miércoles, 6 de agosto de 2014






El señor de los Anillos- JRRTolkien

La comunidad del Anillo - Capítulo II

Los hobbits llegaron a la posada del Poney Pisador donde pensaban alojarse. Aquella noche Frodo, animado por la estupenda cerveza que servía el posadero, Cebadilla Mantecona, se puso a bailar y cantar encima de la mesa, y al caerse se deslizó el Anillo en el dedo y desapareció de la vista de todos. Sólo un extraño hombre de rostro curtido por la intemperie, que se hacía llamar Trancos, se dio cuenta de lo ocurrido y quedó con Frodo para hablar después.

El posadero recordó entonces una carta de Gandalf que tenía para Frodo, en la que le decía que le esperara en Rivendel y que confiara en Trancos. Así Trancos les dijo que su verdadero nombre era Aragorn y que debían ir con él a Rivendel cuanto antes para evitar a los Jinetes Negros que habían preguntado por ellos en el pueblo. Dejaron Bree tras un fallido intento de ataque por parte de los Jinetes, en el que perdieron sus poneys, y cruzando Moscagua se encaminaron hacia la Cima de los Vientos.

En la Cima de los Vientos encontraron una señal de Gandalf de hacía tres días, y desde la cumbre volvieron a ver a los Jinetes Negros que les seguían persiguiendo. Por la noche atacaron cinco Jinetes, cinco de los Nueve Nazgûls, antiguos señores de los Hombres que recibieron un anillo de Sauron y se convirtieron en sombras malvadas y en sus más poderosos sirvientes. Uno de los Nazgûl hirió a Frodo, que cometió el error de ponerse el Anillo, e inexplicablemente se retiraron. Aragorn recogió el puñal que hirió al hobbit y trató de curarlo, pero Frodo se encontraba muy mal y había que llevarlo rápidamente a Rivendel.

De camino a Rivendel se encontraron con los tres Trolls que se convirtieron en piedra gracias a Gandalf mientras discutían cómo cocinar trece enanos y un hobbit (el hobbit era Bilbo). Después se encontraron con Glorfindel el elfo que habitaba con Elrond en Rivendel y que había salido en busca de Frodo y los demás. Ya cerca del río Bruinen los Jinetes volvieron a atacar y Frodo huyó a lomos del caballo de Glorfindel, los Jinetes sólo lo perseguían a él y se lanzaron tras Frodo reclamándole el Anillo y llamándole para que fuera a Mordor. Justo en el momento en el que Frodo cruzó el río una gran avenida de agua con forma de caballos blancos descargó toda su fuerza en el vado del Bruinen sepultando a los Nazgûl que en ese momento lo estaban cruzando, después Frodo se desmayó.

Continuará...

Para leer la primera parte de mi libro favorito (en edición ilustrada por Alan Lee mucho mejor)

http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Tolkien/01_SenorAnillos_L1.html




RAMON SIJE

Ramón Sijé (Orihuela, Alicante, España 16 de noviembre de 1913 - Ibídem 24 de diciembre de 1935), es el seudónimo artístico de José Ramón Marín Gutiérrez, fue un escritor, ensayista, periodista y abogado español.

Biografía

José Ramón era hijo de José Marín Garrigós, comerciante de tejidos, y de Presentación Gutiérrez Fenoll. Tuvo dos hermanos, Justino (Gabriel Sijé) y Marilola. Estudió el bachiller con los jesuitas de Santo Domingo, y Derecho en Murcia como alumno libre.

Desde joven mantuvo una estrecha amistad con Miguel Hernández, al que admiraba y con quien compartía inquietudes literarias y políticas, a pesar de sus diferentes opiniones.

Fundó la revista Voluntad junto a Jesús Poveda y el director de la misma, Manuel Martínez Fabregat, y El Gallo Crisis, junto a otros oriolanos. Fue autor de un ensayo antirromántico: La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas, que no se publicó hasta 1973 con prólogo de Manuel Martínez Galiano, por el Instituto de Estudios Alicantinos.

De firmes principios católicos, Ramón prestó también atención a la teología y a la política, queriendo expresar en sus obras tanto sus creencias religiosas como sus valores humanos.

Homenaje de Miguel Hernández

La muerte de Ramón Sijé (de septicemia al corazón, tras una infección intestinal que lo retuvo en cama apenas diez días), acontecida en su pueblo natal, Orihuela, el día de Nochebuena de 1935, dio lugar a la creación de una de las obras más conocidas del poeta Miguel Hernández: "Elegía", incluida en su libro El rayo que no cesa. Este poema fue musicalizado en 1972 por Joan Manuel Serrat (dentro de su álbum Miguel Hernández). Enrique Morente y Pepe Habichuela hicieron una adaptación flamenca del mismo poema en un disco de 1977, y Manolo Sanlúcar incluyó una pieza instrumental con el mismo título en su álbum "...Y regresarte", dedicado a Miguel Hernández.

Obra

El Gallo Crisis, edición facsímil, Ayuntamiento de Orihuela, 1973. ISBN 84-500-6124-5
La decadencia de la flauta y el reinado de los fantasmas, Instituto de Estudios Alicantinos, Alicante, 1973.

Pueden leerse casi todos sus artículos y polémicas en José Muñoz Garrigós: Vida y obra de Ramón Sijé, Murcia-Orihuela, 1987.

http://www.revistaperito.com/RAMONSIJE_libroInternet_.pdf
CARRERA MILITAR DE SÓCRATES

La carreta militar de Sócrates duró mucho tiempo, demostrando con ello que, en ningún momento, esquivó sus responsabilidades.
Intervino en el sitio de Potidea. Esta ciudad, de la península Calcídica, colonia de Corinto, pertenecía a la confederación ateniense, y en el 432 decidió separarse. Un ejercito de 3000 hoplitas fue embarcado inmediatamente para Potidea. Entre ellos, se encontraba Sócrates. Sabemos que su comportamiento en la batalla (junio del 432) fue brillante. Salvó la vida a su, en esos momentos, discípulo Alcibíades. Demostró su gran asceticismo y moderación, por su resistencia al frío y a las penalidadess en las duras noches de Tracia. El sitio duró desde el 432 al 429.
Cuando regresó a Atenas, en 429, se encontró ya con la peste, con el pesimismo y el desaliento de una ciudad que tenía sin duda gran sensibilidad política y se daba cuenta de que los acontecimientos le había metido en una guerra inacabable.
¿Qué influencia debieron tener estos acontecimientos en una personalidad tradicional y apegada a su Ciudad como parece que fué la de Socrates?
Una cosa parece cierta, Sócrates, aún moviéndose en el ámbito de la más estricta religiosidad ateniense, en ningún momento miró hacia atrás, hacia los libros sagrados, con la intención de buscar en ellos respuesta a los males que afectaban en lo más lo hondo, tanto a él mismo, como a su ciudad. No podemos olvidar que la razón (¿razón-religiosa-griega?) es su guía.
Tambien en la batalla de Delión (424), la más sangrienta de todas en las que participó, estuvo Sócrates. Ocho mil atenienses, al mando de Hipócrates, pasaron la frontera beocia y ocuparon el santuario de Apolo Delio, a las orillas del mar de Eubea; pero una vez fortificado este y dejada la guarnición allí, el grueso del ejercito se encontró con un número igualado de beocios,al mando de Pagondas. Estos vencieron, con gran mortandad de atenienses. Sócrates, junto con Laques, haciendo gala de un gran dominio sobre sí mismo, conserva la serenidad y se retira en orden y con calma, cuidando de defenderse si alguien le ataca.
Todavía dos años más tarde, Sócrates toma parte en la batalla de Anfípolis. (422) Otra vez volvió a las tierras lejanas del norte, en la Tracia, donde el imperialismo ateniense estaba interesado por la importante posición geográfica de Anfípolis y por las minas de oro y las demás riquezas del país. Sócrates, que no estaba de acuerdo con una Atenas Imperial, participa (ya casi con 5O años) en esta nueva aventura de su Ciudad. No hay datos concretos sobre su actuación, pero si sabemos que el combate fue muy duro y que cayeron 600 atenienses junto al famoso demagogo Cleón. Tambien murió en la batalla el gran estratega Brásidas, que mandaba a los espartanos.
¿Cómo cumplía Sócrates estas misiones militares?
Si hacemos caso al Cármides, lo que allí se nos muestra es un hombre sencillo, austero, ingenuo y tradicional. El maestro regresa de la batallas y, al día siguiente, acude al gimnasio como si nada le hubiera ocurrido. No hay la menor jactancia en sus palabras de soldado, simplemente cree que no ha hecho otra cosa que cumplir una obligación para con su ciudad. Y lo curioso, aún siendo chocante para nuestra mentalidad actúal, Sócrates todo lo que dice lo hace absolutamente en serio.
Aunque no participó directamente en la batalla de las Arguinusas, durante las guerras del Peloponeso, Sócrates se vió directamente afectado por el resultado de la misma. Aunque, en principio, la batalla había sido favorable a los atenienses, despues del combate se desencadenó una terrible tempestad y se fueron a pique 25 trirremes atenienses, junto con sus tripulantes. Además, la tempestad impidió a los estrategas dar sepultura a los caidos en la batalla, tanto marinos como soldados. Tales circunstancias sirvieron de prólogo a graves acontecimientos en Atenas (en los cuales Sócrates se verá directamente inmerso). Los parientes de los que no habían recibido sepultura exigieron que los estrategas fueran sometidos a proceso por negligentes y por no haber dado cumplimiento al ritual funerario, tan importante para los griegos de aquella época. Terámenes, y sus seguidores, se presentaron en la Asamblea popular con acusaciones contra los estrategas, exigiendo que fueran condenados a la pena de muerte. Por una resolución de la Eclesía (a la unicamente se opondrá Sócrates), y en un ambiente pasional e irracional, fue abolido el orden común de los procedimientos judiciales, y la Asamblea, por una ínfima mayoría de votos, condenó a la pena capital a los ocho estrategas.Dos de ellos habían logrado huir.
Entre los ejecutados se hallaba Pericles, hijo de Pericles y Aspasia. Jenofonte nos cuenta que, pasado un tiempo, los Atenienses, dándose cuenta de la atrocidad cometida, se arrepintieron y obligaron a hacer frente a sus responsabilidades a los auténticos responsables de la situación. Pero muchos ya había logrado huir de Atenas. Uno de ellos, Calíxeno, murió de hambre y odiado por todos. Es curiosa, la similitud de esta historia de Jenofonte con lo que parece que sucedió con Sócrates despues de su condena a muerte.





Johann Sebastian Bach: Toccata y Fuga en Re menor BWV 565

En este video podemos constatar el talento de Johann Sebastian Bach como compositor, la musicalidad y perfecta técnica del intérprete del órgano, la calidad sonora del órgano y para colmo, la belleza de los acabados de este mismo instrumento (marquetería por doquier, teclado ricamente decorado, figuras que adornan los bordes, etc.)
La pieza musical se compone de dos partes muy diferentes como indica su título. En el ámbito de la composición de la música “académica” o “científica”, se utilizan denominaciones que sirven de concepto claramente definitorio del contenido que encabezan (ejemplos: Nocturno, als, Toccata, Sonata, Passacaglia, Sinfonía, etc.)
En este caso la obra es la Tocata y Fuga en Re menor BWV 565.
La Toccata es una especie de Preludio que los organistas improvisaban antes de ejecutar un Motete o una Fuga. El discurso melódico es frecuentemente interrumpido con pasajes rápidos, arpegios, acordes rotos, etc. Finaliza en 2:29 del video
La Fuga es una forma polifónica (muchas voces), vertebrada mediante contrapunto. Es decir, dos o más melodías que se oyen de manera simultánea, teniendo las voces idéntica importancia entre sí. Las melodías, que suenan a la vez, crean una textura sonora densa, como es característico de la estética florida del Barroco. Pueden sonar contradictorias hasta el punto que puede resultar a un caos cacofónico (ruido) al oído inexperto o poco entrenado; pero en su escucha más amplia, crean una perfecta armonía musical. La Fuga se inicia en 2:30 y toma más protagonismo que la Toccata, que sirve casi de introducción.
La Tocata y Fuga en Re menor BWV 565 fue y es una de las obras más populares y fácilmente reconocibles de Bach. De hecho, probablemente cualquier individuo la habrá escuchado varias veces a lo largo de su vida a través de la televisión, el cine o los videojuegos. Hay que aclarar, para los más profanos en la obra de este compositor, que Johann Sebastian Bach es uno de los músicos más virtuosos, fecundos e influyentes de toda la historia del arte universal.
Esta breve pieza para órgano fue creada durante la juventud del músico, por lo que su partitura no está grabada con la fácilmente reconocible personalidad estética del compositor, como sucede con obras fruto de su posterior madurez creativa.
Según explican sus contemporáneos, Johann Sebastian Bach gustaba de utilizar su Tocata y Fuga para poner a prueba los nuevos órganos que él examinaba en calidad de maestro organista. En el vídeo puede apreciarse el espectacular efectismo en algunos ejemplos (como en 0:21 y 2:23), creando un auténtico “muro sonoro”. La partitura exprime enormemente la capacidad del órgano, por lo que Bach decía “veremos si este órgano respira bien” en el momento de “estrenar” un órgano de nueva construcción.
La Fuga se inicia en 2:30 a la manera común, incorporando las voces musicales de forma progresiva, facilitando la comprensión para el oyente al aumentar la complejidad de manera gradual. La primera voz canta seis segundos en solitario hasta ser acompañada con la segunda voz cantante en el teclado (2:36). En 3:22 se incorpora un tercer estribillo independiente a los dos anteriores y en 3:30 del video la fuga se completa al tener cuatro voces, siendo ésta última de un registro muy grave gracias al teclado de pies, llegando a crear esa “lluvia de sonido”, algo que sólo se puede experimentar si se está presente en el mismo recinto donde trabaja el instrumento. Es un efecto que desgraciadamente se pierde al escucharse mediante grabación.
El video, con una elaborada edición, nos muestra con detalle la espectacular técnica que requiere la correcta interpretación del teclado de pedales que hacen sonar las notas más graves y oscuras, como en 3:30 y 6:42
Al leer la partitura, el organista debe interpretar tres pentagramas simultáneamente. Un guitarrista lee un pentagrama, un pianista dos (uno por cada mano), pero un organista ha de leer tres: las manos más un pentagrama escrito en clave de Do (el pentagrama donde se dibujan las notas más “bajas” y profundas), que se toca con los pies.
Tocar el órgano, "el rey de los instrumentos", es muy difícil.
HISTORIA DE LA FOTOGRAFÍA

La palabra fotografía, se deriva de las palabras griegas "luz" y "grabado", y fue utilizada por primera vez por John Herschel, quien en 1839, masificó el proceso fotográfico.
Durante las décadas previas, al menos diez individuos habían tratado de hacer una fotografía. Por lo menos cuatro tuvieron éxito: Joseph Nepce, Louis J. M. Daguerre, y Hippolyte Bayard en Francia, además de William Henry Talbot en Inglaterra.
Cada uno de ellos había empleado dos técnicas científicas que se conocían desde hace algún tiempo, pero que nunca antes se habían combinado con éxito.
Las primera de estas técnicas era óptica. Desde el siglo 16 artistas y científicos habían utilizado el hecho de que el paso de un ligero rayo de luz por un agujero pequeño en la pared de un cuarto oscuro, proyectaba una imagen invertida en la pared opuesta. Pronto se reemplazó el agujero por un lente, que permitió una imagen más luminosa y más nítida. Por el siglo 18 se había reemplazado el cuarto oscuro por una caja portátil, que artistas usaron como un bosquejo de lo que más adelante se conocería como una cámara fotográfica.
La segunda técnica era química: En 1727 Johann Heinrich Schulze descubrió que ciertos químicos, especialmente haluros de plata, se oscurecían cuando exponían a la luz. El primer intento de usar tales químicos para grabar la imagen de la cámara oscura , fue realizado infructosamente por Thomas Wedgwood aproximadamente en 1800.
La invención de Daguerre, que fue comprada por el gobierno francés y que se hizo pública el. 19 de agosto de 1839, produjo una imágen única en metal, el Daguerrotipo. En contraste, la invención de Talbot (1840), el Calotipo, produjo un cuadro negativo en papel; se grabaron como figuras oscuras las luces de la imagen, y lo oscuro grabó como luz.
Por el infinito numero de positivos que se pueden hacer de un solo negativo, la invención de Talbot y sus refinamientos pronto predominaron.
La capacidad de este tipo de fotografía de repetirse exacta e infinitamente, por el proceso negativo-a-positivo era sólo una parte del cambio radical.
El otro, por supuesto, era su estado privilegiado como un cuadro creado solo por naturaleza, libre de las distorsiones inevitables de la manufactura manual.
La facilidad con que cada fotografía grababa con precisión la información visual y capacidad de multiplicarse en varias copias, hizo de esta, la herramienta de comunicación más poderosa desde la invención de la imprenta.
Para algunos esta naturaleza mecánica del proceso fotográfico excluyó la intervención personal del hombre, lo que era la estampa del arte.
Otros sintieron a la fotografía como la asesina de la pintura.
Ninguno de estos puntos de vista prevaleció. Los pintores continuaron pintando y los fotógrafos proliferaron alrededor de todo el mundo, ya que concordaron en que la nueva invención resultaba bastante útil.

VIAJES FOTOGRAFICOS

Con esta metodología de viajar se unen dos pasiones, la de recorrer esos países a lo que siempre hemos soñado conocer, con la de disfrutar tomando esas instantáneas que harán que nuestras vivencias y experiencias pervivan en el tiempo y nos permitan transmitirles a otros al compartirlas.
En estos viajes siempre se está acompañado de expertos fotógrafos, los cuales aparte de conocer el destino que se visita, son profesionales de la fotografía, que transmiten sus conocimientos durante los días que se comparten con ellos, dado que se realizan sesiones de análisis de todos los trabajos que se efectúan durante el viaje.

http://www.artisal.com/web/viajes_fotograficos.html
Edgar Degas

(Hilaire Germain Edgar Degas; París, 1834 - 1917)

Pintor impresionista francés. A pesar de que inició sus estudios de derecho, gracias a la desahogada economía familiar y al beneplácito de su padre (cuya cultura y sensibilidad ante lo artístico resultó fundamental en su etapa de formación), Edgar Degas se dedicó bien pronto a la pintura. En 1853 ingresó en el taller del pintor Barriasy y en 1854 recibió las enseñanzas de Louis Lamothe, seguidor de Ingres.
Sin embargo, su privilegiada condición social, que determinará toda su vida y una buena parte de su obra, le permitió acceder a las colecciones particulares de pintura de la clase alta parisiense y formarse en la tradición clásica como autodidacta a través de múltiples viajes. En Florencia, conoció en casa de su tío, el barón Bellelli, copias y originales de Rafael, Mantegna, Pollaiuolo, Ghirlandaio y Botticelli.
Por los testimonios de la época se sabe que Degas era un hombre tímido, sensible, algo retraído, con una gran vida interior que a veces le dificultaba la relación con sus semejantes, tal como puede observarse en la serie de autorretratos que realizó entre 1854 y 1858, donde se aprecia la influencia de Ingres. En la década de los sesenta, la posibilidad de entender la pintura como un ejercicio artístico, ajeno a las alegorías y al trasfondo moralista de los grandes cuadros de historia, era todavía incierta y dudosa.
Sin embargo, las recientes muertes de Vernet, Delacroix e Ingres abrieron un hueco en el que pudo desarrollarse, de la mano de Manet y Degas, lo que Baudelaire denominó enfáticamente el "heroísmo de la vida moderna".
De regreso a París, tras una estancia en la villa Médicis de Roma, Degas descubrió el fascinante mundo escénico que tanto exaltó en su pintura. Aunque de connotaciones alegóricas, el retrato de Mademoiselle Fiocre en el ballet La Source (1868, Brooklyn Museum, Nueva York) expuesto en el Salón de 1868, representa su aparición en el panorama artístico parisiense.
Las relaciones de Degas con el movimiento impresionista fueron bastante complejas. A pesar de que participó en siete de las ocho exposiciones del grupo y mantuvo diferentes contactos con todos los pintores que lo constituían, se negó sistemáticamente a practicar la pintura al aire libre y su obra posee indudables resonancias realistas e incluso clásicas.
La captación visual del instante en Degas no puede asociarse al paisaje, que apenas practicó, aunque sí puede reconocerse en algunas pinturas relacionadas con la música, el baile o la escena.
Tras la guerra franco-prusiana, en la que participó alistándose en la Guardia Nacional, Degas regresó a París y frecuentó el ballet de la Ópera de la calle Peletier, iniciando sus primeras y míticas series de bailarinas hacia 1872. Dos años después, cuando participó en la primera muestra impresionista, su pintura fue una de las menos criticadas debido al perfecto dominio del dibujo, entendido éste sólo como un análisis de la realidad.
En la tercera exposición impresionista que se celebró en 1877, en cuya organización Degas participó activamente, su pintura se decantó momentáneamente hacia los temas sociales como consecuencia de la influencia de Zola y de las tertulias en el café Guerbois. De esa época cabe destacar Las planchadoras (1884, Museo de Orsay, París) y La absenta (1876, Museo de Orsay, París), obra en la que el artista se solidariza con dos personajes marginales, un mendigo y una prostituta, cuyos atuendos crean una sutil relación cromática y metonímica con sus respectivas bebidas. La perspectiva oblicua que introduce al espectador en la escena no es más que un recurso de verosimilitud pictórica que apunta hacia la objetividad y preocupación por lo social.
Sin embargo, Degas, que seguía el código de la buena sociedad tan elocuentemente descrito por Proust, no habría de pasar a la historia de la pintura por sus reivindicaciones sociales, sino, principalmente, por los efectos del movimiento que logró plasmar tan magistralmente en su obra, sobre todo en la serie de las bailarinas, de planchadoras o de figuras femeninas en general: mujeres bailando, bañándose o secándose, captadas en ese instante preciso de la realidad. Su pintura se interesó por la figura femenina, a la que consagró la mayor parte de su obra.
A partir de los años ochenta, Degas realizó numerosas variaciones sobre el tema de las bailarinas; sin embargo, la idea de la mujer estuvo muy vinculada a su vida artística y privada. Degas perdió a su madre cuando contaba apenas trece años. No se casó nunca y no se le conoció ninguna relación amorosa -Mademoiselle Volkonska y Marie Dihau no son más que meras suposiciones-; ante ello el artista comentó en una ocasión: "Hubiera sufrido durante toda mi vida el temor de que mi esposa dijera: Te ha quedado bonita, después de haber acabado una pintura."
Al margen de las connotaciones misóginas de semejante afirmación, lo cierto es que sus complejas relaciones con las mujeres influyeron notablemente en su arte y propiciaron su curiosidad a través de la mirada, un "voyeurismo" que se manifiesta en esos cuerpos que, en realidad, parecen haber sido robados a la intimidad femenina, mientras las mujeres se preparan para la escena, como en Clase de baile (1872, Museo de Orsay, París), Bailarina sentada frotándose el tobillo izquierdo (1881-1883, Museo de Orsay, París) y Bailarinas entre bastidores(1890, Museo de Orsay, París), o mientras realizan sus aseos cotidianos como en Mujer peinándose(1887-1890, Museo de Orsay, París) o Mujer secándose el pelo al aire libre (1903, Museo de Orsay, París).
Degas fue un pintor clásico de la vida moderna que mantuvo una apasionada relación con la pintura del pasado: "Está muy bien copiar lo que uno ve; pero es mucho mejor dibujar lo que ya no ve, salvo en el recuerdo. Es una transformación en la que la imaginación y la memoria trabajan juntas. Sólo se reproduce lo que llamó la atención, es decir, lo realmente necesario. De este modo los recuerdos y las fantasías se liberan de la tiranía de la naturaleza. Por este motivo los cuadros hechos así, por un hombre que tiene una memoria cultivada y que conoce tanto su oficio como a los viejos maestros, son casi siempre obras notables." De hecho, muchas de las figuras que parece haber plasmado con objetividad paseando por alguna calle de París pueden reconocerse en obras de Ingres, Watteau o algún pintor desconocido de los siglos XVII o XVIII.




Seguir la senda del Mahatma...

El 30 de enero de 1948 asesinaron a Mahatma Gandhi, político y pensador indio, practicante de la "no violencia", que tras estudiar Derecho en Londres regresó a la India y condujo a su país a la independencia después de décadas de revolución pacífica. Estas son algunas de las frases que resumen su filosofía.

"La violencia es el miedo a los ideales de los demás."

"Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo y no en el resultado. Un esfuerzo total es una victoria completa."

"Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo."

"Ojo por ojo y el mundo acabará ciego."

"Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus palabras. Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos. Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos. Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino."

"Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena."

"En la vida hay algo más importante que incrementar su velocidad."

"Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia."

"Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él."

"Vive como si fueras a morir mañana; aprende como si el mundo fuera a durar para siempre."