Dios griego del comercio, de la fecundidad y de los muertos. Protector de comerciantes y pastores. Mensajero de los dioses. Hijo de Zeus y Maya, una pléyade. Se le considera mensajero de los dioses. Además, se le conoce como dios de las artes, de la habilidad. Lleva la suerte y de la abundancia. Es embaucador, protector de los ladrones, lleno de picardía. Nada más nacer robó las armas de varios dioses, y el rebaño de su hermano Apolo, con el que se concilió entregándole una lira que acababa de inventar. Estuvo expiando sus fechorías, que a Zeus le hacían reir, en la Tierra junto a Apolo, en Tesália.
Se le representa joven y risueño. De caracter conciliador. Lleva un gorro y unas sandalias aladas, y el caduceo, que es un cetro de oro con dos serpientes enroscadas y que en su parte superior tiene dos alas. Se le atribuye a este cetro que infundía el sueño.
Nombre y epítetos
Nombre griego: Hermes
Nombre romano: Mercurio
Epítetos: Psicopompos (portador de las almas), dios alado, mensajero de los dioses, portador del caduceo.
Linaje e identidad
Hijo de Zeus y Maya (pléyade hija de Atlas). Es el mensajero de los dioses. Dios amistoso, hablador, compañero de Zeus. Es amigo de dioses y hombres, popular entre todos, mascota de los olímpicos.
Figura y atributos
Alegre, popular, nunca sombrío. Joven, delgado, desnudo.
Atributos: Petasos alado. Sandalias aladas. Caduceo / Kerykeion. Sus animales son el gallo, el carnero, el jabalí y el macho cabrío. Sus plantas son la amapola, el mirto y el olivo. Suele ser el compañero de Zeus. Una representación artística conocida esHermes atándose la sandalia de François Rude.
Campos de protección
Primitivamente, dios de los límites de los campos, de la invención del fuego, de la fertilidad humana y animal, y, por tanto, de la fortuna y las riquezas. En época clásica, criado y mensajero de los dioses mayores, dios de los caminos, encrucijadas y viajeros, de la elocuencia, los ladrones y comerciantes. Protector de la música, padre de la astronomía, de las matemáticas, de las primeras leyes, inventor de medidas y pesos. Guía de las almas. Dios de los jóvenes. En alguna ocasión, de la adivinación.
Lugares de Culto
Se le rinde culto en caminos, encrucijadas, gimnasios, calles y plazas de toda Grecia, especialmente en Atenas. También en Arcadia, Feneo.
Actuaciones míticas relevantes
Nacimiento
Hermes nació en el monte Cileno en Arcadia. Esta historia se cuenta en el Himno a Hermes, atribuido dudosamente a Homero. Su madre, Maia, había quedado secretamente embarazada de una aventura amorosa con Zeus. Maia envolvió al infante en mantas pero Hermes escapó cuando ella dormía. Hermes corrió a Tesalia, donde Apolo estaba pastoreando su ganado. El infante Hermes robó varias de sus vacas y las llevó a una cueva en los bosques cercanos a Pilos, borrando sus huellas. En la cueva encontró una tortuga y la mató, vaciando entonces sus entrañas. Usó los intestinos de una de las vacas y el caparazón de la tortuga para hacer la primera lira. Apolo se quejó a Maia de que su hijo había robado su ganado, pero Hermes ya había vuelto a las mantas en las que ella le había dejado, por lo que Maia rehusó creer las afirmaciones de Apolo. Zeus intervino y dijo haber visto los hechos, y secundó a Apolo. Entonces Hermes empezó a tocar música en la lira que había inventado.
Actuaciones míticas relevantes
Los rebaños de Admeto
La leyenda más célebre acerca de Hermes cuenta que, nada más nacer, se escapó y llegó a Tesalia, donde Apolo guardaba los rebaños de Admeto. El niño robó el rebaño y, tras sacrificar dos de los animales, regresó a donde había nacido, donde encontró una tortuga; la mató, le quitó el caparazón y le puso unas cuerdas hechas con tripa. Así inventó la lira.
Fabricación de la lira
Apolo, al enterarse del robo por un anciano que lo había presenciado, fue a donde estaba Hermes con su madre y reclamó el ganado. Hermes negó todo y tuvieron que recurrir a Zeus, quien ordenó al niño restituir el ganado. Pero cuando llegaron a la cueva donde estaba el ganado, Hermes tomó la lira que había fabricado y cantó. Apolo, fascinado, le propuso cambiar el ganado por la lira.
Fabricación de la siringa: También se le atribuye la invención de la siringa o flauta de Pan, que adquirió también Apolo a cambio del cayado de oro que utilizaba para cuidar sus rebaños.
El Caduceo
En una ocasión separó con el cayado de oro a dos serpientes que luchaban entre sí; estas se entrelazaron en torno a él y surgió el caduceo que, rematado por dos pequeñas alas, era el símbolo de los embajadores y los heraldos griegos.
Muerte de Argos
Argos fue designado por Hera como guardián de Io, transformada en vaca. Zeus ordenó a Hermes que la liberara. Hermes mató a Argos y Hera tomó sus cien ojos y los colocó en la cola del pavo real para inmortalizarlos.
Hermafrodito
De su unión con Afrodita nació Hermafrodito. Era un joven muy hermoso y se enamoró de él una ninfa del lago. En una ocasión, mientras el joven se bañaba en el lago, la ninfa logró abrazarlo por sorpresa y suplicó a los dioses que nunca pudiesen separarse. Entonces, los dioses los transformaron en un solo ser de doble sexo.
Autólico
De Hermes y Quione nacio Autólico, de quien heredó el arte de robar. Se convirtió en el mayor ladrón del Peloponeso. Fue padre de Laertes y abuelo de Odiseo.
http://aliso.pntic.mec.es/agalle17/dioses/hermes.html
Mercurio o Hermes
Mercurio (para los romanos) o Hermes (para los griegos), nacido en Arcadia sobre el monte Cilene, era hijo de Júpitery de Maia (Bona Dea). El mismo día de su nacimiento se sintió ya tan apuesto y robusto que luchó contra Cupido, lo derribó con una zancadilla y le robó su carcaj. Mientras los dioses le felicitaban por su victoria, robó la espada deMarte, el tridente de Neptuno, el ceñidor de Venus y el cetro de Júpiter, y estaba a punto de escamotear el rayo si el temor de quemarse los dedos no se lo hubiera impedido.
Tanta bribonada y audacia hicieron que fuese arrojado del cielo. Entonces vino a la tierra y fijó su residencia en Tesalia, donde pasó su adolescencia y juventud. El desterrado Apolo se dedicaba entonces a guardar los bueyes del reyAdmeto, cuando a Mercurio, que también era como él pastor, le pareció cómodo procurarse un rebaño sin gasto alguno. Se aprovechó para ello de un momento en que Apolo remembraba sus amores pastoriles sumido en un tierno delirio tocando la flauta, y entonces Mercurio desvió adrede sus bueyes del lugar en que pacían y se los llevó escondiéndolos en lo más espeso de un bosque.
Estos múltiples latrocinios hicieron que fuese considerado como el dios de los ladrones y de los tramposos.
Entre tanto, Apolo, que había descubierto ya el autor del robo, se enfadó terriblemente. Hechas las paces, Apolo recibió de Mercurio una lira de tres cuerdas y a cambio de ella Apolo le dio una varilla de avellano que tenía la propiedad de apaciguar las querellas y reconciliar a los enemigos. Para cerciorarse del poder del talismán, Mercurio lo interpuso entre dos serpientes que luchaban encarnizadamente y al momento las dos se enroscaron alrededor de la varilla quedando entrelazadas formando el caduceo, que es el principal atributo de Mercurio.
Mercurio era adorado en Tesalia como dios de los pastores debido al largo tiempo que había dedicado a la vida pastoril, mientras que la circunstancia de haber inventado la lucha y los ejercicios corporales, en los que sobresalía siempre, le hicieron pasar por el dios de los atletas.
Pero Mercurio estaba poco satisfecho con esos vulgares honores y aspiraba a triunfos más brillantes: recorrió las grandes ciudades, salió a la plaza pública y allí se mostró hábil en el arte de la elocuencia. Los oradores y retóricos se pusieron bajo su protección y fue considerado como el dios de las artes liberales y de las bellas letras.
Queriendo juntar lo útil de lo agradable, se dedicó a los negocios perfeccionando el comercio y el cambio, inventó los pesos y medidas y al poco tiempo su nombre fue honrado por los mercaderes y negociantes que le llamaron el dios del comercio.
El destierro de Mercurio producía en la corte celestial un sensible vacío y por eso fue llamado nuevamente a ella. Puesto que mientras vivió sobre la tierra había demostrado una destreza e inteligencia superiores, Jupiter le constituyó su ministro, su intérprete y el mensajero del Olimpo.
Cumpliendo los deberes de su cargo, Mercurio ejecutaba los encargos de los dioses, sus negociaciones públicas o secretas, importantes o frívolas, y asumía a la vez el oficio de criado, escanciador, espía, embajador, satélite y verdugo.
Cumpliendo órdenes de los dioses dio muerte al inoportuno Argos, encadenó a Prometeo sobre el monte Cáucaso, liberó a Marte de la prisión en que le habían encerrado los gigantes, condujo a Baco hasta donde se hallaban lasninfas de Nisa, acompañó a Plutón cuando este dios llevó a cabo el rapto de Proserpina y… largo sería enumerar todos los pormenores de su actuación.
Aunque parece que dichas numerosas ocupaciones le absorbían por entero tiempo y fuerzas, Mercurio también era el encargado de conducir las almas de los muertos hasta los infiernos y asistía al juicio supremo al que eran sometidas ante el tribunal de Minos. También era él quien conducía de nuevo estas almas a la tierra cuando habían transcurrido mil años desde que de ella les arrancara la muerte y las introducía en cuerpos nuevos.
Mercurio es representado como la figura de un hombre mozo, listo, sonriente y cubierto con un pequeño manto. Tanto su bonete como su caduceo están provistos de alas, como también sus tobillos, para indicar que es el mensajero de los dioses. De su boca sale en algunas imágenes una cadena de oro para significar con qué poder un orador experto encadena las voluntades de sus oyentes. Su mano derecha empuña el caduceo, como emblema de un ministro plenipotenciario y conciliador, y en su izquierda lleva una bolsa como símbolo del dios protector de los comerciantes.
Sus atributos son el gallo y la tortuga, significando el primero la vigilancia, tan necesaria en el cumplimiento de diversas e importantes funciones, mientras que la tortuga recuerda que Mercurio fue quien inventó la lira, que en un principio se fabricó con placas de este reptil.
En los caminos de gran tránsito figuraban, de trecho en trecho, estatuas de forma cuadrada que representaban a Mercurio y servían para la delimitación de los campos o para señalar el camino a los viajeros extraviados.
Estas estatuas, llamadas en griego Hermes, se colocaban también en el centro de las encrucijadas y tenían tantas caras como caminos a tal sitio convergían. En los sacrificios que se dedicaban a Mercurio, le ofrecían miel, leche y sobre todo la lengua de las víctimas, ya que era considerado como el dios de la elocuencia.
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Hermes / Mercurio- Frrancisco Alvarez Hidalgo
De los dioses alado mensajero,
y protector de atletas y ladrones,
granuja cuyas múltiples funciones
hacen de cada golfo su heredero.
No hay arriesgado o cómodo sendero,
ni frontera enclavada entre naciones,
ni transacción, ni falsificaciones,
sin etiqueta de este viajero.
Declamador, intérprete, cuentista,
más diplomático que antagonista,
aportador de sueños a los vivos,
y guía de las almas al averno.
El chaquetero que en cualquier gobierno
cumple un papel sin cuestionar motivos.
Los Angeles, 25 de noviembre de 2007.
Soneto Nº 1773