sábado, 25 de octubre de 2014

Leer, leer - Miguel de Unamuno

Leer, leer, leer, vivir la vida
que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
las cosas que pasaron.
Se quedan las que quedan, las ficciones,
las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
seré lo que pasó?


Lalo, Édouard

Romanticismo -Francia [1823-1892]

Compositor de tradición militar, renunció a ella para dedicarse a la música. Viajó a estudiar al Conservatorio de París, pero la pobreza y la desilusión por el formalismo del sistema de enseñanza, lograron que prefiriera los profesores particulares y su propio análisis de las obras maestras. En los años cuarenta del siglo XIX compuso obras como su Fantasía original para violín y piano. Durante ocho años abandonó la composición para dedicarse a enseñar y tocar la viola en el cuarteto Armingaud que fundó. Sus primeras obras datan de esta época, como un trío y dos piezas para violoncello, a los que seguió la primera versión de su Cuarteto, op. 19. Su mujer ló estimuló para componer una ópera, Fiesco, de triste destino. Luego abandonó el género operístico para componer música instrumental y orquestal.

Cronología
1823 Nació el 27 de enero en Lille.
1839 Se trasladó a París para estudiar en el Conservatorio.
1847 Se presentó al Prix de Rome, pero sólo obtuvo la segunda plaza.
1850 Fue miembro de la Sociedad Filarmónica bajo la dirección de Berlioz.
1855 Fundó el Cuarteto Armingaud.
1865 Se casó con Bernier de Maligny, alumna suya.
1871 Junto a Saint-Sáens y Alexis de Castillon fundó la Sociedad Nacional de Música.
1874 Sarasate estrenó su Concierto para violín y orquesta en fa mayor, Op. 20.
1882 Su ballet Namouna se estrenó entre los aplausos de los músicos y los abucheos del público.
1888 El rey de Ys se representó en la Ópera Comique.
1892 Murió el 22 de abril en París.

Principales Obras
1858 Sonata para violoncello.
1866 Fiesco (ópera).
1873 Sinfonía española.
1875 El rey de Ys (ópera).
1878 Fantasía noruega.
1879 Rapsodia noruega.
1881 Concierto ruso.
1882 Namouna (ballet).
1883 Concierto para violín y orquesta.
1889 Concierto para piano.
1891 Nerón (pantomima).

http://www.hagaselamusica.com.ar/ficha-compositores/romanticismo/lalo-douard/

Concierto ruso - Edouard Lálo
Obertura de Sueño de una Noche de Verano  - Félix Mendelssohn

Félix Mendelssohn compuso esta obra entre el 8 de julio y el 6 de agosto de 1826. Se estrenó en Stettin, el 20 de febrero de 1827. La habilidad artística, la originalidad y la madurez que Mendelssohn exhibe en esta pieza temprana son sorprendentes. En ciertos sentidos, jamás sobrepasó lo logrado en su adolescencia. Sus últimas obras son a veces más cultas, sin embargo, su habilidad artística estaba completamente desarrollada a la edad de 17 años.

De manera que cuando se le encargó proporcionar música incidental adicional para varias escenas de Sueño de una Noche de Verano, pudo, sin ningún esfuerzo, volver a entrar en el equivalente musical del país de las hadas de Shakespeare que había creado 17 años antes.

Aunque las obras de Shakespeare se conocían desde hacía mucho tiempo en los países de habla alemana, el dramaturgo inglés no empezó a ser leído ampliamente en Alemania hasta que, en 1801, apareció una nueva serie de traducciones definitivas. Las nuevas versiones estaban teñidas de romanticismo y así lograron el difundido atractivo que tuvieron entre los artistas e intelectuales del siglo XIX. Ludwig Tieck, uno de los traductores, llamó a Sueño de una Noche de Verano "una obra maestra romántica". Y así también le parecía a Mendelssohn, que leyó el drama una y otra vez en su jardín. Tenía apenas 17 años cuando le escribía a su hermana Fanny: "Me he acostumbrado a componer en nuestro jardín... Hoy o mañana voy a soñar allí el Sueño de una Noche de Verano. ¡Soy muy caradura!"

Es sorprendente que un muchacho joven pudiera componer una obra tan pulida y original como la Obertura de Sueño de una Noche de Verano. Lo que es aun más sorprendente es que la música capta perfectamente el espíritu inglés de la comedia de Shakespeare. Mendelssohn todavía no había visitado Inglaterra ni había viajado más allá de su tierra natal. Sus composiciones narrativas de viajes, tales como Las Hébridas de 1830 o la Sinfonía Italiana de 1833, o la Sinfonía Escocesa de 1842, quedaban todavía para un futuro lejano.

Un compositor adolescente, incluso uno de genio tan precoz como Mendelssohn, quiere mostrar su última obra en proceso a su profesor. Así que el compositor llevó un esbozo de la introducción y exposición de la obertura a Adolph Bernhard Marx.

Marx, que se convirtió en amigo de Mendelssohn en 1824, era un brillante y claro teórico e historiador musical, así como algo de compositor. Estaba trabajando en su tratado Sobre la Pintura en la Música en el momento en el que era profesor de Mendelssohn, así que se mostró muy interesado en la obertura programática de su alumno. Más tarde, Marx recordaba que "los acordes introductorios y la danza de los elfos eran tal como las conocemos. Luego, ¡qué pena!, seguía la obertura propiamente dicha, pero yo no pude relacionarla con Sueño de una Noche de Verano. Como amigo fiel me sentí moralmente obligado a decirle al compositor francamente lo que pensaba. Se sintió preocupado, irritado e incluso herido, y escapó sin decir adiós."

Unos días más tarde el compositor envió una nota de disculpas y pidió consejo a Marx para ajustar la obertura de modo que estuviera más de acuerdo con la obra teatral. "No le fallé", escribió Marx. "Corrí en su auxilio y señalé que una obertura tal debe reflejar fielmente y por completo el drama del cual debía ser prólogo. Con entusiasmo y devoción absoluta él emprendió el trabajo nuevamente. De la versión original, sólo podía salvarse la alusión al vagabundeo del amante en el primer motivo; todo lo demás debía escribirse nuevamente... Insistí en que guardara un lugar para los bufones e incluso para el rebuzno ardiente de Bottom. Siguió mi consejo y la obertura tomó la forma que conocemos actualmente."

Cuando se estrenó la obertura, Marx publicó una crítica muy favorable. Mendelssohn apreciaba el apoyo y la ayuda de su amigo, aunque el padre del compositor tenía dudas respecto del maestro. Abraham Mendelssohn decía: "La gente que habla con tanta aptitud, pero que no produce nada apto, ejerce una mala influencia sobre los talentos productivos." El compositor y su maestro finalmente se distanciaron cuando Mendelssohn se negó a interpretar un oratorio trivial de Marx, en Leipzig.

Podemos muy bien preguntarnos cómo era la versión original de la obertura. Los esbozos que Marx criticó no han sido conservados. Pero el resultado final, debido en pequeña o gran parte al consejo de Marx, es una de las obras maestras de la música orquestal romántica. Es maravillosamente evocativa del mundo élfico de la obra de Shakespeare, especialmente en los acordes de los vientos de madera de la apertura y en el siguiente scherzando de las cuerdas. Un momento delicioso se produce cuando Bottom, el patán, es representado por el corno y el oficleido (un instrumento obsoleto que se parecía al saxofón pero con una boquilla metálica redonda; actualmente esta parte, por lo general, se interpreta con la tuba) entrometiéndose de forma grosera en un pasaje delicado de vientos de madera y cuerdas. Es especialmente hermosa la concluyente transformación del dogmático tema principal en una melodía graciosamente lírica de los violines.

http://www.hagaselamusica.com.ar/clasica-y-opera/obras-maestras/obertura-de-sueno-de-una-noche-de-verano-de-felix-mendelssohn/


viernes, 24 de octubre de 2014

La ciudad sin Laura - Francisco Luis Bernárdez

En la ciudad callada y sola mi voz despierta una
profunda resonancia.
Mientras la noche va creciendo pronuncio un
nombre y este nombre me acompaña.
La soledad es poderosa pero sucumbe ante mi voz
enamorada.
No puede haber nada tan fuerte como una voz
cuando esa voz es la del alma.
En el sonido con que suena siento el sonido de
una música lejana.
Y en la energía remota que la mueve siento el calor de
una remota llamarada.
Porque mi voz es una chispa de aquella hoguera
que eterniza lo que abrasa.
Porque mi amor es una chispa de aquella hoguera
que eterniza lo que abrasa.
Para poblar este desierto me basta y sobra con
decir una palabra.
El dulce nombre que pronuncio para poblar este
desierto es el de Laura.
Las cosas son inteligibles porque este nombre de mujer
las ilumina.
Porque este nombre las arranca de las tinieblas en
que estaban sumergidas.
Una por una recuperan su resplandor espiritual y
resucitan.
Una por una se levantan con el candor y la belleza
que teman.
La obscuridad desaparece mientras el sueño silencioso
se disipa.
Por este nombre de los nombres hasta la muerte sin
palabras tiene vida.
Ya no resuena entre las cosas el gran torrente de las
noches y los días.
El tiempo calla y se detiene para escuchar esta perfecta
melodía.
Mi vida entera permanece porque este nombre que
recuerdo no me olvida.
Porque este nombre me sostiene con emoción desde su
tierna lejanía.
Cuando mi boca lo ignoraba, la soledad era más honda
que el silencio.
Cuando mi boca estaba muda, mi corazón era invisible
como el viento.
Se conocía que vivía por la canción que lo tenía
prisionero.
Pero vivía en otro mundo; para las cosas de este mundo
estaba muerto.
Le pesadumbre de las horas era mas íntima que nunca
en aquel tiempo.
Porque las noches eran largas; porque los días de las noches
eran lentos.
La tierra estaba más obscura porque faltaban las estrellas
en el cielo.
El manantial de donde brota la luz que alumbra el corazón
estaba seco.
¿Qué hubiera sido de mi vida sin este nombre que pronuncio
en el desierto ?
¿Qué hubiera sido de mi vida sin este amor que me acompaña
desde lejos?
Lejos está la dulce causa del corazón, de la cabeza y de la mano.
Pero su ausencia es la del río, que con la fuente que lo llora
vive atado.
Nunca he sentido como ahora la vecindad de la mujer que estoy
cantando.
Cuando el amor está presente no puede haber nada escondido
ni lejano.
La luz del fuego que me alumbra ¿no es la que alumbra el corazón
del ser amado ?
La llamarada que me quema ¿no es la del fuego en que se quema
sin descanso ?
Aunque las leguas se interponen entre nosotros, ya no pueden
separarnos.
Porque el amor que vence al tiempo no puede estar sino a cubierto
del espacio.
Entre la dicha y mi existencia la diferencia que hubo ayer se va
borrando.
El ser que nombro es el que, siendo, me da una vida sin dolor ni
sobresalto.



Un siglo con ‘Platero y yo’

Las editoriales lanzan nuevas ediciones de 'Platero y yo' de Juan Ramón Jiménez, el poeta que hace 100 años dio a conocer el mundo de Moguer


 “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Come de todo y los del pueblo dicen que tiene acero...”. Estas palabras publicadas hace un siglo en  Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez (Moguer, Huelva, 1881-San Juan, Puerto Rico, 1958), son historia de la literatura universal. Es uno de los libros más traducidos en los últimos cien años, después de La Biblia y El Quijote. La Fundación Juan Ramón Jiménez ha preparado para 2014 un centenar de actividades entre las que se incluye la publicación de una nueva edición de Platero y yo. El ejemplar no saldrá a la venta, se repartirá gratuitamente entre todos aquellos ciudadanos que acudan a lo largo del año a Moguer, el lugar de nacimiento del poeta y donde se encuentra la Fundación Zenobia, dedicada al estudio y la investigación en todo lo relativo al escritor. Será una edición especial, según los responsables, en la que se seguirán los criterios estéticos y tipográficos que marcó el autor. También se podrá escuchar una reproducción sonora del capítulo La púa, leído por Zenobia Camprubí, esposa del poeta.
Influenciado por Rubén Darío y los simbolistas franceses, Juan Ramón Jiménez contó en ese libro centenario la amistad entre un burro y un poeta.  El autor hace una exaltación de la naturaleza, y presenta al hombre en contacto y armonía con su entorno, a través de un lenguaje repleto de símbolos y metáforas. Platero y yo  pertenece a la primera de las tres etapas en las que los expertos en la obra del poeta estructuran su trabajo. En ese libro destacan las precisas descripciones del paisaje, los sentimientos vagos, la melancolía, la música,  el color, los recuerdos y ensueños amorosos y la muerte.
La profesora de Filología  y adaptadora de clásicos para ediciones infantil y juvenil Rosa Navarro Durán es una ardua defensora de la lectura de los clásicos en todas las edades para poder adquirir una cultura sobre la que asentarse en la edad adulta. ¿Por qué hace estas adaptaciones? "En un intento de que no desaparezcan. Los clásicos son un patrimonio que poseemos. Si dejan de leerse las nuevas generaciones terminarán olvidándose de ellos. Hay libros que con 13 o 14 años todavía no se pueden leer porque los jóvenes no los entenderían, pero sí deben conocer su existencia". Navarro puntualiza que está descubriendo en la Universidad e incluso jóvenes que ya han acabado la carrera que desconocen la existencia de libros que deberían haber formado parte de su cultura. "Es impensable que los franceses o los británicos desconozcan a sus clásicos".
En el libro adaptado para la editorial Edebé con ilustraciones del artista Francesc Rovira, la filóloga se ha salido del texto para no usurpar la voz del poeta. Juan Ramón Jiménez y su Platero es "una adaptación fiel al texto. No añado nada de mi cosecha. He seleccionado una serie de capítulos para que el lector disfrute y goce de la naturaleza. El poeta muestra un friso pictórico de la naturaleza con descripciones maravillosas del paso de las estaciones". 
Michael P. Predmore, especialista en la obra de Juan Ramón, ofrece en el volumen de Cátedra un texto cuidado de la edición alargada (1917), cuatro apéndices y un estudio de esta obra clave de la literatura del siglo XX. En Anaya Juvenil, han publicado una edición con motivo del centenario con ilustraciones de Thomas Docherty. Platero y los niños (Bruño) es un trabajo de adaptación de Mercedes Figuerola e ilustrado por Juan Ramón Alonso.Sus autores explican que "se trata de un álbum, basado en el libro de Platero y yo, en el que un narrador imaginario cuenta su infancia en Moguer, cuando paseaba con Platero por el pueblo. Con un lenguaje muy poético y cercano a los niños, se recrean los episodios más significativos de la obra de Juan Ramón Jiménez". Además en este año se publica una edición de Platero y yo (Editorial 33) con ilustraciones de los humoristas gráficos Patxi e Idígoras.

La primera edición

La primera publicación de Platero y yo la realizó en 1914 la editorial La Lectura. En aquella ocasión se publicaron 63 de los 138 capítulos de los que consta la obra. Tal y como recoge la Fundación Juan Ramón Jiménez, el Nobel tardó siete años es escribirlo. Esa primera edición se publicó en 1914 con el título Elegía Andaluza y la completó en 1917. La primera estaba destinada a formar parte de la colección Biblioteca de la Juventud. Al autor no le gustó la edición porque “estaba descuidada y no le gustaron las ilustraciones”. Tampoco le entusiasmaba el título y planteó otros alternativos como Platero residente, Platero, Primer Platero, Otra vida de Platero, Último Platero. Y asegura en algunos escritos que las páginas de esa obra, escritas a los 24 años, no le llevaron más de 10 minutos.
La obra del poeta, según el director de la Fundación Zenobia-Juan Ramón Jiménez  Antonio Ramírez Almansa, "supone el comienzo de la luz y el color en la literatura. Con ella se pone fin a los negros de Goya, a los grises de Zuloaga y comienza una nueva configuración que va a inspirar luego a las Generaciones del 14 y del 27 y, en definitiva, a la poesía absolutamente intemporal que ofrece la prosa lírica de Juan Ramón Jiménez”.
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/03/17/actualidad/1395057935_228193.html

"Platero y yo" Juan Ramón Jiménez.




Canciones con historia: THE SOUNDS OF SILENCE / SIMON & GARFUNKEL

The Sounds of Silence es una canción que popularizó en la década de los 60 el dúo estadounidense Simon & Garfunkel.

Fue escrita el 19 de febrero de 1964 por Paul Simon, tras el asesinato del Presidente John F. Kennedy, que ocurrió el 22 de noviembre del anterior año.
 Simon estaba seguro de que la canción sería una forma de recoger el sentimiento emocional popular tras el desafortunado suceso.

La canción, interpretada por ambos miembros del grupo y acompañada por la guitarra deSimon, fue originalmente grabada como una pieza acústica de su primer álbum, Wednesday Morning, 3 A.M., pero posteriormente fue retocada con instrumentos eléctricos, y reeditada como single en septiembre de 1965, el cual llegaría a alcanzar el número uno de las listas americanas el día de Año Nuevo de 1966. Esta versión se incluyó en el álbum Sounds of Silence.

Si bien en el primer álbum aparecía con el nombre The Sounds of Silence, éste sería cambiado por The Sound of Silence (le quitan una "s") a partir de su aparición en el álbum Sound of Silence. Ambas formas, aparecen a lo largo de la letra de la canción.

El tema ocupa el puesto centésimo quincuagésimo sexto de la lista de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone.

PD: En algunas misas católicas he escuchado este tema...

http://detrasdelacancion.blogspot.com.ar/2008/12/sounds-of-silence-simon-garfunkel.html



Amor antiguo - Francisco Luis Bernárdez

Amor antiguo, cuya sombra empaña
mi cariñosa propensión de ahora,
eres como una sombra de montaña
sobre el encendimiento de la aurora.

Amor antiguo, cuya pesadumbre
traba la agilidad de mi alegría,
eres la tiranía de la cumbre
contra la libertad del mediodía.

Amor antiguo, cuya voz sofoca
la nueva vocecita del cariño,
eres palabra de proyecta boca
en una boca inédita de niño.

Amor antiguo, cuyo sentimiento
hace caber el mundo en nuestro llanto,
eres el alma convertida en viento
y eres el viento convertido en canto.

Amor antiguo, cuya remembranza
cada amorosa perspectiva cierra,
eres esa emoción que sólo alcanza
quien se acuerda del mar desde la tierra.

 Tributo al gran poeta en un nuevo aniversario de su fallecimiento.