domingo, 2 de noviembre de 2014

Rouslan y Ludmila - Glinka

Ruslán y Liudmila (título original en ruso, Руслан и Людмила, Ruslán y Liudmila) es una ópera en cinco actos (ocho escenas) con música de Mijaíl Glinka y libreto en ruso de Valerián Shirkov, Néstor Kúkolnik y N. A. Markévich, entre otros, basado a su vez en el poema homónimo deAleksandr Pushkin. Glinka la compuso entre 1837 y 1842. La muerte de Pushkin en el famoso duelo le impidió escribir el libreto él mismo, tal como estaba planeado. Fue estrenada el 9 de diciembre de 1842 en San Petersburgo.
Hoy, la música más conocida de la ópera es su obertura.

Historia de las representaciones

Se estrenó en San Petersburgo el 27 de noviembre de 1842 en el Teatro Bolshói Kámenny. Cuatro años más tarde, la ópera se representó en el Teatro Bolshói de Moscú en 1846.
La ópera se interpretó por vez primera el 4 de junio de 1931 en el Teatro Lyceum en Londres y en los Estados Unidos en una versión de concierto en Nueva York el 26 de diciembre de 1942. Tuvo su primera representación escénica en los Estados Unidos en la Compañía de ópera de Boston de Sarah Caldwell el 5 de marzo de 1977.
Esta ópera se representa poco; en las estadísticas de Operabaseaparece la n.º 242 de las óperas representadas en 2005-2010, siendo la 21.ª en Rusia y la primera de Glinka, con 10 representaciones en el período.

Argumento

Se desarrolla en la época de la Rus de Kiev (siglos IX a XIII); el lugar es Kiev y varias ubicaciones imaginarias y fantásticas.
El argumento es una adaptación de un cuento de hadas de Pushkin. La obertura es una pieza breve y llena de energía que se basa en tres temas: El de Ruslán, enérgico y guerrero; el de su amor por Ludmila, más tierno; y el del malvado enano Chernomor.

Acto I

En el salón de Svetozar, se celebra el banquete de bodas para Ruslán y Liudmila. Los invitados escuchan a Bayán cantando una canción que anticipa los infortunios para la novia y el novio, seguidos de la felicidad del amor verdadero. Liudmila, entristecida ante la perspectiva de abandonar a su padre, reconforta a sus pretendientes desdeñados, Farlaf y Ratmir, y luego se compromete con Ruslán. Svetozar bendice a la pareja. De repente todo se oscurece y resuena un trueno. La gente se queda paralizada por un encantamiento mientras dos monstruos se llevan a Liudmila. Cuando regresa la luz y todo el mundo se recupera, sienten pánico ante la desaparición de Liudmila. Svetozar promete la mitad de su reino y la mano de Liudmila al hombre que se la devuelva. Los tres pretendientes se preparan para el viaje en busca de Liudmila.

Acto II

Escena 1
Ruslán llega a la caverna del mago bueno Finn, quien le dice que el malvado hechicero Chernomor se ha llevado a Liudmila y que Ruslán será el hombre que lo destruirá. Finn le habla de una hermosa muchacha llamada Naina de la que se enamoró y lo rechazó. Pero luego se fue a estudiar magia y a través de los hechizos finalmente llegó a una mujer vieja, Naina, ahora enloquecida de amor por él. Él se escapó y ha estado escondido de ella desde entonces. Por abandonarla, Naina es consumida por un odio vengativo, que lo mismo puede hacer recaer sobre Ruslán.
Escena 2
En un lugar desértico, el cobarde Farlaf se pregunta si debería continuar buscando a Liudmila, cuando la decrépita Naina se le acerca. Ella promete conseguirle a Liudmila y enviar lejos a Ruslán. Ella desaparece, y Farlaf se regocija en su triunfo.
Escena 3
Ruslán, ha llegado a un desierto plagado de armas y huesos de una batalla pasada, y se pregunta por la causa de esta escena y se interroga si él también acabará de la misma manera. Elige un nuevo escudo y lanza del terreno para reemplazar a sus armas rotas, pero no puede encontrar una espada suficientemente pesada para completar su nuevo armamento. Cuando se alza la niebla, una Cabeza gigante aparece y sopla para provocar una tormenta que aleje a Ruslán. Cuando Ruslán golpea la Cabeza con su lanza, la Cabeza cae hacia atrás y revela una espada debajo. La toma y pregunta a la Cabeza de dónde viene. Mientras muere, la Cabeza explica que en el pasado fue un gigante, y su hermano enano es el malvado mago Chernomor. La espada está destinada a matar a los dos; de manera que, para evitar el destino, Chernomor engañó al gigante, le cortó la cabeza, y lanzó su cabeza viva lejos a un desierto distante para mantener la espada protegida debajo de ella. Con la espada ahora en las manos de Ruslán, la Cabeza clama venganza contra Chernomor.

Acto III

Jóvenes doncellas atraen a los viajeros al interior del castillo mágico de Naina. Gorislava aparece, buscando a Ratmir, quien la cogió cautiva y luego la abandonó. Después de que ella se fue por un momento, el propio Ratmir entra en escena y cae bajo el embrujo de las doncellas, quienes lo seducen con su danza. El último invitado que se ve atraído al castillo de Ruslán, quien se empieza a olvidar a Liudmila al ver a Gorislava. De repente aparece Finn; y, después de prever un destino feliz para Ratmir y Gorislava, y para Ruslán y Liudmila, el castillo se vuelve un bosque al tiempo que intentan rescatar a Liudmila.

Acto IV

Dentro de los jardines mágicos de Chernomor, Liudmila echa en falta a Ruslán y se resiste a la influencia de los alrededores encantados. Chernomor llega con su cortejo; se representan danzas. Una llamada de trompeta hace señales a Ruslán. Chernomor duerme a Liudmila con un encantamiento y se marcha a luchar contra Ruslán, quien entra a la escena triunfantemente luciendo la barba de Chernomor alrededor de su yelmo. Aunque él está descorazonado ante la condición de Liudmila, Ruslán, junto con Ratmir y Gorislava, decide volver a Kiev con Liudmila en busca de ayuda de los magos que hay allí.

Acto V

Escena 1
En un valle a la luz de la luna, Ruslán, Ratmir y Gorislava, con Liudmila, han acampado a pasar la noche. Ratmir, que hace la guardia, se preocupa por Ruslán, y luego expresa su felicidad ante su reunión con Gorislava. De repente los esclavos dicen que han secuestrado otra vez a Liudmila y que Ruslán se ha ido a buscarla. Finn aparece, entrega un anillo mágico a Ratmir que despertará a Liudmila cuando ella regrese a Kiev.
Escena 2
Liudmila está dormida en la sala de Svetozar. Resulta que Farlaf, con la ayuda de Naina, secuestró a Liudmila y la trajo de vuelta a Kiev de manera que parece haber sido su rescatador. Sin embargo, no puede despertarla. Se acercan los caballos, y llegan Ruslán, Ratmir y Gorislava. Ruslán lleva el anillo mágico a Liudmila, y ella se despierta. La escena se abre a una vista de Kiev, el pueblo se regocija en sus dioses, su tierra natal, y la joven pareja.

Análisis

Como con la ópera Una vida por el zar, Ruslán y Liudmila emplea algunos aspectos de la música folclórica rusa; también destaca el imaginativo uso de la disonancia, cromatismo, escala de tonos completos y elementos orientales.
La jovial obertura es una de las piezas orquestales más conocidas en Occidente. Un rasgo orquestal del Acto I es el uso delpiano y el arpa para sugerir el timbre de los gusli. La deuda de Glinka hacia los modelos operísticos occidentales aparece abundantemente en el rondó de Farlaf, una imitación rusa del "Largo al factotum" de Fígaro de la ópera de Gioachino Rossini El barbero de Sevilla.
Junto con su homóloga Una vida por el zar, esta segunda ópera de Glinka confirmó un fundamento operístico ruso que se construiría en la próxima generación de los compositores rusos. En particular, Ruslán sirvió como el modelo para los cuentos de hadas operísticos rusos, particularmente los de Nikolái Rimski-Kórsakov.

Wikipedia


Concierto para Saxofón y Orquesta en Mi b op. 109 - A. Glazunov


Escrito en junio de 1934 en París, esta obra pasa por ser la última de Glazunov y está desarrollado en forma lineal, sin cortes entre movimientos. El concierto fue estrenado el 25 de noviembre de 1934 en Suecia por el saxofonista Sigurd Raschèr y desde entonces se convirtió en uno de los clásicos del repertorio. A pesar de su carácter anacrónico y romanticista — muy en la línea de Rachmaninov — el concierto utiliza leves influencias del jazz y destaca, sobremanera, por el extraordinario juego de tonalidades dentro de una estructuración continua. Al parecer, Glazunov nunca escuchó en vida dicha pieza.
En Rusia, la continuidad de la gran escuela musical que nacionalismo y romanticismo burgués habían propiciado, no fue fácil y no todos los autores posteriores encajaron con la misma fortuna en el postromanticismo. Sin duda, los dos principales nombres de la generación postromántica rusa fueron los de Rachmaninov y Scriabin. Al primero de ellos siempre le perjudicó el que fuera considerado como un compositor del siglo XX cuando su verdadera ubicación debería estar en el postromanticismo exuberante de raíz chaikovskiana. Además, aunque emigró a Occidente con motivo de la Revolución, sus creaciones más significativas fueron anteriores a la Primera Guerra Mundial. Dentro de esta tendencia chaikovskiana también podríamos mencionar a Anton Arenski (1861-1906) y Sergei Taneiev (1856-1915). Más cercanos al folklore estuvieron Anatole Liadov (1855-1914), Alexander Gretchaninov (1864-1956), Sergei Liapunov (1859-1924) y Mihail Ippolitov-Ivanov (1859-1935). Por su parte, Scriabin fue un compositor postromántico de tendencias experimentales cuya primera etapa estuvo del todo influida por la música de Chopin. Al lado de Rachmaninov y Scriabin surgió una figura prestigiosa que, sin embargo, no acabó de cuajar tanto como hubiera podido merced a sus grandes cualidades musicales. Discípulo directo de Rimski-Korsakov, Alexander Glazunov representó un nacionalismo ruso muy pulido pero, tal vez, ya pasado de moda.
Alexander Konstantinovich Glazunov nació el 10 de agosto de 1865 en San Petersburgo en el seno de una acomodada familia de editores y libreros. Mostrando un precoz talento musical, Glazunov fue enviado por Balakirev a Rimski-Korsakov, de quien adquirió las técnicas necesarias de composición (Glazunov jamás pisó un conservatorio durante su formación). De esta forma, con apenas 17 años, Balakirev estrenó su primera sinfonía y poco más tarde Rubinstein tomó parte en el estreno de su primer cuarteto. A partir de los 19 años, Glazunov empezó a dirigir sus propias obras, tanto en Rusia como en el extranjero, llegando a visitar a Liszt en Weimar en 1884. En 1899 fue nombrado profesor del Conservatorio de San Petersburgo (al igual que años atrás como Rimski, sin tener ninguna titulación oficial) del que llegó incluso a ser director entre 1905 y 1928. Durante esta etapa, Glazunov se mostró como un profesor estricto pero muy preocupado y comprometido con sus estudiantes pese a una legendaria fama de bebedor compulsivo que no está nada clara y que parece que le colocaron como sambenito. Ese mismo año de 1928, Glazunov abandonó Rusia y se estableció definitivamente en París. Allí, pese a que gozó de gran popularidad, su rigor declinó rápidamente. Finalmente, el 21 de marzo de 1936 Glazunov falleció en la localidad parisina de Neuilly-sur-Seine.
Pese a que Alexander Glazunov consiguió, más que ningún otro compositor de la escuela nacionalista, un equilibrio entre los elementos rusos y europeos, su música ultraconservadora desentonó con las ideas progresistas del momento. Fue un músico de un acabado y pulidez exquisitas, pero ello conllevó a su vez a una estrechez y pesada uniformidad de inspiración. Históricamente, Glazunov representa una amalgama, el fruto común, entre la tradición del Conservatorio de San Petersburgo (nacionalista) y el de Moscú (europeísta). Con todo, lo esencial de su aportación reside en una enorme pureza compositiva del todo académica, con gran plasticidad y colorido orquestal. Sirva desde aquí nuestro humilde homenaje a la figura de este gran y controvertido compositor.

http://leitersblues.com/2012/06/alexander-glazunov-concierto-para-saxofon-op-109/


 


sábado, 1 de noviembre de 2014

Tengo miedo – Pablo Neruda


Tengo miedo. La tarde es gris y la tristeza
del cielo se abre como una boca de muerto.
Tiene mi corazón un llanto de princesa
olvidada en el fondo de un palacio desierto.

Tengo miedo -Y me siento tan cansado y pequeño
que reflojo la tarde sin meditar en ella.
(En mi cabeza enferma no ha de caber un sueño
así como en el cielo no ha cabido una estrella.)

Sin embargo en mis ojos una pregunta existe
y hay un grito en mi boca que mi boca no grita.
¡No hay oído en la tierra que oiga mi queja triste
abandonada en medio de la tierra infinita!

Se muere el universo de una calma agonía
sin la fiesta del Sol o el crepúsculo verde.
Agoniza Saturno como una pena mía,
la Tierra es una fruta negra que el cielo muerde.

Y por la vastedad del vacío van ciegas
las nubes de la tarde, como barcas perdidas
que escondieran estrellas rotas en sus bodegas.
Y la muerte del mundo cae sobre mi vida.


 


Canciones con historia: Marillion – Kayleigh


Los Británicos Marillion dejaron con la canción Kayleigh una de las más grandes huellas en el rock y pop de los años 80. A pesar de ser lanzado hace más de veinte años, este es un tema aún vigente y especial para muchas personas. Y seguramente, el público en general le segurá rindiendo tributo por mucho tiempo más.

Kayleigh apareció en el álbum Misplaced Childhood de 1985 y fue escrita por Fish (n. 25 de Abril de 1958), el vocalista de esta progresiva banda, de quien se dice le dedicó este tema a una ex pareja llamada Kay Lee como una gran disculpa por haber echado a perder una relación y luego terminar por su egoísta búsqueda del éxito musical. Fish reconoce no sólo escribirle esta canción a una sola mujer, sino a otras cuatro ex parejas que el recuerda en distintos pasajes de la canción por medio de ciertos eventos que nombra.

Y tanto fue el éxito de este tema, que a finales del 2005 un estudio reveló que más del 96% de las británicas llamadas Kayleigh nacieron después del año 1986. Sin duda, bautizadas en honor a esta preciosa canción. También se comprobó que alrededor del mundo muchas otras niñas también se llaman asi debido a este motivo.

Letras / Lyrics

Do you remember chalk hearts melting on a playground wall
Do you remember dawn escapes from moon washed college halls
Do you remember the cherry blossom in the market square
Do you remember I thought it was confetti in our hair
By the way didn't I break your heart?
Please excuse me, I never meant to break your heart
So sorry, I never meant to break your heart
But you broke mine

Kayleigh is it too late to say I'm sorry?
And Kayleigh could we get it together again?
I just can't go on pretending that it came to a natural end
Kayleigh, oh I never thought I'd miss you
And Kayleigh I thought that we'd always be friends
We said our love would last forever
So how did it come to this bitter end?

Do you remember barefoot on the lawn with shooting stars
Do you remember loving on the floor in Belsize Park
Do you remember dancing in stilettoes in the snow
Do you remember you never understood I had to go
By the way, didn't I break your heart
Please excuse me, I never meant to break your heart
So sorry, I never meant to break your heart
But you broke mine

Kayleigh I just wanna say I'm sorry
But Kayleigh I'm too scared to pick up the phone
To hear you've found another lover to patch up our broken home
Kayleigh I'm still trying to write that love song
Kayleigh it's more important to me now you're gone
Maybe it will prove that we were right
Or ever prove that I was wrong


http://loverdeth.blogspot.com.ar/2006/12/kayleigh.html



La Nubia Antigua (Kush)

Época: África
Inicio: Año 1000 A. C.
Fin: Año 350

El país nuba parece iniciarse al sur de la Primera Catarata, es decir, a partir de Assuan (10º latitud norte). A partir de aquí, habrá que apelar a la tradición oral para la reconstrucción del pasado. Es costumbre denominar Baja Nubia al territorio que se extiende entre la Segunda Catarata, ya próxima a Wadi Halfa y la Primera Catarata, y seguidamente tras remontar la Segunda Catarata, la Alta Nubia. Aquí el Nilo discurre por un desfiladero que se abre entre las mesetas libias del oeste y la que podría denominarse arábiga -de no mediar la depresión del mar Rojo al este- y la comunicación se hace difícil, menos no obstante que entre la Segunda Catarata y la Tercera. Ahora el Nilo se nos muestra muy poco propicio a la navegación con una sucesión de rápidos y meandros en medio de un paisaje de sierras desérticas. Bastante más al sur y pasada ya la Quinta Catarata, el Nilo recibe por su derecha y de las montañas de Abisinia un afluente importante, el Atabra. Una pista que va de Korosko a Kurgus permitirá al viajero que la utilice ahorrarse el gran arco que describe el Nilo en el país de Dóngola. Pista siempre inhóspita, dado el carácter desértico de la región que atraviesa y por los nómadas que la frecuentan. Toda la región es receptora de lluvias periódicas, merced a las nubes traídas por los vientos del sur, aun cuando las precipitaciones sólo parezcan favorecer a la cuenca del Atabra. Napata, en la curva del Dóngola apenas las recibe, aunque sí Meroe. 
Las primeras noticias que tenemos del país nuba o Kush proceden del mismo Egipto faraónico, merced a los contactos que, desde inicios del período dinástico, mantenía éste con las costas de Eritrea, Somalia y Arabia meridional, contactos fruto de expediciones marítimas y terrestres. Es posible que estas últimas llevasen al corazón del África negra el Neolítico, con la domesticación del ganado cabrío e incluso, las técnicas cerámicas. En el 2.275 a.C., Herkhur, al servicio del faraón Pepi II (VI dinastía) llevó a cabo algunas expediciones, trayendo diversos productos de las mismas e, incluso, un pigmeo destinado a entretener a su soberano. Posiblemente, recorrió el Nilo Azul hasta la actual Etiopía meridional siguiendo por el Nilo Blanco y el Bahr-el-Gazal hasta llegar al mismo borde de la selva congoleña. Otras expediciones que se sucedieron produjeron un gran impacto entre las poblaciones, ya que probablemente los exploradores faraónicos llevaran consigo ganado vivo y simientes para sembrar en la estación lluviosa, enseñando la domesticación a los indígenas. Todos estos aportes terminarán por fructificar en una pequeña región del sur de Nubia, que ya entrado el II milenio a.C. empezaría a ser colonizada por el Egipto faraónico, como parecen demostrar diversas excavaciones en Kerma, cerca de Dongola, que desvelaron un reducto faraónico a datar entre las Dinastías XI y XII y por cuyas inscripciones sabemos que se trataba de la guarnición colonial de un principado indígena llamado Kush, que se extendía entre la Tercera y Cuarta Cataratas. 
A finales del II milenio se hará ya más patente la penetración egipcia. Emplazada la capital del imperio faraónico en Tebas -la actual Luxor-, los soberanos de las Dinastías XVIII, XIX y XX que habían llevado su expansión imperialista más allá del Sinaí, se vieron detenidos por los hititas, por lo que decidieron extender sus dominios hacia el sur del Nilo. De aquí que el país nuba, es decir, la región que se extiende entre la Primera y la Segunda Cataratas que hoy llamamos Baja Nubia, conociese una masiva ocupación egipcia, que trajo consigo la explotación de sus recursos auríferos, que proporcionarían a los faraones unas 40 toneladas anuales de oro, cantidad que prácticamente sólo logrará superarse en la actual Sudáfrica. 
Más allá de Nubia, en Kush, florecería toda una serie de poblados egipcios. Incluso en Yebel Barkal, ya cerca de la Cuarta Catarata, se llegó a construir una réplica del templo tebano a Ammon. Y sería allí precisamente, en Yebel Barkal, cuando al iniciarse el I milenio a.C., se impone un gobierno independiente, con una dinastía indudablemente egiptizada, que sería la que daría vida al que habría de llamarse Reino de Kush, cuya existencia se prolonga durante más de un milenio, con su capital política primero en Napata y más tarde en Meroe. 
Fue aquí donde el Egipto faraónico optaría por constituir a la desesperada un baluarte defensivo. Al norte, los asirios habían sucedido a los hititas como auténtico poder imperialista organizado en el Próximo Oriente y el Bajo Egipto conocía junto a las continuas irrupciones piráticas de los Pueblos del Mar, los excesos de los mercenarios libios que, haciéndose con el poder, habían impuesto una serie de dinastas en el Delta. Las excavaciones de Reisner y otras en Napata parecen haber demostrado que fue coetáneamente a tales sucesos cuando termina de construirse allí la primera necrópolis real, a principios del siglo IX a.C. 
Y desde allí, un siglo más tarde, los reyes de Kush iniciarán la reconquista de Egipto, constituyendo la Dinastía XXV con cinco monarcas. Napata en tal ocasión pasa a ser la auténtica capital del Egipto faraónico y sus reyes harán por aliarse con Tiro y Sidón, pero también con Israel y Sudán en una desesperada tentativa de oponerse al creciente poderío asirio. 
Pese a todo, el año 676 a.C., los asirios bajo Asarhadon ocuparían el Bajo Egipto, y acto seguido, pocos años después, saquearían Tebas. Al faraón Taharqa no le quedó otra opción que retirarse a Kush, donde -a pesar de la invasión asiria y más tarde persa, griega y romana- habrá de configurarse un reino que sigue fiel a las tradiciones legadas del mundo faraónico, en una lentísima agonía. 
Durante el período que conoció como provincia egipcia, e incluso en sus dos o tres primeros siglos de existencia independiente, la población de Kush, al igual que la de Egipto, fue predominantementeleucoderma, y una mayoría caucasoide dominó las rutas comerciales meridionales hasta los mismos confines de la última catarata del Nilo. Sin embargo, hacia el siglo VI a.C., Kush varía sus límites territoriales, traslada más al sur su capital política, más allá del desierto y de las cataratas, a una región a la sazón boscosa justo en el límite septentrional de las lluvias tropicales de estío. Las nuevas fronteras pueden situarse al sur de la actual Khartum. 
Nace así Merwo, la nueva capital, en un país de población melanoderma y un poco más arriba de la confluencia del Atabra. Desde entonces los soberanos kuchitas gobernarán sobre una población mixta integrada por caucasoides y negroides, con nítida mayoría negra. Cabe buscar razones del cambio. La decadencia del Egipto faraónico hizo prácticamente innecesarias las rutas comerciales y, por otra parte, los kuchitas habían logrado aprender de sus antagonistas asirios la metalurgia del hierro, dándose el caso de que mientras que el Egipto faraónico careció de mineral de hierro y de combustibles para fundirlo, y el norte de Kush poseía mineral aunque no combustible, el Kush meridional se mostró poseedor de ambos productos en tan gran cantidad que dos milenios y medio después la contemplación de las montañas de escoria producidas le hacen suponer al viajero europeo que se encuentra ante un paisaje digno de la cuenca renana. 
Sin embargo, Kush mantendría así una cierta autarquía económica que permitiría a los meroítas, con sus útiles y armas de hierro, plantearse la expansión hacia zonas más alejadas, en el ámbito sudanés, y sus soberanos terminarán no sólo por elegir para su descanso eterno el nuevo emplazamiento, sino asimismo -a partir del 308 a.C.- edificarán en el mismo importantes complejos templarios -como el dedicado al Sol / Anunon- así como baños reales que acusan una particular influencia helenística. No obstante, las dosnecrópolis reales conocidas seguirán fieles a la tradicional pirámide, que en los últimos siglos se levantarán en ladrillo revestido. 
Se vive a la sazón en tiempos en que los sucesores de Ptolomeo, general de Alejandro y fundador de la dinastía faraónica Lágida, han bajado su guardia en el sur, contentándose con el control de una franja de unos 120 kilómetros al sur de Assuan, de acuerdo con los monarcas meroítas. Son tiempos un tanto oscuros. Con excepción de una mención de Diodoro de Sicilia, refiriéndose al Rey Arkami -Ergamenes- que reina entre el 225-220 a.C. y al parecer se siente atraído por la cultura griega y se enfrenta a los sacerdotes de Anunon en Napata, sólo cabría registrar que con la decadencia del poderío lágida los etíopes parecen apoyar ciertos movimientos nacionalistas. 
Tras la conquista romana, el primer prefecto de Egipto, Cornelio Galo, consigue reducir a los etíopes en la Thebaida (30-27 a.C.). En el 23 a.C. Petronio, tras derrotar a los egipcios que le presentaban batalla enElefantina, avanzará a Nubia, derrotando a su soberana, una Candax, y arrasa Napata. Desde este momento, los romanos logran someter todo el país hasta Ibrim, más allá de Korosko. Meroe conoce entonces un aislamiento y marginación más graves, que culminan cuando el emperador Diocleciano se decide a transferir a diversos pueblos bárbaros -nómadas nobadas y blemyos- a la región, cuya guarnición le supone un elevado gasto (fines del siglo III). 
El caso es que a inicios del siglo IV el reino de Meroe desaparece como entidad política y cuando en el 350 d.C. Ezana, emperador de Axum, se anexiona la región de Meroe, ésta conocía la opresión de los negros Noba. En el momento actual, Meroe sigue ofreciendo múltiples interrogantes al historiador, al egiptólogo y al antropólogo, independientemente de que en un momento determinado de la historia de África al sur del Sahara, el reino negro de Kush-Napata-Meroe, constituyéndose en un foco de vanguardia de la milenaria civilización faraónica y muy posiblemente de la metalurgia del hierro, encontrará particular expresión con la invención de la llamada escritura cursiva meroítica, la introducción en la misma del alfabeto y competirá con la jeroglífica egipcia. 
Su civilización acertaría a fusionar elementos egipcios helenísticos y orientales, llevados por los sabeos y sobre todo africanos. Quizá el drama secular que vivió Meroe fue la dificultad de su comunicación con Egipto y su aislamiento entre las sabanas y los ignotos desiertos del oeste por un lado, y por otro, del telón natural que constituirán al este el Mar Rojo, el reino árabe de Axum y los puertos griegos de fundación ptolemaica.


http://www.artehistoria.jcyl.es/v2/contextos/8558.htm



Otelo, el moro de Venecia
Escrita hacia 1604 y probablemente representada el mismo año, esta tragedia en cinco actos, en verso y en prosa, de William Shakespeare se publicó en cuarto en 1622, en folio en 1623 y nuevamente en cuarto en 1630 y en 1655. El texto de la primera edición en cuarto presenta notables diferencias con la de 1623, hasta el extremo de que quedó justificada la hipótesis de que los editores utilizaron manuscritos distintos; por ello el texto se establece teniendo en cuenta ambas ediciones.
La fuente de esta obra es la séptima novela de la tercera década de los Hecatómitos de Giovan Battista Giraldi Cintio, con la diferencia de que el capitán moro y el alférez carecen de nombre en Giraldi. Se ha emitido una hipótesis identificando el moro con el patricio Cristoforo Moro, que fue lugarteniente en Chipre, en 1508, y que perdió su mujer en el viaje de regreso a Venecia; otros autores creen que se trata del "capitán moro" (en realidad un italiano del sur) Francesco da Sessa, que fue condenado a galeras por los Rectores de Chipre, a fines de 1544 o principios del año siguiente, en Venecia, por un delito no especificado. No se sabe con certeza si Shakespeare se valió del original italiano o bien de la traducción francesa de Gabriel Chappuys, publicada en París en 1584.
El moro Otelo, general al servicio de Venecia, ha conquistado el amor de Desdémona, hija del senador veneciano Brabantio, relatándole sus gestas y los peligros por los que pasó; y luego se ha casado con ella. Por esto Brabantio le acusa ante el Dux de haber hechizado y raptado a su hija. Pero Otelo explica de qué manera conquistó lealmente el corazón de Desdémona, y ésta confirma su relato.
Mientras tanto llega la noticia de que es inminente un ataque de los turcos contra Chipre, y se pide la colaboración de Otelo para rechazarlos. Brabantio, de mala gana, cede su hija al moro, que inmediatamente marcha con ella a Chipre. El alférez Yago, que ha sido sustituido en el cargo de lugarteniente por Casio, siente un odio profundo hacia Otelo; Yago ha oído rumores de que el moro ha yacido con Emilia, su esposa y camarera de Desdémona.
En un primer momento, Yago logra desacreditar a Casio ante Otelo, haciendo que Casio se emborrache y turbe la paz pública. En ello le ayuda Rodrigo, que ama, sin ser correspondido, a Desdémona. Casio, privado de su grado, es inducido por Yago para que ruegue a Desdémona que interceda en favor suyo; simultáneamente Yago hace nacer en el ánimo de Otelo la sospecha de que su esposa le engaña con el desgraciado lugarteniente.
La intercesión de Desdémona en favor de Casio parece confirmar sus sospechas y crea en el moro unos furiosos celos. Yago se las ingenia para que un pañuelo que Otelo le había dado a Desdémona como preciosa prenda (pañuelo recogido por Emilia cuando su señora lo había perdido) sea hallado en poder de Casio. Otelo, cegado por los celos, ahoga a Desdémona en su lecho.
Poco más tarde, Casio, al que Rodrigo había de dar muerte por instigación de Yago, es hallado herido. Pero a Rodrigo, herido por Yago para evitar que su plan sea descubierto, le hallan unas cartas que prueban la culpabilidad de Yago y la inocencia de Casio. Otelo, fulminado por el descubrimiento de haber dado muerte a su inocente esposa, y tras haber hallado, con motivo del derrumbamiento de su mundo, su lucidez mental, se mata estoicamente para castigarse.
Esta tragedia, cuyo tema dominante lo constituyen los celos, está tan hábilmente construida y arrebata de tal modo la atención que, a menos de que se haga un frío y minucioso examen, no se nota la improbabilidad de muchos elementos, las contradicciones en la psicología de los distintos personajes y una incurable inconsistencia en la duración de la acción.
Los críticos se han esforzado en solucionar las distintas dificultades que presenta el drama. La más grave de ellas es la duración de la acción: desde el desembarco de Desdémona y de Otelo en Chipre hasta la catástrofe final solamente transcurren treinta y seis horas; en cambio, muchas circunstancias requieren que la acción tenga un desarrollo más largo y dure al menos algunas semanas.
Se ha intentado conciliar esa evidente incongruencia de varias maneras, por ejemplo, suponiendo que la acusación de Yago contra Desdémona se refiere a una época anterior a su llegada a Chipre, puesto que durante la estancia en Chipre no habría habido materialmente tiempo para esos supuestos amoríos. Pero esta explicación se opondría a lo que Yago dice de Desdémona; así, en el tercer acto (3,230 y siguientes) la infidelidad de Desdémona se atribuye a un período posterior a la pasión que ella sintió hacia el moro, que había durado hasta poco tiempo antes. Por consiguiente, según las palabras de Yago, la infidelidad habría tenido lugar en una época recentísima.
También se aprecian contradicciones en el carácter de Otelo. Por otra parte, Desdémona parece demasiado obtusa para no darse cuenta de que Otelo está celoso, cuando recomienda a Casio en el momento menos oportuno. Más tarde, cuando ya se ha dado cuenta de los celos que siente su marido, no trata de descubrir el motivo y de tener inmediatamente una explicación con él. También los demás personajes pueden parecer algo ingenuos por dejarse engañar por Yago.
Pero las confusiones y contradicciones en la psicología de los personajes, así como soluciones de continuidad entre sus caracteres y la manera que tienen de obrar, estaban en el orden del día en el teatro elisabetiano, que contaba con efectos de perspectiva que inevitablemente implicaban deformaciones que no podían apreciarse en la representación. Y precisamente en este aspecto este drama de Shakespeare es quizás uno de los más lúcidos y clásicos del autor, lo cual explica su éxito en el continente.Zaira, de Voltaire, en la que el personaje Orosmane está calcado de Otelo, es la primera adaptación francesa de la obra shakesperiana.
Tragedia meridional por la pasión que constituye su argumento (sin que por este motivo pretendamos, como hizo Schlegel, ver en el drama un intento de estudio cultural y ambiental, según el cual Otelo vendría a ser la tragedia del bárbaro mal asimilado), es la que con más frecuencia se ha representado en Italia, dando lugar a interpretaciones famosas. En cambio, a la mentalidad inglesa y puritana, el tema siempre ha parecido más bien repelente, y por ello, en época reciente, el público seguía con morbosa atención la interpretación que el negro Paul Robeson hacía del personaje. Es una tragedia acuciante y que no da respiro; un hecho de crónica negra que Shakespeare rodea con toda la riqueza verbal y la sutilidad conceptual de un seiscentista.


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Otelo – William Shakespeare

Otelo – Orson Welles (1952)



Extrañandote... - John Waite

Cada vez que pienso en ti,
siempre me quedo atónito
y yo sigo parado aquí, y tú estás a millas de distancia
y me pregunto por qué te fuiste

Y hay una tormenta que está rabiando
a través de mi congelado corazón esta noche
Escucho tu nombre en ciertos círculos,
y siempre me hace sonreír

Paso el tiempo pensando en ti,
y eso casi me está volviendo loco

Y hay un corazón que se está quebrantando
en línea de larga distancia esta noche
No te extraño para nada
desde que te has marchado
No te extraño,
no importa lo que pueda decir

Hay un mensaje en la línea,
y te voy a enviar esta señal esta noche
No sabes cuan desesperado me he vuelto

y parece que estoy perdiendo esta batalla
En tu mundo no significo nada
aunque estoy tratando duramente de entender

Y es mi corazón que se está rompiendo
en línea de larga distancia esta noche
No te extraño para nada
desde que te has marchado
No te extraño,
no importa lo que digan mis amigos

Y hay un mensaje que estoy enviando
como un telegrama a tu alma
Y si no puedo tender un puente sobre la distancia
detén esta sobrecarga de angustia

No te extraño para nada
desde que te has marchado
No te extraño,
no importa lo que digan mis amigos
No te extraño,
no te he extraño,
me puedo mentir

Y hay una tormenta rabiando
a través de mi congelado corazón esta noche
No te extraño para nada
desde que te has marchado
No te extraño,
No importa lo que mis amigos puedan decir
No te extraño
No te extraño, me puedo mentir
No te extraño, no te extraño
No te extraño, no te extraño  
No te extraño no te extraño
No te extraño …