martes, 7 de octubre de 2014



Bailando en la oscuridad - Bruce Springsteen

Me levanto en la noche
Y no tengo nada que decir
Vuelvo a casa en la mañana
Me voy a la cama sintiéndome de la misma manera
No tengo nada pero estoy cansado
Hombre simplemente estoy cansado y aburrido conmigo mismo
Hey nena alli, podré usar un poco de ayuda

No puedes encender el fuego
No puedes encender el fuego sin una chispa
Esta pistola esta para alquilar
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad

El mensaje se va haciendo mas claro
La radio esta encendida y me estoy moviendo alrededor del lugar
Me veo en el espejo
Quiero cambiar mi ropa, mi pelo, mi rostro
Hombre estoy yendo a ningún lado
simplemente estoy viviendo una descarga como esta
Esta sucediendo algo en algún lugar
Nena yo solo se lo que es eso

No puedes encender el fuego
No puedes encender el fuego sin una chispa
Esta pistola esta para alquilar
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad

Te sientas alrededor haciéndote vieja
Hay una broma aquí en algún lugar y es conmigo
Sacudiré este mundo en mis hombros
Vamos nena esta risa esta en mi

Quédate en las calles de esta ciudad
Y ellos estarán cortándote en pedazos
Ellos dicen que tu estas hambrienta
Hey nena moriré de hambre esta noche
Estoy muriendo por un poco de acción
Estoy harto de estar sentado aquí tratando de escribir este libro
Necesito una reacción de amor
Ven ahora nena, dame solo una mirada

No puedes encender el fuego sentada llorando por un corazón roto
Esta pistola esta para alquilar
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad
No puedes encender el fuego
preocupándote por tu pequeño mundo derrumbándose
Esta pistola esta para alquilar
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad
Incluso si simplemente estamos bailando en la oscuridad

Hey nena

DON JUAN TENORIO - José Zorrilla                    

    La producción teatral de José Zorrilla (1817-1893) fue extensa e inspirada en el teatro del Siglo de Oro. Pero, sin lugar a dudas, su obra dramática más popular es Don Juan Tenorio, drama romántico estrenado en 1844 con gran éxito.

    Influencias y repercusión de la obra.-

    Para la creación de su don Juan, Zorrilla se basa en un personaje ya existente en la literatura,  el personaje de don Juan presente en las obras de El burlador de Sevilla de Tirso de Molina y No hay deuda que no se pague ni plazo que no se cumpla de Antonio Zamora.  En estas obras, don Juan es un seductor, un pecador que es capaz hasta de retar a los muertos y al final es condenado por sus pecados.

      La novedad en la obra de Zorrilla y una de las claves de su éxito es el personaje de doña Inés, ángel de amor que hace posible la salvación de un libertino. También el ritmo ágil, la versificación variada hace que estos versos hallan gozado de gran aceptación popular y que esta obra se siga representando todos los años el 31 de octubre, víspera de Todos los Santos, con gran éxito de público. 

Características del Romanticismo de Don Juan Tenorio.-

 a) Temas -

     El tema fundamental de la obra, la salvación de un pecador por el amor de la mujer, es plenamente romántico. Don Juan es un libertino, un seductor de mujeres, pendenciero, desafiante y hasta irreverente con los muertos. Pero en su camino se va a encontrar un alma pura, la de doña Inés. Doña Inés es la primera mujer que don Juan ama de verdad y este amor va hacer posible la transformación espiritual del pecador, que de la mano del espectro de doña Inés conseguirá salvarse de la condenación eterna.

     La obra se estructura en dos partes:

     En la primera parte podemos encontrar una ambientación romántica: el misterio inicial del héroe, el uso de antifaces, los personajes embozados, las peleas callejeras, el misterio de las calles sevillanas, el rapto de doña Inés… En esta primera parte, todo es movimiento, dinamismo y acción.

     La segunda parte se produce cinco años después en un espacio sepulcral, donde están enterrados el Comendador y doña Inés. El Comendador, padre de doña Inés, murió a manos de don Juan y doña Inés murió de pena. Don Juan, convida a cenar a la estatua del Comendador y ésta responde y convida a don Juan. El tema de la muerte, el mundo de ultratumba, el entorno misterioso y sepulcral, la cena macabra… son los ingredientes románticos  más destacados. El ritmo es más lento y meditabundo en armonía con el conflicto interior del protagonista.

     El final de la obra no puede ser más romántico: el arrepentimiento del pecador por la intercesión de doña Inés y la apoteosis final del amor.

       b) Los personajes principales -

      Don Juan es el típico personaje romántico. Es impetuoso, arrollador, rebelde, arrogante, burlador, asesino  y ante todo, seductor.  Tiene una personalidad fogosa y violenta, con marcado satanismo. Este carácter va a transformarse gracias a un alma pura, la de doña Inés. Don Juan se enamora de doña Inés, de su pureza y su amor se volverá sincero y su alma se salvará gracias a ella.

     Doña Inés es ingenua, sencilla y simboliza la fuerza del amor sincero. Es el ideal romántico de la mujer pura, dulce, inocente que consigue transformar al pecador y salvarle por amor.

      c)  Los elementos formales -

     En la obra de Don Juan Tenorio apreciamos una ruptura con las reglas neoclásicas, imponiéndose la libertad de creación. La obra no respeta la unidad de acción, se desarrolla en distintos lugares y hay un transcurso temporal de cinco años entre las dos partes.

      Además, Zorrilla utiliza un lenguaje grandilocuente y retórico. El empleo de la polimetría, con versos en rima consonante de gran sonoridad, pegadizos y fáciles de aprender, han contribuido a la gran popularidad de esta obra. A continuación tenéis algunos de los pasajes más conocidos del Don Juan Tenorio:

          DON JUAN

         Por donde quiera que fui,

        la razón atropellé,

        la virtud escarnecí,

        a la justicia burlé

        y a las mujeres vendí.

       Yo a las cabañas bajé

       yo los claustros escalé

      y en todas partes dejé

      memoria amarga de mí.

                                                           

             DON JUAN                                          


             ¡Oh! Sí, bellísima Inés,

             espejo y luz de mis ojos,

            escucharme sin enojos

            como lo haces, amor es;

            mira aquí a tus plantas, pues,

            todo el altivo rigor

           de este corazón traidor

           que rendirse no creía,

           adorando, vida mía,

           la esclavitud de tu amor.


                           INÉS


Fantasmas, desvaneceos:

su fe nos salva..., volveos

a vuestros sepulcros, pues.

La voluntad de Dios es:

de mi alma con la amargura

purifiqué su alma impura,

y Dios concedió en mi afán

la salvación de don Juan

al pie de la sepultura.


DON JUAN. ¡Inés de mi corazón!


 INÉS

Yo mi alma he dado por ti,

y Dios te otorga por mí

tu dudosa salvación.

Misterio es que en

comprensión

no cabe de criatura:

y sólo en vida más pura

los justos comprenderán

que el amor salvó a don Juan

al pie de la sepultura.


http://rosamorenolengua.blogspot.com.ar/2011/11/don-juan-tenorio.html


Don Juan tenorio – José Zorrilla

http://figueraspacheco.com/JLG/Don_Juan_Tenorio.pdf


Don Juan Tenorio de José Zorrilla (obra completa)

https://www.youtube.com/watch?v=C-ZS8GuLPUA




POEMA VANIDAD DE LA VIDA - Jose Zorrilla

Era un día de orgía y de locura,
De esos días de vértigo infernal
En que embriagados de falaz ventura,
Tras el placer volamos mundanal..

Uno de aquellos vergonzosos días
En que, henchidos de vida y juventud,
Buscamos entre locas teorías
La vanidad y el polvo en la virtud.

Uno, de aquellos días en que ansiosos
Despertamos de crápula y de amor,
Y manchamos los días más hermosos
De nuestra vida y nuestra edad mejor.

El sol estaba espléndido y sereno,
El aura mansa, diáfana y azul,
La luz doraba nuestro huerto ameno
Con tornasoles de flotante tul,

Posábanse las sueltas mariposas
De flor en flor con revoltoso afán,
Ya en la más ancha de las frescas rosas,
Ya en el más esponjado tulipán.

La brisa murmuraba en las acacias,
Tornábase al Oriente el girasol,
Y las violetas se doblaban lacias
Cual vergonzosas ante el rojo sol.

Alguna nube blanca y transparente
Por la serena atmósfera al cruzar,
Tiñendo los objetos suavemente,
Veníase en la hierba a dibujar.

Y en pos las aves de frescura y sombra,
Salpicaban en varia confusión
Del blando césped la mullida alfombra,
Del olmo verde el ancho pabellón.

Víanse allí las amarillas pomas
Las enramadas débiles vencer,
Y a su sombra bajaban las palomas
En el arroyo límpido a beber.

Y allí extendiendo las pomposas plumas,
Le cubrían en cándido tropel,
Como si fueran trémulas espumas
Que hubiesen lecho y nacimiento en él.

Nosotros, apurando los placeres
Guarecidos de oculto cenador,
Buscábamos la vida en las mujeres,
La gloria y la fortuna en el amor.

Oíanse en tumulto desde fuera
Los brindis de la libre bacanal,
Y el rumor de una báquica quimera,
Y el crujido del beso criminal.

Yo bebía el amor, hasta apurarlo,
De unos impuros labios de carmín
Que me enseñaron ¡ay! a desearle,
Y me la hicieron detestar al fin.

Dentro mi mente sin cesar bullían
Fantasmas que, al pasar con rapidez,
Ya lloraban, danzaban o reían,
Como ilusión febril de la embriaguez.

Mis amigos reían y cantaban
En lúbrico desorden junto a mí,
Y sin tregua los brindis resonaban...
Todo sin tiempo y sin razón allí.

Y entre el murmullo de la fiesta impura,
Los licores, los gritos y el vapor,
Alzábamos a impúdica hermosura
Himnos ardientes de encendido amor.

Entre insolentes, ebrias carcajadas,
Blasfemamos tal vez de Jehová:
«¡Virtud!, dijimos. ¡Fábulas soñadas!.....
Ahora el Dios que aterra ¿adónde está?

«¿Adónde está la sombra de su dedo
Que escribe una sentencia en la pared?
¡Creaciones fantásticas del miedo!.....
¡Bebed, amigos, sin pesar bebed!»

Vino la noche, y al salir cansados,
Hartos ya de beber y de gozar,
Una campana en golpes compasados
Cerca sentimos con pavor doblar.

Era un templo alumbrado en su reposo
De diez blandones a la roja luz,
Que velaban en círculo medroso
El secreto fatal de un ataúd.

Quedaba en nuestra mente todavía
El rastro de la infame bacanal,
Y mal entre sus nieblas comprendía
La silenciosa paz de un funeral.

Las lúgubres salmodias empezaron,
El pueblo reverente se postró;
Cuando con paz al muerto conjuraron,
El nombre del que fue nos aterró.

En vano los sentidos se empeñaban
En mentirnos un sueño baladí;
Los blandones el círculo cerraban,
Y una hermosura descansaba allí.

¡Y era hechicera, y lánguida, y liviana;
La envidia de un salón érase ayer,
Y a pesar de su pompa cortesana,
Hoy hediondo cadáver pudo ser!

Faltónos ¡ay! la voz con el aliento;
Temblónos el cobarde corazón;
Ciertos los ojos y el oído atento,
Nos dijimos al fin: «¡No es ilusión!»

¡Allí estaba la sombra de ese dedo
Que escribe una sentencia en la pared...
¡Y era fiesta también!... Llegad sin miedo,
Cantad, amigos, sin pesar bebed.




Libro de mis días - Enya


Un día, una noche, un momento,
mis sueños podrían ser mañana
un paso, una caída, una duda
Este u oeste,
sobre tierra o en el océano,
es una forma de hacer mi viaje
podría ser el libro de mis días.

No hay día, no hay noche, no hay momento,
que pueda contener mi intento.
Una bandera, una caída, una duda,
Encontraré mi día, quizás
en un horizonte lejano.

Un día, una noche, un momento,
con un sueño que deja
un paso, una caída, una duda,
encontrar un nuevo mundo en el vasto océano,
asi llego a ser mi viaje,
este dia nos reúne en un horizonte lejano.

Día a día, mi viaje,
es larga peregrinación antes que yo .
Noche a noche, mi viaje,
historias que no volverán a suceder.


Las sonatas para piano de Beethoven

El gran pedagogo Theodor Leschetizky aconsejaba a sus alumnos no estudiar las últimas sonatas de Beethoven. Éstas, y todas las demás, no fueron obras preferidas por los pianistas aficionados que comenzaban a surgir en los primeros años del siglo XIX, por lo que pocas sonatas del genio de Bonn se ejecutaron en Viena en vida de éste.
Una Viena musical donde la música, entre los siglos XVIII y XIX, tenía tres dimensiones principalmente: pública, cámara y doméstica. Esta última ha desaparecido, y precisamente, como música doméstica, es decir, privada o semiprivada, concibió Beethoven sus sonatas. A pesar de esto, él nunca hizo concesiones a los pianistas amateur. Ni la Op.79, ni por supuesto sus grandes obras Op.53, Op.57, Op81a, parecen siquiera medianamente accesibles para los pianistas aficionados de la época.
Décadas después de su muerte, y con la consolidación del recital pianístico inaugurado por Liszt, las Sonatas de beethovenianas entran definitivamente en el repertorio pianístico. En este sentido, surgen ciertos problemas al trasladar esta música a la sala de conciertos –lo mismo ocurre con Schubert-, pues al tocar una de estas obras para 20 o 30 personas, se está alterando la naturaleza para la que fue pensada. Aún así, las sonatas de Beethoven toleran muy bien este cambio de auditorio.
Sólo con la grabación en disco, -y un siglo después de su gestación-, estas obras consiguen, nuevamente, introducirse en la vida doméstica.
En un primer acercamiento a sus 32 sonatas, observamos que Beethoven aplica la textura concertística, camerística y sinfónica a la escritura pianística, es decir, un intercambio de género, una transferencia del estilo orquestal en la alternancia de tutti y solo. Esto ya tenía sus antecedentes en el Concierto italiano y la Obertura a la francesa de Bach; las mozartianas sonatas Kv.333 y Kv.310. De igual modo procede Beethoven en la Op.2 nº3.
Asimismo, hay también ecos de otras escrituras instrumentales o vocales que son adoptadas por el piano, por ejemplo, en la sonata Op.31 nº2 1º movimiento, el tema inicial recuerda en su articulación de dos notas ligadas a un diseño violinístico, y el recitativo de este mismo movimiento a la declamación vocal.
Respecto a la elaboración de la forma sonata, Beethoven incorpora sin complejos todos los estereotipos del siglo XVIII –o lo que es lo mismo, de Mozart y Haydn-, en cuanto al desarrollo de la forma. Así, sigue los modelos de los dos maestros anteriores:
·                En Mozart es común que el tema tenga dos apariciones, dando lugar la segunda a algo nuevo, como en la sonata Kv.310. Esto mismo sucede en la sonata Op.2 nº1 de Beethoven, aunque la repetición está en otra tonalidad.
·                Existen dos modelos básicos de exposición para el primer movimiento en las sonatas del siglo XVIII:
o                     1ª. Bipartita, preferida por Mozart: tema A acaba en la V/V, con enfatización de la V/V/V (Kv.333) y sigue tema B y demás cosas hasta la barra de repetición. La beethoveniana Op.2 nº1 sigue este modelo.
o                     2ª. Tripartita, preferida por Haydn: 1ªsección tema A en tónica; 2ªsección de I a V y tema B; 3ªsección, comienza con el tema A, esta vez, transformado en un pasaje cadencial. Así se procede en la Op.2 nº2 de Beethoven.
En este sentido, las sonatas Op.2 de Beethoven asumen los modelos Haydn y Mozart.
Por otro lado, Mozart en el 1º movimiento de la sinfonía nº 41 hace el tema con dos caracteres diferentes. Esto ya es imposible con Beethoven, Chopin o Schumann. Otro ejemplo de un tema con dos caracteres diferentes lo hallamos en la sonata Kv.457.
En cambio, inusual antes de Beethoven es el bajo ascendente, procedimiento novedoso y digno de mención. Lo emplea en la sonata Op.2 nº2 en su tema B, y en la Op.57, Appassionata, desarrollo del 1º movimiento cc.109-122.

1. Las indicaciones de fraseo a finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Articulación y toque

Por norma general, el fraseo indicado en la primera frase debe aplicarse a todas sus apariciones, esté o no escrito. La ausencia de estas ligaduras de fraseo -¿descuidos?- posiblemente las confiaba al conocimiento de la práctica interpretativa de los pianistas. Una práctica que para la ejecución habitual del fraseo de los siglos XVIII y XIX, daba un pequeño énfasis a la primera nota y se debilitaba la última.
El staccato tenía varios signos: punto, acento y cuña, y, aunque Beethoven insistía a los editores en sus diferencias, en sus manuscritos resulta muy difícil distinguirlos. Respecto al signo · sobre una nota, podía expresar en el siglo XVIII dos cosas:
·                Cuando iba abrazado por una ligadura, el llamado portato, ··· , equivalía a una acento con incluso un pequeño ritardando.
·                Simplemente nota staccato.
De lo primero, hallamos su prolongación en el tiempo hasta Chopin en el estudio Op.25 nº2; y Beethoven lo emplea en el 2º movimiento de la sonata Op.90 y en el 1º movimiento de la Op.110, por ejemplo.
Esta costumbre de destacar las notas portato mediante una pequeña detención agógica, podría tener su explicación por los pianos del XVIII que Mozart empleaba. Sin embargo, Beethoven, con pianos más precisos -que por si solos se bastaban para destacar una nota de las demás-, asume esta convención interpretativa como haría con muchas otras, interpretativas o compositivas, sin inconveniente alguno.
Por otra parte, si Mozart tuvo un estilo de tocar separado, entrecortado, Beethoven inicia una nueva manera de abordar el toque: el legato. Una forma de interpretar más continua y cantabile que, junto con sus imaginativas aportaciones a la escritura y uso de pedal –empleado mucho, pero no omnipresente, y muchas veces como medio para un efecto especial-, representaría el motor del estilo pianístico del siglo XIX.
Este estilo de ligar las notas, el legato, es en Beethoven más frecuente su indicación que la de non legato o staccato. En la sonata Op.109 2ºmovimiento cc.9,10 y 11,12 encontramos la distinción de dos compases sin ligadura y dos con ella. La velocidad a la que se debe interpretar esta pieza plantea un serio problema para diferenciar este contraste. Lo mismo ocurre en la Op.27 nº1 4ºmovimiento cc.1,2 y 3,4.
Algunas apariciones de la indicación non legato se encuentran en la Op.31 nº3 4º movimiento c.275 y en la fuga de la Op.106 4º movimiento c.184. En este punto, es conveniente recordar que como consecuencia de la dificultad de realizar un non legato, las ediciones del siglo XIX llenaron las partituras de ligaduras, sobre todo en Mozart.
Por otro lado, a pesar de que a Beethoven le gustaba el sonido legato, también usó el toque “perlado”. Por ejemplo, en la Op.31 nº1 2ºmovimiento c.10, escribe la digitación 1,3,1,3, destinada a la consecución de este tipo de toque: la mano firme y la articulación de esos dos dedos producen un sonido más uniforme que con la intervención de más dedos. Esta escritura es un homenaje a un estilo de tocar que él no practicaba, pero que le gustaba, siendo esto una prueba más de que Beethoven nunca abandonó los recursos aprendidos de la tradición.
Una combinación de staccato, non legato, y legato se presenta en la Op.111 1ºmovimiento cc.29,30,31.
En esta línea, en la sonata Op.27 nº1 4ºmovimiento, con las dos notas iniciales hace todo tipo de articulación, -legato, staccato, sforzato-, incluso cambiando el acento. Con esta evolución del motivo el tema gana en emotividad e interés.
Respecto a ciertas ambigüedades que se observan en los finales de las tres últimas sonatas, éstas se resuelven dando a las notas el justo valor que le corresponde según su grafía. Así, en la Op.109, aparece un Ped* sobre la última negra; la Op.110 acaba con una negra, y la Op.111 con una corchea. En los tres casos hay que acatar la brevedad de estas notas y no alargarlas.
También, en la Op.106 último movimiento cc.308-400, el efecto es de carácter sincopado, pudiéndose hacer un ligerísimo ritardando, pero no en el compás final, pues perdería el efecto.
Otras ambigüedades de escritura hacen referencia a ciertas abreviaturas de redacción. Por ejemplo, en la Op.2 nº2 1ºmovimiento c.12 la frase acaba , y más tarde en el cc.236 termina .En estos casos, la interpretación debe ajustarse a la primera forma de escritura, la del c.12, pues la distinta redacción presentada en los compases siguientes se debe a una cuestión de rapidez de escritura.
De lo antedicho, podemos convenir que cuando hay ausencia de ligaduras debemos interpretar non legato. Por otra parte, cuando, repentinamente, en un pasaje dejan éstas de aparecer, nos encontramos ante la disyuntiva de interpretar en esa ausencia un simile o quizá un contraste.

2. Las indicaciones de tempo entre 1780 y 1827 y su relación con las indicaciones metronómicas de Beethoven

Tocar en un tempo incorrecto no es ilegal, como tampoco es inmoral contradecir las indicaciones del compositor: a veces, esto es recomendable. En este aspecto, los cambios de tempo de los pianistas actuales vienen determinados por las características constructivas del piano del siglo XX, las salas de concierto, etc., produciéndose un rechazo hacia los tempi beethovenianos al enfrentarlos con estos condicionantes.
Sin embargo, para Beethoven, -y a pesar de sus continuos errores con el metrónomo-, sí existía el tempo correcto. Es sabido, que prefería el metrónomo a las genéricas indicaciones de allegro, andante, etc., tal y como expresa en una carta, pues esta imprecisa nomenclatura contradecía el sentimiento de la música: piénsese en el Allegro con brio de la Op.13. Este malestar venía a confirmar lo obsoleto de las convenciones dieciochescas sobre el tempo. Si en el siglo XVIII allegro era sinónimo de tempo rápido y alegre, en el siglo XIX –y finales del XVIII- equivalía a movimiento importante y rápido, pero no necesariamente alegre. Es por esto, que se observa en Beethoven una mayor asiduidad a partir de 1817 de advertir metronómicamente los tempi, si bien, tampoco abandonó del todo las viejas indicaciones italianas. En este sentido, el uso del metrónomo respondía a la voluntad de sugerir un tempo no convencional: es decir, en las composiciones vienesas no era necesario la aclaración metronómica, ya que los términos italianos eran interpretados por una certera tradición. Baste como ejemplo, que la indicación allegretto del 3ºmovimiento del concierto para piano nº24 Kv.491 de Mozart no venía escrito en el manuscrito, y los editores, sabios conocedores de la tradición vienesa, así lo expresaron en la edición impresa.
En relación con todo lo anterior, es bueno recordar que Mozart señaló en una carta5 la diferencia entre el presto italiano y el presto vienés, este último, mucho más rápido que aquél. Así, Beethoven, percibiéndose de estas variaciones en los tempi según los países, intenta universalizar con el metrónomo la correcta ejecución de los movimientos y, de este modo, colonizar musicalmente a París y Londres. Según este criterio de respeto a las intenciones del creador y su contexto, las indicaciones de tempo de Hummel y Czerny sobre las sonatas mozartianas deben desecharse al ser pensadas con criterios del siglo XIX.
Así y todo, Beethoven nunca abandonó los términos italianos para definir el tempo, y la siguiente jerarquía fue empleada por él con bastante coherencia:
·                Andante
·                Andante con moto
·                Allegretto
·                Allegretto vivace 
Para Beethoven, el allegretto es un tiempo no muy rápido, aunque suele tocarse demasiado rápido. Mas bien, tanto en él como en Mozart este tiempo vendría a valer 76 por parte. Sin embargo, contra este estándar hay excepciones: el allegretto del Trío Op.70 nº2 se considera demasiado rápido a 76. Por su parte, el allegretto scherzando a 88 de la octava sinfonía Op.93 es lo más rápido que soporta el allegretto, mientras que en la sexta sinfonía Op.68, el valor de 60 parece la expresión más lenta admitida por este tempo.
Por último, decir que para compositores de finales del XVIII el allegretto está más próximo al andante, mientras que en compositores del siglo XIX está más cercano al allegro: para Brahms allegretto es igual a 104. Ya se había superado la mitad de siglo.
Antonio Cantero Mazariegos

Las sonatas para piano de Beethoven -  Charles Rosen

http://findpdf.net/documents/Charles-Rosen-formas-de-sonata-Las-sonatas-para-piano-de-Beethoven-pdf-download.html


Variaciones Enigma de Edward Elgar


Variaciones Enigma de Edward Elgar fue su primera obra de importancia. En realidad fue la primera pieza orquestal grande e importante realizada por un compositor británico. La composición sirvió para llevar la música orquestal inglesa a un nivel de distinción internacional, justo a tiempo para el siglo XX.

Es adecuado que las Variaciones se conozcan como Enigma, ya que varios misterios la rodearon en su primera interpretación. En la nota para el programa del estreno, Elgar estimuló la curiosidad de sus oyentes con un acertijo: "No explicaré el enigma su ‘oscuro decir’ debe permanecer inimaginado y les advierto que la aparente conexión entre las Variaciones y el tema a menudo es de la textura más sutil; además, a través y por encima de todo el conjunto va otro tema más grande, pero no se ejecuta... De manera que el tema principal nunca aparece, igual que en algunos dramas recientes -por ejemplo, L'Intruse y Les Septprincesses de MaeterÜnck- el personaje principal nunca está en el escenario"

La gente se ha estado preguntando por la identidad del tema del enigma más allá de los límites de lo que importa. Algunos estudiosos sugirieron que Elgar llamaba "tema", no a una melodía, sino más bien a una idea de programa o filosófica. Sus amigos, sin embargo, insistían en que había una verdadera tonada involucrada. El compositor contó el secreto sólo a tres personas, las cuales se lo llevaron a la tumba. Al final de su vida, Elgar admitió que el tema "era tan famoso que resultaba extraño que nadie lo hubiera descubierto". Esta afirmación impulsó a varios músicos a tratar de hacer coincidir melodías populares en contrapunto con el tema de la variación. Se descubrió que servían para ello tonadas de Wagner, Mozart, Chopin y Leoncavallo, así como God Save the Queen, Pop Goes the Weasel, y Auld Lang Syne. Un amigo del compositor, que conocía bien la inclinación de Elgar a los acertijos y las bromas pesadas, sugirió que simplemente estaba jugándole una broma a la posteridad, proclamando que había una melodía escondida cuando en realidad no la había. Si esta sugerencia es cierta, Elgar debe ser felicitado por haber logrado mantener a varias generaciones de musicólogos en una búsqueda inútil.

Existe un segundo enigma. Puesto que el compositor reveló la referencia de programa de cada variación, ¿cuál es exactamente el significado del tema? Elgar finalmente reconoció, aunque no públicamente, que él mismo era el sujeto del tema. Realmente, como lo señala el biógrafo de Elgar, Michael Kennedy, las cuatro notas de la apertura del tema parecen un arreglo natural de las sílabas "Edward Elgar". Además, en su obra posterior, Los Hacedores de Música, Elgar cita este tema para ilustrar la soledad del artista creativo.

Un tercer enigma se refiere a la identidad de los amigos descritos en las variaciones. La partitura está dedicada a "mis amigos retratados en ella". Cuando estaba terminando la obra, Elgar escribió: "He terminado un conjunto de variaciones sinfónicas (tema original) para orquesta decimotercero en número (pero llamo al final al decimocuarto, debido a la mala suerte que se adjudica al número 13). En las Variaciones he bosquejado retratos de mis amigos -una idea nueva, creo- es decir que en cada variación he considerado al tema a través de la personalidad (por así decirlo) de otro fulano." Cada variación tiene un prólogo con las iniciales o el sobrenombre del amigo al que describe. Cuando la obra era nueva Elgar se negó a revelar quiénes eran cada uno de los amigos, agravando de este modo los misterios. Sin embargo, posteriormente publicó una explicación extensa:

Enigma (andante). Como el tema es un "enigma", Elgar no da ninguna explicación.

Variación I. C.A.B. (andante). La esposa del compositor, C. Alice Elgar, está retratada en "una prolongación del tema con lo que deseo que sean agregados románticos y delicados".

Variación 2. H.D.S.-P. (allegro). Este amigo es Hew David Steuart-Powell, un pianista con el que Elgar acostumbraba interpretar música de cámara. "Su característico repaso diatónico por encima de las teclas antes de empezar a tocar está aquí parodiada con humor en los pasajes de semicorcheas; ellos deben sugerir una tocata, pero cromática más allá del gusto de H.D.S.-P."

Variación 3. R.B.T. (allegretto). Esta variación es una caricatura de Richard Baxter Townshend, cuya voz baja, profundamente resonante, está retratada por el fagot. La variación se refiere a “la presentación por parte de R.B.T. de un hombre viejo en algunas funciones teatrales de aficionados -la voz baja huyendo de vez en cuando al timbre de 'soprano'”.

Variación 4. W.N.B. (allegro di molto). El sujeto es William Neath Baker, "un terrateniente, caballero y estudioso. En los días de los caballos y los carruajes, era más difícil que en nuestros días de la gasolina disponer los carruajes del día para atender a un gran número de invitados. Esta Variación fue escrita después de que el anfitrión, con una tira de papel en la mano, lee en voz alta, forzosamente, los arreglos para el día y apresuradamente sale de la habitación con un golpe ruidoso e involuntario de la puerta... [Hay] algunas sugerencias de la actitud suavemente burlona de los invitados".

Variación 5. R.P.A. (moderato). Richard Penrose Arnold era el hijo del poeta Matthew Arnold. El joven Arnold "era un gran amante de la música, que interpretaba (en el pianofor­te) de un modo autodidacta, evaluaba las dificultades pero sugería de modo misterioso el sentimiento verdadero. Su conversación formal era permanentemente interrumpida por comentarios antojadizos y ocurrentes".

Variación 6. Ysobel (andantino). Este era el apodo que Elgar le puso a Isabel Fitton, que estudió violín con él. Ella cambió a la viola, de ahí la forma en que se destaca este instrumento en esta variación. La apertura es un 'ejercicio' para cruzar las cuerdas de través -una dificultad para los principiantes-. El compositor era completamente consciente de los encantos de Ysobel y estaba muy prendado de su belleza, de modo que la variación es "melancólica y, por un momento, romántica".

Variación 7. Troyte (presto). Arthur Troyte Griffith era un arquitecto que tenía el don de decir lo inesperado -de ahí los ritmos cruzados de esta variación-. Esta sección no es tanto un retrato como un recuerdo de "los ensayos torpes de Troyte para tocar el pianoforte; luego el ritmo fuerte sugiere los intentos del instructor (E.E.) para imponer algo semejante al orden sobre el caos y los 'portazos' desesperados del final registran que el esfuerzo ha sido en vano". 

Variación 8. W.N. (allegretto). Winifred Norbury y su hermana Florence eran amantes de la música. Winifred estaba empleada como secretaria de la Sociedad Filarmónica de Worcester. "Las agraciadas personalidades de estas damas se mostraban sosegadamente. W.N. estaba más conectada con la música que los otros miembros de la familia y sus iniciales encabezan el movimiento. Para justificar esta posición se da una sugerencia leve de una risa característica." 

Variación 9. Nimrod (adagio). Nimrod era un cazador y la palabra alemana que designa a "cazador" es Jaeger. Elgar describe a su amigo, el crítico August J. Jaeger. La Variación "es una crónica de una larga charla de una noche de verano cuando mi amigo discurría elocuentemente sobre los movimientos lentos de Beethoven y decía que nadie podía lograr en este campo las cimas que Beethoven había alcanzado, un punto de vista con el que cordialmente coincidí. Deberá notarse que los compases de apertura están escritos para sugerir el movimiento lento de la Octava Sonata (Pathétique).

Variación 10. Dorabelia (intermezzo: allegretto). Dora Penny era una amiga muy cercana a la que Elgar puso el sobrenombre Dorabelia, tomado de la ópera de Mozart Cosí fan tutte. "El movimiento sugiere la liviandad de una danza." Dorabelia escribió todo un libro sobre las variaciones Enigma y la gente retratada allí.

Variación 11. G.R.S. (allegro di molto). El sujeto es George Robert Sinclair, organista de la catedral. Se ha cometido alguna injusticia, apunta Elgar, ya que la variación no tiene "nada que ver con órganos ni catedrales ni, excepto remotamente, con G.R.S. Los primeros pocos compases fueron sugeridos por su gran bulldog Dan (un personaje bien conocido) que cayó por la empinada ribera al rio Wye... su chapoteo corriente arriba para encontrar un lugar para salir del agua... y su ladrido regocijado al hacerlo... G.R.S. dijo: 'ponle música a eso'. Lo hice; aquí está".

Variación 12. B.G.N. (andante). Basil G. Nevinson era un violonchelista aficionado y miembro de un trío junto con Elgar y H.D.S.-P. "La Variación es un tributo a un amigo muy querido cuyos logros científicos y artísticos, y el modo cordial en que los ha puesto a disposición de sus amigos, hacen que el escritor le aprecie muy especialmente." Como era de esperar, la variación incluye un maravilloso solo de violonchelo. 

Variación 13. *** (romanza: moderato). "Los asteriscos ocupan el lugar del nombre de una dama que, en el momento de la composición, hacía un viaje por mar. Los tambores sugieren a la distancia el latido de las máquinas de un transatlántico y por encima de ellos el clarinete cita una frase de Mar Calmo y Próspero Viaje de Mendelssohn." Se suponía que los timbales iban a ser ejecutados con palillos de tambor, pero en el primer ensayo el timbalista probó a usar monedas en lugar de eso y a Elgar le gustó el sonido. La dama misteriosa era lady Mary Lygon, que se encontraba en viaje a Australia cuando Elgar quiso pedirle permiso para usar sus iniciales.

Variación 14. (finale: allegro). E.D.U. representa a "Edoo", el nombre cariñoso con que Alicia Elgar llamaba al compositor. Se pinta a sí mismo como "valiente y vigoroso en el estilo general". Justo antes de la primera nueva presentación abierta del tema original, los vientos de madera ejecutan una frase que también está escondida en la variación de Alicia. Elgar solía silbar esta tonada como su señal especial para Alicia. También se recuerda la variación de Nimrod.


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lunes, 6 de octubre de 2014

HOY ME SOBRA EL CORAZON - Miguel Hernández
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HOY ESTOY SIN SABER YO NO SÉ CÓMO
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos en mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.
No puedo con mi estrella,
y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
Si no fuera ¿por qué?... no se por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo ahí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
que incomformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.
Me sobra el corazón.

Hoy descorazonarme,
yo el más descorazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.