miércoles, 25 de marzo de 2015

El canto del Lobo - Enya

Un triste canto a la luna,
que nace de mis adentros...
se va perdiendo en la noche,
se aleja en las alas del viento...

La noche se va haciendo eterna...
no hay estrellas que admirar,
y en un lamento lejano...
se oirá mi alma llorar...

Tan sólo una triste luna,
es mi fiel compañera...
donde mi alma se aloja,
donde mis sueños me esperan...

El frío va acariciando,
la soledad de mi piel...
que lenta se va marchitando,
sin tu calor de mujer...

Y si esta noche es oscura,
y oyes un mustio lamento...
será el aullido de mi alma...
llorando mis sentimientos...


YO PERSIGO UNA FORMA - Rubén Darío
Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo,
botón de pensamiento que busca ser la rosa;
se anuncia con un beso que en mis labios se posa
al abrazo imposible de la Venus de Milo.
Adornan verdes palmas el blanco peristilo;
los astros me han predicho la visión de la Diosa;
y en mi alma reposa la luz como reposa
el ave de la luna sobre un lago tranquilo.
Y no hallo sino la palabra que huye,
la iniciación melódica que de la flauta fluye
y la barca del sueño que en el espacio boga;
y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente,
el sollozo continuo del chorro de la fuente
y el cuello del gran cisne blanco que me interroga.

Mozart: sonatas para teclado a cuatro manos

En el lapso de poco más de tres años, W.A. Mozart, de la mano de su padre Leopold, realizó giras por ciudades italianas en tres oportunidades. La primera en 1770, poco antes de cumplir los catorce años, y la última, dos años después, con regreso definitivo a Salzburgo en marzo de 1773, recién cumplidos los diecisiete años. En todas ellas fue colmado de honores, en todas ellas dejó estupefacta a la audiencia, en todas ellas recibió encargos de composición que completó con creces pero ni en Milán, ni en Roma, ni en Nápoles ni Bolonia se logró el objetivo que Leopold se había trazado: colocar a su hijo al servicio de alguna corte.

En la segunda gira, Wolfgang debió aparecerse en Milán con una serenata para celebrar la boda del archiduque Fernando, gobernador y capitán general de Lombardía. "Este niño nos hará olvidar a todos" comentó un músico de la corte después de oír la música de Mozart. Ello no impidió que Fernando diera largas al asunto después de escuchar la petición de Leopold. Igual cosa ocurrió en la tercera gira, programada para cumplir el encargo milanés de una ópera. Esta vez Leopold acudió al gran duque de Toscana, con similares resultados: "Tomaremos en consideración su propuesta", se le dijo.

Pero quien se duele de todo esto es Leopold. No ocurre lo mismo con el infatigable Wolfgang, quien no cesa de trabajar durante esos tres años para cumplir con los innumerables encargos y, cómo no, para satisfacción propia. Mantiene una nutrida correspondencia con su madre y su hermana Nannerl. Esta última habrá rememorado las agradables veladas que disfrutaron juntos en Salzburgo, tocando el clave a cuatro manos, recuerdos que llenan de zozobra a su amantísimo hermano, y que lo llevarán a hacer un alto en las tournées y los compromisos para sentarse a componer, en algún momento de 1772, un regalo para Nannerl y para sí mismo: la sonata en re mayor para piano a cuatro manos. Wolfgang Amadeus tiene dieciséis años.

En comparación al volumen del resto de su escritura pianística, las sonatas para piano a cuatro manos constituyen un grupo muy reducido en la producción mozartiana: tan solo cinco sonatas más una incompleta, escritas entre los años 1765 y 1787. La sonata en re mayor KV 381 es la tercera en orden cronológico y no fue publicada sino hasta 1783.
La pieza –como es natural, considerando la juventud del compositor y la época– está estructurada a la manera tradicional de una sonata clásica: movimientos rápido - lento - rápido.

Allegro. En 00:35 (y luego en 1:23, en la reexposición): son apenas ocho notas pero es imposible no relacionarlas con el célebre Duettino sull' aria de Las Bodas de Fígaro. (Habrán esperado catorce años).
Andante  3:35 Algunas opiniones en Youtube reclaman que debe tocarse más lento, pero creo que las chicas hacen lo correcto: el movimiento es andante y no adagio.
Allegro molto  9:14.  En sintonía con la opinión del estudioso Alfred Einstein (no confundir con Albert, que tenía otro oficio) –quien veía en esta sonata una "sinfonía italiana" reducida al piano–, el movimiento contempla pasajes tutti (toda la "orquesta": ambas pianistas) y soli (una u otra de las solistas).

http://labellezadeescuchar.blogspot.com.ar/2013/11/mozart-sonata-piano-cuatro-manos-remayor.html


viernes, 13 de marzo de 2015

Historia de la isla de Lesbos

Entre Oriente y Occidente

Según la mitología, Lesbos fue el dios patrón de la isla. Macareo fue su primer rey conocido. Era hijo de Rodo y Helios. Tanto él como sus hermanos, Óquimo, Cércafo, Actis, Triopas y Cándalo, estaban celosos del quinto hermano, Ténages, sabio y adivino. Lo mataron por envidia. Macareo se exilió en Lesbos y conquistó como rey muchas de las islas vecinas. Lesbos, el dios, tomó como esposa a su hija, Metymna, hermana de Mitilene y Cidrolao. Otras muchas hijas suyas dieron sus nombres a las ciudades de la isla. Probablemente esos topónimos femeninos provienen de las antiguas diosas mediterráneas a las que pronto reemplazaron deidades masculinas. Homero menciona a la isla como "el sitial de Macareo".
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Ya en los albores del Neolítico (c. 2000 a.C.), el Mediterráneo oriental era una zona muy poblada. Se han descubierto en Lesbos ciudades de variable tamaño, ruinas que datan del tercer milenio a.C. Corresponderían estos hallazgos a los niveles de Troya I y Troya II. Solo en los niveles más recientes hay rastros de fortificación, seguramente por la amenaza que suponían las migraciones de pueblos de Asia Central.

El siguiente milenio ha supuesto arqueológicamente una Edad Oscura. Tampoco hay noticias de esa etapa en la literatura. De todos modos, hay excavaciones en marcha que podrían deparar alguna sorpresa. De momento, es necesario abrir un paréntesis hasta la llegada de los griegos micénicos en 1400 a.C. Es el tiempo de la Guerra de Troya. Pero no hay indicios de una colonización de Lesbos por parte de los aqueos. Más tarde, en torno al 800 a.C., los Eolios llegaron a Lesbos y fundaron colonias en la isla y las costas de Asia Menor. Dieron su nombre a la zona. Según la mitología, el primer rey eolio de la isla fue Lesbos, hijo de Lapithes, rey de Tesalia y nieto de Eolo. Este navegaría con su familia desde Tesalia y se casaría con Mithymna, hija de Macares, rey local descendiente de los aqueos. La relación entre Tesalia y Lesbos queda atestiguada por eldialecto común.

Los reyes de este período fueron reemplazados en el siglo VII por oligarcas o tiranos, como ocurrió en toda Grecia. Las ciudades más importantes eran cinco en el siglo V: Mitilene; Mitimna (ahora Molivos); Antissa; Eressos; y Pirra, en la bahía de Kalloni.

En el año 570 a.C, los isleños participaron en la fundación de Náucratis, Egipto. Tanto era el poder de Lesbos en este momento que firmaron alianzas con Creso y los Milesios, con uno en contra de Ciro, con los otros en contra de Polícrates, tirano de Samos. A finales de este siglo, viendo que las ciudades de Asia menor caían una tras otra bajo el dominio persa, Lesbos capituló sin lucha. Los persas colocaron a Coes de Exandrus como tirano de Lesbos. En la revuelta de las ciudades jonias del año 499 , los isleños asesinaron a Coes y auxiliaron a las ciudades rebeldes con 70 barcos. Sin embargo, en la batalla de Lade en 494, los persas resultaron victoriosos y sometieron completamente la isla. Lesbos volvería a luchar contra ellos tras la victoria ateniense de Micala, aliándose a Atenas hasta el año 477 a.C. La alianza se mantuvo hasta la revuelta de los samios, pero siguieron sometidos hasta que las Guerras del Peloponeso minaron las fuerzas de Atenas. Solo Mitimna permaneció fiel a los atenienses.

En el año 405, el espartano  Lisandro conquistó toda Lesbos. Atenas la recuperó pocos años más tarde. En 387 la isla proclamó su autonomía, que duró poco: tras una segunda alianza con Atenas, cayó bajo el poder persa en 357. Cuando Alejandro Magno comenzó su conquista de Asia Menor, los de Lesbos no dudaron en aliarse con él. Los persas fueron expulsados de inmediato por el macedonio, y la isla permaneció bajo su gobierno hasta el año 167, año de la primera ocupación romana.

Los romanos se establecieron permanentemente en la isla en el año 88 a.C. En esta época era Lesbos aliada de Mithridates, enemigo de Roma. por este motivo, aunque no encontraron resistencia por parte de los habitantes, los romanos arrasaron Mitilene. Pompeyo garantizó a Lesbos un grado de autonomía que se mantuvo hasta el año 70 d.D., reinando Vespasiano.

Posteriormente Adriano les devolvería sus privilegios. La isla prosperó durante largo tiempo, incluso en los primeros siglos de la era cristiana. De esta época se conservan más de cincuenta iglesias y basílica.

Esta placentera y pacífica vida terminó justo cuando Lesbos parecía invulnerable. Aunque formaba parte del Imperio Bizantino, en 769 fue atacada por los eslavos; en 821, 881 y 1055 por los Sarracenos, por Venecia en 1128 y en el siglo XIII por piratas catalanes.
En 1204 los francos ocuparon Lesbos. En 1261 volvió a ser provincia del Imperio Bizantino.
En 1335 Ioannis V Paleologus cedió Lesbos al genovés Francisco Gateluzo, cuñado suyo.
Los turcos tomaron la isla en 1462. No recuperaría su soberanía hasta 1912.

Traducido y extractado de: www.greeknet.com/history1.htm

https://sites.google.com/site/lesbosisla/historia-de-la-isla

Lesbos-isla-de-poetas

Azanati Afroditi






GACELA DE LA TERRIBLE PRESENCIA - Federico García Lorca

Yo quiero que el agua se quede sin cauce.
Yo quiero que el viento se quede sin valles.

Quiero que la noche se quede sin ojos
y mi corazón sin la flor del oro.

Que los bueyes hablen con las grandes hojas
y que la lombriz se muera de sombra.

Que brillen los dientes de la calavera
y los amarillos inunden la seda.

Puedo ver el duelo de la noche herida
luchando enroscada con el mediodía.

Resisto un ocaso de verde veneno
y los arcos rotos donde sufre el tiempo.

Pero no me enseñes tu limpio desnudo
como un negro cactus abierto en los juncos.

Déjame en un ansia de oscuros planetas,
¡pero no me enseñes tu cintura fresca!


El amor brujo de Manuel de Falla

En 1907, Falla emprendió lo que se suponía iban a ser vacaciones de una semana en París, pero se quedó tan encantado con la capital de Francia que terminó permaneciendo allí siete años. La primera obra que escribió a su regreso a España fue el ballet El amor brujo, compuesto en el momento en que estaba terminando Noches en los Jardines de España. De hecho, el movimiento de tango del ballet fue originalmente concebido como parte de Noches.

El incentivo de El amor provino de Pastora Imperio, una cantante y bailarina que deseaba una pieza en la que pudiera expresarse en ambas especialidades. Ella se dirigió a Falla y al dramaturgo Gregorio Martínez Sierra. Los dos hombres se interesaron en el proyecto. Sierra proporcionó un escenario basado en una historia folclórica auténtica. La Imperio pertenecía a una familia de gitanos, varios de los cuales tuvieron participación en el estreno. La madre de la artista instruyó a Falla con respecto a las canciones folclóricas y las leyendas gitanas, su hermano bailó el papel de Carmelo y su cuñada e hija también aparecían en la producción.

Como inicialmente la obra fue un fracaso, tiempo más tarde el compositor volvió a escribirla, combinó sus dos escenas en una sola, amplió su conjunto de cámara a una orquesta y eliminó varias canciones y recitados. La nueva versión se escuchó en concierto en 1916, pero debió esperar para una producción escénica hasta 1925, cuando fue interpretada en París por la célebre bailarina La Argentina. Falla extrajo una suite orquestal del ballet omitiendo los números vocales.

A través de sus canciones y danzas populares, El amor brujo refleja el misticismo de la cultura gitana. Particularmente española es la manera en la que las "fuerzas brutas de naturaleza incorregible", como el biógrafo de Falla, Burnett James, explica el simbolismo del Espectro, son aplastadas por "la firmeza de la mente y del espíritu humano", que están representados por el amor de Carmelo y Candelas. Como lo explica James:
La música surgió de las raíces y de las canciones y de las danzas de los gitanos andaluces y lleva en ella la mayor parte del tiempo una cualidad extrañamente primitiva; o más bien, un tipo de elementalismo emocional y espiritual contenido dentro de un envase técnico y estilístico altamente sofisticado. Hay también un sabor oriental frecuente, que no debe sorprender en vista de los muchos aspectos del flamenco que se sabe y se reconoce que derivan de lo oriental... Falla comprendió, aunque todavía no había estado allí, las diferencias significativas entre Andalucía y la Andalucía gitana y compuso de acuerdo con ello. Pero el compositor no utilizó ni una sola tonada tradicional, andaluza o gitana, aunque empleó con gran habilidad y comprensión varios de los ritmos de la danza popular. En cuanto al material temático, se mantuvo fiel a su propia creencia de que la música folclórica es más valiosa para el músico cultivado que no usa tonadas folclóricas auténticas, sino que llega a "sentir" su espíritu y esencia y de este modo les permite inspirar sus propias composiciones, pero no apoderarse de ellas... El carácter místico, misterioso y modal de El amor brujo imprimió un sello particular en esta música, pues derivaba del propio corazón de la materia que fue su objeto.
El título El amor brujo recibe habitualmente en inglés el nombre de "Amor, el Mago", pues de hecho el español es intraducible. La ambientación es probablemente la costa sur de España, cerca de Cádiz. Tanto en su título "La historia del pescador" como el tango de Cádiz de siete tiempos en el movimiento "Pantomima" sugieren fuertemente esta ubicación. El siguiente resumen aparece en la partitura publicada de El amor:

Candelas, una joven muy bella y apasionada, ha amado a un gitano malvado, celoso y disoluto, pero fascinante y lisonjero. Aunque ha llevado con él una vida infeliz, le amó intensamente y lamentó su pérdida, incapaz de olvidarle. El recuerdo que guarda de él es como un sueño hipnótico, un hechizo mórbido, horroroso y enloquecedor. Está aterrada por el pensamiento de que el muerto quizá no se haya ido del todo, de que puede regresar y que continúa amándola a su modo feroz, sombrío, infiel y acariciante. Se vuelve víctima de sus pensamientos del pasado, como si estuviera bajo la influencia de un Espectro; sin embargo ella es joven, fuerte y vivaz. La primavera vuelve y con ella el amor, en la figura de Carmelo. Carmelo, un galán apuesto, joven y enamorado, trata de seducirla. Candelas no es reacia a ser conquistada y casi inconscientemente responde al amor, pero la obsesión de su pasado pesa contra su actual inclinación. Cuando Carmelo se acerca a ella y trata de hacerla compartir su pasión, el Espectro regresa y aterroriza a Candelas, a la que separa de su amante. Los amantes no pueden intercambiar el beso del amor perfecto.

Carmelo se va y Candelas languidece y se marchita. Se siente como embrujada y su amor pasado parece revolotear pesadamente a su alrededor en la forma de murciélagos malévolos y agoreros. Pero este hechizo malvado debe ser roto y Carmelo cree haber encontrado un remedio. En otro tiempo él fue camarada del gitano cuyo Espectro ronda a Candelas. Sabe que el amante muerto era el típico galanteador andaluz infiel y celoso. Como parece conservar, aun después de muerto, su gusto por las mujeres bellas, debe ser sorprendido en su lado flaco y de este modo apartado de sus celos póstumos, con el fin de que Carmelo pueda intercambiar con Candelas el beso perfecto contra el cual no tiene poder la brujería en contra del amor.

Carmelo persuade a Lucía, una joven gitana encantadoramente bella, amiga de Candelas, que simule aceptar los avances del Espectro. Lucía, por cariño a Candelas y por curiosidad femenina, acepta. La idea de flirtear con un fantasma le resulta atrayente y novedosa. ¡Y además, en vida el muerto había sido tan jovial! Lucía ocupa el puesto del centinela. Carmelo regresa a seducir a Candelas y el Espectro interviene -pero se encuentra con la encantadora gitanilla y no puede ni quiere resistirse a la tentación-, pues él no sabe decir que no a la atracción de una cara bonita. Comienza a seducir a Lucía, engatusándola e implorándole, y la coqueta joven gitana le lleva casi a la desesperación. Mientras tanto, Carmelo logra convencer a Candela de su amor y la vida triunfa sobre la muerte y sobre el pasado. Los amantes por último intercambian el beso que derrota la influencia maligna del Espectro, el cual perece, definitivamente conquistado por el amor.

http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/obras-maestras/el-amor-brujo-de-manuel-de-falla/


La-mitad-invisible/mitad-invisible-amor-brujo
Los Oasis de Egipto: desiertos Blanco y Negro

Los oasis eran lugares ideales para que el estado exiliara a posibles enemigos, especialmente el oasis de Kharga, o para que oponentes políticos se refugiasen en ellos, como ocurrió en el oasis de Dakhla, al final del Primer Periodo Intermedio, con los oponentes de Mentuhotep, el unificador de Egipto.

 Los oasis estaban rodeados por el "caos", lo que explica que en ellos existiesen oráculos y divinidades con unas características diferentes al resto de los dioses egipcios. El más conocido de todos fue el oráculo de Amón, en el oasis de Siwa. Al principio los oasis eran los protegidos de Seth, aunque según fue avanzando la civilización egipcia, pasaron a ser los protegidos de Amón. Su importancia va paralela a la evolución del Estado y de la sociedad egipcia, ya que las rutas comerciales que unían el Valle con los oasis, a través de los wadis, constituían el punto de llegada de las caravanas comerciales y expediciones reales en busca de metales y piedras; además eran productores de dátiles y vinos, productos de gran consideración en la corte, por lo que las rutas con los oasis estaban protegidas por la guardia real.

En el desierto occidental se encuentra una cadena formada por los oasis más importantes de Egipto:

* SIWA.- Es el más occidental de los oasis del desierto occidental, y muy cercano a la frontera con Libia. Sus ruinas más antiguas datan de la Dinastía XXVI. La necrópolis de Gebel el-Mawta fue utilizado hasta el Período romano. El Oráculo de Amón en Siwa fue muy famoso, hasta el acudió Alejandro Magno en el año 332 a.C. para ser reconocido como dios y ser proclamado rey de Egipto.

* BAHARIYA.- Este oasis está situado a 200 km. al oeste del Valle del Nilo. Las ruinas más importantes van desde el comienzo del Reino Nuevo hasta la época romana. En los alrededores de la ciudad de Bawit se encuentran las tumbas de varios gobernadores del oasis de la Dinastía XXVI, así como restos de un arco triunfal del periodo romano y dos templos, uno del reinado de Apries y otro de Alejandro Magno. En el oasis se cultivaban viñedos, cereales y era rico en mineral de hierro.

* FARAFRA.- Este oasis está situado a 300 km. al oeste de Asiut y es una tierra muy fértil. Es el más pequeño de los oasis del desierto occidental. Las ruinas más importantes son la necrópolis de Ain el-Wadi y Wadi Abu Hinnis que datan de la época romana.

* DAKHLA.- Se encuentra situado a 300 km. de la ciudad de Luxor (antiguamente Tebas) y es el oasis donde han aparecido las ruinas más antiguas. Los principales yacimientos son las tumbas de los gobernadores de la VI Dinastía, cerca de la ciudad de Balat; cementerio del Primer Periodo Intermedio cerca de la ciudad de Amhada, un templo dedicado a la diosa Mut, del Periodo Ramésida cerca de Ezbet Bashindi; templo dedicado a la triada tebana en Deir el-Hagar y tumbas romanas en Qaret el-Murawwaqa.

* KHARGA.- Es el oasis más grande del desierto occidental y el situado más al sur a 175 km. de Luxor. Es el oasis que muestra haber estado poblado desde el Paleolítico Medio y su cultura se muestra muy relacionada con el Valle del Nilo. Sus ruinas más importantes datan del Período Ptolemaico y copto.

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