domingo, 10 de agosto de 2014




ESPECIAL DÍA DEL NIÑO – Para todos los adultos con corazón de niño


MARCHA DE OSIAS – María Elena Walsh


Osías, el osito en mameluco 
paseaba por la calle Chacabuco 
mirando las vidrieras de reojo, 
sin alcancía pero con antojo. 

Por fin se decidió y en un bazar 
todo esto y mucho más quiso comprar. 

Quiero tiempo, pero tiempo no apurado, 
tiempo de jugar que es el mejor. 
Por favor, me lo da suelto y no enjaulado 
adentro de un despertador. 

Osías, el osito, en el bazar 
todo esto y mucho más quiso comprar. 

Quiero un río con catorce pescaditos 
y un jardín sin guardia y sin ladrón. 
También quiero para cuando esté solito 
un poco de conversación. 

Osías, el osito, en el bazar 
todo esto y mucho más quiso comprar. 

Quiero cuentos, historietas y novelas 
pero no las que andan a botón. 
Yo las quiero de la mano de una abuela 
que me las lea en camisón. 

Osías, el osito, en el bazar 
todo esto y mucho más quiso comprar. 

Quiero todo lo que guardan los espejos 
y una flor adentro de un raviol 
y también una galera con conejos 
y una pelota que haga gol. 

Osías, el osito, en el bazar 
todo esto y mucho más quiso comprar. 

Quiero un cielo bien celeste aunque me cueste, 
de verdad, no cielo de postal, 
para irme por el este y el oeste 
en una cápsula espacial.





Amor eterno  - Lionel Ritchie

Mi amor, 
Eres solamente tú en mi vida 
Lo único brillante 

Mi primer amor 
Eres cada respiro que tomo 
Eres cada paso que hago 

Y yo 
(Yo, yo, yo, yo) 
Quiero compartir 
Todo mi amor contigo 
Nadie más lo hará.. 

Y tus ojos 
Tus ojos, tus ojos 
Me dicen cuánto te importo 
Oh si, siempre serás 
Mi eterno amor 

Dos corazones, 
Dos corazones que laten como uno solo 
Nuestras vidas recién comienzan 

Por siempre 
(Ohhhh) 
Te mantendré fuerte en mis brazos 
No puedo resistirme a tus encantos 

Y amor 
Oh, amor 
Seré un tonto para ti 
Para ti, 
Estoy seguro 
Sabes que no me importa 
Oh, sabes que no me importa 

Porque tú 
Significas el mundo para mi 
Oh 
Lo sé 
Lo sé 
Encontré en ti 
Mi eterno amor 

Oooh-woow 
Boom, boom 
Boom, boom, boom, boom, booom 
Boom, boom, boom, boom, boom 

Oh, y amor 
Oh, amor 
Seré ese tonto 
Para ti 
Estoy seguro 
Sabes que no me importa 
Oh, sabes 
Que no me importa 

Y, SI 
Serás la única 
Porque nadie puede negar 
Este amor que tengo adentro 
Y te daré todo a ti 
Mi amor 
Mi amor, mi amor 
Mi eterno amor




Odiseo (Ulises) Segunda parte

En el anterior post me despedí prometiendo que hablaríamos sobre las sombras de Odiseo, un personaje cuya complejidad supera a todos los anteriores personajes clásicos y que podríamos considerar el protagonista del primer spin-off de la historia.
Además de su mala conducta durante el saqueo de Troya, ya hemos destacado su cruel comportamiento con el cíclope Polifemo: primero le engaña diciéndole que se llama Nadie, lo que provoca que cuando los hermanos del cíclope acuden en su ayuda, se marchen creyendo que su hermano ha perdido la cabeza porque no para de repetir que “Nadie me ha dejado ciego”. Después, durante la huida, Odiseo, dejándose llevar por la arrogancia, le revela su nombre y su condición de rey de Ítaca, o que permite al cíclope señalar el destinatario de su petición de venganza a su padre Poseidón.

Más tarde se dejará engañar por Circe y recibirá una serie de lecciones vitales en su visita al Hades, una de ellas del propio Aquiles, quien le confía que ahora que está muerto preferiría ser un esclavo vivo que un glorioso e inmortal recuerdo. Finalmente, no podrá evitar caer bajo el embrujo de la ninfa Calipso, que lo mantendrá retenido durante siete largos años en su isla. Y ese no será su final gracias a que Atenea aprovecha un descuido de Poseidón para intervenir en favor de su protegido mortal (a partir de este punto, la hija de Zeus adopta un papel que, si ya bien venía siendo crucial desde un principio, pasa a ser pertinaz e indispensable).
Después de ser liberado por Calíope y acabar en la tierra de los feacios (donde pasará un tiempo hasta recuperar su memoria perdida), llega a Ítaca transmutado (por acción de su diosa protectora)en mendigo para no ser reconocido y poder trazar un plan para recuperar su reino. Entonces, tras veinte años lejos de su amada esposa, el hombre del corazón inquebrantable que había sobrevivido a la furia del mismísimo Poseidón, duda sobre la fortaleza del vínculo que los une y se ve tentado de echar todo por la borda.
Luego de una serie de sucesos que elevan la tensión ante lo que está por venir, entre los que destaca su identificación por su hijo Telémaco, llega el momento de la verdad. Durante la prueba impuesta por Penélope para resolver quien será el merecedor de desposarla y recibir el trono y ante la incredulidad de todos los presentes, el mendigo resulta ser el único capaz de tensar el arco del rey de Ítaca y atravesar con una flecha los agujeros de doce hachas alineadas. Entonces Atenea le devuelve su aspecto natural, provocando la anagnórisis del héroe cuando todos descubren que Odiseo aún está vivo. ¡Y tan vivo! Porque con la ayuda de Telémaco y varios fieles, ataca a los príncipes pretendientes,mostrándose brutal e inmisericorde en su proceder: mata a todos los que han deshonrado su casa, ya sean príncipes extranjeros, nobles itacenses, súbditos o esclavos.
Sin embargo, considero que es en ‘La Ilíada’ donde conocemos algunos de los actos menos honrosos, si no vergonzosos, de Odiseo. Primero sabemos que él también pretendió a Helena, pero viendo las pocas posibilidades de éxito entre tanto distinguido, apuesto y rico pretendiente, decide consolarse con una prima de ésta, Penélope. Más tarde, cuando vienen a reclutarlo para la invasión de Troya, intenta hacer creer que ha perdido la razón, pero es descubierto por Palamedes. Éste morirá en Troya lapidado por sus propios compañeros tras ser injustificadamente acusado de traidor por un vengativo Odiseo.
Así pues Odiseo es un personaje con luces y sombras. Su principal virtud, su astucia, le permite realizar actos muy loables, como salvar y proteger a los suyos (o evitar males mayores en su papel de excelente embajador durante la guerra), pero también se sirve de todo tipo de argucias de dudosa ética en busca del beneficio personal.
Estamos, por consiguiente, ante un nuevo tipo de héroe: un personaje con defectos, que comete errores que no sólo le perjudican a él, sino a todos los que le quieren: su mujer se va ahogando en una infinita espera; su hijo crece sin padre y ha de soportar la humillación de ver como unos sinvergüenzas se apoderan no sólo de su casa sino de su derecho al trono; su reino se empobrece y sus gentes sufren; sin olvidar a sus hombres que, si bien cometen sus faltas, la razón principal por la que se ven metidos en un viaje en el que morirán es la cruel soberbia con la que Odiseo trata al hijo de Poseidón.
Pero no sólo tiene un lado oscuro: Odiseo es un hombre de grandes virtudes que llevan al lector a juzgarlo merecedor de mejor suerte. Es un buen monarca, justo con sus súbditos y buen anfitrión con los visitantes. En la batalla lucha con valentía y habilidad y es, como ya hemos dicho, el más astuto entre todos los hombres. Sin olvidar que nadie puede evitar admirar su infinito amor por su esposa Penélope, su hijo Telémaco y su añorada Ítaca. Ante nuestros ojos, Odiseo sufre un castigo demasiado severo para el error que comete. Su hamartía (el error fatal) no nace de la maldad, sino de un pecado muy común entre sus congéneres humanos: la soberbia del que se sabe (o se cree) superior.
Por ello, todo lector (al igual que sus antepasados, los oyentes de los rapsodas griegos) acaba sintiendo una empática compasión por Odiseo, la cual, tras conocer el relato de sus interminables sufrimientos, nos empuja, por piedad, hasta una de las catarsis más perfectas que jamás se han cantado. Al fin y al cabo, Odiseo es el héroe más cercano a todos: no es un dios, ni un semi-dios, ni posee ningún poder mágico; es simplemente un humano que comete un trágico error y que es castigado con desmesura por ello.


http://www.papelenblanco.com/metacritica/odiseo-el-primer-heroe-moderno-ii
Odiseo (Ulises) Primera parte
Odiseo (del griego δυσσες), también conocido como Ulises (del latín Ulysses), es uno de los personajes más famosos de la historia de la literatura, protagonista del poema épico de Homero que toma su nombre, La Odisea, compuesto según se cree entre 760 y 740 a.C. (aunque otras fuentes lo sitúan en el siglo IX a.C.). En este post me centraré en su figura como personaje literario: el primer héroe “moderno” de la literatura clásica.
Odiseo aparece por primera vez en La Ilíada, el otro poema épico que Homero escribió (o compiló, que de esto mucho se discute todavía) durante la misma época y que suele nombrarse como primero puesto que cuenta sucesos anteriores a su obra hermana. En él, el rapsoda ciego nos narra la invasión y destrucción de Troya por parte de las fuerzas aqueas. En este primer poema épico Odiseo es uno de los reyes griegos más sobresalientes: él mismo comanda la flota de su reino, Ítaca, y, ya en territorio troyano, destaca en el campo de batalla, donde vence a todos sus contrincantes. Pero sobre todo, sobresale por su intelecto, por su incomparable habilidad para urdir argucias con las que salir de un embrollo o tomar ventaja de cualquier situación.

Él es quien convence a Aquiles para que se una a las fuerzas aqueas y durante toda la invasión se mantiene como el general más taimado y clarividente. Finalmente, tras diez años de asedio y con las huestes griegas totalmente desmoralizadas, es Odiseo quien desarrolla el plan que les dará la victoria final: la estratagema del Caballo de Troya.
‘La Odisea’ es un poema que relata el nostos (regreso a casa) de Odiseo a Ítaca. En él Homero nos canta las peripecias sufridas por nuestro héroe durante los diez años que tarda en poder volver a casa. Durante la invasión de la ciudad también conocida como Ilión (de ahí el nombre del poema), Odiseo le falta al respeto a Poseidón, dios de los mares. Éste, como represalia provoca que los doce barcos de Odiseo pierdan el rumbo de vuelta a Ítaca, viaje que sólo debería llevarles unas pocas jornadas. Tras varias etapas y aventuras (saqueo a los cícones y deriva hasta el país de loslotófagos) acaban en la isla de los cíclopes. Allí, él y doce de sus hombre son recluídos por uno de esos gigantes de un solo ojo, Polifemo. Odiseo maquina otro astuto plan y logran dejar ciego al cíclope y escapar de su gruta. Al emprender la huida en barco, Odiseo ve a Polifemo en lo alto de un acantilado de la isla, lamentando su ceguera y bramando amenazas. El rey de Ítaca lo reta a que le lance rocas gigantes y se mofa agriamente de él. Ésta será su hamartía, su error trágico, pues el cíclope Polifemo resulta ser hijo de Poseidón y el dios del mar no perdonará tal ofensa.
Odiseo tardará diez años en llegar a casa. Primero sufriendo un sinfín de adversidades junto a sus compañeros de viaje y, tras la muerte de éstos, lidiándoselas él solo para mantenerse con vida. Aunque, a decir verdad, nunca estará solo del todo. En el Olimpo, Atenea siempre velará por él y el mismo Zeus resolverá mandar un par de veces a Hermes en su ayuda. En la tierra, su esposa Penélope y su hijo Telémaco conservarán vivo su recuerdo como escudo frente a las pretensiones de los príncipes que se quieren hacer con el derecho a desposar a la (supuestamente) reina viuda y, sobre todo, con el trono de la rica Ítaca.
En este poema Odiseo es el protagonista absoluto, el héroe que resiste todo infortunio, y que sufre indecibles dramas que, unidos, suponen la mayor tragedia que ha padecido hombre alguno. Y es que Odiseo es un héroe cuya naturaleza es nueva en el campo de los mitos griegos:es sólo un ser humano. Hasta entonces todos los protagonistas de los poemas épicos habían sido dioses o semidioses: Perseo era hijo de Dánae y Zeus; Heraclesera bisnieto del primero por parte de su madre Alcmena e hijo del mismo Zeus; incluso su coetáneo Aquiles nació de la unión de Tetis, deidad del mar, y Peleo, rey de Tesalia.
Odiseo, sin embargo, es el primer héroe “simplemente” humano, hijo de los reyes de Ítaca, Laertes y Anticlea. Para salir victorioso de las múltiples pruebas a las que es sometido no puede echar mano de una fuerza sobrehumana ni posee ningún arma mágica, como sus antecesores. Es un guerrero hábil (como prueba en ‘La Ilíada’) pero en ‘La Odisea’ no le servirá de nada dicha facultad y sólo su extraordinaria astucia y su inquebrantable determinación de volver a casa harán posible que salga victorioso.
En muchas ocasiones se muestra como un líder especialmente prudente y sabio, aceptando los consejos y preveniéndose ante las advertencias. Cuando sus hombres comen la flor de loto y pierden la memoria, él no comete el mismo error, se resiste, y logra atar a todos y llevarlos de vuelta al barco; cuando recibe un saco con vientos del rey Eolo lo guarda con prudencia pero sus camaradas, pensando que el saco contiene un tesoro y movidos por la avaricia, lo abren, desatando una tempestad que los arrastrará hasta la isla de los lestrigones, donde morirán las tripulaciones de once de las doce naves; finalmente, es el único precavido que soporta el hambre y no come carne de las vacas sagradas de la isla de Helios, ofensa castigada por Zeus con la muerte de todos los guerreros itacenses excepto nuestro héroe.
Pero Odiseo, he aquí lo que lo convierte en un protagonista extraordinario, en el primer héroe “moderno”, es un personaje con defectos, con sombras; mucho más complejo que los fácilmente calificables Heracles o Aquiles. De ello hablaré en el siguiente post.
http://www.papelenblanco.com/metacritica/odiseo-el-primer-heroe-moderno-i


La Odisea

Ulysses 1954
https://www.youtube.com/watch?v=nuqRlI2qeQQ

















                            Desde la torre- Rainer María Rilke

Rainer Maria Rilke

(Praga, 1875 - Valmont, 1926) Escritor checo en lengua alemana. Fue el poeta en lengua alemana más relevante e influyente de la primera mitad del siglo XX; amplió los límites de expresión de la lírica y extendió su influencia a toda la poesía europea.

Después de abandonar la Academia Militar de Mährisch-Weiskirchen, ingresó en la Escuela de Comercio de Linz y posteriormente estudió historia del arte e historia de la literatura en Praga. Residió en Munich, donde en 1897 conoció a Lou Andreas-Salomé, quince años mayor que él, y que tuvo una influencia decisiva en su pasaje a la madurez. Decidido a no ejercer ningún oficio y a dedicarse plenamente a la literatura, emprendió numerosos viajes. Visitó Italia y Rusia (en compañía de L. Andreas-Salomé), conoció a L. Tolstoi y entró en contacto con la mística ortodoxa.
En 1900 se instaló en Worpswede y un año después contrajo matrimonio con la escultora Clara Westhoff, con la que tuvo a su única hija, Ruth, y a cuyo lado escribió las tres partes del Libro de horas. Tras su separación, se instaló en París donde durante ocho meses trabajó como secretario privado de Rodin. Allí compuso Canto de amor y muerte del alférez Cristobal Rilke, y posteriormente Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Aquejado por una crisis interior empezó de nuevo a viajar mucho, a África del Norte (1910-1911) y a España (1912-1913). En 1911 y 1912, invitado por la princesa Marie von Thurn und Taxis, residió en el castillo de Duino (Trieste), escenario en el que surgieron las que denominó precisamente Elegías de Duino.
Durante la Primera Guerra Mundial vivió la mayor parte del tiempo en Munich. En 1916 fue movilizado y tuvo que incorporarse al ejército en Viena, pero pronto fue licenciado por motivos de salud. De esos años es la intensa relación amorosa con la polaca Baladine Klossowska, madre de P. Klossowski y del pintor Balthus, presuntos hijos naturales nunca reconocidos por el poeta. Tras la guerra residió en Suiza y en 1922 vivió en el castillo de Muzot, donde finalizó las Elegías. Murió de leucemia, tras una larga y dolorosa agonía, en el sanatorio suizo de Valmont.
Los cuadernos de Malte Laurids Brigge (1910), la única novela de Rilke, fue escrita a modo de diario y describe con la agudeza de un diagnóstico los contrastes sociales en París, la pobreza y la destrucción. La gran urbe provoca a Malte, el último descendiente de una gran familia danesa, el miedo absoluto. Enfermedad y finitud son en esta obra temas recurrentes. A la muerte deshumanizada y masificada, típica de la gran ciudad, Rilke opone la muerte individual y propia, que está representada por el recuerdo de un antepasado de Malte. Las evocaciones de infancia tienen un carácter redentor, igual que el tema del amor que, junto al de la muerte, constituye el otro gran tema del libro. El amor no correspondido, que perdura como deseo, deja abierto el final de la novela que desemboca en una reelaboración de la parábola del hijo pródigo.
Estas mismas cuestiones reaparecen en su obra líricaLibro de horas (1905) formada por los títulos Libro primero, el libro de la vida monástica; Libro segundo, el libro de la peregrinación; Libro tercero, el libro de la pobreza y de la muerte que remite a las antologías medievales de plegarias privadas. La forma artística de la plegaria le sirve para abandonar la lírica de sentimientos propia de Canto de amor y muerte del alférez Cristóbal Rilke y experimentar con imágenes nuevas que, mediante traslaciones sensuales y visuales, amplían las fronteras del lenguaje.
En el Libro de las imágenes (1902-1906) se aprecia una tendencia hacia la objetualización de las imágenes evocadas y hacia la observación detallada. Sin embargo, esta precisión no va en detrimento de la dimensión universal y parabólica del momento captado. Pero el giro decisivo hacia lo objetual se produce con la colección publicada con el títuloNuevos poemas (1907-1908). Domina aquí la perspectiva observadora del "poema-cosa" y Rilke deja de hablar de la obra de arte para hacerlo de la "cosa de arte", que ha de existir por sí misma, distanciada y liberada del "yo" subjetivo del autor. La poesía ya no es una confesión y se convierte en un objeto que remite sólo a sí mismo.
Esta nueva orientación de la poesía rilkeana se debe, en gran parte, al descubrimiento de la obra de Rodin, pues, para el poeta, el escultor francés significaba la alternativa a los excesos intimistas del arte. Siguiendo el modelo de Rodin, proclamará como divisa de su poetizar el "convertir la angustia en cosas" o lo que es lo mismo: el mundo interior se exterioriza a través de los objetos.
Sus dos últimas obras, las Elegías de Duino (1923) y los Sonetos a Orfeo (1923) suponen otro cambio radical en su concepción poética. Se apartan tanto de la inicial lírica de sentimientos como de la objetualidad de los "poemas-cosa" posteriores. Tampoco parece que sea posible transformar la angustia en cosas. Tras una larga etapa de crisis en la que el escritor incluso se plantea la posibilidad de dejar la poesía, publica unos poemas de cariz existencial que son una interpretación de la existencia humana. Las Elegías de Duino buscan la definición del ser humano y su lugar en el universo, así como la misión del poeta que en esta obra desarrolla un mundo cerrado en sí mismo de imágenes y símbolos, cargados de recuerdos y de referencias autobiográficas. Utiliza el ritmo dactílico de la tradición elegíaca alemana, tal como lo habían empleado Goethe y Hölderlin.
El ciclo de las Elegías, una de las obras más herméticas de la literatura alemana del siglo XX, parte de la lamentación para arribar hasta la dicha. Se inicia con la experiencia del ángel terrible separado del hombre por un abismo para llegar a la posibilidad del acercamiento humano a lo angélico. Es el poeta quien lleva al mundo angélico, liberándonos así del mundo interpretado. Pero para ello es preciso recorrer un largo camino en el que son claves los moribundos, los animales, los amantes y los niños. Todos ellos parecen figuras capaces de sustraerse al mundo cerrado del hombre, orientado hacia la muerte.
El júbilo final de las dos últimas elegías muestra una nueva vida que consigue crear un ámbito común con la muerte, una alegría que se funde con el dolor. Los Sonetos a Orfeo, aunque formalmente son más abiertos y variados que las Elegías, están temáticamente ligados a éstas. También aquí la determinación de la existencia humana lleva a los límites de lo que es posible expresar en palabras. En ellos están presentes imágenes, simbolismos, recuerdos y elementos autobiográficos que remiten a las Elegías, y no en vano fueron definidos por el poeta como un "regalo adicional" surgido "simultáneamente con el impulso de los grandes poemas".


Rainer María Rilke (Cartas A Un Joven Poeta)


https://www.youtube.com/watch?v=904-alnzjyE







Canciones con historia: "The Greatest Love of All"- Whitney Houston

"The Greatest Love of All" es una canción inolvidable que fue escrita por Michael Masser y Linda Creed y grabada originalmente y sin mucho éxito por George Benson en 1977 para la película biográfica de Muhammad Ali " Yo, el mejor"(The Greatest).

Años más tarde, en 1986, "The Greatest Love of All" parecía totalmente otra canción al salir de las prodigiosas cuerdas vocales de Whitney Houston, consiguiendo transformarla en oro, igual que casi todo lo tocaría la artista en los años que siguieron.
El tema forma parte de su primer álbum homónimo "Whitney Houston".

La historia nos cuenta que Linda Creed había escrito la letra en medio de su lucha con el cáncer de mama que, en el abril de 1986, a la edad de 36, desgraciadamente perdía, al mismo tiempo que "The Greatest Love of All"  se convertía en un gran un éxito internacional y el mayor éxito del álbum.

La canción se mantuvo por 3 semanas en lo más alto de  Billboard Hot 100 y fue su tercer n.º 1 de su álbum debut. La canción forma parte de las bandas sonoras de "El príncipe de Zamunda" y "American Psycho".

http://cancioneshistoria.blogspot.com.ar/2012/02/greatest-love-of-all-whitney-houston.html


miércoles, 6 de agosto de 2014

El secreto - JOSE PEDRONI

He aquí que un secreto debe morir conmigo,
pues no puedo contarlo ni a mi mejor amigo.

Cosas menores dije para buscar consejo.
Se las conté al más joven, se las confié al más viejo.

Y supe el mismo día que en diferentes modos
aquellas cosas tristes las comentaban todos.

Me sobrevino angustia, sufrí persecución.
Hasta que al fin me dije: Ciérrate, corazón.

Y tardándose adentro, pues la quería abierta,
oí a mi corazón que clavaba su puerta.

Aquella misma noche, con mi dinero escaso,
por el primer camino me fui con mi fracaso.

Anduve mucho tiempo, conocí a muchos hombres,
pasé por muchos pueblos sin preguntar sus nombres.

Comí lo que me dieron o no comí. Tampoco
dormí todos los días; lo hice de poco en poco.

Y no supe de perro que con colmillo agudo
no mordiera de paso mi calcañar desnudo.

Y fue tal mi pobreza, mi soledad, mi daño,
que no sé cuantos años envejecí en un año.

Después volví a mi pueblo, y he aquí que la gente
vino por mis palabras, inesperadamente.

Entre los que llegaban reconocí, perplejo,
las dos caras amigas que me dieron consejo.

Brilló el enojo entonces en mi mirada muerta,
y apostrofé a la gente detenida en mi puerta:

¾Hombres de poca fe: no me pidáis que os diga
nada de lo que he visto, nada de mi fatiga.

Sellado está el secreto que me pedís que os abra.
Como una vestidura desgarré mi palabra.

Idos de mi presencia, que todo lo que sé
quemado está en mis labios, hombres de poca fe.

Y cuando de mi puerta se fue la muchedumbre,
grité a mi corazón caído en pesadumbre:

Quiébrate como un brazo, vuélvete una madeja,
herrúmbrate en tu polvo, como moneda vieja.

Aunque el castigo santo la muchedumbre pida
y abominado seas como de fe torcida.

No importa que en silencio te escarbe la amargura,
como el gusano adentro de la madera dura.

No importa que te ignoren como al humilde grillo
que obscuramente vive debajo del ladrillo.

Mientras a toda hora la numerosa gente
sobre el ladrillo pasa precipitadamente.

No importa; vive solo, que es tu mejor amigo
este secreto triste que ha de morir contigo.

Cuando estoy triste