OTÓN, Marco Salvio Otón ————— (Enero – 69 * Abril – 69)
El joven Gobernador de Lusitania, Salvio Otón, había sido uno de los hombres más persuasivos para que Servio Sulpicio Galba tomara las riendas de un Imperio que, en tema de finanzas, estaba al borde de la bancarrota. A esto hay que sumarle las locuras de Nerón, que habían convertido la corte en un sinvivir: el Senado temiendo las acometidas de la Guardia Pretoriana y el Emperador, metido en su mundo de demencia, tocando la lira y recitando poemas.
. Tras la humillante derrota de Julio Vindex por las legiones de Verginio Rufo, General leal al Emperador, se hizo correr la voz de que el cabecilla de la revuelta era Galba; Nerón obligó al Senado a declararlo enemigo público y, éste, fue el empujón que el veterano Gobernador necesitaba; en principio, Galba, no estaba muy interesado en esta aventura: un hombre anciano, que no podía ni montar en caballo debido a su gotosa enfermedad, lo que quería, era acabar sus días en la tranquila Tarraco. Sus hombres más cercanos, con una falsa carta, le hicieron creer que el tirano lo había sentenciado a muerte. La, en teoría, inquebrantable fidelidad de Otón, que había sido el más influyente y tentador, es probable que no lo fuera tanto; el “lusitano” tenía puesta la vista en Roma, en el trono: Galba tenía 72 años y Otón 36; la esperanza de vida en el siglo I, rondaba los 40 años. La certidumbre de Salvio Otón, era, ser adoptado por Galba cuando este fuera proclamado Emperador por el Senado
.
. Marco Salvio Otón nació en Ferentino, ciudad 80 km. al Sureste de Roma, el 25 de Abril de 32; se suicidó el 15 de Abril de 69, después de la Batalla de Bedriacum (actual Calvatone(Cremona) – Lombardía -, 500 km. al Norte de Roma), clavándose un puñal en el pecho, tenía 37 años.
. En la familia de Otón, por parte de padre, todos habían formado parte del gobierno imperial: su abuelo, Marco Otón, fue Pretor en tiempos deOctavio; su padre, Lucio Otón, un reconocido político en época de Tiberio, Calígula y Claudio. Su madre, una noble patricia emparentada con miembros de la corte.
. La niñez y adolescencia de Otón transcurrió en palacio, de hecho, era el mejor amigo de Nerón: durante la juventud compartieron juergas y aficiones; el problema surgió cuando la bella y ambiciosa esposa de Otón, Popea Sabina, se convirtió en la amante del Emperador. A partir de ahí, el vínculo amistoso entre Nerón y Otón fue de odio y alejamiento. Salvio Otón, se vio obligado a repudiar a su esposa y cedérsela a su “amigo”. El Emperador, podía haber hecho desaparecer a su colega Otón, algo en lo que ya tenía experiencia, pero prefirió asignarle el gobierno de Lusitania; una especie de destierro.
Los 10 años (58-68) que Otón estuvo al frente del gobierno de Lusitania, los manejó con bastante solvencia; sobre todo, teniendo en cuenta su edad y que se había criado en un ambiente lleno de caprichos junto a Nerón. Cuando llegó a Emérita Augusta tenía 26 años. En tema militar no tuvo, prácticamente, problemas; no era un hombre afectuoso ni extrovertido, pero tampoco era un déspota. El asunto económico, se le dio algo peor, quizá, porque estaba acostumbrado al despilfarro que había conocido en la corte; cuando Otón llegó a Roma, ya iba precedido de un desmesurado albedrío por el derroche.
Cuando las trompetas de rebelión contra el tirano Nerón sonaron por la Galia y la Tarraconense, Otón fue el primero en sumarse a la causa, la venganza estaba servida. Salvio Otón acompañó a Galba hasta Roma con la esperanza de ser nombrado su sucesor, pero la decepción fue mayúscula cuando adoptó a Calpurnio Pisón; la Guardia Pretoriana, que se sintió engañada al no recibir la dádiva prometida por Galba, se apresuró a nombrar Emperador a Otón.
Al grito de “Otho Imperator“, los pretorianos buscaron y asesinaron a Galba; previamente, habían ejecutado a su Comandante Nimfidio Sabino, que se quiso coronar Emperador aduciendo que era descendiente directo de la dinastía Julio-Claudia, decía ser, hijo de Calígula. El Senado, ante el bullicio y aterrados por la masacre, ratificaron a Marco Salvio Otón como nuevo Emperador de Roma.
Otón sabiendo del conflicto económico que Galba tuvo con los pretorianos, ya les había sobornado generosamente y, para evitar contrariedades dentro de la Guardia hizo prender y desterrar (luego se suicidó) al otro Prefecto del Pretorio, a Cayo Ofonio Tigelino. Acto seguido, dio a los soldados la opción de elegir a sus comandantes: Plotio Firmo y Licinio Próculo. Esta disposición y la ley por la cual amnistiaba a senadores que habían sido expropiados, hizo que Otón fuera bien recibido por el Pueblo y el Senado; sobre todo, después de las malversaciones de Nerón y las restricciones a las que les estaba sometiendo Galba. Pero, la guerra civil continuaba, los ejércitos de Germania y parte de la Galia habían exaltado a Aulo Vitelio que marchaba sobre Roma para arrebatar el trono a Otón.
Los ejércitos romanos estaban divididos en dos: Oriente apoyaba a Otón y Occidente a Vitelio. Salvio Otón, preparó una táctica defensiva con la Guardia Pretoriana más dos legiones formadas por esclavos y gladiadores. Confiado que en breve llegarían las siete legiones de Oriente, marchó al encuentro de Vitelo; las primeras escaramuzas estuvieron del lado de Otón, derrotando a dos comandantes de Aulo Vitelio y haciéndoles retroceder hasta los márgenes del Po. El consejo de los Tribunos de Otón era, mantener una guerra de desgaste hasta que llegara el grueso de las legiones de Oriente; pero el Emperador, después de las dos victorias, se sentía enérgico, inexpugnable. Con esta certeza y el aliento del Prefecto Licinio Próculo, acudió Otón a lo que sería su combate final: la Batalla de Bedriacum (lugar situado entre Cremona y Verona).
Las legiones de Vitelio infligieron una severa derrota a las tropas de Otón; aún así, la guerra no estaba perdida, quedaban las legiones del Danubio y parte de las suyas. Si el Emperador se hubiera dejado asesorar por sus generales, habrían tenido muchas posibilidades de ganar la guerra a Vitelio; pero Marco Salvio Otón estaba alicaído por el fracaso, no aguantó la presión.
Se retiró a su tienda con la idea de descansar, a la mañana siguiente, sus oficiales, lo encontraron muerto con un puñal en el corazón, se había suicidado; el tiempo imperial de Otón fue de tres meses y cinco días. Cuando la noticia de su muerte llegó a Roma, el Senado sancionó Emperador a Aulo Vitelio Germánico.
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http://truttafario.com/2012/01/31/oton/
oton_ se clavo_una_daga_ en el corazon
viernes, 9 de enero de 2015
La oración de Dante
Cuando el bosque oscuro cayó ante mí
y todos los senderos estaban cubiertos de vegetación.
Cuando los sacerdotes del orgullo dicen que no existe otro camino,
cultivé las penas de piedra.
No creía porque no podía ver.
Aunque tú viniste a mí en la noche,
cuando el amanecer parecía perdido para siempre
tú me mostraste tu amor
a la luz de las estrellas.
Dirige tu mirada hacia el océano.
Dirige tu mirada hacia el mar.
Cuando la noche oscura parezca interminable...
por favor... recuérdame.
Luego, la montaña surgió ante mí
cerca del profundo pozo del deseo,
desde la fuente del perdón,
más allá del hielo y del fuego.
Dirige tu mirada hacia el océano.
Dirige tu mirada hacia el mar.
Cuando la noche oscura parezca interminable...
por favor... recuérdame.
Aunque compartimos este humilde sendero, solos.
¡Qué frágil es el corazón!.
Oh, regala alas para volar a estos pies de arcilla,
para acariciar el rostro de las estrellas.
Insufla vida a este débil corazón,
levanta este velo mortal de miedo.
Coge estas esperanzas deshechas, grabadas con lágrimas.
Nos elevaremos sobre estas preocupaciones terrenales.
Dirige tu mirada hacia el océano.
Dirige tu mirada hacia el mar.
Cuando la noche oscura parezca interminable...
por favor... recuérdame...
por favor... recuérdame...
Cuando el bosque oscuro cayó ante mí
y todos los senderos estaban cubiertos de vegetación.
Cuando los sacerdotes del orgullo dicen que no existe otro camino,
cultivé las penas de piedra.
No creía porque no podía ver.
Aunque tú viniste a mí en la noche,
cuando el amanecer parecía perdido para siempre
tú me mostraste tu amor
a la luz de las estrellas.
Dirige tu mirada hacia el océano.
Dirige tu mirada hacia el mar.
Cuando la noche oscura parezca interminable...
por favor... recuérdame.
Luego, la montaña surgió ante mí
cerca del profundo pozo del deseo,
desde la fuente del perdón,
más allá del hielo y del fuego.
Dirige tu mirada hacia el océano.
Dirige tu mirada hacia el mar.
Cuando la noche oscura parezca interminable...
por favor... recuérdame.
Aunque compartimos este humilde sendero, solos.
¡Qué frágil es el corazón!.
Oh, regala alas para volar a estos pies de arcilla,
para acariciar el rostro de las estrellas.
Insufla vida a este débil corazón,
levanta este velo mortal de miedo.
Coge estas esperanzas deshechas, grabadas con lágrimas.
Nos elevaremos sobre estas preocupaciones terrenales.
Dirige tu mirada hacia el océano.
Dirige tu mirada hacia el mar.
Cuando la noche oscura parezca interminable...
por favor... recuérdame...
por favor... recuérdame...
Los robles - Friedrich Hölderlin
Desde los jardines llego hasta vosotros, hijos de las montañas.
Desde los jardines, donde la Naturaleza vive paciente y hogareña
cuidando a hombres afanosos que la cuidan.
Pero vosotros, ¡sublimes!, os erguís como un pueblo de titanes
en un mundo domesticado y solo sois vuestros y del cielo
que os nutre y ha criado, y de la tierra que os ha parido.
Ninguno de vosotros ha pasado por la escuela de los hombres,
y os abrís paso, libres y gozosos, desde vuestras potentes raíces
hasta lo alto, unos contra otros y, como el águila a su presa,
atrapáis el espacio con brazo poderoso, y a las nubes dirigís
vuestra gran copa soleada y serena.
Un mundo sois cada uno; como las estrellas del cielo
vivís; un dios cada uno, juntos en libre alianza.
Si yo fuera capaz de soportar la esclavitud, no sentiría envidia
de este bosque y me resignaría a vivir entre la gente.
Si no me encadenara a vivir entre la gente este corazón
que no renuncia al amor, ¡con qué gozo viviría entre vosotros!
Wolfgang
Amadeus Mozart
El rapto del serrallo
Esta ópera bufa en
tres actos de Wolfgang Amadeus Mozart, con libreto sacado de Belmonte y Constanza de Bretzner, fue estrenada en 1782 y su éxito fue
inmediato. Por primera vez el público encontraba en una obra escrita en lengua
alemana la vivacidad de la ópera cómica italiana, que parecía única en haberse
apropiado del secreto de la vida escénica. Por otra parte, era la primera vez
que en una "opereta" se admiraba tan señoril perfección de la música,
tanta riqueza y propiedad instrumental, tanta consistencia de lenguaje
melódico.
El rapto del serrallo es, propiamente hablando, un "Singspiel", esto
es, un espectáculo musical mezclado de canto y recitación en prosa, con un
argumento que adquiere tono de farsa. Mediocres pero agradables compositores
(entre ellos Dittersdorf, contemporáneo de Mozart) proporcionaban las melodías
para ese género, sin hacer mucho caso de la propiedad escénica y dramática de
la obra.
Mozart cayó en ese ambiente tranquilo y acomodaticio como un
águila en un gallinero. La música de este "Singspiel" era de técnica
compleja, con pormenores contrapuntísticos, graciosísimos y difíciles de
ejecutar; pero lo que determinó el triunfo de la obra fue que aquella música se
ajustaba en todo momento a la situación escénica, sin permitirse desviaciones
como a veces hacían los compositores italianos.
El argumento es sencillísimo: en la playa, ante el palacio del
Bajá, un tenor, Belmonte, viene buscando entre afligidos lamentos a su novia
Constanza, caída en manos de los turcos. Gracias a la ayuda de su astuto
criado, Pedrillo, que ha entrado al servicio del Bajá en busca de su propia
novia (Blonde, también prisionera), Belmonte consigue eludir la vigilancia del
terrible Osmín, guardián del serrallo y amo de Blonde, y así puede encontrar a
su Constanza.
Por dicha, todavía no se ha perdido nada: Blonde, con su
vivacidad de lenguaje y su ánimo valeroso, sabría defenderse aunque fuese de
todo un regimiento de jenízaros, y la suave y desarmada Constanza ha tenido la
fortuna de hallar un melifluo Bajá muy caballeroso, el cual no quiere en
absoluto coger el fruto antes de que esté maduro y espera a que Constanza se
enamore de él.
Fracasada la fuga de los cuatro, son encadenados y conducidos
ante el Bajá. Se descubre que Belmonte es hijo de un almirante cristiano,
bárbaro y atroz enemigo del Bajá, causa de sus innumerables desgracias.
Constanza se dispone a morir feliz junto a su afligido Belmonte; Pedrillo está
aterrorizado, pero Blonde no se desanima. El tremendo Osmín está contentísimo y
ya saborea el espectáculo de dos cristianos colgados, empalados, asados vivos o
descuartizados.
Pero el caballeroso Bajá, después de regodearse un momento con
sus ideas de venganza, le dice a Belmonte: "Llévate a Constanza, date a la
vela hacia tu patria, y di a tu padre que te he tenido en mi poder y que te he
dejado libre para que él sepa que es mayor satisfacción pagar una ofensa con un
beneficio que amontonar ruinas sobre ruinas". Naturalmente, también Blonde
y Pedrillo son indultados. En el final, en un maravilloso andante sentencioso,
los cuatro enamorados expresan su reconocimiento cubriendo las exclamaciones
del aterrorizado Osmín, y después se van, felices y satisfechos, entre un coro
de jenízaros.
Se dice que en esta
ópera Mozart se abandonó más que de costumbre a efusiones expresivas porque
veía en las tribulaciones de Belmonte y Constanza las adversidades con que
tropezaban él y su Constanza Weber (su matrimonio se celebró justamente en
1782). Pero a quien esté acostumbrado al calor melódico y vital de la ópera
cómica italiana, también el Rapto le parecerá obra típica de un artista que (como decía
Busoni) "si debe conmover, él no debe conmoverse, para no correr el riesgo
de perder en el momento culminante el dominio de sus procedimientos
artísticos". Especialmente, las arias elegíacas y formalistas de Belmonte
no autorizan suposiciones de tal género.
En cambio, es innegable que la suave figura de Constanza es
contemplada con cierta ternura, particularmente en su primera aria y en el dúo
en que, a la mesurada desesperación de Belmonte, opone su tierna felicidad de
morir por el amado. La expresión del dolor pasa siempre a segundo término, y
sólo queda como una sombra de melancolía en los diversos aspectos que va
revelando este personaje, retrato de muchacha amorosamente trabajado.
Efecto predilecto de Mozart es el paralelismo entre dos parejas
de enamorados, gracias al cual obtendrá, en sus óperas siguientes, resultados
cada vez más elevados: por una parte, la pareja aristocrática, toda suspiros,
elegía y ternura: por otra, la popular, jovial, libre y materialista. Blonde, con
sus actitudes de "soubrette", tiene un aria bellísima ("Welche
Wonne, welche Lust") y un malicioso dueto con Osmín que, junto con la
escena en que Pedrillo emborracha al terrible guardián, resumen la alegría
sobria y mesurada de la obra.
La escena culminante es el cuarteto del segundo acto, típico
ejemplo del carácter de farsa del "Singspiel". Los cuatro enamorados
se hallan por fin reunidos, pero una molesta sospecha se abre camino en los dos
hombres, que acaban por expresarla: Belmonte con extremada delicadeza, Pedrillo
con su incorregible vulgaridad. Los dos querrían saber por Blonde si Osmín no
ha hecho valer sus derechos de propiedad sobre ellas. La escena se desarrolla
con deliciosa simetría dieciochesca: Constanza se estremece, púdica; Blonde atiza
una tremenda bofetada a Pedrillo, después de lo cual los dos amantes se
confiesan convencidos y piden y obtienen perdón.
El contrapunto psicológico (púdica delicadeza de la pareja
noble, franca y ruda energía de la pareja plebeya) constituye uno de los más
perfectos aciertos teatrales de Mozart. También es admirable la famosa
obertura, obra juvenil, ágil y vibrante de alegría, con matices de señoril
generosidad y no utilizada en el resto de la obra, salvo en dos compases que
introducen la primera escena y en alguna rápida conclusión orquestal.
http://www.biografiasyvidas.com/monografia/mozart/rapto_serrallo.htm
La coronación de
Poppea de Claudio Monteverdi
Drama musical en un prólogo y tres
actos. Libreto de Giovanni Francesco Busenello.
Título original: L'incoronazione di Poppea (II Nerone).
Personajes: Nerón, emperador de Roma (tenor); Octavia, su esposa (soprano o mezzosoprano); Popea (soprano); Otón (contratenor o barítono); Séneca (bajo barítono); Fortuna, diosa del destino (soprano); la Virtud (soprano); el Amor (mezzosoprano); Palas Atenea (soprano); Mercurio (tenor); criados de Octavia, criadas de Popea; compañeros de banquete de Nerón; soldados, discípulos de Séneca, pueblo, etc.
Lugar y época: Roma, época de Nerón.
Argumento: Nerón, el poderoso emperador de Roma, se ha enamorado de Popea, que por él ha rechazado a su antiguo amante Otón. Nerón decide abandonar a su esposa Octavia y sentar en el trono a Popea. Séneca, que ha reprendido al emperador por su injusticia, debe morir.
Octavia obliga a Otón a matar a Popea. Para ello se asegura el favor amoroso de Drusila, criada de Popea. Otón intenta cumplir su misión a pesar de que su corazón está desgarrado entre el amor y el odio. Se pone la capa de Drusila y se acerca a Popea, que duerme. Sin embargo, despertada a tiempo por la voz de Amor, Popea sale de su sueño.
Drusila, cuya capa han reconocido, es apresada y echa sobre sí, por amor a Otón, todas las culpas. Entonces se presenta Otón. Puesto que confiesa su plan de asesinar a Popea, también debe descubrir a quien le ha encomendado la misión. Nerón, que ha oído con creciente sorpresa las autoacusaciones de Otón y Drusila, con las que cada uno quiere salvar al otro, cambia la sentencia de muerte por la de destierro. Ya tiene un motivo para rechazar a Octavia. Dichoso, se une en matrimonio a Popea.
Fuente: Después que en las primeras décadas del arte operístico fueran puestos en música sobre todo temas de la mitología griega, el ámbito de los argumentos se amplía por medio de la inclusión de la historia clásica. En este caso aparece la época de Nerón y Séneca, la vieja Roma entre los años 54 y 68 del primer siglo de nuestra era, aunque los hechos históricos no se reproducen con exactitud.
Libreto: El abogado y poeta Giovanni Francesco Busenello redactó un líbrelo que debe considerarse más un poema que un esbozo dramático operístico. No contiene rápidos diálogos dramáticos ni coros que actúen, sino declamaciones largas y bellas desde el punto de vista formal, y repeticiones variadas artísticamente.
Música: Monteverdi alcanza con esta obra no sólo el punto culminante de su carrera, sino que da forma también a un drama musical que crea el tránsito de la ópera florentina, compuesta casi exclusivamente de recitativos y arias, a la ópera barroca, con sus grandes arias llenas de pasión. En esta obra es posible encontrar números musicales cerrados que con el correr del tiempo impondrán la larga declamación recitativa y luego la eliminarán por completo. La música de Monteverdi es siempre excelente y sus armonías claras.
Historia: L'incoronazione di Poppea es la última obra de Monteverdi para la escena. Su estreno tuvo lugar en el Teatro Grimano de Venecia en el otoño de 1642. También esta obra se consideró perdida durante varios siglos: fue redescubierta en 1888 por Taddeo Wiel, y de inmediato comenzaron los «intentos de recuperación», que plantearon muchos interrogantes. Solamente nuestra época, sobre todo las representaciones mencionadas de Harnoncourt y Ponnelle en la Ópera de Zúrich durante los años setenta del siglo pasado, parecen hacer justicia, en la medida en que esto sea posible, a las obras del Renacimiento y del Barroco, pues incluyen también instrumentos antiguos, tal como los que utilizó Monteverdi. Es igual que se consideren antiguallas de museo las tres óperas de Monteverdi que han llegado hasta nosotros (de la quincena que probablemente compuso), pues en el fondo son arte vivo, capaz de conmovernos profundamente.
Fuente: “Diccionario de la Ópera” de Kart Pahlen
http://www.hagaselamusica.com.ar/clasica-y-opera/pera/la-coronacion-de-poppea-de-claudio-monteverdi/
Currículum (Mario Benedetti)
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente
usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica
usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros
usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío
entonces
usted muere.
Un intento más – George Michel
Estoy harto del peligro
Y la gente en las calles
Estoy pendiente de los ángeles
Simplemente tratando de encontrar algo de paz
Ahora creo que es tiempo
Que me dejes saber
Si me amas
Di que me amas
Pero si no
Déjame ir
Maestra
Hay cosas
Que yo no quiero aprender
Y la última que tuve
Me hizo llorar
Pues no quiero aprender a
Abrazarte, tocarte
A creer que eres mía
Porque no hay alegría
Para un chico bien (de la clase alta)
A quién su maestra le ha dicho adiós
Adiós, adiós
Cuando eras solo una extraña
Y yo estaba a tus pies
No sentía el peligro
Ahora siento el ardor
Que veo en tus ojos
Diciéndome no
Pues crees que me amas
Sé que me necesitas
Yo escribí la canción, sé que está mal
Sólo déjame ir...
Maestra
Hay cosas
Que yo no quiero aprender
Oh, la última que tuve
Me hizo llorar
Pues no quiero aprender a
Abrazarte, tocarte
A creer que eres mía
Porque no hay alegría
Para un chico bien (de la clase alta)
A quién su maestra le ha dicho adiós
Adiós, adiós
Por eso cuando dices que me necesitas
Que nunca me dejarás
Sé que estabas equivocada, no eres tan fuerte
Déjame ir
Y maestra
Hay cosas
Que aún quiero aprender
Pero lo único que tengo es mi orgullo
Oh, no quiero
Abrazarte, tocarte
A creer que eres mía
Porque no hay alegría
Para un chico bien (de la clase alta)
Que ya no quiere intentar
Estoy tan frío
Por dentro
Quizás sólo un intento más.
Estoy harto del peligro
Y la gente en las calles
Estoy pendiente de los ángeles
Simplemente tratando de encontrar algo de paz
Ahora creo que es tiempo
Que me dejes saber
Si me amas
Di que me amas
Pero si no
Déjame ir
Maestra
Hay cosas
Que yo no quiero aprender
Y la última que tuve
Me hizo llorar
Pues no quiero aprender a
Abrazarte, tocarte
A creer que eres mía
Porque no hay alegría
Para un chico bien (de la clase alta)
A quién su maestra le ha dicho adiós
Adiós, adiós
Cuando eras solo una extraña
Y yo estaba a tus pies
No sentía el peligro
Ahora siento el ardor
Que veo en tus ojos
Diciéndome no
Pues crees que me amas
Sé que me necesitas
Yo escribí la canción, sé que está mal
Sólo déjame ir...
Maestra
Hay cosas
Que yo no quiero aprender
Oh, la última que tuve
Me hizo llorar
Pues no quiero aprender a
Abrazarte, tocarte
A creer que eres mía
Porque no hay alegría
Para un chico bien (de la clase alta)
A quién su maestra le ha dicho adiós
Adiós, adiós
Por eso cuando dices que me necesitas
Que nunca me dejarás
Sé que estabas equivocada, no eres tan fuerte
Déjame ir
Y maestra
Hay cosas
Que aún quiero aprender
Pero lo único que tengo es mi orgullo
Oh, no quiero
Abrazarte, tocarte
A creer que eres mía
Porque no hay alegría
Para un chico bien (de la clase alta)
Que ya no quiere intentar
Estoy tan frío
Por dentro
Quizás sólo un intento más.
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