos de la palabra. Se propone al intérprete a la hora de abordar la obra, además de un conocimiento más profundo de la pieza, la vuelta a la interpretación musical con el recitado, en la medida que las circunstancias lo posibiliten y que el músico así lo desee. También será importante hacerse de una buena edición de la pieza durante su estudio teniendo en cuenta los elementos detallados en el apartado III al momento de elegir entre la gran cantidad de ediciones existentes.
Este análisis integral podrá ser de utilidad para quienes, como flautistas, emprendan la ejecución de la pieza. Pero si, finalmente, no se modifica sustancialmente el resultado sonoro de la interpretación, quizá cambie en el músico la búsqueda conceptual de lo que se intenta expresar.
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