sábado, 6 de diciembre de 2014

Paganini: Concierto para violín N° 1

El ídolo popular del siglo XIX, Niccolo Paganini, hizo su debut en Parma a los quince años. Acompañado de su padre, recorrerá luego la región de Lombardía ofreciendo conciertos e incrementando su fama con sus brillantes actuaciones y el infernal virtuosismo que acompañaba cada una de ellas. No por casualidad, entonces, antes de los veinte años, el eximio violinista habrá conseguido su independencia económica, circunstancia que unida a su juventud y carisma lo hará aficionarse al juego y cómo no, a las aventuras románticas.

Pero la dispendiosa vida que su talento le permitió llevar no fue obstáculo para que entre 1801 y 1807 se abocara a la composición de sus primeras grandes obras, que van a revolucionar para siempre la técnica del violín. Uniendo el goce de la vida con un intenso trabajo surgió su obra más conocida e interpretada hasta hoy, el conjunto de los 24 Caprichos para violín solo, y los dos conjuntos de seis sonatas para violín y guitarra. Diez años después compondrá su primer concierto para violín.

Tras abandonar su puesto como director de música en el principado de Lucca y Piombino sirviendo a la princesa Elisa Bonaparte, hermana de Napoleón, se dedicó a recorrer Italia ofreciendo recitales con sus propias obras. Pasaría un buen número de años antes de que se decidiera a conquistar Europa que, al parecer, estaba esperándolo. En 1828 dio su primer recital en Viena con enorme éxito, tres años después le siguieron presentaciones en París y Londres con resultados sensacionales. Al año siguiente, le tocó visitar Inglaterra y Escocia. A la vuelta de ese tour de cuatro años, Niccolo se instaló en París, en 1833. Tenía cuarenta y un años y era un hombre rico.

Acaso por ello, al poco tiempo decidió retirarse de los escenarios. En 1834 abandonó simultáneamente París y la carrera de concertista, aunque regresó a la ciudad luz dos años más tarde pero en plan de empresario, para abrir un casino, el Casino Paganini, empresa en la que invirtió gran parte de su fortuna con resultados desastrosos pues el emprendimiento debió cerrar sus puertas apenas dos meses después de inaugurado.

La leyenda

El increíble virtuosismo de Paganini fue atribuido en su tiempo a un pacto con el diablo o a ocultos tratos con seres de ultratumba, a lo que contribuía animosamente su semblante casi cadavérico y una estampa sombría. Señala la leyenda que la música de Niccolo provenía del alma de mujeres de voz hermosa que mantenía cautivas al interior de su violín.

Compuesto alrededor de 1817-18, el concierto N° 1 asombró en su estreno a audiencia y crítica por su brillantez y exigente virtuosismo. Está estructurado en los tres movimientos habituales,

http://labellezadeescuchar.blogspot.com.ar/2013/04/paganini-concierto-para-violin-n-1.html



Diciembre - Juan Ramón Mansilla

Este poema es la trágica historia del olvido de un poema.
Brotaron sus palabras como voz que brotaba del sueño.
Bellas estrofas perdidas, inquietantes imágenes
rezumando silencio, borradas como nombres
escritos una tarde de estío en la arena y que la pleamar se llevó.

No hay espacio aquí para el desencanto
(Yo, como ese poema, también soy silencioso)
Tan sólo la reflexión, la terrible constatación
del final de tantos, tantos versos,
y la debilidad con que se asume lo inefable
como un poso de pureza imposible,
semejante a esos días en que el trastorno
nos desvanece y algo interior,
girando donde nada gira, grita ¿dónde estás?
para que algo, igualmente interior, descubra
en la respuesta un umbral que nunca franquearemos,
temerosos de hallar que las palabras son una cortina
de humo, fragmentos volátiles
como vilanos en una tempestad.

¿Y si cerrara los ojos?
¿Y si dejara que el vacío llenase esta página
como el agua los huecos de árboles desarraigados?

No, no es la palabra escrita sino la ausente
la que perdura. Y esa ausencia tiene una forma,
y esa forma tiene un color, y ese color
tiene, posiblemente, un destino.

Ahora es de noche y escribo.
Escribo caído en la trampa de la costumbre
como una ave migratoria que, a ojos
de las otras, es sólo un bicho perdido,
demasiado confuso para volar. Volar, errar
detrás del agua sólo para constatar la sed
y darle un rincón,
el mismo que a la forma que en el lecho
el pensamiento deja de un cuerpo inalcanzable.

Sí. Es de noche. Y escribo este poema.
Mañana, pájaro de alas rotas, narrará la historia
de otro poema sin existencia
Lo poseeré mientras surja.
Luego será, seré abandonado.
¿Cómo podría ser de otro modo?


Canciones con historia: It Might Be You - Stephen Bishop.

Stephen Bishop (14 de noviembre de 1951) es un cantante, actor y guitarrista estadounidense.

Tuvo un primer gran éxito en las listas musicales de singles en 1977 con Stephen Bishop conOn and On, otros éxitos de Bishop son Save It for a Rainy Day o “It Might Be You” (compuesta por Dave Grusin, Alan y Marilyn Bergman), tema principal de la banda sonora de la película Tootsie.

Su canción Separate Lives, cantada por Phil Collins y Marilyn Martin, de la película White Nights, fue nominada al Oscar a la mejor canción original en 1986.

https://espaciochus.wordpress.com/2014/11/14/stephen-bishop/


El vuelo - Pablo Neruda

El alto vuelo sigo
con mis manos:
honor del cielo, el pájaro
atraviesa
la transparencia, sin manchar el día.

Cruza el oeste palpitando y sube
por cada grada hasta el desnudo azul
todo el cielo es su torre
y limpia el mundo con su movimiento.

Aunque el ave violenta
busque sangre en la rosa del espacio
aquí está su estructura:
flecha y flor es el pájaro en su vuelo
y en la luz se reúnen
sus alas con el aire y la pureza.

¡Oh plumas destinadas
no al árbol, ni a la hierba, ni al
combate,
ni a la atroz superficie,
ni al taller sudoroso,
sino a la dirección y a la conquista
de un fruto transparente!

El baile de la altura
con los trajes nevados
de la gaviota, del petrel, celebro,
como si yo estuviera
perpetuamente entre los invitados:
tomo parte
en la velocidad y en el reposo,
en la pausa y la prisa de la nieve.

Y lo que vuela en mí se manifiesta
en la ecuación errante de sus alas.

¡Oh viento junto al férreo
vuelo del cóndor negro, por la bruma!
Silbante viento que traspuso el héroe
y su degolladora cimitarra:
tú guardas el contacto
del duro vuelo como una armadura
y en el cielo repites su amenaza
hasta que todo vuelve a ser azul.

Vuelo de la saeta
que es la misión de cada golondrina,
vuelo del ruiseñor con su sonata
y de la cacatúa y su atavío!

Vuelan en un cristal los colibríes
conmoviendo esmeraldas encendidas
y la perdiz sacude
el alma verde
de la menta volando en el rocío.

Yo que aprendía volar, con cada vuelo
de profesores puros
en el bosque, en el mar, en las
quebradas,
de espaldas en la arena
o en los sueños.
me quedé aquí, amarrado
a las raíces,
a la madre magnética, a la tierra,
mintiéndome a mí mismo
y volando
solo dentro de mí,
solo y a oscuras.

Muere la planta y otra vez se entierra,
vuelven los pies del hombre al
territorio,
sólo las alas huyen de la muerte.

El mundo es una esfera de cristal,
el hombre anda perdido si no vuela
no puede comprender la transparencia.

Por eso yo profeso
la claridad que nunca se detuvo
y aprendí de las aves
la sedienta esperanza,
la certidumbre y la verdad del vuelo.


El sueño de Geronte - Edward Elgar

El oratorio El Sueño de Geronte de Edward Elgar, inspirado en un poema del Cardenal John Henry Newman refleja la visión católico-romana de la muerte y la inmortalidad del alma.

“Si alguna obra mía es digna de no olvidarse, ésta es” decía sobre El Sueño de Geronte, Edward Elgar. Su percepción era acertada ya que este oratorio es considerado como la obra maestra del compositor británico, uno de los principales autores de la última etapa del movimiento romántico en Europa.
Elgar compuso el oratorio El Sueño de Geronte entre 1889 y 1900,  siguiendo las pautas que definen a este género como la pieza musical. Esto es que, a partir de un texto normalmente basado en historias de santos o en episodios bíblicos, se utilizan elementos dramáticos, narrativos y contemplativos con motivos didácticos que lleven al espectador a la reflexión.

Un poema del cardenal inglés John Henry Newman, una de las figuras más relevantes de la doctrina católica del último tercio del siglo XIX, fue elegido por Edward Elgar para su obra El Sueño de Geronte.  En el texto, el religioso plantea su particular mirada sobre la inmortalidad del alma, en tanto Elgar quiso expresar con su música la justificación, adecuación y difícil equilibrio de su fe católica.
Geronte representa a un ser humano común y corriente, agobiado por las dudas en su lecho de muerte. Un ángel se le acerca durante sus últimos momentos y le revela algunos detalles de la otra vida, incluyendo un vistazo al infierno y culminando con la contemplación gloriosa de Dios. Geronte finalmente logra una transición plácida a la otra vida.

La pieza de Elgar destaca por su rico colorido orquestal, la fuerza dramática de los coros, las líneas vocales expresivas de los tres solistas y la luminosidad de la escritura.

http://www.ceacuchile.com/2013/11/sinfonica-de-chile-estrena-oratorio-el-sueno-de-geronte-de-edward-elgar/#.VHsf6yKG_cg



Concierto para piano nº 1 - Tchaicovsky

De 1874 data la primera versión del Concierto N° 1 para piano y orquesta de Piotr Ilich Tchaikovski. A esa altura de su vida, 34 años, y pese a sus crisis nerviosas, Piotr ya se había consolidado definitivamente como compositor. De modo que no le hicieron ninguna gracia los comentarios que recibió del virtuoso del teclado Nikolai Rubinstein cuando tocó ante él su primer concierto para piano. Nikolai era su amigo, era quien había acompañado al provinciano Piotr Ilich en sus primeros años en Moscú, mostrándole la ciudad y abriendo para él, posteriormente, muchas puertas difíciles de franquear.

Era navidad de 1874, y Piotr y Nikolai habían sido invitados a esperar al Papá Noel ruso en casa de un amigo común. Pero Nikolai había sugerido a Piotr que llevara su nueva partitura para que, camino a casa del amigo, pasaran al Conservatorio a examinar el concierto que acababa de terminar. Piotr accedió encantado pues deseaba escuchar la opinión de un virtuoso, conocer su parecer técnico sobre algunos pasajes muy arduos de la ejecución, que en ese momento los tenía y sigue teniendo.

Cuando terminó de tocar el movimiento inicial, Nikolai permaneció mudo, sin decir una palabra. Piotr no se amilanó y continuó con el resto.
–¿Y bien? –preguntó al final del concierto completo.
Nikolai no escatimó irreverencias. Dijo que el concierto no valía nada, que era inejecutable, que los temas eran poco felices, en suma, trató a Piotr como un principiante inexperto e incapaz. Así, al menos, lo entendió Piotr Ilich. Luego lo contaría en su diario en los siguiente términos:
"Yo no sólo estaba estupefacto, sino afligido por toda esa escena. Ya no soy un muchacho necio, que comienza a hacer sus primeras tentativas de composición; no tengo necesidad de enseñanzas de nadie, sobre todo si se me dan en ese tono áspero y hostil..."
Pero a Nikolai tampoco le salió barato. Piotr tenía pensado dedicarle el concierto a este virtuoso de su tiempo pero, habiéndose enfriado las relaciones a raíz del rudo incidente, finalmente lo dedicó al pianista y director Hans von Büllow, gran admirador del compositor ruso, quien lo estrenó con él como solista en Boston, EEUU, en 1875, y lo dirigió luego por todas partes con gran éxito. Sin embargo, las sugerencias de Nikolai no cayeron en saco roto pues Tchaikovski, quince años después, reelaboró por completo la parte pianística, convirtiendo al concierto, desde entonces, en pieza predilecta de los virtuosos del piano, Nikolai Rubinstein incluido.

Movimientos:
I. Allegro non troppo e molto maestoso - Allegro con spirito
El movimiento, inusualmente largo (20 min), lo abre toda la orquesta, luego entra el tema principal llevado por las cuerdas acompañadas por los magníficos acordes del piano que han hecho célebre al concierto completo. El movimiento, una especie de duelo entre el piano y la orquesta, presenta considerables dificultades al solista.
II. Andantino semplice - Prestissimo (20:45)
Se inicia con un tema de gran delizadeza que expone primero la flauta siendo recogido luego por el piano. Una parte central --prestissimo-- sirve de contraste por su liviandad y su ritmo de tres cuartos.
III. Allegro con fuoco (27:19)
Está construido sobre temas basados en danzas o ritmos populares rusos. El primer tema, rítmicamente, muestra un marcado carácter ruso. En la coda final vuelve a escucharse el primer tema, para conducir a un final fragoroso y de enorme vigor, algo efectista tal vez, que exige del pianista la realización del célebre "pasaje de octavas" que solo algunos virtuosos logran abordar con éxito.

http://labellezadeescuchar.blogspot.com.ar/2012/08/tchaikovski-concierto-para-piano-n-1.html


EL RUEGO - Alfonsina Storni

Señor, Señor, hace ya tiempo, un día
soñé un amor como jamás pudiera
soñarlo nadie, algún amor que fuera
la vida toda, toda la poesía.

Y pasaba el invierno y no venía,
y pasaba también la primavera,
y el verano de nuevo persistía,
y el otoño me hallaba con mi espera.

Señor, Señor; mi espalda está desnuda,
¡haz estallar allí, con mano ruda
el látigo que sangra a los perversos!

Que está la tarde ya sobre mi vida,
y esta pasión ardiente y desmedida
la he perdido, ¡Señor, haciendo versos!