martes, 7 de octubre de 2014



Las sonatas para piano de Beethoven

El gran pedagogo Theodor Leschetizky aconsejaba a sus alumnos no estudiar las últimas sonatas de Beethoven. Éstas, y todas las demás, no fueron obras preferidas por los pianistas aficionados que comenzaban a surgir en los primeros años del siglo XIX, por lo que pocas sonatas del genio de Bonn se ejecutaron en Viena en vida de éste.
Una Viena musical donde la música, entre los siglos XVIII y XIX, tenía tres dimensiones principalmente: pública, cámara y doméstica. Esta última ha desaparecido, y precisamente, como música doméstica, es decir, privada o semiprivada, concibió Beethoven sus sonatas. A pesar de esto, él nunca hizo concesiones a los pianistas amateur. Ni la Op.79, ni por supuesto sus grandes obras Op.53, Op.57, Op81a, parecen siquiera medianamente accesibles para los pianistas aficionados de la época.
Décadas después de su muerte, y con la consolidación del recital pianístico inaugurado por Liszt, las Sonatas de beethovenianas entran definitivamente en el repertorio pianístico. En este sentido, surgen ciertos problemas al trasladar esta música a la sala de conciertos –lo mismo ocurre con Schubert-, pues al tocar una de estas obras para 20 o 30 personas, se está alterando la naturaleza para la que fue pensada. Aún así, las sonatas de Beethoven toleran muy bien este cambio de auditorio.
Sólo con la grabación en disco, -y un siglo después de su gestación-, estas obras consiguen, nuevamente, introducirse en la vida doméstica.
En un primer acercamiento a sus 32 sonatas, observamos que Beethoven aplica la textura concertística, camerística y sinfónica a la escritura pianística, es decir, un intercambio de género, una transferencia del estilo orquestal en la alternancia de tutti y solo. Esto ya tenía sus antecedentes en el Concierto italiano y la Obertura a la francesa de Bach; las mozartianas sonatas Kv.333 y Kv.310. De igual modo procede Beethoven en la Op.2 nº3.
Asimismo, hay también ecos de otras escrituras instrumentales o vocales que son adoptadas por el piano, por ejemplo, en la sonata Op.31 nº2 1º movimiento, el tema inicial recuerda en su articulación de dos notas ligadas a un diseño violinístico, y el recitativo de este mismo movimiento a la declamación vocal.
Respecto a la elaboración de la forma sonata, Beethoven incorpora sin complejos todos los estereotipos del siglo XVIII –o lo que es lo mismo, de Mozart y Haydn-, en cuanto al desarrollo de la forma. Así, sigue los modelos de los dos maestros anteriores:
·                En Mozart es común que el tema tenga dos apariciones, dando lugar la segunda a algo nuevo, como en la sonata Kv.310. Esto mismo sucede en la sonata Op.2 nº1 de Beethoven, aunque la repetición está en otra tonalidad.
·                Existen dos modelos básicos de exposición para el primer movimiento en las sonatas del siglo XVIII:
o                     1ª. Bipartita, preferida por Mozart: tema A acaba en la V/V, con enfatización de la V/V/V (Kv.333) y sigue tema B y demás cosas hasta la barra de repetición. La beethoveniana Op.2 nº1 sigue este modelo.
o                     2ª. Tripartita, preferida por Haydn: 1ªsección tema A en tónica; 2ªsección de I a V y tema B; 3ªsección, comienza con el tema A, esta vez, transformado en un pasaje cadencial. Así se procede en la Op.2 nº2 de Beethoven.
En este sentido, las sonatas Op.2 de Beethoven asumen los modelos Haydn y Mozart.
Por otro lado, Mozart en el 1º movimiento de la sinfonía nº 41 hace el tema con dos caracteres diferentes. Esto ya es imposible con Beethoven, Chopin o Schumann. Otro ejemplo de un tema con dos caracteres diferentes lo hallamos en la sonata Kv.457.
En cambio, inusual antes de Beethoven es el bajo ascendente, procedimiento novedoso y digno de mención. Lo emplea en la sonata Op.2 nº2 en su tema B, y en la Op.57, Appassionata, desarrollo del 1º movimiento cc.109-122.

1. Las indicaciones de fraseo a finales del siglo XVIII e inicios del XIX. Articulación y toque

Por norma general, el fraseo indicado en la primera frase debe aplicarse a todas sus apariciones, esté o no escrito. La ausencia de estas ligaduras de fraseo -¿descuidos?- posiblemente las confiaba al conocimiento de la práctica interpretativa de los pianistas. Una práctica que para la ejecución habitual del fraseo de los siglos XVIII y XIX, daba un pequeño énfasis a la primera nota y se debilitaba la última.
El staccato tenía varios signos: punto, acento y cuña, y, aunque Beethoven insistía a los editores en sus diferencias, en sus manuscritos resulta muy difícil distinguirlos. Respecto al signo · sobre una nota, podía expresar en el siglo XVIII dos cosas:
·                Cuando iba abrazado por una ligadura, el llamado portato, ··· , equivalía a una acento con incluso un pequeño ritardando.
·                Simplemente nota staccato.
De lo primero, hallamos su prolongación en el tiempo hasta Chopin en el estudio Op.25 nº2; y Beethoven lo emplea en el 2º movimiento de la sonata Op.90 y en el 1º movimiento de la Op.110, por ejemplo.
Esta costumbre de destacar las notas portato mediante una pequeña detención agógica, podría tener su explicación por los pianos del XVIII que Mozart empleaba. Sin embargo, Beethoven, con pianos más precisos -que por si solos se bastaban para destacar una nota de las demás-, asume esta convención interpretativa como haría con muchas otras, interpretativas o compositivas, sin inconveniente alguno.
Por otra parte, si Mozart tuvo un estilo de tocar separado, entrecortado, Beethoven inicia una nueva manera de abordar el toque: el legato. Una forma de interpretar más continua y cantabile que, junto con sus imaginativas aportaciones a la escritura y uso de pedal –empleado mucho, pero no omnipresente, y muchas veces como medio para un efecto especial-, representaría el motor del estilo pianístico del siglo XIX.
Este estilo de ligar las notas, el legato, es en Beethoven más frecuente su indicación que la de non legato o staccato. En la sonata Op.109 2ºmovimiento cc.9,10 y 11,12 encontramos la distinción de dos compases sin ligadura y dos con ella. La velocidad a la que se debe interpretar esta pieza plantea un serio problema para diferenciar este contraste. Lo mismo ocurre en la Op.27 nº1 4ºmovimiento cc.1,2 y 3,4.
Algunas apariciones de la indicación non legato se encuentran en la Op.31 nº3 4º movimiento c.275 y en la fuga de la Op.106 4º movimiento c.184. En este punto, es conveniente recordar que como consecuencia de la dificultad de realizar un non legato, las ediciones del siglo XIX llenaron las partituras de ligaduras, sobre todo en Mozart.
Por otro lado, a pesar de que a Beethoven le gustaba el sonido legato, también usó el toque “perlado”. Por ejemplo, en la Op.31 nº1 2ºmovimiento c.10, escribe la digitación 1,3,1,3, destinada a la consecución de este tipo de toque: la mano firme y la articulación de esos dos dedos producen un sonido más uniforme que con la intervención de más dedos. Esta escritura es un homenaje a un estilo de tocar que él no practicaba, pero que le gustaba, siendo esto una prueba más de que Beethoven nunca abandonó los recursos aprendidos de la tradición.
Una combinación de staccato, non legato, y legato se presenta en la Op.111 1ºmovimiento cc.29,30,31.
En esta línea, en la sonata Op.27 nº1 4ºmovimiento, con las dos notas iniciales hace todo tipo de articulación, -legato, staccato, sforzato-, incluso cambiando el acento. Con esta evolución del motivo el tema gana en emotividad e interés.
Respecto a ciertas ambigüedades que se observan en los finales de las tres últimas sonatas, éstas se resuelven dando a las notas el justo valor que le corresponde según su grafía. Así, en la Op.109, aparece un Ped* sobre la última negra; la Op.110 acaba con una negra, y la Op.111 con una corchea. En los tres casos hay que acatar la brevedad de estas notas y no alargarlas.
También, en la Op.106 último movimiento cc.308-400, el efecto es de carácter sincopado, pudiéndose hacer un ligerísimo ritardando, pero no en el compás final, pues perdería el efecto.
Otras ambigüedades de escritura hacen referencia a ciertas abreviaturas de redacción. Por ejemplo, en la Op.2 nº2 1ºmovimiento c.12 la frase acaba , y más tarde en el cc.236 termina .En estos casos, la interpretación debe ajustarse a la primera forma de escritura, la del c.12, pues la distinta redacción presentada en los compases siguientes se debe a una cuestión de rapidez de escritura.
De lo antedicho, podemos convenir que cuando hay ausencia de ligaduras debemos interpretar non legato. Por otra parte, cuando, repentinamente, en un pasaje dejan éstas de aparecer, nos encontramos ante la disyuntiva de interpretar en esa ausencia un simile o quizá un contraste.

2. Las indicaciones de tempo entre 1780 y 1827 y su relación con las indicaciones metronómicas de Beethoven

Tocar en un tempo incorrecto no es ilegal, como tampoco es inmoral contradecir las indicaciones del compositor: a veces, esto es recomendable. En este aspecto, los cambios de tempo de los pianistas actuales vienen determinados por las características constructivas del piano del siglo XX, las salas de concierto, etc., produciéndose un rechazo hacia los tempi beethovenianos al enfrentarlos con estos condicionantes.
Sin embargo, para Beethoven, -y a pesar de sus continuos errores con el metrónomo-, sí existía el tempo correcto. Es sabido, que prefería el metrónomo a las genéricas indicaciones de allegro, andante, etc., tal y como expresa en una carta, pues esta imprecisa nomenclatura contradecía el sentimiento de la música: piénsese en el Allegro con brio de la Op.13. Este malestar venía a confirmar lo obsoleto de las convenciones dieciochescas sobre el tempo. Si en el siglo XVIII allegro era sinónimo de tempo rápido y alegre, en el siglo XIX –y finales del XVIII- equivalía a movimiento importante y rápido, pero no necesariamente alegre. Es por esto, que se observa en Beethoven una mayor asiduidad a partir de 1817 de advertir metronómicamente los tempi, si bien, tampoco abandonó del todo las viejas indicaciones italianas. En este sentido, el uso del metrónomo respondía a la voluntad de sugerir un tempo no convencional: es decir, en las composiciones vienesas no era necesario la aclaración metronómica, ya que los términos italianos eran interpretados por una certera tradición. Baste como ejemplo, que la indicación allegretto del 3ºmovimiento del concierto para piano nº24 Kv.491 de Mozart no venía escrito en el manuscrito, y los editores, sabios conocedores de la tradición vienesa, así lo expresaron en la edición impresa.
En relación con todo lo anterior, es bueno recordar que Mozart señaló en una carta5 la diferencia entre el presto italiano y el presto vienés, este último, mucho más rápido que aquél. Así, Beethoven, percibiéndose de estas variaciones en los tempi según los países, intenta universalizar con el metrónomo la correcta ejecución de los movimientos y, de este modo, colonizar musicalmente a París y Londres. Según este criterio de respeto a las intenciones del creador y su contexto, las indicaciones de tempo de Hummel y Czerny sobre las sonatas mozartianas deben desecharse al ser pensadas con criterios del siglo XIX.
Así y todo, Beethoven nunca abandonó los términos italianos para definir el tempo, y la siguiente jerarquía fue empleada por él con bastante coherencia:
·                Andante
·                Andante con moto
·                Allegretto
·                Allegretto vivace 
Para Beethoven, el allegretto es un tiempo no muy rápido, aunque suele tocarse demasiado rápido. Mas bien, tanto en él como en Mozart este tiempo vendría a valer 76 por parte. Sin embargo, contra este estándar hay excepciones: el allegretto del Trío Op.70 nº2 se considera demasiado rápido a 76. Por su parte, el allegretto scherzando a 88 de la octava sinfonía Op.93 es lo más rápido que soporta el allegretto, mientras que en la sexta sinfonía Op.68, el valor de 60 parece la expresión más lenta admitida por este tempo.
Por último, decir que para compositores de finales del XVIII el allegretto está más próximo al andante, mientras que en compositores del siglo XIX está más cercano al allegro: para Brahms allegretto es igual a 104. Ya se había superado la mitad de siglo.
Antonio Cantero Mazariegos

Las sonatas para piano de Beethoven -  Charles Rosen

http://findpdf.net/documents/Charles-Rosen-formas-de-sonata-Las-sonatas-para-piano-de-Beethoven-pdf-download.html


Variaciones Enigma de Edward Elgar


Variaciones Enigma de Edward Elgar fue su primera obra de importancia. En realidad fue la primera pieza orquestal grande e importante realizada por un compositor británico. La composición sirvió para llevar la música orquestal inglesa a un nivel de distinción internacional, justo a tiempo para el siglo XX.

Es adecuado que las Variaciones se conozcan como Enigma, ya que varios misterios la rodearon en su primera interpretación. En la nota para el programa del estreno, Elgar estimuló la curiosidad de sus oyentes con un acertijo: "No explicaré el enigma su ‘oscuro decir’ debe permanecer inimaginado y les advierto que la aparente conexión entre las Variaciones y el tema a menudo es de la textura más sutil; además, a través y por encima de todo el conjunto va otro tema más grande, pero no se ejecuta... De manera que el tema principal nunca aparece, igual que en algunos dramas recientes -por ejemplo, L'Intruse y Les Septprincesses de MaeterÜnck- el personaje principal nunca está en el escenario"

La gente se ha estado preguntando por la identidad del tema del enigma más allá de los límites de lo que importa. Algunos estudiosos sugirieron que Elgar llamaba "tema", no a una melodía, sino más bien a una idea de programa o filosófica. Sus amigos, sin embargo, insistían en que había una verdadera tonada involucrada. El compositor contó el secreto sólo a tres personas, las cuales se lo llevaron a la tumba. Al final de su vida, Elgar admitió que el tema "era tan famoso que resultaba extraño que nadie lo hubiera descubierto". Esta afirmación impulsó a varios músicos a tratar de hacer coincidir melodías populares en contrapunto con el tema de la variación. Se descubrió que servían para ello tonadas de Wagner, Mozart, Chopin y Leoncavallo, así como God Save the Queen, Pop Goes the Weasel, y Auld Lang Syne. Un amigo del compositor, que conocía bien la inclinación de Elgar a los acertijos y las bromas pesadas, sugirió que simplemente estaba jugándole una broma a la posteridad, proclamando que había una melodía escondida cuando en realidad no la había. Si esta sugerencia es cierta, Elgar debe ser felicitado por haber logrado mantener a varias generaciones de musicólogos en una búsqueda inútil.

Existe un segundo enigma. Puesto que el compositor reveló la referencia de programa de cada variación, ¿cuál es exactamente el significado del tema? Elgar finalmente reconoció, aunque no públicamente, que él mismo era el sujeto del tema. Realmente, como lo señala el biógrafo de Elgar, Michael Kennedy, las cuatro notas de la apertura del tema parecen un arreglo natural de las sílabas "Edward Elgar". Además, en su obra posterior, Los Hacedores de Música, Elgar cita este tema para ilustrar la soledad del artista creativo.

Un tercer enigma se refiere a la identidad de los amigos descritos en las variaciones. La partitura está dedicada a "mis amigos retratados en ella". Cuando estaba terminando la obra, Elgar escribió: "He terminado un conjunto de variaciones sinfónicas (tema original) para orquesta decimotercero en número (pero llamo al final al decimocuarto, debido a la mala suerte que se adjudica al número 13). En las Variaciones he bosquejado retratos de mis amigos -una idea nueva, creo- es decir que en cada variación he considerado al tema a través de la personalidad (por así decirlo) de otro fulano." Cada variación tiene un prólogo con las iniciales o el sobrenombre del amigo al que describe. Cuando la obra era nueva Elgar se negó a revelar quiénes eran cada uno de los amigos, agravando de este modo los misterios. Sin embargo, posteriormente publicó una explicación extensa:

Enigma (andante). Como el tema es un "enigma", Elgar no da ninguna explicación.

Variación I. C.A.B. (andante). La esposa del compositor, C. Alice Elgar, está retratada en "una prolongación del tema con lo que deseo que sean agregados románticos y delicados".

Variación 2. H.D.S.-P. (allegro). Este amigo es Hew David Steuart-Powell, un pianista con el que Elgar acostumbraba interpretar música de cámara. "Su característico repaso diatónico por encima de las teclas antes de empezar a tocar está aquí parodiada con humor en los pasajes de semicorcheas; ellos deben sugerir una tocata, pero cromática más allá del gusto de H.D.S.-P."

Variación 3. R.B.T. (allegretto). Esta variación es una caricatura de Richard Baxter Townshend, cuya voz baja, profundamente resonante, está retratada por el fagot. La variación se refiere a “la presentación por parte de R.B.T. de un hombre viejo en algunas funciones teatrales de aficionados -la voz baja huyendo de vez en cuando al timbre de 'soprano'”.

Variación 4. W.N.B. (allegro di molto). El sujeto es William Neath Baker, "un terrateniente, caballero y estudioso. En los días de los caballos y los carruajes, era más difícil que en nuestros días de la gasolina disponer los carruajes del día para atender a un gran número de invitados. Esta Variación fue escrita después de que el anfitrión, con una tira de papel en la mano, lee en voz alta, forzosamente, los arreglos para el día y apresuradamente sale de la habitación con un golpe ruidoso e involuntario de la puerta... [Hay] algunas sugerencias de la actitud suavemente burlona de los invitados".

Variación 5. R.P.A. (moderato). Richard Penrose Arnold era el hijo del poeta Matthew Arnold. El joven Arnold "era un gran amante de la música, que interpretaba (en el pianofor­te) de un modo autodidacta, evaluaba las dificultades pero sugería de modo misterioso el sentimiento verdadero. Su conversación formal era permanentemente interrumpida por comentarios antojadizos y ocurrentes".

Variación 6. Ysobel (andantino). Este era el apodo que Elgar le puso a Isabel Fitton, que estudió violín con él. Ella cambió a la viola, de ahí la forma en que se destaca este instrumento en esta variación. La apertura es un 'ejercicio' para cruzar las cuerdas de través -una dificultad para los principiantes-. El compositor era completamente consciente de los encantos de Ysobel y estaba muy prendado de su belleza, de modo que la variación es "melancólica y, por un momento, romántica".

Variación 7. Troyte (presto). Arthur Troyte Griffith era un arquitecto que tenía el don de decir lo inesperado -de ahí los ritmos cruzados de esta variación-. Esta sección no es tanto un retrato como un recuerdo de "los ensayos torpes de Troyte para tocar el pianoforte; luego el ritmo fuerte sugiere los intentos del instructor (E.E.) para imponer algo semejante al orden sobre el caos y los 'portazos' desesperados del final registran que el esfuerzo ha sido en vano". 

Variación 8. W.N. (allegretto). Winifred Norbury y su hermana Florence eran amantes de la música. Winifred estaba empleada como secretaria de la Sociedad Filarmónica de Worcester. "Las agraciadas personalidades de estas damas se mostraban sosegadamente. W.N. estaba más conectada con la música que los otros miembros de la familia y sus iniciales encabezan el movimiento. Para justificar esta posición se da una sugerencia leve de una risa característica." 

Variación 9. Nimrod (adagio). Nimrod era un cazador y la palabra alemana que designa a "cazador" es Jaeger. Elgar describe a su amigo, el crítico August J. Jaeger. La Variación "es una crónica de una larga charla de una noche de verano cuando mi amigo discurría elocuentemente sobre los movimientos lentos de Beethoven y decía que nadie podía lograr en este campo las cimas que Beethoven había alcanzado, un punto de vista con el que cordialmente coincidí. Deberá notarse que los compases de apertura están escritos para sugerir el movimiento lento de la Octava Sonata (Pathétique).

Variación 10. Dorabelia (intermezzo: allegretto). Dora Penny era una amiga muy cercana a la que Elgar puso el sobrenombre Dorabelia, tomado de la ópera de Mozart Cosí fan tutte. "El movimiento sugiere la liviandad de una danza." Dorabelia escribió todo un libro sobre las variaciones Enigma y la gente retratada allí.

Variación 11. G.R.S. (allegro di molto). El sujeto es George Robert Sinclair, organista de la catedral. Se ha cometido alguna injusticia, apunta Elgar, ya que la variación no tiene "nada que ver con órganos ni catedrales ni, excepto remotamente, con G.R.S. Los primeros pocos compases fueron sugeridos por su gran bulldog Dan (un personaje bien conocido) que cayó por la empinada ribera al rio Wye... su chapoteo corriente arriba para encontrar un lugar para salir del agua... y su ladrido regocijado al hacerlo... G.R.S. dijo: 'ponle música a eso'. Lo hice; aquí está".

Variación 12. B.G.N. (andante). Basil G. Nevinson era un violonchelista aficionado y miembro de un trío junto con Elgar y H.D.S.-P. "La Variación es un tributo a un amigo muy querido cuyos logros científicos y artísticos, y el modo cordial en que los ha puesto a disposición de sus amigos, hacen que el escritor le aprecie muy especialmente." Como era de esperar, la variación incluye un maravilloso solo de violonchelo. 

Variación 13. *** (romanza: moderato). "Los asteriscos ocupan el lugar del nombre de una dama que, en el momento de la composición, hacía un viaje por mar. Los tambores sugieren a la distancia el latido de las máquinas de un transatlántico y por encima de ellos el clarinete cita una frase de Mar Calmo y Próspero Viaje de Mendelssohn." Se suponía que los timbales iban a ser ejecutados con palillos de tambor, pero en el primer ensayo el timbalista probó a usar monedas en lugar de eso y a Elgar le gustó el sonido. La dama misteriosa era lady Mary Lygon, que se encontraba en viaje a Australia cuando Elgar quiso pedirle permiso para usar sus iniciales.

Variación 14. (finale: allegro). E.D.U. representa a "Edoo", el nombre cariñoso con que Alicia Elgar llamaba al compositor. Se pinta a sí mismo como "valiente y vigoroso en el estilo general". Justo antes de la primera nueva presentación abierta del tema original, los vientos de madera ejecutan una frase que también está escondida en la variación de Alicia. Elgar solía silbar esta tonada como su señal especial para Alicia. También se recuerda la variación de Nimrod.


http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/obras-maestras/variaciones-enigma-de-edward-elgar/

lunes, 6 de octubre de 2014

HOY ME SOBRA EL CORAZON - Miguel Hernández
________________________________________

HOY ESTOY SIN SABER YO NO SÉ CÓMO
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos en mi reino,
hoy descarga en mi pecho el desaliento
plomo desalentado.
No puedo con mi estrella,
y me busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
Si no fuera ¿por qué?... no se por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo ahí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
que incomformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoy
padeciendo por todo
mi corazón, pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.
Me sobra el corazón.

Hoy descorazonarme,
yo el más descorazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.



SETH

Nombre egipcio: Suti
Nombre  griego: Seth
Divinidad  griega: Tifón

Representación: Animal no identificado con orejas rectangulares, cola tiesa y hocico ganchudo.

Dios que en su origen es más brutal que maligno; los dramas que provoca se deben a su fuerza anormal, a su excesiva energía, más que a su mala intención; luego fue objeto de una interpretación hostil; todos los escritos osiriacos lo consideran como un criminal. Originario de Ombos (Nubt), pudo suplantar a un dios más antiguo, llamado Ash, señor del desierto occidental. Identificado con el desierto y el trueno, gobierna las nubes tormentosas y desencadena las borrascas del viento sur; las connotaciones negativas de Seth se refieren a la sequía, la esterilidad, la violencia, el hambre y el mar; los gusanos salían de la tierra a causa de su aliento.

Recibió el desierto como herencia de Geb pero, envidioso de su hermano, que había recibido la tierra fértil de Egipto, asesinó a Osiris y lo cortó en pedazos; la lucha entre Osiris y Seth era la lucha de la tierra fértil contra el desierto y la lucha del bien con el mal.

Venerado por unos, odiado por otros conoció épocas gloriosas y otras en las que su nombre estaba prohibido y sus estatuas eran destruidas. Es el señor del mal y las tinieblas, de la no-luz, de todo aquello que representa el mal, la sequía y como tal es el dios del desierto que por una parte protege a las caravanas que se adentran en sus dominios pero que también provoca las tormentas que hacen que esas mismas caravanas se extravien.

En este doble papel de protector-destructor de las tierras áridas Seth era venerado porque su estado de ánimo dirigía el futuro de todos aquellos que cruzaban sus dominios.

En un principio fue patrón de los metales (según Manetón al hierro se le llamaba "huesos de Seth") y el protector del Bajo Egipto. En la época anterior a la unificación de la monarquía se enfrentaron los partidarios de Seth, "Señor del Bajo Egipto", y los de Horus, protector del Alto Egipto; esta era una lucha por la herencia de Osiris, que terminó con el destierro de Seth al desierto.

Su reino se supone que estaba en el cielo septentrional y su morada era una de las estrellas que forman la Osa Mayor, desde donde ejercía su maligna influencia para pervertir los designios benéficos de Osiris, que vivía en Orión, y de Isis, cuyo hogar era Sotis.

Es el dios de la moción descendente del sol en el hemisferio inferior, en dirección hacia el sur; por esta razón representa el calor destructivo del verano; y cuando los días comienzan a disminuir, a partir del solsticio de verano, se dice que es él quien roba la luz del sol, por lo que es tenido como maligno. Sin embargo Seth no fue considerado totalmente malo; los faraones ramésidas promovieron su imagen como dios guerrero que protegía la barca de Ra por la noche, ya que este dios le había apoyado en su lucha contra Horus, evitando que Apofis hundiera la barca.

Acompañado de Horus participa en las ceremonias de investidura del Rey como señores del Alto y Bajo Egipto.

Fue también el dios nacional durante la dominación hicsa, convirtiéndole en marido de sus diosas Astarté y Anath; adoptado por el rey hicso Apofis como único dios, con el nombre de Sutej, le levantó un templo junto a su casa, en Avaris, y los funcionarios del rey le llevaban guirnaldas de flores; su versión de Seth tenía un carácter más asiático y llevaba un tocado parecido al del Baal semítico; era adorado como dios de las tormentas y patrón de la guerra.
Con Sethy I se vuelve al Seth Nubti (el Seth de Ombos, su lugar original en el Alto Egipto).

En el Reino Nuevo se le consideró un dios benévolo, patrón de las armas, de la guerra y patrón de la producción de los oasis; Seth fue entonces popular porque, debido a su papel como señor de la confusión, podía sembrar la discordia entre los enemigos de Egipto.
Era hijo de Nut y Geb, en la Eneada heliopolitana, y esposo-hermano de Neftis. Según algunas tradiciones es padre de Anubis. El  auge del culto a Osiris transforma a Seth en la personificación de la maldad y su nacimiento se adapta a esta función.

Según el mito de Osiris Seth ya representaba la maldad incluso en el vientre de su madre y por eso nació desgarrando el costado Nut. En otros textos aparece como esposo de Neith y padre de Sobek. Simbolizado por un animal no identificado, mezcla de oso hormiguero, asno, perro o algún animal extinguido, de orejas rectangulares erguidas, con el hocico curvado hacia abajo y una larga cola hendida (Loret lo identifica con el lebrel del Cáucaso); tenía los ojos y el pelo rojos, como el desierto.

Bajo el reinado de Sahura (V Dinastía) se convierte en humano con cabeza de animal; un taparrrabo rodea sus caderas; lleva una amplia peluca y el cetro uas. Sus animales sagrados eran el cerdo, el asno, el orix, el cocodrilo, el hipopótamo, la serpiente y el pez, bajo cuyo aspecto puede también aparecer; en general, se consideraban animales suyos cualquiera que fuera pescado en las aguas o cazado en el desierto, así como los de pelo o piel roja o parda.

En la ciudad de Antaeópolis estuvo fusionado con Nemty, considerándo a éste una manifestación de Seth. Fue asimilado a Tifón por los griegos. Su centro originario de culto estaba en Ombos, por lo que se le llamaba "el ombita". Luego tuvo santuarios en Avaris, Abydos y Pi-Ramsés. Tres soberanos adoptaron su nombre en tiempos del Reino Nuevo: Sethy I, Sethy II y Sethnajt.

A pesar  de que algunos faraones llevaron su nombre y en ciertas épocas gozó de culto, el pueblo nunca estuvo a su favor y a partir de la XXII dinastía se extendió la animadversión hacia él. En su tratado "De Isis et Osiride", Plutarco afirma que los sacerdotes egipcios tenían gran aversión al mar y a la sal la denominaban espuma de Seth.

http://www.egiptologia.org/mitologia/panteon/seth.htm

Canciones con historia: Bette Davis eyes - Kim Carnes

A veces esto de la música esconde mucho más de lo que a oído desnudo se puede apreciar. Tras de sí, entre bastidores, late toda una historia digna de ser contada. Como ya dije en una ocasión debiera no quedarse marginada la trayectoria de un disco hasta el momento de su publicación.

Sobradamente conocida, natural de Pasadena, en California, Kim Carnes se defendió más que inteligentemente en el rock suave de los últimos setenta y buena parte de los ochenta. Curiosamente desde los 90 está más centrada en el country. Su voz terrada la dota de una sensualidad sin límite.

En 1974 cayó en sus manos un tema compuesto por Donna Weiss and Jackie DeShannon de nombre "Bette Davis Eyes". Como su propio nombre indica (qué bien queda eso) se refiere a la actriz Bette Davis, la diva del cine en blanco y negro. Mujer con carácter dentro y fuera de escena y con una mirada inquietante. Pero Carnes no gustó del ritmo original de la composición. Se trataba de una polka.

Siete años después le presentaron una nueva instrumentación del tema. La grabó en directo en una sola toma en el estudio, ¡quién dijo miedo!. El resultado es el conocido. Kim jamás obtuvo un éxito mayor en toda su carrera que con este tema.
Fue nº 1 en 31 países y se alzó con dos Grammys de relumbrón, el de mejor grabación del año y mejor tema del año. Y estuvo nueve semanas en el Billboard Hot 100.

Se cuenta que la propia Bette Davis se erigió como fan absoluta de "Bette Davis Eyes". Incluso llegó a remitir una carta personal a la Carnes felicitándole por la labor y lo bien que le había quedado.

Lo que son las cosas, allí dónde menos imaginas te espera un éxito inmediato. Sólo es cuestión de tiempo. Y si estás predeterminado te perseguirá como a Kim Carnes "Bette Davis Eyes".

http://pedro-casquel.blogspot.com.ar/2009/02/una-cancion-con-historia.html







La iracunda y genial ‘fea’ Bette Davis

 “Era bella, pero no una belleza. Hay una diferencia. Hoy  pienso que era guapa. Entonces, no, y siempre me quise parecer a otra persona”. Su rostro era particular y no encajaba en los cánones de belleza de la industria del cine. Hasta sus últimos años de vida Bette Davis (1908-1989) no supo reconocer su belleza.  Incluso con setenta años confesaba que odiaba cuando mencionaban una y otra vez sus “ojos saltones” como característica principal de su rostro.

Provocaba sensaciones intensas en todo el que la conocía. Muchos la pintan como una mujer insoportable, cruel, cínica. Sus ataques de ira comenzaron cuando tenía dos años como respuesta a la tensión que había entre sus padres y nunca supo abandonar el comportamiento obsesivo y los arranques de genio de los que hablan todos los que la rodearon.

Los testimonios más extremos son seguramente los de su hija,B.D. (Barbara Davis) Hyman, que escribió en los años ochenta el libro My Mother’s Keeper(El guarda de mi madre), una biografía en la que destacaba los problemas con el alcohol, las amenazas de suicidio frente a la niña cuando ésta tenía ocho años… La resentida hija dibuja a la estrella de Hollywood como una neurótica, manipuladora y malvada que canalizaba la rabia abusando de los que estaban más cerca de ella: “Podía haberlo escrito y enviado a mi madre sin publicarlo. No lo hubiera leído. No va a escuchar nada que no quiera (…), así que me decidí por el único camino que sentí que podía llegar a ella: la opinión pública. Lo que puede ver el mundo es lo más importante para mi madre y esta es, en esencia, una carta pública para ella”.
Davis se casó cuatro veces, enviudó de su segundo marido y se divorció de los otros tres. “No fueron lo suficientemente hombres para ser el señor Bette Davis”, dijo en una entrevista.

Los papeles de mujer peligrosa, malvada y sin escrúpulos la convirtieron en una de las actrices más apreciadas de Hollywood.

En el Cotilleando a… de esta semana repasamos cinco películas de la carrera de Bette Davis, la actriz que hizo de sí misma un personaje temible y a la vez atractivo, que supo ser fiera y también reirse de sí misma en medio de la creciente perfección hollywoodiense.

“Mala hermana”, 1931
1. Mala Hermana (The Bad Sister) (Hobart Henley, 1931). Con poco más de 20 años, tras una incipiente carrera en los teatros de Broadway, un cazatalentos de los Estudios Universal propuso a Davies a acudir a una prueba en Hollywood. Su debut fue en la película Mala Hermana, interpretando a Laura, la hermana dócil y sensible de Marianne Madison (la protagonista) una joven guapa y malcriada que se enamora de un estafador.
El insulso personaje era todo lo contrario a la mujer con carácter de sus papeles más famosos: la presencia en la pantalla era desvaída y poco satisfactoria, The New York Times la calificó de “lúgubre” y The Boston Post de ser “consciente de la cámara” en todo momento. Bette, de 23 años, acudió al preestreno con su madre en un cine de San Bernardino (California). Transcurrida menos de media película, huyó de la sala llorando.
El film de Universal fue el primero de los seis fracasos de Bette, a la que se referían en los estudios como asexual, de aspecto raro, de algún modo fea. En una entrevista de 1938, Bette recordó que hasta el jefe de maquillaje la criticó hasta destrozar su autoestima: “Tus pestañas son demasiado cortas, el color del pelo es indescriptible y la boca es demasiado pequeña. La cara es la de una pequeña holandesa gorda y el cuello es demasiado largo”. El sello terminó por no renovarle el contrato.

2. Cautivo del deseo (Of Human Bondage) (John Cromwell, 1934) le dio la oportunidad de escapar de los roles femeninos convencionales. Davis vio en el personaje de la camarera Mildred Rogers una oportunidad para dar rienda suelta a las emociones violentas de su carácter. Casada entonces con su primer marido, Harmon Nelson, ella era la que ganaba el dinero mientras él intentaba en vano tener éxito como músico. La situación era cada vez más tensa y la actriz lo ridiculizaba en público y lo acusaba de ser tacaño, aburrido, vanidoso y egoista.
Para hacerse con el rol de camarera cruel en Cautivo del deseo, de la productora RKO, Davis puso todas sus energías en convencer a los estudios Warner para poder hacer la película. En el proceso descubrió que estaba embarazada y decidió abortar para no echar a perder sus planes: ya había actuado en 22 títulos y tenía la certeza de que el papel de Mildred Rogers era su última oportunidad de ser la actriz que deseaba.
El personaje le dio confianza en sí misma. La cruda y despiadada mujer que maltrataba verbalmente al inocente Philip Carey (que arruina su vida en el intento de ser amado) representaba el lado más oscuro y fascinante de las capacidades interpretativas (y de la cara menos amable) de Bette Davis.

3. Jezabel (Jezebel) (William Wyler, 1938). Davis y el director Wyler conectaron a pesar de lo que se podía esperar. Los dos tenían arranques de mal genio y eran de un perfeccionismo enfermizo y eso fue precisamente lo que equilibró la relación, que pronto se convirtió en sentimental.
Ambientada en los años anteriores a la Guerra Civil estadounidense,  Jezabel cuenta la historia de una caprichosa belleza sureña de Nueva Orleans (Bette Davis) comprometida con un banquero (Henry Fonda). Ante la negativa de él a acompañarla a comprar un vestido para uno de los bailes más importantes del año, ella se venga adquiriendo un vestido de noche rojo y rompe la estricta norma de vestir de blanco en la fiesta. Tras el escándalo, él pone fin al compromiso y ella se niega a pedir perdón, pensando que su prometido volverá desesperado a sus brazos. Davis ganó con el papel el segundo Oscar de su carrera a la mejor actriz protagonista. El primero había sido con Peligrosa (Dangerous) (Alfred E. Green, 1935).
Volvía a interpretar a la mujer soberbia y antipática en un rodaje plagado de retrasos. Su relación con Wyler durante el rodaje, cuando ella todavía estaba casada, la alteraba y le producía reacciones psicosomáticas: le salió un enorme grano que paró el rodaje durante semana y media, sufrió una contractura en la pierna… CuandoJezabel llegaba a su fin, ambos hablaban de trabajar juntos de nuevo en una versión de Cumbres borrascosas (la novela de Emily Brontë) en la que Bette haría de Cathy, pero al final el proyecto escapó de las manos de Warner y los amantes se separaron sin remedio.
Dos días después del último día del rodaje, ella descubrió que estaba embarazada del director y abortó de nuevo. Las precauciones que tomó para que su marido no se enterara de la aventura desaparecieron con el siguiente romance,esta vez con el magnate Howard Hughes, con el que se dejó ver impunemente ante Nelson hasta que pidió el divorcio alegando un trato cruel.

4. Eva al desnudo (All about Eve) (Joseph L. Mankiewicz, 1950). La historia de cómo Eve Harrinton (Anne Baxter) intenta poco a poco usurpar el trono (y la vida) de la estrella del teatro Margot Channing (Bette Davis) recrea el mundo de envidias, traiciones y rumores del mundo del espectáculo.
El director Edmund Goulding advertía a Joseph Mankiewiczsobre la decisión de elegir a Bette Davis como protagonista de Eva al desnudo: “Esa mujer te destruirá, te convertirá en un fino polvo blanco y soplará. Eres guionista, querido. Ella llegará al escenario con un paquete gordo de papel amarillo y lápices. Escribirá y entonces ella, y no tú, dirigirá. Ya lo verás” .
Pero la actriz llegaba en son de paz. A punto de terminar su contrato con Warner (la productora con la que llevaba casi dos décadas), no tenía nada clara su renovación. Tenía 41 años y se veía desterrada del cine. El guión y el papel le fascinaron, la forma de fumar y apagar con nerviosismo los cigarrillos, la mirada comunicativa y la voluntad de afearse sin problemas si el guión lo pedía mezclaban a la persona con el personaje.
Recién divorciada de William Grant Sherry (un tipo violento y peligroso con el que tuvo una relación destructiva), todavía con un guardaespaldas que la protegía a ella y a su única hija, Bette se enamoró de Gary Merrill, el actor que interpretaba a Bill Sampson, director de teatro y pareja del personaje de Bette. Él, casado, se divorció y la pareja se convirtió en matrimonio. Adoptaron dos niños y se divorciaron diez años después, en 1960.

5. ¿Qué fue de Baby Jane? (What ever happened to Baby Jane?) (Robert Aldrich, 1962). “¡Tiene la mejor propiedad de California! Yo quise comprarla y me la quitó. Si piensa que voy a interpretar a esa estúpida perra en silla de ruedas, ya sabe lo que le espera”. Esa fue la respuesta de Davis cuando la actriz Joan Crawford le entregó una copia del guión de ¿Qué fue de Baby Jane?
Al final fue Crawfrod la que interpretó a Blanche Hudson, la antigua estrella de cine que se había quedado parapléjica y al cuidado de su hermana, la perturbada Jane, que había sido una estrella infantil y una mala actriz de cine. “A veces me he esforzado por verme lo peor posible, a veces me superaba y eso dolía. Eso empeoró cuando me hice mayor. Cuando me vi por primera vez como Baby Jane, lloré“, admitía Davis años más tarde.

Crawford tuvo la valentía de ofrecerle el papel a una de sus mayores enemigas. Bette Davis siempre manifestó su odio hacia ella, incluso tras la muerte de la actriz. “Puede que exista un cielo, pero si Joan Crawford está allí, no voy”, dijo en varias ocasiones. Se rumoreaba que Crawford, bisexual, se había insinuado a Davis y ella la había rechazado con desprecio, pero parece ser que la raíz de la enemistad fue un hombre: Franchot Tone, un actor del que Davis se enamoró durante el rodaje de Peligrosa. Crawford era entonces una de las mujeres más deseadas de Hollywood y le costó poco cautivar a Tone, al que invitó una noche a cenar y recibió desnuda en su casa. Se casaron nada más finalizar el rodaje de Peligrosa. “Se ha acostado con todas las estrellas de MGM, menos con Lassie”, decía Davis. “Pobre Bette. Da la impresión de que no fue feliz ni un solo día en toda su vida”, contestaba Crawford.
Con ese historial de puyas y rencores, las dos estrellas se encontraron en el set de Baby Jane, en un rodaje tenso que sometía a todo el equipo. Hubo incluso agresiones físicas: en la escena en que Jane patea a su hermana en el suelo, hubo una patada más fuerte que las demás. A Crawford le tuvieron que dar tres puntos.
La película fue un éxito de taquilla y Bette Davis fue nominada al Oscar, pero Joan Crawford, no, y ante la visión de ver a su rival recoger el premio, hizo todo lo que pudo. Se puso en contacto con las otras tres actrices nominadas para poder recoger el premio en caso de que cualquiera de ellas ganara. Anne Bancroft se hizo con el premio y Joan, triunfante, recibió la estatuilla.

Helena Celdrán

http://blogs.20minutos.es/trasdos/2012/07/18/bette-davis/

BETTE DAVIS MALA HERMANA (1931)
http://www.youtube.com/watch?v=4BAJfztfxPQ














El puente colgante de Santa Fe fue declarado Monumento Nacional

Lo resolvió la Comisión Nacional de Lugares Históricos; el puente se construyó en 1924

SANTA FE.- Uno de los símbolos por excelencia de esta capital, el Puente Colgante, fue declarado  hoy Monumento Nacional.

 "La Comisión Nacional de Monumentos, Museos y Lugares Históricos, ha resuelto aconsejar a la presidenta Cristina Kirchner que lo declare monumento vía decreto", sostuvo el senador provincial por el departamento La Capital, Hugo Marcucci (UCR) en Marzo de este año.

"El Puente Colgante es la postal de la ciudad; es aquello que nos identifica como imagen, y no es casualidad porque tiene su encanto y un valor arquitectónico por sí mismo. Pero a su vez tiene que ver con la historia de la ciudad", agregó el intendente, José Corral. "Nos entusiasma mucho que avance el trámite para ser declarado monumento histórico nacional; mientras tanto vamos a darle el cuidado y el respeto que merece para que esta condición tan especial que tiene sea preservada", agregó.

"Lo que lo hace calificable como un monumento es que es un puente de una estructura muy particular, que nos recuerda al mecano, a la torre Eiffel. Una estructura similar a la industrial con esa composición particular. Por supuesto, tiene una gran importancia histórica, además de la valoración en particular que todos los santafesinos tenemos, porque es un símbolo que nos identifica", dijo Corral.

Concebido originalmente para trasladar agua proveniente desde el río Colastiné, un brazo del Paraná, el Puente Colgante es una estructura semirrígida, construído por el Sistema Gischard, de tres tramos, con dos pilares trucados a 26,20 m de profundidad. El viaducto cruza la laguna Setúbal, uniendo las avenidas Costanera Oeste y Este que bordean ambas márgenes de dicha laguna, y es nexo del resto de pequeñas localidades ubicadas hacia el este (La Guardia, Colastiné, Rincón o Paraná).

El Puente Colgante se construyó en el año 1924 y llegó a convertirse en un símbolo de esta capital. Sin embargo, el 28 de septiembre de 1983 fue un penoso día para esta capital. Para sorpresa de todos y bajo la atenta mirada de vecinos y periodistas, cayó parte del puente al no poder sostenerse de pie ante una de las peores inundaciones. Un segmento del puente quedó hundido en la laguna Setúbal y se recuperó en 1984. Partes de la estructura, que durmieron algunos años en el puerto, fueron vendidas durante la administración que encabezó el justicialista José María Vernet.

Recién en 2001, la ciudad recuperó su emblema. El puente, una vez reconstruido, preservó los elementos originales, integrándolos a los nuevos y contrastándolos, sin romper la unidad visual de la obra. El detalle sobresaliente es que la antena oeste es la original, armada en el año 1924. La nueva antena fue construida en Esperanza, 45 kilómetros al oeste de esta capital. Se diferencia de la antigua antena en que carece de remaches, siendo sus uniones realizadas por soldadura.

http://www.lanacion.com.ar/1673276-declararan-monumento-nacional-el-puente-colgante-de-santa-fe