miércoles, 25 de marzo de 2015

Legiones Romanas
La Legión Romana (del latín legio, leva) era la unidad militar básica de la antigua Roma. Consistía en un cuerpo de infantes pesados de entre 5.000 y 6.000 (más tarde hasta 8.000) soldados de infantería y varios centenares de jinetes. Las legiones tenían asignado un nombre y un número; se identificaron cerca de 50, pero nunca llegaron a existir tantas en un mismo momento de la historia de Roma. Usualmente había 28 legiones con sus auxiliares, y se reclutaban más según las necesidades y la situación en cada momento.
HISTORIA
Originalmente, en la época de los Reyes, la legio englobaba al ejército romano en su totalidad, compuesta de ciudadanos romanos reclutados para las armas. En algún momento, posiblemente al comienzo de la República Romana, la legio estaba subdividida en dos legiones separadas, cada una bajo mando de uno de los dos cónsules.
En los primeros años de la República, cuando las campañas militares romanas estaban centradas principalmente en rechazar multitud de invasiones, no se sabe a ciencia cierta si el poder militar de las legiones fue desplegado completamente en su conjunto. Las legiones se organizaron de un modo más formal en el siglo IV adC, cuando las guerras en las que Roma se veía involucrada se hicieron más frecuentes y estratégicamente mejor planificadas, y la armada consular se dividió en dos legiones. Los tribunos militares aparecieron después del año 331 adC. La organización interna de la legión fue más sofisticada, de la clásica falange se pasó al sistema de cohortes, manípulos y centurias.
Más tarde, durante el Imperio, la legión era comúnmente reforzada por tropas aliadas, las allae. Estas tropas eran reclutadas entre mercenarios o entre pueblos cuya habilidad bélica era bien conocida en el mundo antiguo, como los jinetes númidas o los honderos baleares. Su función era generalmente la de actuar como auxiliares de las tropas romanas, principalmente legionarios.
Durante los períodos finales de la República de Roma y la Roma Imperial, las legiones desempeñaron un rol político importante, al tiempo que se profesionalizaban completamente. Sus acciones podían asegurar el destino de un Emperador romano, o destruirlo. Un ejemplo es la caída de Vitelio en el Año de los cuatro emperadores, decidida en el momento que las legiones del Danubio eligieron apoyar a Vespasiano.
Cerca del siglo I adC, la amenaza demagógica de las legiones quedó claramente identificada. Los gobernantes no podían alejarse de sus provincias con sus Legiones. Cuando Julio César cruzó el río Rubicón para dejar sus provincias y trabarse en armas en Italia, se precipitó una crisis constitucional.
ORGANIZACIÓN
En la República, la existencia de las legiones fue efímera. Con excepción de las Legiones I a IV, que formaban la armada consular (dos por cónsul), las otras unidades se reclutaban por campaña. El carácter permanente tuvo lugar fundamentalmente por cuestiones internas; en particular para garantizar su lealtad al Emperador, y no a sus generales.
Durante el Imperio, la legión fue estandarizada, con símbolos y una historia individual en donde los hombres servían con orgullo. Las legiones eran comandadas por un legado o legatus. Rondando los treinta años de edad, usualmente serían senadores por tres años. Los subordinados inmediatos del legado, serían seis tribunos militares elegidos - cinco oficiales regulares y el sexto, un noble representando al Senado. Había un grupo de oficiales prestando servicios médicos, ingenieros, cronistas y el praefecti castrorum (prefecto o comandante de campo), que había servido como primipilum, o primer centurión, siendo éste un personaje muy respetado. Por debajo del primipilo se hallaban los centuriones, que tenían como subordinado a un optio. Por debajo se hallaba la masa de legionarios, entre otros especialistas como sacerdotes y músicos.
A mediados de la República, las legiones se componían de las siguientes unidades:
1) Caballería o equites.
Esta era originalmente la unidad más prestigiosa, donde los romanos jóvenes y saludables comenzaban a destacarse antes de iniciar sus carreras políticas. El equipamiento necesario era pagado por cada jinete, y consistía en un escudo redondo, casco, armadura corporal, espada y una o más jabalinas.
La caballería era excedida en número en la legión. En un total de cerca de 3000 hombres, habría apenas unos 300 jinetes, divididos en 10 unidades de 30 hombres. Al mando de cada unidad, había un decurión. Sumada a esta caballería pesada, habría una caballería liviana que reclutaba ciudadanos más pobres y jóvenes de buena salud, pero sin la edad suficiente para entrar en la hastati o en la equites.
2) Infantería liviana o velites.
Los velites eran básicamente lanzadores de jabalina y hostigadores en general y no tenían una organización formal precisa o una función en el campo de batalla; eran utilizados según la necesidad. Provenían de los estratos económicamente más bajos de la sociedad.
3) Infantería pesada.
Era la unidad principal de la legión. Se componía de ciudadanos legionarios que pudieran pagar el equipamiento compuesto de casco de bronce, escudo, armadura y lanza corta (pillum). El arma preferida era el gladius, un tipo de espada corta. La infantería pesada era subdividida de acuerdo a la experiencia de los legionarios en tres líneas separadas:
Los hastati (sing. hastatus) eran los más jóvenes y formaban la línea delantera, iban armados con dos pila de distintos pesos, para que una tuviera más alcance y la otra perforase los escudos. En el cuerpo a cuerpo, usaban la espada.Como armadura era común el uso de placas de bronce sujetas con correas de cuero, que tapaban el corazón y parte el pecho. También usaban casco de bronce y el scutum (escudo largo romano).
Los príncipes (sing. princeps), hombres con edades rondando los 30 años, componiendo la segunda línea de la legíon, iban armados al igual que los primeros, pero en lugar de la placa del pecho, podian pagarse una coraza de cota de malla de anillos.
Los triarii (sing. triarius) eran los soldados veteranos y alineados atrás, sólo entrarían en combate en situaciones extremas. A diferencia de los principes, en lugar de los pila usaban una lanza larga, para formar en una sólida falange erizada de puntas de lanza, que contuviera al enemigo.
Cada una de estas líneas estaba subdividida en manípulos, la menor subunidad del ejército, compuestas de dos centurias comandadas por el centurión mayor. Las centurias eran nominalmente de 100 soldados (de allí el nombre), pero en la práctica podían llegar a ser solo 60, sobre todo en las manípulas triarii, menos numerosas. Cada centuria tenía su estandarte, y era compuesta de diez unidades llamadas contubernia. En un contubernio había 8 soldados compartiendo tienda de 4 plazas (los otros 4 estarían siempre de guardia) piedra de moler, una mula y un caldero (dependiendo de la duración de la travesía).
En batalla, las manípulas eran organizadas comúnmente en una formación de cuadrícula llamada quincux. Las manípulas de príncipes cubrían los espacios abiertos dejados por los hastati, siendo cubiertos los propios por las manípulas triarii.
Cuando se desplegaba una legión en el combate, cada centuria formaba normalmente un cuadrado de 10 hombres de frente por 8 de fondo. Así, una centuria se colocaba tras la otra y formaba un manípulo, formando un cuadrado de 10 hombres de frente por 16 de fondo. En las crónicas de Polibio y Vegecio se relata como que el espacio entre filas era de 3 pies, siendo entre columnas de 4 pies (tomando como referencia que un infante pertrechado ocupa un espacio de dos pies de ancho por uno de fondo -60 x 15 cm-, deducimos que cada centuria podía ocupar un cuadrado aproximado de unos 50 pies de frente por 40 de fondo, es decir, 15 metros por 12.
En las cohortes, los tres manípulos formaban juntos en línea, pero dejando una distancia entre sí suficiente como para que la segunda centuria de cada manípulo pudiese ocupar el espacio entre las centurias situadas al frente. Esta formación dispuesta con tres centurias de frente por dos de fondo ocuparía un espacio en el campo de batalla de aproximadamente unos 75 m de frente, pero teniendo que dejar un espacio de 15 m con referencia a la cohorte situada en su flanco izquierdo, de forma que su centuria situada en la segunda línea a la izquierda pudiera desplegarse en este espacio.
Las cohortes generalmente se disponían en tres líneas denominadas acies o al menos para César la formación en "triplex acies" es la habitual. En caso de que se contase con pocos efectivos también se podía formar en "acies dúplex", pensado para poder mantener un mismo frente de batalla ante un enemigo superior en número, evitando así el ser superado por las alas y, una vez envuelto, derrotado. Dado que una legión estaba formada por 10 cohortes, en la formación de triplex acies se obliga a que una línea tenga una cohorte más que las otras dos, siendo habitual el despliegue en el campo de batalla de cohortes de distintas legiones, eso sí, procurando que las cohortes de una misma legión estuvieran próximas unas a otras.
LAS REFORMAS DE MARIO
La división de la infantería en secciones especializadas, hastati, príncipes y triarii, desaparecerá con la reforma de Cayo Mario, a finales del s. II adC.
A partir de la reforma, la infantería legionaria constituye un cuerpo homogéneo de infantería pesada, sin distinciones por razón del armamento o la edad de los soldados. Del mismo modo, se eliminó de la legión el contingente de velites, que ya estaba totalmente en desuso: la infantería ligera de las legiones primitivas era muy poco efectiva, como se demostró una y otra vez durante las Guerras Púnicas y fue sustituida por cuerpos especializados de "auxiliares", que en época imperial, procedían de levas entre los indígenas de las diversas provincias, agrupándose según su origen étnico y conservando su estilo peculiar de combate.
Esta reforma se debió a la necesidad de crear un nuevo contingente militar para la defensa del territorio romano tras las gravísimas derrotas sostenidas por el ejército en las guerras contra Cimbrios y Teutones, dos tribus germánicas que habían atravesado las fronteras romanas en el transcurso de su migración hacia la Galia, entre los años 106 y 105 adC.
Estas derrotas, de proporciones catastróficas, junto con el progresivo desinterés por la milicia por parte de las clases sociales superiores, implicaban que la cantidad de hombres disponibles para combatir era demasiado exigua, y supusieron el abandono del concepto "ejército de ciudadanos" por parte de Roma. Mario instituyó un ejército profesional de nueva planta, reclutado entre las clases sociales inferiores, los infraclassem, hasta entonces exentos del servicio militar. A partir de este momento el legionario es un soldado profesional, que recibe una paga por su servicio y la promesa de mejoras económicas una vez concluido.
Pero esto implicaba también un grave riesgo para la estabilidad de la República, ya que a partir de este momento los soldados empiezan a ser leales únicamente a quien les paga, a quien les dirige: al general. De ahora en adelante, el ejército se convierte en un factor decisivo en la vida política romana, ya que cualquier personaje que cuente con el apoyo de las legiones puede utilizarlas como herramienta para obtener el poder.
Desde este momento, las cohortes, de las que habrían seis a diez, sustituyen a los manipula como unidad táctica básica. Cada cohorte se compone de 6 a 8 centurias y es liderada por un centurión asistido por un optio, un soldado capaz de leer y escribir. El centurión mayor de la legión es llamado primus pilus, un soldado de carrera y asesor del legado.
Por lo tanto, una legión se componía de alrededor de 4800 hombres de armas, y de un gran número de discípulos, sirvientes y esclavos. Las legiones podrían contener hasta 6000 hombres en batalla, aunque en ciertos momentos de la historia romana se redujeron a cerca de 1000 para refrenar comandantes rebeldes. Las legiones de Julio César tenían sólo 3500 hombres aproximadamente.
Por otra parte, desde la época de Julio César, las legiones incluían un tren de artillería bastante completo: cada centuria estaba equipada con una carroballista, una gran ballesta montada encima de un carro, y cada cohorte con una catapulta, lo que no sólo incrementaba la potencia de fuego de la legión en el combate a campo abierto, sino que servía también para la guerra de asedio.
Este pequeño ejército, capaz de batirse por sí solo en casi cualquier modalidad militar, arrastraba (especialmente en época imperial) una gran cantidad de personal civil no directamente relacionado con la legión: comerciantes, prostitutas, "esposas" de legionarios (que no podían contraer matrimonio), que al establecerse en torno a los campamentos permanentes o semipermanentes acababan dando lugar a auténticas ciudades.
En principio, era requisito imprescindible para ser legionario el poseer la ciudadanía romana.
SÍMBOLOS
Desde la reforma de Mario –alrededor del año 104 adC-, se ha venido priorizando en el seno de la legión una de las enseñas tradicionales que estos cuerpos solían llevar al campo de batalla. Se trata del águila, que se impone como símbolo legionario por antonomasia, desplazando al lobo, al toro, al jabalí y al caballo, muestras de animales totémicos pertenecientes a una sociedad campesina. Las águilas se realizan en metales nobles –plata primero, oro después- y se guardan celosamente en el "aedes signorum" o santuario del campamento.
La pérdida de las águilas, como les sucedió a Craso o Marco Antonio en Oriente o a Varo entre los germanos es el mayor deshonor que puede sufrir un cuerpo legionario.
El suboficial al cargo del águila era el "aquilifer". A mayores, existen otro tipo de estandartes, como los "signa", "imagines", "vexilla" o "dracones". El "signum" es el estandarte de cada centuria: rematado en forma de asta o mano –en recuerdo del antiguo manípulo- se decoraba con guirnaldas, cruces y discos.
En los cuerpos auxiliares los "signa" incluyen imágenes de los emperadores, con lo que el segundo tipo de estandartes -las "imagines"- es privativo de las legiones. Por su parte, el "vexillum" es la bandera que marca la posición del general en el campo de batalla, pero también es la enseña de los destacamentos irregulares, por lo que éstas reciben el nombre de "vexillationes". Se cuelgan de una barra cruzada al mástil de la enseña.
El "draco" es una cabeza de animal en bronce con las fauces abiertas a la que se añade un tubo de colores y que al agitarlo producía un ruido sordo. Los portadores de estas enseñas eran, respectivamente, los "signiferes", "imaginiferes", "vexillarii" y "draconarii".
El culto a las enseñas se realizaba con carácter permanente mediante la deposición en el "aedes", sin embargo existen ocasiones especiales en las que se honran los "signa" y "vexilla" (Rosalia Signorum), las águilas legionarias (natalis aquilae, Honos Aquilae)...
Para saber mas…

Rabindranath Tagore
(Rabindranath Thakur, Calcuta, 1861-Santiniketan, 1941)
Escritor indio. Es el más prestigioso escritor indio de comienzos del siglo XX. De origen noble, era el último de los catorce hijos de una familia consagrada a la renovación espiritual de Bengala, y se educó junto a su padre en el retiro que éste tenía en Santiniketan. En 1878 fue enviado a Gran Bretaña, donde estudió literatura y música.
Evocó este viaje en Cartas de un viajero (1881), que publicó en el periódico literario Bharati, fundado por dos de sus hermanos en 1876. De la misma época son los dramas musicales El genio de Valmiki (1882) y Los cantos del crepúsculo (1882), y la novela histórica La feria de la reina recién casada (1883).
En 1882, unas experiencias místicas le llevaron a escribir los Cantos de la aurora (1883). En este mismo año casó con una joven de 16 años, y a partir de entonces se dedicó a administrar los bienes de la familia de su esposa y a viajar por toda Bengala. En 1890 realizó un segundo viaje a Gran Bretaña. De este período son las colecciones poéticas Citra (1896) y El libro de los cumpleaños (1900).
En 1901 fundó una escuela en Santiniketan (Hogar de la Paz), en la que estructuró un sistema pedagógico que defendía la libertad intelectual del ser humano. En 1904 publicó el ensayo político El movimiento nacional en el que se pronuncia en favor de la independencia de su país. En 1910 apareció La ofrenda lírica, una de sus obras más conocidas.
A partir de 1912 recibió numerosas invitaciones para pronunciar conferencias en Europa, EE UU y algunos países asiáticos, labor que le sirvió para acrecentar su prestigio. Durante la I Guerra Mundial, y al agudizarse la agitación en la India, tuvo que definir su postura política y adoptó una postura pacifista exenta de nacionalismo. En sus últimos años se dedicó casi por completo a la administración de su centro de estudios, que a fines de 1921 se convirtió en universidad internacional con el nombre de Visva Bharati, y fue declarado universidad estatal en 1951.
De su extensa producción literaria, cabe citar además los dramas Kacha y Devayani (1894), El cartero del rey (1913), Ciclo de la primavera (1916) y La máquina (1922); las novelas Gora (1910) y La casa y el mundo (1916); los poemarios La luna nueva (1913), El jardinero (1913) y La fugitiva (1918), y algunas colecciones de sus conferencias, como Sadhana (1912) y La religión del hombre (1930). Recibió el premio Nobel de literatura en 1913.



Canciones con historia: A Winter's Tale - Queen

El tema que presento hoy es mas que una canción, es un estado de animo, es una despedida, es pesar, es regalo. A Winter's Tale es uno mas de los numerosos éxitos de la banda londinense Queen. El sencillo forma parte del álbum Made in Heaven, lanzado en 1995, tras la muerte de Freddie Mercury en 1991.

A Winter's Tale fue escrito después de las sesiones de grabación de Innuendo y nacía mientras un debilitado Freddie Mercury miraba por la ventana del estudio de grabación del grupo, en Lake Ginebra. El toque psicodélico del tema lo dice todo sobre su estado de ánimo. A Winter's Tale se grabó de una sentada, en una única sesión, como si fuera un directo, puesto que el tiempo se la acababa, y con razón, a dos semanas de la grabación la voz de Freddie se apagaba.

A Winter's Tale no es un gran éxito, no fue n.º 1 en ninguna de las listas, posiblemente porque es uno de sus temas mas personales e íntimos. Solo en Gran Bretaña alcanzó el top 10 y consiguió escalar hasta el n.º 6.

Información recopilada de La Wikipedia en inglés.
Letra traducida por Sheol 13.

Cuento de invierno

Y llega el invierno
Cielos escarlata brillan
Gaviotas lo atraviesan
Los cisnes flotan
Chimeneas humeantes
¿Estoy soñando?
¿Estoy soñando?
Las noches se dibujan
Hay una luna sedosa en el firmamento
Los niños están fantaseando
Los adultos se reúnen
¡Qué grata sensación!
¿Estoy soñando?...
¿Estoy soñando?
Soñando...
Tan quedo y pacífico
Soñando...
Tranquilo y feliz
Soñando...
Hay una especie de magia en el aire
Soñando...
¡Qué vista tan magnífica!
Soñando...
Una escena impresionante:
Los sueños del mundo
En la palma de tu mano.

Soñando...
Una acogedora charla informal
Soñando...
Un poco de esto, un poco de aquello
Soñando...
El sonido de unas risas se asoman
Soñando...
La suave lluvia golpea mi cara
Soñando...
¡Qué lugar tan extraordinario!
Y los sueños de los niños
Son la esperanza de los adultos
Es todo tan hermoso
Como un paisaje pintado en el cielo
Las montañas parecen alcanzables
Niñas lloran y gritan
Mi mundo está dando vueltas y vueltas y vueltas
Es increíble
Me hace tambalear.
¿Estoy soñando?
¿Estoy soñando?
Es dicha.

http://cancioneshistoria.blogspot.com.ar/2012/12/a-winters-tale-queen.html


"EGIPTO, UN DON DEL NILO"
  Heródoto siglo V a.C

"¡Hermoso apareces en el horizonte del cielo, oh tú, sol viviente,
que vives desde el origen!
Has salido por el horizonte oriental y has llenado la Tierra con tu belleza.
Cuando te pones por el horizonte occidental, el mundo se sumerge en las tinieblas, en el estado de la muerte...
Sol durante el día.
Tu destierras la oscuridad y ofreces tus rayos.
Oh tú, Dios único que no tiene igual.
Tu creaste la tierra según tus deseos,
Tu creaste el Nilo en el mundo subterráneo y lo haces salir según tu voluntad,
Para salvar la vida a los hombres...
El rey, del Alto y Bajo Egipto."
Extracto del "Canto al Sol", compuesto por Akhenaton. Siglo 14 a.c.

Egipto se encuentra al Noreste del territorio africano. Es una zona desértica (más del 90% de territorio) y hubiera sido totalmente inhabitable si no hubiera tenido un río, el Nilo, cuyas crecientes anuales fertilizaron la región. La palabra Nilo viene de la palabra griega Neilos (Νειλος), que significa «Valle del río». En la antigua lengua egipcia, el río era llamado Iteru, que significa «Gran río». En copto, la palabra piaro (Sahídico) o phiaro (Boháirico) significa «El río» (literalmente «El gran canal»), que viene del mismo nombre antiguo.
Fue tan importante que los egipcios lo consideraban una divinidad (dios) y que Heródoto ,el escritor griego del siglo V a.C. pudo decir “Egipto es un don del Nilo”.

El Nilo, es un largo río que corre por más de 6.500 Km, nace en la Meseta de los Grandes Lagos, en los Montes Mitmba, en Uganda. Las crecidas del río son provocadas por el caudal aportado por los afluentes Atbara y Nilo azul, que bajan del macizo de Etiopía donde las lluvias son muy abundantes en primavera. Debido a las características geográficas del territorio donde se desarrolló, la civilización egipcia permaneció durante milenios aislados y protegidos de influencias exteriores, lo que le permitió mantener sus características particulares.

El río Nilo es, literalmente, la vida de Egipto. Las grandes ciudades y pueblos se encuentran a lo largo de sus orillas. Por ambas riberas, se pueden ver tramos de las tierras agrícolas, donde la población vive y trabaja. Este es la Tierra Negra, el suelo cultivado y por aquí y allá las palmeras de higos y otros tipos de árboles. Los antiguos egipcios lo llamaron KMT (se pronuncia Kemet). Desde la antigüedad, esta tierra se hacía fértil cada año por el desbordamiento del río, el don del Nilo. El hermoso Nilo de aguas calmadas, el negro fértil de sus riberas, el verde brillante de sus cultivos y el ocre rojizo que se extiende hasta el infinito.

Los antiguos egipcios reconocieron la importancia del río Nilo para su bienestar y reconocieron una dimensión divina en su ciclo anual de inundaciones. Contaban con el dios Hapi para que el río desbordara sus aguas y fertilizara la tierra negra, pero no podían explicar la razón de este suceso. Y todos los egipcios tenían que recorrer el Nilo en su último viaje al reino de Osiris.

PRIMEROS POBLADOS
Hace miles de años, el Sahara era una planicie con abundancia de agua donde vivían animales salvajes. Gentes de la Edad de Piedra vivían allí también y cazaban estos animales.
Poco a poco el clima cambió y el Sahara se transformó en un desierto. Las personas y los animales emigraron en busca de agua. Algunos de ellos llegaron a la tierra que ahora llamamos Egipto.
En aquella época el valle del río Nilo era una jungla pantanosa donde vivían animales peligrosos. Los nuevos pobladores acamparon en los límites del valle por razones de seguridad.
Después de un tiempo, los cazadores aprendieron a domesticar animales en lugar de cazarlos y matarlos. Domesticaron perros, vacas, ovejas, cabras y burros.
La población creció y entonces empezaron a desbrozar las tierras cercanas al río y construyeron allí sus poblados. Descubrieron como plantar semillas y cultivaron cebada y verduras. Aprendieron también a hacer cerámica, hilar y tejer para hacer ropas de lino y a utilizar metales como el cobre y el oro para hacer herramientas y armas.
Cada año, en julio, las aguas del Nilo que bajaban del sur se desbordaban e inundaban la dura y seca tierra. La riada duraba varias semanas y se conocía como la inundación.
Los antiguos egipcios descubrieron como conservar parte de este agua para que les durase para todo el año. Construyeron canales y fosos los cuales almacenaban el agua y la llevaban a los campos.

EL AÑO AGRÍCOLA
De julio a noviembre, las aguas del Nilo inundan todo el valle, dejando una capa de limo (lodo) al volver a su cauce y la humedad suficiente para labores agrícolas. Este desbordamiento, unido al calor del desierto, han hecho de esta región una zona muy fértil. Ese valle, de más de mil kilómetros, es conocido como el Alto Egipto. En su desembocadura, el Nilo se divide en numerosos brazos, formando un delta, ahí se asentó el Bajo Egipto.

Inundación: desde mediados de junio a septiembre. En primavera se producen lluvias torrenciales que elevan el caudal del Nilo, inundando las orillas y los campos de cultivo.

Siembra: desde octubre a enero.
El Nilo vuelve a su cauce normal y los campos de cultivo se fertilizan al quedar recubiertos por el limo negro. La tierra húmeda roturaba y finalmente se sembraba.
Como apenas llueve. Los campos se regaban con el agua de las inundaciones, previamente almacenada en canales. Durante la inundación los campesinos trabajaban construyendo los edificios del faraón.

Recolección: desde febrero a mayo.           Los campos de cultivo son cosechados en marzo dando alimento a la población. El trigo crecía durante el invierno. Los recaudadores de impuestos medían la cosecha y decidían la cantidad que debía pagar el campesino. Se separaba el grano de la espiga con la ayuda del ganado vacuno. El grano se almacenaba en graneros dentro de unos cubos llamados silos.

Los escribas compraban las cantidades para que no hubiera robos.
Luego se reparaban los fosos y canales de irrigación y se preparaban para la próxima inundación.

Problemas de las crecidas:
– Inundaciones excesivas producían:
   •Destrucción en casas y bienes
   • Existencia de zonas pantanosas que son focos de enfermedades.
   •Peligro de animales depredadores del Nilo (cocodrilos e hipopótamos).
– Períodos de sequías ocasionaban:
   • Disminución de los campos de cultivo.
   • Cosecha escasa.
   • Problemas de abastecimiento y hambrunas.

 Control de las crecidas y obras hidráulicas:
– Para controlar inundaciones y sequías los egipcios construyeron obras hidráulicas:
• Sistema de diques, canales y embalses.
• Nilómetros: sistema de niveles que controla la subida del río.
• Chaduf: sistema de riego que permite extender el agua a lugares alejados.
– Las obras hidráulicas propiciaron:
• Aumento de superficie cultivable.
• Aumento de la producción agrícola.                                                
• Establecimiento de un calendario basado en las crecidas.
• Desarrollo del cálculo y la geometría.

Los antiguos egipcios conocían varias especies de peces y otros animales que vivían en el río Nilo, como el hipopótamo y el cocodrilo. También conocían muchas especies de aves, y prestaban especial atención a uno de estos, el ibis.
Algunos animales se asociaron con la realeza, particularmente el halcón, el león, el buitre y la cobra. Estos dos últimos aparecen juntos en el uraeus de los faraones. Otro animal real era el caballo. Se introdujo en el antiguo Egipto durante la invasión de los hicsos. El faráon a caballo se representaba en los pilonos y fachadas de muchos templos.

Los camellos y las pirámides tienen una conexión instantánea, pero los camellos no son originarios del Antiguo Egipto, sino fueron introducidos posteriormente por los persas. Muchos animales en Egipto tenían asociaciones religiosas. Estos incluyen el gato, el ibis, el halcón, el buitre, el cocodrilo, el hipopótamo, el carnero, el león, la cobra y, por supuesto, el escarabajo. El escarabajo es principalmente asociado con el dios sol Re.
No sólo fue el río Nilo el hábitat perfecto para una diversidad de flora y fauna, sino una manera conveniente y eficaz de transporte. Se acredita a los egipcios la invención de la vela, que se iza cada vez que se viaja desde el Alto al Bajo Egipto. En la antigüedad, todo tipo de mercancía se transportaban en embarcaciones, inclusos las pesadas piedras para la construcción de monumentos.

LAS EMBARCACIONES EN EL ANTIGUO EGIPTO
Ya hemos visto la importancia vital del río Nilo para la vida de los egipcios, siendo de esta manera una civilización esencialmente fluvial. Sus aguas traían vida, y también fue el eje de su desarrollo como imperio.
Por sus aguas circulaban gran número de embarcaciones, que cumplían distintas funciones, y que recorrían hacia el Norte y el Bajo Egipto, en la zona del Delta, y hacia el Sur, en dirección al Alto Egipto, transportando tanto hombres como mercancías. Además de tareas de tipo económico, se practicaba la navegación para recreo y ritos funerarios.

LOS BARCOS: Eran altas de proa (parte de delantera del barco)  y popa (parte posterior del barco) , desprovistas de quillas (pieza de madera o hierro, que va de popa a proa por la parte inferior del barco y en que se asienta toda su armazón) y con una cabina sobre el puente (lugar de donde se dan las órdenes).
La tripulación podía ser de dos hombres, uno para el remo del timón y otro para las maromas (cuerdas gruesas). El comandante situado en la proa con la sonda y el pértiga (vara larga) para guiar la ruta. La grancella era utilizada solo cuando el viento era favorable y para remontar corriente.
Para remontar el Nilo, utilizaban una vela rectangular sujeta a dos palos. El palo para aguantar el viento necesitaba de varios cabos que lo sujetaran fuertemente amarrándolo a la popa. Diversos tipos de cuerdas mantienen el palo erguido y orientan la vela. La combinación entre vela y remo permitía navegar hacia sur a contracorriente.

Para navegar al norte, es decir, a favor de la corriente y contra la brisa, se utilizaban los remos para que el barco fuera más rápido y maniobrable. También utilizaban una estera en la proa en la proa que se pensaba que era para decorar.
 Se prolonga verticalmente en el agua delante de la barca e impulsada por la corriente del Nilo permitía compensar las fuerzas de los vientos contrarios cuando se navegaba hacia el norte a favor de la corriente.

LA CONSTRUCCIÓN: Las herramientas básica para construir los barcos era la azuela, que daba forma a la madera. En la antigüedad, la hoja era de bronce, sujeta a un mango un poco curvo. La herramienta se mantiene hasta hoy, casi sin cambios.
También utilizaban un formón con mango de madera para hacer agujeros, una gubia para rebajar la madera y una suerte de maza para encajar las maderas.
                                                     
Para construir una embarcación, se necesitaba un trabajo en equipo, donde participaban especialistas para preparar las piezas y ensamblarlas, impermeabilizar el casco, entre otras tareas. El profesional principal es el carpintero, quien conoce la forma de tallar la madera par darle forma y que puede diseñar el barco, trabajo tan difícil, especialmente por la escasez de madera, en cantidad y variedad,  lo que obligaba a gran ingenio y destreza para aprovechar bien los materiales.

TIPOS DE BARCOS

EMBARCACIONES FLUVIALES: Para desplazarse a través del río Nilo, las embarcaciones no podían ser demasiado grandes. Se hacían generalmente de papiro, a veces combinado con madera. Su resistencia era idónea para el medio en que se desplazaban.

EMBARCACIONES MARÍTIMAS: Fabricadas sobre todo de madera porque tenían que soportar un medio más agresivo. Los tipos podían variar según la actividad a la que estaban destinada. Si se utilizaba para transportar grandes obeliscos, o ganado.

EMBARCACIONES DE RECREO: Tanto los faraones como los demás nobles, y personas con fortuna, disponían de estas embarcaciones para entretenimiento personal.
Se realizaban principalmente de papiro y solían tener velas con hermosas decoraciones, con diferentes motivos y colores.

EMBARCACIONES MERCANTES: Durante el Imperio Nuevo, el palo de los barcos se hace más corto y la vela se ensancha. Eran utilizadas para distintas tareas, y se diferenciaban en sus dimensiones.
Podían transportar desde pasajeros, tropas, ganados, productos manufacturados, y podían navegar en los dos sentidos del curso del Nilo, gracias a la combinación de la vela y el remo.

EMBARCACIÓN DEL REY:
Los reyes del Antiguo Imperio, se hacían enterrar con dos o más embarcaciones en las cercanías de sus pirámides. El viaje del rey al más allá precisaba de una embarcación que mostrara todo el esplendor del Rey-Dios.

BARCAS SAGRADAS: Todas estas embarcaciones eran parecidas a las utilizadas comúnmente en el Nilo.
El lugar del camarote estaba ocupado por la imagen de un dios, la popa y la proa eran adornadas con la cabeza del dios o con su animal sagrado.

BARCAS FUNERARIAS: Aparecen en muchas pinturas en las tumbas, representan el medio con el que el difunto surcaba las aguas del más allá.
Eran utilizadas para transportar la momia del difunto; estaban las fluviales, que servían para atravesar el río hasta la necrópolis, y las terrestres, que eran apoyadas en un trineo arrastrado por bueyes o provistas de ruedas.

BARCAS PROCESIONALES: Se dedicaban al transporte de las estatuas de los dioses que eran puestos dentro de un nicho.  Eran  transportadas a hombros de los sacerdotes, y cuando no eran utilizadas, se guardaban en capillas, cerca de la celda de la divinidad a la entrada de los templos.

BARCAS DE PEREGRINACIÓN: La peregrinación a la ciudad sagrada de Abydos era uno de los deseos más urgentes y apremiantes de Egipto, tanto durante su vida como después de la muerte. La barca de papiros de los peregrino es arrastrada por otra barca de remos.

NAVEGACIÓN EN ALTA MAR: El auténtico motor del comercio marítimo era conseguir un bien tan escaso en Egipto como era lamadera, por lo que las expediciones a Biblos, y otros puertos de la costa de los actuales estados de Siria y Líbano eran la principal empresa comercial en alta mar, hasta el punto que estos barcos recibían en lengua egipcia el nombre genérico de kebenit, " barco de Biblos".
El Estado disponía de su propia flota, construidos en sus astilleros, para poder realizar las expediciones a Biblos y recoger los valiosos cargamentos de madera. También  durante el Imperio Nuevo, eran frecuentes los viajes a Chipre y Creta.

FALUCAS:  Las barcas que hoy navegan el río Nilo tienen poco que ver con las del Imperio Egipcio. Se diferencian por los materiales y técnicas de construcción. Llama la atención la vela triangular, llamada latina, que procede del Índico y que pasó al Mediterráneo en la Edad Media y se convirtió en la vela emblemática de sus aguas.

http://mas-historia.blogspot.com.ar/2011/05/egipto-el-rio-nilo-geografia-y-primeros.html


El pájaro azul - Charles Bukowski
Hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí dentro, no voy
a permitir que nadie
te vea.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero yo le echo whisky encima y me trago
el humo de los cigarrillos,
y las putas y los camareros
y los dependientes de ultramarinos
nunca se dan cuenta
de que está ahí dentro.
hay un pájaro azul en mi corazón que
quiere salir
pero soy duro con él,
le digo quédate ahí abajo, ¿es que quieres
montarme un lío?
¿es que quieres
mis obras?
¿es que quieres que se hundan las ventas de mis libros
en Europa?
hay un pájaro azul en mi corazón
que quiere salir
pero soy demasiado listo, sólo le dejo salir
a veces por la noche
cuando todo el mundo duerme.
le digo ya sé que estás ahí,
no te pongas
triste.
luego lo vuelvo a introducir,
y él canta un poquito
ahí dentro, no le he dejado
morir del todo
y dormimos juntos
así
con nuestro
pacto secreto
y es tan tierno como
para hacer llorar
a un hombre, pero yo no
lloro,
¿lloras tú?


Concierto para violín en Re Mayor Op. 77 - Brahms

Entre todas las obras mayores de Brahms, el Concierto para violín es la que muestra más acabadamente la reconciliación de las dos faces opuestas de su mente creadora: la lírica y la constructiva, Brahms el compositor de canciones y el sinfonista. Este concierto -como mejor que ninguno acierta a decir Hubert Foss- es "una canción para violín a escala sinfónica" y se ubica junto a las obras de idéntica forma de Beethoven y Mendelssohn, como uno de los más grandes conciertos para violín del siglo XIX.
Con la excepción de Joseph Joachim, los músicos de la época de Brahms lejos hubiesen estado de coincidir con los conceptos de Foss. Para sus primeros intérpretes, presentaba insalvables dificultades técnicas que hicieron apuntar al gran director Hans von Bullow, que no se trataba de un concierto para violín, sino en contra de tal instrumento. Juicio que, según Tovey, otro gran músico, el violinista Bronislaw Huberman -virtuoso soberano del dorado período entre las dos guerras mundiales- se encargó de corregir con fortuna igualmente escasa: "El Concierto de Brahms, ni es contra el violín, ni es un concierto para violín y orquesta. Es para violín contra orquesta. . .   y gana aquel".
Lo cierto es que el Concierto en Re mayor, si bien erizado de dificultades, se caracteriza por un notable sentido del balance entre solo y tutti. Brahms compuso la mayor parte de la partitura en 1878, durante el segundo de los tres veranos pasados en Portschach, aldea vecina a la frontera italiana, en las montañas de Carinthia, junto al lago de Wörther. El año anterior había escrito allí su Segunda Sinfonía, que comparte con el concierto la misma radiante fisonomía y la misma tonalidad y ese verano, dejó de lado el Segundo Concierto para piano para trabajar en el de violín.
Había planeado cuatro movimientos, tal como hizo con el Concierto en Si bemol, pero a sugerencia de su amigo Joachim, descartó los dos centrales para sustituirlos por el actual Adagio, incluyendo el Scherzo primitivamente esbozado en el Segundo Concierto.
Finalizada la obra, puso la parte de violín en manos del famoso virtuoso, con el objeto de que ésta se ajustara a las posibilidades técnicas del instrumento, consulta que corrientemente hacen los compositores cuando ellos mismos no son ejecutantes. Con la mayor modestia, adjunto a la música la siguiente nota: "Por supuesto, es mi deseo que corrija la partitura sin miramientos por la calidad del conjunto y si no la encuentra aceptable al ejecutarla, me lo diga. Le agradeceré me indique los pasajes difíciles, embarazosos o imposibles de interpretar". Fue un raro gesto por parte del músico, índice de la confianza que le inspiraba el juicio del artista. No obstante, luego de recibir de vuelta la partitura con las indicaciones marginales de Joachim, no parece haberlas tomado muy en serio. La reacción de Brahms se asemejó a las de Beethoven cuando, refiriéndose a las limitaciones técnicas de los instrumentistas, exclamaba: "¡Los ignoro a Uds. . . violinistas cuando me siento poseído por el espíritu!"
Karl Geiringer, quien estudió el manuscrito con las posibles enmiendas de Joachim, en la Biblioteca del Estado Prusiano, señala en su biografía del compositor que "el resultado de todas las sugestiones del gran violinista, dirigidas en su mayoría a excluir excesivas dificultades de la parte solista, es poco apreciable".
Cualquiera hubiese sido la íntima opinión de Joachim sobre el producto final, lo cierto es que se constituyó en su más rendido defensor. Al respecto, luego del estreno del Concierto en Leipzig, el 1º de enero de 1879, escribía el crítico musical del Leipziger Nachrichten: "Joachim tocó con un amor y devoción que demostraron en cada compás la participación directa o indirecta que tuvo en la obra".
Max Kalbeck, que luego escribiría un estudio de la obra de Brahms en ocho volúmenes, ha dejado una divertida anécdota de la premiere del Concierto en Re. Al parecer, el compositor y director en la ocasión llegó tarde, muy tarde para cambiar sus ropas de calle por el frac de rigor. Se vio obligado a subir al podio con sus pantalones grises de diario a los que, para peor, se había olvidado de sujetar con tiradores. La Providencia mantuvo sus pantalones en alto, pero sus agitados movimientos de brazos llevaron a su camisa a una desacostumbrada prominencia, "y este chisme como para desatar la carcajada no estaba calculado para levantar nuestro ánimo".
De los tres movimientos que en definitiva componen la obra, el primero comienza por evitar el tradicional patrón de la doble exposición. Cuando llega su turno, luego de unos cien compases de introducción, el solista se hace presente con un diseño virtuosístico que, contrariamente a lo que era de esperarse, no está basado en el tema principal. Recién posteriormente se aproxima a éste, elaborándolo aún más que lo que la orquesta lo había hecho al comienzo. La manera en que el violín acaricia los contornos melódicos de los varios motivos cantables, es, como bien lo subrayara Lawrence Gilman, "inolvidable". Para este registro, David Oistrach ha elegido la brillante cadenza de Joachim, la más usada por otra parte, aunque no faltan otras.
Según Max Bruch, la trémula melodía del oboe en el Adagio central, deriva de una canción folklórica bohemia. Sea como sea, Brahms le saca sorprendente partido. El segundo tema, anunciado por el violín, está bordado en exquisito diseño. "Aún pese al amplio rango de tonalidades y contrastes por el que hemos pasado -confiesa, admirado, Sir Donald Francis Tovey- no podemos disipar la impresión de que todo el movimiento es una sola melodía ininterrumpida".
Como muchos movimientos brahmsianos, el virtuosístico final posee cierto sabor hungáríco, si bien su ritmo no es rígidamente magyar. El violín solista propone al principio el viable tema de rondó en terceras y se presentan luego dos motivos episódicos, uno bullicioso y el otro gentil y encantador y, además, ceñido al compás de 3/4. Aquí la cadenza, a diferencia de la anterior, está cuidadosamente escrita, más aún, es acompañada o intenta serlo ya que la orquesta insinúa al solista la impaciencia del tema principal por regresar, lo que éste hace bien pronto en una ardorosa peroración con apariencia de marcha.

http://www.refinandonuestrossentidos.com/johannes-brahms/#a



La Mujer en la Roma Antigua
El papel principal que desempeñarán las mujeres en Roma será el de fiel y abnegada esposa ya que dependían en todo momento de su marido. Los enlaces matrimoniales solían ser concertados por las familias y el padre de la joven debía entregar una dote a la muchacha. Ella tenía derecho de sucesión respecto a su padre e incluso capacidad de testar por lo que se dieron matrimonios donde la esposa era más rica que el marido y rehusaba su autoridad, recibiendo en ocasiones todas las clientelas del padre.
Pero lo habitual era que la mujer estuviera absolutamente supeditada a su esposo. Si tradicionalmente es el pater familias el que dirige la casa, quien da las órdenes a los esclavos y dirige la administración del hogar, ¿cuál es el papel de la mujer en las casas respetables de Roma? Lo habitual es que las matronas mataran la mayor parte del tiempo en los trabajos relacionados con la costura y el tejido.
Paulatinamente la mujer irá ocupando un papel protagonista en la organización de la familia, incluso por prescripción médica ya que los galenos consideraban que las mujeres debían desarrollar alguna actividad. Algunos hombres empezaron a dejar en manos de sus esposas la dirección del hogar, incluso la llave de la caja de caudales. El contar con varios esclavos permitía a la matrona poder delegar en ellos todos los trabajos de la casa, incluso los relacionados con su propia higiene personal. El esclavo viste y calza a la dama, aunque no lava sus dientes.
Los esclavos acompañan a la señora en la alcoba, aunque la matrona duerma sola o en compañía de su esposo. Era frecuente que los esclavos durmieran en las puertas de las alcobas, contándonos un poeta satírico que "cuando Andrómaca hacía el amor con Héctor, sus esclavos, con la oreja pegada a la puerta, se masturbaban".
Esta omnipresencia de los esclavos en las vidas de las clases acomodadas romanas provocarán que las infidelidades fueran públicas en la mayor parte de los casos. Para mantener una relación amorosa secreta lo mejor era alquilar una habitación a un sacristán ya que estaba obligado a guardar silencio. Si el esposo fallecía, la matrona vería protegida su virtud por su familia, ante la inminente llegada de una legión de pretendientes que deseaban hacerse con su fortuna.
Previamente debía haber muerto el padre porque sino como pater familias era dueño de todo lo que pertenecía a la familia. El sino de esta viuda es volver a contraer matrimonio o buscarse un amante que la complazca en el lecho, a pesar de la indignación de los moralistas romanos. Si era el hombre el que quedaba viudo podía buscarse una concubina, mujer o mujeres con los que un hombre solía acostarse habitualmente. No olvidemos que los emperadores contaban con un amplio harén de concubinas en palacio. Pero llegaría un momento en que ese hombre viudo decidiera establecer un vínculo más estrecho con esa concubina de inferior rango social por lo que se produce una unión de hecho entre ambos denominada concubinato. La concubina debía ser una mujer libre y la unión monogámica.
Este concubinato no da lugar a consecuencias jurídicas, siendo libres los hijos nacidos de esa relación.
Mujer y sociedad en la Roma Imperial del Siglo I
Dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/809540.pdf
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La Familia en Roma Antigua
EL HOMBRE Y LA MUJER LIBRE: El romano en su casa era dueño absoluto de su familia y de sus esclavos. La autoridad paternal era muy grande, y durante mucho tiempo tuvo el padre derecho de vida y muerte sobre los suyos.
En la ciudad era ante todo un ciudadano. No se dedicaba, como el griego, al comercio, sino a los negocios públicos. Si era acaudalado, recibía por la mañana a sus clientes, escuchaba sus peticiones y les distribuía consejos o socorros. Después iba al Foro, donde tomaba asiento en el senado o en el tribunal. Si era pobre, se inscribía como cliente de un rico, lo escoltaba en público y lo sostenía con su voto en las elecciones.
Las distracciones eran raras. Por la tarde jugaba a la pelota o iba a los baños que eran, como el café moderno, la cita de los ociosos. Sólo algunas procesiones religiosas y algunos juegos del circo alteraban a veces la monotonía del año. Esa vida convenía a un pueblo de propietarios rurales; pero las costumbres fueron modificándose muy de prisa en Roma como se verá más adelante, hasta que en la época del Imperio se convirtió en verdadera ciudad de placeres.
El papel de la mujer era más importante en Roma que en Grecia. Gobernaba también la casa, pero tenía más autoridad que la mujer griega, porque estaba más asociada a la vida de su marido. Se la felicitaba porque cuidaba del gobierno de la casa e hilaba la lana, pero en realidad hacía más que eso. Compartía los honores que se tributaban a su esposo, aparecía con él en público, en las ceremonias y los juegos, y estaba rodeada de consideraciones; era en fin la señora, la matrona. En la casa, no estaba confinada en sus habitaciones, sino que tomaba parte en las comidas y recepciones. Su influencia, aunque no reconocida por la ley, de hecho era muy grande. Catán tuvo la prueba cuando quiso acabar, por medio de una ley, con el lujo de las mujeres. Los ciudadanos no se atrevieron a votar el proyecto a vista que sus esposas estaban en la Asamblea.
LA FAMILIA EN LA REPUBLICA : El fundamento del estado romano era la familia, y el de la familia, el matrimonio. Cuando los patricios eran los únicos ciudadanos, sólo existía un matrimonio el matrimonio religioso, la confarreación, que consistía en ofrecer un sacrificio esparciendo farro sobre la víctima y en comer después los esposos una torta de farro Esta ceremonia la presidía el flamen de Júpiter. En seguida, la esposa vestida de blanco y cubierta la cara con un velo rojo, era conducida a son de flautas y cánticos a casa del esposo, que la hacia transponer el umbral levantándola en vilo, para simular un rapto. De esa manera la separaba de los dioses de su propia familia y la unía a los de su nueva casa.
Cuando los plebeyos conquistaron la igualdad, se instituyó para ellos un matrimonio civil, la coemptio, que fué substituyéndose poco a poco por el matrimonio religioso. Consistía en una venta simulada hecha delante de un magistrado: el esposo tocaba una balanza con una moneda de cobre que seguidamente ofrecía a los padres de la prometida, como precio de su mujer.
Las mujeres tenían una dote que el marido habla de devolver en caso de divorcio; y los divorcios, raros en su origen, fueron aumentando a medida que las antiguas costumbres iban alterándose. Primitivamente, el marido podía, en virtud de su derecho de jefe de familia, repudiar a su mujer. La mujer, a su vez, pudo más tarde pedir la separación. El filósofo Séneca, en tiempo del Imperio, decía indignado: e Las damas nobles se divorcian para volver a casarse, y contraen nuevo matrimonio para divorciarse otra vez.
EL HIJO: El hijo recibía el apellido del padre, es decir era reconocido por éste una semana después de su nacimiento, el día llamado de la purificación. Era generalmente criado y educado por la madre, hasta el momento en que iba a la escuela. Se le suspendía al cuello una bolsita o bula, que contenía amuletos contra el aojo, y que conservaba hasta el día en que abandonaba la toga pretexta para ponerse la viril. Esta ceremonia de la mayor edad se verificaba ante el altar de los lares, cuando tenía diez y siete años; pero aun declarado mayor de edad, continuaba bajo la potestad de su padre.
En la escuela, aprendía a leer, a escribir y a contar bajo la dirección de profesores severos que lo castigaban con azotes por la menor falta. Los niños ricos tenían preceptores en casa de sus padres. La música y la gimnasia eran artes de entretenimiento y lujo. Después de la enseñanza primaria, los jóvenes romanos recibían la literaria que comprendía el estudio de la Ley de las Doce Tablas , el de los poetas griegos y el de los escritores latinos, porque se trataba de formar administradores y oradores. Así el que un joven romano explicara poco más o menos los mismos textos latinos y griegos que un joven de la época actual, que hace sus estudios clásicos.
LA FAMILIA ROMANA EN EL BAJO IMPERIO: Alrededor del siglo II d. de C., ocurrieron cambios significativos en el seno de la familia romana. Los fundamentos de la autoridad del paterfamilias sobre su familia —que ya habían comenzado a debilitarse en los últimos días de la República— se socavaron todavía más. El paterfamilias ya no tenía autoridad absoluta sobre sus hijos; ya no podía venderlos como esclavos o matarlos. Es más, la autoridad absoluta del esposo sobre su cónyuge se había desvanecido, práctica que también comenzó en las postrimerías de la República. En el Antiguo Imperio, la idea de un cónyuge guardián se debilitó de manera importante, y para finales del siglo u d. de C. se había vuelto una mera formalidad.
Las mujeres romanas de las clases altas disfrutaban de considerable libertad e independencia. Habían adquirido el derecho a poseer, heredar y disponer de propiedades. Las mujeres de las clases altas eran libres para asistir a las carreras, al teatro y a espectáculos del anfiteatro, aunque en los dos últimos lugares se les obligaba a sentarse en secciones para mujeres.
Es más, las damas de alcurnia se hacían acompañar de doncellas y de matronas cuando salían. Algunas mujeres manejaban negocios, como compañías de embarques. Las mujeres todavía no podían participar en la política, pero el Antiguo Imperio fue testigo de un número importante de mujeres que influyeron en la política a través de sus esposos, por ejemplo: Livia, la esposa de Augusto; Agripina, la madre de Nerón, y Plotina, la esposa de Trajano.
A finales del primer siglo y comienzos del segundo hubo una disminución apreciable en el número de niños, tendencia que se había iniciado al final de la República. Fue particularmente evidente el incremento de matrimonios sin hijos. A pesar de las leyes imperiales dirigidas al incremento de niños, la baja tasa de nacimiento persistía.
La clase alta romana no sólo continuó utilizando el infanticidio; utilizaba también los anticonceptivos y el aborto para limitar la familia. Existían muchas técnicas anticonceptivas. Aunque muy solicitados, los amuletos, las fórmulas mágicas y las pociones para inducir la esterilidad temporal demostraron ser ineficaces, al igual que el método del ritmo, ya que los médicos romanos creían que una mujer era más fértil justo cuando la menstruación estaba concluyendo.
Una práctica más confiable consistía en el uso de aceites, ungüentos y lana suave para obstruir la abertura del útero. También se utilizaban técnicas anticonceptivas para varones. Una primitiva versión de condón se fabricaba con la vejiga de una cabra , pero su precio loo hacia prohibitivo. Aunque las fuentes medicas no lo mencionan , los romanos también practicaban el ubicuo coitus interrumptus. También se practicaba el aborto ya sea por la ingestión de drogas o mediante instrumentos quirúrgicos. Ovidio fustiga a Corina: "Oh, mujer porque apuñaláis y agujereáis con instrumentos y ofreces venenos espantosos a vuestros hijos aun no nacidos"
La fama atribuye a los romanos cometer grandes excesos en la comida y la bebida. Pero sólo el patriciado gozaba de tanta abundancia. El romano medio tenía dificultades para conseguir comida barata y fresca. En el mercado, la oferta era de mala calidad. Por eso se apelaba a distintos recursos para olvidar que se ingería comida en descomposición: las hierbas aromáticas ayudaban a disimular el olor desagradable y el "garum", salsa de pescado muy fuerte, compensaba el mal gusto.
Por lo general, el desayuno consistía en pan y agua, y el almuerzo, en carne y fruta con vino. La comida principal era la cena, que, para los patricios, constituía un pequeño acontecimiento social. El panorama era radicalmente distinto entre los necesitados. Los pobres carecían de cocina en sus viviendas, lo que los obligaba a adquirir en el mercado productos idóneos para ser consumidos en el momento. El descontento por la escasez de comida era tan grande, que los emperadores instituyeron días de reparto de alimentos gratuitos.