‘Bobby Brown goes down’, canción que forma parte del disco “Sheik yerbouti” (1979)( uno de las creaciones más populares de Frank Zappa), es una devastadora deconstrucción del mito del “American way of life” a través de la presentación de un personaje que representa el “sueño americano” pero que, en el fondo, es un sujeto con serios problemas de identidad, especialmente de índole sexual.
Zappa criticaría, a lo largo de los años, la política conservadora de eliminar la educación sexual de los colegios: “Si a un niño se le suprimen los elementos de comparación racional, cuando ve algo aberrante, no lo percibe como una aberración”.
Y eso es lo que pasa con Bobby Brown, el personaje de la canción, fruto de un país que sublima la ignorancia en aras de un sometimiento absoluto de la población.
Bobby Brown será el epítome de ese sueño americano pero no por ser un triunfador, sino porque esa concepción neoliberal del triunfo va asociada a la destrucción de la identidad del individuo.
En “Sheik yerbouti”, la crítica social de Zappa se hace totalmente sistemática, superada ya la etapa Warner y encaminándose hacia lo que, a finales de los setenta, se veía ya inminente: la ola ultrarreaccionaria que iba a dominar el escenario político nacional e internacional. Así, Zappa resume en el disco sus críticas a la industria cultural (en temas como ‘I have been in you’) y la ocultación del sexo en las canciones, sacándolo al primer plano en temas como ‘Jones Crusher’ o ‘Broken hearts are for assholes’. Al mismo tiempo, ridiculiza el discurso bobalicón de las canciones para adolescentes en temas como ‘I’m so cute’ o ‘Tryin’ to grow a chin’. En el terreno de la crónica política, ahí están sus retratos de los estereotipos sociales (con las niñas pijas judías en ‘Jewish princess’) y su feroz ataque al funcionamiento de los sindicatos estadounidenses en una canción, ‘Flakes’, en la que aprovecha para reírse de Bob Dylan y sus supuestos mensajes contestatarios. En este tema, la voz que imita a Dylan no habla de pacifismo ni de justicia, sino que se queja de que el fontanero no le arregla una cañería. Así queda clara la opinión de Zappa sobre las verdaderas inquietudes y la capacidad de alcance de la contracultura oficial.
http://www.efeeme.com/frank-zappa-la-apertura-de-un-iconoclasta-3-los-anos-setenta/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario