viernes, 13 de febrero de 2015

Canciones con historia: ‘Everybody Hurts’, la canción que dejó de pertenecer a R.E.M.

Rod Stewart, Joe Cocker, Mariah Carey, The Corrs, Mika, James Blunt, Jon Bon Jovi, Gary Barlow, Robbie Williams, Kylie Minogue y muchos artistas más han interpretado “Everybody Hurts” en algún momento.
No es para menos. Más allá de ser el cuarto sencillo deAutomatic For The People, el himno que compuso en su mayoría Bill Berry como una forma de hablarle a la juventud que se sentía desolada en aquel entonces, se ha convertido en un estandarte de la melancolía y en un auténtico patrimonio de la comunidad musical de 1992 a la fecha. Sin fronteras, sin límites.
“Apenas compusimos y grabamos la canción, dejó de pertenecernos y empezó a formar parte de todo mundo. Es una pieza universal y puede significar algo para casi cualquier persona con la cual te relaciones, sin importar su lugar de origen o la lengua que hable”, reflexionó en 2011 el bajista Mike Mills durante una plática con la televisión noruega, justo después de anunciar el fin de R.E.M. como banda.
Independientemente del entrañable video filmado en una autopista de San Antonio, “Everybody Hurts” tiene dos particularidades. Primeramente Bill Berry, entonces baterista de la banda de Georgia, escribió letras simples para que el mensaje a los adolescentes fuera directo, comprensible y carente de metáforas. Y después, Michael Stipe, conocido por interpretar ciertas estrofas casi de manera indescifrable, recitó como nunca antes cada palabra de la composición.
“Cada vez que la escucho me pregunto si mi voz alguna vez sonó con tal pureza en otras canciones y en estos 30 años de grabaciones. Era una composición realmente especial y ha sido usada en diferentes contextos para ayudar a la gente en tiempos muy, muy complejos. Un tema que puede hablar de una pérdida a ese nivel me lleva a sentirme orgulloso. Por eso no pertenece a nosotros, sino al mundo”, confesó Stipe en la misma entrevista.
En 1995 una agrupación conocida como The Samaritans, dedicada desde 1952 a brindar soporte emocional a personas depresivas, buscó combatir el alto número de suicidios entre adolescentes y jóvenes en Reino Unido e Irlanda, lanzando una campaña basada en algunos versos de “Everybody Hurts”.
Seis años después, asambleístas de Nevada, uno de los estados con mayor índice de suicidios, reconocieron la labor de la banda por sus mensajes alentadores y dirigidos a la prevención de esta clase de tragedias.
Bien lo dijo Mills: un tema lejano a una mera producción noventera y cercano a una realidad social que no puede causar indiferencia.
Porque todos, en algún momento, hemos sido heridos.





Píndaro

       (Grecia, -0518 aC--0438 aC)

Poeta griego, generalmente considerado como el mayor poeta lírico de la literatura griega.
Píndaro nació en el año 518 a.C., en Cinoscefalae, cerca de Tebas, en el seno de una familia aristocrática conocida como los ageidas.
Sus amplios conocimientos geográficos, su tono aristocrático y su espíritu panhelénico pueden atribuirse, al menos en parte, a la influencia de su familia en toda Grecia.
Al parecer estudió con la poetisa de Boecia, Corinna, y fue derrotado por ella en un concurso poético. Corinna le aconsejó entonces "sembrar con la mano, y no con todo el saco", en alusión al uso excesivo del ornamento mitológico en la obra temprana de Píndaro.
En años posteriores, Píndaro viajó por todo el mundo griego, y su fama nacional le hizo merecedor de numerosos encargos.
Pasó dos años en Sicilia, invitado por Hierón I, rey de Siracusa, y compuso Epinicios (extravagantes cantos de alabanza) para Hierón y otros reyes, así como para las más nobles familias griegas.
Ningún otro poeta griego supo expresar como él la unidad espiritual preservada por la religión y la lengua común, y por la tradición recuperada de los juegos olímpicos panhelénicos.
Tan grande fue la fama de Píndaro que cuando Alejandro Magno saqueó Tebas, en el año 335 a.C., dejó intacta su casa.
Píndaro representa la culminación de la lírica coral griega, compuesta para ser cantada, con acompañamiento musical, por coros de jóvenes, en oposición a la lírica personal, cantada o recitada por una sola voz.
Píndaro compuso para los dioses himnos, ditirambos, odas, canciones, cantos fúnebres y elogios, pero de toda esta producción no quedan más que unos cuantos fragmentos.
Su obra conocida abarca al parecer sólo una cuarta parte del total de su producción, y está formada por cuarenta y cuatro epinicios u odas triunfales en honor de los vencedores de los cuatro grandes juegos nacionales: olímpicos, pitios, itsmios y nemeos.
Su estructura es bastante compleja y contienen una importante carga moral, así como un profundo sentido religioso, que siempre fue uno de los rasgos más notables de la lírica coral griega.
El procedimiento habitual de Píndaro para alabar a los vencedores de los juegos consistía en insertar en la parte central del poema un mito que expresaba el estado de ánimo general en esa ocasión o relacionaba al héroe victorioso con el pasado mítico.
En Píndaro se observa un tratamiento de los mitos griegos distinto al de los poetas épicos y más próximo al de la tragedia ática.
Del mismo modo, introduce en sus odas numerosas reflexiones de carácter religioso y moral, y proclama la inmortalidad del alma y la existencia del juicio futuro.
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=3189

 

POEMAS DE PÍNDARO


http://historiantigua.cl/wp-content/uploads/2011/08/POEMAS-DE-P%C3_NDARO.pdf







Niña - Octavio Paz

Nombras el árbol, niña.
Y el árbol crece, lento y pleno,
anegando los aires,
verde deslumbramiento,
hasta volvernos verde la mirada.

Nombras el cielo, niña.
Y el cielo azul, la nube blanca,
la luz de la mañana,
se meten en el pecho
hasta volverlo cielo y transparencia.

Nombras el agua, niña.
Y el agua brota, no sé dónde,
baña la tierra negra,
reverdece la flor, brilla en las hojas
y en húmedos vapores nos convierte.

No dices nada, niña.
Y nace del silencio
la vida en una ola
de música amarilla;
su dorada marea
nos alza a plenitudes,
nos vuelve a ser nosotros, extraviados.

¡Niña que me levanta y resucita!
¡Ola sin fin, sin límites, eterna!


Cuadros de una Exposición de Modest Mussorgsky

Modest Mussorgsky compuso la pieza para piano Cuadros de una Exposición en 1874. Ravel comenzó su orquestación en mayo de 1922 y la terminó en el verano siguiente. Serge Koussevitzky dirigió el estreno en la Opera de París, el 19 de octubre de 1922. Victor Hartmann era un arquitecto, acuarelista, diseñador y amigo de Mussorgsky. El compositor no sólo apreciaba a Hartmann sino que también creía que su amigo tenía el sueño para convertirse en un gran arquitecto ruso. Mussorgsky quedó desolado cuando Hartmann falleció de un ataque cardíaco a la edad de 39 años.

Su pena se mezclaba con sentimientos de culpa, pues recientemente había estado paseando con Hartmann cuando el arquitecto tuvo un ataque y no podía respirar. En lugar de llevarle a un médico, Mussorgsky trató de calmar al afligido Hartmann: "Descansa un poco, almita, y luego seguiremos." Debido a este incidente, Mussorgsky ilógicamente se culpaba a sí mismo por la muerte de Hartmann: "Cuando recuerdo esta conversación, me siento desdichado, porque me comporté como un cobarde con temor a la enfermedad. Este temor existía porque yo temía preocupar a Hartmann, ¡así que me comporté como un tonto niño de escuela!"

Mussorgsky, que no era la más estable de las personas, se hundió en una profunda depresión. Estaba obsesionado por la muerte de su amigo y su irra-cional creencia de que era en parte responsable de ella. Empezó a beber, vendió algunas de sus pertenencias para obtener ingresos, sufría de alucinaciones, una vez desapareció durante días, se involucró en un alboroto y le echaron de su apartamento.

Vladimir Stassov, amigo tanto de Hartmann como de Mussorgsky, estaba preocupado por la salud mental y física de este último. Creía que podría ser de ayuda para el compositor si le comprometía en alguna actividad en honor de Hartmann. Así que organizó una exposición de alrededor de 400 obras del artista. Mussorgsky asistió a la exposición y se sintió conmovido por lo que veía, pero no pudo componer una pieza conmemorativa para Hartmann hasta algunos meses más tarde. Cuando finalmente se puso a trabajar, decidió escribir una suite para piano de diez movimientos, cada uno de los cuales representaba uno de los cuadros de Hartmann. Sólo tres de los movimientos corresponden a los cuadros exhibidos en la exposición de Stassov. Las otras eran bocetos y dibujos que Mussorgsky había visto en la casa de Hartmann. El enlace entre todos los movimientos era un tema de "paseo". "Mi propia fisonomía se muestra a través de los intermezzos", explicó Mussorgsky. Aunque Cuadros de una Exposición tiene una grandeza inconfundible, el compositor se contentó con dejarla como pieza para piano. Es atractivo pensar, sin embargo, que le hubiera satisfecho la forma en la que Ravel la orquestó medio siglo más tarde. Maurice Ravel siempre se sintió menos cómodo con la gran tradición de las obras maestras alemanas, ejemplificadas en la música de Beethoven y de Wagner, que con la música folclórica española, el jazz norteamericano, la música gitana húngara y la música para conciertos rusa. La natural mezcla de elementos folclóricos que hacen los rusos en su música seria, su desatención a la tradición germánica, la espontaneidad de su arte y los maravillosos colores de sus orquestaciones atraían al francés. Este se sintió especialmente atraído por la música de Mussorgsky, el menos occidental de los rusos.

A pesar de su entusiasmo, Ravel sabía relativamente poco respecto de la música de Mussorgsky y aun menos respecto del hombre. Las versiones originales de la mayoría de las composiciones rusas no eran conocidas, ya que las presentaciones por lo general eran versiones que habían sido "mejoradas" por sus amigos bien intencionados, como Rimsky-Korsakov, por ejemplo. El amigo de Ravel, el crítico Michel D. Calvocoressi, compartía su interés por Mussorgsky. Calvocoressi viajó a Rusia en 1912 con el propósito de reunir material para un libro sobre música rusa y tratar de estudiar la partitura original de la ópera de Mussorgsky, Boris Godunov. En Rusia encontró una maravillosa hospitalidad pero muy poca información. Nunca llegó a ver el manuscrito de Boris, pero descubrió, en efecto, una gran cantidad de datos sobre la partitura de piano original de Cuadros de una Exposición.

Esta información iba a resultarle muy útil a Ravel cuando, una década más tarde, emprendió la orquestación de la pieza para piano de Mussorgsky, a petición del director Serge Koussevitzky. Ravel estaba encantado con este encargo, no sólo debido a la admiración que sentía por Mussorgsky, sino también porque había estado experimentando dificultades para componer y buscaba un proyecto más fácil que pudiera desbloquear su impulso creativo. En ese sentido, el trabajo no tuvo éxito, pues Ravel no compuso nada en absoluto durante un año después de terminada la orquestación de Cuadros. El compositor deseaba mantenerse lo más fiel que fuera posible al original de Mussorgsky, pero todo lo que tenía a su disposición era la versión publicada, que había sido muy corregida por Rimsky-Korsakov. Con la ayuda de los materiales que Calvocoressi había traído de Rusia, Ravel pudo inferir muchas cosas sobre las ideas originales de Mussorgsky.

Aunque Ravel nunca fue a Rusia, sabía poco sobre la personalidad de Mussorgsky y tenía sólo seis años cuando el compositor ruso murió, había una notable afinidad entre los dos hombres. Como señala Víctor Seroff, que ha escrito las biografías de ambos compositores:
Ambos hombres, en lo que se refiere a su arte, fueron arrastrados, como poseídos, a todo lo nuevo, al progreso -para citar a Mussorgsky: "¡A las nuevas playas! Sin temor a través de la tormenta, las aguas profundas y los arrecifes- a las nuevas playas!" Ambos hombres fueron librepensadores, negaron el dogma y la tradición. Para ambos, la integridad artística era como su propia carne. Sus vidas personales se conservaron como enigmas para el resto del mundo. Ambos compositores preferían la compañía de hombres. Con las mujeres sus relaciones se mantenían en la condición de amantes hijos y amigos dedicados pero platónicos. Aunque, a diferencia de Ravel, nunca se sospechó que Mussorgsky fuera homosexual, los dos hombres se mantuvieron adolescentes en sus relaciones emocionales. Ravel siempre hablaba de buscar la soledad, pero tenía tanto miedo de estar solo como Mussorgsky, a quien, en la última parte de su vida, le aterrorizaba pasar una noche sin compañía. Ambos hombres fueron "animales" de lo más sociables, para citar nuevamente a Mussorgsky. Ambos amaban el hogar, la familia y los niños, pero nunca se casaron. Para ambos, las casas de sus amigos íntimos eran como sus propios hogares.
Ravel no fue el primero que orquestó Cuadros, ni iba a ser el último. Existen otras versiones orquestales de Mikhail Tushmalov, Henry Wood, Leonas Leonardi, Lucien Cailliet, Leopoldo Stokowski, Vladimir Ashkenazy y otros. Estas transcripciones se interpretan de vez en cuando como curiosidades, pero sólo la orquestación de Ravel ha ingresado al repertorio orquestal normal. También existen versiones para sintetizadores, quintetos de bronces, guitarra solista y grupos de rock. Este gran número de arreglos de Cuadros señala la naturaleza esencialmente orquestal de la partitura de Mussorgsky.

Ravel fue un orquestador soberbio y original. Es notable que la orquestación de Cuadros no haga sonar a la pieza como una obra de Ravel. Este trató conscientemente de preservar el sonido de Mussorgsky y de orquestar como podría haberlo hecho el ruso.

La siguiente descripción del paseo y de los cuadros está sacada de las cartas de Mussorgsky y de otras fuentes:
Paseo. Mussorgsky intentaba retratarse a sí mismo y a sus impresiones mientras paseaba por la galería donde se exhibía la exposición de Hartmann.
Gnomo. Dibujo de Hartmann de un pequeño cascanueces, un juguete de niños hecho para el árbol de Navidad. El cascanueces tiene la forma de un gnomo malo.
Paseo.
II Vecchio castello. Acuarela de un trovador que canta ante un castillo medieval italiano.
Paseo.
Tullerías. Niños Peleando en el Juego. Acuarela de Hartmann de una esquina del famoso jardín francés.
Bydlo. La palabra polaca para "ganado". Dibujo de dos grandes bueyes arrastrando un pesado carro campesino con dos enormes ruedas.
Paseo.
Ballet de los Pollitos no Empollados. Diseño de Hartmann del vestuario para el ballet Trilby. Los pollitos danzan con sólo sus patas saliendo de sus cascarones.
Samuel Goldenberg y Schmuyle. Dos dibujos a lápiz, que pertenecían a Mussorgsky, titulados "Dos Judíos Polacos - Uno Rico, el Otro, Pobre".
Limoges: El Mercado. Pintura de un mercado francés.
Catacumbas. Una pintura del mismo Hartmann, acompañado por el arquitecto Kenel y un guía con una linterna, explorando las catacumbas de París.
Cum Mortuis in Lingua Morta. El tema del Paseo, rotulado en la partitura "Con la Muerte en una Lengua Muerta". Mussorgsky escribió sobre la partitura para piano: "El espíritu creativo de Hartmann me conduce al lugar de los cráneos y los llama; los cráneos mismos comienzan a resplandecer desmayadamente desde adentro."
La Pequeña Choza en las Patas del Pollo. El hogar de la bruja Baba Yaga en los cuentos de hadas rusos. Ella vive en una choza montada sobre las patas de un pollo gigante. Hartmann diseñó una cara de reloj que representa el viaje de Baba Yaga en un palo de escoba.
La Gran Puerta de Kiev. Diseño arquitectónico de Hartmann para una estructura destinada a conmemorar el día en el que Alejandro II escapó al asesinato en Kiev. La puerta, que nunca se construyó, está pintada con un casco gigante en la parte superior.


http://www.hagaselamusica.com/clasica-y-opera/obras-maestras/cuadros-de-una-exposicion-de-modest-mussorgsky/


jueves, 12 de febrero de 2015

Prehistoria de la Egiptología

La egiptología como tal arranca en las postrimerías del siglo XVIII. Es entonces cuando los intelectuales de occidente se encuentran ante una civilización mucho más antigua que la suya y que les resulta fascinante pero hermética. Indescifrable.

Hemos empleado la palabra antiguo, y, como importante es la profundidad de las aguas por las que se navega, lo es también establecer el alcance de esta palabra al referirnos al Antiguo Egipto.

Hoy comenzamos a comprar como antigüedad aquellas radios de madera, con grandes ruedas para sintonizar emisoras lejanas y chisporroteantes. Lo hacemos porque, en nuestra opinión, no son viejas, sino antiguas. Lo antiguo no es lo viejo. Ninguno queremos saber de aquella radio de plástico que compramos con quince años: es vieja.

La diferencia entre ambas es nuestra perspectiva, porque una de ellas se nos ofrece revestida del sabor de otra época; época que no conocimos, y sabor distinto del de esta que vivimos. El objeto antiguo viene a poner una nota diferente y venerable a la homogénea actualidad de cuanto nos rodea.

Si es antigua una radio de este mismo siglo, sin duda lo es un dibujo de finales del siglo XVIII. Pongamos un ejemplo célebre: el dibujo de la capilla de Amenofis III en Elefantina. El dibujo en sí es una antigüedad, pero lo que representa es mucho más antiguo. Este dibujo, para nosotros, supone un salto hacia atrás de dos siglos. Pero, para el dibujante, el salto (parafraseando a Napoleón) fue de cuarenta siglos.

Debemos abandonar nuestra posición privilegiada (en este presente que nos brinda la información más detallada y completa sobre el pasado) para situarnos en la óptica del que descubre un mundo perdido y balbucea un primer intento de acercarse a él.

Egipto es un país antiguo. Lo era cuando lo descubrieron los primeros estudiosos. Pero es que lo era cuando el oso mató a Don Favila, cuando Julio César y Marco Antonio se rendían a los encantos de Cleopatra, cuando Alejandro Magno lo conquistó o cuando Moisés cruzó el desierto. Desde la extinción de la última dinastía hasta el comienzo de nuestra era pasaron cinco siglos.

El Antiguo Egipto fue un río caudaloso del que nos ha llegado su cauce seco: ¿qué significaban aquellos signos en las estelas, por los impresionantes obeliscos, en los papiros? ¿Qué podía ser esa leona inmensa de cara humana, casi enterrada en la arena?
Los primeros en sentir interés arqueológico por su pasado fueron los egipcios de la era moderna. Investigaron la historia y las narraciones antiguas, y las artes volvieron sus ojos a la tradición, en especial en lo que a la escultura se refiere; llegaron incluso a restaurar algunos monumentos.

Unos cien años después, el griego Heródoto mostró un interés histórico, que no arqueológico, por Egipto, y viajó por el país de Norte a Sur hasta Asuán. No se creía la explicación que le daban los sacerdotes egipcios acerca de las crecidas del Nilo: se debían a la fundición de nieves en su curso alto. ¿Quién podía imaginar esas nieves, en la parte más calurosa del mundo?

Con la incorporación de Egipto a Roma (31 a.C., batalla de Acción), Egipto se convierte en cantera de la que exportar diversos monumentos, en especial obeliscos, con valor ornamental. Así, la Roma de los césares llegó a contar con un buen número de obeliscos, sus favoritos entre los monumentos egipcios. Plinio dedica a los obeliscos un capítulo de su Historia Natural, aportando numerosos detalles sobre ellos y los faraones que los hicieron erigir.

Con la llegada del cristianismo se produjo la persecución y destrucción de todos los símbolos religiosos paganos, lo que alcanzó a todo lo egipcio, en especial los obeliscos, de entre los que sólo el obelisco del Vaticano se libró. Los fragmentos de joyas e inscripciones circularon durante los Siglos Oscuros como objetos mágicos. La obra de Athanasius Kircher, que intentó sin conseguirlo descifrar la escritura jeroglífica, alimentó el interés de los estudiosos hacia Egipto. El principal atractivo de Egipto para el hombre medieval lo constituían las referencias bíblicas. Pero en toda esta época era muy difícil y peligroso, para un cristiano, viajar a Egipto, porque se arriesgaba a sufrir saqueos, cárcel y aranceles abusivos.

El espíritu renacentista hizo aumentar la afluencia de visitantes, como John Greavis, que escribió su Pyramidographia, de enfoque astronómico. Es también la época de la reconstrucción de numerosos obeliscos en Roma.

Los siglos XVII-XVIII supusieron una mayor afluencia de viajeros. Estos hombres venían más movidos por la curiosidad que por la religión o el comercio. Se descubrieron entonces Tebas, numerosos momias, las pirámides de Giza y sus monumentos circundantes. Muchas tumbas, templos y las pirámides principales son descubrimientos de esta época.

 El dr. Granger de Dijon descubrió el templo de Seti I en Abidos, aunque quedaría más o menos ignorado hasta que Mariette despejase en 1859 el manto de arena que lo cubría. James Bruce fue el último de los grandes viajeros; despejó la tumba de Ramsés II en el Valle de los Reyes.

En los doscientos últimos años se ha librado y se sigue librando una lucha titánica por desentrañar los secretos de esta antigua civilización, por remontar ese cauce seco hasta donde nos es posible.

Esta video adjunto da cuenta de los estadios por los que ha pasado ese esfuerzo por comprender 5000 años de historia antigua.

http://www.egipto.com/museo/egiptologia/prehistoria.html

A la búsqueda del Egipto eterno
Oda al pan - Pablo Neruda 

Pan,
con harina,
agua
y fuego
te levantas.
espeso y leve,
recostado y redondo,
repites el vientre
de la madre,
equinoccial
germinación
terrestre.
Pan,
qué fácil
y qué profundo eres:
en la bandeja blanca
de la panadería
se alargan tus hileras
como utensilios, platos
o papeles,
y de pronto,
la ola
de la vida,
la conjunción del germen
y del fuego,
creces, creces
de pronto
como
cintura, boca, senos,
colinas de la tierra,
vidas,
sube el calor, te inunda
la plenitud, el viento
de la fecundidad,
y entonces
se inmoviliza tu color de oro,
y cuando se preñaron
tus pequeños vientres,
la cicatriz morena
dejó su quemadura
en todo tu dorado
sistema de hemisferios.
Ahora,
intacto,
eres
acción de hombre,
milagro repetido,
voluntad de la vida.
Oh pan de cada boca,
no
te imploraremos,
los hombres
no somos
mendigos
de vagos dioses
o de ángeles oscuros:
del mar y de la tierra
haremos pan,
plantaremos de trigo
la tierra y los planetas,
el pan de cada boca,
de cada hombre,
en cada día,
llegará porque fuimos
a sembrarlo
y a hacerlo,
no para un hombre sino
para todos,
el pan, el pan
para todos los pueblos
y con él lo que tiene
forma y sabor de pan
repartiremos:
la tierra,
la belleza,
el amor,
todo eso
tiene sabor de pan,
forma de pan,
germinación de harina,
todo
nació para ser compartido,
para ser entregado,
para multiplicarse.
Por eso, pan,
si huyes
de la casa del hombre,
si te ocultan,
te niegan,
si el avaro
te prostituye,
si el rico
te acapara,
si el trigo
no busca surco y tierra,
pan,
no rezaremos,
pan,
no mendigaremos,
lucharemos por ti con otros hombres,
con todos los hambrientos,
por todos los ríos y el aire
iremos a buscarte,
toda la tierra la repartiremos
para que tú germines,
y con nosotros
avanzará la tierra:
el agua, el fuego, el hombre
lucharán con nosotros.
iremos coronados
con espigas,
conquistando
tierra y pan para todos,
y entonces
también la vida
tendrá forma de pan,
será simple y profunda,
innumerable y pura.
Todos los seres
tendrán derecho
a la tierra y a la vida,
y así será el pan de mañana,
el pan de cada boca,
sagrado,
consagrado,
porque será el producto
de la más larga y dura
lucha humana.
No tiene alas
la victoria terrestre:
tiene pan en sus hombros,
y vuela valerosa
liberando la tierra
como una panadera
conducida en el viento.



KAROL SZYMANOWSKI.- 

MYTHES .- Tres poemas Op. 30

La fuente de Aretusa

Narciso

Dríadas y Pan


Mitos. Tres Poemas para violín y piano op. 30 (1915)
En una carta escrita en el verano de 1918 a Emil Hertzka, Szymanowski enumeró las obras compuestas durante los años de guerra, entre ellos: " Mitos . - 1 Fuente de Aretusa ., 2 Narcissus ., 3 dríadas y Pan - tres obras para violín y piano, mis obras favoritas, timbrally muy original y técnicamente, y aparte de que también es buena música ".

Mitos - Tres Poemas para violín y piano op. 30, fueron escritas en la primavera de 1915 en Zarudzie. La coloración de estas obras es inusual, como resultado de una acumulación de diversas técnicas de juego que producen una rica paleta de tonos sutiles. La parte de piano, que a menudo crea el efecto de manchas de colores tímbricos, se adapta a este sonido del violín, moviendo con frecuencia en el registro más alto, tocando armónicos y trémolos. La cantilena violín flexibles en forma de arabesco se combina con acordes inusuales progessions creando una sofisticada armonía. El efecto de la interacción de una melodía tan poco común, la armonía y el color es la naturaleza expresiva encantador de mitos , que incluye una amplia gama de matices emocionales de lirismo al éxtasis. "Junto con Pawełek hemos creado en Mitos y Concierto para un nuevo estilo, una nueva forma de expresión en violín, algo de importancia que hizo época en ese sentido ", escribió Szymanowski muchos años después para Zofia Kochanska , a quien mitos fueron dedicados. Fue con Kochański que Szymanowski realizó mitos , por primera vez en 1916 en humanos.

En la parte exterior del tríptico se puede percibir con claridad las características ilustrativos, incluso programáticas. La dramaturgia de la totalidad se vuelve gradualmente más compleja: desde una imagen de la primavera, a través de un retrato de un joven auto-adoración, al fauno persiguiendo a las ninfas.

La fuente de Aretusa : la ninfa Aretusa, escapando de los avances del dios Alfeo, fue convertido en un resorte por Artemis; según la leyenda, esta primavera se encuentra cerca de Siracusa, en Sicilia. Desde los primeros compases del piano imita el murmullo del agua, proporcionando el fondo de una de las más bellas melodías jamás compuestas por Szymanowski.

Narciso : un hermoso joven se enamora de él y muere, sin poder apartar los ojos del reflejo de su cara. La cantilena de ensueño del violín intensifica su expresión en dos clímax.

Dríadas y Pan : el dios Pan persigue lascivamente las ninfas de los bosques. Este fragmento del tríptico es el más diferenciado. La frase del solo de violín suena casi hipnótico, imitando la flauta de Pan con armónicos. El trabajo llega a su fin con una acumulación excepcional de sonidos no convencionales se genera al tocar con y sin el silencio, trinos de dos notas, trémolos, glissando, armónicos naturales y artificiales, pizzicato de mano izquierda y cuartos de tono.