lunes, 22 de septiembre de 2014

Literatura de los cuatro elementos – Eduardo Casas

Te escribo sobre el agua del mar.
Mareas saladas
que vienen y van.
Literatura muda y móvil.
Palabras que mueren apenas nacen.

Te escribo en el aire
con líneas invisibles y letras intangibles.
Habito en el viento
donde nada es quieto.

Te escribo en la tierra.
Pasan y pisan
páginas deletreadas
que se dibujan y se diluyen
antes de ser leídas.

Te escribo en el fuego.
Todo se consume
en un dorado que devora.
Rojas lenguas
de sangre y venas.

Te escribo con cada elemento
de este mundo y de este tiempo.

Todo es emisario y mensajero
de palabras y sentimientos.

Siempre te estoy escribiendo.

Lee todo mi silencio.



Sonata para piano Nº 23 en fa menor, Opus 57, "Appasionata"
Ludwig van Beethoven (1770-1827)

1. Allegro Assai.
2. Andante con moto - attacca:
3. Allegro, ma non troppo - Presto.
Daniel Barenboim, piano.

La Sonata para piano Nº 23 en fa menor Opus 57 de Ludwig van Beethoven, conocida como Appassionata (apasionada), es considerada una de las tres grandes sonatas de su período medio (las otras son la Sonata "Waldstein" Op. 53 y la Sonata Les adieux Op. 81). Fue compuesta en Döbling, un pueblo cerca a Viena en 1804, dedicada al conde Franz von Brunswick y publicada por el Bureau des Arts et d'Industrie.

La Appassionata fue nombrada así por el editor. Beethoven se indignó con el nombre, pues creía que todas sus obras estaban escritas para tocarse apasionadamente y no sólo ésta. Beethoven terminó el tercer movimiento de su Sinfonía n.º 5 con una tensión irresuelta. Sin pausa entre los movimientos, sigue el cuarto con una fanfarria triunfal. A semejanza de éste, aquí también hay un breve momento de tensión sin resolver al terminar este movimiento intermedio (una pausa un poco más breve que en la Quinta). Pero, a diferencia del triunfo de la Quinta, este movimiento final anuncia en sí la agonía y tiene una coda desesperada.

Movimientos:
1. Allegro Assai.
Es un allegro de sonata sin repeticiones en compás 12/8 y dura cerca de 10 minutos. Pese a su duración, esta pieza se va moviendo entre rápidos cambios de tonalidad y súbitos cambios de dinámica. El tema principal tiene un ritmo característico, como un ritmo punteado, pero con una proporción de 5:6, en lugar de una de 3:4, que es difícil de tocar. El escoger la tonalidad de fa menor se hace obvio cuando se nota que el movimiento hace uso frecuente del ámbito grave y oscuro del fa más bajo del piano, que era la nota más grave del instrumento en aquella época. El movimiento es tranquilo y algo lento al inicio, interrumpido por grupos de acordes tocados rápidamente.

2. Andante con moto-attacca.

3. Allegro, ma non troppo - Presto.
El tercer movimiento es un allegro de sonata en el cual, muy inusualmente, sólo la segunda parte habrá de repetirse, según las indicaciones. El movimiento es un perpetuum mobile, con rápidas semicorcheas que sólo son interrumpidas en el desarrollo y en la coda. El movimiento es de naturaleza compleja, rápida y agitada, con rápidas semichorcheas interrumpidas sólo en el desarrollo y coda. Ha recibido varios adjetivos de parte de los críticos: "apasionada", "desesperada" y "que quita el aliento".


Wikipedia


Sinfonía Nº 1 de Ludvig van Beethoven

"Una caricatura de Haydn llevada hasta el absurdo." Este fue el comentario de un crítico con respecto a la Sinfonía en Do mayor de Beethoven, cuando el compositor la presentó en su primer concierto de gran escala en Viena. Se desconoce la reacción de Beethoven ante la dureza de semejante crítica, pero la comparación inevitable con Haydn debió de haberle irritado.

La Primera Sinfonía fue compuesta en 1799-1800, pero hay bosquejos que datan de 1795. Beethoven dirijo su estreno en Viena, el 2 de abril de 1800.

Haydn había sido maestro de Beethoven así como su principal influencia y los años próximos al 1800 estuvieron marcados por la lucha por superar esta influencia y establecer su propio estilo y su propia carrera. Las relaciones de Beethoven con su antiguo maestro en esos días eran tensas, como lo habían sido durante sus años de estudiante, 1792-1793.

En esa época, Haydn, reconociendo el genio y el potencial de su discípulo, le había pedido a Beethoven que públicamente se designara como "alumno de Haydn". El joven y testarudo compositor, sintiendo que Haydn le envidiaba, se negó. Beethoven, que como estudiante era mucho menos que ideal, insultó a su mentor una segunda vez: mientras tomaba clases de contrapunto con Haydn, en secreto, buscó otro maestro para que le ayudara con las tareas que le asignaba el primero. Con el tiempo, Haydn descubrió la duplicidad de Beethoven y, comprensiblemente, se sintió molesto. Pero Beethoven, además, fue poco honesto con Haydn de otra manera: le presentaba a su maestro obras "nuevas" que, en realidad, eran piezas que había escrito años atrás, en Bonn. Además, a Haydn le irritaba el rápido ascenso de Beethoven dentro de la sociedad vienesa. Este joven músico no estaba dispuesto a pasar las dos terceras partes de su vida como servidor de la nobleza.

Aunque Beethoven no era demasiado concienzudo en sus ejercicios de contrapunto y, aun cuando, aparentemente, Haydn era igualmente indiferente al corregirlos, el joven compositor aprendió lecciones importantes de las obras de su maestro. El tratamiento de la forma sonata, de la armonía de gran escala, del poder emocional del contraste, de las formas de lograr unidad dentro de la variedad; estas características de la mejor música de Haydn fueron modelos para las composiciones de Beethoven cuando estaba llegando a su madurez. Si bien la Primera Sinfonía no suena exactamente como si hubiera podido ser escrita por Haydn, Beethoven jamás habría logrado un ingreso tan favorable en las filas de los sinfonistas sin una comprensión profunda de lo que Haydn había logrado en sus propias sinfonías.

Haydn había planeado llevar con él a su joven protegido cuando hizo su segundo viaje triunfal a Londres, en 1794, pero las relaciones cada vez más difíciles y la desconfianza que existían entre maestro y alumno hicieron que Haydn reconsiderara esta idea. Las lecciones de contrapunto cesaron con la partida de Haydn y los dos hombres jamás reiniciaron una relación formal de maestro-estudiante. Cuando Haydn regresó a Viena, en 1795, Beethoven alguna vez le llevaba piezas musicales para que las criticara, pero el joven, a su vez, apreciaba o se molestaba con estas críticas. Beethoven respetaba a su colega mayor, pero se sentía potencialmente en competencia con él. Esta sensación de rivalidad emergió alrededor de 1800, cuando Beethoven ya no se contentaba con ser un compositor de tríos y sonatas al estilo de Haydn. Desafió abiertamente la reputación de este como el más grande compositor viviente, cuando presentó al público su Primera Sinfonía.

Hoy en día es difícil apreciar la audacia de la Primera Sinfonía. Comparada con la poderosa Heroica, la Sinfonía en Do mayor parece mansa. Pero para el auditorio de fines de siglo sugería una aterradora y novedosa visión de la música como un arte de emociones desbordantes más que un adorno social. Seguramente, algunas obras de Mozart y Haydn ya habían superado la emocionalidad de la Primera, pero su música más popular no eran las piezas del tipo Sturm und Drang ("tormenta y tensión"), sino más bien sus primas más elegantemente refinadas y clásicas. Ahora que conocemos las otras sinfonías de Beethoven, la Primera, efectivamente, nos da la impresión de pertenecer más a la era de Haydn que al siglo del romanticismo y, por lo tanto, no debe sorprendernos que durante largo tiempo la Sinfonía en Do mayor de Beethoven haya sido la más popular entre los auditorios conservadores de Viena.

Sin embargo, la novedad radical de algunas características de la Primera Sinfonía no pasó inadvertida a los primeros que la escucharon. En el primerísimo acorde los oídos contemporáneos bien pueden haber percibido el amanecer de una nueva era. En el 1800 virtualmente no existían antecedentes de una sinfonía que se iniciara con una disonancia; aun más audaz era el hecho de no empezar en el tono indicado de Do mayor, sino más bien con una sugerencia de Fa mayor. La orquestación -cuerdas en pizzicato que añaden el giro mordaz al comienzo de cada acorde de los vientos- se suma a la novedad del pasaje. Desde este comienzo dramático la música inicia un camino inexorable e intenso hacia el allegro, que llega con un enorme sentido de resolución: ¡por fin Do mayor!

Hay otros golpes de audacia aparte de esta apertura "fuera de tono". La pulsación de los timbales en el movimiento lento (que aparentemente no logra decidirse entre si quiere ser una forma fuga o una forma sonata) es absolutamente original, como lo es el carácter del tercer movimiento. Aunque aparece anotado como "minué", en la forma habitual, el movimiento es más bien un scherzo, como los que aparecen en las sinfonías posteriores de Beethoven. El compositor era consciente de que, a medida que la sinfonía se hacía más dramática en sus manos que en las de Haydn y de Mozart, el majestuoso minué (vestigio de las estilizadas suites de la danza barroca y de las serenatas rococó) ya no tenía cabida. Con Beethoven, el tercer movimiento funciona como una distensión alegre o hasta cómica después de las profundidades emotivas de un primer movimiento ocasionalmente turbulento y un segundo movimiento a veces triste. En este scherzo-minué el compás de 3/4 se mueve con tanta rapidez que no sentimos tres tiempos sino uno por compás. Como resultado, la frase inicial de ocho compases, que en realidad solamente tiene ocho tiempos, parece enloquecedoramente truncada cuando, en la forma tradicional, no se repite en su aparición final.

Otra innovación de la Primera Sinfonía se produce en la introducción al final. Los violines siguen ascendiendo por la misma escala, sin acompañamiento, alcanzando una nota más alta con cada ascenso sucesivo. Este gesto aparentemente simple raya en lo absurdo, lo que lo convierte en un contraste extremo con respecto al allegro sofisticado que viene a continuación, en el que la escala ascendente se convierte en un motivo omnipresente que llega a ser todo menos obvio. Se sabe que algunos directores de las primeras épocas hasta llegaron a omitir la introducción por temor a que el auditorio se riera.

El contraste de este humor tan obvio con el ingenio refinado de Haydn simboliza las diferencias que median entre la estética de estos dos compositores. Beethoven era capaz de gestos a la vez más obvios y más sutiles que su mentor. Si comparamos la Primera Sinfonía de Beethoven con las últimas obras de Haydn de este género (compuestas cinco años antes), podemos observar en embrión algunas de las diferencias básicas entre la música clásica y la música romántica.

No ha quedado constancia de la reacción de Haydn ante la Primera Sinfonía, pero nos inclinamos a pensar que comprendió el potencial de grandeza futura que contenían sus modestas innovaciones. La confluencia de un homenaje y una rebelión con respecto a la música de Haydn, que percibimos en la sinfonía, seguramente refleja los sentimientos ambivalentes que abrigaba el compositor en ese momento con respecto a su viejo maestro, a quien Beethoven consultaba cada vez con menor frecuencia. En sus últimos años, Haydn expresó desilusión por el olvido de su antiguo discípulo y también confusión ante las composiciones abiertamente revolucionarias de Beethoven, como la Sinfonía Heroica. Sin embargo, después del fallecimiento de Haydn en 1809, Beethoven dejó de hacer comentarios despectivos y no expresó sino admiración por el compositor cuya música había contribuido a dar forma a la propia.




domingo, 21 de septiembre de 2014

La Poesía 3 - Octavio Paz.

¿Por qué tocas mi pecho nuevamente?
Llegas, silenciosa, secreta, armada,
tal los guerreros a una ciudad dormida
quemas mi lengua con tus labios, pulpo,
y despiertas los furores, los goces,
y esta angustia sin fin
que enciende lo que toca
y engendra en cada cosa
una aridez sombría.

El mundo cede y se desploma
como metal al fuego.
Entre mis ruinas me levanto
y quedo frente a ti,
solo, desnudo, despojado,
sobre la roca inmensa del silencio,
como un solitario combatiente
contra invisibles huestes.

Verdad abrasadora,
¿a qué me empujas?
No quiero tu verdad,
tu insensata pregunta.
¿A qué esta lucha estéril?
No es el hombre criatura capaz de contenerte,
avidez que sólo en la sed se sacia,
llama que todos los labios consume,
espíritu que no vive en ninguna forma,
mas hace arder
todas las formas
con un secreto fuego indestructible.

Pero insistes, lágrima escarnecida,
y alzas en mí tu imperio desolado.

Subes desde lo más hondo de mí,
desde el centro innombrable de mi ser,
ejército, marea.
Creces, tu sed me ahoga,
expulsando, tiránica,
aquello que no cede
a tu espada frenética.
Ya sólo tú me habitas,
tú, sin nombre, furiosa substancia,
avidez subterránea, delirante.

Golpean mi pecho tus fantasmas,
despiertas a mi tacto,
hielas mi frente
y haces proféticos mis ojos.
Percibo el mundo y te toco,
substancia intocable,
unidad de mi alma y de mi cuerpo,
y contemplo el combate que combato
y mis bodas de tierra.

Nublan mis ojos imágenes opuestas,
y a las mismas imágenes
otras, más profundas, las niegan,
tal un ardiente balbuceo,
aguas que anega un agua más oculta y densa.

La oscura ola
que nos arranca de la primer ceguera,
nace del mismo mar oscuro
en que nace, sombría,
la ola que nos lleva a la tierra:
sus aguas se confunden
y en su tiniebla
quietud y movimiento son lo mismo.

Insiste, vencedora,
porque tan sólo existo porque existes,
y mi boca y mi lengua se formaron
para decir tan sólo tu existencia
y tus secretas sílabas, palabra
impalpable y despótica,
substancia de mi alma.

Eres tan sólo un sueño,
pero en ti sueña el mundo
y su mudez habla con tus palabras.
Rozo al tocar tu pecho,
la eléctrica frontera de la vida,
la tiniebla de sangre
donde pacta la boca cruel y enamorada,
ávida aún de destruir lo que ama
y revivir lo que destruye,
con el mundo, impasible
y siempre idéntico a sí mismo,
porque no se detiene en ninguna forma,
ni se demora sobre lo que engendra.

Llévame, solitaria,
llévame entre los sueños,
llévame, madre mía,
despiértame del todo,
hazme soñar tu sueño,
unta mis ojos con tu aceite,
para que al conocerte, me conozca.


Canciones con historia: Whitesnake - Is This Love

 

"Is This Love" es una de las baladas mas conocidas del panorama musical y para mi una de las canciones de amor mas bonitas. "Is This Love"forma parte del álbum homónimo del grupo ingles de hard-rock Whitesnake lanzado en 1987. La canción es obra del las maravillosas mentes del vocalista David Coverdale y del guitarrista John Sykes. Se rumorea, que la canción ha sido originalmente y especialmente escrita para Tina Turner, pero nadie a confirmado ni desmentido el rumor así que se ha quedado en eso, un rumor. Recientemente VH1, mi programa de música favorito, ha incluido la canción en el n.º 87 en su lista de las mejores 100 canciones de amor y en el n.º 10 de su lista de las mejores Power Ballads.

La canción se convirtió en uno de los mayores éxitos en 1988 y convirtió a Whitesnake en uno de los mejores grupos de la década de lo 80. Alcanzó el n.º 9 en el UK Singles Chart y el n.º 2 en las tabla de singles EE.UU. siendo su segundo mayor éxito EE.UU. después de "Here I Go Again" que alcanzó el n.º 1. 
En el vídeo musical aparece la futura esposa de David Coverdale, Tawny Kitaen, que también había aparecido en el video anterior de la banda de "Here I Go Again". 
The Audio Thieves featuring Uniting Nations versionaron la canción para su álbum de 2006 Dance Cover. También en 2006,Thomas Anders versionó 
"Is This Love" para su álbum Songs Forever. 



¿Esto es amor?

Debí haberlo sabido mejor
Antes que dejarte ir sola
Son momentos como estos
Cuando no puedo hacerlo por mi mismo
Días desperdiciados, y noches de insomnio
Y no puedo esperar a verte nuevamente

Encuentro que consumo mi tiempo
Esperando tu llamada
¿Cómo puedo decirte?, cariño
Mi vuelta está contra la pared
Te necesito a mi lado
Para que me digas que está bien
Porque no creo poder llevarlo mas

¿Esto es amor lo que estoy sintiendo?
¿Esto es el amor que he estado buscando?
¿Esto es amor o estoy soñando?
Esto debe ser amor
Porque realmente tiene un dominio en mi
Un dominio en mi

No puedo parar el sentimiento
He estado antes de esta manera
Pero, contigo encontré la llave
Para abrir cualquier puerta
Puedo sentir mi amor por ti
Creciendo más fuerte día a día
Y no puedo esperar a verte nuevamente
Pues puedo tenerte en mis brazos

¿Esto es amor lo que estoy sintiendo?
¿Esto es el amor que he estado buscando?
¿Esto es amor o estoy soñando?
Esto debe ser amor
Porque realmente tiene un dominio en mi
Un dominio en mi

¿Esto es amor lo que estoy sintiendo?
¿Esto es el amor que he estado buscando?

¿Esto es amor o estoy soñando?
http://cancioneshistoria.blogspot.com.ar/2011/02/is-this-love-whitesnake.html




Te quiero - Luis Cernuda

Te quiero. 

Te lo he dicho con el viento, 
jugueteando como animalillo en la arena 
o iracundo como órgano impetuoso; 

Te lo he dicho con el sol, 
que dora desnudos cuerpos juveniles 
y sonríe en todas las cosas inocentes; 

Te lo he dicho con las nubes, 
frentes melancólicas que sostienen el cielo, 
tristezas fugitivas; 

Te lo he dicho con las plantas, 
leves criaturas transparentes 
que se cubren de rubor repentino; 

Te lo he dicho con el agua, 
vida luminosa que vela un fondo de sombra; 
te lo he dicho con el miedo, 
te lo he dicho con la alegría, 
con el hastío, con las terribles palabras. 

Pero así no me basta: 
más allá de la vida, 
quiero decírtelo con la muerte; 
más allá del amor, 
quiero decírtelo con el olvido.

Tributo al gran poeta en la efeméride de su natalicio…


Te quiero - Luis Cernuda
OSIRIS

Nombre egipcio: Asar/Usir
Nombre  griego: Osiris
Representación:  Humano momificado con la corona blanca y 2 plumas

Padre de Horus y marido de Isis, se le considera antepasado directo de la realeza. Osiris fué uno de los dioses más populares e importantes de todo el panteón egipcio. Su culto estaba centrado en Abydos y Busiris  donde reemplazó a un antiguo dios local, Andyety (probablemente un personaje local divinizado)  pero se extendió por todo Egipto. Surgió de Busiris, en egipcio Per-Usir, que significa "Templo o casa de Osiris", capital del noveno nomo del Delta.

El término Osiris es una corrupción griega del nombre egipcio Asar (Usar, Usir). En el Reino Nuevo, en los textos funerarios se funde con Ra; así Osiris es el sol difunto y, en Heracleópolis Magna, se le denomina Osiris Naref. Otro nombre por el que se le conoce es Unnefer ("el que pone de manifiesto el bien"). "Príncipe de los dioses de la Duat" como dios de la muerte y del Más Allá, aunque, en un principio era un dios agrario que fue adoptando rasgos de otros dioses; genio de los cereales, espíritu de la vegetación y ante todo dios de laresurrección; los Textos de los Sarcófagos del Reino Medio lo identifican con el grano y con el trigo, símbolo de la semilla que muere para renacer más tarde en forma de espiga.

 Encarnaba la renovación, el renacimiento de la tierra después de la inundación; Osiris moría en la estación más seca y renacía tras la retirada de las aguas de la crecida, mientras que Seth reinaba entretanto como dios caótico del desierto. Osiris representa todo lo que renace, pero sobre todo el Nilo, símbolo de regeneración y fertilidad, dios de la inundación que conlleva la victoria de la tierra negra, el limo fértil con el que se le relacionaba, sobre las zonas de influencia de Seth, el desierto, las tierras áridas..
Como se afirma en el Papiro Chester Beatty: "Osiris es aquel que hace crecer el trigo y la cebada". En un himno del Reino Nuevo se describe al dios sosteniendo el universo terrestre, y la crecida del Nilo no es más que la transpiración de sus miembros; los cultivos y los monumentos levantados por el hombre gravitan en su espalda sin que se queje de una carga tan grande, pero a veces se mueve y la tierra tiembla.

 Por otra parte es un dios-rey; la iconografía clásica le confiere los atributos de la realeza: la corona atef, el heqa, atef, el heqa, o cetro uas, y el nejej, o flagelo, símbolos de poder supremo. Sin embargo su soberanía tiene como verdadero dominio el reino de los muertos y recibía el título de "Toro del Occidente", siendo el occidente el Más Allá. Según Plutarco, Osiris era hijo de Nut y Geb; cuando Ra se enteró de que estaba embarazada,  le dijo a Nut que ningún mes ni ningún año se vería separada de él; mediante una estratagema, Thot jugó con Selene y le ganó la séptima parte de luz de cada día del año, y así Osiris nació en esos 5 días, que no pertenecían a ningún mes ni año y que son los días epagómenos; cuenta también que en el momento de su nacimiento se oyó una voz proclamando que el dios de la creación había nacido.

Llegó a ser Rey mítico de Egipto y fue el que enseñó la civilización por medio de la amabilidad y la persuasión; enseñó a los hombres agricultura, estableció un código de leyes e hizo que los hombres adoraran a los dioses; una vez civilizada la tierra, marchó a otros países para seguir con sus enseñanzas, dejando a Isis como regente. A su vuelta, Seth y sus 72 compañeros hicieron que Osiris se encerrara en un arca con su forma, que cerraron inmediatamente; lo echaron al Nilo, en un lugar cercano a Abydos llamado Nedyt, que lo llevó hacia sus bocas tanaíticas, hasta Byblos. Isis fue a buscarlo y lo trajo de vuelta, pero Seth lo encontró y lo cortó en pedazos, que esparció por todo Egipto. Tras recomponer su cuerpo, Isis concibió con él a su hijo Horus, quien  vengó su muerte gobernando Egipto y desterrando a Seth al desierto. Osiris no pudo volver a la Tierra y por eso permanece como dios del mundo inferior.

 Al ser Horus identificado con el Faraón vivo, éste cuando muere se convierte en Osiris,  bajo cuya forma era adorado. Su sucesor, adoptando el título de Hijo de Horus celebraba y dirigía los actos funerarios de este "nuevo Osiris".

En el Reino Medio todo muerto se transfiguraba en Osiris, ya que era un símbolo de inmortalidad. La inmortalidad de Osiris fue atribuida en parte al arte de embalsamamiento llevado a cabo por Anubis, en parte a Isis que le dio el aliento de vida por medio de sus alas, y en parte a Horus que abrazó a su padre y le dio a comer el ojo de Horus.

Su morada celeste era Orión. Representaba al viento del Norte. Es el dios que preside el Tribunal del juicio del alma y emite el veredicto; esta posición la tuvo por haber muerto como hombre y resucitado como inmortal gracias a las poderosas palabras deThot, y su cuerpo nunca se putrificó; fue la primera momia y bajo la forma de aj viajó por el Más Allá, de donde fue Rey y juez de los muertos. En época tardía la tumba de Osiris se ubicó en la isla de Biggeh, lugar sagrado llamado por los griegos el Abatón al que sólo los iniciados tenían acceso. La idea de que la inmortalidad sería obtenida siguiendo a Osiris fue transformada, en tiempos helenísticos en los misterios osiriacos. Como dios de los muertos, se representaba con el cuerpo en forma de momia y con un sudario y llevando el cayado (heqat) y el azote (mayal) y un collar menat; lleva lacorona atef .

Como dios agrario, tiene la piel de color verde, verde, que representa el color de la vegetación y la regeneración; en tumbas del Reino Nuevo se han encontrado unos moldes con figura de Osiris, "Osiris vegetantes", que se llenaban de semillas las cuales, al germinar, indicaban el renacimiento del difunto en el Otro Mundo. También se le representaba con el rostro de color  negro o verde, como el de la tierra negra. Raramente aparece bajo la forma de un pez. Fue identificado con Andyety  de Busiris y Sokar de Menfis (como Sokar-Osiris), así como con la estrella Orión. Los griegos lo identificaron con Dioniso.

Los primeros centros de culto estaban en Abydos, Bubastis y Mendes. Según el mito, allí en donde se enterró cada trozo del cuerpo despedazado de Osiris, los egipcios levantaron un santuario; Abyidos, donde estaba su cabeza, se convirtió en el gran templo osiriaco de peregrinación; en esta ciudad se le conocía por Osiris-Jenti-Amentiu, "Señor de los Occidentales", al identificarse con el dios funerario local. En Busiris, de donde procedía Osiris y era dios principal, estaba la columna vertebral (identificada con el pilar dyed); el hombro izquierdo estaba en Letópolis, siendo Horus el guardián de esta reliquia. Era adorado en Canopo como jarra con cabeza humana. Como símbolo de la vida eterna fue adorado en Abydos y Filé; en la isla de Biggeh (Abatón), situado al oeste de Filé, había también una tumba del dios sobre la que Isis derramaba cada diez días libaciones de leche. En Abydos el difunto se enterraba  en el camino procesional, o bien se erigía una estela en representación del difunto; la localidad se convirtió en centro de peregrinación de los egipcios, deseosos de construirse una tumba o un cenotafio cerca de la del dios.

La peregrinación a la ciudad santa debía realizarse en vida o después de la muerte y para ello los habitantes del Valle del Nilo la hacían representar en los muros de sus tumbas. Su fiesta se celebraba el día 16 del segundo mes de laestación Ajet; en Abydos se celebraban el día 11 del mes de Joiak, el día 11 del mes de Joiak, y el 28 del mes de Famenoth; en Busiris el día 30 del mes de Famenoth. El culto a Osiris apelaba a las emociones del hombre común y le proporcionaba un medio para creer que él también podía tener una vida eterna; de ahí su difusión por todo el país.

En Heliópolis se consideraba a Ra como dios de los muertos y juez de los difuntos, lo cual entraba en conflicto con el osirianismo; fue después cuando Osiris triunfó como soberano y juez de los difuntos, tanto por motivos políticos religiosos, como por ser su leyenda mucho más asequible para el pensamiento del egipcio. En tiempos de Ramsés II ya se detecta una síntesis solar, expresada claramente en la tumba de Nefertari, en la que se define el "alma compleja", unión de Osiris y Ra, representada como momia de carnero y denominada "Osiris quien reposa en Ra y Ra quien reposa en Osiris".

Algunas de las designaciónes o títulos que poseía eran:
Toro de occidente (Ka Amentet)
El Inerte, el de corazón parado
El carnero divino de Mendes (equivale al ba de Osiris)
El que siempre es dichoso
El que siempre es perfecto
El que lleva hermosa existencia
Señor de los confines
El que vive en su árbol moringa

http://www.egiptologia.org/mitologia/panteon/osiris.htm










Osiris en la poesía española

El poeta Juan Eduardo Cirlot dedicó al dios un memorable soneto, en el que alude a su desmembramiento y reconstrucción:

A Osiris

Repartido en pedazos y en lamentos,
repartido en países y en canciones,
repartido en lejanos corazones,
repartido en profundos monumentos.
Repartido en obscuros sentimientos,
repartido en distintas emociones,
repartido en palabras y oraciones,
repartido y perdido en los momentos.
Heredero del tiempo y del espacio,
víctima de transcursos y distancias,
ser en seres deshecho y repartido.
Yo busco tu hermosura y tu palacio,
tu boca de rubíes y fragancias
para reunirte solo en un gemido.