martes, 21 de octubre de 2014



Canciones con historia: “Stand by me”. Ben E. King

“Stand by me”, uno de los temas más versionados de la historia por su excelente calidad, tiene el gran mérito de haber entrado en el top ten de las listas en dos épocas tan diferentes como 1961 y 1986. Y hasta una tercera en el año 2005, si tenemos en cuenta el gran éxito logrado por la fundación “Playing for change” (movimiento por la paz en el mundo a través de la música), que la tiene como estandarte en un vídeo ya visto por más de 52 millones de personas.

Interpretada por Ben E. King, y compuesta por Jerry Leiber, Mike Stoller y él mismo, está basada en un tema gospel de 1955 popularizado por el grupo The Staples Singers; un típico blues espiritual de los esclavos recolectores de algodón al que imprimieron un sonido más actual. Su curiosa historia comienza cuando King, siendo aún el cantante de The Drifters, la escribe pero su grupo al final la desecha.

Así recordaba en la revista Rolling Stone la contestación de su manager George Treadwell: “No es una mala canción, pero no la necesitamos”. Decide entonces guardarla por si alguna vez le puede servir de “relleno” y llega a olvidarse de ella. No es hasta 1961, ya cantando en solitario, cuando la recupera. Después de una de las sesiones de grabación para su primer álbum “Spanish Harlem”, Jerry Leiber, su productor musical, le plantea la necesidad de contar con algo nuevo. De pronto se acuerda de “Stand by me”, la vuelve a tocar al piano, y Leiber queda tan impresionado que, al tiempo que llama a su colega Stoller, hace regresar a los músicos que acababan de abandonar el estudio. Éste lo recuerda así: “Llegué a la oficina, y Jerry y Ben estaban trabajando en la letra de una nueva canción. Ben tenía el inicio de una melodía. La terminó y perfeccionó, trabajó en las armonías y le añadió un bajo que se convirtió en su firma”. Algo que el propio King corrobora: “Al final de una sesión toqué en el piano para Leiber un fragmento de ‘Stand By Me’, luego les dijo a los músicos que volvieran y la grabamos”. Todos juntos improvisan los arreglos, incorporando un bajo continuo, una sencilla percusión del triángulo y el güiro (instrumento de madera ranurada, que como las maracas procede del calabazo seco, y que se raspa con una baqueta metálica- se puede apreciar perfectamente en el vídeo siguiente). Ese mismo día graban la maqueta base a la que añaden más tarde una sección de cuerdas, dejándola lista para su lanzamiento.

Es en 1986 cuando comienza la segunda parte de la exitosa historia de “Stand by me”. El director de cine Rob Reiner se encontraba eligiendo canciones para la banda sonora de su película sobre una pandilla de chicos de principios de los 60 cuando recordó un tema que captaba a la perfección el espíritu de esa época. Era“Stand by me” de Ben E. King, por entonces desaparecido de la escena musical. Tanto el film, al que puso el mismo título (“Cuenta conmigo”) como la espléndida colección de canciones de los años 50 y 60 fueron todo un éxito.“Stand by me” volvió a sonar con fuerza, como en sus mejores tiempos, en todas las emisoras de radio, logrando entrar por segunda vez en el top 10 de las listas Billboard. Aunque en esta ocasión lo hizo con una generación que nunca había oído hablar de Ben E. King, una canción entraba por segunda vez tras 25 años de su primer gran éxito en 1961 en lo más alto de las Bilboard. Nunca había ocurrido nada igual en la historia de la música.

Queda aún una tercera parte, escrita no hace mucho, y que aún persiste. En el año 2004 “Stand by me” se convierte en el estandarte del proyecto Playing For Change, movimiento originado para inspirar y conseguir la paz en el mundo a través de la música. Una fundación cuyo objetivo es reunir, grabar y filmar músicos de diferentes culturas. Creada por iniciativa de Mark Johnson, ingeniero de sonido y productor, es también el autor, junto a Jonathan Walls, de un famoso documental con el mismo nombre del proyecto sobre los músicos callejeros enEE.UU. En marzo de 2005, Johnson filmó y grabó al guitarrista y cantante estadounidense Roger Ridley en las calles de Santa Mónica, California, cantando“Stand by Me”. A partir de ahí decide viajar por diversas partes del mundo para grabar con otros músicos canciones también muy famosas y en abril de 2008 estrena un nuevo documental titulado “Playing for Change: Peace Through Music”, fruto de tres años de trabajo y la participación de más de 100 músicos de todo el mundo, que incluye también a “One Love” de Bob Marley. A finales de noviembre de este año, el extracto del vídeo de “Stand by me”, el de mayor éxito sin duda, ha tenido más de 57 millones de visitas en Internet y el concepto“Songs Around the World” (“Canciones  alrededor del mundo”) incorpora, además de los anteriores, otros tres grandes temas: “War: no more trouble” de Bob Marley, “Don’t worry” de Pierre Minetti y “Chanda Mama” de Ananda Giri/Enzo Buono.

Votada como una de las mejores canciones del siglo XX por la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA), “Stand by me” ha sido versionada por numerosos músicos. Hay quien habla de más de 400, entre los que merece la pena destacar a grandes artistas como John Lennon (la puso de moda en 1975 tras incluirla en su álbum “Rock ‘n’ Roll”, editado una semana antes de anunciar su abandono temporal de la música tras el nacimiento de su hijo Sean), Elvis Presley, U2, Otis Reding, Adriano Celentano (“Preghero”, alcanzó un gran triunfo en España), Jimi Hendrix, The Searchers, The Who, Bon Jovi… Un tema excepcional compuesto por Ben E. King, uno de los vocalistas de soul con mayor sensibilidad musical.

Considerada como la 6ª canción más rentable de la historia (ver documental de la BBC The Richest Songs in the World), si hubiera que hacer una lista con las más populares de todos los tiempos seguro que estaría entre ellas.

Una canción espléndida que hay que disfrutar porque sigue tan viva como siempre.

http://eltrasterodepalacio.wordpress.com/2014/05/01/canciones-con-historia-stand-by-me-ben-e-king/








KARNAK

A lo largo de más de dos milenios, los faraones embellecieron el principal centro de culto de Egipto, dedicado a Amón, el gran dios del imperio nuevo.

Hace más de cuatro mil años, Intef II, rey de la dinastía XI, comenzó las obras del templo de Amón-Re en Tebas, donde se alza la moderna población de Karnak. Fue el núcleo a partir del cual, durante los siguientes dos mil años, decenas de faraones fueron creando y remodelando uno de los lugares de culto más ricos y espectaculares de la Antigüedad, en el que los arqueólogos han catalogado más de doscientas estructuras.

Como cualquier templo egipcio, el santuario de Amón en Karnak empezó a construirse después de una larga serie de rituales con los que se pretendía purificar el espacio que iba a ser consagrado. Hay que tener en cuenta que un templo egipcio no era un lugar al que el pueblo acudiera a rezar, sino que constituía la residencia del dios (era su hut, su «mansión»). Por ello, a los sacerdotes se les llama en egipcio hemu-netjer, «los sirvientes del dios».

El primer ritual que se realizaba al inaugurar un templo era el «estiramiento de la cuerda», pedj-sesh, que se documenta desde la dinastía I (3065-2890 a.C.). Con este ritual, los sacerdotes buscaban orientar los ejes principales del templo hacia objetivos prominentes, bien fueran accidentes geográficos o puntos astronómicos. En el caso de Karnak, la orientación del eje este-oeste se hizo hacia el punto por donde sale el sol en el solsticio de invierno (entre el 20 y el 23 de diciembre), de modo que, si nos situamos en el muelle que hay ante la entrada del templo, ese día veremos salir el sol sobre la puerta oriental, llamada de Bab el-Makhara, situada casi a seiscientos metros de distancia.

A continuación, se esparcía yeso para purificar el área, se excavaban trincheras de fundación, se elaboraban los primeros adobes y se colocaban los depósitos de fundación, materiales enterrados en los cimientos de los edificios para conmemorar su construcción y atraer el favor de los dioses. Una vez acabada la construcción, se purificaba el edificio con fumigaciones y lecturas de textos sacros, y quedaba listo para ser consagrado al dios que iba a habitarlo.

La residencia del Oculto
El dios que iba a habitar el templo de Karnak era Amón, también llamado «el oculto». En su origen, Amón era el dios local de la ciudad de Tebas, pero con el tiempo se convirtió en el dios principal del panteón egipcio, asociado al dios solar Re. Su imagen se guardaba en el sanctasanctórum, el espacio más reservado del templo, en una gran barca llamada Userhat. En un texto del reinado de Amenhotep III (1402-1364 a.C.) rse dice que la barca de Amón «está rematada con plata pura y toda ella está trabajada en oro, y alberga en su interior un altar enorme de oro».

Durante las grandes festividades tebanas, como la fiesta de Opet y la Bella Fiesta del Valle, la barca del dios se trasladaba hasta un punto del Nilo donde se había construido un muelle que se conserva intacto. A través de un canal, se unía con el río y permitía el atraque de las barcazas que transportaban por el Nilo a la Userhat.
Una avenida de esfinges une este muelle con el templo. Las esfinges de Karnak son crioesfinges, es decir, tienen cabeza de carnero, pues éste es uno de los animales con los que se identificaba el dios Amón, y actuaban como protectoras de las vías procesionales. Dado que los egipcios de a pie no podían entrar en el recinto sagrado, a veces se valían de intermediarios simbólicos para transmitir sus peticiones a la divinidad. En Karnak, esta función la ejercían las estatuas del sabio Amenhotep hijo de Hapú, escriba real y arquitecto de Amenhotep III, situadas ante la entrada del templo, en las que podemos leer: «¡Oh gentes de Karnak!, ¡vosotros los que deseáis ver a Amón, venid a mí! Yo comunicaré vuestras peticiones!» Los numerosos tebanos que solicitaron su intervención pulieron las estatuas con sus devotas caricias.

Lagos, pilonos y obeliscos
El templo egipcio representa el universo recién creado. Refleja el simbolismo del benben o colina primigenia que, con la creación, emergió de las aguas del Nun, el caótico océano primordial. De ahí que, en Karnak, el enorme muro de doce metros de altura que rodea el espacio sagrado, de 550 por 523 metros, esté hecho no con hiladas horizontales de adobes, sino formando ondas. De esta forma se simbolizaba que el caos (las aguas del Nun, representadas por las ondas) quedaba fuera del témenos o área sagrada.

Dentro del recinto de un templo, el espacio acuático más importante es el lago sagrado. El de Karnak, de 130 por 80 metros, fue remodelado por orden del faraón Taharqa (690-664 a.C.), el más activo de los faraones nubios de la dinastía XXV. El lago debía de servir como escenario para muy diversas ceremonias, más que para que los sacerdotes realizaran sus abluciones.
Al recinto se accedía a través de un pilono (bekhenet), una puerta monumental con dos grandes torres a los lados. Un texto del reinado de Amenhotep III describe el tercer pilono, que entonces era la fachada principal de Karnak: «Una enorme puerta ante Amón-Re, cubierta totalmente de oro y labrada con la imagen del dios bajo la forma de un carnero, decorada con lapislázuli verdadero y trabajada con oro y costosas piedras. Ninguna obra anterior la iguala. Está pavimentada con plata pura y en su cara exterior está cubierta de estrellas de lapislázuli a ambos lados». Ante los pilonos se erigían estatuas colosales; la de Amenhotep III se alza frente al pilono décimo, de 21 metros de alto.

En Karnak podemos ver hasta diez pilonos, seis en el eje principal y otros cuatro en dirección al templo de Mut, la consorte de Amón. El más grande es, precisamente, el de su fachada principal, obra de Nectanebo I (380-362 a.C.). Mide 113 metros de lado. Quedó inacabado, pero de haberse concluido hubiera alcanzado cuarenta metros de altura. Los pilonos son símbolos solares, pues representan las dos colinas del horizonte (akhet) por las que sale el sol. La escena principal que los decora muestra al faraón venciendo a sus enemigos, arrodillados ante él; es el triunfo del orden (el rey) sobre el caos (los enemigos). En Karnak, esta escena aparece en los pilonos séptimo y octavo.

Los pilonos se rellenaban a veces con material procedente de estructuras desmanteladas. Los bloques hallados en el tercer pilono de Karnak, levantado por Amenhotep III, han permitido restaurar la capilla Blanca de Sesostris I, la capilla de calcita de Amenhotep I, el peristilo de Tutmosis IV y la capilla Roja de Hatshepsut. En la fachada de los pilonos se colocaban altos mástiles de madera de cedro, con los extremos cubiertos de electro (una aleación de oro y plata) y banderolas de colores. Los mástiles se sujetaban con grandes anclajes de bronce. En el primer pilono de Karnak aún se ven grandes ventanas que indican el lugar donde se situaban estos anclajes.

Otros elementos de simbología solar que embellecían el frente de los pilonos eran los obeliscos, auténticos rayos petrificados, normalmente dispuestos a pares. En Karnak se conserva uno de casi veinte metros de alto, de Tutmosis I (hacia 1500 a.C.), para cuyo transporte se construyó una barcaza de 62 metros de eslora. El segundo que aún sobrevive, de casi treinta metros y 323 toneladas, es de Hatshepsut. Fueron necesarios siete meses de trabajo en las canteras de Asuán para extraerlo. El transporte hasta Karnak, a 220 kilómetros, no fue sencillo. Una representación hallada en Deir el-Bahari muestra la barcaza de transporte tirada por 27 remolcadores, encabezados por tres naves guía, en una operación en la que intervinieron más de mil marinos. También data del reinado de Hat-shepsut una inscripción en la que se dice que Djehuty, Inspector de Todos los Trabajos de Karnak, supervisó lo relativo a otros dos obeliscos de 108 codos de altura (56 metros), chapados completamente de electro. Tengamos en cuenta que el mayor obelisco que se conoce, el «inacabado» de Asuán, mide 43 metros y pesa 1.260 toneladas.

La zona privada del dios
Tras el pilono de entrada viene un patio a cielo abierto. Simboliza la apoteosis de Re, el Sol, con su victoria repetida cada noche sobre el caos y sobre la serpiente Apofis, su enemigo, a la que sigue un nuevo amanecer. Aquí hallamos dos grandes santuarios que sirvieron como reposaderos de las barcas portátiles de la tríada tebana, formada por Amón, su esposa Mut y el hijo de ambos, Khonsu. Con ocasión de las grandes festividades, las imágenes de los dioses eran trasladadas en barcas en el curso de largas procesiones, durante las cuales se utilizaban los reposaderos para dar descanso a las divinidades. Fueron construidos en tiempos de Seti II (1200-1194 a.C.) y Ramsés III (1184-1153 a.C.).

Después del patio, siguiendo el esquema típico de un templo, nos encontramos con una sala hipóstila o columnada. Esta sala da la idea de la espesura del cañaveral que rodeaba la colina emergida del Nun, el océano primigenio. El ejemplo de Karnak, cuya ejecución se remonta a Seti I (1305-1289 a.C.), es espectacular. La sala, de 103 por 52 metros, contiene 134 columnas papiriformes, de las que las doce centrales, con capiteles de más de cinco metros de diámetro, alcanzan los 21 metros de alto frente a los 15 del resto de columnas. La diferencia en altura de las columnas centrales respecto a las laterales permitía colocar grandes ventanas de piedra, que eran la única fuente de luz. Por ello, del mismo modo que sólo con la luz solar las plantas abren sus cálices, sólo los capiteles de las columnas centrales están abiertos, mientras que los capiteles de las columnas laterales, sumidas en la penumbra, están cerrados. Esta sala se convirtió en el lugar de coronación de los reyes en Tebas.

A medida que nos introducimos en el templo, no hacemos sino reproducir el ascenso por la colina primordial, desde su orilla hasta la cima. Por ello, con nuestro avance vamos subiendo a través de pequeñas rampas y escalones, acercándonos al sanctasanctórum, simbólica cima de la colina. Al mismo tiempo, los techos, decorados con estrellas, son cada vez más bajos, para reflejar que nuestro ascenso nos va acercando al cielo. Por desgracia, el núcleo del templo de Amón en Karnak no está tan bien conservado como para que podamos percibir este detalle, que sí podemos advertir en otros templos más tardíos, como el de Edfú.

Antes de acceder al lugar donde reposa el dios, llegamos al principal santuario para su barca portátil. En Karnak, este espacio se conserva perfectamente. Fue erigido en época de Filipo Arrideo (siglo IV a.C.), en el mismo lugar donde mil años atrás se levantaba, con la misma función, la famosa capilla Roja de Hatshepsut. Aquí se depositaba la barca portátil de Amón cuando éste no participaba en las procesiones. Más allá del santuario de la barca, donde ahora sólo hay un yermo, se levantó el centro neurálgico del templo: una sala en penumbra, donde una capilla o naos tallada en un monolito de piedra albergaba la estatua de Amón. Era el sanctasanctórum, la cima de la colina primordial, morada y trono del dios, el lugar más sagrado del templo, al que sólo el faraón o el sumo sacerdote y sus ayudantes más cercanos podían entrar. Todas las puertas que llevaban a este espacio eran cerradas y selladas cada día, pues nadie debía molestar a Amón en su morada.

http://www.nationalgeographic.com.es/articulo/historia/grandes_reportajes/7312/karnak_gran_santuario_amon.html



La batalla de Trafalgar.

La batalla de Trafalgar tuvo lugar el 21 de octubre del año 1805 a la altura de cabo Trafalgar (Cádiz), enfrentándose la flota británica, comandada por el almirante Horacio Nelson, contra una flota combinada franco-española bajo el mando del almirante Vileneuve. Fue la última gran acción de guerra en el mar de este periodo, perdiéndose al rededor de 5.000 vidas y 15 buques (esto último principalmente a causa del temporal del SW que se desató sobre los maltrechos buques al día siguiente) y sus consecuencias se prolongaron mucho más allá de las guerras napoleónicas.

Titubeos de Villeneuve:
El siglo XVIII presenció la lucha continua entre España, Francia e Inglaterra por la hegemonía atlántica. La Revolución Francesa de julio de 1789 supuso un paréntesis y la alianza de todas las monarquías contra la Francia revolucionaria (Inglaterra, Austria y España le declaran la guerra en el año 1793) hasta que en el año 1796 España y Francia firman el tratado de San Ildefonso, que en la práctica supuso la imposición de los criterios de Napoleón ante la capacidad y superioridad de su ejército. En esa época reinaban Carlos IV y su esposa María Luisa, siendo Godoy su favorito.Napoleón quería invadir Gran Bretaña y para ello debía dominar el canal de la Mancha. Ordena que toda su flota se concentre en Bretaña. El 30 de marzo del 1805 el almirante Villeneuve logra romper el bloqueo británico en Tolón, y tratando de unirse al resto de la flota francesa pone rumbo a las Antillas. En Cádiz se incorporó parte de la flota española bajo el mando del almirante Francisco Gravina. El resto de la flota francesa queda bloqueada en Brest y otros puertos. Nelson tuvo conocimiento de la marcha de Villeneuve el 10 de abril y comenzó una persecución a lo largo del Atlántico. Después de un enfrentamiento, el 22 de julio, a la altura de Finisterre, contra el almirante Calder y su escuadrón de 15 navíos (apresó dos buques franceses y hundió a los españoles San Rafael y Firme) la flota combinada fondea en Vigo. El día 13 de agosto se les une Cosme Damián de Churruca en el San Juan Nepomuceno, comandando una flota de otros nueve navíos. Se hacen a la mar y el almirante Villeneuve, tras titubear ante la orden de partir hacia el canal de la Mancha (presumiendo la presencia de Nelson en la zona), decide poner rumbo a Cádiz, adonde arribaron el 20 de agosto, demorando la posible invasión de Inglaterra. Parece ser que Villeneuve recibe el 14 de septiembre la orden de dejar Cádiz y proceder a Nápoles pero decide permanecer en la ciudad. Ese mismo día Nelson parte de Porstmouth con la intención de unirse a la flota de Collingwood, que ya bloqueaba el puerto de Cádiz. El 28 de septiembre llegó al golfo de Cádiz. Y comenzó la espera.

Estrategia de Nelson:
Nelson había concentrado su flota de 27 buques a unas 50 millas al oeste de Cádiz, manteniendo un sistema de aprovisionamiento con base en Gibraltar y manteniendo una cadena de comunicación basado en señales visuales (código de banderas) entre sus fragatas. Ya el 9 de octubre Nelson reunió a sus capitanes y les explicó su plan. Los buques formarían en dos columnas, con Nelson al mando de una y Collingwood de la segunda. La primera atacaría perpendicularmente hacia el centro de la línea enemiga (formación en fila, la habitual en el combate naval entonces) y la segunda, próxima a la anterior, a la parte posterior de la misma línea. Esa táctica, valiente por cuanto supone aguantar el fuego enemigo hasta alcanzarlo, permitía:
Aprovechar las dos bandas de cada buque inglés para disparar a cada uno de los buques enemigos que quedaban a cada banda una vez alcanzada la línea enemiga; disparos encima dirigidos ala proa o popa, zonas peor protegidas que el costado en los navíos de línea.
Emplear las carronadas, cañones de corto alcance cargados con metralla y que tenían efectos devastadores sobre las cubiertas enemigas (que, por cierto, no fueron montados a bordo de la flota franco-española a pesar de disponer de ellos).
Al cortar la línea enemiga, los buques que quedaban delante debían virar y regresar para entrar en combate perdiendo un tiempo precioso.
De hecho, esta táctica lo que conseguía era disminuir el número de buques enemigos que pudiesen en trar en acción, y por ende, el número de cañones.
Una vez entre las líneas enemigas, se intentaba rodear a cada buque enemigo por al menos dos navíos propios.
La acción era novedosa (sólo se había empleado en dos ocasiones anteriormente por los propios británicos) por lo que la reacción no podía estar preparada.

Historia de un desastre:
Mientras tanto, en Cádiz, y tras enterarse de la decisión de Napoleón de sustituirle por el almirante Rosily, Villeneuve resuelve hacerse a la mar el sábado 19 de octubre y así se lo hace saber a Gravina. Su intención es dirigirse hacia el Mediterráneo. Los mandos españoles desaconsejaron esa decisión. Historiadores y escritores parecen coincidir en que dicha decisión era un tremendo error ante la superioridad británica, no en número de navíos, sino en la preparación de las tripulaciones, además de estar mejor pagados. Se estima que la cadencia de tiro inglesa era tres veces más rápida que la de la flota combinada. A pesar de ello, y ante cierta apatía por parte de quienes debían defender los intereses de España, el 19 se hicieron a la mar parte de los buques, con tan mala suerte que debido a una encalmada la salida de Cádiz ya fue un pequeño desastre, debiendo quedar fondeados. En ese momento fueron avistados por la fragata inglesa Sirius, que izó la señal "370" (Enemy’s ships are coming out of port) y toda la flota inglesa lo supo. El día 20 toda la flota combinada consiguió hacerse a la mar y puso rumbo al SE. Al amanecer del 21 la flota inglesa fue avistada por la fragata francesa Hermione y Villeneuve da orden de regresar a Cádiz. Nuevo error la maniobra es complicada y lenta (el viento es flojo del NW) y la fila que se mantenía a duras penas (a recordar la mala preparación de las tripulaciones) quedó deshecha, ocupando unas cinco millas de longitud. Son las diez de la mañana y Churruca que queda al final de la fila observa la maniobra inglesa y comprende que la única solución es ordenar a los primeros buques de la flota combinada que vuelvan a virar. Pero esa orden llegó tarde y además fue casi desobedecida por el francés Dumanoir, cuya actitud fue estudiada en consejo de guerra (el cual no encontró razones para castigarlo).

Final de la batalla:
A las 11:48 Nelson izó un mensaje que decía: England expects that every man will do his duty. La batalla comenzó hacia el medio día y duró hasta las seis de la tarde, aproximadamente, cuando el navío francés Achille explotó. La táctica que daba ventaja numérica a los ingleses hizo que poco a poco los buques de la flota combinada fuesen cayendo bajo el fuego de dos o más enemigos. Además, la formación en fila de la flota combinada no era tal fila, quedando varios navíos mal colocados sin poder entrar en combate. Sirva como ejemplo el texto de Cayetano Valdés, comandante del Neptuno (a señalar que había tres Neptunos, uno por cada país) sobre el San Juan de Nepomuceno:
Doblada la retaguardia, fue puesto entre dos fuegos por dos navíos enemigos, los dos de tres puentes (Belleisle yTonnant). La defensa del Nepomuceno, y el empeño de los enemigos por rendirle, fue de lo más obstinado que cabe. A las tres y media de la tarde se hallaba este navío sin gobierno, desarbolado de todos sus masteleros; acribillados sus palos; velamen y costados, con siete balazos a lumbre de agua, cortadas casi todas sus jarcias, inutilizados 19 cañones, y con más de la tercera parte de la tripulación fuera de combate. Sin embargo, seguía su vigorosa defensa, resuelto su comandante y segundo Cosme Churruca y Francisco Moyua, a perecer antes que rendirse. Ambos murieron en el acto de combate, por sus heridas, y aunque el teniente de navío Joaquín Núñez, que los sustituyó, siguió la defensa durante media hora, mas convencido de ser inútil, y un sacrificio infructuoso el que se hacía impunemente de los restos de tan valerosa tripulación, desesperanzado de ser socorrido, y aumentados los daños hasta quedar casi destrozado, se rindió con acuerdo de su oficialidad al navío Dreadnought. Tuvo 120 hombres muertos y 175 heridos. Los ingleses quedaron asombrados de la defensa de este navío y aseguraban que se había batido de un modo que no había ejemplo.
El Santísima Trinidad, de 136 cañones, uno de los objetivos de Nelson por ser el mayor navío de línea jamás construido, se fue a pique esa noche mientras era remolcado por otros tres buques ingleses. A bordo quedaron 80 heridos no pudiendo hacer nada por ellos. El Príncipe de Asturias, a bordo del cual iba Gravina, hubo de ser socorrido y remolcado a Cádiz con el almirante herido. (Germán Sarasúa)
(*) La actuación de Calder, que aparente mente huyó debido a los daños sufridos en sus buques, fue duramente criticada en su país, debiendo aclarar su actuación ante un juzgado militar (poco antes de la batalla de Trafalgar hubo de regresar a Gran Bretaña a bordo del navío Prince of Wales, de 98 cañones).
La flota británica incorporaba tripulantes por tres vías: el voluntariado, un sistema de cuota municipal o local y otro semejante al de la leva española (estos últimos solían hacerse voluntarios posteriormente). Pero en cualquier caso estaban mucho mejor pagados y se respetaban escrupulosamente los beneficios por las capturas de otros buques. Sirva como ejemplo que hasta el año 1808 el comandante de la nave obtenía 3/8 del premio y el resto se repartía entre el conjunto de la tripulación. Ese año, dicha proporción fue modificada, obteniendo el comandante 2/8 a partir de entonces.

Comienzo de la supremacía inglesa en la mar:
La batalla supuso la muerte de Nelson (a causa de un disparo desde la cofa del Bucentaure francés), el suicidio posterior de Villeneuve, la muerte de Gravina en Cádiz a los pocos meses como consecuencia de las heridas sufridas en combate, la de Churruca y así hasta casi 5.000 personas. Hubo más de 4.000 heridos y se perdieron 15 buques a causa de un temporal posterior que hundió parte de la maltrecha flota. Los ingleses echaron todos los muertos al mar pero conservaron el cuerpo de Nelson. El oficial inglés, que entró en la cámara de Churruca y al descubrir su cuerpo exánime dijo: Varones tan ilustres como éste no deberían estar expuestos a las resultas de un combate, sino que su vida debería guardarse para el progreso y adelanto de la humanidad. Devolvieron sus pertenencias y su buque, el San Juan Nepomuceno, fue remolcada a Gibraltar y durante muchos años la cámara se conservó cerrada con una placa en la que se leía en letras de oro el nombre de Churruca, y si algún visitante entraba se le advertía que entrase descubierto. Los náufragos de aquella batalla y posterior temporal fueron atendidos por las poblaciones del litoral gaditano, sin distinción de nacionalidad, siendo así reconocido por las autoridades británicas.

Nunca más Napoleón intentó invadir Inglaterra, fijando sus ojos en el este de Europa. Se señala esta batalla como el comienzo de la decadencia de España, a partir de la cual no pudo defender sus intereses de ultramar. Y por último, se inicia el periodo de la dominación marítima de Gran Bretaña hasta bien entrado el siglo XX, sólo puesta en entredicho por Alemania durante la Primera Guerra Mundial.

http://www.mgar.net/var/trafalgar.htm



Misión: Imposible (serie de 1966)

Misión: Imposible (Mission: Impossible, en inglés) es una serie de televisión estadounidense, emitida por la cadena CBS entre los años 1966y 1973.

Reseña

Inspiración y creación

En plena Guerra Fría surgieron infinidad de películas y seriales de espionaje, en parte inspirados por el fenómeno fílmicoJames Bond, agente 007, y por otro lado, como una expresión social frente a la amenaza atómica de las dossuperpotencias (Estados Unidos y la URSS) en constante carrera armamentista.

Innovaciones

Los grandes méritos de la serie fueron varios:
1 - Rotación de los actores.
2 - Comienzo y fin de la historia en cada capítulo o a lo sumo 2 capítulos, manteniendo un hilo común.
3 - El uso de tecnología, así como máscaras y otros elementos que hacían atractiva la serie.
4 - La música de Lalo Schifrin, la cual es usada en distintos tonos a lo largo de cada capítulo y dependiendo de la situación.

Visión general de la serie

La serie en sí fue desarrollada en plena guerra fría. En dichos años eran muy comunes las películas y seriales de agentes secretos.

Contexto general de las misiones

La serie comienza con el Sr. Briggs (Steven Hill temporada 1) y Jim Phelps (Peter Graves temporada 2 en adelante), dirigiéndose a un lugar donde escucha una cinta, o disco, y ve fotos de la misión a realizar. Luego de escuchada la cinta o disco, en la cual el gobierno se desentiende de la misión encomendada, la misma se autodestruye. Luego en una habitación toma una carpeta negra identificada como IMF (Impossible Mission Force) y selecciona a las personas con las cuales realizará la misión. En general la mayoría de las veces y habiendo visto la misma, uno ya identifica a quiénes va a seleccionar. A partir de allí se realiza una reunión de coordinación para la misión. Cada personaje ocupa un puesto determinado : en este caso por ejemplo, en la segunda temporada Peter Graves (el jefe), Greg Morris (el técnico), Martín Landau (el actor), junto a Barbara Bain (la mujer), Peter Lupus (trabajos que involucren fuerza). Dicho formato de presentación con el tiempo se cambia a una introducción del capítulo, y a continuación la recepción de la cinta, en la que se le indica al Sr. Phelps la tarea a realizar. En algún caso excepcional Jim Phelps o alguno de sus colaboradores es capturado por un grupo radical y no se cumple la secuencia de escucha de grabación, selección, etc. A lo largo de los años la cinta fue cambiando por distintos objetos, también se usaron discos en la segunda temporada por ejemplo. También los actores y medios tecnólogicos fueron variando; así el lugar de Martin Landau lo ocupó Leonard Nimoy.

Atractivos

Como otras de las importantes obras occidentales realizadas en la Guerra Fría (el ya citado James Bond, las series británicas Los Vengadores, El prisionero, Cita con la muerte etc.) un aspecto destacadísimo y muy atractivo era el del know how o conocimiento y tecnología de punta, a esto se sumaba cierto glamour (la belleza de Barbara Bain por ejemplo), un glamour femenino que dejaba de ser pasivo y llegaba hasta a ser agresivo; así como el uso de una estética (en vestidos, decorados, muebles, automóviles) sesentistas que resultaban futuristas para su época. Completaban todo este atractivo dos ingredientes: un introito vertiginoso y tenso con la música de Lalo Schifrin (acompañada visualmente por el dibujo animado de una mecha que se iba consumiendo sobreimpresa a los títulos), la casi ritual aparición del jefe (Mr. Briggs) del grupo cuando iba a recibir - en un lugar casi siempre al aire libre y a plena luz del día, pero alejado del resto de la gente - las instrucciones en un minigrabador que se "autodestruía" a los pocos segundos de dar las órdenes, y - como el título de la serie lo señala - la tensión del trabajo al parecer imposible de realizar (que siempre concluía exitosamente).

Tema Musical

Música por Lalo Schifrin

Elenco estable

En orden alfabético :
·                    Barbara Anderson como Mimi Davis (temporada 7)
·                    Barbara Bain como Cinnamon Carter (temporadas 1 - 3)
·                    Sam Elliott como Dr. Doug Robert a.k.a. Lang (temporada 5 y un episodio de temporada 6)
·                    Lynda Day George como Lisa Casey (temporada 6 - 7)
·                    Peter Graves como Jefe de Equipo, Jim Phelps (temporadas 2 - 7)
·                    Steven Hill como Jefe de Equipo, Dan Briggs (temporada 1)
·                    Bob Johnson como la voz de los mensajes de la secretaria (voz solamente, no aparecía en los créditos)
·                    Martin Landau como Rollin Hand (temporadas 1 - 3 ; Landau fue considerado como estrella invitada durante la primera temporada)
·                    Peter Lupus como Willy Armitage (temporada 1 - 7)
·                    Greg Morris como Barney Collier (temporada 1 - 7)
·                    Leonard Nimoy como El Gran Paris (temporadas 4 - 5)
·                    Lesley Ann Warren como Dana Lambert (temporada 5)
Nota: El elenco cambió considerablemente durante la programación de las 7 temporadas. Los personajes listados no aparecían necesariamente al mismo tiempo y en todos los episodios, esto dependía en ciertas oportunidades del contenido de la misión. En la temporada 4 los personajes femeninos fueron representados por diferentes actrices. Lee Meriwether fue una de las actrices notables, quien participó en 6 episodios. El personaje de Lisa Casey no ostentaba su primer nombre en pantalla, hasta que fue utilizado en un episodio de la segunda época de la serie en 1980.

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Tecnología en la antigua Roma

Los romanos desarrollaron una agricultura sofisticada, mejoraron la tecnología del trabajo con hierro y de albañilería, mejoraron la construcción de carreteras (métodos que no quedaron obsoletos hasta el siglo XIX), la ingeniería militar, la ingeniería civil, el hilado y el tejido con muchas máquinas diferentes como la cosechadora, que ayudaron a incrementar la productividad de muchos sectores de la economía romana.

Los ingenieros romanos fueron los primeros en construir arcos monumentales, anfiteatros, acueductos, baños públicos, puentes de piedra y criptas. Algunas invenciones romanas notables fueron el códice, el vidrio soplado y el hormigón. Como Roma está situada en una península volcánica cuya arena contiene granos cristalinos, el hormigón romano fue especialmente resistente al tiempo. Algunas de sus edificaciones se han mantenido en pie más de dos mil años.

La civilización romana estaba altamente urbanizada para los estándares pre-modernos. Muchas ciudades del Imperio tenían más de 100 000 habitantes, siendo Roma la más poblada de la antigüedad. Los rasgos de la vida urbana romana comprendían edificios de varios pisos, calles pavimentadas, retretes de cisterna públicos, ventanas de vídrio y calefacción en suelos y paredes. Los romanos entendieron la hidráulica y construyeron fuentes y obras hidráulicas, especialmente acueductos. Algunas termas se han conservado hasta la actualidad. Los romanos desarrollaron muchas tecnologías que se perdieron en la Edad Media y no se reinventaron hasta el siglo XIX y el XX.

Para desvelar los misterios de la tecnología de Roma, basta con fijarse en una ciudad como Nueva York. Dinámica, bulliciosa, ocupada por millones de personas. La vida de la gente depende de la tecnología: calefacción central, dobles ventanas, retretes y agua potable en todos los grifos. La ciudad presume de un complejo entramado de carreteras, apartamentos, estadios deportivos y servicios médicos de última generación, pero ninguna de estas ideas es nueva; todas fueron desarrolladas por los romanos 2.000 años antes. En muchos sentidos, sin el ingenio romano la vida moderna no sería todo lo moderna que hoy es.

El Imperio Romano dominó Europa durante más de 500 años, desde el año 31 a.C. hasta su caída en el 476 d.C. pero para que Roma y su imperio sobrevivieran los romanos debieron de resolver muchos de los problemas que hoy afronta cualquier ciudad moderna; fue así como pusieron los cimientos del futuro.

Imaginemos que nos encontramos dentro de un inmenso estadio deportivo, rodeados de miles de seguidores que animan a su jugador preferido. Para el hincha apasionado es una cuestión de vida o muerte. En el Coliseo romano el ambiente no debía de ser muy distinto; la diferencia es que allí la muerte súbita no era un mero juego de palabras. Lo único que podía ser distino a cualquier evento deportivo actual es el olor, porque lo que se olía allí era sangre real.

El Coliseo romano era un elegante edificio de cuatro pisos. Los romanos no hacían nada a medias; en sus 487 metros de largo por 155 de ancho podrían aparcarse cuatro aviones Jumbo. Su capacidad era de 50.000 espectadores y es el más grande de los anfiteatros romanos. Si se construía otro mayor, se corría el riesgo de que los espectadores de la última fila no tuviesen una visión perfecta del espectáculo, así que el Coliseo es tan grande como lo permite la vista. Incluso para los estándares actuales se trata de un gran proyecto arquitectónico. En él se emplearon alrededor de nueve años, miles de trabajadores, cien mil toneladas de piedra caliza y trescientas toneladas de hierro para sostenerlo todo. Los muros interiores y exteriores están hechos a base de roca. Buena parte de su fortaleza estructural se debe a lo moderno y avanzado del hormigón utilizado.

Los romanos no inventaron el hormigón; tomaron prestada la idea, al igual que muchas otras, de civilizaciones a las que conquistaron, como los etruscos, quienes mezclaban cal, agua, arena y pequeñas piedras para hacer mortero de cal, aunque no era muy duradero, con el tiempo acababa derrumbándose. Los romanos solucionaron esto añadiendo un nuevo ingrediente que hacía su hormigón más consistente; un ingrediente forjado en el corazón de un volcán: la puzolana, una ceniza volcánica que se encuentra en las laderas del Vesubio, al sur de Italia. Al añadir puzolana al mortero de cal las moléculas de calcio quedan perfectamente ligadas. La prodigiosa técnica romana creó una mezcla tan versátil que incluso solidificaba bajo el agua. Los romanos llamaron a su milagroso compuesto caementum, es decir, cemento. Incluso si se le añadía un conglomerado de piedra a la mezcla se podía fabricar un hormigón más resistente y adaptable.

Los cimientos que sostienen el Coliseo, hechos de cemento y piedra tienen una profundidad de 12 metros. Los espectadores accedían al anfiteatro por una de sus 76 entradas, un sistema bastante parecido al de los estadios actuales. El laberinto de túneles y jaulas bajo el suelo de madera del estadio permitía albergar miles de fieras y gladiadores que aguardaban para entregarse a una lucha a vida o muerte. El perfeccionamiento del hormigón es uno de los avances tecnológicos más significativos que los romanos legaron al mundo.

Sin embargo, la ingeniería romana llegó a superarse a sí misma y alcanzó su mayor logro con el Panteón. Algunos expertos consideran que esta es una de las edificaciones más trascendentales de la historia. Construido en el año 118 d.C. como templo dedicado a dioses que hoy nadie venera, pero que todavía nos sobrecoge y sorprende. Cuando los arquitectos del emperador Adriano comenzaron a diseñar un nuevo templo dedicado a los doce dioses más importantes del culto romano, tuvieron que idear una estructura imponente. Se decidieron por una vasta cúpula de 43 metros de diámetro, que en el siglo II debió suponer una tarea ingente. Una cúpula maciza hecha de hormigón uniforme podría resultar demasiado pesada para sostenerse por sí misma; se necesitaba un material lo suficientemente ligero y resistente como para cubrir ese enorme hueco. Para construirla, un equipo de carpinteros elaboró un armazón de madera. A continuación los albañiles lo cubrieron con hormigón que ellos mismos alzaban en moldes circulares desde la base. Una vez retirado el armazón de madera se corría el riesgo de que la estructura se derrumbase, sobre todo si se utilizaba hormigón normal. Gracias a su pericia, los albañiles romanos llegaron a una ingeniosa solución: añadir al hormigón piedras cada vez más ligeras a medida que la cúpula ascendía, reduciendo así el peso de la carga. En la parte más alta se añadió piedra pómez, una roca volcánica capaz de flotar en el agua. En el vértice se dejó un agujero de 9 metros llamado oculus. El Panteón es uno de los edificios más extraordinarios jamás construidos.

Los arquitectos romanos fueron los primeros en resolver un problema al que se enfrentan la mayoría de urbanitas actuales: la falta de espacio. La mayoría de ciudades romanas se construían dentro de murallas defensivas, lo que limitaba el espacio disponible para construir, por lo que la única salida era construir hacia arriba. Ya en las primeras épocas de la historia de Roma había edificios de apartamentos de varias plantas. Una vez más, el elemento clave es el hormigón. Los pisos de los romanos, por dentro guardaban mucho parecido con los actuales. Los mejores tenían cocina, salón y un retrete, pero el gran invento de los romanos es el cristal en las ventanas. No habría sido posible sin la invención del soplado de vidrio que tiene lugar a mediados del siglo I a.C., pero no se conformaron con eso. Si se tiene un sólo cristal, la luz entra pero el calor se escapa, así que los romanos inventaron la doble ventana.

El término 'plomería' (fontanería) proviene de la palabra latina 'plumbus' que significa 'plomo'. Los técnicos romanos descubrieron una forma de fabricar tuberías moldeando láminas de plomo batido en un molde de madera. Los baños romanos cuentan con otro invento muy conocido: los retretes.
La intimidad no era demasiado importante en tiempos de los romanos y las letrinas eran tanto para hombres como para mujeres; se sentaban unos al lado de otros sin ningún tipo de separación. La limpieza sí que era importante, y aunque no disponían de papel higiénico se limpiaban con una esponja húmeda atada a un palo; lo que no se sabe es si cada uno se llevaba su propia esponja o si la compartían.

La creciente demanda de agua en el año I sirvió de acicate a los romanos para lograr sus mayores descubrimientos en ingeniería. Necesitaban una forma de llevar a la ciudad el agua de los manantiales que se encontraban a varios kilómetros y se sirvieron de la gravedad. Ya en el año 97 d.C. nueve acueductos transportaban casi 950 millones de litros de agua al día desde los manantiales de las montañas. En los acueductos, el agua se mueve únicamente por el efecto de la gravedad. El extremo que estaba en la fuente tenía que estar más alto que el de la ciudad y tenía que haber un plano inclinado constante durante todo el trayecto; la pendiente media rondaba en torno al 0,5%. Casi toda el agua fluía por túneles y depresiones, pero cuando encontraba algún obstáculo en el terreno construían partes elevadas para mantener el grado de inclinación correcto y permitir que el agua fluyera libremente. Sólo 47 kilómetros de los 418 que miden los acueductos de Roma son subterráneos. En los acueductos romanos el agua no fluye por una acequia abierta en lo alto, sino que lo hace por un canal cubierto que la protege de la contaminación.

En la antigua Roma el sistema de recogida de aguas fecales creado por los ingenieros eliminaba la amenaza de las enfermedades.

Los romanos tenían una industria médica, con el mismo tipo de técnicas que tenemos en la actualidad: anestesia e incluso cirugía plástica.
La medicina romana se dividía en diferentes especialidades como farmacia, medicina y cirugía.
Tenían incluso anestesistas que usaban opio y mandrágora blanca sintetizadas de flores y raíces. Puede que sus conocimientos de la anestesia fueran limitados, pero su capacidad para diseñar y construir instrumentos quirúrgicos no lo era. El instrumental romano es la base de todo el instrumental moderno. Los romanos realizaban operaciones de cataratas, del cerebro y extirpaban venas varicosas. Practicaban la cesárea, no como se hace ahora sino con un procedimiento más rudimentario para extraer el bebé a una madre moribunda, no la inventaron ellos como se cree erróneamente.

Para proteger al Imperio Roma entrena al ejército más disciplinado y eficaz que haya visto el mundo y lo equipa con el armamento más avanzado. Los ingenieros militares daban forma a metales y maderas para crear devastadoras armas de guerra. El arma principal del soldado de infantería romano era una temida espada llamada gladius. La hoja de doble filo medía casi 46 cm. de longitud y acababa en una afilada punta, pero si una espada podía ser letal de cerca, su lanza, el pilum, podía matar a cierta distancia. Era un arma diseñada para atravesar a la gente, para atravesar la armadura y los escudos.

Proteger a los soldados era tan importante como equiparlos para el ataque. Los primeros soldados romanos llevaban unas cotas de malla llamadas lorica hamata, hileras de arandelas macizas de bronce o hierro que se unen a unas anillas ribeteadas dispuestas horizontalmente, pero que eran muy vulnerables. Los armeros romanos inventaron un tipo de protección muy superior; se trataba de placas articuladas llamadas lorica segmentata, y eran unas placas de hierro superpuestas fijadas con tiras de cuero, bastante más ligeras que la cota de malla. Los escudos de las legiones romanas estaban hechos de contrachapado.

http://jesusgonzalezfonseca.blogspot.com.ar/2009/06/tecnologia-en-la-antigua-roma_27.html


'Nunca” - Heart

Oye bebe estoy hablando de ti
Detente y escucha
Hay cosas que tu no puedes elegir
Incluso si intentas yeah
Estás golpeandote la cabeza de nuevo
Porque alguien no te dejará
Una oportunidad ... un amor
tu oportunidad para darme a conocer

No podemos ir
Sólo huíremos
Si nos quedamos más tiempo
Nunca seguramente te alejaras
Cualquier cosa que tu quieras -
podemos hacer que suceda
Ponte de pie y date la vuelta
Nunca dejes que nos disparan hacia abajo
Nunca - Nunca
Nunca - Nunca huir

Oye bebe sabes que es verdad
¿Por qué te molesta la mentira
cuando se sabe
Que tu también la quieres
No te atrevas a negarme
Camina por aquí
Dame lo que me estoy buscando
Una oportunidad ... un amor
dejame ir nunca me mantendras abajo

No podemos ir
Solo huíremos
Si nos quedamos más tiempo
Nunca seguramente te alejaras
Cualquier cosa que tu quieras -
podemos hacer que suceda
Ponte de pie y date la vuelta
Nunca dejes que nos disparan hacia abajo
Nunca - Nunca
Nunca - Nunca huir

Oye bebe estoy hablando de ti
Detente y escucha
Hay cosas que tu no puedes elegir
Incluso si intentas yeah
Estás golpeandote la cabeza de nuevo
Porque alguien no te dejará
Una oportunidad ... un amor
tu oportunidad para darme a conocer

No podemos ir
Solo huíremos
Si nos quedamos más tiempo
Nunca seguramente te alejaras

OO OO Nunca
OO OO Nunca

No podemos seguir Nunca
No podemos seguir Nunca

OO OO Nunca
OO OO Nunca

No podemos seguir Nunca
No podemos seguir Nunca


EL PERRO COJO (Manuel Benitez Carrasco )

Con una pata colgando,
despojo de una pedrada,
pasó el perro por mi lado,
un perro de pobre casta.
Uno de esos callejeros,
pobres de sangre y estampa.
Nacen en cualquier rincón,
de perras tristes y flacas,
destinados a comer
basuras de plaza en plaza.
Cuando pequeños, qué finos
y ágiles son en la infancia,
baloncitos de peluche,
tibios borlones de lana,
los miman, los acurrucan,
los sacan al sol, les cantan.
Cuando mayores, al tiempo
que ven que se fue la gracia,
los dejan a su ventura,
mendigos de casa en casa,
sus hambres por los rincones
y su sed sobre las charcas.
Qué tristes ojos que tienen,
que recóndita mirada
como si en ella pusieran
su dolor a media asta.
Y se mueren de tristeza
a la sombra de una tapia,
si es que un lazo no les da
una muerte anticipada.
Yo le llamo: psss, psss, psss.
Todo orejas asustadas,
todo hociquito curioso,
todo sed, hambre y nostalgia,
el perro escucha mi voz,
olfatea mis palabras
como esperando o temiendo
pan, caricias...   o pedradas,
no en vano lleva marcado
un mal recuerdo en su pata.
Lo vuelvo a llamar: psss, psss.
Dócil a medias avanza
moviendo el rabo con miedo
y las orejitas gachas.
Chasco los dedos; le digo:
"ven aquí, no te hago nada,
vamos, vamos, ven aquí".
Y adiós la desconfianza.
Que ya se tiende a mis pies,
a tiernos aullidos habla,
ladra para hablar más fuerte,
salta, gira; gira, salta;
llora, ríe; ríe, llora;
lengua, orejas, ojos, patas
y el rabo es un incansable
abanico de palabras.
Es su alegría tan grande
que más que hablarme, me canta.
"¿Qué piedra te dejó cojo?
Sí, sí, sí, malhaya".
El perro me entiende; sabe
que maldigo la pedrada,
aquella pedrada dura
que le destrozó la pata
y él, con el rabo, me dice
que me agradece la lástima.
"Pero tú no te preocupes,
ya no ha de faltarte nada.
Yo también soy callejero,
aunque de distintas plazas
y a patita coja y triste
voy de jornada en jornada.
Las piedras que me tiraron
me dejaron coja el alma.
Entre basuras de tierra
tengo mi pan y mi almohada.
Vamos, pues, perrito mío,
vamos, anda que te anda,
con nuestra cojera a cuestas,
con nuestra tristeza en andas,
yo por mis calles oscuras,
tú por tus calles calladas,
tú la pedrada en el cuerpo,
yo la pedrada en el alma
y cuando mueras, amigo,
yo te enterraré en mi casa
bajo un letrero: «aquí yace
un amigo de mi infancia».
Y en el cielo de los perros,
pan tierno y carne mechada,
te regalará San Roque
una muleta de plata.
Compañeros, si los hay,
amigos donde los haya,
mi perro y yo por la vida:
pan pobre, rica compaña.


Era joven y era viejo;
por más que yo lo cuidaba,
el tiempo malo pasado
lo dejó medio sin alma.
Y fueron muchas las hambres,
mucho peso en sus tres patas
y una mañana, en el huerto,
debajo de mi ventana,
lo encontré tendido, frío,
como una piedra mojada,
un duro musgo de pelo,
con el rocío brillaba.
Ya estaba mi pobre perro
muerto de las cuatro patas.
Hacia el cielo de los perros
se fue, anda que te anda,
las orejas de relente
y el hociquillo de escarcha.
Portero y dueño del cielo
San Roque en la puerta estaba:
ortopédico de mimos,
cirujano de palabras,
bien surtido de intercambios
con que curar viejas taras.
"Para ti...   un rabo de oro;
para ti...   un ojo de ámbar;
tú...   tus orejas de nieve;
tú...   tus colmillos de escarcha.
Y tú, -mi perro reía-,
tú...  tu muleta de plata".
Ahora ya sé por qué está
la noche agujereada:
¿Estrellas...   luceros...?  No,
es mi perro cuando anda...
con la muleta va haciendo
agujeritos de plata.